Wei WuXian estaba molesto, y durante todo el trayecto de vuelta
hasta GusuLan planeó su venganza.
Lan WangJi no comprendía el por qué de su silencio, habían estado de
compras en la ciudad Caiyi durante toda la tarde yendo de tienda en tienda
hasta que Wei WuXian encontró un traje que realmente le gustó lo suficiente
para comprarlo, y no permitió que Lan WangJi pagara, por lo que fue
quisquilloso a la hora de gastar su propio dinero. Todo estaba bien, pero al
salir de la tienda no hubo más que silencio, y él Patriarca Yiling, por primera
vez, se mantuvo callado caminando a su lado, con una expresión seria casi
sombría. Incluso Manzanita no se había atrevido a rebuznar.
Al llegar a GusuLan la situación no cambió, el segundo maestro Lan
había ido a atender un par de pendientes y cuando llegó hasta su habitación
cerca de las nueve, se encontró con su pareja recostado bajo las mantas. Wei
WuXian había tomado un baño y comió toda la comida comprada en la Ciudad Caiyi.
Bebió una botella de la sonrisa del emperador, todo con el fin de apaciguar su
furia interior, pero simplemente no lo había logrado... se sentía irracional,
pero es que simplemente no podía dejarlo pasar, si la situación se repetía
temía explotar, invocar cadáveres y matar a todo el pueblo. Se sentía capaz.
Lan WangJi se preparó para dormir, y evitando despertar a quien
creía dormido, fue extremadamente cuidadoso al recostarse. Pero todos sus
esfuerzos fueron inútiles cuando un par de manos tomaron las suyas y las
mantuvieron sobre su cabeza mientras el cuerpo más pequeño se sentaba sobre él.
- Wei Ying... - susurró con cierto aire de sorpresa, no era común
que este fuera tan agresivo más que por solo ser descuidado.
- Silencio - demandó. Buscó a tientas la cinta de la frente que Lan
WangJi mantenía en la mesita de junto y esta vez la usó para atar sus manos con
la cabecera de la cama.
- ¿Qué... pasa? - esta vez calló su boca con una mano.
- Más te vale que no te atrevas a morderme o te morderé en otro
lugar - el filo en su voz era casi palpable. Esta vez, era su turno de
castigar.
Con manos ya expertas desató y retiró la ropa de Lan WangJi dejando
expuesto su cuerpo desnudo debajo de sí. Su mano recorrió cuidadosamente el
camino entre sus clavículas hasta llegar al borde de sus caderas, una y otra
vez ejerciendo cierta presión, no pasó mucho de ese tacto para que sintiera
algo duro debajo de sí. Esta vez no sonrió, estaba verdaderamente enfadado.
Agachó su rostro y recorrió con la punta de su lengua un recto camino desde el
pecho de Lan WangJi hasta su ombligo, donde el sonoro ruido que acompañó al
final de la lamida hizo que la respiración temblorosa del más alto fuera
expuesta. Deslizó su mano más abajo por su cuerpo, en una caricia que rozó
mínimamente la excitación ardiente de Lan WangJi, y se posó por debajo de ella,
entre sus testículos. Los acarició con la yema del dedo.
Lan WangJi se sacudió pero no dijo ni una sola palabra.
Wei WuXian podía estar seguro que en ese momento él debía sentirse
bastante avergonzado, pero prosiguió sin ganas de hablarle. Se posó entre las
piernas del más alto y comenzó a saborear con su lengua cada centímetro de su
piel que rodeaba su excitación, los muslos, la parte baja del abdomen, y rozó
con su nariz los pequeños vellos que se asomaban a su alrededor, pero no tocó
su erección. Volvió a posar su atención en la parte baja de su excitación esta
vez lamiendo sus testículos y usando sus manos para dar caricias insinuantes en
sus piernas, y le fue divertido observar como su parte favorita del cuerpo de
Lan Zhan palpitaba delante de él como si suplicara por atención, pero Lan
WangJi no tenía palabras, su respiración lo delataba, incluso cuando cerraba
fuertemente los labios para evitar sonido alguno, el aire que entraba y salía
tembloroso por su nariz lo traicionó.
Wei WuXian quería escucharlo suplicar.
Se puso a prueba así mismo y metió dentro de su boca los testículos
de Lan WangJi succionándolos con delicadeza pero ejerciendo una presión que
sabía debía causarle estragos.
- ¡Ah! - la sonrisa se le escapó cuando lo escuchó por primera vez
levantar tanto la voz en un quejido. Cuando los dejó salir de su boca, chupó
con suavidad antes de acariciarlos con la lengua tal cual como si estuviera
atacando la boca de Lan WangJi - Wei Ying... - su voz temblorosa sí parecía una
súplica, pero no era suficiente para que lo hiciera sentir un ganador- Wei
Ying... detente... - entonces se detuvo, lo miró, y aunque su ojos tenían un
brillo de diversión su rostro continuaba serio. Se sentó nuevamente, esta vez
un poco más atrás a la altura de sus rodillas, y se quitó la propia ropa.
Mirando los ojos de Lan WangJi dejó caer la túnica mientras se
acomodaba, reveló la propia erección que sujetó y comenzó a masturbar en frente
de los ojos de su pareja. A este último se le secó la boca.
- Wei Ying...
- Dijiste que me detuviera, así que no volveré a tocarte- Lan WangJi
frunció el ceño, y es que Wei WuXian sabía que semejante erección debía serle
dolorosa.
Se tocó así mismo mientras su mirada se paseaba por el rostro de Lan
WangJi que tenía una expresión complicada, luego observaba su cuerpo y
finalmente se detenía en su erección palpitante que permanecía en el mismo
lugar en que él la dejo. Se mordió los labios mientras la observaba pero no la
tocó, en ningún momento dejó de tocarse así mismo.
Tuvo una idea y se llevó un dedo a la boca, lo chupó y jugueteó con
él recorriendo su propio cuerpo en un par de oportunidades. La mirada del
hombre debajo de él estaba fijó en su rostro y fue cuando Wei WuXian notó que
la visual mantenía excitado a su enamorado, tanto que la desatendida erección
estaba comenzando a gotear un transparente líquido.
Con la mano libre tocó la punta de la erección de él en una caricia
tan superficial que nuevamente el segundo maestro Lan tembló debajo de sí, se
llevó los dedos humedecidos con el líquido a la boca, y los chupó uno por uno,
dándose el tiempo de saborear y morderse el labio antes de tragar.
- Wei Ying... por favor... - esta vez sí sonrió abiertamente. Se
tocó más así mismo e hizo como si no hubiera escuchado nada - Wei Ying... - el
cuerpo debajo de si comenzó a sacudirse prácticamente al ritmo en que su mano
se estaba dando placer así mismo- Por favor...
- ¿Qué quieres, Lan Zhan? - preguntó con voz seductora- Tendrás que
decírmelo.
Nuevamente Lan WangJi arrugó el ceño sin decir ni una palabra, pero
se sacudió cuando la mano libre de Wei WuXian volvió a frotar con suavidad sus
testículos.
- Mmg... - el hombre debajo de él cerró los ojos intentando al menos
librarse de lo seductora que le resultaba la visual.
- Dime Lan Zhan, ¿qué quieres?
- A ti... - respondió cerrando los ojos con tanta fuerza que a Wei
WuXian le dio la sensación que podía hacerse daño y algo en su corazón se
rompió, dejando fluir la calidez.
Soltó su propia erección y se subió por el cuerpo de Lan WangJi,
soltó la cinta y acarició sus manos luego de liberarlas.
- Pórtate bien y no me detengas.
- Pero... - su protesta fue callada por unos labios que lo besaron
con intensidad, el segundo maestro Lan sentía una fuerte necesidad el voltear a
Wei WuXian, dejarlo debajo de él y hacerlo suyo, pero se contuvo con real
esfuerzo.
La boca del más bajo se deslizó por el mentón de Lan WangJi y sus
manos que se enredaron con fuerza detrás de su nuca lo levantaron, hasta que
este permaneció sentado debajo de Wei WuXian, quien ahora besaba su cuello y le
dio una fuerte mordida. El segundo maestro Lan no hizo sonido alguno pero decir
que estaba impresionado era quedarse corto.
- Wei Ying... - otra vez fue callado por sus labios. Esta vez la
posición hizo que la erección desatendida quedara muy cerca de la entrada de
Wei WuXian, quien al notarlo, movió la cadera en círculos de manera sugerente
mientras continuaba besando y mordiendo con fuerza. Cuando cubrió un pezón con
sus labios y lo acarició con suavidad con su lengua bajó la guardia al sentir
los cariñosos dedos de Lan WangJi subir y bajar arañando con suavidad sus
muslos. Estaba admirado por su trabajo de contención. Tomó la erección del más
alto y la posó en su entrada, y antes de agacharse sobre ella, tuvo el descaro
de mirarlo a los ojos y decirle con suma seguridad y posesión.
- Eres mío Lan Zhan - luego lo dejó entrar, haciendo que Lan WangJi
jadeara tanto por sus palabras como por el acto. Wei WuXian continuó besándolo,
esta vez saboreando más que mordiendo - ¿Eres mío, Lan Zhan?
- Mn.
- Dímelo - abrazó su cuello y levantó un poco su cadera moviéndose
en círculos.
- Aah... no hagas eso...
- Dímelo - exigió.
- Soy tuyo Wei Ying - la honestidad en su voz fue tal que Wei WuXian
quiso reír.
- ¿Seguro? - preguntó a medida que comenzaba a moverse de arriba
hacia abajo mientras su dedo índice jugaba en los labios de Lan WangJi, que
temblaban casi al mismo tiempo que sus hombros.
- Siempre.
- ¿Siempre qué?
- Siempre lo he sido... - le susurró mientras lo miraba fijamente a
los ojos. Wei WuXian se inclinó para besarlo y realmente comenzó a moverse en
torno a él, con rapidez, dureza y constancia - Ah... - el segundo maestro Lan
escondió el rostro en el hueco de las clavículas de su pareja, se sentía
aturdido por la excitación contenida con anterioridad y también quería moverse
pero la posición no se lo permitía, por lo que solo pudo sostener la cintura de
Wei WuXian y moverlo sobre sí mismo.
- Aah... - el más bajo se perdió en las sensaciones una vez Lan
WangJi tomó su erección en su mano y la atendió de la manera en que le gustaba.
Alcanzó un pezón y Wei WuXian inclinó tanto su cuerpo hacia atrás, que le
permitió al más alto aprovechar la oportunidad para tenderse sobre él y
comenzar a embestirlo como realmente quería.
Su primera embestida fue tan profunda que el Patriarca Yiling sintió
sus entrañas estrujarse.
- Mierda, Lan Zhan, contrólate.
- No- embistió - Me vas a... - volvió a embestir profundo - Decir
por qué mg... - lo hizo otra vez.
- ¡Ah!
- Estás enfadado - soltó lo último en un solo aliento. Wei Ying se
sacudía en la cama buscando desesperadamente con sus manos algo que apretar.
- ¡No lo haré, no lo diré! - Lan WangJi frunció el ceño antes de
comenzar a embestir profundamente una y otra y otra vez a modo de castigo e
insistencia- ¡Mmmmg! Por favor Lan Zhan, por favor, no me mates... ¡Ah! -
inclinó su espalda con tal fuerza por la embestida que alcanzó a rodear el
cuello de Lan WangJi con sus brazos y de pronto se sintió volar. La cama ya no
tocaba su espalda.
- Responde - le susurró este mientras lo levantaba y continuaba
embistiéndolo en el aire mientras lo sujetaba entre sus brazos, Wei WuXian se
aferró con fuerza hacía él, sus piernas y sus brazos respondían casi de manera
automática a las demandas en las posiciones de Lan WangJi - Wei Ying... dímelo.
- ¡No! Ahhh - llorisqueó - Tan profundo, así se siente tan
profundo... no puedo más... por favor... - con el cuerpo bañado en sudor porque
los movimientos del más alto no se detenían ni un solo segundo, comenzó a
sentirse resbaloso y temió caer. Lan WangJi también sudaba, pero Wei WuXian
sentía su erección con tal dureza en su interior que temió aquello no acabara
pronto y morir en medio del caos, por lo que cedió -¡Esta bien! ¡Lo diré! Pero,
cambia... no así, que si sigues tocando ahí moriré.
El segundo maestro Lan lo recostó en la cama, y se posó sobre él
sujetando todo su peso con sus brazos. No quitó la erección del cuerpo de Wei
WuXian, se mantuvo adentro mientras esperaba.
- Lan Zhan ¡Estoy lleno! Dame un respiro.
- Responde.
- Osh... es que ahora que lo pienso suena absurdo dicho en voz alta.
- Wei Ying - el tono amenazante en su voz lo hizo suspirar.
- La modista de la tienda... - dijo sin mirarlo - La modista... te
susurró al oído y tus orejas se ruborizaron y yo... - un puchero se marcó en
sus labios y no continuó hablando, iba a agregar algo más pero sintió que
cierta parte de su cuerpo se hacía más grande dentro de sí.
"Oh
no", pensó.
Pero ya era demasiado tarde, su confesión había tenido un efecto
contraproducente y Lan WangJi comenzó a embestirlo con tanta rapidez que Wei
WuXian comenzó a gritar.
- ¡Ayudaaaaaaaa! Me van... a... matar... - no le quedaban fuerzas
para gritar ni para sostener sus piernas en alto, cuando fueron levantadas por
el mismo Lan WangJi para continuar arremetiendo contra él. Wei WuXian solo
soltaba balbuceos, entonces sintió el líquido caliente bombear sus paredes
interiores, quedando tendido en la cama respirando tan agitadamente que no
escuchaba nada más que sus propios latidos en sus oídos y sus jadeos.
Lan WangJi tenía el rostro enterrado en su estómago, su espalda
demostraba lo afectado que permanecía intentando recuperarse de la agitación.
Una mano más muerta que viva buscó a tientas el cabello húmedo del segundo
maestro Lan y le dio una caricia, prontamente sintió unos dedos entrecerrarse
en ella.
Cuando creyó que caería dormido víctima del cansancio, sintió una
humedad cálida envolviendo con cierta presión alrededor de su aún latente
erección.
- ¡Ah! Lan Zhan... - los labios de Lan WangJi estaban rodeando la
excitación de Wei WuXian y sus movimientos eran tan delicados que al más bajo
realmente le impresionaba saber que incluso en esos momentos el segundo maestro
Lan jamás perdía la elegancia. Sus ojos estaban cerrados, y se veía tan
tranquilo como si durmiera, como si no significara trabajo para él lo que
estaba haciendo. Cuando jugó con su lengua en la punta de la erección del Wei
WuXian, éste supo que acabaría en cualquier momento, por lo que entre temblores
quiso advertirle, pero no podía hablar, no tenía fuerza más que para hacer
movimientos involuntarios.
Cuando el orgasmo salió disparado de él notó que de manera
inconsciente había gritando su nombre, pero no supo nada más, fue como si lo
que más temía hubiera sucedido: había muerto en el sexo.
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Por la mañana sintió dolor muscular. El sonido del agua, luego el
tacto del agua tibia, fue vestido, devuelto a la cama y envuelto entre sábanas
limpias. Para cuando abrió los ojos Lan WangJi estaba recostado junto a él,
observándolo mientras apoyaba el rostro en un brazo.
- Hola - le susurró ronco Wei WuXian.
- Hola - respondió más animado el hombre de blanco que yacía
perfectamente vestido- Tu desayuno - le dijo mientras se levantaba y le tendía
un plato con una sutil pero atractiva ensalada de frutas. Cuando el más bajo se
acomodó, hizo una mueca de dolor, pero justo cuando pensaba quejarse observó
las marcas visibles en el cuello de Lan WangJi.
Dio un grito ahogado.
- ¿Ese fui yo? - preguntó inseguro. El hombre de blanco le dio una
mirada que claramente decía: "¿Quién
más pudo haber sido?", lo que fue suficiente para estallar una
carcajada de Wei WuXian- Imagino que bajo la ropa tienes más.
- Doce- susurró con cierta voz tímida, Wei WuXian sabía el porqué de
su tono; porque eran visibles y porque no podía regañarlo ya que él solía hacer
exactamente lo mismo en su cuerpo- Estabas muy celoso... - el tono que no sonó
a regaño más bien a adulación hizo que el más bajo pusiera mala cara solo para
evitar que la incómoda vergüenza se hiciera tan clara en sus mejillas.
- Tú no vuelvas a dejar que esa mujer ni ninguna otra te susurre al
oído - dijo sin mirarlo. Lan WangJi acarició su mejilla y para cuando Wei
WuXian lo miro, este sonreía sutilmente. Embobado lo observó sin pestañar, no
fue capaz de agregar nada más.
- Ella dijo, que el joven maestro que modelaba su nuevo atuendo
quería que su ropa fuera de mi gusto y que quería verse atractivo para mí -
dijo calmadamente mientras su dedo continuaba acariciando la piel en su rostro.
A Wei WuXian se le desencajó la mandíbula.
- ¿Fue por eso que tus orejas se ruborizaron?
- Mn. - al asentir fue Lan WangJi quien esta vez bajó la mirada, fue
entonces cuando la risas de Wei WuXian se hicieron tan fuertes que se
escucharon por todos los al rededores de la profundidad de las nubes hasta que
abruptamente fueron silenciadas, probablemente por un beso.
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