sábado, 16 de mayo de 2020

intrínseco - Capítulo 28: Reglas, Parte 6


Al voltearse, Jiang Cheng se encontró con un par de ojos dorados que lo miraban fijamente, el líder de secta frunció el ceño. ¿Acaso estaba alucinando? ¿Tanto era su odio por Wei WuXian que su mente lo inventaba en lugares en lo que jamás podría estar? Porque él sabía que si precisamente él volvería, jamás podría esconderse en una secta tan honorable y justa como GusuLan.

- WangJi... - el tono de Lan XiChen era una mezcla de sorpresa y alivió - ¿Has venido por los discípulos?

- Mn.

"Pero yo lo escuché, lo escuche aquí", pensó el líder de secta Jiang.

Jiang Cheng inspeccionaba con la mirada a los jóvenes, pero ninguno tenía siquiera una postura similar a la de Wei WuXian, aunque claro, la razón era que el adolescente se encontraba detrás de Lan WangJi. Con su cuerpo congelado y su boca silenciada, estaba siendo sostenido por un brazo fuerte. Incapaz de quejarse o protestar, solo podía mantenerse como un peso muerto mientras que se sentía enjaulado en su propio cuerpo.

- Líder de secta Jiang, dejemos que WangJi se encargue del resto. Por favor regrese a sus aposentos a descansar.

- No – el tono de voz de Jiang Cheng no era el que se le escuchaba usualmente cuando se enfadaba, esta vez su voz estaba llena de odio y el anillo en su dedo comenzó a temblar y a soltar pequeños signos de sus ansias de atacar.

- Tío... - lo llamó Jin Ling - ¿Por qué estás enojado otra vez? Siempre estás enfadado...

- Calla– ordenó – Líder de secta Lan, ¿están todos los escandalosos presentes o es que falta alguno?

- Por lo que usted ve, parece que están todos – respondió Lan XiChen.

- Es decir que no estás seguro.

Lan JingYi se acercó a Lan SiZhui.

- SiZhui, ¿por qué HanGuangJun está escondiendo a... - Lan SiZhui tapó su boca con su mano antes de que dijera su nombre, y es que justamente él estaba pensando en ello, incluso en su ebriedad podía darse cuenta de que algo extraño sucedía con el hecho de que "Xian SanRen" estuviese en La Profundidad de las Nubes, ya que estaban tomando clases aisladas desde su llegada. El "invitado" estaba viviendo en una cabaña alejada de todo y además bajo la vigilancia permanente de Lan WangJi, y no solo eso, sino que parecía tener prohibido acercarse a la zona poblada, algo que acababa de incumplir. El hecho de que Lan WangJi lo estuviese protegiendo de aquella manera en aquel instante lo hizo entender algo: había que esconderlo.

Jiang Cheng los miró, por supuesto que su audición captaría el comentario del joven Lan, por lo que inmediato dudó de él y una idea se planteó en su mente. Lan WangJi se había creado buena fama estando en todos los lugares donde hubiera caos, estando en donde Wei WuXian pudiese aparecer, claramente si alguien hubiese podido encontrarlo en caso de que este hubiera vuelto, ese sería él.

- ¿Qué estás escondiendo? – le preguntó mirándolo a la cara, por su lado el segundo maestro Lan permanecía impasible sin dibujar expresión alguna en su rostro. Entonces Jiang Cheng caminó en dirección a los niños para inspeccionarlos uno a uno, en tanto Lan WangJi giró escondiendo a Wei WuXian en su espalda con cuidado y dejando a Jiang Cheng alejarse lo suficiente como para no verlo fácilmente.

El líder de secta Jiang se acercó a cada uno de los niños, todos lo miraban notablemente ebrios como si el hecho de mantener la visual en un solo punto fuera una tarea extremadamente difícil.

- Jin Ling – llamó.

- ¿Qué?

- ¡Responde bien! ¡No porque estés borracho puedes ser irrespetuoso!

- ¿Quién está borracho? ¡Tío, eres tú él que te comportas extraño!

- Solo respóndeme. De los que estaban celebrando, ¿falta alguien? ¿Hay alguien escondido aquí? 

- Tío... - el joven Jin puso los ojos en blanco.

- ¡Respóndeme!

- Bueno sí, falta uno, pero ¿para qué lo quieres? No creo que pueda decirte nada útil, está tan ebrio que parece muerto.

- ¿Dónde está?

- Tío, ya déjalo, nos iremos a dormir. ¿Si?

- ¡Que dónde está! – gritó. Los jóvenes Lan y Mo XuanYu se acercaron al líder de secta Lan por mero instinto de sobrevivencia.

- Bueno, está ahí – apuntó con el dedo.

Jiang Cheng siguió la dirección de su dedo y observó a Lan WangJi, pero su visión se desvió por un sutil movimiento en las hojas del árbol a su espalda, entonces fue a toda prisa hacia él e hizo que zidian azotara el árbol.

Algo o más bien alguien cayó al suelo. 

- ¡Aaah! ¿Qué mierda fue eso? – balbuceó un ebrio OuYang ZiZhen que parecía adolorido en el suelo. Jiang Cheng respiró profundamente, y pensó que sí, tal vez se lo había imaginado todo.

- Líder de secta Lan – llamó.

- ¿Sí, líder de secta Jiang?

- Eduque mejor a sus discípulos, también a los invitados. Tiene mi permiso para dar azotes a Jin Ling.

- ¿Qué? – gritó este, pero Jiang Cheng no se quedó para escucharlo, caminó solemnemente fuera de aquel lugar. Necesitaba estar solo.


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Lan WangJi llevó en brazos el peso muerto que era Wei WuXian, y aunque sentía por la tensión en sus músculos que intentaba liberarse del colapso en su cuerpo, ignoró la desesperación en sus ojos. 

El mayor avanzó a grandes zancadas por el bosque, el camino era largo y en medio de la noche ya estaba comenzando a hacer frío, por lo que acurrucó el cuerpo del menor contra el suyo y escondió su rostro en su cuello, sutilmente lo abrazó con cariño mientras lo sostenía.

Wei WuXian quería patear, gritar y llorar, no soportaba la sensación de ser prisionero en su propio cuerpo, mucho menos el no poder decir ni una sola palabra, tenía ganas de explotar. Se daba cuenta que había roto algunas reglas pero estaba bastante borracho y molesto para tomarle el peso a aquel hecho. Cuando estaba seguro de que sus ojos comenzarían a lagrimear del enfado, Lan WangJi lo abrazó de tal manera que todo su molestar se esfumó. La piel cálida era avasalladora y Wei WuXian se preguntó cómo era que lo hacía para parecer tan frío y ser tan cálido al mismo tiempo. Respiró profundamente e intentó concentrarse para escuchar los latidos del corazón de Lan WangJi, pero solo podía escuchar los suyos zumbar en sus propios oídos.

Al llegar a la habitación el mayor lo sentó en el suelo y le quitó varias hojas del cabello. Preparó agua caliente en la bañera mientras que Wei WuXian por su parte se encontraba verdaderamente mareado y no estaba seguro si se debía a su corazón suicida o al alcohol de la fiesta, pero el hecho de mantenerse tumbado en el suelo solo lo hacía peor. De pronto Lan WangJi se acercó a él, y con toques suaves desamarró su cinturón.

"Wowowow, no se supone que esto tenga que pasar así", pensó el menor.

Ante la inquietud en los ojos de Wei WuXian, el segundo maestro sintió que debía explicarse.

- Tomarás un baño, estás muy sucio.

"Ni que pudieses leer mi mente..."

Cuando terminó de quitar su túnica exterior, quitó la interior manteniendo la mirada fuera de él. A Wei WuXian no le pasó desapercibido que sus orejas se tiñeron de rosa cuando lo alzó completamente desnudo y lo llevó hasta la bañera. En cambio a él, realmente no le importó.

El agua estaba a temperatura perfecta.

Lan WangJi se arremangó las mangas de sus túnicas y tomó el cuenco de la bañera para desparramar agua sobre el cabello de Wei WuXian. Puso su mano sobre sus ojos mientras el agua caía de un color marrón, pensó seriamente la posibilidad de que el quinceañero se haya enterrado en barro considerando lo sucio que estaba su cabello. Comenzó a pasar jabón por el desordenado cabello y sus ojos se suavizaron ante la similitud de su aspecto con el Wei WuXian que él conoció en su juventud.

- Mnmmgnmgnmg – el adolescente había comenzado a sentir sus músculos adormilados pero al menos ya los sentía existir, sin embargo sus labios no se separaban. Como si aquel sonido fuera un recordatorio para Lan WangJi, este deshizo el hechizo silenciador – Aaaaah – tomó una bocanada de aire – Me estaba muriendo sin hablar, Lan Zhan. ¿Qué fue todo eso? ¿Por qué me incapacitaste de repente? ¡Ni siquiera pude quejarme! No pensé que HanGuang-Jun me trataría tan mal...

- No respetaste los límites – le recordó, aunque su tono realmente no sonaba a queja. Y es que Lan WangJi realmente no podía culpar a Wei WuXian por ser Wei WuXian.

- ¿Ah? ¿El lugar donde estábamos era más allá de los límites?

- Mn.

- Oh... estaba muy ebrio para darme cuenta. ¿Estás molesto Lan Zhan? – se giró para mirar directamente al mayor que tenía sus manos con la espuma del jabón que anteriormente había masajeado en su cabello. El menor hizo un puchero esperando su respuesta.

- Mn. – el puchero de Wei WuXian se acrecentó.

- Pero no hice nada tan malo, solo fui un poco más allá de los límites, ¿no sucedió nada o sí?

- Te expusiste – a pesar de la gravedad en sus palabras la mirada suave del mayor contrarrestaba con su tono.

- ¿Con quién? Solo estaban mis amigos ahí, tu hermano y ese hombre gruñón – Lan WangJi alzó una ceja- ¿Ese hombre gruñón es peligroso?

- Mn.

- ¿Quién es?

- El... líder de la secta YunmengJiang – susurró un tanto inseguro, cuando lo escuchó Wei WuXian abrió la boca.

- ¿Jiang Cheng? ¿Era Jiang Cheng? Por eso su voz me pareció conocida, pero... no creí que fuera él, es decir, no llegué a ver su rostro... Pero él y yo éramos amigos... él era un poco cascarrabias pero sí éramos amigos ¡Como hermanos! ¿Por qué sería peligroso para mí? - la manzana de Adán en el cuello de Lan WangJi subió y bajo. No estando seguro de qué tanto recordaba Wei WuXian, no se atrevió a decirle nada– Pensé que si mi Shijie, osea mi Shijie de mi antigua vida había muerto, él estaría solo y sería muy feliz de recibirme otra vez. ¿Por qué no es así?

Nuevamente Lan WangJi permaneció en silencio y bajó su mirada, deseando poder decir lo que él quisiera escuchar sin mentirle en el transcurso. El menor lo miró confundido, entendió que la respuesta no debía ser fácil, pero comenzó a sentirse triste. Desde que era un niño, las primeras personas por quienes quiso abandonar la montaña eran los hermanos Jiang, sabiendo por sus sueños que Jiang Yanli había muerto, Jiang Cheng aún permanecía como una figura que le despertaba sentimientos de hermandad. Se preguntó que tanto daño había hecho como para que la persona con quien compartía más recuerdos no quisiera verlo e incluso fuera una amenaza para su nueva vida. De pronto sintió algo rozar su nariz y se la miró.

- ¿Eh? – Lan WangJi había depositado una perfecta bola de espuma sobre su nariz. 

Cuando Wei WuXian lo miró para preguntar qué hacía, recibió el tacto sorpresivo del mayor esparciendo el jabón de su nariz con la propia. La cercanía de su rostro hizo al corazón del menor dar dos latidos tan sonoros que retumbaron como bombos en sus oídos y verdaderamente olvidó todos sus pensamientos. El segundo maestro Lan se distanció un poco y Wei WuXian lo miraba como si pudiese pedirle con los ojos que lo hiciera otra vez, levantó su mano de la tina y aunque temblaba lentamente debido a sus músculos aún no recuperados del todo, logró llevarla hasta la mejilla de Lan WangJi y darle una caricia húmeda. Para su sorpresa él mayor inclinó su rostro para apoyarlo en la palma de su mano, el adolescente contuvo la respiración.

"Lan Zhan, ¿cómo puede ser tan...?"

Su mirada cayó en sus labios rosados y carnosos. El menor se preguntó qué tan suaves serían al tacto y no pudo aguantar el llevar su dedo pulgar a ellos, y cuando se sintió completamente embelesado y comenzó a acercarse lentamente hacía él, Lan WangJi mordió su pulgar.

- ¡Auuuch! ¿Lan Zhan, qué te pasa? ¿Acaso eres un perro? – el mayor tomó su mano y depositó el jabón en ella.

- Lávate antes de ir a la cama- se puso de pie y lo dejó solo.

En la oscuridad del dormitorio colocó su mano en su pecho; su corazón latía desaforadamente y necesitó respirar profundamente un par de veces para calmarse, se repitió al menos veinte veces que Wei WuXian no recordaba nada y podría arrepentirse de todos sus actos y palabras cuando así fuera, por lo que debía darle espacio y disfrutar del simple hecho de que lo tenía cerca y podía cuidarlo sin su desaprobación. Debía contenerse y ser prudente.

Se quitó la bata y la ordenó cuidadosamente, luego se recostó. Ya debían ser cerca de las dos de la madrugada y definitivamente él no se dormiría hasta asegurarse de que Wei WuXian estuviera profundamente dormido de modo que no despertaría hasta el día siguiente, pero inquieto por el hecho de que no lo escuchó salir con anterioridad, se levantó y dibujó un sello que luego impulsó con energía espiritual desde la ventana, formando una barrera alrededor de la cabaña que al menos duraría por cinco horas. Pensó en que haría aquello todas las noches de ser necesario porque no podía exponer a que el quinceañero se acercara a quien organizó el asedio que lo mató. No, él no volvería a ser descuidado, después de todo él conocía a Wei WuXian y su talento para romper las reglas incluso si quisiera intencionalmente cumplirlas.

El adolescente entró en la habitación envuelto en dos toallas, una de ellas envuelta en su cintura y la otra cruzada sobre sus hombros.

- Lan Zhan, ¿estás despierto? – susurró con un volumen casi inaudible.

- Sí.

- Ah... – rió un tanto avergonzado - ¿Por qué estás a oscuras entonces? ¿Puedes encender una lámpara? No veo nada y tengo que vestirme.

- Te vestiste en la oscuridad antes, puedes hacerlo ahora – contestó. 

Hubo un momento de silencio antes de que Wei WuXian soltara una carcajada.

- Bien, bien, puedo hacerlo – sin dejar de reírse envolvió su cabello en una de las toallas y se quitó la de las caderas para lanzársela a donde creía estaba Lan WangJi. Por el sonido que hizo al quitársela de la cabeza, Wei WuXian podía saber que había acertado. Buscó una bata interior en los cajones y sin saber si era suya o no, se vistió con ella y luego se lanzó a la cama, quedando sentado a horcajadas sobre el mayor– Así que eres vengativo, ¿eh?

- Bájate.

- ¿De verdad estás tan molesto conmigo? – el adolescente sintió que su cuerpo se levantaba y volvía a bajar, adivinó que aquello había sido un suspiro de Lan WangJi.

- No lo estoy.

- ¿No?

- No tanto.

- ¿No tanto? Eso es estar molesto de todas maneras... Mm... ¿Quién pensaría que HanGuangJun fuera tan susceptible?– se inclinó hacia adelante cruzando sus manos para sujetar su mentón y recostándose tranquilamente sobre el dorso del mayor – Tus ojos claros se pueden apreciar incluso en esta oscuridad... - susurró - ¿Alguna vez has mirado el color de tus ojos en tu reflejo? - Lan WangJi pareció pensar su respuesta.

- No...

- ¿No? Entonces no tienes idea de cómo se ven... Son especiales.

- ¿Especiales?

- Sí, resulta un tanto irónico que alguien tan inexpresivo como tú tenga esos ojos claros, te da una apariencia más intensa. Deberías verlos en tu reflejo a menudo.

- Los he visto... pero no en mí.

- ¿Ah? ¿En quién? Tu hermano los tiene más oscuros.

- Mi madre... - Wei WuXian se arrastró un poco más arriba para poder mirar de mejor manera sus expresiones pero Lan WangJi miró hacía un lado para romper la cercanía.

- ¿Por qué escapas? – rió el adolescente. Aprovechando su mejilla libre se inclinó para dar un beso rápido en ella, sintió como el cuerpo del mayor se tensaba en un segundo. La respiración de Lan WangJi se hizo pesada y el adolescente no podía entender si estaba muy avergonzado o muy molesto- ¿Lan Zhan? Estás respirando un tanto fuerte.

- Mn. – el segundo maestro Lan mantuvo sus ojos cerrados. Aún sin voltear su rostro, usó todo su autocontrol para contenerse. Se movió para escapar de la postura que tenía Wei WuXian sobre él, girándose de manera brusca y haciéndolo caer a un lado de la cama– Cúbrete y duerme, es tarde.

El adolescente bufó.

- Está bien, mucha diversión por hoy, ¿al menos me abrazarás? Hace frío.

- Cuando te duermas – le dijo aun dándole la espalda.

- ¿Y cómo dormiré si tengo frío? Está bien... yo te abrazaré entonces – se acercó a la gran espalda del mayor y metió una de sus manos por debajo de su brazo, así le rodeo la cintura y se pegó a él – Hum, sí, mucho mejor– Lan WangJi se mantuvo quieto, apretando sus manos para evitar entrelazar sus dedos con los del menor, pensando y repitiéndose que él en algún momento recordaría– Por cierto Lan Zhan...

- ¿Mm?

- ¿Recuerdas lo que me preguntó tu tío? Bueno... como tú eres mi persona especial si puedo decirte la verdad a ti. Lo que yo quería responder es que... – bostezó – Sería más útil usar a las propias víctimas para que cobraran su venganza y así ni siquiera tener que involucrarse más que para asegurarse que no hubieran heridos civiles. La energía resentida es manipulable si es energía después de todo – agregó un nuevo bostezo, entonces notó que la espalda del mayor estaba tensa nuevamente – Pero no te preocupes, alguien tan recto como tú probablemente se moriría tres veces antes de permitir que alguien jugara con los resentimientos. En fin... solo es una idea a medias, no tengo motivos para ir por eso camino después de todo. - al sentir que él mayor no se tranquilizaba con eso, agregó -  ¿Quién querría caminar por un angosto puente de una sola tabla en la oscuridad y sin razón alguna? No señor, no haría algo tan estúpido sin razones al menos – Lan WangJi, quien tenía los ojos cerrados e intentaba relajarse, pareció percatarse de algo cuando Wei WuXian dijo su última frase y se volteó en la cama para mirarlo - ¿Qué?

- ¿Realmente no lo harías sin razones de peso? – el menor lo miró serio y pensó.

- Solo si no hubiera más opciones, estoy seguro de eso, después de todo soy un cultivador bastante hábil y no es como si pudiese dominar la energía resentida de todas maneras, requiere cultivación, ¿no? Debe ser bastante difícil de dominar por su carga emocional.

- Lo es.

- ¿Por qué suenas tan seguro al respecto? – Lan WangJi suspiró y decidió hablar.

- ¿Recuerdas al "Patriarca Yiling"?

- Sí, dijiste que lo habías conocido.

- Él... podía manejarlo.

- Oh.

- Al no ser... que su estado emocional no estuviera bien.

- Entiendo... - murmuró pensativo – Él pareció ser un tipo muy peligroso pero poderoso. ¿Cómo fue exactamente que murió?

- Perdió el control... - el susurro de Lan WangJi era casi imperceptible.

- ¿Usando la energía resentida? Es decir... ¿Se volvió loco y lograron asesinarlo o clavó una espada así mismo o sufrió una desviación de qí?

- Ninguna. Sus cadáveres... - el mayor lo miró con los ojos entrecerrados, como si decir aquello en voz alta fuera un verdadero reto. Wei WuXian levantó las cejas para hacerle entender que esperaba su respuesta – Se lo comieron.

- Oh... - el quinceañero bajó la mirada sintiendo un poco de lástima pero no alcanzó a agregar nada cuando sintió los puños de Lan WangJi aferrarse a su bata interior a la altura de la cadera – Uh, ¿Lan Zhan? – el segundo maestro Lan parecía un tanto alterado y el adolescente creyó que se sentía afectado por el recuerdo de aquella muerte tortuosa, por lo que se acercó a él y le dio un abrazo, rodeando su cintura con presión. Levantó el rostro bajo su mentón y susurró contra su cuello– Estoy aquí – como si quisiera ofrecerle consuelo con esas palabras. Creyó que funcionaron puesto que Lan WangJi le devolvió el abrazo bajo las sábanas con la misma intensidad.

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A Lan XiChen le tomaba trabajo conciliar el sueño, problema que desarrolló desde su infancia cuando comenzó a pintar, por eso cada vez que su trasnoche se extendía hasta la madrugada o despertaba en medio de ella, le llamaba "la hora artística" y se dedicaba a jugar con sus pinceles. Como era el caso de esta noche donde al haber sido despertado por los ruidos de los jóvenes ebrios ya no lograba dormir, se levantó y encendió un par de velas en su habitación. Encajó el lienzo y buscó sus pinturas. Notó que no le quedaba agua y se colocó las botas para salir por ella.

Tarareaba mientras salía de su habitación y en la oscuridad de fuera sintió una presencia. Se volteó en dirección a ella pero la oscuridad no permitía que notara quién era, por lo que guío la vela hacía esa dirección.

- ¿Jiang WanYin? – el líder de secta Jiang lo miró con un poco de sorpresa pero su expresión era notoriamente distinta a la que Lan XiChen le había visto tantas otras veces - ¿Por qué está en medio de la oscuridad?

- Solo quería un poco de aire fresco. ¿Puedo saber por qué el líder de secta Lan abandona su habitación a altas horas de la madrugada? - Lan XiChen le sonrió un tanto apenado.

- Iba por un poco de agua para mis pinturas.

- Ah, tus pinturas... cierto – era obvio que Jiang Cheng estaba pensando en la pintura de Jin GuangYao pero optó por no decir nada. Ambos se miraron unos instantes sin saber que más agregar – Puedes continuar tu camino no tienes que quedarte a hacerme compañía.

- Aah... - Lan XiChen miró el camino que debía tomar y luego se volteó para ver al líder de secta Jiang, dejarlo solo con aquella expresión lo hacía sentir incómodo consigo mismo- Pero no es como si tuviese una urgencia, de todas maneras no lo tenemos seguido de visita, ¿Me permite hacerle compañía? – el líder de secta Jiang lo miró como si le hubieran crecido dos cabezas, pestañeó un par de veces con una expresión que nuevamente hizo a Lan XiChen caer en que no lo conocía, después de todo solo le había visto dos expresiones distintas al enfado.

- Está bien... pero deja de tratarme de usted, soy menor que tú.

- Bien. Lo haré – dejó el cuenco de agua sobre una roca y se sentó fuera de la habitación de invitados - ¿Te sientas?

- Sí... es algo extraño la visual de ti sentado allí.

- ¿Por qué lo dices? – Lan XiChen lo miró sin comprender. Jiang Cheng se sentó a medio metro de él y suspiró.

- Porque no es propio de un Lan sentarse en el suelo.

- No es propio es un líder de secta querrás decir, pero ya que ambos lo somos podemos permitirnos bajar la guardia en presencia del otro, ¿no?

- Claro, claro – Jiang Cheng no era especialmente bueno conversando con alguien a quien no pudiese gritarle, por lo que no estaba tan contento por la compañía del otro. El silencio se instaló unos momentos mientras la brisa les revolvía los cabellos.

- He notado recientemente que a pesar de habernos encontrado en distintos eventos desde nuestra infancia, nunca te he conocido realmente.

- ¿A qué te refieres?

- Bueno... desde que eras un niño y yo un adolescente nos encontramos muchas veces en eventos oficiales, siempre que te miraba parecías estar enfadado, pero hoy por primera vez he notado que no es la única expresión que tienes – sonrió amigablemente en su dirección. Jiang Cheng bufó.

- Si ese fuera el caso, yo tampoco te he visto más que con esa sonrisa en tu cara. Además por nuestra diferencia de edad es normal que no habláramos demasiado, tú solías acercarte más a personas como Chifeng-Zun en esas reuniones del pasado.

- No tenemos tanta diferencia de edad Jiang WangYin, pero tienes razón, yo no solía acercarme a los más jóvenes ya que WangJi tampoco se acercaba a ellos. Además del joven maestro We... - Lan XiChen se calló cuando se dio cuenta de lo que estaba por decir, realmente estaba siendo imprudente y eso no era propio de él – Me disculpo, no debí mencionarlo.

- No, está bien, dilo – le exigió con un tono enfadado – Wei WuXian fue el único que se acercó a tu hermano, es más, no lo dejaba tranquilo, pero no es como que tu hermano hubiese querido acercarse a nosotros de todas maneras, ni siquiera a él – el tono usado hizo que el líder de secta Lan pudiese cambiar el tema a una zona más segura.

- Oh, WangJi es un tanto centrado y desinteresado, pero no quiere decir que le desagraden otras personas.

- Já, estoy completamente seguro de que no le agrado.

- Líder de secta Jiang, no es como si quisiera agradarle a mi hermano de todas formas, dudo usted quiera simpatizarle a alguien y si lo quisiera lamento decirle que no parece hacer un buen trabajo – soltó una risita al final de su frase y Jiang Cheng lo miró con la boca abierta.
- No sabía que los Lan podían actuar de esta manera – bufó – Ahora no sé si quiero dejar las formalidades contigo Líder de secta- también soltó una risa sutil al final de su frase. Aquel sonido hizo que Lan XiChen lo mirara y mantuviera su visual en su sonrisa que ya casi desaparecía del todo.

- ¿Qué?

- ...

- ¿Qué?

- Ah, no es nada. Por cierto... ¿No puedes dormir?

- No... - pareció que agregaría algo más, sin embargo los minutos transcurrieron y no dijo nada.

- ¿Te molesto algo de lo ocurrido hoy? – intentó adivinar.

- Algo así – Jiang Cheng notó que quería hablar y contar lo que pasaba por su mente, algo totalmente inusual ¡Él jamás necesitó de alguien a quien contarle sus problemas! Pensó en que le estaba afectado la hora, después de todo era bastante tarde y las noches solían tener un componente reflexivo depresivo.

- Puedes confiar en mí – le susurró con un tono interesado. Lan XiChen no podía precisar que lo había impulsado a actuar de manera natural con el líder de secta Jiang, ciertamente era algo inesperado pero podía darse cuenta que no había sido una mala idea, después de todo ambos eran líderes de secta y una amistad o buena relación entre ellos nunca podría ser algo negativo.

- Es solo que hace un rato atrás, cuando estaban los chicos ahí ebrios cantando y riendo... creí escuchar a Wei WuXian. Su risa... ya sabes, esa risa histérica y pegajosa que tenía.

- Oh, ya veo... - se calló sin saber que más decir.

- No es que esté preocupado por sí estoy perdiendo la cordura, es solo que...

- ¿Solo qué? – susurró en un tono empático.

- Me desencajó un poco, tal vez solo uno de esos chicos se reía de manera similar pero cuando lo escuché fue como volver al pasado antes de que ese infeliz hiciera que mataran a toda mi familia – soltó la frase final con amargura. Lan XiChen respiró con un poco de dificultad, no esperó que la conversación lo llevara a zonas tan delicadas menos en las que él no podría hablar sin mentir.

- ¿Quieres decir que parte de ti aún lo aprecia? – quiso rescatar, sin embargo Jiang Cheng le dirigió una mirada ofendida.

- ¿Qué dices? ¡Claro que no! El sentimiento de traición aplastó todo lo que podría haber sido aprecio por ese imbécil.

- Pero la traición también duele, quiero decir, el sentirte afectado por creer que lo escuchaste reír... no es algo descabellado – consoló – De todas formas, ese tipo de sentimientos complicados son como hilos enredados, puedes permanecer con el nudo o puedes desenredarlo y volver a un resultado similar a lo que fue en algún momento.

- Creo que ya te está afectando la hora. ¿Cómo podría volver a lo que fue? me quedé sin familiar por culpa de ese imbécil, el perdón no es una posibilidad para mí ¡Además está muerto! ¿Por qué siquiera estamos hablando de esto?

- ¿Por qué te enfadas? Sentirse vulnerable porque creíste escucharlo solo demuestra que te importa...

- ¿Quién se siente vulnerable? ¿Crees que soy débil? ¿Por qué siento como si intentas hacer que perdone a Wei WuXian? – Lan XiChen tragó saliva, porque era precisamente lo que quería que Jiang Cheng siquiera considerara.

- No dije que eres débil...

- Líder de secta Lan, creo que esta ha sido mucha charla por hoy, me retiro a mis aposentos. Con permiso – Jiang Cheng se puso de pie y entró en la habitación cerrando las puertas con fuerza, por su lado Lan XiChen se quedó allí mirando la puerta, ciertamente estaba seguro de que había hablado demás, tal vez sí le estaba afectando la hora después de todo.

Fue consiente de algo mientras permanecía de pie. Jiang Cheng era duro como todos decían, incluso consigo mismo, pero solo era un caparazón. Él sabía lo mismo que los demás con respecto a su crianza siempre opacada por los logros de Wei WuXian, pero aun así, había visto en su juventud a Jiang Cheng reír en compañía del desordenado discípulo, sonrisa que se perdió luego de que este desertó y Lan XiChen se sorprendió así mismo sintiéndose afortunado por haber podido ver un poco de esa sonrisa. Queriendo frenar sus pensamientos, sacudió la cabeza, tomó el cuenco vacío y fue a buscar un poco de agua.


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En la ciudad de Piedra BaoShan.-

Al amanecer, Shaymin salió de su habitación rascándose los ojos.

- ¿No dormiste? – preguntó Mei Fen una vez lo vio llegar a la cocina. El niño negó con la cabeza y se sentó en la mesa frente a ella y le robó un trozo de fruta de su plato.

- ¿La maestra ya despertó?

- Está entrenando, ahora dime ¿pudiste ver los recuerdos de XingChen? Si estuviste toda la noche en eso es que él debió tener mucho que mostrar...

- No. No pude ver nada.

- ¿Qué? ¡Pero si trajiste el trozo que faltaba de su alma! ¿Cómo es que no se pudo?

- Bueno él estaba ciego estúpida, ¿qué esperabas que viera?

Shaymin, preparado para la reacción de Mei Fen, esquivó a tiempo una manzana arrojada en su dirección, aún así la segunda logró golpearlo en la cabeza. Ambos detuvieron su pelea cuando la presencia de BaoShan SanRen cruzó la puerta de la cocina acompañada por Jie Ming, quien tenía una postura un tanto triste.

- Shaymin – llamó en tono de mando - Ve con Jie Ming a recuperar el cuerpo de XingChen y resuelve este asunto.