miércoles, 21 de octubre de 2020

Intrínseco - Capítulo 54: Revelación, Parte 5

Jiang Cheng entró en el edificio que Mei Fen le indicó.

Desde la puerta hasta la cama había un camino de sangre que fácilmente adivinó correspondía a Lan XiChen. Su estómago se apretó con preocupación, había perdido tanta sangre... 

"Él... ¿Está bien, verdad?" se preguntó en una súplica silenciosa.

La habitación que lo rodeaba constaba de una madera sumamente clara y espaciosa, pequeños colgantes de esmeralda rodeaban algunas esquinas y una gran cama se situaba en un costado de la habitación. La madera clara le daba al lugar cierta luminosidad extra.

Se dirigió a la cama donde podía ver a la mismísima BaoShan SanRen cortar algunos hilos que se desprendían de la piel de Lan XiChen. Notando que ella había llevado a cabo la cirugía se apresuró a realizar una reverencia respetuosa frente a ella. 

- Agradezco su esfuerzo y su ayuda... - levantó la mirada solo para centrarse en Lan XiChen, sus labios continuaban de color morado mientras la mujer le acomodaba en el torso una túnica de color gris. - ¿Él... está bien? – la mujer le dedicó una mirada severa mientras desenredaba hilos de sus dedos. Los ojos claros le parecieron similares por la simple fuerza que demostraban, le recordaron a su madre y a pesar de la postura severa irremediablemente sintió el corazón cálido ante aquella revelación.

- Fue una situación caótica, pero hemos de vuelto todo a su sitio. – se limitó a contestar, Jiang Cheng se sintió contrariado por la elección de palabras, ¿Acaso habían tenido que armar y volver a conectar las arterias de Lan XiChen?

De pronto BaoShan SanRen lo miró fijamente y a Jiang Cheng le picó la nuca por los escalofríos.

- ¿Qué sucede? – preguntó nervioso.

- Eso quisiera preguntarle. – contestó ella – sus ojos parecen nostálgicos mientras me observa.

- Oh... - ¿Se había quedado mirándola mientras recordaba a su madre? – Lo lamento, no pretendía ofenderla.

- No me ofende – dijo ella retomando sus actividades, ordenando los materiales utilizados y ensangrentados que estaban por el lugar. – pero no muchas personas suelen dedicarme miradas nostálgicas. Supongo que no le es difícil imaginar que no comparto un pasado con muchas personas.

- Entiendo – respondió en un tono más tranquilo – es solo... que me recuerda a mi madre, su persona siempre me ocasionó una mezcla de miedo, respeto y admiración. – soltó sin pensar, luego notó que había dicho miedo y sintió una fuerte necesidad de disculparse, sin embargo notó que BaoShan SanRen había suavizado la mirada ante sus palabras.

Ella se movía con bastante agilidad por el lugar, ni siquiera la sangre en los recipientes temblaba cuando los movía con rapidez, fue por ello que cuando congeló sus movimientos llamó la atención del Jiang Cheng.

- ¿Sucede algo? – BaoShan SanRen frunció el ceño unos segundos, era la primera vez que el menor veía una expresión tan clara en ella - ¿Algo le molesta? – tanteó. La mujer negó lentamente con la cabeza y suspiró.

- Solo es una situación irregular. Descanse en esta habitación – dijo en tanto parecía revisar el pulso de Lan XiChen desde sus muñecas – el líder de secta Lan despertará en algunos minutos, por favor evite que se mueva demasiado, la anestesia podrá adormecer su dolor sin embargo no mantendrá los puntos en su lugar.

- Me haré cargo, se lo agradezco nuevamente.




La mujer asintió y caminó hasta la salida a paso firme y elegante, una vez que cerró la puerta desde afuera se quedó un par de segundos inmóvil mientras sostenía su espalda en ella.

Por primera vez, en demasiados años, la sangre le fluía con ansiedad.

- ¡Ey maestra! – saludó Mei Fen mientras se acercaba en ropa interior, la túnica desordenada le caía por ambos hombros y un poco de lodo se asomaba por la piel de su pecho. BaoShan SanRen adivinó que debió de haber estado jugando con los niños en el lodo. - ¿Le simpatiza el líder de secta Jiang, verdad? ¡Fue raro escucharla cruzar palabras con un forastero!

- Mei Fen – la llamó con cierta ternura – vístete apropiadamente.

- Aish, no hay razón para eso, ya todos me han visto desnuda aquí después de todo y bueno... las visitas se acostumbraran, por lo que vi no parecen gustar de las mujeres de todas maneras. – levantó los hombros para restarle importancia, sin embargo BaoShan SanRen se acercó a ella, rompiendo el metro de distancia que solía mantener con los demás.

- Viste tu uniforme y prepara a los demás – dijo con suavidad mientras extendía las manos y le tomaba los cabellos para desenredarlos con sus dedos, luego le ató el listón de la secta con un nudo sumamente apretado. – prepara las formaciones de ataque con nuestros mejores cultivadores y jóvenes, deja a los ancianos y adultos quedarse en la defensa. – levantó el mentón de Mei Fen con un dedo para que la mujer más baja pudiese contemplarla a los ojos. – Tú irás a mi derecha.




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Jiang Cheng se recostó junto a Lan XiChen, el pecho del hombre subía y bajaba acompasadamente. Era extraño verlo lucir el color gris, pero solo parecía destacar aún más las facciones finas de su rostro y los músculos de su cuerpo. Durante unos momentos Jiang Cheng se concentró tanto admirando su belleza que olvidó el lugar donde estaba, luego se obligó así mismo a apartar la mirada con un par de mejillas enrojecidas.

"Contrólate" se repitió.

Lan XiChen se removió y apretó los ojos, tenía los labios secos y la voz ronca cuando habló antes de siquiera mirarlo.

- ¿ChengCheng? - Jiang Cheng bufó a su lado.

- Aquí. – se apresuró a decir Jiang Cheng en lo que tomó su mano y la llevó hasta su pecho.

- Mmg – se quejó Lan XiChen con un puchero en los labios, aún parecía un tanto adormilado.

- No te veo.

- ¿Eh? Estoy a tu lado – indicó. Entonces Lan XiChen giró pero al lado contrario, Jiang Cheng ahogó una risa – aquí – tomó el rostro de Lan XiChen con una mano y lo giró en su dirección, entonces los ojos adormilados del líder de secta Lan parecieron iluminarse, su voz también sonó mucho más alegre.

- Hola Chengcheng.

- ¿Hola? – preguntó confundido - ¿Por qué estás actuando como un niño? ¿Te pegaste en la cabeza?

- ¿Oh? – Lan XiChen levantó su mano para corroborar el estado de su cabeza – creo que no.

"Oh, aún está drogado..."

- Lan Huan... - susurró. El hombre giró a mirarlo nuevamente con ojos brillantes. – ¿Te duele algo?

- ¿Algo como qué?

- ¿Cómo el pecho...? fuiste atravesado por una flecha después de todo. 

- ¡¿Atravesado por una flecha?! ¡Oh no! – comenzó a tantear su pecho con sus manos - ¿Estoy muerto? ¿He muerto entonces? – su voz con pánico alcanzó a sus ojos cuando miró a Jiang Cheng - ¿Por qué estás aquí? ¡¿ChengCheng también está muerto?!

- No, no – intentó tranquilizar Jiang Cheng conteniendo la risa, nunca había visto a Lan XiChen reaccionar de manera tan efusiva y cómica – estás bien... te han curado... todo está bien ahora.




"Bueno, parece que no siente dolor... qué resistencia tienen los Lan..." 




- Oh... curado – repitió el líder de secta Lan, colocó una mano en su pecho y suspiró. De pronto su rostro se tornó sumamente triste, acompañando boca de un puchero.

- ¿Qué pasa?

- Hum, A-Yao es malo – susurró bajito. 

Jiang Cheng por su lado se sintió molesto por el simple hecho de que Lan XiChen aun lo llamara "A-Yao".

- Ese malnacido está tramando algo. – se limitó a decir.

- Mm – asintió Lan XiChen – y es malo. – volvió a repetir. – yo confiaba en él... me engañó todo el tiempo...- Jiang Cheng colocó su mano en el rostro de Lan XiChen.

- Engañó a todos. Bueno no a mí, pero es porque yo no confío fácilmente en otros, pero Jin GuangYao realmente engañó a todo el mundo. No te sientas mal, siéntete enojado, muy enojado, luego cuando lo veas te descargas con él y lo lanzas por las escaleras. 

Lan XiChen negó con la cabeza.

- Pero... ¿Y si tiene razones? ¿Si algo lo motivó? ¿No debería tratar de comprenderlo antes de juzgarlo?

- No – respondió de inmediato Jiang Cheng - ¿Por qué harías eso?

- Porque es mi hermano, eso es lo que hacen los hermanos. – dijo con obviedad. Jiang Cheng se detuvo un momento y solo lo miró.

Eso hacen los hermanos.

Sí. Él también intentó comprender a Wei WuXian, tantas veces lo intentó... pero nunca pudo hacerlo.

Suspiró.

- Él no te quiere como hermano Lan Huan. Así que tal vez deberías intentar entenderlo desde otro enfoque, uno más pasional, definitivamente menos estable que una hermandad.

- Mm. Él decía que tenía afectos por mí – admitió mientras asentía, Jiang Cheng sabía que Lan XiChen estaba hablando sin pensar debido a su estado, pero no pudo evitar sentirse un tanto incómodo debido a sus celos.

- Lo sé.

- ¡Pero me lanzó una flecha! – De pronto levantó el tono y movió las manos de forma exagerada - ¡¿Por qué me lanza una flecha si dice que tiene afectos por mí?! Él iba a dispararte a ti – razonó para sí mismo – pero aún no la lanzaba cuando te abracé, ¡Pudo haberse detenido! Pero no lo hizo. Hum, tal vez se sentía traicionado... ¿Debería disculparme?

- ¿Qué? ¿Disculparte tú? – Jiang Cheng se tocó la cabeza como si estuviese comenzando una de sus migrañas. – Lan Huan, ¡¿Acaso quieres que te corte las piernas?! ¿Cómo vas a disculparte tú con el "hermano" que acaba de intentar asesinarte? Arg, algo está mal con la cabeza de los Lan.

- Estoy de acuerdo – dijo de pronto un niño a las espaldas de Jiang Cheng, quien dio un gran salto del susto. Shaymin estaba sentado en el suelo, apoyando su rostro en sus manos cómodamente mientras observaba la escena.

- Tú... ¿Cuándo entraste? – preguntó el líder de secta Jiang.

- Hace un rato. Necesito que se preparen para escapar, tenemos visitas.




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BaoShan SanRen estaba de pie junto a la puerta, Mei Fen por su lado daba instrucciones a los discípulos ya formados en el campo. Wei WuXian se mantenía un poco alejado del resto, vistiendo túnicas blancas de la secta, su única túnica negra había sido brutalmente arruinada después de todo.

Shaymin apareció en el lugar y solo le dio una mirada de reojo antes de dirigirse hacia BaoShan SanRen, Mei Fen por su lado notó las marcas en su cuello y se acercó a Wei WuXian.

- ¿Sabes qué le sucedió a Shaymin en el cuello? Nunca le había visto marcas.

- Fui yo. – contestó sin remordimientos en un tono poco amigable. Mei Fen se congeló mientras lo miraba.

- ¿Lastimaste a Shaymin? ¿Por qué? ¿Qué pasa contigo Wei Ying?

- ¿Qué pasa con ustedes? – respondió manteniéndole la mirada. Mei Fen estaba confundida. - ¿Aún no se aburren de jugar conmigo? ¿Se supone que debo estar agradecido?

- ¿Agradecido? Por supuesto que tienes que estarlo, pero nadie aquí te ha pedido que nos des las gracias. ¿Y jugar contigo? ¿Desde cuándo te crees tan importante como para creer que nos diviertes? un simio tiene más gracia. – respondió a la defensiva.

- Mei Fen no pierdas el tiempo con él – le dijo Shaymin mientras se acercaba – aún no sabe cómo lidiar con las energías resentidas y no está pensando con claridad. Incluso está indignado con Lan WangJi, ¿Puedes creerlo? – ante la mención de Lan WangJi, Wei WuXian se encogió un poco. 

- ¿Enojado con WangJi? – dijo Lan XiChen, quien se acercaba recargando su peso en Jiang Cheng, rodeando su cuello con un brazo. Su pecho dejaba ver la evidencia del vendado sin embargo no parecía adolorido sino más bien "alterado", por lo que Jiang Cheng intentó detenerlo susurrandole al oído "Piensa con claridad antes de hablar" sin embargo, el líder de secta Lan no lo escuchó y habló en un tono aún menos amable - ¿El joven Maestro Wei se atreve a enfadarse con mi hermano? 

- Perdone mi atrevimiento ZeWuJun, pero eso no es asunto suyo. – respondió Wei WuXian. Ante sus palabras Lan XiChen pareció notablemente enfadado, su rostro usualmente amable se volvió una mueca de furia, el mismo Jiang Cheng lo miró impresionado y pensando que no era extraño que actuara impulsivamente si estaba drogado pero su aura se había vuelto un tanto amenazadora. 

- ¿Mi hermano ha sacrificado tanto por ti y aun así te atreves a enfadarte con él? ¿Qué tan mal agradecido y desconsiderado eres? WangJi siempre ha intentado protegerte, aun lastimando a su propia familia e Incluso ahora que has vuelto... me insistió tanto en que te permitiese quedarte en la Profundidad de las Nubes... y tú, te atreves a decir que estás enfadado con mi hermano como si pudieses darle la espalda luego de que hubiera recibido treinta y tres latigazos con el látigo de disciplina solo por defender tus acciones, ¿Cómo puedes ser así con mi hermano? ¿Quién te ha dado el derecho de jugar con él?

- ¿Qué? – preguntó Wei WuXian con voz pequeña. Shaymin le había dicho exactamente lo mismo, él había visto parte de aquello en sus recuerdos pero aún no terminaba de conectar los hilos.

- ¿De qué hablas? – preguntó Jiang Cheng a su lado. Shaymin suspiró y le contestó.

- Fue Lan WangJi quien sacó a Wei Ying de los túmulos funerarios – dijo mirando a Wei WuXian – lo escondió en una cueva y lo protegió contra su propia familia. Atacó a treinta y tres mayores por defenderlo.

- Mientras tú le gritabas una y otra vez que se perdiera – agregó Lan XiChen con amargura. – Incluso cuando te confesó sus sentimientos, tú solo...

- Le dije que se perdiera... - contestó el mismo Wei WuXian, dándole por primera vez sentido a todos los recuerdos recuperados recientemente – entonces, ¿Lan Zhan lo decía en serio? ¿No mentía? ¿El realmente estaba...?

- Está enamorado de ti – contestó Shaymin, enfatizando la primera palabra. 

- ¿Cómo puedes pensar que miente con algo así? ¿Acaso no lo conoces? ¡WangJi jamás jugaría con eso!

- Él lo sabe Lan Huan – le dijo Shaynmin para tranquilizarlo. – Es solo que aún está demasiado confundido, sé que Wei Ying parece un idiota la mayoría del tiempo, pero no es una mala persona. Además también está enamorado de tu hermano, solo que a sus propios ojos no creía posible que esos sentimientos pudiesen ser correspondidos.

- Pff – bufó Lan XiChen, su falta de propiedad usual sorprendió a todos – En eso te lleva mucho más de una década de adelanto, ¡Siempre estuvo enamorado de ti!

El pecho de Wei WuXian se movió violentamente, como si todo el aire zen de la montaña no le fuese suficiente como para asimilar aquellas palabras.

¿Podía Lan WangJi, enamorarse de alguien como él?

Alguien tan distinto, tan ruidoso, tan molesto, tan ridículo, ¿Podía Lan WangJi quererlo? Simplemente no tenía sentido, siempre le hizo sentir que... lo prefería lejos o eso él creyó, pero si realmente era cierto y Lan WangJi estaba enamorado de él desde hace mucho tiempo... ¿Entonces... que tal malo había sido él con Lan WangJi?

De pronto Lan XiChen se separó de Jiang Cheng con un poco de esfuerzo y comenzó a mover sus puños en círculos mientras se agachaba un poco. Todos lo miraron atónitos.

- ¿Qué... estás haciendo? – preguntó Jiang Cheng.

- Me estoy preparando.

- ¿Para qué...?

- Para pelear. Mis puños le enseñaran a no jugar con mi hermanito.

- ¡¿Ehhh?! – exclamaron tanto Mei Fen como Shaymin.

- Suficiente luchador callejero – dijo Jiang Cheng mientras le tomaba los puños y bajaba sus manos hasta su cintura – no habrá pelea hoy, debes cuidar tu herida – miró a los demás – disculpen, aún está un poco... 

- Drogado – finalizó Shaymin por él, ahogando una carcajada con la mano.

- Debo ver a Lan Zhan – susurró Wei WuXian de pronto, ignorando a quienes lo rodeaban comenzó a apartarse dirigiéndose directamente hacia la puerta, pero entonces la maestra BaoShan SanRen le sujetó el brazo.

- Maestra – dijo Wei WuXian aún en estado de confusión – necesito ir, es urgente.

- Lo sé, pero si atraviesas la puerta en este momento, no llegarás vivo. Luego, despejaremos el camino para ti. – le prometió, Wei WuXian la miró directamente a los ojos, aún estaba tan enfadado con los inmortales y es que su corazón no podía comprender cómo lo engañaron por tanto tiempo... especialmente su maestra, tan correcta como parecía que era, ¡No tenía sentido!

- Maestra BaoShan, permítame preguntarle una cosa. – ella asintió, soltando su brazo - ¿Por qué permitió que Shaymin me trajera de vuelta? ¿Por qué dejó que se saltara todos los pasos que curarían mi alma? ¿Por qué no me advirtió que perdería mi núcleo? ¿Por qué...? – apretó los dientes, si hablaba más temía explotar. Desde que recuperó sus recuerdos las energías resentidas parecían flotar frente a sus ojos, temía perder los estribos frente a BaoShan SanRen, ni siquiera dudaba de que ella lo atravesara con su espada si lo consideraba por tan solo un segundo una amenaza para los demás. 

- Porque tú lo pediste. – contestó en un tono sincero. 

- ¿Eh? 

Shaymin a sus espaldas suspiró.

- La maestra me autorizo porque tú lo pediste – le dijo el niño - cuando eras joven... dijiste que querías revivir mientras Lan WangJi aún estuviese vivo. Considerando los sentimientos de Lan WangJi, convencí a la maestra. Pero todo comenzó, por tú petición.

- ¿Cuándo? ¿Dónde?

- Tenías quince años, pescabas a escondidas en la Profundidad de las Nubes, y hablabas con tu shidi... en ese entonces dijiste "Si muriera joven, quisiera que mi alma reencarnara pronto para...

- ... Seguir molestando a Lan Zhan" – finalizó Wei WuXian por él, recordando el lugar y el momento en que lo dijo, también cómo conoció a el pequeño inmortal aquel día. Shaymin asintió, entonces el quinceañero comenzó a reír a carcajadas, sujetándose el estómago mientras se sacudía.

- Ya se volvió estúpido – suspiró Jiang Cheng mientras escondía a Lan XiChen detrás de sí por si es que intentaba nuevamente tener una pelea al estilo callejero.




- ¿Es decir que todo esto? – dijo mostrando a su alrededor - ¿Ocurrió por un par de palabras despreocupadas mías siendo un adolescente?

- Es por eso que no debes ser despreocupado al hablar – le sugirió Mei Fen – nunca sabes cuando te encontrarás un enano inmortal escuchándote a escondidas. 

- Es una segunda oportunidad – dijo BaoShan SanRen, cuyo tono hizo callar hasta las risas del mismo Wei WuXian quien se secaba las lágrimas de los ojos. Entonces suspiró, sintiéndose considerablemente ligero.

Ahora lo entendía.

Nadie jugó con él, nadie tuvo intenciones despreocupadas, siempre fue todo lo contrario. Ahora solo podía ir hasta donde Lan WangJi y decirle todo lo que sentía, solo entonces sentiría que realmente estaba reviviendo una segunda oportunidad.

De momento... les debía una disculpa a todos, especialmente a Shaymin, pero entonces el niño se acercó y le tomó la mano, jalandolo hacia abajo para que estuviese a su altura al hablar.

- Sé perfectamente que te sentías sofocado y entiendo que sintieras que no merecías ser traído de vuelta, pero Wei Ying, la maestra BaoShan jamás me lo hubiera permitido si tu vida pasada no hubiese sido lo suficientemente honorable como para merecer continuarla como la mereces. – Wei WuXian levantó la mano y le despeinó el cabello.

- Eres un anciano en el cuerpo de un niño. – le dijo con cariño, como solía hacerlo cada vez que hacían las paces luego de discusiones absurdas, Shaymin le dio una gran sonrisa.

- ¡Maestra BaoShan! – gritó Liu Ming, quien rara vez elevaba el tono. Se acercó al grupo y saludó con una reverencia a su maestra antes de tenderle una carta. – La familia Going envío un reporte.

- ¿Familia Going? – preguntó Jiang Cheng. Mei Fen le contestó.

- Es una de las familias que viven alrededor de estas montañas.

- Las familias del sector – continuó Wei WuXian – son cercanos a la maestra, ha sido así por generaciones... por lo que siempre nos mantienen al tanto de cualquier cosa que suceda afuera.

- ¿Son cultivadores?

- No.

La respiración de BaoShan SanRen se hizo pesada mientras leía.

- ¿Qué sucede, maestra? – preguntó Mei Fen, en tanto Shaymin tomó la carta con suavidad desde las manos de la mujer. La leyó y su rostro palideció.

- Asesinaron a una familia completa de la ciudad de piedra, tienen secuestrado al hijo menor de una de las ancianas y... la familia Going perdió a... un integrante. – Un integrante. Simplemente Shaymin podía decir aquello, pero casi todos allí sabían que la familia Going era sumamente importante para el pequeño. – Esto no está bien, todas las almas de los cercanos están ligadas a la montaña, pero nada ha entrado aquí. Quién sea que está afuera sabe retenerlas y lo está haciendo a conciencia.

- ¿Te refieres a que sabe que esperamos que las almas accedan hasta la montaña? – preguntó Mei Fen.

- Exacto. Creo saber quién es la persona que está afuera y si es así... Maestra, el castigo sobre no usar la cultivación por cien años...

- Trescientos. – le recordó ella, Shaymin chasqueó la lengua.

- Trescientos – corrigió - ¿Puede comenzar desde la próxima semana?

BaoShan SanRen suspiró.

- Si están torturando a las familias de afuera o bien es para obtener información sobre cómo entrar o... pretenden convencernos de abrir la puerta nosotros mismos. - concluyó Mei Fen.

- ¿Pueden entrar? – preguntó Lan XiChen un tanto más lúcido, aunque aún se mantenía en la espalda de Jiang Cheng. Mei Fen le contestó.

- Tendrían que intentar forzar la puerta con un sello entre un centenar de expertos, sin embargo aun así... para que pudiesen colocar un pie dentro sin ser expulsados por la misma montaña, la maestra debe autorizarlos o... ella debe estar fuera de la montaña.

- ¿Es por eso que la leyenda dice que nunca deja la montaña? – preguntó Jiang Cheng asombrado. BaoShan SanRen sin embargo, estaba concentrada en sus propios pensamientos observando los jóvenes que yacían en la formación jugando libremente como si no hubiese preocupaciones del otro lado.

- Maestra – llamó Shaymin, sacudiéndole la túnica – debemos salir. – ella lo miró y asintió.

- Abre la puerta.




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Seiscientos hombres de la secta Jin y secta Moling Su rodeaban la ciudad de piedra, algunos visibles y otros ocultos. Para cuando BaoShan SanRen atravesó la puerta, todos los espectadores enmudecieron con una única excepción.

- Wow, que guapa es la maestra de Xiao XingChen. – animó Xue Yang a los pies de la ciudad de piedra. BaoShan SanRen era lo suficientemente alta como para ser imponente, pero su postura severa era lo suficientemente fría como para inspirar respeto, sus ojos sin embargo eran otra historia y en esta ocasión todos sintieron escalofríos al mirarla. Incluso Xue Yang cuando le mantuvo la mirada. La mujer bajó tranquilamente los doce escalones y la montaña que usualmente estaba invisible para a los ojos del exterior, comenzó a aparecer frente a ellos como si fuese un espejismo dándose a conocer.

BaoShan SanRen había abandonado la montaña por primera vez en la historia del mundo de la cultivación. Los espectadores a simple vista podían observar un paisaje florido a espaldas de la mujer. 

- ¿Ah? Pensé que nos iba a tomar más tiempo esto – asintió con reconocimiento Xue Yang. La persona que se acercó esta vez sin embargo, vestía de blanco y se dirigió a BaoShan SanRen con mayor respeto que Xue Yang.

- Estimada Inmortal, no estamos aquí para convocar una tragedia, solo hemos venido porque en su montaña ha permitido la entrada de un enemigo en el mundo de la cultivación, el Patriarca Yiling, Wei WuXian ha entrado en su territorio y exigimos que nos lo entregue.

- ¿Si no han venido a convocar una tragedia, por qué hay seiscientos doce hombres alrededor de la ciudad? – preguntó ella en un tono que hizo a los cultivadores dar un paso atrás. La cuenta exacta del monto hizo a todos congelarse unos momentos. Su She también notó que no sería alguien fácil de liquidar de ser necesario.

- La persona de quien hablamos es peligrosa, necesitamos una escolta preparada. – respondió Su She. BaoShan SanRen levantó una ceja.

- Asesinaron gente de camino a la montaña – les recordó – incluso si realmente quisieran realizar un trato conmigo, ya no es una opción.

- Solo fueron un par de personas, no hay mucha gente en estas montañas – le dijo Xue Yang en un tono que indicaba exageración. BaoShan SanRen suspiró y miró al cielo preguntándose, ¿En qué momento se había desviado tanto el mundo de la cultivación? 

La mujer invocó su espada y la ciudad de piedra permaneció en un silencio ejemplar durante un par de segundos.

Un par de gargantas nerviosas tragando saliva hicieron un pequeño ruido, fuera de aquello cada uno podía escuchar sus latidos, el mismo Su She sintió que el poder espiritual de BaoShan SanRen le abofeteó los instintos, tanto que tuvo que esforzarse por retener sus pies y no dar un paso hacia atrás mientras era observado por sus discípulos. 

- Si alguien quiere escapar, este es el momento para hacerlo. – dijo mirando a quienes estaban a su alrededor.

- ¿Piensa pelear ella sola? – preguntó en susurros un cultivador.

- La descuartizaremos – aseguró otro cultivador como respuesta.

Su She negó con la cabeza. 

- Si realmente no quiere ceder, me temo que esto es inevitable, ¡Mátenla y traigan al Patriarca Yiling! – ordenó en un grito Su She, en lo que daba un paso atrás y los cultivadores de la primera línea se alzaban hacia BaoShan SanRen.

En el momento en que la espada fue desenfundada, las flechas fueron lanzadas y La ciudad de Piedra se convirtió en un gran charco de sangre.




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En los Túmulos Funerarios.-

Lan WangJi estaba agotado y severamente preocupado por cómo sus ataques comenzaban a perder fuerza, sus heridas causadas por los cadáveres punzaban probablemente infectadas, lo que ralentizó algunos de sus movimientos. Atacó con BiChen a dos cultivadores que se habían lanzado sobre Lan SiZhui y Lan JingYi, los jóvenes ya cansados de tanto luchar a duras penas se mantenían en pie.

- ¡¿Dónde está Wei WuXian?! ¡Muere sucio Wen! – gritó un cultivador cuya secta poco influyente era desconocida para Lan WangJi.

- Y pensar que la secta Lan se presta para defender a tal inmundo ser y a un sobreviviente de ese sucio clan asesino – dijo una mujer. OuYang ZiZhen esquivó un ataque y Jin Ling alejó al cultivador que por poco lo asesina. Hizo lo mismo con alguien que se dirigía por la espalda de Lan SiZhui, utilizando todas las técnicas que había dominado a su edad.

- ¡¿Nadie nos explicara por qué la secta Lan adoptó a un Wen?! – inquirió un cultivador que atacó. Lan WangJi le respondió, lanzando lejos su espada con un golpe de la suya.

- ¡Usted joven amo Jin! – gritó otro hombre – Wei WuXian es el asesino de sus padres, ¿Cómo puede defenderlo? ¿Cómo puede defender a un Wen? ¡Por ellos murieron sus padres y sus abuelos! – Jin Ling apretó los dientes, ya era quinta vez que le preguntaban lo mismo y está vez hubiese respondido si no fuera porque a duras apenas podía hablar producto del cansancio.

- ¡ZiZhen! – gritó su padre, el líder de la secta OuYang – ya ven aquí y habla, ¿Qué no ves en la situación en la que estás?

- ¡No padre! ¡Wei WuXian y SiZhui son mis amigos y no los entregaré!

- ¡Tú niño! ¡No me hagas ir a buscarte! - le gritó.

- ¡No venga padre! ¿Qué no ve que me están atacando? ¡Puede salir herido usted también, ya está viejo para estas cosas!

- Tú...

- No olviden atacar al Wen – les recordó a los cultivadores Jin el mismísimo Jin GuangYao, quien descansaba en una roca en medio del tumulto de gente. Lucía espectacularmente elegante, nadie hubiese podido adivinar que horas antes había caído por las escaleras de Torre Koi.

- HanGuangJun – llamó SiZhui a susurros agotados, el aire y apenas entraba en sus pulmones debido a la actividad física que se extendía a largas horas de combate en defensa propia. - ¿Envío la señal? – Lan WangJi entrecerró los ojos, ya era segunda vez que Lan SiZhui le preguntaba lo mismo. No quería involucrar a su familia ni a su secta, pero si no lo hacía... podría perder en el combate a los dos discípulos de los que era totalmente responsable, especialmente a Lan Yuan quien era él que estaba recibiendo más ataques.




Sectas completas habían rodeado los túmulos funerarios tras los rumores del regreso del Patriarca Yiling, Lan WangJi no negó las acusaciones de su regreso y ahora estaban siendo atacados debido a la falta de cooperación para encontrarlo. Eso, y que el rumor del sobreviviente Wen se había extendido más rápido que el mismísimo viento. Ni él, ni los jóvenes dijeron ni una sola palabra, por el contrario batallaron y se defendieron, Lan WangJi podía decir con ello que Wei Ying y Lan SiZhui habían hecho muy buenos amigos, pero tal vez su lealtad les costaría la vida y aún eran demasiado jóvenes para comprender el peso de aquello.

Los clanes no dudaron en atacar cuando el mismísimo Jin GuangYao dio la orden de hacerlo a sus hombres, ignorando por completo el hecho de que Jin Ling estaba entre los defensores.

Los clanes se fueron sumando poco a poco, formando una avalancha de gente que los apuntaba directamente a las gargantas.

Lan WangJi hizo un gesto y Lan SiZhui lanzó la señal que se explayó por el limpio cielo.

El segundo maestro Lan cerró los ojos en una disculpa silenciosa a su Clan.




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miércoles, 14 de octubre de 2020

Intrínseco - Capítulo 53: Revelación, Parte 4



En ningún momento los ojos de Lan XiChen dejaron los de Jiang Cheng, ni siquiera cuando parecieron vaciarse de vida mientras caía hasta aterrizar en un par de brazos cálidos... demasiado cálidos, o es que simplemente él había comenzado a sentir demasiado frío.

Las cosas sucedieron demasiado rápido para los ojos de Lan XiChen, Jiang Cheng le mantuvo la mirada y pareció decir algo... sin embargo esas palabras no llegaron a sus oídos, los sonidos parecían lejanos y los parpados le pesaron. Jiang Cheng lo miraba con tanto miedo que Lan XiChen quiso tranquilizarlo, sin embargo no encontró su propia voz. Fue en aquel momento en que todo parecía apagarse lentamente en que una mano demasiada pequeña se posicionó sobre su frente y su pecho, el tacto le era ajeno casi por completo pero la voz del pequeño niño, resonó dentro de sus pensamientos.

"Tranquilo, todo estará bien, está no es una despedida. Sentirás frío y te dormirás por un momento pero solo será un momento."

Lan XiChen ni siquiera se sorprendió por poder escuchar al niño en sus pensamientos, simplemente pensó que debió haberse dedicado más tiempo a aprender de aquel inmortal... tal vez hubiese aprendido telepatía... pero ya era demasiado tarde.


Se preguntó, ¿Quién apoyaría a su hermano si él se iba? ¿Qué pasaría con su secta? Su tío estaría tremendamente dolido, su hermano probablemente se vería en la obligación de sustituirlo y tomar las responsabilidades, tal vez tendría que elegir entre toda su gente y el mismísimo Wei WuXian... Oh no, eso no sería bueno. El no debía morir, no aún al menos. No cuando quería disfrutar más de la suavidad oculta que le ofrecía Jiang Cheng, más de aquellas miradas cariñosas escondidas bajo largas pestañas un tanto hurañas. Lan XiChen no le temía a la muerte, pero definitivamente no quería morir. Aun así, perdió la inconsciencia en medio del frío.





Jiang Cheng también sentía frío, uno que parecía subirle desde el estómago hasta la garganta, no era la misma sensación agónica que vivió cuando vio su secta caer, no, esta vez se sintió más como una pequeña semilla de dolor que se plantaba profundamente para crecer periódicamente y congelar todo en tanto crecía.

¿Por qué la vida se ensañaba con él? ¡Había perdido a tantos! ¿Por qué ahora también a Lan XiChen? ¿Estaba maldito acaso? ¿Moriría cada uno de sus cercanos? Observó como el pequeño Shaymin movía sus manos en un extraño símbolo sobre el pecho de Lan XiChen. Un momento atrás él que parecía ser un pequeño infante lo había empujado con tanta fuerza que casi lo hizo caer, luego se había dedicado a dibujar extraños símbolos sobre la piel de Lan XiChen, le tomó un poco volver a sus sentidos y entender lo que estaban conversando el niño y Wei WuXian.

- ¿Cuánto tiempo puedes atar su alma a su cuerpo de esta manera?

- Cerca de una hora, pero nada garantiza que él no decida marcharse antes, entonces el sello se romperá.

- ¿Qué? ¿No hay garantías? – preguntó Jiang Cheng, involucrándose en la conversación por primera vez. El niño le miró con el ceño fruncido.

- Ningún sello de almas puede mantenerse en contra de la voluntad de ellas, al menos no el tipo de sello que se utiliza en vivos... o casi muertos. Tenemos que salir de aquí cuanto antes. – La mirada de Shaymin se dirigió a Jin GuangYao y Jiang Cheng volteó a mirarlo por primera vez desde que la flecha había atravesado a Lan XiChen.

Jin GuangYao tenía el arco en la mano izquierda, su cuerpo temblaba por completo mientras balbuceaba en susurros. Parecía querer verificar el estado de Lan XiChen, sin embargo en tanto avanzaba un paso volvía a dar dos atrás. A Jiang Cheng le tomó un poco de tiempo entender que él había lanzado la flecha, pero una vez que lo hizo su miedo y rencor con los dioses fue reemplazado con una furia cegadora.

- Tú...

Jiang Cheng tenía los poderes espirituales bloqueados, pero de la misma manera, bloqueó todo lo demás, de modo que en el momento en que corrió hasta Jin GuangYao para darle un puñetazo con el impulso de su cuerpo, ni siquiera se permitió disfrutar o pensar cuando el cuerpo más bajo del líder de secta Jin dio a parar cinco metros más atrás. Jiang Cheng fue por él, lo tomó de las solapas de su túnica y le dio un puñetazo en el costado izquierdo de la cara, luego le dio otro y otro, sumó un rodillazo en las costillas y aprovechando su furia cegadora, lo levantó con ambas manos y lo lanzó con gran fuerza. El cuerpo del líder de secta Jin voló por sobre la cabeza de Wen Ning e incluso a travesó un par de ramas de árboles secos. Lo siguiente que escucharon fue el sonido de golpe tras golpe que solo podía indicar una cosa.

- ¿Lo lanzaste por las escaleras desde esta distancia? - preguntó Wei WuXian.

Jiang Cheng no contestó, comenzó a caminar con total rapidez hacia las escaleras de torre Koi, sus ojos parecía arder cuando fue detenido por una pequeña mano.

- No tenemos tiempo para venganzas. – le dijo Shaymin, pero Jiang Cheng se sacudió el brazo. Wei WuXian fue quien le gritó mientras cargaba a Lan XiChen en su espalda, preparándose para escapar.

- ¡Jiang Cheng tenemos que sacar a ZeWuJun de aquí! Ya golpeaste y lanzaste a Jin GuangYao por las escaleras, para dar el golpe final tendrás que esperar. – el líder de secta Jiang no pensaba retroceder, pero el brazo de Shaymin sujetando su túnica tenía la fuerza suficiente como para rasgarla.

- Dije que fue suficiente.

Jiang Cheng y Shaymin se miraron a los ojos durante segundos que parecieron eternos.


- ¡Ey! ¡Dejen de jugar a las quemadas de ojos y ayúdenme a cargar a ZeWuJun! – por unos segundos ninguno volteó a mirar a Wei WuXian - ¡¿Qué no ven que aquí alguien se muere?!





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Lan XiChen era un peso muerto en la espalda de Jiang Cheng, este había insistido en que debía ser él quien lo cargara específicamente para evitar sentirse menos inútil.

El niño inmortal dijo conocer el lugar y los caminos menos frecuentados, por lo que el inmortal, los dos cultivadores sin poderes espirituales, un medio muerto Lan XiChen y un completamente muerto Wen Ning, cruzaron los grandes bosques tan rápido como sus piernas les permitieron correr. El tiempo avanzaba y Jiang Cheng era consciente de la cantidad de sangre que manchaba su espalda, sangre que provenía desde la herida de Lan XiChen, herida que podría llevarlo a la...

No. De solo pensarlo se sentía temblar en una mezcla de nervios y letargo.

Lan XiChen no podía morir, la vida no podía ser tan injusta con Jiang Cheng como para quitarle cada persona que fuera importante para él. No... ¿Verdad?

Sacudió la cabeza y se dignó a concentrarse en el camino. Wei WuXian le dijo que debían llegar hasta Yunnan y él bien sabía que al menos les tomaría cuatro horas si avanzaban a ese paso.

Lan XiChen no tenía cuatro horas. También estaba el hecho de que cruzar corriendo toda la región mientras cargaba a un hombre de gran contextura y sin la fuerza que solía brindarle su poder espiritual, era prácticamente una misión imposible... específicamente si tenían gran apuro.

Wei WuXian lo miró con gesto complicado en tanto le indicaba por donde pisar, parecía que quería decirle algo pero se frenaba así mismo, en tanto Wen Ning centraba su atención en él y Shaymin permanecía un par de pasos atrás, borrando las pistas de sus huellas.

Una vez llegaron al final del bosque, se detuvieron a esperar a Shaymin antes de subir a un bote, Jiang Cheng se dio un minuto para mirar la pálida piel de Lan XiChen. Quería hablarle, suplicarle que se mantuviera vivo, pero las palabras no le salían producto del miedo. Shaymin habló y lo sacó de sus pensamientos.

- Esto solo permitirá que tengamos unos minutos extras para salir de este territorio – dijo mientras marcaba huellas en dirección contraria - pero si continuamos moviéndonos con nuestras piernas nos alcanzarán. – dijo mirando en dirección a los hermanos, pareció indeciso antes de finalmente hablar nuevamente en tono de mando - Ustedes dos, compartan la espalda de Wen Ning, yo llevaré a Lan Huan en mi espada.

- Ni de joda. – respondió inmediatamente Jiang Cheng, sosteniendo a Lan XiChen más firme entre sus brazos.

- ¡Oh, Vamos Jiang Cheng! – le gritó Wei WuXian con prisa – Si te quedas en el bote no llegarás hasta la tarde a Yunnan, ¡Zewu-Jun no soportará tanto tiempo!

- Yo no me iré en la espalda de... - balbuceó sin terminar la frase, Shaymin por su parte dio un par de pasos hacia el bote quedando en frente de él, para cuando lo miró directamente a los ojos Jiang Cheng tuvo la sensación de estar hablando con alguien mayor.

- No me interesa si quieres irte en el bote o quedarte aquí a que te quemen vivo, Lan XiChen no morirá por tus conflictos emocionales, así que más te vale acomodarlo en mi espalda o te juro que...

- ¡Entendió! Vamos chicos, no vamos a discutir en este momento... yo ya morí una vez, ¿Recuerdan? Así que será mejor que nos movamos pronto – interrumpió Wei WuXian, cruzándose entre ellos y lanzándose sobre Jiang Cheng para quitarle a Lan XiChen, hubo un leve forcejeó entre los hermanos. – Suéltalo Jiang Cheng – le dijo con los dientes apretados – Shaymin es capaz de dejarte aquí y llevarnos a los demás a la fuerza si no cooperas.

- ¿Por qué le importa tanto Lan Huan? – preguntó en un tono alto.

- Más bien yo debería preguntar porque a él le importas tanto tú – contesto Shaymin pasando por el lado de Wei WuXian y levantando sin ningún esfuerzo el peso de Lan XiChen, desenfundó su espada y se montó sentando al líder Lan y apoyándolo en sí. – Wen Ning – llamó al cadáver que solo permanecía callado observando – sígueme, hay algunas barreras más adelante que no podrás traspasar sin mí así que mantente cerca, si el líder de secta Jiang no quiere irse contigo solo déjalo aquí. – dicho esto su espada comenzó a moverse con bastante rapidez. Wei WuXian sabía que podía avanzar mucho más rápido así que agradeció el gesto de darles un tiempo antes de convencer a su hermano.

- Vamos Jiang Cheng, Shaymin está esperando que lo alcancemos así que... - Wei WuXian apuntó la espalda de Wen Ning con cierta mezcla de inquietud en la mirada, definitivamente no era un plan que le agradara tampoco.

- ¿Estás escuchando lo que me estás pidiendo?

- Sí y lo entiendo, pero estamos en una situación en que si elegimos el orgullo, moriremos y dudo que pretendas que tu fin sea en manos de Jin GuangYao, porque ten por seguro que te hará pagar que lo hayas lanzado por las escaleras. Wen Ning – saludó con ligereza antes de subirse a la espalda del cadáver feroz quien moldeó sus brazos para sujetarlo. – Hoy serás mi transporte. – Wen Ning asintió de manera tímida, evitando mirar directamente al líder de secta Jiang.

- Maldita sea... - refunfuñó Jiang Cheng mirando de reojo el pequeño bote donde aún estaba de pie.

- Tomar el camino correcto es difícil, Shaymin ha llenado de trampas el lugar y para encontrar la puerta... - Wei WuXian negó con la cabeza – simplemente no la encontrarás. Vamos, no es momento de ser terco, ¿O es que acaso quieres dejar a ZeWuJun solo?

- ¡Maldita sea! – volvió a gritar Jiang Cheng antes de caminar hasta la espalda de Wen Ning y mirar al ya acomodado Wei WuXian con notorio conflicto. – más les vale que no digan nada al respecto o...

- Sí, sí, nos cortarás las piernas. – completó moviendo las manos. Jiang Cheng suspiró antes de impulsarse con un salto hasta acomodarse en la espalda de Wen Ning. Era primera vez que estaba tan cerca de un cadáver feroz, se impresionó de la dureza en sus músculos y de la rapidez con la que sus piernas comenzaron a moverse con ambos cultivadores en su espalda.


Habían tenido razón, de aquella manera llegarían mucho más rápido.





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El paisaje comenzó a ser familiar para Wei WuXian, y no pudo evitar encogerse en la espalda de Wen Ning. Él se había marchado de allí... con la inocente expectativa de viajar por el mundo con Lan Zhan, salvando a campesinos de la venganza de algunos resentidos, tal vez encontrando grandes misterios... pero eso ya no importaba, todos aquellos habían sido sueños de un quinceañero ingenuo que poco sabía de la vida y su crueldad. Se preguntó, ¿Y ahora qué? ¿Qué pasaría? ¿Volvería a la montaña y se escondería allí para siempre? No. Ni siquiera tenía núcleo ahora... ¿Qué sentido tenía? La maestra BaoShan jamás le permitiría indagar en el cultivo demoniaco dentro de la montaña, aquello solo contaminaría el aire zen del lugar y tal vez hasta su salud.

Es que ¿Ya no había lugar para él?

Cruzando el lago, llegaron a la tan familiar ciudad de Piedra, Shaymin los esperaba en la puerta manteniendo a Lan XiChen recargado en su pequeña espalda. Wei WuXian notó su rostro y pudo adivinar su preocupación.

Llevar a dos invitados políticos como lo eran dos líderes de prominentes sectas a la entrada sería considerado como algo totalmente absurdo por los ancianos e incluso por la mismísima BaoShan SanRen.

- ¿Por qué nos detenemos? ¡Lan Huan no tiene más tiempo! – gritó Jiang Cheng intentando ignorar el hecho de que los labios de Lan XiChen se habían vuelto de un púrpura oscuro.

- No es tan fácil... - susurró Wei WuXian.

- ¡¿Y si no es tan fácil por qué carajos vinimos aquí en primer lugar?! - Shaymin se tocó las cejas como si tuviese un agudo dolor de cabeza.

- Cállate. – le dijo en el tono menos amigable que el mismísimo Wei WuXian le había escuchado. De pronto la puerta hueca al final de las escaleras pareció iluminarse y una figura baja y despeinada apareció, la mujer de ojos claros los miró un tanto confundida y Jiang Cheng pareció descolocado... Había oído la leyenda de BaoShan SanRen muchas veces pero nunca imaginó que sería una mujer tan pequeña, expresiva y por sobre todo desordenada, la túnica que traía tenía un nudo flojo y estaba descalza, llevaba el cabello húmedo y parecía apuntar a todas las direcciones.

- ¡Mei Fen! – saludó Wei WuXian con la primera sonrisa sincera que Jiang Cheng le había visto desde que se habían encontrado, la mujer de ojos grandes miró con curiosidad su ropa.

- ¡Te ves fatal! – dijo con una sonrisa tan grande como la de Wei WuXian, luego apuntó con un dedo a Lan XiChen - ¿Qué ocurrió? ¿Quién es el muerto?

- Dime por favor que ella no es BaoShan SanRen – susurró Jiang Cheng a Wei WuXian.

- Ah, tranquilo, no lo es. – en cuanto finalizó de hablar, otra figura apareció a través de la puerta, esta vez sin embargo la mujer era alta y tenía un cabello oscuro sumamente largo, una túnica simple pero de finas costuras correctamente acomodadas a su elegante figura. Su mirada era severa y lo fue aún más su caminar mientras se acercaba a ellos, sus ojos solo dieron un leve vistazo a los demás antes de centrarse en Shaymin. – Ella sí lo es – indicó Wei WuXian a Jiang Cheng, aunque estuvo seguro de que fue innecesario, el líder de secta Jiang tenía la mirada clavada en ella y la mandíbula floja.

- Maestra – susurró un apenado Shaymin – Lan Huan... él... - miró al cuerpo que sostenía y luego a los ojos estrictos de su maestra, finalmente solo se encogió en su lugar - Lo siento mucho... he sido demasiado egoísta.

- Inmortal BaoShan SanRen – dijo Jiang Cheng con total formalidad en su voz – soy el líder de secta YunmengJiang, tal vez no me recuerde... pero no es primera vez que nuestros caminos se cruzan, sin embargo... - Wei Ying a su lado se tensó - permítame tener el descaro de volver a solicitar su ayuda, éste es Lan Huan, Lan XiChen, líder de secta Lan, se encuentra gravemente herido por protegerme pero debido a las circunstancias no hay muchos lugares donde pudiésemos ir en donde... Lo sanen de tan grave herida.

BaoShan SanRen se mantuvo serena, pero en ningún momento desvió la mirada de Shaymin, cuando habló también lo hizo en dirección a este.

- Trescientos años. – dijo ella y ante su voz grave todos los presentes parecieron encogerse un poco. Sin embargo Shaymin la miró a los ojos con una mezcla de esperanza y anhelo. – Durante trescientos años, no podrás volver a cultivar. Ese será tu castigo.

- ¡Gracias maestra! – respondió el niño de inmediato. La mujer desvió la mirada del niño y se centró en las ropas de Wei WuXian, su rostro se mantuvo inexpresivo al momento de señalar con un pequeño asentimiento de cabeza la entrada, sin embargo cuando se volteó le habló a Jiang Cheng.

- Líder de secta Jiang, parte de las reglas de este lugar es no intervenir en la situación de forasteros, cultivadores y por sobre todo asuntos políticos del exterior, con la única excepción de las solicitudes de mis propios discípulos.

- Ah. Pero, usted... en ese tiempo Wei WuXian no era... Y yo le dije que yo era...- susurró un confundido Jiang Cheng.

- Brindaré ayuda al líder de secta Lan porque es una petición de mi discípulo, pero espero aclarar el error en sus palabras recientes, es primera vez que usted y yo cruzamos caminos. – dicho esto, BaoShan SanRen avanzó hacia la puerta y desapareció detrás de ella, Mei Fen tomó a Lan XiChen y lo levantó sin problemas, llevándolo adentro.

Shaymin se volteó para mirar a los hermanos.

- Wei Ying – llamó con clara angustia en su voz –supongo que ya lo notaste, pero todas las heridas que has desarrollado en este tiempo... son las mismas que sufriste en tu primera vida. – Wei WuXian asintió, esforzándose por ignorar a un confundido Jiang Cheng que lo miraba con interrogantes en los ojos – la razón por las que las desarrollas de esta manera es porque a pesar de haber sido físicas, tienen un significado clavado profundamente en ti, cada vez que una herida no es tratada se clava en el alma y se lleva en todas las reencarnaciones... las maneras en que se llevan son muy variadas y dependen mucho del tiempo en reposo que tuvo el alma para reconfortarse así misma... sin embargo, por mi culpa tú no tuviste el tiempo suficiente y aunque yo pensé que podría contrarrestar este asunto curando tus heridas pasadas con el presente... no resultó ser así. En tu vida pasada te dolió profundamente que las relaciones con tu hermano hubiesen terminado de esa manera, de modo que tu perdida de núcleo se convirtió en eso... mientras esta relación no se hubiera sanado... tus arterias espirituales no olvidarían ese doloroso hecho y se repetiría una vez que lo recordaras con la suficiente claridad. Yo...

- ¿Perdida de núcleo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Cómo tiene que ver conmigo? – Wei WuXian que se había esforzado por no mirar a Jiang Cheng solo pudo voltear del todo el rostro. Sabía lo que estaba haciendo Shaymin pero estaba demasiado cansado para querer tener aquella conversación, como también lo estaba para plantearse sobre sus heridas pasadas.

- Desviar, posponer y escapar, nunca ha solucionado nada. – le dijo Shaymin con cierta disculpa en los ojos – dejaré la puerta abierta unos minutos, no tarden por favor. Wen Ning – llamó al cadáver feroz quien adelantó a los hermanos y atravesó la puerta acompañado del niño. En cuanto se quedaron solos Wei WuXian se giró para mirar a Jiang Cheng quien parecía al borde de las lágrimas.

Tal vez no tendría que decir mucho, tal parecía que su hermano ya lo había entendido todo.

Entonces Jiang Cheng lo tomó de las solapas de su túnica sucia. Sus ojos eran como aguas poco profundas, sus emociones inundando sus sentidos eran tan evidentes que Wei WuXian no pudo evitar apretar los puños, preparándose para lo que no había querido enfrentar jamás.

- ¿Qué hiciste Wei WuXian? ¡¿Qué hiciste?! – soltándolo le dio un empujón - ¿Por qué comenzaste a cultivar con otros métodos en ese entonces? ¿Por qué no llevabas tu espada? – sacudió a su hermano - ¿Qué hiciste? ¡Responde! ¡¿Qué mierda hiciste?! – en cuanto lo soltó, Wei WuXian suspiró. Lo sentía, realmente sentía tener que decirlo y desatar un sinfín de culpas en Jiang Cheng, pero tal parecía que no había opción y tampoco era algo de lo que se avergonzaba o se arrepentía, aunque por supuesto que no lo hacía menos doloroso, no cuando se había visto obligado a perder su núcleo dos veces.

- Si ya lo sabes, no creo que sea necesario decir más. – ante sus palabras dichas en un tono ciertamente duro, Jiang Cheng dio un paso atrás.

- ¿Qué? ¿Qué no es necesario decir más? ¿Quién te crees que soy Wei WuXian? ¿Cómo es que...? – su boca pareció querer decir más, se abrió y se cerró un par de veces, finalmente Jiang Cheng golpeó nuevamente el pecho de Wei WuXian y este tuvo que dar un paso atrás ¡Estaba exhausto para sostenerse así mismo! Pero no cayó, porque el mismo Jiang Cheng sostuvo sus ropas y dejó caer el rostro en su hombro. Wei WuXian pestañeó varias veces para evitar que la humedad en sus ojos se extendiera por sus mejillas, el silencio se prolongó en ellos en tanto el sonido de las hojas de los arboles siendo sacudidas por el viento pareció adornar el momento en que los dos movieron sus manos para finalmente abrazarse mutuamente, con toda la fuerza de la que eran capaces sus brazos sin energía espiritual.


Cuando Jiang Cheng volvió a hablar, su voz era ronca.


- Imbécil testarudo con complejo de héroe, ¿Cuánto tuviste que pasar tu solo? ¿Por qué me quitaste la oportunidad de estar ahí? En cambio me dejaste odiarte porque sabías que era lo que haría, que me alejaría de ti como el idiota resentido que sabes que soy... tú también... tú también has sido cruel. Tus promesas... ¿Siquiera las recordaste antes de elegir a otra familia por sobre la que te había dado todo? ¿Antes de abandonarnos, siquiera lo pensaste? ¿Siquiera... me extrañaste? ¿Qué tan mal hermano haz sido realmente Wei WuXian? ¿Qué tan mal hermano he sido yo? – preguntó más para sí mismo en tanto sostenía con tanta fuerza al otro que sus brazos comenzaban a adormecerse.

- Lo siento. – se limitó a contestar Wei WuXian y nuevamente el silencio se instaló entre ellos. El quinceañero quiso agregar más... pero habían palabras en las que no era bueno.



Un momento después, los dedos de Wei WuXian se enredaron en el cabello de su hermano en una suave y reconfortante caricia, de manera similar Jiang Cheng dio un par de palmaditas en la espalda del otro.





- Wei WuXian... - susurró con voz lastimera.

- ¿Mm?

- Hueles fatal. – ante ello, ambos parecieron reír un poco, entonces Jiang Cheng soltó el agarre de sus brazos, sin embargo Wei WuXian lo sostuvo con fuerza. - ¿Qué? – un tanto preocupado por ser demasiado brusco después de haber sido él quien comenzó el abrazo, volvió a envolver a su hermano con sus manos aunque con cierta timidez pero dispuesto a continuar sosteniéndolo si aquello era lo que necesitaba.

Los minutos transcurrieron y ellos continuaron abrazados. Entonces Jiang Cheng nuevamente intentó liberarse pero no pudo hacerlo.

- ¿Qué...? ¿Por qué no me sueltas? – preguntó un tanto avergonzado, sin embargo está vez el quinceañero lo soltó de inmediato. Una gran sonrisa se dibujó en su rostro, de modo que Jiang Cheng sintió un cosquilleó en la nuca. Aquella sonrisa solo podía significar algo malo.

- Ahora debes oler tan mal como yo.


- ¿Qué? – Jiang Cheng levantó el cuello de su túnica y la acercó a su nariz, de inmediato la alejó - ¡Wei WuXian eres un...!





Antes de que el líder de secta Jiang pudiese golpearlo, Wei WuXian corrió hasta la puerta hueca y la traspasó, Jiang Cheng se detuvo un tanto inseguro, la puerta era de un tallado minucioso pero definitivamente no parecía una puerta, sin embargo no alcanzó a dudar demasiado de sí caería al agua cuando diera un paso al vacío, ya que una mano apareció y lo jaló hacia el otro lado.

El paraíso que se extendió frente a los ojos de Jiang Cheng parecía de ensueño, los grandes jardines de fuertes tonalidades de colores parecían extenderse desde norte a Sur, solo dispersados por pequeños caminos de tierra. El aire que respiró lo hizo sentir en paz casi instantáneamente. El mismo Wei WuXian respiró profundamente un par de veces antes de continuar avanzando por el camino.

- Vamos... - le dijo tendiéndole la mano en una invitación.

- ¿Quieres que avancemos tomados de las manos? – no pudo evitar preguntar, entonces el menor rodeó los ojos.

- ¿Por qué te haces el ofendido? No es como si no le hubieras dado la mano a un hombre antes, ¿O es que acaso pretendes ocultarme que tú y ZeWuJun...? – Wei WuXian movió los dedos en una referencia sexual que hizo que la cara de Jiang Cheng se pintara de un fuerte rojo.

- ¡Cállate! ¿Qué estás diciendo? ¡Eres un jodido degenerado! ¡Ni en diez vidas madurarás Wei WuXian!

- ¿Por qué me estás diciendo degenerado a mí? Tú eres él que...

- ¡Líder de secta Jiang! – gritó Mei Fen con urgencia desde la lejanía - ¡Necesitamos su ayuda! Lan XiChen... él...

- ¡Lan Huan! – dijo Jiang Cheng antes de lanzarse a correr en aquella dirección. Wei WuXian corrió detrás de él pero no fue capaz de alcanzarlo, tal parecía que Jiang Cheng estaba recobrando su fuerza espiritual lentamente en tanto él... nunca lo haría.

Llegando a la puerta, Mei Fen lo detuvo.

- ¿ZeWu-Jun está bien? – Ella sintió.

- Lo está, solo quería avisarle justamente que ya está fuera de peligro.

- ¿Ya? Pero si su situación era muy grave.

- Shaymin logró saturar la herida a tiempo, si bien la flecha dio a un costado de su corazón no fue nada que una poderosa gema no pudiese curar – dijo Mei Fen mientras movía su esmeralda entre los dedos – claro que si tan solo hubiesen tardado un poco más lo más probable es que la historia sería distinta.

- Hum – susurró con cierto alivio – al menos él no tendrá que pasar por otra pérdida... - susurró en tono bajo, Mei Fen lo miró con los ojos entrecerrados y una notable preocupación, entonces Wei WuXian se giró con una falsa sonrisa y comenzó a caminar lejos de allí.

- Wei... - ella suspiró antes de callarse, se preguntó si sería correcto dejarlo solo.

El quinceañero observó a su alrededor para distraerse, los conocidos rostros de sus antiguos compañeros lo miraron a la lejanía, sin embargo no se acercaron. Bien, Wei WuXian estaba acostumbrado al rechazo después de todo. Nuevamente se había convertido en un desertor odiado, se rió en voz alta pensando en lo irónico que resultaba todo.

- ¿A dónde vas? – preguntó Mei Fen finalmente, caminando detrás de él sin intenciones de alcanzarlo.

- A mi habitación, necesito darme un baño. Espera. – entonces se detuvo de golpe y miró a Mei Fen - ¿No tengo una habitación ahora, verdad?

- Verdad. – contestó ella. - pero siempre puedes utilizar la de invitados.

- Cierto, eso soy después de todo – contestó antes de comenzar a caminar en dirección contraria, haciendo un esfuerzo por apartar la mirada de los ojos de la mujer, demasiado sinceros y preocupados, tan sobreprotectores como para hacer temblar su defensa.

- Wei Ying... - llamó nuevamente en un tono maternal.

- ¡Ve a ayudar a ZeWu-Jun, te necesita más que yo! - gritó sin voltearse, levantando su mano en un gesto despreocupado. Mei Fen sabía lo que era aquello, una súplica silenciosa de un: "Ahora no" Bien. Ella podía esperar, al menos hasta que su ropa estuviera limpia y su mente descansada, entonces le diría que todo estará bien.

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Wei WuXian agitó las pestañas, negándose a continuar llorando. ¿Cuánto había llorado ya desde que se encontró con Lan WangJi nuevamente en esta vida? ¡Se había vuelto tan débil y sensible como una damisela! camino con cierta rapidez para asegurarse de que Mei Fen no decidiera seguirlo nuevamente.

En su vida pasada ya había tenido tal presencia femenina cuidando de sus sentimientos. Por supuesto que la dulzura de su Shijie no era comparable con el libertinaje sin propiedad de Mei Fen, pero podía decir que ambas mujeres poseían la misma fortaleza en su interior, capaz de sostener e impulsar sin esperar nada a cambio. La simple comparación hizo que su pecho se contrajera, no debía pensar en Jiang Yanli, todo era demasiado reciente, la herida se sentía abierta.

¿Por qué tenía que volver a pasar por todo ello otra vez? ¿Quién había jugado con su alma de aquella manera tan cruel? Sabía bien esa respuesta.

Entró en una conocida habitación para invitados, la que probablemente no se había usado jamás y estaba justamente instalada donde él y Lan WangJi se habían quedado antes. Al entrar vio a Shaymin llenando una bañera.

- Ah. Ya estás aquí. Te traeré comida picante de Yunmeng, la última vez que fui un señor me dio su rece... - Shaymin se detuvo al notar la mirada de Wei WuXian, los ojos rojos con furia plasmada en cada expresión de su rostro tensó el ambiente al límite con gran rapidez.

- ¿Wei...Ying?

- Me vas a explicar qué fue lo que hiciste, más bien, ¿Qué fue lo que me hiciste? ¿Por qué me trajiste de vuelta? ¿Por qué a mí? – Shaymin dio un paso atrás, las energías resentidas eran una de sus máximas debilidades y ya comenzaba a sentir el estómago revuelto. Él sabía que tendrían esta discusión y se había preparado para responder todas las preguntas cuando Wei Ying estuviese en un mejor estado.

- Atrás, no quiero que seamos dos con las túnicas sucias – le dijo en un tono ligero, sin embargo Wei WuXian rompió la distancia que los separaba, tomó al niño despreocupado y envolvió sus dedos alrededor de su pequeño cuello levantándolo con facilidad, Shaymin de inmediato comenzó a sentir que le faltaba el aire. Tener los ojos furiosos de Wei WuXian tan cerca hizo que un escalofrío le recorriera la médula. – suel... tame...

- Estoy cansado de esta mierda Shaymin. Deja tus juegos.

- ¡Wei Ying, a... penas puedo... respirar...!

- ¿Crees que me detendré? Eres el culpable de todo, jugaste conmigo sin detenerte a pensarlo, ¿Qué he sido para ti todo este tiempo, Shaymin? ¿Una entretención momentánea para un inmortal aburrido? – el quinceañero tomó la esmeralda de Shaymin y la levantó entre sus manos, si inyectaba un poco de energía resentida en ella bien podría hacerle un gran daño a Shaymin por lo que el niño comenzó a sacudirse con violencia, podía sentir la amenaza real emanar de Wei WuXian – Sabes todo sobre mí, debiste sentir mi nula intención de querer vivir otra maldita vida y aun así tú... ni siquiera dejaste descansar a mi alma, me trajiste de vuelta incluso si eso significaba tener que revivirlo todo... incluso sabías que Lan Zhan estaba jugando conmigo y aún así dejaste que me fuera con él... ¿Qué soy para ti, Shaymin? – apretó un poco más el agarre y fue entonces que el niño le dio una patada en el estómago, con una gran cantidad de poder espiritual en el golpe por lo que el quinceañero cayó de rodillas y el mismo Shaymin dio saltos hasta acomodarse en la esquina contraria de la habitación, lo más lejos posible de la amenaza, respiraba entrecortadamente y tomaba grandes bocanadas de aire en tanto se sujetaba el pecho con una mano.

- ¡Wei Ying! ¡Cuando preguntas se supone que debes dejar que la otra persona te conteste! – tomó la esmeralda entre sus manos y la acarició, limpiándola con los dedos, si Wei WuXian la hubiese impregnado de energía resentida entonces él...- Casi me haces perder mi tamaño chiquito pedazo de animal, ¡Eres un desconsiderado!

- ¿Desconsiderado? – preguntó un Wei WuXian aun sosteniendo su estómago - ¿Yo? ¡¿Es que no te das cuenta de lo que haces a los demás?! ¿En tantos años no has aprendido a respetar las decisiones de cada persona? ¡Yo no quería volver! Mierda, por supuesto que no quería...

- Lo sé. – contestó el niño, mirándolo a los ojos. – pero si crees que no lo reconsidere... que no me detuve a preguntarme si estaba bien, estás equivocado. Adquirí todos tus recuerdos y los tome como propios para sanar tu alma aunque fuera temporalmente, ¡Todo tu dolor... por supuesto que no fue agradable! Pero cuando pensé en detenerme... entonces vi a Lan WangJi... - Wei WuXian frunció el ceño en confusión – soporto treinta y tres latigazos por ti, sin arrepentirse ni un solo segundo de haber herido a su propia secta por ti. Buscó tu alma cada día y noche, en cada rincón posible... Wei Ying, tal vez tu tengas la fortaleza para dejar atrás a quienes amas, ¡Pero yo no! ¡Lan WangJi merecía traerte de vuelta, tú merecías ser consciente de cómo realmente ocurrió todo! No podía dejar que te llevaras culpas que no son tuyas. ¡Lo lamento, debí intervenir para que no perdieras tu núcleo pero no supe hacerlo! Y lo siento... - el niño se limpió rápidamente la lágrima que acababa de caer por su mejilla – realmente lo siento, pero ya es demasiado tarde, yo... - entonces Shaymin se calló y miró en dirección a la puerta.

- ¿Qué tiene que ver Lan Zhan en todo esto?... - Shaymin no respondió, al notar que su expresión estaba pálida no pudo evitar mirar en la misma dirección hacia la puerta - ¿Qué? – preguntó poniéndose de pie alerta. El mismo no estaba en una situación emocional para preocuparse de otras cosas sin embargo la postura en Shaymin indicó pánico.

- Nos han seguido. – soltó en un tono estrangulado.

- ¿Qué?

- El sello de la puerta... está siendo forzado. Nos han encontrado.








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sábado, 3 de octubre de 2020

Intrínseco - Capítulo 52: Revelación, Parte 3



Jiang Cheng sintió la bilis en la base de la garganta, y si no fuera por su gran orgullo y negación a terminar en las mismas condiciones que Wei WuXian (cuyas túnicas estaban sucias y olorosas) tal vez, realmente hubiese sufrido arcadas o incluso vómitos debido al shock.

Mientras observaba a Lan XiChen sonreír embobado en dirección a Jin GuangYao, se inundó de decepción, una pequeña voz dentro de su cabeza le susurró "te lo dije", y solo pudo suspirar ante la revelación, después de todo él nunca había sido el elegido ni el favorito de nadie. La prueba más grande era Wei WuXian ahora a su lado, quien lo había opacado hasta en lo más mínimo y al haber vuelto de la misma muerte ni siquiera había ido con él.

Tal vez no era lo suficientemente importante para nadie después de todo...

En un comienzo apretó los puños y los labios con una amarga mezcla de sabores en la boca, pero tan luego como comenzó a dolerle el corazón también se encendió su rabia, la ira que siempre lo defendía frente al rechazo estaba siendo visible en su mirada, pero no era dirigida a Lan XiChen, sino que a Jin GuangYao. 

Pero... ¿Por qué? Había algo que tal vez nadie más en aquella habitación había notado pero es que la cinta en la frente de Lan XiChen estaba invertida, y Jiang Cheng sabía muy bien qué tanto cuidaban su aspecto los Lan y específicamente la cinta de la frente, era completamente imposible que un Lan XiChen en todos sus sentidos hubiese usado algo así.




- ¡Tú! ¡Pedazo de mierda! – lo apuntó, siendo consciente de que está vez sus muñecas no estaban atadas - ¿La única manera en que lograste que Lan Huan te pusiera atención fue drogándolo? ¿No tienes una pizca de dignidad, eh? De hecho – escupió con furia – está a tu nivel, bastante esperable del hijo de una prostituta. – El ojo izquierdo de Jin GuangYao tembló un poco, pero su sonrisa se mantuvo estable.

- ¿De qué hablas? ¿Crees que Da-Ge te preferiría por sobre mí? Solo le di un té que hace relucir sus verdaderas intenciones, él está haciendo justamente lo que quiere sin restricciones y como verás no te ha mirado ni un solo segundo. – Sabiendo que Jiang Cheng no se creería ni una de sus palabras agregó - ¿Por qué crees que está enamorado de ti? – preguntó en tono burlesco - ¿Desde cuándo crees eso? ¿Desde que te abrazó espontáneamente en la Profundidad de las Nubes?

Jiang Cheng apretó los dientes, ¿Por qué él también sabía eso? ¿Acaso Lan XiChen había hablado mientras estaba drogado? Se sintió un tanto desnudo, pues justamente sus sentimientos habían entrado en conflicto por ese abrazo, entre otras cosas.

- Lamento ser yo quien tenga que decirte esto, pero por lo que me contó Mo XuanYu... quien te dio ese abrazo fue nada más y nada menos que quien está a tu lado en este momento. – Jiang Cheng lo miró confundido y luego miró a Wei WuXian, quien sonreía con cierta vergüenza en la boca.

- ¿De qué mierda está hablando? – le preguntó Jiang Cheng, pero fue Jin GuangYao quien contestó.

- Mo XuanYu confesó que el maestro Wei maneja técnicas muy diversas y entre esas estaba modificar el cuerpo con energía espiritual y poder realizar una copia perfecta de otro, no manejo mayores detalles, tal vez el maestro Wei pueda detallarnos tal proeza.

- Tú... - balbuceó Jiang Cheng observando al joven a su lado - ¿Puedes hacer algo así? – Wei WuXian asintió con lentitud – entonces... ¿Nunca fue Lan Huan? ¿Todo esto comenzó por ese abrazo y siempre fuiste tú? ¡¿Cómo es que siempre todo tiene que ver contigo?!

Jiang Cheng golpeó a Wei WuXian, dándole un puñetazo en la mejilla izquierda que aunque carecía de energía espiritual, resonó en la celda, Wei WuXian estaba herido y tampoco poseía su núcleo por lo que cayó de inmediato al suelo. Aún no se lograba reponer para cuando sintió a Jiang Cheng lanzarse sobre él.

- ¿Qué? ¿No tienes más? ¡Me dejaste sin padres! – le dio otro puñetazo en el rostro - ¡Sin hermana! – otro golpe – ¡Le quitaste los padres a Jin Ling! – y golpeó nuevamente – ¡Me traicionaste por salvar a los perros Wen! – lo tomó de las solapas de la túnica sucia y lo levantó, Wei WuXian era un peso muerto. - ¡¿Y Ahora te entrometes entre Lan XiChen y yo?! ¿Qué más quieres de mí? ¡¿Cuándo te cansarás de quitármelo todo?!

Jiang Cheng lanzó a Wei WuXian lejos, el cuerpo malherido y casi inconsciente cayó sobre Su She, quien por acto reflejo lo sujetó aunque de inmediato se arrepintió e intentó arrojarlo al piso, sin embargo el quinceañero se había sujetado con fuerza a él.

- ¡Suéltame sucio perro! ¡Hueles fatal!

Mientras Su She se sacudía para quitarse a Wei WuXian se encima, Jin GuangYao encontró extraño el hecho de que no hubiese sangre producto de la pelea, él había esperado otra cosa... ahora estaba comenzando a arrepentirse de haberlos encerrado sin núcleo, tal vez hubiese podido presenciar algo más satisfactorio si ambos hubiesen tenido su fuerza consigo. Aunque no dejó de ser extraño, Jiang Cheng era fuerte, sus golpes sin poder espiritual fácilmente podrían derrotar a alguien pero no había siquiera hinchado la cara del menor... ¿Eso solo podía significar...? Observó a Jiang Cheng mantenerse quieto y al pendiente de Wei WuXian, entonces lo entendió.

- ¡Su She! ¡Él quiere quitarte los amuletos! – y aunque Jin GuangYao supo descifrar el plan de los hermanos, no se esperó que al decir esto él mismo Su She sacaría los amuletos de su bolsillo para alejarlos de Wei WuXian, lo que haría que el mismo joven se los quitara de inmediato de las manos.

Así que aquel era el plan, desde el comienzo Wei WuXian había notado la energía de los amuletos provenir desde Su She por lo que en ningún momento los hermanos pensaron en atacarlo físicamente a él, la idea era acercarse lo suficiente. Jin GuangYao no había querido mantener los amuletos consigo ya que, requerían de un mayor poder espiritual para mantenerlos bajo control y él precisamente no lo tenía.

Wei WuXian tomó el amuleto y un gran capullo apareció en el lugar, de inmediato el extraño objeto propinó disparos por doquier. Tanto Su She como Jiang Cheng se esforzaron en esquivarlos mientras que Lan XiChen parecía hacerlo con agilidad y hasta diversión, Jin GuangYao se mantuvo detrás del amuleto y comenzó a alejarse de la escena lentamente. Wei WuXian dedicó una mirada a Jiang Cheng y este asintió, el amuleto se concentró en Su She mientras que el líder Jiang fue detrás de Jin GuangYao.

- Ven aquí, enano. – llamó antes de perseguirlo, Jin GuangYao se apresuró en salir, prácticamente trotando y desapareciendo por la puerta y tal vez Jiang Cheng hubiese podido llegar más lejos pero fue detenido por dos fuertes brazos que le rodearon la cintura.- ¿Qué carajos?

Lan XiChen se había pegado a él, Jiang Cheng sabía que difícilmente podría escapar de esos brazos con su cultivo habitual, ni hablar de lo totalmente inútiles que eran sus músculos sin poder espiritual.

- ¡¿Qué haces Lan Huan?! – grito para escucharse frente a lo que era una batalla escandalosa entre el capullo manejado por Wei WuXian en contra de Su She.- ¡Suéltame! 

- No. – dijo en un tono inusualmente infantil.

- ¡¿No?! ¡Ese bastardo se está escapando! ¡Que me sueltes!

- No. – repitió.

- ¡¿Por qué no?!

- Porque Cheng Cheng está enfadado conmigo. No soltaré a Cheng Cheng hasta que deje de estar enfadado conmigo.

- ¿Cheng... Cheng? – susurró un tanto sorprendido.

- Mn. Cheng Cheng enfadado.

Jiang Cheng abrió la boca para decir algo pero nada salió de sí, luego tragó saliva incómodamente, ¿Estaba mal sentir ternura en un momento como ese, verdad?

- ¿Por qué estás actuando como un niño? Estás demasiado drogado Lan Huan – susurró con fingida frustración, sin embargo se volteó cómo pudo dentro de los brazos para mirarlo mientras le daba palmaditas en el dorso de la mano – Todo estará bien, el efecto pasará pronto. – consoló.

- ¿Cheng Cheng no está enfadado? – preguntó en un susurró el líder Lan.

- No, Cheng Cheng no está enfadado. – Lan XiChen bajó los brazos lentamente y para cuando Jiang Cheng se volteó notó como el líder de secta Lan tenía la mirada baja, entre tímida, arrepentida y avergonzada. No pudo evitar levantar su mano para acariciar su mejilla con los dedos – todo está bien – le dijo - yo no estoy enfadado.

- ¡Si no les molesta! – gritó Wei WuXian desde cierta distancia - ¡Debemos irnos!

Jiang Cheng observó cómo Su She estaba acorralado y herido por culpa del amuleto, se había defendido de tal manera que el mismo líder de secta Jiang debía asumir sentirse sorprendido. Sin perder más tiempo y con total intención de dejarlo abandonado, los tres salieron corriendo de lo que era el calabozo en Torre Koi.




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Las paredes de rocas en el calabozo subterráneo estaban hechas para evitar que los reos escaparan por lo que en cuanto se plantaron en el pasillo, ambos hermanos se miraron entre sí con total confusión sobre qué camino tomar, la cantidad de pasillos que les rodeaban dejaba en claro que el lugar era un laberinto. 

- Wei WuXian, dime por favor que tu genialidad nos puede sacar de aquí. – rogó Jiang Cheng, en tanto el joven tragó saliva. ¡Ni siquiera los mismos discípulos de la secta Jin sabían cómo salir de allí! Cuando Wei WuXian ya estaba decidiendo a la suerte por el camino que debían tomar, Lan XiChen apuntó al centro.

- ¿Vamos a tomar un té? Por allí está la salida. – dijo con voz amable pero aún perdida. Ambos hermanos lo miraron.

- ¿Estás seguro de que esa es la salida? – Preguntó Jiang Cheng, un tanto sorprendido de que en ese estado hubiese memorizado el camino por el que llegó, pero eso solo decía lo brillante que podía ser un Lan y como él mismo no dudaba de ello, lo tomó de la mano y lo arrastró por el camino que había indicado.

Lan XiChen indicó el camino, apuntando con una sonrisa en la cara cada vez que llegaban al final de cada pasillo. Una vez vieron la luz al final ambos hermanos se apresuraron aún más, el aire frío del amanecer les rozó la piel pero, ninguno se vio venir lo que los esperaba una vez que salieron a la superficie.

Jin GuangYao estaba de pie en frente, con treinta cultivadores expertos a su lado.

Las flechas volaron, no apuntando a Lan XiChen y tampoco a Wei WuXian, sino que a Jiang Cheng. Las treinta flechas disparadas sorpresivamente los congeló un segundo antes de que aterrizaran demasiado cerca para reaccionar. 

Jiang Cheng lanzó lejos de manera sobreprotectoramente a Lan XiChen y espero su doloroso final, pero este no llegó. Una silueta intervino, poniéndose de pie delante de él, sosteniendo las flechas con sus manos sin voltear atrás.

La sonrisa que ya había marcado el rostro de Jin GuangYao esperando el final de Jiang Cheng se había congelado de la misma manera que el corazón de este último. Wen Ning estaba de pie frente a él, sosteniendo las flechas con sus manos, mirando implacablemente en dirección a los arqueros y entonces se lanzó hacia ellos, utilizando las mismas flechas para atravesar sus extremidades, invalidándolos pero evitando quitarles la vida.

- ¿Cheng Cheng está bien? – preguntó Lan XiChen verdaderamente preocupado, un atractivo puchero se dibujaba en sus labios mientras sus manos parecían palpar el dorso del otro. Luego suspiro y asintió, rodeándolo con los brazos en un fuerte abrazo nuevamente. – Mn. Cheng Cheng está bien – asintió para sí en un susurro bajo.

En ese momento en que los gritos de los cultivadores que se defendían de Wen Ning se convertían en un mero murmullo de fondo, el grito de un niño entusiasmado resaltó.

- ¡Wei Ying! ¡Wei Ying! – Shaymin se dirigía a gran velocidad en su espada y se detuvo frente a Wei WuXian, lo miró con detalle y frunció el ceño – ¿Ya... recordaste todo? - la voz del niño está vez se tornó preocupada.

Wei WuXian asintió con gesto serio.

- ¿Maestro Wei ya recuerda todo? – preguntó Lan XiChen soltando a Jiang Cheng, pero este lo detuvo antes de que pudiese preguntar algo más.

- Tú sabías... ¿Qué Wei WuXian estaba vivo? ¿Tú lo sabías todo? ¿¡T-O-D-O!? – por su parte Lan XiChen se volteó a mirarlo como si se enorgulleciera completamente de su respuesta, asintiendo y sonriendo.

- Mn. Yo ayude al hermano de ChengCheng, así Cheng Cheng estaría feliz cuando volvieran a verse. También WangJi está feliz.- ante la mención de Lan WangJi, Shaymin le preguntó a Wei WuXian.

- ¿Dónde está Lan WangJi? – pero el joven solo bajó el ceño.

- Lidiaremos con todo eso luego – les recordó Jiang Cheng quien se encontraba sujetando su cabeza como si un fuerte dolor lo estuviera torturando. – Tenemos que salir de aquí antes de que la rata intente asesinarnos nuevamente.

Shaymin lo miró sin mucho aprecio.

- Antes de que Wen Ning tenga que volver a salvarte dirás.

- ¿Quién eres tú? – le preguntó Jiang Cheng con antipatía.

- Él es Shaymin, la mano derecha de la maestra BaoShan SanRen – presentó Wei WuXian- Ah, y también es un inmortal. – agregó como detalle. Jiang Cheng levantó ambas cejas.

- ¿Inmortal?

- También soy el que te salvó cuando te envenenaron, así que espero al menos un mínimo de gratitud. – soltó sin rodeos, pero fue Lan XiChen el primero en reaccionar.

- ¿Salvó a Cheng Cheng? Muchas gracias por salvarlo – el mayor Lan hizo una reverencia hacia el niño, en tanto al hombre a su lado comenzaba a ruborizarse. 

- ¡Lan Huan deja de decirme así!

Fue en el momento en que Lan XiChen miró a Jiang Cheng con una sonrisa que notó como una flecha iba directamente hasta su pecho, entonces lo abrazó para voltearlo y protegerlo, recibiendo la flecha directamente en su corazón. 







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