domingo, 10 de mayo de 2020

Intrínseco - Capítulo 14: Tacto, Parte 6


Wei WuXian suspiraba mientras se abrazaba a sus piernas, parecía cabizbajo y sus ojos estaban perdidos a modo que Lan WangJi pudo deducir estaba teniendo una conversación consigo mismo. Volvió a suspirar, pero esta vez un puchero se dibujó en sus labios.
- Wei Ying – lo llamó con un tono suave, él adolescente se giró aturdido y ensanchó los ojos cuando vio la figura de blanco a su espalda caminando en su dirección.
- ¿Cómo me encontraste?
- Tus compañeros – resumió mientras se sentaba con elegancia a su lado.
- Pero... la montaña es grande, ¿cómo supiste exactamente dónde estaba? – esta vez no hubo respuesta, la idea de que Lan WangJi lo hubiera buscado o incluso adivinado en donde estaba lo hizo sonreír. Por un minuto se miraron mutuamente.
- No tienes que hacerlo – susurró el hombre de blanco, bajando la mirada.
- ¿Ah? ¿El qué?
- Sonreír – Wei WuXian pestañeó sin entender – Lo estás forzando– el quinceañero desencajó la mandíbula un instante y cuando se recompuso frunció el ceño.
- Sonreí al pensar que me buscaste, no es una sonrisa falsa – murmuró.
- No dije falsa – Lan WangJi se giró un poco a su costado para observar mejor al adolescente, luego indicó con la punta de su dedo índice sus ojos y luego su boca – No parecen decir lo mismo.
Wei WuXian apretó los labios, y aun así no pudo evitar sonreír.
- Creo que simplemente el estado natural de mi boca es así – le mostró todos los dientes con una gran sonrisa- ¿Ya no estás enfadado? - Lan WangJi negó mientras observaba un anaranjado atardecer desaparecer para dar paso a las primeras estrellas – Lan Zhan, la montaña inhibe el poder espiritual para que sea imperceptible, eso es para asegurarnos de que no nos puedan percibir desde fuera pero aun así puedes tener una idea de la cantidad de cada uno cuando estas lo suficientemente cerca, ¿lo sabías?
- Lo noté.
- Cuando salimos, ¿verdad? – el hombre de blanco asintió.
- Admito que me sorprendí cuando noté la presencia de tu poder espiritual. ¿Sabes? Mientras he estado aquí, durante todos estos años, he tenido estos sueños que me muestran gente a la cual proteger, así que he trabajado con mucho esfuerzo en mi poder espiritual, en mis habilidades y en la manera en que pudiera ser útil para ellas. Siempre tuve el pensamiento de que saldría de esta montaña y los encontraría a todos, en algún lugar... esperándome... – sus ojos grises se volvieron cristalinos por la humedad. Lan WangJi apretó los puños – Pero a medida que los años avanzan lo que veo en sueños también avanza como una línea de tiempo y me muestra que esas personas... por las que siempre creí debía ser fuerte, esas personas... ya no están.
Suspiró profundamente como si soltara lo que llevaba guardando consigo demasiado tiempo, luego continuó:
- Cuando comprendí que murieron me quedé sin motivos para continuar. Las cosas se me han hecho muy difíciles desde entonces, porque los sueños no se detienen, vuelven a relatar lo mismo solo que cada vez con más detalle, pero es como si todo hubiera acabado en mi vida luego de que esas personas se fueran. Cuando más difícil se hacía, hace tan solo unos días atrás...  apareciste tú y entonces yo creí... creí que habría motivos para continuar avanzando porque sí quedaba una persona a la que yo quiero proteger. Pero cuando salimos me di cuenta que tú realmente no me necesitas y ahora estoy un poco... perdido – soltó la última palabra con cierto temblor en su voz. No sabía por qué le había confesado a Lan WangJi cómo se sentía, parte de él tenía cierta desesperación por que al menos supiera que era importante para él desde antes de que se conocieran. Tenía que saberlo antes de irse, para así tal vez, quizás... volver.
- También yo – respondió con voz ronca.
- ¿Tú también qué?
- Me hice fuerte para protegerte – las pestañas largas sobre los ojos oscuros de Wei WuXian aletearon un par de veces. Sin saber qué decir el silencio se instaló entre ellos por un par de minutos, de pronto el adolescente se puso de pie con un salto y preguntó con cierto tono alegre en su voz:
- Lan Zhan, ¿qué es lo más alto que puedes volar? – Lan WangJi levantó una ceja por su pregunta y luego se puso de pie también, rápidamente una mano efusiva se posó en su abdomen haciendo cierta presión, precisamente en la boca de su estómago, donde albergaba el meridiano central de su dantian. El segundo maestro Lan se congeló por la sorpresa del tacto– Si tienes más energía que yo deberías poder volar mucho más alto. Demos un paseo por el cielo, ¿sí?

En la secta GusuLan estaba prohibido realizar tal tipo de juegos y demostraciones de poder, la simple idea era sumamente inmadura, pero Lan WangJi realmente no tenía la fuerza para negarse a Wei WuXian, mucho menos en esos términos.
Sacó su espada y se sentó sobre ella dejando colgar sus piernas en altura y luego le tendió la mano al adolescente para que este se acomodara junto a él. Quedaban apretados, pero el agarre firme que rodeó la espalda de Wei WuXian y se detuvo alrededor de su cintura, era lo suficiente para darle comodidad al adolescente y de paso evitar que cayera por descuido. Comenzaron a ascender lentamente.
- ¡Más rápido Lan Zhan, más rápido! – gritó Wei WuXian mientras sacudía los pies al reír.
- Quieto – le pidió Lan WangJi concentrado en ascender a una velocidad que no fuera peligrosa, ya estaban bastante alto considerando que habían comenzado a subir desde la cumbre de la montaña.
Wei WuXian rió mientras subían más, si bien él había jugado con sus compañeros a qué era lo más alto que podían llegar, siempre se detenían por orden de Mei Fen luego de ganar, nunca se le había permitido probarse demasiado así mismo al menos no lo suficiente para ponerse en peligro, pero si Mei Fen no había aparecido a detenerlos sabiendo que probablemente estuvieran bajo la mirada de Shaymin desde algún lugar, era porque ella si confiaba en las habilidades del segundo maestro Lan, y aunque a Wei WuXian no le hubiera importado si era así o no, el hecho de saberlo solo le dio una mayor seguridad de que Lan WangJi tenía la habilidad suficiente para no matarlo por accidente.
Repentinamente entraron sobre una nube, y todo a su alrededor se hizo borroso.
- Wooow, ¡nunca había subido tan alto! – al notar la gruesa capa que no les permitía ver mucho más, el hombre de blanco apretó su agarre alrededor de la cintura del adolescente y Wei WuXian estando tan cerca y sin poder ver más a su alrededor giró para mirar su rostro desde cerca- Lan Zhan – susurró.
- ¿Mm?
- Tus orejas están rojas – Lan WangJi frunció el ceño sin contestar. El quinceañero inclinó su rostro a un costado con dudas en los ojos por su reacción, pero cuando iba a decir algo notó que la niebla se dispersó abriendo paso a una noche estrellada- ¡Estamos sobre las nubes, Lan Zhan! ¡Sobre las nubes! – una idea le llegó a la mente y de pronto gritó con toda la fuerza que le permitieron sus cuerdas vocales- ¡Aaaaaaaaaaaaaaah!
- ¿Qué haces? – le preguntó el segundo maestra Lan consternado por su grito.
- ¿Qué no es obvio? ¡Aaaaaaaaaaaaah! – rió fuerte al terminar de reír - ¡Desde aquí nadie escucha ni podemos escuchar a los demás! ¡Me encanta!
El silencio se hizo presente una vez Wei WuXian se calló.
El adolescente observó a su alrededor parecía realmente feliz, mientras Lan WangJi también lo estaba y no despegaba la mirada del rostro de Wei WuXian.
- Lan Zhan, ¡me haré más fuerte para que seamos una dupla que nadie pueda vencer! Así tampoco seré un peso para ti y podré pelear a tu lado si es necesario – el hombre de blanco lo miró a los ojos sintiéndose completamente enternecido. Quiso decirle que nunca sería una carga para él, pero no era bueno con las palabras.
- Mn.
- ¿Mn? Siempre respondes con "Mn"... está bien. Me gustan los "Mn" – volvió a reír y le mostró una sonrisa radiante– Lan Zhan, las estrellas aún están muy lejos... ¿Crees que puedas ir hasta allá? – Lan WangJi negó sabiendo que el adolescente quería hacer el intento.
- El oxígeno es menor a medida que subimos, por nuestros poderes espirituales podemos resistirlo un tiempo, pero incluso si permanecemos aquí o subimos un poco más nos afectará.
- ¡Ash! Pero hay que intentar lo imposible – gruñó con mala cara. Lan WangJi se quedó ensimismado al escuchar esa frase, porque no era primera vez que la oía.
El lema de la secta YunmengJiang, lo que había hecho de Wei WuXian la adoración del líder Jiang FengMian, el que había calado tan profundo en él que lo había llevado a desarrollar lo que nadie creía posible y de paso, fue la idea que cabó su tumba.
- Tienes que cuidar de ti – susurró el hombre de blanco. El adolescente le respondió de forma descuidada.
- Lo sé, lo sé – el silencio nuevamente se hizo presente pero esta vez fue sobrecogedor, el más joven dejó caer su cabeza en el hombro de Lan WangJi – Tú... ¿también has soñado conmigo? – quince segundos contó antes de que el segundo maestro Lan asintiera.
- Mn.
- Yo... cuando era más pequeño creía que soñaba con un ángel – rió avergonzado – Pero no puedes culparme, eres demasiado apuesto y además vistes de blanco, yo realmente lo creía así. Luego comencé a escuchar tu voz diciendo cosas que no deberían decir los ángeles... - volvió a reír– Aunque tu rostro si lo veía en mis sueños no podía recordarlo al despertar, solo tenía la sensación de que realmente eras muy bonito – Lan WangJi miró hacia abajo, esforzándose tanto en esconder su rostro como sus orejas ruborizadas– Los sueños contigo a veces eran extraños, pero siempre tenían buenas sensaciones, es como si a pesar de que estuviera en el peor de los escenarios fuera un alivio escuchar tu voz – confesó con una voz tímida a Lan WangJi– Entonces... tu y yo... es decir yo a ti... ¿te gusto? – preguntó sin mirarlo a los ojos, pero Lan WangJi si lo miró por la sorpresa.
El segundo maestro Lan estaba congelado. Si bien movió sus labios para decir algo realmente ni una palabra salió de ellos, entonces hizo lo único que podía hacer en ese momento, asintió.
- Mn– Wei WuXian lo miró con un brillo latente en sus ojos.
- Entonces... es cierto – susurró. Fue el turno de Lan WangJi de inclinar el rostro a un costado de forma dudosa– Tengo estos sentimientos pero no sabía si eran correspondidos – balbuceó – Como no podía saberlo, no estaba seguro de si te incomodaría con ellos, no sabía cómo debía tratarte... pero ahora lo entiendo. ¡Es por eso que me siento de esta manera cuando estás cerca! Viniste por mí... – concluyó con ojos húmedos. Lan WangJi continuaba congelado aún con la cabeza inclinada pero sus labios se habían separado unos milímetros.
- ¿Tú... tus... sen-sentimientos? – las palabras se trabaron en su boca. En su mente se dibujó la idea de que debía explicarle más al adolescente, aclarar lo que había sido su relación en el pasado, pero ante la revelación de los sentimientos que estaban presentes en el adolescente realmente no lograba decidir qué decir, además de que las últimas palabras eran completamente ciertas: cada vez que Lan WangJi salía de cacería era con la intención de buscar a Wei WuXian. Cuando éste asintió en su dirección para corroborar lo que había dicho, Lan WangJi solo pudo seguir el fuerte impulso de tomar su mano con cierta lentitud sin ser capaz de mirarlo y la llevó hasta su corazón que bombeaba con intensidad y rapidez. El adolescente soltó una risa encantada por el gesto.
- Entonces, ¿viniste por mí?
- Mn – asintió, y recibió una radiante sonrisa que lo hizo respirar con cierta dificultad. Algo en él se mezclaba con la emoción que sentía en ese momento, y es que considerando lo abstracta de la situación en que él adolescente no recordaba su pasado, no era de extrañar que estuviera confundido con respecto a sus sentimientos. Ante esa desilusión eliminando parte de su esperanza, se planteó así mismo que incluso si Wei WuXian ahora estaba equivocado sobre lo que sentía y que en cuanto recordara y entendiera, probablemente cambiaría aquello, él permanecería a su lado.
La mano del adolescente que se mantenía sujeta en el pecho del mayor buscó los dedos de la mano con suave y blanca piel, hasta que los entrelazaron y la sujetó con fuerza.
- Jamás te soltaré – prometió.
La manzana de Lan WangJi subió y bajó, él sabía muy bien cómo era la intensidad de Wei WuXian una vez tenía un blanco para ella, y aunque la idea de ser atesorado por él aunque fuera un par de días le causaba una emoción que lo hacía temblar, temía que su autocontrol no fuera lo suficientemente resistente. Pero debía serlo, porque aprovecharse de una situación como esa no era una opción para él.
- ¡Lan Zhan, mira! – pequeñas luces parecían bailar bajo sus pies, algunas eran de un fuerte dorado, otras más plateadas y otras conservaban un tono azulado. Se sacudían entre las hierbas del campo que estaba debajo de ellos.
- ¿Son almas? - Lan WangJi estaba impresionado con la facilidad con la que se dejaban mostrar, además del fuerte de su color, las almas usualmente se escondían del mundo físico y una vez presentes eran difíciles de visualizar.
- Así es, estamos justo sobre el santuario de la montaña. A esta hora Shaymin les ofrece honores y ellas se hacen presente para agradecer – el adolescente notó un brillo de anhelo en los ojos del hombre de blanco - ¿Quieres ir?
- Mn.
- Vamos, Shaymin estará feliz de que vayamos juntos – Lan WangJi no estuvo seguro si él "juntos" se refería a lo que él creía, pero descendió con suavidad mientras una de sus manos sujetaba la cintura del Wei WuXian y la otra aún permanecía con sus dedos entrelazados. Aunque él más joven se dio cuenta de que debía ser incómodo, no lo soltó, y una vez estuvieron cerca del suelo se bajó y caminó sin soltarlo. El segundo maestra Lan tuvo que enfundar Bichen con una sola mano y permaneció disfrutando en silencio del tacto de sus pieles tocándose.
El santuario consistía en un gran jardín salvaje con flores de fuertes colores que en la suavidad de la noche y bajo las suaves luces de las almas parecía un paisaje de ensueño. Pisaron la hierba a medida que avanzaban, y el adolescente jaló a Lan WangJi hasta estar en frente de lo que parecía un altar de ofrendas, luego soltó su mano para encender un par de velas. Un alma con sutil tono azul rodeó al hombre de blanco y se posó en frente, cuando él estiró la mano esta se acomodó en ella permaneciendo allí.
- Es cálida... - susurró con cierta emoción en su voz.
- ¿Hu? No suelen dejarse atrapar... al menos yo nunca he podido – en un impulso Wei WuXian movió la mano con rapidez para intentar atrapar la luz que estaba en la mano de Lan WangJi, pero esta dio un giro escapando del quinceañero y luego volviendo a posarse sobre la mano del más alto - ¿Eh? Solo te quiere a ti.

Lan WangJi entendió el por qué y con cierta tristeza y añoranza juntó sus manos para sentir con ambas la calidez que se expandía alrededor de la luz.
- Sí es – confirmó Shaymin mientras caminaba en dirección a ellos, mantuvo cierta distancia con el ceño fruncido– Lan WangJi, ¿por qué no tocas algo para ella? Tú, Wei Ying, ven conmigo.
- ¿Ah? ¿Ahora? Pero yo también quiero escuchar a Lan Zhan – protestó con un puchero en sus labios, por lo que Lan WangJi lo consoló
- Lo haré después, ve.
Con mala cara ambos discípulos se alejaron del santuario, pero Wei WuXian estuvo seguro de que escuchó la voz del segundo maestro Lan preguntar:
- ¿Mamá? –antes de poder voltear, el niño jaló de él.

- La maestra BaoShan está débil – le soltó atrayendo su atención por completo solo con ello.
- ¿Qué ocurrió?
- Es por el amuleto que trajeron, el destruirlo le afectó y me temo que aún no viene lo peor.
- ¿Peor?
- La energía resentida la aturdió y parece resistirse a irse, necesito que nos ayudes para purificar su alma antes de que afecte su sistema de defensas o tendrá fiebre y la última vez que la maestra BaoShan tuvo fiebre... - se cortó así mismo apretando los labios.
- ¿Qué? ¿Qué sucedió? – preguntó a medida que avanzaban más hasta casi subir las escaleras.
- Ya sabes que el espíritu de la maestra está arraigado al espíritu de esta montaña, usualmente no tiene consecuencias pero si la maestra se encuentra en un estado mentalmente perturbado, la montaña suele sentirlo a modo de dolor y se sacude, incluso la barra de protección en donde estamos se ha sacudido las veces en que enfermó.
- ¿A qué te refieres con sacudir? – Shaymin suspiró.
- Espero que no tengas que saberlo – respondió finalmente.

Lan WangJi se acomodó en la hierba, recostó su guqín en una roca pareja y comenzó a tocar una canción que aprendió en su infancia, la primera que aprendió en el guqín y que era precisamente la favorita de su madre. Ya no la tocaba con notas básicas, ahora podía darse el lujo de presentárselo con tonalidades distintas que parecían adornar suavemente la melodía. El alma se sacudió y pareció emanar vibraciones de su suave color azul. Lan WangJi era experto en el lenguaje de las almas, no al mismo nivel que Shaymin, pero sabía cómo tratarlas, sabía cómo hablar con ellas a través de su instrumento y por primera vez preguntó lo único que quería saber en torno a su madre.
Una vez terminada la canción, tocó una tonalidad a modo de pregunta melodiosa para él y clara para el alma:
"Mamá, ¿estás bien ahora?" – quería agregar más, si estaba en paz, si encontró tranquilidad, libertad, descanso, pero sabía que no era necesario detallar. La respuesta llegó casi de inmediato.
"Sí"
Suspiro aliviado. Siempre se había preguntado dónde había ido a parar el alma de su madre, si es que había reencarnado, partido o se hubiera visto lastimada hasta ser fragmentada por la manera en que acabó su vida. Obtener una respuesta lo hizo respirar más ligero.
Permaneció unos segundos quieto, en silencio, el alma no pareció querer añadir más y él tampoco necesitó más, por lo que continuó tocando para ella. Esta vez quería enseñarle una melodía que había nacido desde lo más profundo de su corazón para una persona especial.
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Wei WuXian estaba junto a la maestra BaoShan colocando paños fríos sobre su frente para evitar una fiebre que amenazaba con elevarse. Shaymin había ido a preparar comida para ella y él adolescente se había quedado cuidándola, traspasándole cada tanto energía espiritual. 
Mientras miraba el rostro de BaoShan pensó en que ella realmente era una mujer muy atractiva y se debió haber contado con un sin número de pretendientes en su juventud, e incluso cuando ya había alcanzado la inmortalidad. De pronto quiso saber si es que había alguna historia de amor en su vida o solo algún relato de afecto, lazo o si existía una persona a quien ella extrañara, considerando que su edad era tan duradera que incluso había mantenido amistad con muchos fundadores de las grandes sectas. Wei WuXian sabía que ella debía haber visto morir a varias generaciones tanto fuera como dentro de la montaña. Siempre quiso saber más de ella, pero como para tantas cosas simplemente creía no tener derecho. ¿Por qué? Él sabía la respuesta, siempre la supo y aunque la rechazó cada vez que se presentó en su mente, siempre sus pensamientos lo llevaban a lo mismo, la respuesta era tan simple como que no se sentía en su hogar, no sentía derecho a preguntar por la descendencia de una secta que si bien lo adoptó, él no lograba encajar en ella. Esa pesada creencia, alimentada en gran parte por sus sueños, tenía cada vez más sentido desde que Lan WangJi se había presentado. La sensación de estar junto a él era muy diferente, era como si su alma fuera capaz de reconocer su compañía y hacerle sentir que junto a él era donde pertenecía, la idea de irse con él se presentó con tanto poder como la culpa junto a ella. Si llegaba a irse, rompería el corazón de Mei Fen y no quería imaginar la decepción en los ojos de Shaymin, la única persona que estaba seguro esperaba esa decisión incluso antes de que él hubiera tenido la clara idea, estaba en frente de él, débilmente en cama.
- Wei Ying... - escuchó la voz indiscutible de la mujer, aún tenía los ojos cerrados.
- Aquí – susurró acercándose más a ella - ¿Necesita algo?
- Agua... - le respondió con cierta mueca extraña que nunca había visto. Corrió a servirle agua y luego la ayudó a sentarse para que la bebiera, sujeto su espalda para que su mano fuera un respaldo en que pudiera apoyarse. Ella le devolvió el tazón vacío y con bastante esfuerzo logró sentarse a medias – No estoy tan mal, solo necesito descansar así que puedes irte.
Wei WuXian arrugó el semblante, llevarle la contra era una falta de respeto, pero realmente no quería dejarla sola.
- Lan WangJi se irá temprano, deberías ir con él ahora – el quinceañero negó con la cabeza. BaoShan sonrió – No es tu culpa lo que ocurrió – él suspiró – Wei Ying.
- Me quedaré – dijo con un puchero en la boca, aunque realmente su tono no sonaba seguro.
- Wei Ying.
- No, no me iré – repitió esta vez sonando más seguro, BaoShan suspiró divertida.
- ¿Cómo se supone debo dormir contigo aquí? – Wei WuXian a veces olvidaba que a las mujeres debía darles más privacidad, acostumbrado a tratar a Mei Fen como una igual se quedó allí sentado, incómodo, pensando.
- Mmm... me taparé los ojos – ella medio sonrió por su respuesta.
- Wei Ying, mañana se irá Lan WangJi – le recordó, justo cuando pensaba en contestar ella prosiguió – ¿Te ha dicho que tiene permitido volver a visitarte? – él asintió - Pero no creo que eso pueda extenderse de una o dos visitas – el corazón de Wei WuXian dio un brinco.
- ¿Una o dos? ¿Por qué? – elevó el tono en alarma.
- Lan WangJi es el hermano menor del líder de secta GusuLan, tiene deberes y además, es casi imposible que nos visite con frecuencia sin poner en peligro la seguridad de nuestra ubicación.
- Pero... él no diría nada, sé que no lo conozco hace tanto tiempo, pero estoy seguro de eso. – ella suspiró cansada.
- Hablo de que lo sigan Wei Ying.
- Pero...
- ¿Pero? – la mujer lo miró a la espera, el quinceañero bajó la mirada y susurró muy bajo.
- No quiero...– sabía que sonaba como un niño enfurruñado.
- Entonces ve con él – dijo con palabras ligeras, simples, como si la acción no tuviera ninguna dificultad y fuera la solución más obvia. Entonces el adolescente tuvo el ácido pensamiento de que su maestra lo quería fuera de la secta y el descubrimiento de aquello no lo dejó contestar. Siempre se había comportado de tal forma que solo ocasionaba problemas, pero nunca creyó que eso terminaría por acabar con la paciencia de la propia BaoShan. Ahora le hacía sentido que desde que Lan WangJi apareciera ella le hubiera dado aquella opción.
Se puso de pie y habló con voz contenida.
- Maestra, iré a ver si Shaymin terminó la comida – cuando BaoShan iba a contestar él ya había salido a trotes de la habitación. No fue con Shaymin, ni siquiera se acercó a la cocina, corrió a buscar a Lan WangJi.