domingo, 10 de mayo de 2020

Intrínseco - Capítulo 27: Reglas, Parte 5


Wei WuXian admitía que estaba agotado. A pesar de haberse dormido la mayoría de la clase de Lan Qiren, el hecho de mantener la espalda recta lo hacía sentir adolorido y por ende, perezoso. Comenzó a dormitar mientras esperaba que Lan WangJi terminara de cenar.

- Wei Ying – lo llamó desde el otro extremo de la mesa, y cuando Wei WuXian lo miró para responder a su llamado, notó que su tazón estaba casi lleno. Tal vez se debía a que comía cuidadosamente y con lentitud, pero el adolescente podía asegurar que él había terminado de comer al menos veinte minutos atrás.

- ¿Mm?

- Ve a recostarte si estás cansado.

- Mm. – al contestar se lanzó al suelo y simplemente se hizo el muerto. Si bien el plan de Wei WuXian era fingir dormir para ser llevado por Lan WangJi en brazos, mientras esperaba que este terminara de comer, realmente se durmió.


.

.

.


El pequeño Wei Ying acariciaba su estómago, ¿cuánto días habían pasado desde su último bocado? No quería pensar en eso y por sobre todo no quería recordar cuan asqueroso había sido, pero el niño había pensado que si los perros podían comer carne cruda en mal estado, él también podría hacerlo... pero se equivocó. No pasó mucho tiempo hasta que vomitó. Ahora, estaba hambriento otra vez. Al menos ya sabía que debía descartar las carnes con malos olores de sus futuras comidas, al igual que el agua de las pozas de lluvia o el agua reunida con alguna espuma de lavado, eso también le causaba dolor estomacal.

Mientras caminaba por una calle repleta de vendedores ambulantes se preguntaba si a alguno le sobraba algo para comer, él se podía conformar con las cascaras. Observó las manzanas en un puesto, rojas, brillantes, se veían dulces y jugosas, la boca se le hizo agua. Caminó hasta el puesto embelesado por la belleza de la venta.

- ¡Chu, chu! Sal de aquí pequeño mendigo, no toques nada, no ensucies. Aléjate – Wei Ying estaba acostumbrado a escuchar aquella frase por lo que ignoró al vendedor, pero entonces vio que tomaba un gran palo y amenazaba con golpearlo. Siendo así, se alejó corriendo. Mientras corría esquivando los cuerpos gigantes a su alrededor sintió vergüenza, no le gustaba que los vendedores lo echaran como a un perro, si bien él a veces comía lo que ellos no se consideraba así mismo un perro. De pronto chocó con un par de largas piernas fuertes.
Wei Ying levantó el rostro, y a medida que elevaba la vista vio lo que era un pulcro vestido blanco con patrones verdosos en sus mangas. Los colores claros se mezclaban entre sí dándole a la mujer de cabellos largos una apariencia suave. El color cristalino en sus ojos hizo que el niño recordara un par de cuentos relatados por su madre.

La mujer lo miró con cierta sorpresa y levantó su mano. Por acto reflejo el niño cerró los ojos como si aquello lo protegiera de alguna agresión, pero lo que sintió a continuación fue algo muy distinto. La mujer de ojos verdes acarició la cinta que estaba en su cabello y se agachó, quedando a su altura.

- Wei Ying – su voz grave hizo que el niño se sintiera aún más pequeño– Tu madre optó por dejar el listón contigo – le dijo mientras acariciaba su cabello. Él miraba sus ojos claros como el cristal, no podía dejar de mirarlos – Pero tienes una mejor opción que viniendo conmigo hasta la montaña, alguien más te está buscando. - explicó.

- ¿Alguien me busca? – preguntó sin entender, la mujer asintió y sacó de sus ropas una manzana tan roja y brillante como las que habían en el puesto. Wei Ying la tomó y le dio una mordida de inmediato, estaba aún más jugosa de lo que imaginó.

La mujer vio un par de heridas en sus rodillas y manos, volvió a buscar entre sus ropas y luego sacó de ellas una pomada. Con dedos hábiles la aplicó en las heridas del niño. De inmediato esas heridas dejaron de doler y picar, un alivio refrescante lo hizo sonreír.

- Usted es como la inmortal en los cuentos de mamá... – la mujer inclinó su rostro a un costado en una pregunta silenciosa. El niño prosiguió – En todas las historias había una inmortal muy poderosa que vencía a todos los monstruos.

- ¿Por qué dices que se parece a mí?

- Porque mamá decía que tenía el cabello tan largo que tocaba sus rodillas, que vestía de blanco y verde, y que sus ojos eran como el cristal.

- ¿Cómo se llamaba?

- BaoShan – respondió mientras masticaba la manzana. BaoShan SanRen pareció enternecida unos instantes y volvió a dirigir su atención al listón, lo apretó ligeramente para asegurarse de que estuviera firme en el cabello del niño.

- Escúchame Wei Ying, el listón que tienes aquí no puedes quitártelo.

- ¿Por qué?

- Es un tesoro que tu madre dejó para ti – le explicó con paciencia.

- ¿Tesoro? ¿Tiene mucho valor? – Wei Ying había cambiado todos los talismanes que guardaba su madre por un poco de comida, pero nunca pensó que el listón le serviría.

- Sí, pero solo lo tiene para ti así que eres él único que puede usarlo – el niño se sacó el listón y lo miró, inseguro de que el material ya sucio tuviera importancia. La mujer lo tomó y esta vez lo amarró a su muñeca.

- ¿Por qué valdría algo? Varios puestos de aquí venden unos similares.

- Las oportunidades no se pueden comprar.

- ¿Qué? – se rascó la cabeza y luego se limpió la boca con la manga de su túnica – No entendí.

- Te llevaré a un lugar donde cuidarán de ti desde ahora en adelante, a cambio mantén ese listón contigo – Wei Ying sabía que no todos los adultos decían la verdad, pero la mujer no parecía mentir. Además lo había tratado bien y le había dado de comer... Su corazón se sintió un poco esperanzado.

- ¿Habrá comida? – los labios de BaoShan SanRen se curvaron un poco, se puso de pie y le tendió la mano. El niño la tomó y caminó con ella.

La gente al rededor del lugar volteaba a mirar la mujer de aspecto solemne que sujetaba un niño sucio y pegajoso saboreando los restos de una manzana y chupando sus dedos para no perder nada de su jugo.

Llegados a un prado a las afueras de la ciudad, Wei Ying durante todo el camino se concentró en memorizar el lugar por donde caminaban, por si es que la mujer mentía y debía regresar a su refugio cerca de la posada donde sus padres lo dejaron, él aún los esperaba en secreto. Se detuvieron al cruzar un puente.

Otra mujer caminó hacía ellos, no pareció prestarle importancia al niño y ella misma llevaba otros dos consigo, uno mayor y otro menor a él. Esta mujer era más baja, su aspecto era descuidado, fornido hasta hacerse poco femenino, pero los rasgos en su rostro eran finos bajo su cabello despeinado. Lo más destacable eran sus ojos de verde brillante.

- Maestra – saludó con una reverencia frente a ella – Encontré estos huérfanos buscando comida en la basura, el nombre del mayor es Jie Ming, es más grande de los que solemos llevar pero el pequeño no da un paso sin él. Le pido por favor acepte a ambos en la montaña.
BaoShan se dirigió al más pequeño.

- ¿Cómo te llamas? – el niño de ojos grandes respondió a medida que se escondía entre las ropas de su amigo.

- Xiao XingChen– respondió en voz bajita.

- Podemos llevarte a un lugar donde estarás bien pero solo hay lugar para ti – probó. El niño se aferró con fuerza a las ropas de su amigo.

- No abandonaré a Ming Ge – dijo con certeza. Wei Ying, impresionado por la valentía del niño que era menor que él, ya que a penas y se entendía lo que decía, le dio una gran sonrisa.
- Maestra – pareció regañar la mujer de estatura más pequeña – Solo lo está molestando.

BaoShan SanRen suspiró.

Una lámpara de papel llegó hasta los pies de Jie Ming y este la pateó, luego Xiao XingChen hizo lo mismo y comenzaron a jugar. Se alejaron un poco mientras que Wei Ying sujetaba firmemente la mano de BaoShan SanRen, aferrándose a su esperanza.

- ¿Encontraste los cuerpos? – preguntó en un tono más serio.

- Sí... encontré ambos pero en malas condiciones... ha pasado un tiempo considerable después de todo. También descubrimos por qué el alma de ella no llegó a la montaña, esa boba descuidada debió perder el listón... no lo llevaba consigo, pero por suerte Shaymin encontró sus almas rondando muy cerca de sus cuerpos.

- ¿Cómo están?

- Ambas fueron dañadas por la energía resentida del yao, pero Shaymin está convencido de que podrá sanarlas si las cuida el tiempo suficiente. De todas maneras... no encontramos al niño.

- Él estará bien – aseguró.

- Maestra, ¿sabe dónde está? Shaymin estaba ansioso por conocerlo.

- No lo llevaremos con nosotros, de todas maneras estoy segura de que Shaymin lo conocerá en algún momento. Mei Fen, llevaré a los dos niños a la montaña, tú lleva a este pequeño hasta Yunmeng. Déjalo a dos calles de la entrada a la secta YunmengJiang.

- ¿Quién...? – preguntó Mei Fen mientras veía a BaoShan agacharse a la altura del niño.
- Alguien con quien hice un trato, ¿verdad?

Wei Ying asintió.

BaoShan volvió a acariciar su cabello a modo de despedida y se fue sin dedicarle una segunda mirada. En cambio el niño la observó todo el tiempo mientras se alejaba, incluso cuando la otra mujer lo subió en una espada y comenzaron a elevarse, él aún miraba la silueta de BaoShan SanRen.

Durante el trayecto sintió frío y se abrazó al cuerpo de Mei Fen, ella tomó una manta de una bolsa de qiakun y lo acurrucó contra sí. No preguntó su nombre, ni tampoco cómo era que no le temiera a volar en una espada. No pidió información ni cuestionó nada de lo dicho por su maestra. Dejó al niño con la manta a dos calles de la secta en Yunmeng, le compró un bollo al vapor y se marchó. Ella no vio la cinta en su muñeca.

Wei Ying se quedó de pie observando a su alrededor, se sentía decepcionado; no había comida gratis, ni calor ni nadie que lo cuidara, pero se dijo así mismo que no lloraría otra vez. Pensó en buscar refugio en algún lugar pero unas migajas de esperanza le dieron fuerza para soportar el frío y esperar un poco más a pesar de que la noche se avecinaba.

En el atardecer más hermoso que vio alguna vez reflejado en el agua, un barco se detuvo en un puerto frente a él. Tres hombres de uniformes púrpuras estaban allí y saludaban a todos los que se encontraban. En el descuido, el niño vio a un hombre dejar sus panecillos sobre una mesa e ir con los recién llegados. Wei Ying, que ya había vuelto a tener hambre, corrió hasta los panes y les dio una mordida, suspiró mientras la masa caía hasta su estómago. Pocas veces comía tantas veces en un solo día.

- ¡Oye tú, ladrón! – le gritó de pronto el hombre que había abandonado su pan – ¡Págame lo que te comiste! – lo tomó de sus ropas y lo levantó. Wei Ying estaba asustado porque sus pies no tocaban tierra, quería pedir perdón, decirle que él pensó que había abandonado su comida, pero su voz no salía.

- ¿Wei Ying? – una voz suave llegó hasta sus oídos.

- Líder de secta, ¿usted conoce a ese mendigo?

- ¿Wei Ying eres tú? – ahora uno de los hombres con traje púrpura se había acercado a él y lo tomó en sus brazos para mirarlo con más claridad - ¡Eres tú! Te he buscado por todos lados... ¿Cómo llegaste aquí?

El niño lo miraba. ¿Lo conocía? No estaba seguro de ello, pero una vez su madre le dijo que si alguien le hablaba como si lo conociera, siempre respondiera de la misma forma, así no heriría sus sentimientos por si es que efectivamente lo conocía y solo no lo recordaba.

- Hola – le dijo en tono amigable mientras deseaba que sus pies tocaran por fin el suelo.

El hombre le sonrió con verdadera alegría, una sonrisa que nadie le había dedicado a Wei Ying en mucho tiempo.

- Soy Jiang FengMian, tal vez no me recuerdes pero fui amigo de tus padres.

- ¿De papá? ¿De mamá? – el hombre mayor sonrió nuevamente y lo dejó en el piso, esta vez su sonrisa era más calmada, pero aún parecía real.

- Sí. Wei Ying, bienvenido a la secta JunmengJiang.



.

.

.


Despertó por sentir un movimiento cerca de sí, al abrir los ojos vio a Lan WangJi recostarse junto a él. La luz de la única vela encendida daba cierta chispa que suavizaba el claro de sus ojos, por unos instantes el adolescente estuvo seguro de estar soñando.

- ¿Te desperté?

- Mm – asintió mientras se movía para hacerle espacio – Lan Zhan, te estás acostando conmigo – señaló. El mayor se detuvo y comenzó a alejarse, cuando el menor se dio cuenta de inmediato lo jaló hacía sí haciendo que el cuerpo de Lan WangJi cayera sobre el suyo. Lo abrazó, rodeando su cuello con fuerza – No te vayas, no te vayas, solo lo dije porque me impresionó, pero estoy feliz de que lo hagas. Tomate libertades conmigo Lan Zhan, somos así de cercanos, ¿no? – al escuchar la última frase, se tensó de tal modo que Wei WuXian se alejó un poco inseguro - ¿No?

- Mn. – asintió evitando mirar al adolescente. Este, aprovechando la cercanía, le dio un beso rápido en la mejilla.

- Hueles a jabón y sándalo. Ven, acurrúcate junto a mí, si tomaste un baño debes cobijarte pronto – movió el cuerpo de Lan WangJi a su lado de modo que lo acunó con su brazo y el rostro del mayor quedó a la altura de su pecho, entonces el menor acarició su cabello – Siempre hueles bien Lan Zhan – con su mano acarició cerca de su oreja. Sintiendo el calor que emanaba de esta una sonrisa se dibujó en su rostro – Sh, sh, sh – le cantó como si fuera un bebé y dio suaves palmaditas en su espalda. De pronto un suave sonido llegó a sus oídos, como si alguien hubiera soltado el aire de improvisto, más un leve movimiento en los hombros de Lan WangJi lo sorprendió– Lan Zhan tú... ¿Estás riendo? – pero no respondió, solo dio un leve suspiro y se mantuvo quieto. Wei WuXian también se quedó quieto mientras lo escuchaba respirar acompasadamente y una brisa le ocasionaba cosquillas cerca del cuello.

Durante media una hora miró por la ventana entreabierta, la luna creciente sobre el monte lejano le indicaba que debían ser cerca de las diez. Esperó un poco más, y en el momento en que Lan WangJi se removió hacia el costado contrario, el quinceañero de un salto silencioso abandonó la cama. Pocas veces se sentía agradecido de las enseñanzas de Shaymin, por primera vez el arduo entrenamiento para conseguir que no fuera detectado fácilmente, valió la pena.

Buscó sus túnicas exteriores en la oscuridad y se aventuró hacia la salida. Al dar el primer paso se sintió aliviado de haber conseguido escapar con éxito, pero al dar el segundo, chocó de frente con alguien.

- ¡Au! – se acarició la nariz adolorida - ¿Chang? ¿Qué haces tan tarde fuera de la cabaña? ¿Vienes a buscarme para ir a la fiesta? - la cara del discípulo Lan por primera vez pareció demostrar una expresión y Wei WuXian adivinó que Chang realmente quería poner los ojos en blanco. Riéndose le rodeó los hombros y lo llevó con él – Vamos amigo, guíame a la habitación de los Jin.

Caminaron por el solitario lugar durante varios minutos, el adolescente pensó que lo único positivo de que estuvieran alejados de la zona poblada era que por las noches podrían hacer todo el ruido posible y no molestarían a nadie más que Lan WangJi. Pensó que debía crear un talismán para prevenir que las hondas de sonido se acercaran a la cabaña durante la noche, pero ya tendría tiempo de ocuparse de eso.

Al acercarse a la habitación de los Jin, se encontró a OuYang ZiZhen fuera de la habitación.

- ¡Hermano Xian! Te estaba esperando.

- ¿Por qué también estás afuera?

- Ah, es que si entraba solo Jin Ling me sacaría a golpes de ahí... Ey, esos son... ¡SiZhui! ¡JingYi! ¡Vengan a la fiesta! - gritó a ambos jóvenes de traje blanco que volvían de su patrullaje nocturno, antes de esperar a que se acercaran lo suficiente, el joven de la secta OuYang le dio una patada a la puerta de la habitación de los Jin y entró con gran confianza - ¡Levántense aburridos! – tomó la almohada de la cama donde dormía Mo XuanYu y lo golpeó con ella en la cabeza, luego hizo lo mismo con Jin Ling - ¡Vamos a festejar!

- ¿Qué hacen aquí? – preguntó Jin Ling notablemente enfadado y adormilado.

- Vamos a C-E-L-E-B-R-A-R.

Wei WuXian miró a Mo XuanYu que estaba sentado en la cama con solo túnicas interiores, parecía desorientado. Se acercó a él y le acercó sus túnicas exteriores.

- Arriba amigo, al parecer tendremos un festejo aquí.

- ¿Qué está pasando? – preguntó Lan JingYi una vez que entró.

- ¡Esto está pasando! – gritó OuYang ZiZhen mientras sacaba de su bolsa de qiankun una, dos, tres, cuatro botellas de licor. Wei WuXian se levantó de la cama de inmediato. Los jóvenes Lan se miraron entre ellos y con grande alarma en su voz hablaron al mismo tiempo.
- ¡El alcohol está prohibido en La Profundidad de las Nubes!

- Aish, ¿qué no está prohibido aquí? Solo disfruten de su juventud, es la única vez que podrán romper las reglas niños. Hermano ZiZhen, eres muy audaz, tú y yo nos llevaremos bien – Wei WuXian tomó una de las botellas y la chocó con la que el joven OuYang sostenía.
- ¡Por nuestra futura amistad entonces!

- Hermano Mo, hermano Chang, vengan a beber, les serviré un poco.

Lan SiZhui y Lan JingYi no habían reparado en el joven mayor que estaba de pie en la puerta, lo saludaron respetuosamente pero cuando este iba a devolver el saludo, fue jalado por Wei WuXian quien a la fuerza le metió un cuenco con alcohol en la boca. Este tosió de inmediato y arrugó el rostro por el ardor.

- ¿Qué estás haciendo? – preguntó Lan JingYi como si acabara de presenciar una aberración.

- ¡Chang! ¡Por fin veo una reacción en ti!

- Já, hermano Wei – le celebró OuYang ZiZhen – ¡Cualquiera reaccionaría si es ultrajado de esa manera con alcohol! – antes de que el discípulo "Chang" pudiera volver a reaccionar, Wei WuXian ya había empujado otro cuenco en su boca – Eeh, hermano Wei, eso es un poco... agresivo.

- Esto es necesario hermano ZiZhen. Mi querido amigo Chang es enviado a vigilarme, me temo que si no lo hago no terminaremos nuestra celebración. Jóvenes Lan, siéntense con nosotros, miren a su superior Lan, ya está todo borracho con solo dos cuencos – rió – Así que siéntanse en confianza.

El discípulo "Chang", quien había estado mirando de manera concentrada la mesa frunció el ceño y ladeó la cabeza, en una postura relajada e irrespetuosa que solo podía hacerles concluir que efectivamente estaba ebrio. De pronto sirvió con movimientos torpes dos cuencos y se los puso en frente a los hermanos Lan mientras un hipo interrumpía sus acciones. Luego sirvió otro más y jaló a Mo XuanYu de la túnica para que se sentara en la mesa con ellos y tuviera su propio cuenco.

- Ese es el sentimiento correcto Chang– aduló el quinceañero. Jin Ling se sirvió y miró a Lan SiZhui antes de beber.

- Jin Ling, no te preocupes, esto quedará entre nosotros, ¿verdad jóvenes Lan? – Insistió Wei WuXian. Ambos Lan parecieron dudosos.- Oigan, esto es un paso importante para establecer relaciones fraternas, si ustedes beben pueden considerar que todos los presentes de ahora en adelante seremos sus cercanos – decía mientras le metía otro cuenco en la boca a Chang - ¿Verdad amigo? – le preguntó al mayor, este asintió y otro hipo lo interrumpió haciendo que todos soltaran una carcajada menos los Lan.

- ¿Cercanos? – preguntó SiZhui.

- Sí – corroboró el joven OuYang - ¿Verdad, Jin Ling?

- Sí... cercanos – al escucharlo, Lan SiZhui miró el cuenco con licor como si este fuera una barrera o un reto, asintió para sí mismo, y se bebió el licor de un solo sorbo. A su lado Lan JingYi había desencajado la mandíbula por segunda vez en el día.

- Vamos JIngYi, SiZhui ya lo hizo, es tu turno – este suspiró, cerró los ojos y simplemente dejó que el licor corriera por su garganta, acto seguido comenzó a toser. Otra vez todos rieron.

El discípulo "Chang" se giró y viendo que Mo XuanYu tenía el cuenco en su mano pero no lo acercaba a su boca, con suavidad él lo empujó hasta sus labios, lo miraba como si quisiera pedirle que lo bebiera pero no dijo nada.

- Hermano Chang, ¿por qué tienes tantas ganas de que Mo XuanYu beba alcohol? – el usualmente silencioso Chang se giró y le respondió con una mirada inexpresiva.

- Cercanos – Wei WuXian casi deja salir licor de su boca cuando lo escuchó.

- ¡Hablaste!

- Oh, Chang quiere que sean cercanos... - dijo OuYang ZiZhen, levantando sus cejas.

- No insinué ese tipo de cosas joven OuYang – pidió Lan SiZhui – El joven Lan ZiYuan es primo de Mo XuanYu.

- ¿Ah? – OuYang ZiZhen parecía confundido – ¿Cómo un Lan sería primo de Mo XuanYu?
- Adoptado – respondió él usual discípulo silencioso.

- Oye Chang, sí que te hace bien beber alcohol – aduló Wei WuXian – Entonces tú y XuanYu son primos...

- Mn. – asintió antes de un hipo.

- XuanYu... - Wei WuXian eligió preguntarle a él mientras intentaba que Chang bebiera agua para disipar su hipo - ¿Cómo es que tu primo es un Lan? Cuéntanos, porque él claramente no está en condiciones.

- No es como si quisiera contarte... - murmuró Lan JingYi.

- Bueno... - Mo XuanYu de pronto se sintió nervioso al tener la atención de todos por lo que comenzó a pellizcarse sus dedos, pero su primo a su lado le dio una palmada en ellos, como si quisiera corregirlo con ella. Mo XuanYu lo miró sorprendido, luego le sonrió y se acercó para susurrarle cerca del oído – ¿Me das autorización para contar tu historia? – el discípulo Lan mayor pareció pensarlo un segundo y luego le sonrió totalmente ebrio. El resto se miraba con cierta vergüenza ajena y a susurros bajos, Wei WuXian con OuYang ZiZhen apostaron que al día siguiente Chang no tendría cara para ir a clases y mirarlos a los ojos– ZiYuan es hijo de mi tía, ella y mi madre no se relacionaban de buena manera por lo que siempre competían... - miró a Chang tímidamente, pero el mayor ebrio le seguía sonriendo – Cuando tenía catorce y mi padre formalmente me llevo hasta la secta Jin, ZiYuan era menor... así que no nos relacionamos más... unos años después me enteré de que mi tía había tenido un amorío con un miembro de la secta Lan. Como ella estaba casada cuando mi tío se enteró se enfadó tanto que la golpeó y ella en su defensa lo... mató – la mesa cayó en un fuerte silencio y nadie agregó ni una sola palabra mientras Mo XuanYu volvía a hablar – Todos los sirvientes escucharon la pelea así que mi tía avergonzada intentó escapar, cuando mi abuelo se enterara de lo que hizo, la castigaría entonces... el cadáver de su esposo se transformó en un cadáver feroz por su nivel de resentimiento y la persiguió por toda la casa pero tía no pudo escapar...

- ¿También murió? – preguntó Lan JingYi.

- Así es... su amante sintió remordimiento por lo que quiso castigarse a sí mismo y desertar de la secta Lan, pero antes pidió que aceptaran al hijo de mi tía en la secta.

- Así que así es como Chang se transformó en un discípulo Lan... - susurró Wei WuXian.

- No solo eso... - agregó Lan SiZhui – Se convirtió en uno de los discípulos de confianza de Zewu-Jun así que le fue obsequiada la cinta del clan a pesar de no pertenecer sanguíneamente a la familia.

Todos miraron con adulación al discípulo usualmente serio que ahora sonreía, pero algo pareció perturbarlo cuando tuvo tantas miradas encima. Su rostro comenzó a desfigurarse lentamente hasta que explotó en un llanto exagerado.

- ¿Qué...? – preguntó Jin Ling. Chang se lanzó sobre el regazo de Mo XuanYu mientras lloraba entre sollozos imparables.

- Oh realmente ha bebido demasiado – les dijo Wei WuXian

- No ha bebido – lo corrigió Lan JingYi – Lo hiciste beber.

- Como sea, amigo ZiZhen ¿dónde compraste este licor? Está bastante fuerte – dijo alzando la voz para que se escuchara sobre el llanto de Chang.

- Es originario de Baling – respondió con orgullo en el mismo tono – Es el que usamos en todas las celebraciones de la secta OuYang.

- Mm... si es bueno, aunque he probado mejores.

- ¿Cómo cuál? – preguntó un poco herido el joven OuYang.

- No estoy seguro... no sé el nombre de ese licor, pero ya lo descubriré. ¿Tienes más?

OuYang ZiZhen sacó de su bolsa de qiankun dos botellas más y comenzó a servir para todos. De pronto el discípulo Chang dejó de llorar, pareció pensar algo, tomó un cuenco y lo llevó rápidamente hasta la boca de Lan JingYi, quien no reaccionó hasta ya haberlo bebido. Con ahora dos tragos en su sangre, el rostro del joven Lan comenzó a colocarse de un color rojo intenso y de pronto se puso de pie y se subió a la mesa.

- ¿JingYi? – preguntó asustado Lan SiZhui.

- ¡Falta música aquí! Yo les cantaré un poco.

- ¿Por qué te subes a la mesa idiota? – Jin Ling intentó recoger los cuencos para que no se derramara el licor en ellos.

- ¡Porque no hay escenario!

- Creo que... - susurró Mo XuanYu.

- Está borracho – confirmó Wei WuXian, pero antes de que alguien pudiese decir algo más, Lan JingYi comenzó a cantar mientras movía la cintura.

- Don diablo se ha escapado, tú no sabes la que ha armado ten cuidado yo lo digo por sí. Anda por rincones y se esconde en los cajones de la presa que decida conseguir. Seguir, si sigue así yo se lo voy a decir, que te cante ay mi niña como gozo cuando guiñas, yo quisiera darte un beso chiquitín – movió los hombros en pequeños temblores – Con un swing aquí por allí, un beso chiquitín con un swing aaah un beso chiquitín con un swing.

- ¿Qué carajos es lo que está cantando? – preguntó OuYang ZiZhen.

- No tengo idea – respondió Jin Ling. Todos miraban con los bien abiertos a Lan JingYi, quien de pronto tomó las manos de Lan SiZhui y lo jaló hacia la mesa con él moviéndolo a través de jaladas forzosas.

- Me agarra muy suavemente – continuó cantando – Me acaba en un pispas, no tiene moral y es difícil de saciar, te gusta y todo lo das – cuando terminó de decir aquella frase, todos alrededor comenzaron a reír con fuerza. Incluso el mismísimo "Chang".

Dos horas después Wei WuXian bailaba en medio del campo de entrenamiento de la secta Lan, OuYang ZiZhen bailaba detrás de él imitando todos sus pasos, mientras Lan JingYi les cantaba. Un poco más atrás Jin Ling levantaba las manos y los pies de forma descoordinada y era sostenido gentilmente por la mano de Lan SiZhui, quien se reía de todo lo que este hacía. Mo XuanYu y Chang giraban tomados de la mano a orillas del campo. Si no hubiera sido por el gran ruido que habían hecho tal vez nadie habría notado que acababan de entrar en la zona poblada de la secta, pero ese no fue el caso.
.
.
.

Jiang Cheng estaba revisando papeleo acumulado que llevó consigo hasta Gusu, aprovechando el silencio adelantó trabajo, y cuando comenzó a sentirse cansado preparó agua para tomar un baño. Fue en eso que escuchó los cantos y las fuertes risas provenir desde fuera de su habitación, extrañado salió a mirar. La Profundidad de las Nubes era un lugar tan silencioso que escuchar un canto especialmente desafinado era tan raro como ver una vaca bailando, pero realmente estaba sucediendo. Sin embargo cuando abrió la puerta de su habitación los jóvenes bulliciosos ya se habían alejado un poco.

La puerta de la habitación de enfrente se abrió y un curioso Lan XiChen vestía pulcramente sus perfectas túnicas de líder de secta mientras se rascaba perezosamente los ojos. Jiang Cheng se dio cuenta de que estaba un poco dormido pero debió salir a controlar la situación.

- Así que tienen discípulos rebeldes... - Lan XiChen lo miró frunciendo el ceño. Jiang Cheng nunca le había visto ese rostro adormilado y un poco infantil por lo que no pudo aguantar una carcajada. - ¿Cuántos años tienes? – la pregunta sorprendió al líder de secta Lan y no precisamente porque eran palabras que solía escuchar de otra persona, sino que fue la sonrisa en el rostro de Jiang Cheng lo que lo tomó por sorpresa. ¿Es que alguna vez había visto sonreír al líder de secta Jiang? - ¿Qué?

- Nada.

Lan XiChen dio un paso en dirección al ruido y notó que Jiang Cheng lo seguía.

- Puede volver a la habitación líder de secta, yo me haré cargo.

- No, está bien, no estaba dormido de todas formas y quiero ver cómo es que castigas a tus discípulos– de pronto una voz conocida llegó a los oídos del líder de secta Jiang – Esa voz... ¿Jin Ling? – comenzó a caminar con rapidez y el líder de secta se percató de más voces que pudo reconocer con facilidad como la de Lan JingYi y Lan SiZhui, entonces fue que la idea cruzó por su mente al escuchar cantar a los jóvenes Lan. La única manera de que pudiesen estar rompiendo las reglas de tal manera era si estuviesen borrachos, y la única manera de estarlos era bajo la influencia de alguien... alguien que acababa de llegar a la secta Lan.

- Oh no... - apresuró su paso hasta sobrepasar a Jiang Cheng, no podía si quiera imaginar la reacción de este si es que se enteraba de que estaba de vuelta. Todos en el mundo de la cultivación sabían de la obsesión que tenía el líder de secta Jiang y su gran odio hacia el traidor Wei WuXian. A medida que su idea se hacía más y más clara apresuraba más el paso, aun así llego junto a Jiang Cheng frente a los adolescentes. Los inspeccionó: Lan JingYi estaba cantando y bailando, haciendo una ronda con Lan SiZhui y Jin Ling, Lan ZiYuan cargaba en su espalda a Mo XuanYu quien intentaba alcanzar a algo que estaba sobre un árbol.

- ¿Qué carajos? ¿Jin Ling?

- ¡Tío! – respondió alegre, corrió hasta él y lo comenzó a jalar – Ven, baila un poco con nosotros.

- ¿Bailar? ¿Cómo podrás bailar cuando no tengas piernas, eh? ¡Suéltame!

- ¡Ash, líder de secta Jiang es tan gruñón! – le gritó Lan JingYi.

- ¿Y tú quién eres? ¿Es así como educan a los discípulos de GusuLan? – Jiang Cheng se giró dándole la espaldas a los jóvenes para encarar al líder de secta - ¿Es por esto que no querías que viera a mi sobrino? ¿Por qué no pueden controlar a los jóvenes? ¡Jin Ling jamás se había emborrachado!

- Calma líder de secta, solo es u... - se calló cuando lo que fuera que intentaba alcanzar Mo XuanYu en el árbol fue jalado hasta caer al piso, justamente un par de metros atrás de Jiang Cheng. Él accidentado comenzó a reír con fuerza mientras giraba en el piso, el rostro del líder de seca Jiang se congeló y perdió su color.

Él conocía esa risa.

Él creció escuchando esa risa.

Esa risa era inconfundible y él sabía perfectamente a quién le pertenecía.

Entonces se volteó.