sábado, 9 de mayo de 2020

Cuidando tus Sueños - Capítulo 5: A-Zhan

Lan WangJi había pasado un par de noches tranquilas, lo que alentó a Wei WuXian de que su plan estaba funcionando a la perfección, sin embargo llegado el fin de semana nuevamente su inconsciente fue arrastrado a otro escenario en medio de la noche.
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Mucha gente caminaba por los al rededores, se escuchaba a lo lejos la música de un par de tambores, la gente lucía atuendos rojos mientras se acercaba a un sin número de puestos de ventas con amuletos y comida. Definitivamente era un carnaval típico de Gusu.

"¿Ahora, dónde estoy? No estoy seguro de qué celebración sea esta, pero no parece ser un escenario al que deba temerle. Ahora... ¿Dónde está él?"

Comenzó a caminar por los alrededores, sin embargo la cantidad de gente le dificultaba la tarea de encontrar a Lan WangJi, hasta que a sus espaldas escuchó:
- XiChen, ¿dónde está WangJi? – al voltearse y observar la escena, se le secó la garganta. Las dos figuras buscaban con los ojos lo mismo que él, pero ahora entendía por qué no lo había encontrado tan fácilmente.
- No lo sé Tío... hace tan solo unos instantes estaba aquí... - Lan XiChen vestía un pequeño traje rojo en un pequeño cuerpo de un niño de ocho o nueve años, ¡eso significaba que Lan WangJi debía ser aún más pequeño! El corazón de Wei WuXian dio tres latidos fuertes por la emoción.

"¡Conoceré al pequeño Lan Zhan!"

Lan Qiren, quien se veía notoriamente más joven, le dio la orden a un discípulo de esperar en aquel lugar por si el niño volvía, y sin siquiera mortificarse por la situación continuó tranquilo observando el carnaval, pero Lan XiChen se veía inquieto. A pesar de que siguió a su tío sus ojos no dejaban de buscar por los al rededores.

"Lan Qiren realmente tiene mucha confianza en él desde niño... ¿Está seguro de que será capaz de volver por sí mismo? Pero, ¿es que no Lan Zhan debe tener tan solo unos cinco o seis años?"

Corrió por varias calles atestadas de gente observando las frentes de todos los niños, estaba seguro de que reconocería fácilmente a Lan WanJi, sin embargo comenzó a correr cada vez más lento cuando se percató de que no lo encontraba.

"¡Oh no! ¿Y si le sucede algo en este sueño? ¿Es esto un recuerdo de infancia? ¿Debería apresurarme?" A medida que más pensaba en ello más se aterraba, tenía que ser capaz de encontrarlo antes de que algo ocurriera. De pronto vio un puesto que tenía en lo alto una criatura pomposa con un divertido atuendo rojo, un niño estaba en cuclillas intentando alcanzar al conejillo para darle una caricia. Con solo ver su espalda, Wei WuXian estaba seguro de que ese debía ser él.

- ¡Lan Zhan! – el niño se giró al escuchar que habían dicho su nombre. El impacto de ternura que atacó a Wei WuXian al verlo lo paralizó por un instante. La pequeña figura en frente de él tenía rasgos finos, ojos grandes de un fuerte color dorado y mejillas redondas con un leve color rosa en ellas. Llevaba un atuendo color rojo de una tela sumamente fina y tenía bordados en sus mangas con nubes blancas.

"¡Ah! ¡Como quisiera tener un hijo así!" Fue lo primero que pensó.

El niño lo observó con dudas en los ojos y en cuanto lo vio aproximarse hacía él, tomó una postura a la defensiva como si tuviera en frente a un atacante peligroso.
- Tranquilo – le susurró – Tu tío me pidió que viniera a buscarte porque te habías alejado.
- ¿Conoces a tío? – la voz era seria pero adorable. Wei WuXian no pudo contenerse y apretó con suavidad sus mejillas mientras la sonrisa en su cara era tal que le causaba dolor muscular.
- ¡Qué niño tan bonito eres! – de inmediato Lan WangJi se alejó de él luciendo ofendido – No te exaltes Lan Zhan, tu tío dijo que podía acompañarte un momento antes de que tuvieran que regresar.
- ¿Quién eres?
- Soy un amigo de la familia, ven mira – ignorando por completo la resistencia de los pequeños brazos de Lan WangJi, Wei WuXian lo levantó para que tocara el conejo – Acarícialo, vamos... - insistió. Aunque el niño quería alejarse de él, no pudo evitar desviar su atención a la criatura peluda que tenía en frente, incluso sonrió cuando sintió la textura de sus orejas entre las yemas de sus dedos.

"¡Este Lan Zhan sonríe!"

- ¿Te gusta?
- Mn... - asintió antes de apretar los labios con un poco de timidez.
- ¿Lo quieres? – de inmediato Wei WuXian se concentró para manipular el sueño a modo de que la usual bolsita de dinero que portaba Lan WangJi apareciera en su bolsillo.
- Los animales están prohibidos en La Profundidad de las Nubes... pero...
- ¿Pero? – el niño suspiró – Dímelo, tal vez pueda convencer a tu tío para que te deje cuidar de él – el niño negó – Bueno... si no lo quieres...
- A mamá le gustan los conejos... – susurró bajito, tan bajito que Wei WuXian casi no lo escuchó. "Oh... eso no lo sabía."  De pronto el niño se dio vuelta y comenzó a caminar lejos de él con un aura triste. "¿Qué le pasa a este niño? ¡Los niños deben reír! Parece ser que la vida de Lan Zhan lo ha mantenido con preocupaciones desde siempre. Con razón de adolescente era tan amargado como un anciano... que bueno que aparecí en su vida."
- ¡Lan Zhan, espérame! – caminó a su lado y tomó su mano. El niño lo miró aún con dudas en sus ojos - ¿Qué? ¿Aún no me crees que soy amigo de tu familia? Mmm... entonces, ¿cómo sabría que cumples años el 23 de Enero? – el niño abrió los ojos pero luego apartó la mirada.
- No es difícil conseguir esa información.
- Bueno... si ese es el caso, si no fuera cercano a tu familia entonces... ¿Cómo sabría que puedes visitar a mamá solo una vez al mes?
Sabía perfectamente que nadie más que la misma familia manejaba aquella información, el por qué del encierro de su madre, por qué la meditación de su padre, y que los niños tenían prácticamente solo un día al mes para ver a su preciada mamá. Esperó no entristecer con eso a Lan Zhan, pero si es que sucedía estaba seguro podría animarlo. El niño inconscientemente apretó el agarre a su mano y lo miró sorprendido, sus ojos le indicaron a Wei WuXian que ya le creía y que también estaba triste por aquel recordatorio.
- Bueno, Lan Zhan ¿Qué te parece si vamos a jugar?
- ¿Jugar? – la palabra sonaba extraña, como si el adulto a su lado hubiera hablado de marcianos.
"No aprietes sus mejillas, no aprietes sus mejillas", se repitió mientras lo arrastraba hasta un puesto en donde habían niños y padres esperando. El juego trataba de carreras dentro de bolas de papel gigantes, participaban padres e hijos y los premios variaban entre vinos y juguetes.
- ¡Vamos, vamos! ¡Nunca hice esto antes, en la secta donde crecí no habían de estos! – Wei WuXian estaba más emocionado que el mismo Lan WangJi cuando pagó un puesto dentro de la carrera.
- ¿Quieres... jugar... eso? – dijo con dificultad.
Arrastró al niño dentro de una pelota de papel gigante. Notó que el material era altamente resistente y su elasticidad hacía que la pelota revotara fácilmente, vio como los demás padres e hijos ni siquiera podían mantener el equilibrio y caían los unos sobre los otros. Se escuchaban gritos y risas.
- ¡Esto será divertido! – en su emoción se agachó para quedar a la altura de Lan WangJi– Lan Zhan, corre con todas tus fuerzas, ¿sí? ¡El premio es una sonrisa del emperador! – en cuanto Wei WuXian se puso de pie con brusquedad, el peso de la pelota fue hacia su lugar haciendo que Lan WangJi cayera a sus pies. Se sostuvo de su pierna y luego volvió a equilibrarse con algo de dificultad. Bajo los ojos del mayor, el niño parecía avergonzado. Wei WuXian no pudo evitar moverse más para hacer temblar la pelota, y nuevamente el niño cayó pero esta vez él también cayó sobre su pequeño cuerpo y comenzó a reír – ¡Lan Zhan, Lan Zhan, no me puedo poner de pie!
- Me aplastas... - le dijo con dificultad y notoria incomodidad desde debajo de su pecho– Wei WuXian se alejó entre risas.
- ¡Vamos a comenzar la carrera! – gritó el hombre encargado del lugar, de inmediato ambos se pusieron de pie. Wei WuXian no pudo evitar reír al notar el rostro comprometido y concentrado de Lan WangJi - ¡A la cuenta de tres! ¡Uno! ¡Dos! – tomó la mano de Lan WangJi y le guiñó un ojo - ¡Tres!
Comenzaron a correr con dificultad, tan solo habían dado tres zancadas cuando ambos cayeron. Wei WuXian reía al ver las expresiones avergonzadas del niño más que por la situación en sí, intentó ponerse de pie de nuevo y comenzaron a correr, pero Lan WangJi volvió a caer aunque esta vez el adulto allí no se detuvo y corrió mientras el niño daba botes entre los costados del interior de la pelota.
Riendo, vio como el niño en silencio aguantaba un par de golpes que no debían ser demasiado dolorosos e intentaba ponerse de pie sin ayuda en medio del movimiento, cuando por fin lo logró, otra pelota con dos niños dentro de ella chocó con la suya y los hizo volar unos cuantos metros mientras revotaban en el pastizal. El enredo de cuerpos fue tal que Wei WuXian solo reaccionó con abrazar con fuerza Lan WangJi mientras reía, y el niño se aferró fuertemente a su ropa con miedo de recibir algún golpe. La pelota se reventó en cuanto pinchó con un tronco de un árbol dejándolos encerrados y envueltos en un elástico papel.
Wei WuXian salió de allí con el niño en brazos.
- ¿Estás bien, Lan Zhan? – el niño asintió, en cuanto vio sus manos aferradas aún a la ropa del adulto las soltó con un gesto casi exagerado y se removió para ser soltado de aquellos brazos que lo aprisionaban, sin embargo Wei WuXian no lo soltó, acercó su rostro al suyo y tocó sus frentes por un segundo. Luego habló con naturalidad – ¿No te lastimaste, o sí, pequeño Lan Zhan? – el niño negó con la cabeza, su cuerpo estaba tenso.

"Realmente no está acostumbrado al contacto físico... supongo que de toda su familia la única que podría dárselo era su madre..."

El estómago de Lan WangJi crujió.
- Oh, vamos por algo de comida – solo soltó al niño entonces, emparejó la cinta en su frente sin pensarlo dos veces y el niño se alejó un poco, sus ojos estaban incómodos pero ya era tarde, Wei WuXian ya la había tocado. Notó el rojo en las orejas del pequeño.

"¿Por qué está avergonzado ahora? Tal vez me he acercado demasiado..."

- ¿Qué te gustaría comer? – se detuvieron en frente de un puesto de comida. Había bastante para elegir pero el niño no dijo nada, aunque su vista si estaba fija en un par de pequeños baos con rellenos de carnes y verduras.

"Ahora que lo pienso, cada vez que hemos comprado comida en Gusu, Lan Zhan ha comprado de estos... deben ser sus favoritos."

- Un kilo de baozi, por favor – le dijo al vendedor – La mitad con carne y la otra con verduras – el niño lo miró impresionado, no era difícil saber que pasaba por su mente- ¿Te gustan verdad?
- Mn.


Mientras comían sentados en una banca a un extremo del lugar, Wei WuXian miró las estrellas. Los sueños de Lan WangJi eran tan perfectos en cuanto a detalle que ni siquiera se le escapaban los letreros de los locales a su alrededor, incluso el mismo Wei WuXian podía recordar cuales aún existían en aquella reconocida calle en Gusu.

"Es muy extraño que no haya sucedido nada... tal vez el sueño trataba de que Lan Zhan se perdía y pasaba alguna dificultad que yo espanté con mi presencia... ¿Ya debería dejarlo ir?"

El niño comía en silencio mientras volvía a dirigir su mirada al puesto con aquel conejo pomposo.
- Descuida... – le dijo Wei WuXian – Cuando crezcas tendrás muchos de ellos y tú tío te permitirá criarlos.
De pronto se acercaron a él dos hombres vestidos con uniforme blanco, gritaron estando aún a cierta distancia.
- ¡Segundo Amo Lan! ¡Aquí esta! – de inmediato Wei WuXian se puso de pie y corrió hasta esconderse entre medio de la gente. Los ojos confundidos de Lan Zhan lo siguieron hasta que lo perdió, el niño no entendía por qué se había ido, y aunque Wei WuXian lo miraba a la distancia, sintió una leve picazón en el pecho por haberlo dejado sin haberse despedido. – Segundo amo Lan, debemos volver a GusuLan de inmediato.
La voz del discípulo no había sonado para nada tranquila. Alertado, Wei WuXian los siguió por el camino y las largas escaleras. El niño mantenía un paso casi a trote sin preguntar nada, aún llevaba en su mano una pequeña bolsa con baos que parecía negado a soltar.
Sin mayores dificultades, Wei WuXian entró en GusuLan, y saltando de tejado en tejado se aventuró hasta los salones familiares. Buscó a Lan WangJi hasta que dio con el pequeño niño que estaba de pie entre un grupo de personas que, por el grosor de sus cintas, debían ser parte del Clan Lan. Escuchó a unos ancianos decir en voz demasiado alta:
- Después de todo, se suicidó. Así es como acaban los que actúan de malas maneras.
- Tanto esfuerzo que hizo el líder de secta para protegerla y ella hizo esto... creo que nunca agradeció nada.
- Silencio – les pidió Lan Qiren cuando los escuchó. Una mujer que Wei WuXian nunca había visto habló.
- Están los niños presentes, absténganse de decir demasiado – tras decir aquello el silencio se prolongó. Wei WuXian bajó del tejado pero se mantuvo escondido, vio el rostro de Lan Zhan, parecía confundido y aunque no lo demostraba en sus facciones, él podía deslumbrar fácilmente cuando el miedo se reflejaba en su intensa mirada.

"¿Este es... él día en que la madre de Lan Zhan... murió?"

El pensamiento le produjo frío en el pecho.
Lan WangJi comenzó a mirar a ambos lados buscando con desesperación moderada alguna explicación, pero nadie le decía nada ni él parecía atreverse a preguntar. Entonces su tío lo tomó de la mano y lo alejó de allí. Caminaron en silencio con Wei WuXian siguiendo sus pasos hasta llegar a las habitaciones centrales de los discípulos.
- Ve a dormir WangJi– le dijo en cuanto lo soltó. Lan Xichen se aproximó a ellos con algo de angustia en sus ojos.
- Tío... ¿Por qué esta toda la familia reunida?
- También tú ve a dormir XiChen, son asuntos de adultos.
- Pero...
- Son más de las nueve– su tono dictatorial hizo que Lan XiChen no se atreviera a agregar algo más, sin embargo el pequeño niño de ojos dorados habló.
- Tío, hoy hice los deberes que correspondía al día de mañana. ¿Podría mañana ir más temprano con mamá? – Lan Qiren se frenó y cerró sus ojos con pesar antes de voltearse a ellos y responder con un tono ronco pero severo.
- Ya no necesitan ir más a ese lugar, se pueden enfocar solo en sus estudios desde ahora.
Lan WangJi abrió sus ojos visiblemente asustado y miró a su hermano buscando una respuesta, pero Lan XiChen no dejaba de mirar a su tío con ojos llorosos. Él pareció entender la situación, como si ya la hubiese sospechado.  
- Hermano... - le susurró el pequeño.
- A dormir WangJi.
- Hermano... ¿Qué sucede?
- Son más de las nueve, eso sucede – el mayor le sonrió y abrió la puerta de la habitación que al parecer compartían.
Wei WuXian se quedó allí quieto y tragó saliva para intentar aminorar el nudo en su garganta.

"Lan Zhan nunca ha sido expresivo, aunque definitivamente en este tiempo sus emociones eran más fáciles de percibir, de todas maneras es retraído... pero sus ojos... tienen miedo."

Vio como Lan XiChen jalaba a su hermano hasta la habitación. Desde fuera observó la silueta del niño pequeño de pie inmóvil sin parecer querer dormir, luego la silueta más alta se le acercó, pareció decirle algo mientras apoyaba una mano en su hombro y se alejó. La sombra del niño quedó allí, de pie. A pesar de eso, la luz en la habitación se apagó.
Se paseó por los al rededores y notó una novedad con respecto a este sueño; extrañamente a pesar de que el pequeño Lan WangJi se había ido hasta su habitación, el contexto del sueño seguía funcionando de manera particular, de modo que Wei WuXian concluyó que el niño estaba prestando atención a lo que estaba ocurriendo fuera de la habitación y que probablemente el ya adulto Lan WangJi, sabiendo lo que ocurrió, haya recreado escenarios sobre ello. Si es que realmente sus hipótesis eran acertadas, creyó poder tomar ventaja de ello.
Se escabulló para evitar la multitud y entró en la habitación que rodeaban la gente, efectivamente allí había un cuerpo cubierto con una sábana. Esperó a que un discípulo saliera del lugar y una vez solo, levantó la sábana de la persona allí tendida.
El rostro era sumamente familiar pero no porque lo hubiese visto antes, sino que era debido a la gran similitud de sus facciones con las de Lan WangJi. La forma de sus ojos, de sus pómulos y los labios eran considerablemente parecidos, las pestañas crespas daban una suave sombra bajo sus ojos y había un color rojizo rodeando su cuello como si fuera un ajustado collar.
Wei WuXian observó la marca y estuvo seguro que debió haberse realizado con una tela fina y firme como lo era un cinturón del traje de secta Lan. No queriendo molestar demás, volvió a tapar el cuerpo y se fue.
Caminó hasta las habitaciones, al parecer alrededor de las diez ya no quedaba nadie despierto. A hurtadillas se dirigió a la habitación de los hermanos Lan y abrió la puerta. Al extremo izquierdo dormía Lan XiChen en una posición perfecta, y al extremo izquierdo había otra cama, pero estaba vacía.
- ¿Lan Zhan? – llamó en un susurro. Fue entonces que notó que el pequeño Lan WangJi seguía en el mismo lugar en donde había estado cuando las luces se apagaron. En la penumbra Wei WuXian no lo había visto, por lo que luego del susto se acercó a él.
- ¿Qué haces aquí? – el niño parecía desconfiado.
- Te dije que soy amigo de tu familia, ¿no?
- Mn.
- Hay alguien que quiere verte ahí afuera... - Lan WangJi inclinó su cabeza a un costado y Wei WuXian debió sujetarse sus propias manos para evitar apretar sus mejillas – Vamos, ve afuera.
El niño hizo lo que le pidió y mientras buscaba a alguien con la mirada, Wei WuXian usó los talismanes para controlar el sueño. De pronto la figura de la bella Madam Lan apareció caminando en dirección a Lan Zhan. Dejó que la consciencia de Lan WangJi tuviera el control de la figura femenina de modo que desligó y suplicó para sus adentros que nada extraño o trágico ocurriera.
- ¿A-Zhan? – preguntó ella con una sonrisa sutil y suave, similar a la permanentemente visible en el rostro de Lan XiChen.
- Mamá... - susurró, su tono fue una mezcla de alivio y añoranza. El corazón de Wei WuXian se apretó, pero solo se acrecentó cuando notó que la barbilla de Lan WangJi estaba temblando y su labio inferior sobresalía en un puchero. Él no corrió hacía a ella, la saludó respetuosamente mientras parecía querer controlar la humedad en sus ojos. Para sorpresa de Wei WuXian, la mujer no dejó de acercarse y una vez estuvo en frente, lo abrazó.
"Oh... o ella realmente era así de efusiva o es que Lan Zhan quería que esto sucediera."
- ¿Por qué te ves tan triste, A-Zhan? ¿Es que no puedes dormir?
- Mn. – dijo el niño inmóvil que escondía el rostro en el pecho de su madre. No la abrazaba pero recibía de buena gana el tacto y las caricias en su cabello.
- Ven, vamos a la cama, mamá te hará dormir como cuando eras más pequeño – ella lo sujetó de la mano y caminó con él hacia la habitación.
- No soy pequeño.
- Oh cierto, eres grande A-Zhan, casi todo un adulto – su frase fue acompañada con una risita al final. Entonces entraron a la habitación y cerraron la puerta.

Wei WuXian estaba de pie afuera, apoyado en un pilar, suspiró mientras miraba las estrellas. 
Lentamente todo a su alrededor comenzó a borrarse y supo que la atención de Lan WangJi debía estar por completo en su madre, de modo que el resto del contexto ya no importaba para su subconsciente. Creyó que lo dejó en buenas manos y rompió uno de los sellos para salir del sueño.
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Despertó un poco aturdido, con dolor de cabeza. Ya amanecía afuera y debían ser alrededor de las seis de la mañana, pero a su lado, Lan WangJi dormía profundamente con su rostro apoyado en su hombro. Wei WuXian le dio un beso en la frente y se volvió a acomodar para dormir, después de todo, aún faltaba para que fueran las nueve.