Lan WangJi había pasado un par de noches tranquilas, lo que alentó a
Wei WuXian de que su plan estaba funcionando a la perfección, sin embargo
llegado el fin de semana nuevamente su inconsciente fue arrastrado a otro
escenario en medio de la noche.
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Mucha gente caminaba por los al rededores, se escuchaba a lo lejos
la música de un par de tambores, la gente lucía atuendos rojos mientras se
acercaba a un sin número de puestos de ventas con amuletos y comida.
Definitivamente era un carnaval típico de Gusu.
"¿Ahora,
dónde estoy? No estoy seguro de qué celebración sea esta, pero no parece ser un
escenario al que deba temerle. Ahora... ¿Dónde está él?"
Comenzó a caminar por los alrededores, sin embargo la cantidad de
gente le dificultaba la tarea de encontrar a Lan WangJi, hasta que a sus
espaldas escuchó:
- XiChen, ¿dónde está WangJi? – al voltearse y observar la escena,
se le secó la garganta. Las dos figuras buscaban con los ojos lo mismo que él,
pero ahora entendía por qué no lo había encontrado tan fácilmente.
- No lo sé Tío... hace tan solo unos instantes estaba aquí... - Lan
XiChen vestía un pequeño traje rojo en un pequeño cuerpo de un niño de ocho o
nueve años, ¡eso significaba que Lan WangJi debía ser aún más pequeño! El
corazón de Wei WuXian dio tres latidos fuertes por la emoción.
"¡Conoceré
al pequeño Lan Zhan!"
Lan Qiren, quien se veía notoriamente más joven, le dio la orden a
un discípulo de esperar en aquel lugar por si el niño volvía, y sin siquiera
mortificarse por la situación continuó tranquilo observando el carnaval, pero
Lan XiChen se veía inquieto. A pesar de que siguió a su tío sus ojos no dejaban
de buscar por los al rededores.
"Lan
Qiren realmente tiene mucha confianza en él desde niño... ¿Está seguro de que
será capaz de volver por sí mismo? Pero, ¿es que no Lan Zhan debe tener tan
solo unos cinco o seis años?"
Corrió por varias calles atestadas de gente observando las frentes
de todos los niños, estaba seguro de que reconocería fácilmente a Lan WanJi,
sin embargo comenzó a correr cada vez más lento cuando se percató de que no lo
encontraba.
"¡Oh no!
¿Y si le sucede algo en este sueño? ¿Es esto un recuerdo de infancia? ¿Debería
apresurarme?" A medida que más pensaba en ello más se aterraba, tenía que
ser capaz de encontrarlo antes de que algo ocurriera. De pronto vio un puesto
que tenía en lo alto una criatura pomposa con un divertido atuendo rojo, un
niño estaba en cuclillas intentando alcanzar al conejillo para darle una
caricia. Con solo ver su espalda, Wei WuXian estaba seguro de que ese debía ser
él.
- ¡Lan Zhan! – el niño se giró al escuchar que habían dicho su
nombre. El impacto de ternura que atacó a Wei WuXian al verlo lo paralizó por
un instante. La pequeña figura en frente de él tenía rasgos finos, ojos grandes
de un fuerte color dorado y mejillas redondas con un leve color rosa en ellas.
Llevaba un atuendo color rojo de una tela sumamente fina y tenía bordados en
sus mangas con nubes blancas.
"¡Ah!
¡Como quisiera tener un hijo así!" Fue lo primero que pensó.
El niño lo observó con dudas en los ojos y en cuanto lo vio
aproximarse hacía él, tomó una postura a la defensiva como si tuviera en frente
a un atacante peligroso.
- Tranquilo – le susurró – Tu tío me pidió que viniera a buscarte
porque te habías alejado.
- ¿Conoces a tío? – la voz era seria pero adorable. Wei WuXian no
pudo contenerse y apretó con suavidad sus mejillas mientras la sonrisa en su
cara era tal que le causaba dolor muscular.
- ¡Qué niño tan bonito eres! – de inmediato Lan WangJi se alejó de
él luciendo ofendido – No te exaltes Lan Zhan, tu tío dijo que podía
acompañarte un momento antes de que tuvieran que regresar.
- ¿Quién eres?
- Soy un amigo de la familia, ven mira – ignorando por completo la
resistencia de los pequeños brazos de Lan WangJi, Wei WuXian lo levantó para
que tocara el conejo – Acarícialo, vamos... - insistió. Aunque el niño quería
alejarse de él, no pudo evitar desviar su atención a la criatura peluda que
tenía en frente, incluso sonrió cuando sintió la textura de sus orejas entre
las yemas de sus dedos.
"¡Este
Lan Zhan sonríe!"
- ¿Te gusta?
- Mn... - asintió antes de apretar los labios con un poco de
timidez.
- ¿Lo quieres? – de inmediato Wei WuXian se concentró para manipular
el sueño a modo de que la usual bolsita de dinero que portaba Lan WangJi
apareciera en su bolsillo.
- Los animales están prohibidos en La Profundidad de las Nubes...
pero...
- ¿Pero? – el niño suspiró – Dímelo, tal vez pueda convencer a tu
tío para que te deje cuidar de él – el niño negó – Bueno... si no lo quieres...
- A mamá le gustan los conejos... – susurró bajito, tan bajito que
Wei WuXian casi no lo escuchó. "Oh...
eso no lo sabía." De pronto el niño se dio vuelta y comenzó
a caminar lejos de él con un aura triste. "¿Qué
le pasa a este niño? ¡Los niños deben reír! Parece ser que la vida de Lan Zhan
lo ha mantenido con preocupaciones desde siempre. Con razón de adolescente era
tan amargado como un anciano... que bueno que aparecí en su vida."
- ¡Lan Zhan, espérame! – caminó a su lado y tomó su mano. El niño lo
miró aún con dudas en sus ojos - ¿Qué? ¿Aún no me crees que soy amigo de tu
familia? Mmm... entonces, ¿cómo sabría que cumples años el 23 de Enero? – el
niño abrió los ojos pero luego apartó la mirada.
- No es difícil conseguir esa información.
- Bueno... si ese es el caso, si no fuera cercano a tu familia
entonces... ¿Cómo sabría que puedes visitar a mamá solo una vez al mes?
Sabía perfectamente que nadie más que la misma familia manejaba
aquella información, el por qué del encierro de su madre, por qué la meditación
de su padre, y que los niños tenían prácticamente solo un día al mes para ver a
su preciada mamá. Esperó no entristecer con eso a Lan Zhan, pero si es que
sucedía estaba seguro podría animarlo. El niño inconscientemente apretó el
agarre a su mano y lo miró sorprendido, sus ojos le indicaron a Wei WuXian que
ya le creía y que también estaba triste por aquel recordatorio.
- Bueno, Lan Zhan ¿Qué te parece si vamos a jugar?
- ¿Jugar? – la palabra sonaba extraña, como si el adulto a su lado
hubiera hablado de marcianos.
"No
aprietes sus mejillas, no aprietes sus mejillas", se repitió
mientras lo arrastraba hasta un puesto en donde habían niños y padres
esperando. El juego trataba de carreras dentro de bolas de papel gigantes,
participaban padres e hijos y los premios variaban entre vinos y juguetes.
- ¡Vamos, vamos! ¡Nunca hice esto antes, en la secta donde crecí no
habían de estos! – Wei WuXian estaba más emocionado que el mismo Lan WangJi
cuando pagó un puesto dentro de la carrera.
- ¿Quieres... jugar... eso? – dijo con dificultad.
Arrastró al niño dentro de una pelota de papel gigante. Notó que el
material era altamente resistente y su elasticidad hacía que la pelota revotara
fácilmente, vio como los demás padres e hijos ni siquiera podían mantener el
equilibrio y caían los unos sobre los otros. Se escuchaban gritos y risas.
- ¡Esto será divertido! – en su emoción se agachó para quedar a la
altura de Lan WangJi– Lan Zhan, corre con todas tus fuerzas, ¿sí? ¡El premio es
una sonrisa del emperador! – en cuanto Wei WuXian se puso de pie con
brusquedad, el peso de la pelota fue hacia su lugar haciendo que Lan WangJi
cayera a sus pies. Se sostuvo de su pierna y luego volvió a equilibrarse con
algo de dificultad. Bajo los ojos del mayor, el niño parecía avergonzado. Wei
WuXian no pudo evitar moverse más para hacer temblar la pelota, y nuevamente el
niño cayó pero esta vez él también cayó sobre su pequeño cuerpo y comenzó a
reír – ¡Lan Zhan, Lan Zhan, no me puedo poner de pie!
- Me aplastas... - le dijo con dificultad y notoria incomodidad
desde debajo de su pecho– Wei WuXian se alejó entre risas.
- ¡Vamos a comenzar la carrera! – gritó el hombre encargado del
lugar, de inmediato ambos se pusieron de pie. Wei WuXian no pudo evitar reír al
notar el rostro comprometido y concentrado de Lan WangJi - ¡A la cuenta de
tres! ¡Uno! ¡Dos! – tomó la mano de Lan WangJi y le guiñó un ojo - ¡Tres!
Comenzaron a correr con dificultad, tan solo habían dado tres
zancadas cuando ambos cayeron. Wei WuXian reía al ver las expresiones
avergonzadas del niño más que por la situación en sí, intentó ponerse de pie de
nuevo y comenzaron a correr, pero Lan WangJi volvió a caer aunque esta vez el
adulto allí no se detuvo y corrió mientras el niño daba botes entre los costados
del interior de la pelota.
Riendo, vio como el niño en silencio aguantaba un par de golpes que
no debían ser demasiado dolorosos e intentaba ponerse de pie sin ayuda en medio
del movimiento, cuando por fin lo logró, otra pelota con dos niños dentro de ella
chocó con la suya y los hizo volar unos cuantos metros mientras revotaban en el
pastizal. El enredo de cuerpos fue tal que Wei WuXian solo reaccionó con
abrazar con fuerza Lan WangJi mientras reía, y el niño se aferró fuertemente a
su ropa con miedo de recibir algún golpe. La pelota se reventó en cuanto pinchó
con un tronco de un árbol dejándolos encerrados y envueltos en un elástico
papel.
Wei WuXian salió de allí con el niño en brazos.
- ¿Estás bien, Lan Zhan? – el niño asintió, en cuanto vio sus manos
aferradas aún a la ropa del adulto las soltó con un gesto casi exagerado y se
removió para ser soltado de aquellos brazos que lo aprisionaban, sin embargo
Wei WuXian no lo soltó, acercó su rostro al suyo y tocó sus frentes por un
segundo. Luego habló con naturalidad – ¿No te lastimaste, o sí, pequeño Lan
Zhan? – el niño negó con la cabeza, su cuerpo estaba tenso.
"Realmente
no está acostumbrado al contacto físico... supongo que de toda su familia la
única que podría dárselo era su madre..."
El estómago de Lan WangJi crujió.
- Oh, vamos por algo de comida – solo soltó al niño entonces,
emparejó la cinta en su frente sin pensarlo dos veces y el niño se alejó un
poco, sus ojos estaban incómodos pero ya era tarde, Wei WuXian ya la había
tocado. Notó el rojo en las orejas del pequeño.
"¿Por qué
está avergonzado ahora? Tal vez me he acercado demasiado..."
- ¿Qué te gustaría comer? – se detuvieron en frente de un puesto de
comida. Había bastante para elegir pero el niño no dijo nada, aunque su vista
si estaba fija en un par de pequeños baos con rellenos de carnes y verduras.
"Ahora
que lo pienso, cada vez que hemos comprado comida en Gusu, Lan Zhan ha comprado
de estos... deben ser sus favoritos."
- Un kilo de baozi, por favor – le dijo al vendedor – La mitad con
carne y la otra con verduras – el niño lo miró impresionado, no era difícil
saber que pasaba por su mente- ¿Te gustan verdad?
- Mn.
Mientras comían sentados en una banca a un extremo del lugar, Wei
WuXian miró las estrellas. Los sueños de Lan WangJi eran tan perfectos en
cuanto a detalle que ni siquiera se le escapaban los letreros de los locales a
su alrededor, incluso el mismo Wei WuXian podía recordar cuales aún existían en
aquella reconocida calle en Gusu.
"Es muy
extraño que no haya sucedido nada... tal vez el sueño trataba de que Lan Zhan
se perdía y pasaba alguna dificultad que yo espanté con mi presencia... ¿Ya
debería dejarlo ir?"
El niño comía en silencio mientras volvía a dirigir su mirada al
puesto con aquel conejo pomposo.
- Descuida... – le dijo Wei WuXian – Cuando crezcas tendrás muchos
de ellos y tú tío te permitirá criarlos.
De pronto se acercaron a él dos hombres vestidos con uniforme
blanco, gritaron estando aún a cierta distancia.
- ¡Segundo Amo Lan! ¡Aquí esta! – de inmediato Wei WuXian se puso de
pie y corrió hasta esconderse entre medio de la gente. Los ojos confundidos de
Lan Zhan lo siguieron hasta que lo perdió, el niño no entendía por qué se había
ido, y aunque Wei WuXian lo miraba a la distancia, sintió una leve picazón en
el pecho por haberlo dejado sin haberse despedido. – Segundo amo Lan, debemos
volver a GusuLan de inmediato.
La voz del discípulo no había sonado para nada tranquila. Alertado,
Wei WuXian los siguió por el camino y las largas escaleras. El niño mantenía un
paso casi a trote sin preguntar nada, aún llevaba en su mano una pequeña bolsa
con baos que parecía negado a soltar.
Sin mayores dificultades, Wei WuXian entró en GusuLan, y saltando de
tejado en tejado se aventuró hasta los salones familiares. Buscó a Lan WangJi
hasta que dio con el pequeño niño que estaba de pie entre un grupo de personas
que, por el grosor de sus cintas, debían ser parte del Clan Lan. Escuchó a unos
ancianos decir en voz demasiado alta:
- Después de todo, se suicidó. Así es como acaban los que actúan de
malas maneras.
- Tanto esfuerzo que hizo el líder de secta para protegerla y ella
hizo esto... creo que nunca agradeció nada.
- Silencio – les pidió Lan Qiren cuando los escuchó. Una mujer que
Wei WuXian nunca había visto habló.
- Están los niños presentes, absténganse de decir demasiado – tras
decir aquello el silencio se prolongó. Wei WuXian bajó del tejado pero se
mantuvo escondido, vio el rostro de Lan Zhan, parecía confundido y aunque no lo
demostraba en sus facciones, él podía deslumbrar fácilmente cuando el miedo se
reflejaba en su intensa mirada.
"¿Este
es... él día en que la madre de Lan Zhan... murió?"
El pensamiento le produjo frío en el pecho.
Lan WangJi comenzó a mirar a ambos lados buscando con desesperación
moderada alguna explicación, pero nadie le decía nada ni él parecía atreverse a
preguntar. Entonces su tío lo tomó de la mano y lo alejó de allí. Caminaron en
silencio con Wei WuXian siguiendo sus pasos hasta llegar a las habitaciones
centrales de los discípulos.
- Ve a dormir WangJi– le dijo en cuanto lo soltó. Lan Xichen se
aproximó a ellos con algo de angustia en sus ojos.
- Tío... ¿Por qué esta toda la familia reunida?
- También tú ve a dormir XiChen, son asuntos de adultos.
- Pero...
- Son más de las nueve– su tono dictatorial hizo que Lan XiChen no
se atreviera a agregar algo más, sin embargo el pequeño niño de ojos dorados
habló.
- Tío, hoy hice los deberes que correspondía al día de mañana.
¿Podría mañana ir más temprano con mamá? – Lan Qiren se frenó y cerró sus ojos
con pesar antes de voltearse a ellos y responder con un tono ronco pero severo.
- Ya no necesitan ir más a ese lugar, se pueden enfocar solo en sus
estudios desde ahora.
Lan WangJi abrió sus ojos visiblemente asustado y miró a su hermano buscando
una respuesta, pero Lan XiChen no dejaba de mirar a su tío con ojos llorosos.
Él pareció entender la situación, como si ya la hubiese sospechado.
- Hermano... - le susurró el pequeño.
- A dormir WangJi.
- Hermano... ¿Qué sucede?
- Son más de las nueve, eso sucede – el mayor le sonrió y abrió la
puerta de la habitación que al parecer compartían.
Wei WuXian se quedó allí quieto y tragó saliva para intentar
aminorar el nudo en su garganta.
"Lan Zhan
nunca ha sido expresivo, aunque definitivamente en este tiempo sus emociones
eran más fáciles de percibir, de todas maneras es retraído... pero sus ojos...
tienen miedo."
Vio como Lan XiChen jalaba a su hermano hasta la habitación. Desde
fuera observó la silueta del niño pequeño de pie inmóvil sin parecer querer
dormir, luego la silueta más alta se le acercó, pareció decirle algo mientras
apoyaba una mano en su hombro y se alejó. La sombra del niño quedó allí, de
pie. A pesar de eso, la luz en la habitación se apagó.
Se paseó por los al rededores y notó una novedad con respecto a este
sueño; extrañamente a pesar de que el pequeño Lan WangJi se había ido hasta su
habitación, el contexto del sueño seguía funcionando de manera particular, de
modo que Wei WuXian concluyó que el niño estaba prestando atención a lo que
estaba ocurriendo fuera de la habitación y que probablemente el ya adulto Lan
WangJi, sabiendo lo que ocurrió, haya recreado escenarios sobre ello. Si es que
realmente sus hipótesis eran acertadas, creyó poder tomar ventaja de ello.
Se escabulló para evitar la multitud y entró en la habitación que
rodeaban la gente, efectivamente allí había un cuerpo cubierto con una sábana.
Esperó a que un discípulo saliera del lugar y una vez solo, levantó la sábana
de la persona allí tendida.
El rostro era sumamente familiar pero no porque lo hubiese visto
antes, sino que era debido a la gran similitud de sus facciones con las de Lan
WangJi. La forma de sus ojos, de sus pómulos y los labios eran considerablemente
parecidos, las pestañas crespas daban una suave sombra bajo sus ojos y había un
color rojizo rodeando su cuello como si fuera un ajustado collar.
Wei WuXian observó la marca y estuvo seguro que debió haberse
realizado con una tela fina y firme como lo era un cinturón del traje de secta
Lan. No queriendo molestar demás, volvió a tapar el cuerpo y se fue.
Caminó hasta las habitaciones, al parecer alrededor de las diez ya
no quedaba nadie despierto. A hurtadillas se dirigió a la habitación de los hermanos
Lan y abrió la puerta. Al extremo izquierdo dormía Lan XiChen en una posición
perfecta, y al extremo izquierdo había otra cama, pero estaba vacía.
- ¿Lan Zhan? – llamó en un susurro. Fue entonces que notó que el
pequeño Lan WangJi seguía en el mismo lugar en donde había estado cuando las
luces se apagaron. En la penumbra Wei WuXian no lo había visto, por lo que
luego del susto se acercó a él.
- ¿Qué haces aquí? – el niño parecía desconfiado.
- Te dije que soy amigo de tu familia, ¿no?
- Mn.
- Hay alguien que quiere verte ahí afuera... - Lan WangJi inclinó su
cabeza a un costado y Wei WuXian debió sujetarse sus propias manos para evitar
apretar sus mejillas – Vamos, ve afuera.
El niño hizo lo que le pidió y mientras buscaba a alguien con la
mirada, Wei WuXian usó los talismanes para controlar el sueño. De pronto la
figura de la bella Madam Lan apareció caminando en dirección a Lan Zhan. Dejó
que la consciencia de Lan WangJi tuviera el control de la figura femenina de
modo que desligó y suplicó para sus adentros que nada extraño o trágico
ocurriera.
- ¿A-Zhan? – preguntó ella con una sonrisa sutil y suave, similar a
la permanentemente visible en el rostro de Lan XiChen.
- Mamá... - susurró, su tono fue una mezcla de alivio y añoranza. El
corazón de Wei WuXian se apretó, pero solo se acrecentó cuando notó que la
barbilla de Lan WangJi estaba temblando y su labio inferior sobresalía en un
puchero. Él no corrió hacía a ella, la saludó respetuosamente mientras parecía
querer controlar la humedad en sus ojos. Para sorpresa de Wei WuXian, la mujer
no dejó de acercarse y una vez estuvo en frente, lo abrazó.
"Oh... o
ella realmente era así de efusiva o es que Lan Zhan quería que esto
sucediera."
- ¿Por qué te ves tan triste, A-Zhan? ¿Es que no puedes dormir?
- Mn. – dijo el niño inmóvil que escondía el rostro en el pecho de
su madre. No la abrazaba pero recibía de buena gana el tacto y las caricias en
su cabello.
- Ven, vamos a la cama, mamá te hará dormir como cuando eras más
pequeño – ella lo sujetó de la mano y caminó con él hacia la habitación.
- No soy pequeño.
- Oh cierto, eres grande A-Zhan, casi todo un adulto – su frase fue
acompañada con una risita al final. Entonces entraron a la habitación y
cerraron la puerta.
Wei WuXian estaba de pie afuera, apoyado en un pilar, suspiró
mientras miraba las estrellas.
Lentamente todo a su alrededor comenzó a borrarse y supo que la
atención de Lan WangJi debía estar por completo en su madre, de modo que el
resto del contexto ya no importaba para su subconsciente. Creyó que lo dejó en
buenas manos y rompió uno de los sellos para salir del sueño.
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Despertó un poco aturdido, con dolor de cabeza. Ya amanecía afuera y
debían ser alrededor de las seis de la mañana, pero a su lado, Lan WangJi
dormía profundamente con su rostro apoyado en su hombro. Wei WuXian le dio un
beso en la frente y se volvió a acomodar para dormir, después de todo, aún
faltaba para que fueran las nueve.