martes, 9 de marzo de 2021

Intrínseco - Extra 1: No será hoy.



Lan JingYi había visitado la montaña antes, al menos una docena de veces y nunca había estado tan nervioso.

El aire zen del lugar usualmente era suficiente para mantener su mente clara, sacando lo mejor de sí y logrando incrementar considerablemente su cultivo durante sus visitas, sin embargo ahora le temblaban las manos, y se sentía estúpido por ello después de todo, ¡Había dormido con Shaymin antes! Aunque no estaba seguro de si contarlo como aquello, a veces simplemente despertaba con el otro abrazando su espalda o mirándolo sonriente con sus ojos claros formando medias lunas. Sin embargo, nunca se había dormido sintiendo su presencia. Desde que Mei Fen le anunció que compartirán habitación por petición del mismo Inmortal, Lan JingYi se había convertido en un manojo de nervios y pensamientos nublados, ahora que estaba de pie fuera de la habitación su ansiedad se hacía insoportable.

Se quedó de pie en la puerta varios minutos, sabía que Shaymin fácilmente podía sentir su presencia pero aun así no había abierto la puerta así que tomó aquello como una oportunidad para relajarse.

"Tal vez no suceda nada, si no ha sucedido por diez años, ¿Por qué sucedería ahora? Compartir una cama no es nada."

Respiró profundo.

Una, dos, tres veces. Su rostro aún estaba caliente.

- ¿Estás sufriendo una combustión espontánea? – escuchó la indudable voz de Shaymin sobre su cabeza, entonces levantó la mirada y se encontró directamente con el inmortal colgando de cabeza, sus piernas abrazando una rama de un gran árbol. Había asumido erróneamente que Shaymin estaba dentro de la habitación y ahora al saberse descubierto tan nervioso, no pudo impedir que su rubor se extendiera hasta su cuello. Shaymin apretó los dientes de modo que Lan JingYi lo entendió, él sabía el porqué de sus nervios.

- No digas nada. – suplicó cuando Shaymin abrió la boca para decir algo.

- Estás nervioso por nada, instalé otra cama en mi habitación. – Shaymin inclinó el rostro hacia un costado de manera inocente y oh, Lan JingYi como amaba cuando hacía eso.

- Ah.

El silencio se instaló entre ellos antes de que los ojos de Shaymin dejaran el brillo burlesco y ahora le dedicara una mirada cálida.

- Vamos, está comenzando a hacer frío.

Lan JingYi solo asintió mientras el inmortal bajaba del árbol con un sencillo salto, tomaba su mano y lo arrastraba a la habitación.

El joven Lan se había acostumbrado a la sutileza de los muebles y construcciones en la montaña, pero era primera vez que veía la habitación de Shaymin personalmente y la diferencia era notable, no por el tamaño de la habitación sino por la cantidad de cosas en ella.

- Eres un acumulador – acusó en cuanto entró. Shaymin se rió.

- Mi habitación tiene buen Feng Shui de todas formas. – defendió. La habitación tenía dos libreros grandes copando dos paredes completas de un extremo, un escritorio en medio que tenía junto así otra montaña de libros y pergaminos con marcapáginas sobresalientes. Lan JingYi no pudo evitar preguntarse cuánto sabía Shaymin acerca de conceptos elementales que el mundo fuera de la montaña ni siquiera conocía.

Efectivamente había dos camas, una a cada lado de la habitación y cada una contaba con un buró. Más atrás había un biombo y Lan JingYi adivinó que allí debía estar la bañera. Cerca de él colgaban decenas de túnicas elegantes de colores claros en los que se repetía el blanco. Por toda la habitación habían cofres espirituales, campanas y talismanes, pero lo más destacable eran las esmeraldas que parecían caer como estrellas colgantes en la habitación. Lan JingYi se acercó y las rozó con un dedo, sus ojos curiosos evaluaron el orden para intentar encontrar el significado en ellas.

- Oh en realidad solo están de decoración. – comentó el inmortal mientras se paseaba con confianza por el lugar y se dirigía a una esquina donde comenzó a servir té. – cuando era más pequeño utilizaba las esmeraldas para restringir mi poder pero ahora no las necesito, mi poder se ajusta con naturalidad a mi cuerpo actual, aunque restringen la negatividad así que son un apoyo para la meditación supongo.

- ¿Ya te acostumbraste? – preguntó el joven Lan, sentándose en la mesa donde Shaymin servía el té, junto a ella estaban los libros a los que JingYi les dio una ojeada sin embargo estaban escritos en un idioma desconocido. – a tu cuerpo. - sintió la necesidad de aclarar ya que Shaymin parecía pensativo.

- No del todo, fueron demasiados años siendo pequeño, aún calculo mal mi peso y caigo de los árboles a veces – comento con una risa – mi cabeza se golpea con regularidad también pero no es nada... preocupante.

- Y... ¿te acostumbraste a... las sensaciones?

- ¿Cuáles? – nuevamente Shaymin hacía aquello, inclinando su rostro hacia un costado. A Lan JingYi siempre se le atrapaba la respiración ante aquel gesto infantil e ingenuo, Shaymin ya no era un niño ni se parecía en nada a uno, su cuerpo solo se había vuelto más robusto en esos diez años en que había trabajado sus músculos, su estatura también estaba por sobre la media, sus manos tenían un camino marcado de venas y sus rasgos faciales afilados no eran precisamente delicados. Lan JingYi podía apostar que si Shaymin hubiese estado en la competencia de los cultivadores más talentosos y codiciados, definitivamente hubiese peleado los primeros puestos con los Jades de Lan. Tal vez incluso hubiese ganado gracias a la belleza de sus ojos extremadamente cristalinos. - ¿JingYi?

- Ah, eh... ya sabes... esas sensaciones.

- Me temo que tendrás que ser más específico. – ante la curiosidad sincera en los ojos de Shaymin, el joven Lan inhaló con fuerza antes de responder.

- ¡Sensaciones de adulto! Ya sabes... codicia, celos... deseo. – balbuceó.

- ¿La codicia y los celos son sensaciones de adultos? – se burló. Lan JingYi solo se sintió frustrado al notar que lo que quería saber no estaba siendo respondido, Shaymin suspiró.

- ¿Si el tema te coloca tan nervioso no es mejor evitarlo? Siento que tu corazón saldrá de tu pecho solo para darme con un martillo en la cabeza. – Volvió a servir té y lo bebió mirando fijamente a Lan JingYi, este tenía la mirada fija en el suelo.

- Los nervios no son precisamente una negativa.

Shaymin bajó su taza mientras Lan JingYi bebió de la suya fingiendo no haber dicho nada, aunque su rostro estaba sumamente enrojecido.

Está bien, se habían besado hasta quedar sin aliento muchas veces, se habían empujado y escondido de los ojos ajenos para disfrutar en silencio de la respiración del otro, solían enredar sus piernas para rozarse mutuamente en medio de besos húmedos y aunque un par de veces Shaymin acarició y rozó de manera lasciva a Lan JingYi por sobre sus ropas, jamás se cuestionó llegar más lejos, Lan JingYi era un Lan después de todo. Y Shaymin... bueno, admitía sentirse perdido cuando se trataba de aquellos temas, después de todo diez años no era el tiempo suficiente para que pudiese trabajar la abstinencia en su totalidad o acostumbrarse a los pensamientos pecaminosos que le hacían arder la piel, pero el joven Lan sabía que Shaymin era demasiado sencillo, una vez que el tema fuera expuesto, solo buscaría aclarar las intenciones, por ello no debió haberse sorprendido por la pregunta del inmortal.

- JingYi, ¿Quieres acostarte conmigo? – y el joven Lan se ahogó con su té. - ¿No? ¿Interpreté mal? ¿Cómo más se supone que puedo interpretar lo que dijiste? "los nervios no son precisamente una negativa" – imitó con su tono mientras el otro continuaba tosiendo – si estamos hablando de deseo, ¿entonces como más debo interpretarlo?

- ¡No tienes que repetir lo que dije! – lloriqueo avergonzado una vez que consiguió hablar. Shaymin continuó bebiendo su té con normalidad.

- Solo tienes que aclararlo. – sugirió.

- ¿Tengo que hacerlo? ¿Tengo que pedirlo? ¿No quieres tú... hacer lo mismo? – esta vez Lan JingYi no pudo esconder su cuota de inseguridad, durante esos diez años había querido continuar y avanzar en ello muchas veces, pero Shaymin se alejaba no de manera abrupta pero lo hacía, dejando a Lan JingYi con un mar de dudas de si solo él se estaba quemando en excitación.

- JingYi. – el tono de Shaymin se tornó serio. Dejó la taza en la mesa y la rodeó con rapidez, antes de que se diera cuenta el hombre estaba frente a él mirándolo fijamente y tomando sus manos en una especie de consuelo. – Solo pensé que como Lan no querrías hacerlo, pero no tengas dudas de que te deseo y creo que ha quedado claro desde nuestro primer beso. Si JingYi quiere avanzar, yo estaré encantado, pero si no está lo suficientemente seguro no debería obligarse, tal vez quiera casarse en un futuro y... - Shaymin se calló cuando el joven Lan se quitó la cinta de su frente y la puso en sus manos.

- Debí haberte entregado esto hace mucho, tal vez por eso no te he dado a entender lo importante que eres para mí. Por favor, quédatela.

- ... - Shaymin miró la cinta en su mano un momento y sin poder contenerse la amarró en su frente. Lan JingYi rió se acercó a él y le besó castamente la mejilla. Los movimientos de Shaymin cesaron.

- Por favor... no hables de un futuro sin ti. – el Lan rozó un dedo por las puntas del cabello perfectamente recto de Shaymin. – yo...

El inmortal miró embelesado al hombre frente a él, tomó su mano y dio un beso en el dorso de ella, luego se acercó a su rostro y besó la punta de su nariz, luego dio un suave beso en los labios.

- Estás temblando... - susurró en un tono dulce, entonces se levantó, puso sus manos por debajo de los brazos de Lan JingYi y lo arrastró consigo hasta la cama. El joven Lan se abrazó a él con fuerza mientras Shaymin intentaba abrir las cobijas de la cama. Se rió. – JingYi, estás demasiado tenso...

¡Por supuesto que lo estaba! ¡Llevaba demasiado tiempo esperando por esto!

Y entonces Lan JingYi no podía dejar de pensar en que no se preparó lo suficiente para esto.

No revisó libros, no leyó sobre el placer entre hombres, no sabe darlo, no sabe cómo recibirlo adecuadamente, no sabe si está limpio, tal vez debía bañarse nuevamente y por quizás unas cuantas horas. Quizás no olía adecuadamente o su piel no era lo suficientemente suave, Shaymin era tan suave y perfecto que no podía compararse siquiera.

Shaymin suspiró como si pudiese escuchar sus pensamientos. Se agachó hacia él y colocó sus manos sobre el cinturón en su túnica, Lan JingYi tenía las piernas cerradas con tanta fuerza que dolían, aun así Shaymin se las ingenio para quitarle la ropa solo dejando su túnica interior, entonces lo tomó en brazos, lo recostó y lo acurrucó bajo las colchas, el joven Lan se tapó hasta el rostro con las sábanas a pesar de que el inmortal había apagado las velas. Shaymin repitió el mismo proceso consigo y se metió bajo las colchas, entonces buscó con sus manos la cintura del otro y lo abrazo, se rió suavemente.

- Esto se siente como dormir abrazado a un tronco.

- ¡Lo siento! – el tono de Lan JingYi era lamentable e inseguro, Shaymin sintió que el corazón se le apretaba, él atesoraba al joven pero la verdad es que no era bueno para expresarlo con la intensidad suficiente, no pudo evitar la culpa colándose en sí.

- No hoy.

- ¿Ah?

- No será hoy, relájate.

- ¿No hoy? – ahora el tono del Lan parecía una mezcla de timidez, agradecimiento y decepción.

- No hoy, tampoco mañana. Tal vez... - susurró acomodando a Lan JingYi debajo de su cuello y abrazándolo de costado.

- ¿Tal vez?

- De a poco.

- Hum... está bien...

Shaymin acarició el cabello de Lan JingYi mientras este se acurrucaba enterrando su rostro en su pecho, entonces se atrevió a abrazarlo. ¡Se sentía tan fuera de sí! No solía ser tímido e inseguro a tal grado, ¡Tenía una personalidad muy poco común en su familia! Pero a veces Shaymin era demasiado para él, se sentía insuficiente de tantas maneras, entonces entendió algo, él sentía demasiado por Shaymin y su deseo de defenderse así mismo de ello a menudo sólo termina por alejar al otro, ¡Incluso se había atrevido a hablar de casarse con otra persona! Eso solo podía ser debido a cuánto Lan JingYi ha callado, pero si no era bueno con las palabras tal vez debía hacer algo más.

Guió las manos temblorosas al pecho de Shaymin y las bajó hasta acomodar una en su cintura y la otra en la parte baja de su estómago, levantó el rostro y beso con labios húmedos y nerviosos el cuello del inmortal que se tensó bajo su toque, luego besó su mentón. Shaymin se relajó progresivamente y se mantuvo en silencio, dejándolo ser. No era primera vez que Lan JingYi lo besaba y acomodaba sus manos alrededor de él, pero sí era la primera vez que tomaba la iniciativa y por sobre todo, que se atrevía a dejar sus manos deambular por una zona baja. El cuerpo del inmortal era bastante tonificado, los músculos se podían sentir a través de la túnica delgada y Lan JingYi le rozó el abdomen con las uñas mientras buscaba a tientas sus labios.

El joven Lan hizo un movimiento que ya ambos conocían y enredó las piernas con las del inmortal, las manos de Shaymin se movieron por primera vez para enredarse en el cabello del otro mientras lo besaba con intensidad, Lan JingYi comenzó a generar fricción con su pierna mientras besaba y continuaba moviendo lascivamente sus manos en el abdomen y cintura de Shaymin, sin atreverse a bajar pero dejando en claro que estaba ahogado en sensaciones. Rompió el beso para besar el cuello de Shaymin y cuando sintió las manos de él buscando su cintura, lo detuvo.

- ¿Me... dejas a mí? – Preguntó tímidamente.

Siempre era Shaymin el que hacía demasiado, era el que comenzaba y el que se atrevía a tocar más allá, el foco de atención siempre era Lan JingYi entonces esta vez él quería demostrar que también lo adoraba y que se decía así mismo que no importaba si era menos en todos los sentidos, tenía un corazón en el que nadie importaba más que Shaymin.

El inmortal levantó las manos en un acto de rendición, sus labios no rieron, su expresión en la penumbra era seria e intensa, Lan JingYi esta vez estaba seguro de que le estaba resultando difícil contenerse, para averiguarlo se atrevió a bajar un poco su mano mientras continuaba moviendo sus muslos generando fricción, y aunque lo esperaba y lo quería de todas maneras se sorprendió al sentir la erección con la punta de sus dedos. La túnica era demasiado delgada, permitiéndole sentir la humedad y parte de la textura de Shaymin. Tragó grueso mientras volvía a besar sus labios.

Si no lo harían hoy, al menos dejaría claro que él quería.

En un acto de valentía tomó la caliente erección de Shaymin y la evaluó en su mano, era pesada, gruesa y bastante grande, un poco más de lo que había imaginado en sus sueños más lascivos. Tenía una capa muy suave de vellos en la base y Lan JingYi se preguntó si serían del mismo tono de su cabello o un poco más claros, aquel pensamiento le hizo reír un poco.

Sintió la curiosidad en la postura de Shaymin, pero solo negó en silencio, ¿Cómo le diría que se estaba entreteniendo con esos detalles? Era demasiado vergonzoso.

Tocó la punta de la erección con sus dedos y por primera vez escuchó la respiración de Shaymin temblar, a veces se hacía pesada entre besos pero nunca había temblado. Lan JingYi se sintió capaz.

- Te quiero. – susurró antes de volver a besarlo con intensidad, magullando sus labios con la presión del beso, Shaymin contestó con la misma fuerza y en ello Lan JingYi movió su mano, deslizando la humedad desde la punta hasta la base, apretando, sintiendo la textura de la vena que resaltaba en la erección. La mano de Shaymin que descansaba en el brazo de Lan JingYi se apretó con fuerza.

- En serio, deberías dejar que te toque no es justo. - susurró Shaymin con voz gruesa.

- No hoy, eso dijiste. – se defendió antes de volver a besarlo.

Solo una vez déjame sentirte de esta manera, solo una vez déjame concentrarme en nada más que en ti. Quiso decir, pero a cambio solo dirigió la otra mano a la parte baja de la erección, encontrando testículos sensibles que produjeron un jadeo ronco en Shaymin cuando el joven Lan decidió acariciarlos con delicadeza.

Continuó moviendo la mano a pesar de que necesitó separarse de los labios de Shaymin para respirar y llevar un ritmo adecuado, se sorprendió un poco cuando Shaymin ocultó su rostro en su cuello mientras respiraba pesadamente. El sonido de humedad comenzó a hacerse escuchar en la habitación y Lan JingYi lo registro en su memoria, Shaymin había comenzado a temblar y él solo podía mover su mano con más rapidez, la erección estaba dura bajo su toque y el joven Lan comenzó a sacudirse inconscientemente, Shaymin nuevamente intentó bajar la mano, pero fue frenada por una palmada.

- No tú.

- Pero tienes ganas... - el susurro ronco de Shaymin hizo que la propia erección de Lan JingYi se sintiera humedad con demasiada rapidez, ¡Que cosas tan vulgares podía hacerle sentir esa voz! De pronto vino a su mente el rostro enfadado de Lan Qiren, a veces lo invoca a conciencia cuando necesita de la abstinencia pero definitivamente ahora no era un buen momento, para quitárselo de sí volvió a besar a Shaymin que parecía un tanto perdido intentando adivinar sus pensamientos.

- Tengo una idea mejor. – admitió en un acto desvergonzado, la timidez de un momento atrás se había alejado gracias a la excitación. Desenredo de su túnica su erección y mientras aún permanecía su muslo desnudo creando fricción entre las piernas de Shaymin, juntó sus erecciones y las masturbó juntas. – Ah...

- Ah... - ambos jadearon al mismo tiempo, se quedaron quietos unos segundos por la sorpresa, antes de que Lan JingYi retomara la tarea al comprender la afirmativa del otro.

El joven Lan utilizó ambas manos para encerrar ambas erecciones en un fuerte apretón y entonces ambos se dejaron llevar por la fricción, removiendo sus caderas y sacudiendo sus cuerpos, el crujido de la cama sonaba incluso más que sus propias respiraciones ahogadas, se besaban cada tanto pero el ritmo era demasiado rápido para permitirles hacer otra cosa, las manos de Shaymin temblaron sobre los brazos de Lan JingYi y mordió su labio, aun así un par de gruñidos roncos se escaparon entre ellos cuando el líquido caliente brotó de su erección, humedeciendo la de Lan JingYi, entonces fue cuestión de tiempo, el saberse la razón por la que Shaymin había acabado sobre él le dio la sensación placentera suficiente para dejarse llevar por la rapidez y la fricción, jadeó abiertamente mientras temblaba en su orgasmo, mantuvo la erección rozando la suya, queriendo humedecer la zona con su propio semen de la misma manera él, para hacerle sentir que todo entre ellos era mutuo. Una vez fue suficiente Lan JingYi soltó las húmedas erecciones y se dejó abrazar por un Shaymin que intentaba regular su respiración mientras rozaba su nariz por la mejilla sudorosa del Lan.




Ambos permanecieron en silencio hasta que Lan JingYi no pudo soportar más lo pegajoso que se sentía.

- Shaymin. – susurró en una súplica.

- ¿Mm?

- Por favor, déjame tomar un baño. – Shaymin se rió suavemente.

- ¿Esto es demasiado sucio para un Lan, no? – sin esperar una respuesta Shaymin se movió perezosamente – Llenaré la bañera y luego dormiremos en la otra cama. Estas sábanas se han vuelto una segunda piel. – comentó burlesco.

- Mi culpa... mañana las lavaré, lo prometo.

- Claro que no, las guardaré como recuerdo.

- Hum, está bien... - Lan JingYi se acomodó en la suave almohada que olía a Shaymin y suspiró, estaba sumergiéndose en el trance del sueño cuando las palabras se registraron en su mente - Espera, ¡¿Qué?!

lunes, 8 de marzo de 2021

Intrínseco - Capítulo 60: Final



10 años después...

Un grito desgarrador rompió la paz de GusuLan, los discípulos que se dirigían hacia sus lecturas matutinas detuvieron sus caminos para visualizar al proveedor del chillido. El hombre alto que lloriqueaba y se limpiaba la nariz con la manga de su túnica, estaba abrazando una lápida mientras cruzaba el corredor con la compañía de una silueta blanca.

- Wei Ying... - susurró Lan WangJi en una súplica dulce. – Interrumpirás a los estudiantes.

- ¡Lo lamento, pero es que... es injusto! ¡Tal belleza no merecía morir! Además, nadie aparte de mí llora esta lápida, siento que cuando la veo necesito darle su cuota de lamentos. Ni siquiera tú la visitas, las flores que dejaste ya se estaban secando. – al escuchar tales palabras el ceño de Lan WangJi se frunció – es broma Lan Zhan, estábamos de viaje, incluso si hubieses querido no podrías visitar la tumba de mi cuerpo. – a pesar de sus palabras, notó que Lan WangJi aún parecía sentir culpa, el corazón de Wei WuXian dio un par de brincos mientras se reía al adivinar sus intenciones. - ¿Estás pensando en dejar a alguien a cargo de aquello la próxima vez? Ah, Lan Zhan, Lan Zhan, realmente no es necesario, solo estaba hablando demás como siempre. Por cierto, ¿Cómo conseguiste que pudiésemos colocar mi tumba con las de tu familia?

- Solo pregunté. – contestó con tono ligero, aun así Wei WuXian sabía que para colocar una tumba ajena en el salón ancestral de los Lan, al menos debía requerir una gran discusión con los ancianos.

- Ah, Lan Zhan, realmente no debiste forzar tanto a esos viejos, después de todo yo sigo vivo, ¿Qué pasará cuando muera realmente? ¿Tendré dos tumbas? Definitivamente eso hará que algunos viejos sientan celos.

Lan WangJi no contestó mientras guiaba a Wei WuXian hasta el salón ancestral, el edificio tenía la construcción más grande de La Profundidad de las Nubes, adornado con sutiles campanas de jade a sus afueras, más parecido a un museo que a un cementerio. Wei WuXian le dedicó atención a las tumbas de los líderes antiguos, encendiendo inciensos uno a uno mientras Lan WangJi solo saludaba respetuosamente cada tumba a medida que avanzaban, finalmente llegaron a la habitación de las últimas generaciones, encontrándose allí con las tumbas de los padres de Lan WangJi, Wei WuXian contuvo la respiración.

No solo nunca había estado allí sino que estaba un tanto abrumado por la sencillez y al mismo tiempo elegancia del salón, no es que YunmengJiang no tuviese un salón ancestral rodeado de elegancia y tesoros pero lo que Wei WuXian tenía enfrente eran lápidas de jade, rodeada de campanas espirituales que proveían un descanso tranquilo, por la ventana se podía apreciar un arroyo cuyo sonido solo aumentaba la calidad del aire zen del lugar, el cual olía fuertemente a las flores que rodeaba cada tumba.

- Aquí – señaló Lan WangJi un lugar para establecer las cenizas de Wei WuXian.

- ¿Aquí? – dudó, no imaginaría que su cuerpo descansaría junto a la madre de Lan WangJi - ¿Estás seguro? ¿No las parejas suelen ir por debajo del clan? Además... tu hermano no estará...

- Él lo sugirió.

- Oh... bien. – Wei WuXian acomodó una pequeña caja de sus cenizas dentro del espacio para la tumba, luego iba a colgar la sutil madera que llevaba su nombre, la cual había tallado el mismo, sin embargo Lan WangJi sacó de sus ropas una pieza de jade tallada, la colgó con dedos expertos y luego dio un paso atrás para observar el nombre de Wei WuXian junto al de sus padres, algo pareció brillar en sus ojos, Wei WuXian lo notó de inmediato y tomó su mano.

- Estoy aquí. – susurró mientras le presionaba la mano con un poco de fuerza, luego agregó – y te amo.

Ante aquellas palabras el segundo maestro Lan lo miró y respondió solemne.

- También estoy aquí y te amo. – Wei WuXian no pudo evitar reír mientras contemplaba las tumbas.

- Lan Zhan, soy parte de tu familia oficialmente, ¿entonces? – bromeó, sin embargo Lan WangJi se inclinó para besar sorpresivamente su mejilla y susurrar cerca de su oído.

- Sí. Wei Ying forma parte del registro del clan ahora.

- ¿Qué? Oh no, no, no, ¿Eso quiere decir que debo vestir de blanco y cumplir...?

- No. Eso quiere decir que mi familia acepta a Wei Ying como mi esposo.

Wei WuXian se quedó contemplando los ojos de Lan WangJi, un tanto brillosos por emociones que se convertían en algo común en los últimos años.

Calidez, cariño, honestidad y anhelos.

- Gracias. – susurró Wei WuXian, sin atreverse a agregar más palabras, la lista de agradecimientos era larga pero no desconocida para Lan WangJi.

- No hay necesidad de eso entre nosotros.

- ¡Já, Lan Zhan tú no cambias y no sabes cuánto me gusta eso!




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Por la tarde, Wei WuXian estaba desocupado por lo que decidió darle un baño al viejo burro cascarrabias que compartía hierbas junto a los conejos, estaba en ello cuando un recuerdo se le vino a la mente.

- ¡Lan Zhan! – llamó al hombre mientras este agregaba paja al establo. El burro de Mo XuanYu ya era viejo, y las noches de verano en Gusu eran un tanto frías, considerando el aprecio que le tenía Wei WuXian, Lan WangJi realmente cuidaba con esmero del animal.

- ¿Mm? – murmuró para hacerle saber que lo escuchaba mientras acomodaba la paja.

- ¿No crees que nos hace falta un pequeño? – Lan WangJi de inmediato volteó a mirarlo.

- ¿Un pequeño?

- Sí, ¡Me perdí el crecimiento de A-Yuan así que supongo que no he criado a nadie! Bueno, no es una necesidad realmente pero...

- Sí. – respondió de inmediato Lan WangJi, interrumpiendo de manera inusual.

- ¿Ah? Lan Zhan mírate... como brillan tus ojos... ¿te hace ilusión adoptar hijos? ¿Por qué no lo dijiste antes? ¡Podríamos tener veinte si tú quisieras! O... ¿Podrías intentar hacerme veinte hijos? Eso también suena bien para mí. – como si Manzanita hubiese comprendido su tono lascivo, comenzó a patear en todas las direcciones que podía alejando de sí a Wei WuXian – mira nada más como se pone, cualquiera diría que comprende mis intenciones, bueno... después de todo Manzanita ha sido el más grande testigo de nuestro amor. – ante eso las orejas de Lan WangJi se ruborizaron, probablemente recordando lo que habían hecho frente al animal, Wei WuXian volvió a reír mientras evitaba la mirada condescendiente que le daba el segundo maestro Lan. - ¡No finjas estar en contra de mis palabras, sé que estabas feliz de escuchar mi sugerencia! ¡Yo sé todo lo que callas Lan Zhan! Oh, por cierto – cambió abruptamente de tema - ¿escuchaste que el líder de secta Yao y el líder de secta OuYang se han convertido en compañeros de cultivo? Ouyang ZiZhen me envió una carta de agradecimiento, según sus palabras nuestra relación y la de tu hermano con Jiang Cheng les dio la valentía para que ambos dejaran a sus esposas, al comienzo me preocupé pero entonces el chico destacó que su madre nunca había estado más feliz que con la ausencia de su padre. ¡El mundo está de cabeza!




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La risa explosiva de una pequeña niña hacía eco en el bosque, otros murmullos y un par de gritos divertidos le acompañaban. Nie HuaiSang movía su abanico mientras esperaba sentado en una gran roca, a medida que los ruidos se acercaban comenzaba a agitarlo de manera más ansiosa.

Las siluetas comenzaron a acercarse, varios niños corrían en varias direcciones rodeando a un joven de ojos color esmeralda. Era Shaymin.

- ¡Changze no te enojes! – suplicó la niña que reía con fuerza del niño que estaba empapado, probablemente había caído al agua hace solo un par de minutos – tus cejas se juntan hasta parecer que solo tienes una y no te ves lindo así.

- Señorita Cangse, por favor deje de molestar a mi amigo. – pidió otro niño más amable, Nie HuaiSang casi se atragantó con saliva cuando notó el parecido de aquel niño al ex líder de secta Jiang. La otra niña que habló esta vez, era indudablemente una versión pequeña de la respetada Madam Yu.

- Oye, ¿Por qué no mejor molestas a alguien como él? – apuntó a un niño ligeramente menor que ellos en edad pero sin embargo mucho más alto que los demás. HuaiSang dejó de respirar, no importaba la edad, él siempre reconocería a su propio hermano.

- ¿Estás loca? Ese chico es tan grande que parece el matón del barrio. Soy odiosa pero no soy estúpida. – respondió la niña animada.

- Así que sabes que eres odiosa. – contrarrestó la pequeña Madam Yu.

El grupo se acercó totalmente a Nie HuaiSang y entonces este notó todos los rostros.

Frente a él había niños de diez años que reconoció como Jiang FengMian, Madam Yu, Madam Jin, y otros que dedujo debían ser los padres de Wei WuXian, atrás de ellos había dos rostros que desconocía, le seguía una línea de niños de aparentemente 8 años como Nie MingJue, Jin ZiXuan, Jiang Yanli y Qin Su. De la mano de Shaymin iban otros indudablemente más pequeños, de cinco o seis años, con la excepción del que estaba al final de la fila de tres años o menos, Nie HuaiSang lo reconoció por sus caninos, era Xue Yang.

De inmediato y con el fin de evitar que la emoción lo llevará a las lágrimas, preguntó quiénes eran el resto de los niños de diez y cinco años que no reconocía.

- Estos son el padre y madre de los Jades de Lan. Y estos otros – dijo levantando la mano para indicar a los de cinco años o incluso más pequeños – son Xiao XingChen, Wen Qing, A-Qing y el último con dientes de vampiro es Xue Yang. – el último niño era el más pequeño pero aun así pareció comprender la situación y le dio una sonrisa temible a Nie HuaiSang.

- Entonces... ¿Todos han reencarnado? – pensé que cuando eso sucediera Jiang Yanli o Jin XiZuan serían hijos de las mismas parejas, ya sabes, sus familias.

- Pensé en algo así para ser sincero. – contestó con ligereza mientras sacudía los brazos y a las filas de niños tomados de ellos. – pero considerando que algunas almas fueron ignoradas para entrar en ese proceso... creí que sería mejor solo traerlos a todos de vuelta pronto.

- ¿Hay alguna razón?

- No, solo quería asegurarme de que sus almas estuviesen lo suficientemente sanas como para volver y retomar sus caminos.

- ¿Reencarnarlos era la manera?

- Solo así podré confirmarlo.

- Ya veo. – contestó HuaiSang admirando aún el tumulto de niños.

- Bien, terminemos con esto, ¡MingJue! – llamó Shaymin al niño más alto – este hombre que está aquí te adoptará, desde ahora en adelante serás su hijo.

- ¿Hijo? – preguntó espantado Nie HuaiSang. – ¡Yo pensaba en criarlo como mi hermano menor! – Shaymin rodó los ojos.

- Eso no funcionará, solo di que tuviste un hijo, después de todo nadie dudará de ello. Y no es como si pudieses negar que no es de tu sangre de todas maneras, ¡Incluso con ocho años es indudablemente Nie MingJue!

- Hum, tienes razón... Ven aquí pequeño – llamó al niño con cariño, aunque este era tan alto que llegaba a su nariz, tenía el ceño fruncido y su espalda estaba tan recta que emanaba autoridad. Nie HuaiSang de todas maneras acarició su mejilla con el dorso de la mano, el niño frunció aún más el ceño - ¿Has tenido una vida dura, eh? Cuéntame de ti.

- Mi padre murió recientemente. – dijo sin mirarlo, parecía enfadado, Nie HuaiSang le dio una mirada a Shaymin.

- Ahí tienes la razón por la que no lo traje antes. Solo tengo permiso para recoger niños huérfanos, la maestra me sacaría la cabeza si fuera otro el caso.

HuaiSang dudaba mucho que Shaymin solo colocase las almas en vientres que comenzaban a formarse de manera convencional, probablemente había estudiado e incluso vigilado la fortuna de las familias donde se asentaron las almas que tanto cuidó.

- ¿Llevas a la montaña todas las almas que sanaste?

- Claro que no a todas. Si dejo estos rostros repartidos alguien podría reconocerlos, así que llevo conmigo los que podrían correr peligro, pero he dejado por allí a los remanentes Wen que no destacaban por su cultivo, algunas buenas personas fallecidas en la guerra, algunos vecinos y la familia Mo. – Nie HuaiSang iba a opinar al respecto cuando notó que la pequeña Jiang Yanli llevaba otro niño en sus brazos, parecía un recién nacido.

- Y... ¿Ese quién es?




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- ¿Cómo es que a ti si te deja hacer eso? – preguntó Wei WuXian con un puchero en los labios mientras Lan WangJi cepillaba armoniosamente el cabello de Manzanita, este parecía a gusto e incluso cerraba los ojos con júbilo. – burro feo, no solo no me dejas tocarte sino que te llevas todos los mimos y la atención de mi esposo.

Ante sus reclamos, Lan WangJi se acercó a él y frotó su nariz con la de Wei WuXian, este recibió el gesto con una risa. Sabía que solo el hecho de tener las manos mojadas hizo que el segundo maestro Lan no acariciara su rostro en consuelo.




La presencia de alguien acercándose los hizo voltearse, Lan SiZhui parecía un poco cabizbajo mientras los saludaba respetuosamente.

- ¿Qué sucede? – preguntó Wei WuXian preocupado.

- El inmortal Shaymin ha venido a buscar a JingYi y desea hablar con usted antes de irse a la montaña. Esta vez marcharán por un año.

- Oh, ¿Por eso esa cara, eh? ¿Dónde está?

- En la entrada, dijo que lleva prisa.

- Está bien, Lan Zhan nos vemos en el prado de los conejos. - despidió con un beso rápido antes de salir corriendo.

- Wei Ying... - escuchó a sus espaldas en un tono de advertencia y resignación.

- ¡Lo sé, lo sé, correr está prohibido! ¡Hablar fuerte está prohibido! ¡Ya luego me castigarás como te gusta! – gritó en respuesta mientras aceleraba el paso.

Como Lan SiZhui indicó que Shaymin tenía prisa, Wei WuXian decidió subir a su espada y recorrer el largo camino hasta las escaleras de la entrada, todo con el fin de evitar miradas desaprobatorias en el camino que terminaran en reclamos sordos para su esposo. Sin embargo una vez que llegó a la entrada no había nadie allí.

- ¿Se fueron? – preguntó con la respiración un poco acelerada. No había guardia en la puerta ya que el turno correspondía a Lan JingYi, quien había recibido permiso para ir a estudiar periódicamente a la montaña cada vez que Shaymin dispusiera de él. El aumento de su cultivo y los libros que llevó desde la montaña de BaoShan hasta GusuLan tenían con tal gusto a Lan Qiren que él mismo preguntaba cuándo sería la próxima vez que iría de visita a la montaña de los inmortales. No le impresionó que se fuera un año esta vez.

Wei WuXian bajó un poco las escaleras y entonces encontró en el medio de ellas un pequeño canasto. Al comienzo pensó que Shaymin le había traído los bocadillos que cocinaba Mei Fen, pero a medida que se acercó notó que el bulto dentro de la canasta se movía hasta que apareció una pequeña manito de bebé.

Wei WuXian se congeló.

- ¿Algo parió aquí? – preguntó curioso mientras se acercaba lo suficiente para destapar al bebé - ¡Es un mini humano! – lo tomó con cuidado sorprendido por lo pequeño que era, y sujeto su cabeza cuando notó que colgaba como si pudiera caerse. Tomó la nota que había en la canasta, indudablemente tenía la letra de Shaymin.

"Casualmente escuché que querías adoptar un hijo. Encontré el niño adecuado para eso. Su nombre es XuanYu."

Wei WuXian leyó la nota dos veces para asegurarse de que no estuviera imaginándoselo antes de guardarla entre sus ropas, luego miró atentamente el rostro del bebé.

No se parecía a Mo XuanYu pero a duras penas podría concluir que una cosa tan pequeña terminara convertida en una persona.

- ¿Cuánto tienes, eh? ¿Meses? ¿Semanas? ¿Días? Eres tan pequeño... - acurrucando al bebé debajo de su cuello entró en la Profundidad de las Nubes, le escuchó haciendo sonidos que solo había escuchado en animales pequeños mientras cazaba. Su corazón se calentó mientras olfateaba descaradamente el aroma del bebé. - Eres como un conejito sin pelos. – susurró - Le gustaras a Lan Zhan.

Camino al prado pensó un poco en lo que estaba haciendo, podría devolverle el niño a Shaymin para que fuera criado en la montaña, lo sabía, pero definitivamente lo quería. El hecho de saber que era una reencarnación de Mo XuanYu solo agudizó ese pensamiento.

Una vez que llegó al prado vio a Lan WangJi allí, tenía la parte baja de la túnica con un poco de barro debido al baño de Manzanita, pero el resto de él lucía tan prístino como siempre. Cuando volteó y miró a Wei WuXian cargando un bulto sus cejas se levantaron, Wei WuXian le suplicó con la mirada mientras se le calentaban los ojos y sin decir una sola palabra le tendió a Lan WangJi la carta de Shaymin antes de incluso acercarse lo suficiente.

El segundo maestro Lan también la leyó dos veces, antes de mirar al pequeño bebé.

- Wei Ying. – susurró en una mezcla de emociones que el otro no pudo descifrar.

- Por favor Lan Zhan, sé que solo lo propuse hace un rato nada más pero es que yo...

- Es tan pequeño... - susurró Lan WangJi en un tono impresionado, el hecho de que lo hubiese interrumpido decía cuán sorprendido estaba realmente, Wei WuXian alzó las cejas. Ya lo había interrumpido dos veces y frente a lo mismo. Sintió los ojos calentarse.

- Lo es.

- Nuestro hijo... es tan pequeño. – susurró nuevamente mirándolo con ojos hipnotizado, estiró las manos en una petición silenciosa, Wei WuXian se lo dio y Lan WangJi lo encajó bajo su cuello de la misma manera.

- ¿Te gusta? – preguntó con la voz un tanto temblorosa.

- Me gusta – contestó Lan WangJi moviendo sus manos contra la pequeña espalda del bebé.

En ese momento se acercaron dos siluetas, Wei WuXian lo agradeció o temía que realmente rompería en un llanto de alegría y otras emociones contenidas. Quienes se acercaron no eran más que Lan Qiren y Lan SiZhui, como el segundo maestro Lan estaba de espalda a ellos no vieron a primera instancia lo que tenía entre sus brazos.

- Aquí están, quiero hablar con ustedes, ya que JingYi ha ido a estudiar a la montaña nuevamente, necesitamos ayuda con la ca... - Lan WangJi se volteó para mirarlos. Ambos Lan se congelaron. – WangJi, ¿Qué tienes ahí? – Lan SiZhui se congeló pero una sonrisa comenzó a aparecer en su rostro progresivamente.

- Eso es... ¿Un bebé? – preguntó el Lan menor.

- ¡¿De dónde es ese bebé?! - explotó el mayor.

- ¿De dónde? – respondió Wei WuXian – De mi vientre, acabo de parirlo.

- Wei Ying... - llamó Lan WangJi con calidez. Su nombre era una caricia susurrada con una petición más que advertencia. Por otro lado Lan Qiren estaba colocándose de color púrpura.

- ¿Cómo? – balbuceó. Wei WuXian quiso explotar de la risa ¿Acaso Lan Qiren realmente lo creía capaz de todo? ¿Hasta de tener un bebé con su propio cuerpo?

- Tío – dijo divertido – no finjas que no nos has oído, sé que sabes cómo vienen los bebés al mundo y sé que sabes qué hacemos con Lan Zhan todas las noches. – Y entonces Lan Qiren se desmayó.

Lan SiZhui estaba tan concentrado en procesar los detalles del bebé en brazos de Lan WangJi que no notó la caída de su maestro hasta que este aterrizó con un fuerte ruido en el suelo. Wei WuXian explotó en risas, las lágrimas contenidas se pasearon por su rostro mientras Lan WangJi se acercaba a su tío y miraba entre el bebé en sus brazos y su tío en el suelo sin saber cómo levantar a uno sin soltar al otro, aparentemente no dispuesto a soltar a su hijo.

Esto sólo aumentó la risa de Wei WuXian, la que comenzó a llamar la atención de los estudiantes que se acercaron hasta quedar impresionados con el bebé en brazos de Lan WangJi ¡No había niños tan pequeños en la Profundidad de las Nubes! Estos solían ser cuidados por sus madres en el alejado recinto para mujeres hasta que tuvieran la edad para comenzar a cultivar. Todos estaban hipnotizados, nadie parecía notar el bulto en el suelo que solía ser su admirado y temible maestro Lan, aquello solo hizo que la risa de Wei WuXian permaneciera y permaneciera, hasta que solo se detuvo por un dolor de estómago. Aun así las lágrimas continuaban calentando sus ojos mientras observaba como la mano con la que Lan WangJi sostenía a su hijo llevaba entrelazada en su muñeca la cinta roja regalada por BaoShan SanRen, en tanto que la cinta de la frente Lan estaba atada en su propia muñeca.

Suspiró en el reconocimiento, una cinta unía sus vidas, mientras que la otra unía sus almas para toda la eternidad. Su historia juntos simplemente, jamás terminará.







FIN







Nota de Autora:

Muchas gracias por acompañarme durante todo el año que he escrito esta historia.

Sí, habrán extras, aunque sean cortitos.




Las quiero, gracias por todo.

Cheri.

Intrínseco - Capítulo 59: Resilio, Parte 3



Wei WuXian ya no sabe nada, ni dónde está, ni quién es. Incluso cree que olvidó cómo respirar, de lo contrario su nariz no sonaría como si pasar aire por ella fuera un trabajo tan difícil.

Estaba lleno, tanto que se le adormecieron las extremidades y su mente pareció solo percibir el enfoque de la parte baja y trasera de su cuerpo, la que estaba siendo ultrajada por primera vez.

Se sentía incómodo, aplastante, sofocante y extrañamente entrañable.

Rodeó la espalda de Lan WangJi con tanta fuerza como fue capaz, pero solo consiguió levantarse así mismo hasta el hombre que estaba sobre él, no lo movió ni por un centímetro.

- Uh – fue el sonido que se repetía en forma de balbuceó y ni siquiera sabía que lo estaba haciendo. La primera cosa que entró en su conciencia fue una pregunta de Lan WangJi aparentemente repetitiva.

- ¿Estás bien?

- Si, si... - consiguió balbucear mientras la neblina comenzaba a dispersarse de su cabeza – solo... no te muevas, ¿sí? Solo... dame un poco de tiempo, deja que... vuelva a ser yo.

- ¿Duele? – la preocupación se filtró en el tono neutro de Lan WangJi, Wei WuXian se distanció para observar su rostro, tenía las cejas un tanto contraídas y las mejillas dibujando un camino leve de rubor que acababa en un profundo rojo en sus orejas.

- Por supuesto que duele, es mi primera vez... pero... ah, ahora me siento tan lleno... - la voz ronca en su tono sólo se hizo cada vez más sugestiva a medida que avanzaba su discurso, movió un poco las caderas tanteando sensaciones, Lan WangJi sobre él se congeló.

- No hagas eso. – advirtió con el ceño profundamente fruncido.

- ¿Por qué no? Solo estoy probando un poco de lo que mi HanGuangJun me está ofreciendo tan abiertamente. O no, espera, el abierto soy yo.

Como si no pudiera soportar más de sus palabras, Lan WangJi le dio una profunda embestida.

- ¡Ah! – el grito hizo eco en las paredes de la habitación. - ¡Lan Zhan! Oh ya veo, ¿Esta nueva forma de castigo te excita, verdad? – como respuesta Lan WangJi volvió a hacerlo, pero esta vez no se detuvo, enterró su rostro en el hueco del cuello de Wei WuXian y comenzó a embestir con fuerza, sacudiendo la cama debajo de ellos, Wei WuXian contrajo tanto los dedos de los pies que creyó que se le caerían, volvió a gritar lo que solo consiguió que Lan WangJi le cubriera la boca. Aun así se las arregló para balbucear.

- ¡Sé que estamos en la profundidad de las nubes, sé que no debo gritar, pero si Lan Zhan me va a castigar tan fervientemente no puedo evitarlo! Oh, Lan Zhan, se siente bien, realmente bien, ¿Tú lo sientes así de bien? ¿Estar dentro de mí... se siente mgmgmg? – Lan WangJi quitó su mano para esta vez cubrir los labios de Wei WuXian con su propia boca, algunos murmullos se hicieron escuchar desde afuera pero nada pareció afectarlos en lo más mínimo. Lan WangJi solo se alejó de los labios de Wei WuXian cuando este comenzó a sacudirse por falta de aire, lo miró desde arriba mientras lo embestía con ímpetu y constante ritmo. El labio de Wei WuXian temblaba, su espalda se arqueaba, a ratos bajaba la mirada para observar cómo estaba siendo tomado por el hombre sobre él, entonces su rostro se pintaba de rojo y un par de gemidos descontrolados volvían a hacer eco en el lugar. Antes de que se percataran Wei WuXian había percibido un punto de placer y comenzó a sacudirse fervientemente para buscar más de él, Lan WangJi lo sujetó colocando una mano en su estómago, localizo el punto exacto gracias a los gemidos cada vez más agudos de Wei WuXian y entonces su trabajo laborioso comenzó. Ambos se perdieron en el momento en los sonidos húmedos y aplastantes que sacudían la habitación.



-¡No lo hagas, están en medio de un conjuro!– gritó Shaymin mientras sostenía con fuerza las manos de JingYi que estaban sobre la puerta del jingshi. A pesar de que su voz era una octava de alta más que su tono normal, en lo que evidentemente era un intento de hacer notar su presencia, los gemidos que brotaban hasta afuera continuaban de forma persistente, e incluso cada vez más alto.

- Pero están en peligro, ¿No escuchaste el grito? ¿Y estos...? ¡Alguien está sufriendo!– respondió con urgencia Lan JingYi, Shaymin arrugó la cara.

- Créeme, lo escuché y lo escucho pero será perjudicial si abres la puerta en este momento.

- ¡¿Por qué?! – insistió impaciente el joven Lan.

- Lo que sea que esté sucediendo allá dentro debe quedar encerrado dentro de esas paredes JingYi, vamos, aléjate de la puerta – Shaymin tomó sus manos y comenzó a alejarlo con fuerza, prácticamente arrastrándolo, entonces otro grito de Wei WuXian rompió el silencio nocturno, esta vez acompañado de un gemido especialmente largo. Las mejillas de Shaymin se ruborizaron mientras se petrificaba, en cambio Lan JingYi tomó esto como un grito de ayuda y se sacudió con urgencia. - ¡No te muevas, debemos alejarnos!

- ¡Por supuesto que no, debemos ayudar!

- ¡Lan JingYi! – gritó Shaymin enojado, pero sus mejillas estaban tan rojas y su voz sonaba tan frustrada que no tenía ni el más mínimo tono de mando. - ¿Crees que tienes más conocimientos que HanGuangJun y el Patriarca Yiling en conjuros?

- Por supuesto que no pero...

- Entonces salgamos de aquí, estamos estorbando. – volvió a arrastrar a Lan JingYi un poco más lejos, sin embargo este se rehusaba a avanzar por sí mismo. De pronto la sospecha se plantó en su mirada y Shaymin sintió un escalofrío temiendo que el joven Lan ya hubiese comprendido lo que sucedía dentro del jingshi.

- Y si...

- ¿Y si?

- ¿Y si no eres el verdadero Shaymin y solo estás intentando alejarme del caos? Eso explicaría porque no pudiste atravesar la puerta.

- ¿Eh? Bueno si eso fuera cierto, el verdadero Shaymin estaría muy celoso de que Lan JingYi hubiera besado con tanto fervor a otra persona. – con la mención de aquello el joven Lan también se ruborizó.

- Está bien, está bien...pero, ¿Cómo puedes asegurarme de que todo estará bien si no intervenimos? Tal vez deberíamos avisar a ZeWu-Jun. – Shaymin suspiró frustrado.

- Bueno... porque... hay una cosa que indica que están acabando con lo que sea que están luchando en medio de este conjuro. – dijo con suma seriedad.

- ¿Qué?

- Aplausos.

- ¿Aplausos?

- Sí, aplausos.

- Pero no hemos escuchado aplausos. – justo en cuanto terminó de hablar el sonido similar a aplausos comenzó a hacerse escuchar por los alrededores. Shaymin se ruborizó aún más antes de volver a empujar a JingYi más lejos.

- ¿Ahora me crees?

- Oh, hum... sí, creo que sí.



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Lan WangJi había pegado el rostro al de Wei WuXian, su boca rozaba la oreja del otro y cada tanto la lamía en medio del caos en la habitación, pero lo que definitivamente más disfrutaba Wei WuXian con ello era que los leves temblores en la respiración de Lan WangJi eran perceptibles con aquella cercanía. De la misma manera, él gimió sin contención cerca del oído de Lan WangJi, enterró sus manos en su cabello húmedo y se sacudió abiertamente, se sentía tan caliente y pegajoso mientras el otro se movía sobre él que se preguntó si en algún momento se derretiría. Sus piernas se acalambraron e incluso su espalda se estremecía mientras golpeaba una y otra vez la cama en tanto era embestido, la cama crujía y las respiraciones erráticas se hacían notoriamente más pesadas.

La mano de Lan WangJi sujetó la mejilla de Wei WuXian y la acaricio en medio de aquel enredo de piel, luego su dedo se movió hasta entrar en la boca de Wei WuXian, este mordió y chupo con fuerza. El dedo húmedo bajó por su cuello dejando un rastro de saliva, y se asentó en un pezón, cuando Lan WangJi sintió el roce de la erección de sus pezones no pudo evitar inclinarse hacia abajo para saborearlos él mismo. Wei WuXian para entonces estaba mareado, sentía gran urgencia por tocarse así mismo pero también se sentía aliviado por los golpes que daba su propio glande con su ombligo. Como si Lan WangJi lo hubiese escuchado, bajó una mano a acariciar directamente la humedad y dureza de su erección, sin aviso comenzó a bombearlo con crudeza y consiguió marcar un ritmo impecable con sus embestidas, Wei WuXian nuevamente gimió tan alto que estuvo seguro que si alguien recorría los al rededores lo escucharía. Poco le importó.

- Lan... Zhan, yo... ah... - cuando abrió los ojos para advertirle a Lan WangJi que estaba por dejarse ir, notó que este lo miraba con tanta hambre en sus orbes dorados que parecía que pudiese tenerlo bajo y alrededor de su erección por días completos. Wei WuXian tragó saliva mientras era sacudido de arriba hacia abajo. Sus piernas temblaron, los dedos de sus pies se contrajeron y los de sus manos tantearon buscando dónde apretar, encontrando solo las sabanas como una opción razonable, enredó sus manos en ellas y las jaló hacia arriba mientras su propia espalda se arqueaba y se sacudía en medio de su orgasmo, fue consciente de que su propio semen rozó su cuello en el momento en que Lan WangJi se inclinó para lamerlo.

Él aún estaba dentro de sí, tan duro e impecable como al comienzo.

Volvió a tragar saliva, notando que si continuaba con otras rondas amorosas así se volvería estúpido por el uso, de pronto se dio cuenta de que era exactamente lo que quería y en una necesidad intrínseca comenzó a verbalizarlo.

- Lan Zhan, oh mi honorable HanGuangJun, toma a este Wei Ying tuyo como desees y embístelo hasta que mates todas sus neuronas en la sacudida, úsame como gustes, ¿No te había dicho eso, ya? ¿Por qué te estás conteniendo? ¡Ah! ¡No tan fuerte Lan Zhan! ¡Uuuh! ¡Me vas a desarmar!

Las embestidas de Lan WangJi se volvieron brutales mientras intentaba callar a Wei WuXian y aunque había planeado bajar su ritmo inmediatamente después de lograrlo no pudo contenerse cuando el placer le recorrió la espalda ante la visual de Wei WuXian babeando y balbuceando tan descontrolado, aquel ritmo desmedido le había pintado las mejillas de tal rubor que Lan WangJi simplemente no pudo detenerse, le mordió el cuello mientras adivinaba que sus balbuceos se habían convertido en suplicas y continuó sin perder el ritmo hasta que el mismo estaba temblando entre el abrazo apretado de Wei WuXian, en sus últimas embestidas se enterró tan profundamente que las piernas del otro se alzaron hasta la altura de su cuello. Embistió un poco más mientras el chapuseo de su propio semen volvía aún más acuosos los sonidos en la habitación, finalmente se sintió pesado y completamente extasiado, dejándose caer junto a Wei WuXian, este de inmediato en medio de su total inconsciencia lo buscó y lo abrazó atrayéndolo así mismo.

Wei WuXian buscó a tientas en el pecho de Lan WangJi y a duras penas logró inclinarse en medio de su cansancio para besar su cicatriz. Lan WangJi hizo exactamente lo mismo, pero se acomodó allí, sobre su pecho, dejando que los dedos de Wei WuXian se enredaran en lo más profundo de su cabello sudado y lo acariciara con dulzura.

- Ah... en serio debimos haber hecho esto hace mucho tiempo. – balbuceó de manera casi inentendible, como respuesta obtuvo un sonido ahogado y un temblor, adivinó que la sacudida de los hombros de Lan WangJi era una risa silenciosa. - ¿Le divierte mi estado etílico HanGuangJun?

- Mn. Me divierte Wei Ying – susurró en un tono ronco pero dulce.

- Oh, ¿HanGuangJun llamaría a lo que acababa de suceder como divertido? ¿HanGuangJun solo ha estado usando como un juguete a este Patriarca Yiling? Este Patriarca Yiling amó ser su juguete y el juego en sí, pero creo que recuperarse le tomará varios días. Deberíamos disponer de esta actividad... - la mano de Lan WangJi se levantó para cubrir los labios de Wei WuXian. - ¿Mng?

- Todos los días son todos los días.


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Jiang Cheng acariciaba el cabello recién despeinado de Lan XiChen. Ambos habían decidido sentarse a observar las estrellas desde la Profundidad de las Nubes. Lan XiChen había estado silencioso, tanto que cuando Jiang Cheng lo empujó en un abrazo hasta su pecho y comenzó a desenredar sus cabellos con sus dedos, Lan XiChen no dijo nada, solo se acomodó en aquel lugar cálido.

Jiang Cheng lo sabía, Lan XiChen estaba triste, tal vez demasiado como para explicarlo con palabras, pero aun así mantenía la compostura frente a todos los demás y después de dos días de arduas conversaciones con otros líderes de secta, había conseguido que Wei WuXian permaneciera en la profundidad de las nubes con total aviso a todas las otras sectas. En este momento la secta Jiang y Lan se harían cargo del mundo de la cultivación, por lo que el líder de secta Jiang debería pasar algunas semanas en la Profundidad de las nubes o algo así logró inventar Jiang Cheng para conseguir un lugar seguro junto al Primer jade.

- No estás solo – susurró despacio cerca del oído de Lan XiChen.

Este suspiró y comenzó a rascar su nariz con el cuello de Jiang Cheng, este rió por las cosquillas.

- ¿Qué haces? – entonces notó que la nariz que lo acariciaba estaba húmeda. – Oh. – apretó con fuerza a Lan XiChen entre sus brazos, tomándolo por sorpresa por el aplaste.

- Au – se quejó divertido.

- Haré puré de Lan.

- No tienes que inventar esa excusa para comerme, ChengCheng.

- Pero... - balbuceó ofendido - ¡¿Por qué sigues llamándome así?! Oye, espera, ¿Qué fue lo que dijiste antes? – jadeó al volver a repetir las palabras en su mente antes de preguntar - ¿Cómo es que mi respetado líder Lan se ha convertido en este pervertido? – Entre sus brazos Lan XiChen rió un poco, no era una risa alegre pero se alejaba de la amargura que había arrastrado desde los últimos dos días.

Ambos suspiraron en silencio.

- No soy Jin GuangYao, no tengo las palabras de consuelo que necesitas escuchar... - se disculpó Jiang Cheng en un arrebato de culpas pero de inmediato se arrepintió al sentir como se tensaba Lan XiChen ante el nombre de su hermano jurado. En un intento de solucionar la situación, continuó hablando – Bueno, ¡mejor no oír nada a estar escuchando la sopa de mentiras que decía ese tipo cada vez que abría la boca! – al escuchar sus propias palabras, él mismo se volvió una piedra de estrés, ¿Le estaba recordando a Lan XiChen cuanto había sido manipulado por su hermano jurado? Sintió una gran necesidad por estrellar su cabeza contra el muro de reglas Lan sesenta y siete veces antes de disculparse, sin embargo el hombre entre sus brazos había vuelto a reír.

- ChengCheng, realmente eres muy malo con las palabras – dijo entre risas, Jiang Cheng bufó ofendido antes de encorvar su cuerpo para buscar entre sus brazos el rostro de Lan XiChen, al encontrarlo besó su mejilla con suavidad, el sonido del tacto de sus labios con la mejilla húmeda le produjo tal ternura a Jiang Cheng que no pudo evitar repetir otro beso en el rostro de Lan XiChen haciendo que este fuera extremadamente sonoro y duradero, el simple actuar arrebatado de Jiang Cheng ya había vuelto a hacer reír a Lan XiChen y en un intento de escapar del beso, ambos se arrastraron hasta que la espalda del Lan tocó el suelo y Jiang Cheng se mezcló entre sus piernas.

- Lan Huan... si tu tío nos viera, me partiría las nalgas a azotes.

- Creo que tío ya lo sabe... - meditó mientras acomodaba sus manos en la cintura de Jiang Cheng.

- ¿Y no te importa? Quiero decir, espero que defiendas mis nalgas, a ti te gustan después de todo. – Lan XiChen soltó otra risa.

- ChengCheng agradezco tu intento por subirme el ánimo pero te advierto que dejes de hablar tanto sobre tus... - bajó las manos rápidamente hasta detenerse en lo más bajo de la espalda del menor y solo entonces comenzó a descender lentamente, apretando la carne que amasaban sus dedos. Jiang Cheng jadeó un poco mientras presionaba los labios para evitar los sonidos, su dignidad descendía más rápido que las manos de Lan XiChen en su cuerpo cada vez que este lo tocaba.

Por un momento en que Jiang Cheng podía observar desde arriba la mirada juguetona pero aún triste de Lan XiChen, algo nació dentro de él que se extendió con gran rapidez, una inmensa necesidad de proteger a esta persona le estaba humedeciendo los ojos, entonces se recostó cargándose su peso sobre él, escondiendo esta vez él su rostro en su cuello.

- No es justo. – susurró con convicción – eres el cultivador más honesto, no es justo lo que ha sucedido, no es tu culpa, es de él, se aprovechó de todos, te utilizó, y no eres débil por ello, todos lo seriamos de ser así porque nos utilizó a todos en distintos niveles. Deja de mirar como si alguien te hubiese arrancado el corazón para masticarlo y luego escupirlo de vuelta hasta tú pecho porque... porque entonces yo... yo, quiero buscar su miserable alma hasta reencarnarla y asesinarla una y otra vez, pero eso tampoco te haría feliz y yo... ¿Qué puedo hacer yo para hacerte feliz, Lan Huan? – hubo un momento de silencio luego de su pregunta, Lan XiChen permaneció quieto, sosteniendo sus manos en la parte más baja de su espalda, pareció distraído mirando las estrellas antes de hablar.

- Sé mi compañero de cultivo.

El aire se estancó en los pulmones de Jiang Cheng cuando este alzó velozmente la cabeza para mirarlo con incredulidad.

- ¿Qué?

- Sé mi compañero de cultivo – repitió Lan XiChen, esta vez mirándolo a los ojos, su tono no era una pregunta sino una propuesta respetuosa, un acuerdo familiar que prometía más de lo que las palabras podían expresar. – Sé mío.

- Ya soy tuyo Lan Huan – respondió de inmediato Jiang Cheng con el rostro un tanto ruborizado – pero... ¿Compañeros de cultivo? Eso es como pedirme ser la madre de tus hijos aunque sepas que no podré procrear, ¿Y la descendencia? Lan Huan...

- Bueno... - meditó con un brillo de alegría en los ojos - yo creo que mi tío tendrá que buscarse una esposa.

Jiang Cheng no pudo evitar bufar.

- ¿Entonces yo debería obligar a Jin Ling a embarazarse? Eso es incluso más fácil que conseguirle una esposa a tu tío.

Esta vez ambos rieron.

- Creo fervientemente que nuestra unión traería buenos resultados a nuestras sectas. – Jiang Cheng se sentó y Lan XiChen hizo lo mismo, ambos parecieron darle más seriedad al asunto con aquella postura.

- No habrían descendientes directos.

- Tal vez ha llegado la hora de jerarquizar los méritos y no la descendencia. – la voz de Lan XiChen era amable, su tono permanecía en el de una propuesta como si aquello lograra esconder su emoción por la misma, sin embargo no lo hacía, Jiang Cheng podía ver el leve temblor en sus manos y la postura inusual en que sus hombros se mantenían tensos.

- El maldito de Su She hubiese sido feliz escuchando eso. – gruñó.

- Probablemente al comienzo, pero al encontrarse con problemas para resaltar siempre inventaría una excusa para culpar a los demás de sus carencias. – Jiang Cheng miró a Lan XiChen con el rostro sereno unos instantes. - ¿Qué pasa?

- Si mi madre estuviera viva, probablemente se embriagaría en la ceremonia y convencería a tu tío de beber, entonces todo sería un desastre. – rió con el pensamiento. – dos voces firmes en una misma familia – Jiang Cheng aparentó un escalofrío con actuado horror.

- ¿Ceremonia? Chengcheng... ¿Eso... es un sí? – El líder de secta Jiang se acercó, tomó el rostro del mayor entre sus manos y entonces la respuesta a Lan XiChen se resumió en un largo beso.

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En el templo Taoísta de Santem.-

Santem ha retomado la rutina eterna, limpiar el tembló cuidadosamente, purificar los al rededores y encargarse de las flores. Se siente solitario, pero ya ha estado así antes, solo debe volver a acostumbrarse, sabe que le tomará tal vez algunos cientos de años pero poco importaba ya que los tenía.

Afuera del templo el día estaba extraño, demasiado cálido, demasiado anaranjado, demasiado nostálgico. Santem odia estos días en los que el paisaje parece haber escapado de una pintura, los odia porque le hace apreciar la vida que por las noches detesta. A veces por su mente pasaba la idea de volver con BaoShan Sanren para evitar confrontar la amarga soledad, pero sabía que aquello resultaría en una visita pasajera, la negatividad característica de su personalidad se hastiaba de la brisa zen.

Suspiró, pensar en los amargos sentimientos nunca era una opción gratificante. Cortó algunas flores y se aseguró de darle forma al jardín, para cuando terminó tomó la canasta y se dirigió a las afuera del pozo, una vez allí quitó uno a uno los pétalos de las flores desechadas y los observó mientras el viento ligero se los llevaba. Deseó que su vida se la llevara el viento junto con los pétalos. En medio de la quietud del paisaje y de su duodécimo suspiro un pequeño crujido llegó a sus oídos y de inmediato Santem desenvainó su espada.

¿Había estado tan distraído que no había notado al espía detrás del árbol? Se enfadó consigo mismo mientras se encaminaba en dirección al escondite. No solía recibir visitas, muchos menos que estas pasaran desapercibidas por él, por lo que solo su mal humor empeoró una vez que llegó detrás del árbol y no vio absolutamente nada. Frunció el ceño mientras observaba el espacio vacío, entonces un pequeño cuerpo se posó sobre sus hombros, cubriéndole los ojos con sus pequeñas manos, Santem se congeló.

La oleada de energía resentida proveniente del pequeño cuerpo lo rodeó y un escalofrío le congeló la espalda por segundos. Pudo reaccionar volteando su espada y decapitando el pequeño ser, pero su intuición se lo impidió. Con cautela llevó sus dedos hacia el rostro buscando rozar las pequeñas manos que tapaban sus ojos, eran tan pequeñas y frías que la familiaridad le dolió.

- Tú... - susurró en reconocimiento. El amuleto en su forma humana, alejó sus pequeñas manos de sus ojos solo para darle una gran sonrisa a centímetros de su rostro - ¿Cómo es que llegaste aquí? ¿Cómo es que...? – el pequeño niño pelinegro sacó de sus ropas sucias una pequeña hoja con una letra conocida: "Cuídalo." Era todo lo que decía el papel con la letra de Shaymin. Santem observó al niño unos segundos más antes de rodearlo con sus brazos y presionarlo con fuerza, alrededor de él la energía resentida se convirtió en una suave nevada. – te extrañé.