Ahora el rumbo cambiaba en dirección al Sur.
Wen Ning estaba dentro de una jaula sobre el barco y pesar de la distancia entre esta y el grupo de jóvenes, Jin Ling no le quitaba los ojos de encima. Su mirada llena de odio no distinguía entre el cadáver feroz y el mayor de la secta Lan que parecía intentar hablar con él dentro de la jaula.
- Hay que matarlo. - soltó - Incluso lo tenemos en una jaula por si se vuelve loco, tenemos que eliminar el peligro antes de que se vuelva contra nosotros, ¡Hay que matarlo! – sentenció con la voz amenazante, Lan SiZhui a su lado tomaba su mano silenciosamente, si no hubiera sido por ello y por el considerable temor que le tenía al segundo maestro Lan, él mismo hubiera atacado al general fantasma a pesar de que Lan WangJi les pidió solo “mantener distancia” luego de encarcelarlo y subirlo al barco junto a ellos. Casi todo el grupo se concentró alrededor de Jin Ling para convencerlo en no llamar a su tío, ya que esta era una misión de la secta Lan en la que todos se habían comprometido a ser pertinentes.
Lan ZiYuan estaba de pie en un punto más alejado de los demás, vigilaba atentamente a Jin Ling y por el rabillo del ojo también a Wei WuXian quien estaba mostrándole felizmente su espada a Mo XuanYu.
Lan WangJi llegó a su lado.
- Suibian, el general fantasma y él diciéndome su nombre como si los demás no pudieran escucharlo con un poco de esfuerzo, la cacería no terminará sin que todos sepan quién es. – concluyó Lan ZiYuan.
- Lo sé. – Lan WangJi contempló con dulzura al joven que mantenía a Suibian equilibrándose en su nariz. Suspiró.
- Todos están conmocionados por la aparición del general fantasma así que nadie ha notado la nueva espada, pero es cuestión de tiempo y Mo XuanYu partirá mañana de vuelta a LanlingJin. – a pesar de que no dijo nada más al respecto su tono tenía obviedad con respecto a algo: tenían que tomar acciones, ¿Pero qué podían hacer? ¿Pedirle a Mo XuanYu que mintiera? Nadie del clan haría algo así. - ¿El general fantasma dijo algo?
- No está consciente – Lan ZiYuan lo miró confundido pero Lan WangJi no agregó más y de todas maneras comprendió lo que sucedía.
- HanGuang-Jun, por favor descanse un poco, me encargaré de todo y lo llamaré de ser necesario. – al ser un discípulo recatado y silencioso como el mismo Lan WangJi había mucho que notaba antes que los demás.
- El segundo maestro Lan frunció el ceño, si bien él no dormía por las tardes, la meditación era un descanso y un alivio que necesitaba. De pronto hizo una reverencia bastante inclinada hacia Lan ZiYuan y este ensanchó los ojos por la sorpresa ¡Que HanGuangJun le pidiera algo de esa manera no estaba permitido! Era su mayor después de todo.
- Por favor cuida de él. – Con una notoria perplejidad en la mirada Lan ZiYuan respondió la reverencia con una aún mayor inclinación.
- Será un honor. – respondió con la vergüenza cubriéndole las mejillas, no pudo mirar a Lan WangJi a la cara cuando este se alejó y bajó hasta las habitaciones.
- ¡Chaaaaaang! – Wei WuXian le gritó – ¡Ven aquí, mira lo que puedo hacer! – subió su espada a su frente y mantuvo el equilibrio con ella en su funda y parada perfectamente allí. Antes de ir con él le dio una mirada a Wen Ning quien continuaba en la jaula inmóvil y con la mirada perdida, luego observó a Jin Ling considerablemente más tranquilo apoyando su rostro en el hombro de Lan SiZhui, solo entonces fue con su primo y el quinceañero.
- Quédate tranquilo – regañó antes de sentarse junto a Mo XuanYu, este aún tenía el cuaderno de talismanes en su regazo.
- Ey Chang, realmente estás hablando más, solo tenías que tomarnos un poquito de confianza, ¿Ves? - molestó.
- Tu espada. – indicó.
- Ah, sí, ¿La quieres ver? ¡Es hermosa! –la tendió hacia él y Lan ZiYuan la tomó, la suprimió con agilidad y luego la guardó en una bolsa de qiankun, después sacó una espada de otra bolsa, Sunny.
- Las espadas son la forma más fácil de ser reconocido, no actúes descuidadamente.
- Oh… entiendo - Wei WuXian tomó la bolsa de qiankun y la espada de su madre, miró sus manos mientras sostenía ambas cosas. De repente su rostro pareció cabizbajo.
- ¿Xian? – preguntó Mo - ¿Sucede algo? – el quinceañero se sentó junto a Mo XuanYu con un puchero inconsciente en sus labios, arrastró las palabras al responder.
- Si alguien lo descubre, Lan Zhan estará en problemas… fui un tonto por llamar la espada después de todo… - susurró ignorando la mirada severa de Lan ZiYuan por sus palabras descuidadas. Mo XuanYu pestañeó sorprendido, si bien había formulado sus sospechas en cuanto al por qué Xian SanRen no podía salir con libertad de La Profundidad de las Nubes ni mucho menos caminar dentro de la secta le sorprendió notar que el asunto era tan serio.
- Bueno… creo que además de nosotros nadie más ha notado tu espada ni su nombre tan peculiar – dijo buscando disminuir la tensión – prometo no decirle nada a nadie y sé que ZiYuan tampoco lo hará.
- Mn. – asintió Wei WuXian aún cabizbajo. – gracias XuanYu y lo siento… - colocó su mano en la pierna del mayor, quien la miró como si no pudiera entender que haría una mano allí, aunque fuera un gesto del quinceañero simplemente siendo familiar - no debí pedirte que vinieras ignorando todos los riesgos…
- ¿Eh? ¿Qué dices? – rio nervioso – he aprendido más en estos días sobre energía espiritual que en todos los años estudiando en LanlingJin. – como aún el quinceañero mantenía su rostro triste buscó entre sus ropas y sacó de su túnica un níspero – toma – la puso en su mano. – come un poco, ¿sí? – ante el gesto el quinceañero se forzó a sonreír y darle una mascada al níspero. Mo XuanYu se sintió exitoso hasta que volteó, encontrándose con la mirada sombría de Lan ZiYuan. - ¡Tengo otro níspero para ti, ZiYuan! – buscó con rapidez y le tendió uno a él, este lo miró con el rostro inexpresivo y notoriamente molesto volvió a alejarse hasta el otro lado de la proa, donde le dio un mordisco al níspero.
- Chang es muy celoso cuando se trata de ti. - soltó un poco más animado.
- Es porque es como un hermano pequeño, cuando jugábamos de niños siempre se enojaba si le daba más atención a alguien más, pasaron muchos años en que no nos vimos pero él realmente no ha cambiado – Mo XuanYu sonrió y Wei WuXian no pudo contener las ganas de apretarle las mejillas.
- ¡XuanYu se comporta como un hermano mayor! – el rostro del mayor se tiño de un fuerte rojo y fue incapaz de decir nada mientras Wei WuXian se reía de su vergüenza. – por cierto, ya que mañana te vas… quiero regalarte mi cuaderno de talismanes.
- ¿Qué? - Mo XuanYu abrió la boca mientras sus mejillas continuaban rosadas – pero son tus creaciones…
- Sí pero yo ya las he memorizado, además eres mi amigo, puedes ser el primero en utilizar mis creaciones, pero debes usarlas sabiamente, ¿eh? Nada de estar abusando de los débiles. – aunque esto era obviamente una broma, Mo XuanYu se lo tomó personal y se puso de pie decidido haciendo una reverencia para Wei WuXian. – ¡no agradezcas así! – gritó apenado – ¡no es necesario! De hecho es muy incómodo.
- Pero…
- Nada de eso, mejor… eh, ¿Por qué no vamos a mirar un poco al señor cadáver feroz? – antes de esperar que Mo XuanYu respondiera, tomó su mano y lo llevó consigo hasta la jaula. Teniendo cuidado de no estar siendo visto y aprovechando que Lan ZiYuan comía un níspero observando el mar, metió la mano en la jaula meticulosamente sellada y tocó la frente del general fantasma, este levantó mínimamente el semblante, incluso cuando Wei WuXian pinchó con su dedo sus mejillas, su boca, su nariz y sus ojos, este no tuvo más reacción. – Hola… ¿señor cadáver feroz? – de pronto Wen Ning levantó el rostro y pareció buscar algo con los ojos vacíos.
- ¿Está ciego? – preguntó Mo XuanYu – de niño me contaron muchas historias de terror del general fantasma, no sé mucho del Patriarca Yiling pero… Xian deja de hacer eso – pidió al quinceañero que ahora metía su dedo dentro de las orejas del cadáver.
- Es que no ha vuelto a reaccionar – pero una vez más, al escuchar la voz se movió – Oh… ahora sí reacciona.
- Se supone que él tenía consciencia… ¿Por qué no puede hablar?
- ¿Consciencia? – antes de que Mo le respondiera, recordó un par de dibujos en el libro de cultivo demoníaco, algoritmos y trazos dedicados a retener la consciencia de un espíritu a través de energía resentida, sin embargo esas teorías no tenían nada escrito sobre un cadáver feroz ni el éxito de la recuperación de consciencia, ¡De pronto estaba maravillado! - ¿Quieres decir que podía ir por allí y tener una vida normal?
- Eh… ¿Podría? Tal vez, pero en el caso del general fantasma, él vivía en los Túmulos funerarios con el Patriarca Yiling y lo protegía de los ataques de las sectas, además era un Wen, y hasta hoy todos odian a los Wen. – Wei WuXian asintió, él había aprendido en la montaña acerca de las guerras del mundo exterior.
- Bueno… si este interesante sujeto hizo que un cadáver retuviera su consciencia, quiere decir que aún la tiene solo que probablemente bloqueada. Veamos… - con el mismo dedo con él que había estado pinchando desvergonzadamente el rostro de Wen Ning, buscó en su cabello, cuando encontró dos agujas enormes no se sorprendió demasiado pero sí lo hizo de la reacción muscular del cadáver mientras jalaba las herramientas. Una vez sacadas por completo miró ambos clavos con patrones delicadamente dibujados en ellos, los guardó en su bolsillo. El cadáver se agitó y las cadenas hicieron eco en la proa, los jóvenes se acercaron corriendo de inmediato.
- ¿Qué hiciste? – preguntó OuYang ZiZhen cuando se acercó y miró al general fantasma que se había arrodillado en el suelo con las pupilas dilatadas pero la mirada centrada en el piso, entonces Wei WuXian se arrodillo para entrar en campo de visión y nuevamente metió la mano en la jaula para sacudirla frente a sus ojos.
- Holaaa – cantó - ¿Señor cadáver feroz? ¿Puede verme? – ante la pregunta Wen Ning levantó el rostro y lo miró, Wei WuXian se sintió en la dicha mientras todos los jóvenes alrededor soltaban gritos ahogados – Señor cadáver feroz, mi nombre es Xian SanRen – la mirada que pareció apenada en un principio ahora era indudablemente de confusión. - ¿Hola? – volvió a mover la mano frente a él cuando no obtuvo respuesta - ¿Señor cadáver feroz aún es tonto?
- ¡No le digas esas cosas! ¡¿No ves que lo vas a molestar?! – gritó Lan JingYi.
- ¿A que le tienes miedo? – Jin Ling levantó su espada y parecía que iba a desenfundarla, cuando entonces apareció Lan WangJi y colocó la palma de su mano bloqueando la empuñadura. Miró a Lan SiZhui sin alejar su mano.
- Manténganse alejados. – el tono usado no daba cavidad a dudas ni opiniones, todos se retiraron nuevamente aunque entre Lan SiZhui y Lan JingYi debieron jalar a Jin Ling. Lan WangJi miró a Mo XuanYu quien estaba agachado junto a Wei WuXian, este levantó la mirada completamente ajeno a la severidad que se encontraría en aquellos ojos, una vez que fue impactado por ello se retiró con el cuerpo tenso sin decir siquiera una palabra.
- ¿Eh? ¿XuanYu, dónde vas? – no recibió respuesta pero Lan WangJi lo miraba fijamente. Ahora los dos estaban solos y lo suficientemente lejos para no ser escuchados, Lan ZiYuan vigilaba que los jóvenes no volvieran a acercarse.
- ¿Qué sucedió? ZiYuan dijo que lo despertaste.
- ¿Eso hice? Solo le quite unos juguetes que tenía en la cabeza. – Wen Ning permanecía mirando a Wei WuXian con los ojos entrecerrados, aún confundido, cuando vio a Lan WangJi volvió a bajar la mirada mientras continuaba arrodillado, el espacio en la jaula era demasiado pequeño para que pudiese inclinarse más pero el segundo maestro Lan comprendió sus intenciones.
- No es necesario, ponte de pie.
- Segundo… maestro Lan… - saludó con un tono bajo, inseguro, avergonzado.
- ¡Puedes hablar! – cantó felizmente Wei WuXian – Hola, hola – movió su mano saludando – señor cadáver feroz, muchas gracias por salvarme de ese insecto gigante, fue usted asombroso. – Wen Ning lo miró con los ojos muy grandes y el quinceañero se preguntó si ese realmente era un temido cadáver feroz o simplemente un niño que tuvo la mala suerte de ser utilizado una vez que murió.
- Wei Ying, ve con los demás.
- ¿Ah? ¡Yo también quiero hablar con él!
- Wei Ying. – el tono de Lan WangJi era realmente una petición seria, Wei WuXian tragó saliva y los miró a ambos antes de alejarse refunfuñando.
Wen Ning lo miró alejarse.
- ¿Qué… que ha pasado con él? se ve tan joven… - El segundo maestro Lan abrió la jaula y se hizo a un lado, indicándole que podía salir.
- Es una larga historia.
.
.
.
Habían transcurrido seis días desde que Jiang Cheng no había visto a Lan XiChen y no es que los estuviera contando, simplemente los días se hicieron notablemente lentos luego de aquella “charla” nocturna en GusuLan.
Jiang Cheng se analizó así mismo luego de aquello, pensó y pensó sobre lo ocurrido y aunque estaba casi completamente convencido de que su impulso fue producto de una soledad asfixiante ignorada por las obligaciones, ahora que estaba a tan solo dos pasos de entrar al salón de reuniones en LanlingJin en donde sabía que estaba Lan XiChen… él ya no estaba tan seguro.
Nunca fue bueno combatiendo el nerviosismo, se había asegurado de fortalecerse para evitar la inseguridad y por sobre todo los nervios en toda circunstancia, pero ahora el simple hecho de tener que hablar como lo había hecho tantas otras veces en reuniones le estaba causando un fuerte dolor de estómago y no por todos los líderes, sino que por uno cuyos labios carnosos eran extremadamente suaves.
Respiro profundo.
Jiang Cheng podía ser un manga cortada, le tomó mucho trabajo acordar consigo mismo que no debía cerrarse a esa posibilidad ya que, efectivamente había disfrutado aquel beso húmedo con nada más y nada menos que la persona que encabezaba la lista de belleza en el mundo de la cultivación sin embargo, no iba a permitirse considerar sentimientos con un hombre y específicamente uno que estuviera enredado con alguien más. Fueron varias noches de evitar las comparaciones y por sobre todo los celos por aquel hombre pequeño que solía seguir a Lan XiChen como una rata al queso, pero luego de recordarse que tenía muchos deberes para gastar pensamientos en otras cuestiones que no fueran la permanencia de su secta, se calmó lo suficiente como para tomar este asunto con nada más que culpa, después de todo nada bueno traería a su más grande obligación un tipo de embrollo de aquellos.
Entró manteniendo la respiración profunda y constante mientras el corazón le latía con fuerza, solo había dado dos pasos dentro del lugar y su mirada ya buscaba túnicas blancas y largas, una vez las divisó tomó el asiento más lejano que encontró.
Saludó a un par de líderes de secta con su habitual mueca enfadada, aquello espantaría cualquier conversación innecesaria, pero de pronto escuchó una voz que le crispó los cabellos de la nuca.
- Líder de secta Jiang – manteniendo su ceño fruncido porque los malos momentos parecían no querer hacerse esperar, se volteó e hizo una reverencia respetuosa.
- LianFang-Zun – saludó con un tono más temible de lo usual, cuando vio su rostro sonriente que delataba un poco de sorpresa pensó en todas las noches en que imagino varios escenarios entre ese cínico hombre y aquel otro de labio suaves.
“No me importa, no puede importarme, no soy nada de Lan XiChen ni lo seré jamás” se repitió para barrer una acolchada variedad de pensamientos negativos y frustrantes en los que se podría hundir para alimentar su odio hasta finalmente asesinar al pequeño de sonrisa cínica.
“Estas son las sonrisas que más odio, ni siquiera son obligadas por la cordialidad como las de Lan XiChen, son por conveniencia. Esta sí que es una rata.”
- Líder de secta Jiang – llamó un hombre en frente de él - ¿Por qué está mirando a LianFang-Zun de aquella manera? Cualquiera diría que le debe dinero. – Con total tranquilidad se dirigió al líder de secta Moling Su, le respondió con el mismo tono de voz y mirada hostil.
- ¿Tú quién eres? – como si este no se hubiera esperado esta pregunta balbuceó algo inentendible pero antes de que pudiese defenderse, fue callado por un simple movimiento de la mano de Jin GuangYao.
- Tal parece que el líder de secta Jiang ha sido incomodado por algo, ¿Podría permitirme ayudar con el asunto que ocasiona su malestar? Después de todo, hoy es nuestro huésped.
- Aish, LianFang-Zun – llamó el líder de secta OuYang – todos sabemos cómo son los ánimos habituales del líder de secta Jiang, no debería tomarlo personal si le dedica una mirada severa. – Jiang Cheng se volteó sintiéndose ofendido por la pobre defensa del líder de secta OuYang, ¡Su secta dependía de la suya y estaba hablando así de él! Estaba a punto de cometer un acto impulsivo que podría arruinar las relaciones de Yunmeng con Baling cuando una mano se acomodó suavemente en su hombro, aquello lo desencajó en gran medida.
Se volteó sorprendido, nadie solía tratarlo con la familiaridad suficiente como para tocarlo pero una vez vio una sonrisa tranquilizadora en el rostro más bello entre todos los cultivadores, sus amenazas se quedaron en su garganta.
- Líder de secta Jiang, no se enfade innecesariamente menos si la reunión aún no ha comenzado – le dijo Lan XiChen con ojos levemente iluminados. A su lado Jin GuangYao pareció tomarse un tiempo evidente en apreciar la cercanía entre ellos y mirar exhaustivamente la mano depositada en el hombro de Jiang Cheng.
- … - abrió la boca para decir algo pero, ¿Qué? Volvió a cerrarla mientras aún miraba al mayor, su ceño habitualmente fruncido había desaparecido producto de la sorpresa dándole un aspecto sumamente distinto al que los otros líderes solían ver.
- No sabía que el líder de secta Lan era cercano al líder de secta Jiang – comentó el líder de la secta Yao sin intención de pasar desapercibido.
- No somos cercanos – respondió de inmediato Jiang Cheng, y al segundo siguiente la sonrisa en los labios de Lan XiChen pareció incomoda.
- Pero líder de secta Jiang – le reprendió Jin GuangYao – sería bueno que usted tuviera un poco de compañía, no ha tenido amigos desde que Wei WuXian fue su discípulo, ¿me equivoco? – el tono suave parecía realmente preocupado pero todos sabían que la sola mención de Wei WuXian alteraba a Jiang Cheng, de modo que los espectadores se alejaron algunos pasos por mero instinto – sería bueno si aceptase un poco de compañía en su soledad.
- No la necesito – contestó con furia contenida evitando mirar directamente a Jin GuangYao. ¿A caso él parecía una persona patética y débil por no tener amigos? ¿Quién se creía él para cuestionar “su soledad”? Quería gritarle “¡Jódete!” o simplemente golpearlo.
- Todos necesitamos amigos, incluso el líder de secta Lan a veces necesita compañía, ya que yo mismo no puedo estar siempre con él – Jiang Cheng sintió que recibió un golpe en el estómago. Él se había dicho así mismo que no podía permitirse sentimientos por Lan XiChen, pero ahora mismo la idea de ser una opción solo cuando “el otro no estaba” le causo dolor de una manera en que se sorprendió, no es como si no estuviese acostumbrado a las comparaciones pero esta vez fue distinto, se sintió triste en vez de enfadado. Definitivamente él estaba fuera de control.
Con las emociones notoriamente menos violentas observó que a su alrededor todos lo miraban, específicamente unos ojos sinceros y preocupados en frente de él.
- Ah, es así. – comentó para sí mismo, sin embargo sus palabras cayeron en los oídos de los que estaban cerca.
“Es así… a pesar de que me lo propuse, me hice ilusiones por un simple beso y palabras ligeras. Patético. Ya basta.”
- Líder de secta Jin – le habló con seriedad conectándose con la situación por primera desde su llegada a LanlingJin – Si me permite un consejo; no dedique palabras tan ligeras a quien no son sus cercanos, específicamente a mí me incomoda ese tipo de comportamiento. Sus palabras me ofenden, no requiero amistades ya que no dedico mi tiempo a nada más que los asuntos de mi secta. Me consta que no son las prioridades de todos, pero sí las mías. – agregó lo último con un tono neutro impidiendo con ello que tanto el líder de secta Yao como el de secta OuYang se atrevieran a decir algo al respecto – con permiso, me temo que ya estamos atrasados para que la reunión comience. – evitando mirar a Lan XiChen paso por su lado caminando directamente a la zona central de la reunión, había pensado evitar aquel puesto con alguna excusa barata pero ya no tenía sentido.
- Líder de secta Jiang – saludó Nie HuaiSang con una sonrisa amistosa y descuidada que le era tan familiar a Jiang Cheng, estando sentado junto a él al menos sentía el apoyo de una presencia conocida en vez de tener que estarse cuidando las espaldas de las víboras que significaban los otros líderes.
- Líder de secta Nie – inclinándose un poco en su dirección preguntó solo para él - ¿De qué han hablado mientras no estaba?
- No lo sé, llegué cinco minutos antes que tú – contestó con sinceridad – pero… escuché algo sobre algunos amuletos y… Wei WuXian. – escuchar aquello no le alteró, por supuesto que también sabía sobre los rumores.
- Escuché sobre algunos desastres y amuletos de cultivo demoníaco que han aparecido desde hace varios meses – contestó – pero no han podido probar si fueron hechos por él hace tanto tiempo.
- Ya lo confirmaron.
- ¿Qué? – aquello lo sorprendió, si realmente los amuletos de los que hablaban los rumores eran de Wei WuXian ¡Eso quería decir que eran demasiado poderosos! – Jin Ling… - susurró con poco aire.
- No te preocupes, HanGuang-Jun dio noticias recientemente y al parecer todo el grupo enviado por la secta Lan, inclusive los jóvenes invitados participantes están bien. Agregó que nadie había salido lesionado, ni siquiera Mo XuanYu.
- ¿Mo… XuanYu? ¿Él fue a la cacería también? - el hijo bastardo de Jin GuangShan ya había ganado su fama en LanlingJin, considerando que era una de las opciones a la cabeza de la secta y que además era sumamente incompetente en todo lo que se refería a cultivación, nadie podría creer que saldría ileso de una cacería nocturna menos una que prometiera tanto peligro. – bueno… si HanGuangJun puede cuidar que Mo XuanYu no se lastime, deberé confiar en que Jin Ling estará bien. – aunque había dicho esto para tranquilizarse así mismo no lograba convencerse ni preocuparse menos, se dijo que en cuanto saliera de la reunión le exigiría el paradero de los jóvenes al líder de secta Lan para enviar ayuda y respaldo a Jin Ling.
Cuando la reunión comenzó Jin GuangYao se sentó en el centro y el humor de Jiang Cheng inmediatamente se volvió más amargo, hizo todo lo que estuvo en sus manos para no mirar a Lan XiChen ni desconcentrarse de los asuntos políticos y económicos que solían discutirse.
.
.
.
- ¡¿Dices que Shaymin tuvo que ver en esto?! – gritó Wei WuXian, tapándose la boca al notar que había gritado, el segundo maestro Lan frente solo ignoró su reacción exagerada. Si bien estaban dentro de una habitación privada, el resto de los jóvenes estaba junto a la suya y podrían fácilmente haber escuchado aquello.
- Él dijo que un niño lo liberó – indicó Lan WangJi – y llevaba una esmeralda en su cinturón. – Wei WuXian había estado dispuesto a defender a Shaymin hasta este punto, no podía conjugar en su mente a Shaymin y cualquier cosa relacionada con un despiadado cultivador demoníaco como el Patriarca Yiling. Sin embargo al escuchar esto solo pudo soltar un gemido, ¿Quién más podía hacer?
- Ese tonto, ni siquiera se esfuerza por ocultarse. ¡La maestra lo castigará hasta que se seque en la montaña! – Lan WangJi comenzó a servirse té, sin embargo mantenía una postura inclinada en su dirección dejándole saber que estaba atento a lo que decía y hacía. - ¿El señor cadáver feroz dijo algo más?
- No recuerda donde estuvo. Tampoco sabe quién lo hizo perder la consciencia.
- Bah, incluso si lo recordara, ¿Crees que lo diría? – el mayor lo miró a los ojos seriamente – Oh, en serio crees que él lo diría. – esta vez no era una pregunta.
- Creo que podemos confiar en él.
- Ah.
Wei WuXian comenzó a desvestirse refunfuñando, ya eran cerca de las nueve y sabía que Lan WangJi estaba cansado por la falta de sueño de la noche anterior, a pesar de que uno de los momentos favoritos del adolescente era cuando ambos se recostaban e intentaban reconciliar el sueño mientras estaban sumamente cerca el uno del otro, ahora se sentía molesto.
- ¿Qué pasa? – preguntó el mayor mientras lo miraba con verdadero interés.
- Mo XuanYu se va mañana, creo que eso me pone un poco triste, ¿Crees que pueda volver a verlo pronto?
- Mn. Él puede visitarte. – él también se puso de pie y comenzó a desvestirse con movimientos elegantes, siendo cuidadoso en estirar su ropa en el biombo. – ¿Estás molesto por eso?
- Ya se me pasará – susurró al acostarse y darle la espalda a Lan WangJi, sabía que este se lavaba antes de ir a la cama por lo que tendría que esperar antes de tenerlo junto a él, aprovechando el momento invocó a Suibian y la recostó a su lado. La espada nuevamente vibró en espera de ser desenfundada, por una cuestión meramente experimental lo hizo y una sensación de adrenalina se instaló para elevarse sutilmente, entonces volvió a cerrarla. - ¿Quieres practicar, eh? Ya tuvimos mucha acción por hoy – acarició la funda y la metió bajo las sabanas, a pesar de que sentía nuevamente su aura contenida y llena de emociones, solo la abrazó.
“Suibian… ya estamos juntos otra vez” consoló en su mente mientras comenzaba a dormitar, la sensación de calidez proveniente de la conexión espiritual era sobrecogedora y una sonrisa se dibujó en sus labios.
Cuando Lan WangJi abrió la cama se encontró con el quinceañero abrazado a su espada y babeando ligeramente sobre la almohada, en silencio se sentó junto a él.
"¿Por qué abandonó a Suibian?" Se preguntó por vigésima vez antes de retirar la espada y entonces recostarse junto a él, a pesar de que lo creía dormido lo sintió acercarse hasta acurrucarse entre sus brazos, ambos ladearon sus cuerpos para abrazarse con mayor accesibilidad. Los pies del menor se enredaron en las piernas del mayor, y su cabello ahora desenredado y peinado en una coleta baja por Lan WangJi, quedó estirado en la cama dándole una sensación de frialdad en el cuello por lo que se cubrió con las colchas hasta las orejas dejando a Lan WangJi por debajo de ellas también.
- Lan Zhan… - susurró en un tono ronco producto del sueño.
- ¿Mm?
- ¿Puedo hacerte una pregunta? – a pesar de haberse dormido unos instantes aún algo molestaba dentro de él.
- Mn.
- ¿Qué tan cercano eras al Patriarca Yiling? – el quinceañero había abrazado con tal cercanía a Lan WangJi que era imposible no sentir su cuerpo tensarse por la pregunta, percibió el nerviosismo en sus músculos – Cuando se trata de él pareces tener una opinión confiada de que no actuaba por maldad a pesar de que todos creen lo contrario incluso ahora estás protegiendo al señor cadáver feroz, no me malentiendas estoy feliz de que lo hagas pero no puedo evitar sentir un poco de curiosidad del por qué, ¿Eran tan cercanos como para que confiaras en él ciegamente? – Lan WangJi no se atrevía a responder con seguridad sobre la cercanía, ya que nunca estuvo seguro si era un cercano para Wei WuXian, sin embargo si podía responder la otra pregunta.
- Confío en él. – al escucharlo el quinceañero se sentó en la cama.
- Eh, ¿Qué es ese tono afectuoso? – entonces la molestia encontró su escape, era algo que le había mordido un poco pero ahora se había tomado su pecho provocando un ardor, un par de recuerdos se entrelazaron en su mente, recordando cada vez que Lan WangJi había dedicado palabras al Patriarca Yiling, en ese entonces no había reconocido aquel tono, pero ahora sentía que lo conocía lo suficiente como para estar seguro del afecto en él. No le gustó, no le gustaba nada de eso. – Lan Zhan – demandó en un tono serio – contéstame una pregunta sinceramente, ¿Lo harás, verdad?
- … Mn.
- ¿Alguna vez besaste al tal Patriarca Yiling?
Escuchó a Lan WangJi inhalar con un poco de fuerza, el menor aún estaba sentado en la cama e inclinado hacia él apoyando su peso en una almohada, esperó un minuto eterno la respuesta del mayor tanto que comenzó a sentir frío pero eso no importaba porque dentro de él se estaban cocinando emociones menos frías y más agresivas.
El segundo maestro Lan por su parte parecía estar pensando seriamente la respuesta, no quería mentir pero tampoco se atrevía admitir fácilmente el hecho, ya que cuando Wei WuXian recobrara sus recuerdos entonces sabría el horrible acto inmoral cometido por él en aquella cacería hace tantos años, incluso si no lo recordara como parte del pasado, no olvidaría fácilmente que él respondiera un "sí" a su pregunta. De pronto sintió que el quinceañero se levantaba de la cama.
- Dime algo – volvió a pedir evidentemente enfadado– las cicatrices en tu espalda, ¿Están involucradas con él? – Lan WangJi no se esperó nunca que Wei WuXian hiciera aquella analogía de forma precipitada por lo que su rostro por primera vez legible para el quinceañero le dio una respuesta certera – no es posible… - susurró en un suspiro tembloroso.
- Wei Ying yo…
- Calla, no quiero escuchar. – comenzó a vestirse en medio de la oscuridad.
- ¿Dónde vas? – preguntó con un tono incomodo, sintiendo que no tenía el derecho a preguntar nada.
- ¡A dormir con los demás!
- ¿Por qué? – Lan WangJi se sentó en la cama mientras Wei WuXian se ajustaba las botas.
- ¡Porque estoy jodidamente celoso! ¿Feliz? Tienes esas marcas que te lo recuerdan y... ¡Espero que hayan valido la pena esos besos con el Patriarca Yiling y que el recuerdo de ese tipo te traiga dulces sueños mientras duermes solo! – diciendo esto salió dejando el aire frío en la habitación.
.
.
.
Jiang Cheg ya podía precisar por qué odiaba tanto estas reuniones, más de la mitad de los temas tratados no le interesaban, incluso cuando hablaban de la economía y las áreas de caza supervisadas por cada secta, todo le importaba poco y desde que existían las torres de vigilancia los asuntos menores también resultaban ser tema de conversación. Sintiéndose exhausto colocó una mano en su frente para sujetarse la cabeza, no pasaron dos minutos después de aquello y una de las sirvientas de la secta Jin le llevó un té medicinal de semillas de limón.
- ¿Y esto? – preguntó atónito por el gesto, ella respondió tímidamente en un susurro para no molestar en la charla de los líderes.
- ZeWu-Jun dijo que lo prepara para usted. – dicho esto se retiró y Jiang Cheng no lo pensó cuando buscó con la mirada al líder de secta Lan quien parecía estar completamente concentrado en la charla e incluso aconsejó al líder de secta Yao con un asunto de accesibilidad a zonas del sur.
Miró el té y lo bebió sintiéndose tan nervioso como un adolescente, el calor se le instaló en el estómago y apretó los puños por debajo de la mesa mientras se permitía contemplar unos instantes al hombre de túnicas blancas, comparado con cualquier otro presente Lan XiChen era el más apuesto y respetado cultivador, era imposible no mirarlo sin sentir una cuota de admiración.
“Sé indiferente” se exigió así mismo.
Al finalizar la reunión Jiang Cheng quería intensamente dirigirse a las habitaciones y disfrutar el silencio por al menos un par de horas antes de dormirse. Sin embargo fue frenado a medio camino por Jin GuangYao quien detuvo una conversación con varios líderes solo para dedicarle atención.
- Líder de secta Jiang, tenemos un banquete preparado por favor no se retire sin comer al menos un poco. – las palabras habían sido dichas en un tono tan amable que sabía no podría responder una negativa sin parecer descortés, por lo que solo se volteó con una sonrisa evidentemente forzada y se volvió a sentar solo que esta vez en un puesto alejado del centro y de toda la conversación, inmediatamente los líderes de sectas pequeñas que estaban cerca se alejaron.
En medio de la soledad que se había instalado a varios metros alrededor de él, masticaba un poco de queso sin muchas ganas cuando una túnica blanca apareció en su vista, de inmediato se puso de pie y saludó cortésmente.
- Líder de secta Lan.
- Líder de secta Jiang – respondió con una sonrisa sutil - ¿Puede acompañarme a tomar un poco de aire?
- ¿Por qué? – respondió en tono neutral - ¿Su amigo está ocupado y necesita alguien que llene ese vacío temporal? - en su mente se frunció el ceño asimismo, sí quería parecer que había olvidado las palabras dichas en su ingreso a la reunión definitivamente no había sido esta la mejor forma y por supuesto que Lan XiChen comprendió el porqué de sus palabras.
- Lamento que A-Yao haya elegido esas palabras, dudo que quisiera ofenderlo. – Jiang Cheng chasqueó la lengua sin tener la más mínima molestia de querer aparentar su desagrado por esa respuesta, cuando volteó al costado para evitar mirar directamente al mayor notó que el mismo Jin GuangYao se acercaba en su dirección aunque era detenido por otro líder de secta con problemas y peticiones.
- Pensándolo mejor, acepto tu petición. – Si tenía que volver a escuchar las palabras cínicas de Jin GuangYao temía no controlar a zidian.
Cuando ambos salieron de la sala de conferencias y comenzaron a bajar las escaleras hasta alejarse de los ojos curiosos Jiang Cheng realmente se relajó. Después de todo nunca era agradable estar expuesto a un nido de víboras por tanto tiempo.
- Durante la reunión varios líderes hablaron sobre los famosos amuletos, todos se extrañaron de que LianFangZun no hiciera de ello un tema de discusión.
- WangJi llegaba a la ciudad de ShenYang el día de hoy, es probable que tengamos noticias más certeras de la situación mañana, como estas conferencias duran varios días le pedí a A-Yao que dejáramos este tema para el final. – mientras hablaba Jiang Cheng intentaba igualar la gracia del caminar de Lan XiChen, pero sintió que olvidaba como coordinar los pies.
- ¿Cómo confirmaron que se trataban de amuletos de Wei WuXian? – el mayor notó que cada vez que se mencionaba el tema en cuestión Jiang Cheng se enfadaba por lo que eligió con cuidado sus palabras.
- Desde que se dio aviso a las torres de vigilancia por la gran cantidad de energía resentida en ciertos puntos del Norte y del Sur, la secta LanlingJin ha estado reuniendo todos los expertos en cultivo demoníaco que han podido encontrar – hizo una mueca dejando en claro que estaba en total desacuerdo con esta medida – al parecer ni el más experto de ellos pudo descifrar las bases de las matrices de protección que rodeaban los escondites de estos amuletos, pero sí pudieron descifrar fácilmente que la calidad de los trazos correspondían a…
- Wei WuXian – finalizó Jiang Cheng diciendo aquel nombre como un insulto.
- De todas formas WangJi está encargándose de esto, sé que el asunto parece potencialmente perjudicial pero también existe la posibilidad de que se resuelva antes de que debamos interferir en conjunto.
- Pero incluso si reúnen los amuletos, ¿Qué harán con ellos? No es como si pudiesen destruirlos sin perder vidas en el intento.
- Si suprimirlos es una opción mejor que dejarlos allí formando caos en donde estén, es lo debemos hacer. – Jian Cheng suspiró, parecía cansado mientras caminaban por un camino oscuro que llevaba hasta el bosque, ralentizaron su andar.
- Este Wei WuXian, se murió hace tanto y sigue causando problemas, ni siquiera he terminado de purgar los túmulos funerarios por completo. - se quejó dejando caer su peso en un árbol, Lan XiChen se paró en frente de él con una sonrisa llena de curiosidad - ¿Qué?
- Oh, nada. – sacudió su cabeza en una negativa un tanto bochornosa.
- Dímelo.
- Es solo que… si sabes que él murió… ¿Por qué continúas buscándolo?
- Ay no, aquí vamos otra vez – volvió a colocar su mano en su frente – ignora que te pregunté, ¿De acuerdo? Si hay algo que me cansa más que pensar en Wei WuXian es hablar de Wei WuXian contigo y tu afán de hacerlo ver como alguien a quien debiera perdonar. – Lan XiChen suspiró y se puso a su lado apoyando su espalda en el tronco también, en donde estaban nadie podría verlos mucho menos bajo la sombra de aquel árbol entre tanta oscuridad por lo que podía olvidarse del “estar de pie adecuadamente” por unos instantes.
- Lo siento, he sido descuidado con mis palabras en cuanto a este asunto delicado.
- Mm – asintió Jiang Cheng con los ojos cerrados – descuidado y entrometido.
- Descuidado y entrometido – repitió el mayor a modo de acuerdo.
- Descuidado, entrometido y chismoso.
- ¿Chismoso?
- Sí, chismoso. – rio un poco y Lan XiChen se sumó a su risa pero de una manera más sutil.
- Está bien, chismoso también.
- Hum. – mantuvo los ojos cerrados hasta que sintió que tomaban una de sus manos a sus costados, se le apretó el estómago. - ¿Qué haces? – susurró observando a los alrededores por si había alguien cerca de ellos, sin embargo no soltó el agarre de su mano.
- Lo siento, solo quería… - se calló.
- ¿Qué? No me digas que querías confirmar algo – por alguna razón su tono sonó más divertido de lo que le hubiera gustado, como si el recuerdo le trajera involuntariamente buenos sentimientos.
- De hecho.
- Así que es así como lo haces.
- ¿El qué? – ninguno de los dos se miraba mientras hablaban sin embargo permanecieron con las manos tomadas bajo aquel árbol.
- Coquetear.
- ¿Qué?
- Me estás coqueteando.
- ¿Eso te parece que hago? – sonaba sorprendido, pero no ofendido.
- Y muy descaradamente. - Jiang Cheng volvió a cerrar los ojos preguntándose, ¿Por qué se relajaba tanto en presencia de Lan XiChen? Hace tan solo unos minutos estaba furioso dentro de aquel salón y ahora con una leve e inútil conversación de ambos ya sentía el buen humor jugando con las comisuras de su boca.
"Solo fue un abrazo, dos besos y palabras ligeras” se recordó. De pronto a su lado Lan XiChen suspiró y habló luego de un largo silencio.
- Toda la semana estuve preocupado de qué te diría cuando te viera… ahora que estás aquí siento que no debo decir nada y eso estaría bien… ¿Es así? – volteó a mirar de cerca el rostro de Jiang Cheng, estaba oscuro pero sus ojos le daban una visual perfecta de un rostro relajado que comenzaba a tornarse un poco ruborizado, casi podía tocar el debate interno de Jiang Cheng y es que Lan XiChen se pasó la semana pensando en sus expresiones, al punto en que ahora que estaba a su lado podía leerlo con facilidad. También se sentía culpable por eso, por supuesto, pero todo era completamente involuntario. Estaba fuera de control y se odiaba así mismo por ello.
- ¿Por qué te gusto? – preguntó de repente.
Otro silencio y finalmente Lan XiChen respondió.
- No lo sé. Me gustaría tener una respuesta coherente a esa pregunta y de paso despejar tantas dudas… - su voz en susurro parecía lamentarse – no quiero dañar a nadie Jiang WanYin, yo nunca actuó por impulso, el estar sintiendo que solo soy una hoja que lleva la marea hacia algún lugar no es algo a lo que este acostumbrado, no lo sé… y sin embargo cuando te veo quiero estar contigo, desde que te vi sonreír todo cambió y ni yo puedo entender lo absurdo que suena y lo cierto que es. – agregó con una risa amarga.
- Es decir – susurró en el mismo tono bajo - ¿Que lo que sea que estás sintiendo no te gusta? – sin intención presionó más fuerte el agarre de su mano.
- Me gusta demasiado, ese es el problema. – ambos cerraron los ojos y suspiraron, Jiang Cheng se acercó a él sin pensarlo, como una polilla a la luz. No dijeron nada solo mantuvieron sus hombros juntos durante un tiempo considerable.
Lan XiChen se decía así mismo que no conocía nada de Jiang Cheng realmente, no podía explicar por qué la comodidad de su presencia no era comparada a nada que hubiera sentido antes, era un confort, una seguridad que tal vez se inventaba así mismo pero ahí estaba calentando su pecho. Por su lado Jiang Cheng se preguntó si estaba bien creer en sus palabras, y se encontró así mismo haciéndolo antes de decidir una respuesta, quería creerle porque quería gustarle, quería gustarle porque a él le gustaba y solo recordar aquel beso hizo que su piel ardiera de una manera vergonzosa.
Respiró profundamente.
- Tú y Jin GuangYao… ¿Están juntos, verdad? – no es que necesitara una confirmación de eso, pero quería saber si Lan XiChen le mentiría, finalmente luego de medio minuto asintió. - ¿Así que está de acuerdo en que ocupes tu tiempo lejos de él para tener otros “amigos”?
- Oh la verdad yo no sé por qué dijo esas palabras, tal vez esperaba alejarte con eso, no estoy seguro de sí entiendo la manera en que está reaccionando. – Jiang Cheng giró el rostro y lo miró alarmado.
- ¿Reaccionando? ¡¿Él lo sabe?! ¡¿Se lo dijiste?!
- Creí que era lo correcto – cuando Lan XiChen volteó al responder ambos estaban sumamente cerca, se miraron a los ojos unos instantes y Jiang Cheng se quedó embelesado por la profundidad en su mirada, ¡Él en serio debía estar imaginando cosas! ¿Desde cuándo podía leer sentimientos de afecto en los ojos de alguien que apenas y conocía? Todo debía ser parte de su paranoia y sus ganas de querer ser correspondido.
- Suena a algo que haría ZeWu-Jun – contestó aun mirándolo a los ojos sin siquiera pestañear, sintió su propia respiración pesada mientras lo miraba, esta vez estaba seguro de que no se estaba confundiendo, no podía golpear sus pensamientos porque todos se dirigían en torno a la misma confesión: Te gusta más de lo que puedes entender. Y entonces para Jiang Cheng el discurso absurdo que acababa de escuchar de parte de Lan XiChen tuvo tanto sentido como el hecho de que tampoco entendía el cómo y el por qué de su reacción corporal frente a ese hombre y su mirada.
Lan XiChen por su lado había pensado tanto en Jiang Cheng, en que debía alejarlo, en que debía plantearle lo confuso que eran sus sentimientos, iba a decírselo en el momento en que lo invitó a caminar, él iba a pedirle que no se arriesgara a caminar junto a él mientras él mismo no sabía qué camino tomar, pero ninguno de sus bien intencionados pensamientos tuvieron voz cuando levantó su espalda y rodeó el árbol para encerrar el cuerpo de Jiang Cheng entre el tronco y su cuerpo, a pesar de que espero a que el menor dijera algo, que lo apartara o tan solo dejara de mirarlo como si la vida se le fuera en ello, no hubo ni un solo signo de protesta. Al contrario, Jiang Cheng tomó ambas mejillas de Lan XiChen entre sus manos y acercó el rostro al suyo en un beso que detonó las ganas que ambos habían escondido de que eso se repitiera. Lan XiChen presionó al menor contra el árbol mientras sus labios se movían vigorosamente alrededor de la boca ajena, Jiang Cheng tomó los largos cabellos del líder Lan para forzarlo a presionar su boca aún más con la suya, con fuerza ambos se besaron hasta que los labios les ardieron y se pintaron de un tinte rojizo. El menor aceptó sin prejuicios el hilo de saliva y la humedad que se acentuaba por los alrededores de su boca mientras Lan XiChen lo instaba a profundizar todo ello con movimientos fervientes de una lengua que el menor podía asegurar, sabía moverse demasiado bien. Antes de que pudiese mirarse así mismo estaba presionando su cuerpo al del mayor, buscando más contacto y cuando el aire de sus pulmones acabó, su boca se apartó de la otra para continuar besando unas mejillas acaloradas, cuando abrió los ojos sintió el peso de la realidad bañarlo pero aún no estaba dispuesto a dejar ir la sensación de ensoñación y el calor abrasador.
El líder de secta Jiang abrazó al mayor por sobre sus hombros y lo mantuvo cerca de sí, para que ningún centímetro pudiera alejarlos, así podía evitar que no lo mirara mientras su rostro estaba tan ruborizado que desprendía oleadas de calor, sin embargo podía escuchar la respiración alterada de Lan XiChen y sintió sus piernas temblar ante ello.
“Absurdo… ¿Qué es esto?” se preguntó en su cabeza mientras se sostenía al cuerpo más alto. Sintió unas caricias y golpecitos en la espalda que parecían ser gentiles y al mismo tiempo afectados, arrítmicos.
- ¿Estás bien? – preguntó con voz ronca, estaba sorprendido por su propia comprensión del dilema de Lan XiChen.
- ¿Es muy egoísta de mi parte sentirme tan cómodo en este momento cuando otra persona está sufriendo por mi culpa? - su preocupación parecía auténtica por lo que el menor se esforzó en pensar en una respuesta lógica en medio de un desorden mental, finalmente lo abrazó aún más fuerte.
- No es tu culpa – susurró Jiang Cheng sintiendo una familiaridad con Lan XiChen que le calentaba el corazón, él nunca había tenido alguien así en su vida y tampoco había notado lo mucho que quería. – supongo que es el tipo de sentimiento por el que uno dice estupideces vergonzosas, pero de verdad yo… creo que no puedo manejarlo… entiendo si dices que tú tampoco puedes.
Se alejó porque el calor ya comenzaba a hacerlo sudar, le dio la bienvenida al aire que se acomodó entre ellos cuando tomó un poco de distancia, sin embargo esto le dio a Lan XiChen la oportunidad de ver su rostro sonrojado, con una sonrisa pequeña con la comisura de sus labios levantó una mano para acariciar la mejilla derecha.
- Es rosa – susurró. Jiang Cheng frunció el ceño, podría haber muerto ahí mismo pero tuvo una idea mejor, acercó sus labios a la mejilla de Lan XiChen y depositó un suave beso en ella, luego la mordió con fuerza.
- Ah. – Lan XiChen se apartó de inmediato y aunque no se tocó la mejilla miró al menor con incredulidad.
- La tuya también es rosa ahora – bufó, cruzando de brazos y colocando nuevamente distancia entre ellos. Estaba comenzando a sentirse enfadado para compensar la vergüenza cuando escuchó a Lan XiChen reír.
- Ah – suspiró – deberíamos volver. – ambos tomaron una distancia considerable para respirar profundamente y enfriarse un poco así mismos antes de retomar el camino, pero mientras Jiang Cheng aún mantenía su completa atención en el mayor una flecha salió de entre los grandes árboles de en frente y cayó directamente en su abdomen - ¿Qué…? – Zidian revoloteó tardíamente en su mano y Lan XiChen reaccionó lo suficientemente rápido como para frenar otra flecha que apareció desde otro arbusto.
- ¡Jiang Cheng! – se acercó para sujetarlo de inmediato cuando este se tambaleó, tomando el peso de su cuerpo en un brazo sin poder detenerse a confiscar la profundidad de la herida, lanzó a Shuoyue en dirección a la única presencia que podían detectar sus sentidos, sin embargo a pesar de que su espada volvió ensangrentada a su mano, no hubo rastros del atacante, a su lado el menor de los líderes de las principales sectas perdió la consciencia.
.
.
.