Lan WangJi descendió en la ciudad
de piedra, le tomó bastante autocontrol mantener la calma y no apresurarse
mientras se acercaba a la entrada de la secta de BaoShan SanRen.
Los días habían pasado sumamente lentos
en GusuLan para él, y aunque buscó distraerse realizando preparativos y
participando de un par de cacerías nocturnas, la meditación se le había hecho
extremadamente difícil a causa de su impaciencia, lo que solo había aumentado
su ansiedad para ese momento. Tardó solo 2 horas y media en cruzar el área de
Yunnan, y solo una vez estando cerca de la entrada notó que había llegado
demasiado temprano, aún no eran las 8am y probablemente Wei WuXian estaría
dormido.
Tocó sutilmente la puerta hueca y
concentró un poco de energía espiritual en sus dedos sabiendo que aquello
alertaría a quien hiciera guardia, no quería parecer irrespetuoso alarmando a
los demás, pero la idea de esperar demasiado le causaba conflicto. De pronto
escuchó una risa infantil detrás de él.
- ¡El segundo Maestro Lan está
nervioso! – molestó Shaymin, quien estaba detrás de él. Tenía un pan con un par
de mordidas en la mano izquierda. Lan WangJi lo miró sin decir nada, él niño
frunció el ceño – Me gusta más el segundo maestro Lan después de inhalar mucho
aire zen, tu mirada asusta. Ven, vamos, te esperaba para entrar.
- ¿Sabías...?
- Si, de hecho esperaba que
tardaras menos, pero supongo te detuviste a calmar un poco tus nervios – volvió
a reír el niño, dando un paso a través de la puerta sin usar ni una pisca de
energía espiritual. La mitad de su cuerpo desapareció en el paisaje a través de
la puerta – Ya me había dado hambre esperando. Vamos. – notó la mirada
consternada de Lan WangJi - ¿La puerta? Ah, es que me reconoce, fui yo quien la
configuró hace un par de años así que no necesito desbloquearla para entrar...
Bueno, tal vez tu concepto de un par de años es distinto al mío...
El hombre mayor entró con él y en
cuanto todo a su alrededor se tornó del verde montañoso, de inmediato comenzó a
relajarse por el fuerte aire zen. El aroma en la montaña era a primavera y
humedad del rocío.
Para su sorpresa, la secta
completa parecía haber madrugado, los discípulos deambulaban llevando consigo
grandes tablas de madera, otros martillaban y cada uno parecía encargado de una
obra distinta de construcción. La casa principal, la biblioteca, las cabañas en
donde se había hospedado no estaban, lo único que parecía estar de pie desde la
visual de Lan WangJi eran los pilares en el santuario de las almas.
- ¿Qué ocurrió? – preguntó.
Shaymin solo respondió al terminar de masticar, recordando las reglas de
GusuLan.
- Terremoto.
- ¿Terremoto?
- Sí, tuvimos un terremoto el
mismo día que te fuiste, nos tomó tiempo quitar los escombros y conseguir
madera para comenzar a construir otra vez.
- ¿Solo hubo un terremoto en esta
montaña?
- Así es... - Shaymin suspiró –
Wei Ying está encargado del área detrás del lago, construyó una cabaña para ti
allí. Anoche casi no durmió por terminarla. Puedes ir, ya conoces el lugar – el
segundo maestro Lan asintió y se separó del niño, no sin antes saludar a cierta
distancia a Mei Fen, quien comprendió que éste no se acercaría ya que ella
estaba vestida de manera muy inapropiada, solo con una túnica interior, las
piernas expuestas y las mangas de la túnica arremangadas hasta los hombros.
- ¿Soy yo o él segundo maestro Lan
se incomodó al mirarme? – le preguntó a Shaymin cuando éste se acercó y le
tendió la mitad de su pan, que Mei Fen mordió desde las manos del niño al tener
las suyas sucias.
- Deberías comenzar a conocer la
vergüenza, estás embarrada hasta las rodillas y solo con ropa interior, por
supuesto que se incomodaría.
- Pf, porque estoy ensuciándome es
que no quise vestirme– el niño suspiró.
- Al menos llevas ropa, contigo
siempre puede ser peor.
.
.
Lan WangJi apresuró sus pasos
mientras rodeaba la montaña, una vez vio el lago inmediatamente visualizó una
pequeña cabaña, se podía escuchar bastante ruido desde dentro de ésta. Cuando
se acercó lo suficiente observó al quinceañero Wei WuXian acomodando muebles
dentro de ella, al igual que Mei Fen, solo llevaba ropas interiores y estaba
entre embarrado y sudado. Fue fácil para Lan WangJi confirmar que realmente
había estado trabajando toda la noche.
- Wei Ying – lo llamó cuando éste
le daba la espalda, se congeló antes de darse vuelta rápidamente y le dio una
gran sonrisa a modo de saludo.
- ¡Lan Zhan! Oh no me acercaré
tanto... estoy asqueroso – rió manteniendo cierta distancia. Observó a Lan
WangJi de pies a cabeza y luego suspiró – Lan Zhan, mis recuerdos no te hacen
justicia – dijo con un puchero. El mayor no estuvo seguro de a qué se refería –
Ah, ¿Te gusta? – le preguntó por la cabaña – La hice hace varios días, pero
solo ayer encontramos madera de calidad para usar en el suelo, así que estuve
trabajando toda la noche para que estuviera limpia y acomodar la cama aquí. ¿Te
quedarás esta noche?
- Mn – asintió – Me quedaré hasta
mañana.
- ¡Genial! No quise ser muy
estricto con el tamaño de la cabaña, como de todas maneras no me quedaré mucho
tiempo...
- ¿Les dijiste? – Lan WangJi entró
y ayudó a tender la cama, Wei WuXian lo miró divirtiéndose al notar que con los
dos dentro del lugar, el espacio se hacía pequeño.
- Solo a la maestra, le dije que
me permitiera tomar su opción de recibir dos de tus visitas antes de marcharme,
ella estuvo de acuerdo... Aunque estaba algo incómoda creo que se sentía algo
culpable – levantó los hombros restándole importancia –Asumo que Shaymin y Mei
Fen ya lo saben, aunque el enano ha estado actuando como siempre. Mei Fen está
deprimida y me ha estado evitando.
- ¿Por qué culpa? – Wei WuXian lo
miró dudoso, solía olvidar sus palabras una vez salían de su boca – Maestra –
indicó el segundo maestro Lan, para recordarle lo que había dicho. A Wei WuXian
le pareció curioso que Lan WangJi realmente lo conociera tanto.
- Ah, no te... quedes en eso, no
tiene importancia. Iré a tomar un baño, luego seguiré ordenando mis cuadernos y
mi ropa.
- Lo haré yo, ve tranquilo –
aseguró.
- ¿De verdad? No me siento bien dejando
que la visita ordene mis cosas pero... si no te incomoda, lo tomaré – rió -
¿Desayunaste?
- ¿Y tú?
- No... traeré desayuno también –
rebuscó entre las montañas de ropas que había sobre un mueble y tomó una túnica
blanca con líneas grises en los extremos, más otra interior – No tardaré
demasiado. ¡Siéntete cómodo!
- Mn.
Lan WangJi suspiró sintiéndose
profundamente aliviado, aunque sabía que no había lugar más seguro para Wei
WuXian que aquella montaña, nunca podía estar seguro si se trataba de él. Había
estado preocupado.
Se puso de pie y comenzó a ordenar
cuidadosamente su ropa en un armario improvisado, era rustico por lo que
entendió que probablemente también lo había hecho el adolescente. Acomodó otras
pertenencias en las repisas y no pudo evitar ojear sus cuadernos antes de
ordenarlos, parecía que había estado estudiando, ya que había hojas sueltas con
apuntes entre los cuadernos y libros, cuando leyó las anotaciones notó el nivel
de los estudios del adolescente. Seguía siendo un prodigio.
Durante su tiempo en la
profundidad de las nubes nunca había visto a Wei WuXian estudiando o tomando
anotaciones, por lo que disfrutó leyendo sus apuntes de clase, aunque tenía una
poca cantidad de ellos, los que habían eran de considerable calidad, no pasó
desapercibido para él que todas las anotaciones correspondían a clases
impartidas por BaoShan SanRen. Otro cuaderno con investigaciones sobre
talismanes llamó su atención, al parecer seguía gustándole experimentar con
ellos.
Para cuando Wei WuXian llegó a la
cabaña, esta estaba ordenada por completo.
- Wooa, no podría haberme quedado
mejor a mí – le susurró mientras dejaba el desayuno sobre la mesa, que acomodó
en la mitad de la habitación junto a la cama – Ahora que lo noto, el espacio es
demasiado pequeño... lamento si es...
- Es cómodo – respondió antes de
beber el té. Wei WuXian volvió a regalarle una gran sonrisa mientras su rostro
era parcialmente cubierto por el cabello un poco húmedo.
Comieron en silencio y Lan WangJi
notó detalles: Wei WuXian estaba considerablemente más feliz que la última vez
que lo vio, sus sonrisas no parecían forzadas, sus ojos no estaban cansados, su
manera al hablar volvía a ser como en el pasado, sin descansos para respirar.
De pronto Lan WangJi se puso de pie, tomó un cepillo para el cabello y se sentó
detrás del adolescente y comenzó a desenredar sus rebeldes cabellos.
El adolescente se congeló
sintiendo el corazón saltar con fuerza. Cerró los ojos al sentir el tacto suave
del cepillo caer hasta la punta de sus cabellos ahora más secos.
- ¿Una coleta? – preguntó Lan
WangJi. El adolescente asintió y su cabello fue amarrado con la cinta roja en
altura– Está más largo – susurró el segundo maestro Lan mientras acariciaba la
coleta, produciendo escalofríos en el menor.
Wei WuXian se sintió sorprendido
por sus emociones cuando notó que tenía al hombre detrás de sí,
desvergonzadamente se apoyó hacía atrás, dejando recaer su peso sobre él. Lan
WangJi se congeló.
"Hum, cada vez que lo toco se
tensa."
Estaba comenzando a preocuparse de
si le molestaba su proximidad cuando Lan WangJi se acomodó para acunarlo con
más comodidad. La cabeza de Wei WuXian quedó bajo su mentón y ambos cerraron
los ojos. Minutos tranquilos transcurrieron cuando el adolescente notó cierto
dolor punzante en la espalda que se intensifico hasta hacerlo dar un salto.
- Mierda, auch – Lan WangJi lo
miró sin comprender, hasta que vio pequeñas manchas de sangre en su espalda.
- ¿Estás herido?
- No que yo recuerde – le dijo
confundido. Comenzó a quitarse las ropas hasta que mostró su espalda, a pesar
de solo tener quince años ya remarcaban los músculos en su figura y entre sus
omoplatos había un corte de un centímetro y medio - ¿Es una herida grande?
- No, pero es profunda- Lan WangJi
buscó entre sus ropas hasta sacar su bolsa de qiankun, en ella tenía vendas y
hierbas para realizar curaciones.
- Que preparado... - sonrió, no le
importaba demasiado el dolor, sabía que pasaría y sentirse cuidado por el
segundo maestro Lan lo mantenía extrañamente positivo – Siempre me hago heridas
y no recuerdo cómo o cuándo... a veces solo noto las cicatrices cuando ya están
desapareciendo.
- Descuidado – regañó – Pero esta
parece haber sido por una espada, el corte es fino.
- ¿Qué? – Wei WuXian se removió
haciendo un intento por mirar su espalda.
- Quieto.
- Es imposible que sea un corte
con una espada... Mei Fen nunca me ha lastimado y... tampoco he luchado con
nadie, las prácticas han estado suspendidas desde que comenzamos a reconstruir.
Tal vez solo me rasguñé con alguna espina – levantó los brazos quitándole
importancia, pero Lan WangJi suspiró, él sabía que ese corte había sido por una
espada. Se preguntó cómo era posible que Wei WuXian no lo hubiera notado sino
hasta que se apoyó en él y no en el instante en que sucedió.
- Descuidado... - repitió,
haciendo que los labios del adolescente dibujaran un puchero.
.
.
- Lan Zhan, ¿colgaste mi obsequio
en tu habitación? – preguntó mientras caminaban bajo los árboles rodeando la
montaña.
- Mn.
- ¿Te ha mantenido tranquilo?
- Mn – Wei WuXian rió gustoso.
- Aquí tuvimos una baja de la
energía zen y se reflejó muy rápido, creo que nos conocimos nuestras verdaderas
personalidades esta semana. Por suerte llegaste cuando todo está volviendo a la
normalidad.
- ¿Una baja?
- Así es, el espíritu de la
montaña está conectado al de mi maestra, por lo que si algo ocurre con una eso
daña a la otra. Maestra tuvo fiebre y la montaña se removió por ello, fue un
terremoto aterrador, recuerdo haber pasado uno en mi infancia aquí, pero este
fue de otro nivel... por un momento me sentí como si estuviéramos dentro de un
dado sacudido por las manos de un dios. Creo que hasta me arrepentí de mis
pecados – rió – Bueno, tal vez no tanto, pero si creí que podríamos morir, fue
de madrugada por lo que nadie tomó su espada antes de correr y Mei Fen con
Shaymin estaban preocupados de sacar a la maestra de su habitación antes de que
la construcción colapsara. Aparecieron los ancianos que viven en los extremos
de las montañas, los que tienen una vida en "retiro" y que prácticamente
no habíamos visto en años, y como no teníamos un techo, debimos dormir todos
juntos alrededor de fogatas. Contamos historias de terror y jugamos bastante
porque no tuvimos clases. Fue divertido después de todo... aunque las
personalidades que salen a la luz sin el aire zen son aterradores a veces. En
cambio tú te comportaste de igual manera cuando fuimos al pueblo, solo un poco
más callado. Debiste beber conmigo, tal vez hubieras hablado más.
- Te emborrachaste – le recordó.
- Tienes razón... tal vez
hubiéramos ido juntos a hacer desmanes, deberíamos intentarlo alguna vez – Lan
WangJi levantó una ceja – Es solo que te ves tan correcto, que no puedo evitar
imaginarte sin mantener la compostura – el segundo maestro Lan suspiró, como si
hubiera escuchado aquello antes.
- ¿Cómo es la técnica de espada de
GusuLan? ¿Me enseñarás? -
- ¿Por qué quieres aprenderla?
- No es que quiera aprenderla
realmente, solo quiero verla. Verte mejor dicho. Cuando fuimos de cacería no
pude ver mucho tus habilidades realmente y si Mei Fen te elogia es porque debes
ser sorprendente. Además tu espada tiene un fuerte poder espiritual, aparte de
ser bonita, aunque no tanto como su dueño – volteó para darle una gran sonrisa
a Lan WangJi que pareció no reaccionar de inmediato luego de escucharlo, una
vez pestañó, frunció el ceño pero no respondió. Su rostro permaneció
inexpresivo, pero sus orejas bajo su cabello se acaloraron - ¿Entonces? –
insistió - ¿Me mostrarás?
- No se debe luchar
innecesariamente – Wei WuXian chasqueó la lengua, como no llevaba su espada no
podía simplemente atacar esperando que se defendiera, pero se le ocurrió otra
idea. El adolescente se lanzó sobre Lan WangJi tomó su peso sobre su espalda y
lo hizo girar sobre sí, haciéndolo dar una vuelta en el aire antes de caer de espaldas
al suelo. Lan WangJi permaneció sin inmutarse recostado en el césped.
- Lan Zhan... - le dijo una vez
notó que éste lo miraba calmado desde su posición como si nada hubiera
ocurrido, sus manos aún estaban enredadas con las de Wei WuXian luego del ataque
– ¿Por qué no te defendiste? Eso debió doler... - su rostro inexpresivo se
frunció por un leve segundo.
- ¿Por qué me atacaste? – no
sonaba ofendido, más bien curioso.
- ¡Porque quería que me mostraras
como peleabas! No pensé que te dejarías atacar de esa manera... ¿te lastimaste?
- No– Wei WuXian estiró una mano
con un puchero en los labios, esperó a que Lan WangJi la tomara pero él parecía
dudoso.
- Tómala, ponte de pie... es
aburrido si no juegas, puedo lastimarte.
- ¿Aburrido?
- Sí, aburrido – Lan WangJi tomó
la mano del adolescente y la jaló, dándole un golpe en el pecho que lo hizo
girar sobre sí y luego caer sobre el mismo maestro Lan que estaba recostado aún
en el césped.
- ¡Lan Zhan! – se sentó sobre él,
indignado – ¡Eso... eso, no lo vi venir! Además me dejaste caer sobre ti, tú...
– de pronto notó su posición, estaba sentado a horcajadas sobre Lan WangJi, con
una pierna a cada lado de su cadera. Se quedó atónito unos instantes, el mismo
rostro usualmente inexpresivo del segundo maestro Lan parecía tener los ojos
más abiertos – Esto... eh... - de pronto le picaron los dedos, y pinchó por
puro impulso el abdomen de Lan WangJi con el dedo índice de su mano derecha, el
mayor dio un salto y frunció el ceño - ¡Oh! – Wei WuXian pareció haber hecho un
gran descubrimiento - ¡Eres cosquilloso! – no había terminado de hablar para
cuándo comenzó a atacar con ambas manos el abdomen de Lan WangJi. Este se tensó
de inmediato y si bien no rió en ningún momento, parecía sumamente incómodo por
los movimientos involuntarios de su cuerpo. Tomó ambas manos del adolescente y
las sostuvo mientras le dedicaba una mirada severa, una que Wei WuXian sintió
había visto muchísimas veces antes, pero eso no era posible para él.
Cuando se vio así mismo reflejado
en la pupila del hombre que estaba recostado entre sus piernas, comenzó a
sentir calor, uno que se reflejó en sus mejillas. De pronto sus manos fueron
sostenidas solo por una mano firme de Lan WangJi y la otra fue hasta su abdomen
y así el segundo maestro Lan repitió exactamente lo que había hecho Wei WuXian.
- ¡Nooo! – alcanzó a gritar antes
de que Lan WangJi lo atacara y el adolescente comenzó a dar saltos frenéticos
sobre él, el segundo maestro Lan que parecía incómodo con la posición giró
sobre sí mismo para dejar al adolescente debajo de sí mientras continuaba con
su ataque. La risa de Wei WuXian era histérica y comenzó a suplicar mientras
sus ojos se llenaron de lágrimas - ¡Por favor! ¡No! ¡No más! ¡Lan Zhaaaan! -
entre risas, dio varios saltos más hasta que Lan WangJi decidió que era momento
de darle un descanso. Se movió y se recostó junto a él, para observarlo
mientras él otro aún reía sin control e intentaba limpiar sus lágrimas – Que
malo eres – dijo ofendido, pero tenía una gran sonrisa en el rostro.
Wei WuXian se giró de lado para
mirar a Lan WangJi, que parecía cómodo y divertido mientras lo observaba. Se
miraron a los ojos y el adolescente sintió que se quedaba sin aire mientras
observaba con detalles los finos rasgos del hombre en frente de él.
Embelesado por el momento, levantó
una mano hasta el rostro del segundo maestro Lan y rozó sus dedos por los
pómulos de éste, que parecía no tener la necesidad de pestañar.
- Wei Ying... - le susurró de
pronto, su voz estaba cargada de una emoción contenida que el adolescente no
logró descifrar.
- ¿Mm?
- Detente – pidió, tomó la mano
del chico con la suya y la alejó de su rostro. Aunque la mantuvo tomada y Wei
WuXian aprovechó para entrelazar los dedos con los suyos, Lan WangJi dudó, pero
terminó aceptando el contacto.
- Eres un enigma para mí – confesó
el adolescente – Lan Zhan, ¿estás seguro que quieres llevarme contigo?
- Mn – asintió.
- ¿Seguro, seguro?
- Sí.
- No te vayas a arrepentir luego,
que estoy más seguro que voy a crearte más problemas que alivios.
- Lo sé – reconoció con ojos
suaves el hombre de blanco, cuyos cabellos yacían esparcidos por el césped de
una manera inusualmente elegante.
- ¿Aun sabiéndolo quieres llevarme
contigo? Debiste quererme demasiado, o tal vez me debías dinero en mi antigua
vida – Lan WangJi frunció el ceño – No te enfades, solo es una broma.
- No hables en pasado – susurró
despacio el mayor.
- ¿Qué dijiste?
- Nada.
- ¡Dime! – Wei WuXian pinchó
nuevamente con un dedo el abdomen de Lan WangJi, y este dio un brinco
involuntario.
- Wei Ying... - si bien su voz
estaba cargada de advertencia, Wei WuXian simplemente no tenía miedo de morir,
por lo que cuando volvía a dirigir su mano a hacer aquella travesura, esta fue
atrapada y nuevamente Lan WangJi se inclinó sobre él para atacarlo con cosquillas.
- ¡Noooooooooo! – las carcajadas
fuertes se escucharon por toda la montaña y entre patadas involuntarias Wei
WuXian comenzó a suplicar - ¡Por favor para! ¡Haré lo que me pidas! ¡Haré lo
que digas por un día! ¡Lan Zhan, por favor! – entonces el mayor se detuvo, se
miraron fijamente unos segundos a los ojos antes de que el adolescente
escuchara.
- Recuerda tus palabras.