Pasado. En la profundidad de las Nubes –
- Jian Cheng, dime, ¿crees en la
reencarnación? - preguntó Wei WuXian mientras se recostaba en el césped húmedo
a los pies de la montaña. Los peces que había capturado con sus propias manos
yacían asándose al fuego junto a él.
- ¿Por qué siempre haces ese tipo
de preguntas? ¿No puedes simplemente callarte un momento? – su hermano se sentó
a su lado mientras se quitaba los zapatos húmedos para dejarlos junto al fuego.
- ¿Aún estas enfadado porque te
empujé? Fue tu culpa por darme la espalda, no deberías confiar en mí de esa
manera.
- No estoy enojado porque me
empujaste pero, ¿tenías que darme una patada en el trasero? Me la cobraré, lo
prometo.
- Te creo, te creo... déjalo ir –
gesticuló con la mano quitándole importancia al asunto, luego se sentó y tomó
uno de los pescados – Ten, el primero es para ti, gran Jian Cheng.
- Cállate – tomó el pescado y le
dio una mordida rápida casi con furia, pero de inmediato comenzó a saltar y
lagrimear, se había quemado la lengua.
Wei WuXian explotó de la risa.
- No me necesitas para hacer de tu
vida un infierno, ¿eh? – Jian Cheng no respondió, tenía la lengua fuera de su
boca buscando consolarla con aire fresco – Oye, lo que te pregunté va en serio;
en la clase de hoy el viejo dijo que Lan Zhan se podía comunicar con las almas
a través de una técnica con el guqín. ¿Puedes creer que sepa hacer eso teniendo
nuestra edad?
- Claro que sí lo creo, Lan Qiren
se la pasa alabándolo, me impresionaría si realmente no tuviera habilidades
extraordinarias con todas las flores que le lanza su tío. Además, los talentos
de los hermanos jades no son sorpresa para nadie.
- Bueno, yo sí me sorprendí... los
rumores suelen ser exagerados, no me esperaba que Lan Zhan realmente tuviera
habilidades. Ahora dime, ¿crees en la reencarnación? Yo siempre lo creí una
teoría más, pero hoy Lan Qiren hablaba de ello como si fuera un hecho, y
considerando que las reglas de la secta Lan no toman por hecho nada sin
pruebas, eso quiere decir que existen pruebas, ¿no? ¿Lan Zhan al hablar con las
almas sabrá más al respecto? Debería preguntarle...
- Cómo si te fuera a responder.
Entiéndelo, no te soporta, ¿no has notado como su cuerpo completo se tensa
cuando estás cerca? Si la secta Gusulan no fuera tan estricta con la educación
y los buenos modales, Lan WangJi ya te hubiera partido la cara en dos... la
poca que te queda.
Wei WuXian no respondió.
Disfrutaba tanto molestar al impecable Lan WangJi que prefirió hacer oídos
sordos a las constantes advertencias de los demás porque estaba seguro de que
el respetado jade no haría nada en su contra que le causara real daño, algo
dentro de sí se lo aseguraba.
Se sentó, tomó un pescado asado y
le dio una mordida.
- Sí – le dijo Jian Cheng rompiendo
el silencio que se había formado.
- ¿Ah? ¿Sí qué?
- Sí, creo en la reencarnación.
- Oh... ¿Qué te gustaría ser en tu
reencarnación?
- No lo sé, no he pensado en sí me
gustaría ser como alguien en específico, tal vez reencarne en un futuro donde
existan sucesos que ni siquiera me puedo imaginar ahora, entonces ¿para qué
perder tiempo pensando sobre eso? No es como si pudiera elegir de todas formas.
- Yo... si muriera joven, quisiera
que mi alma reencarnara pronto y ¡así poder seguir molestándo a Lan Zhan en
otras vidas!
- Estúpido, él mismo te mataría de
inmediato.
- No creas que te salvarías de mí
si reencarno, tu trasero no se pateará solo. – Wei WuXian le dio un codazo a su
hermano. Jian Cheng se lo devolvió con aún más fuerza pero el mayor logró esquivarlo
haciendo que Jian Cheng se cayera de costado.
Nuevamente Wei WuXian explotó de
la risa y se puso de pie para evitar ser golpeado en un arranque vengativo de
su hermano, pero entonces escuchó un sonido de pequeñas ramas siendo
aplastadas. Alguien estaba cerca de ellos, muy cerca, espiándolos.
Sin decir nada corrió en la
dirección del sonido, y sus sensibles oídos detectaron que más ramas eran
aplastadas rápidamente a modo de pisadas, el espía estaba huyendo.
Con el pescado aún caliente en su
mano, Jian Cheng vio a Wei WuXian comenzar a correr en dirección a la montaña
del receso de las nubes. Lo perdió de vista en solo un segundo.
- ¡Wei WuXian! ¡Wei WuXian!
Mientras corría velozmente
esquivando los árboles, con dificultad notó una silueta pequeña que portaba un
traje blanco, pero no podía estar seguro ya que la rapidez con la que corría lo
hizo pensar que tal vez lo que estaba siguiendo no era humano.
No llevaba consigo ni su espada y
tampoco talismanes, había salido a pescar con su hermano dentro del territorio
protegido de la profundidad de las nubes, las posibilidades de que hubiera
peligro en la zona eran casi inexistentes, entonces pensó que estaba siguiendo
un discípulo de la secta GusuLan pero desconocía si existía alguien tan pequeño
con una habilidad tan grande para escapar y que no fuera reconocido por ello.
De pronto la silueta dio un salto por las orillas del rio pisando un par de
rocas y traspasando al otro lado, ahora su figura era clara para Wei WuXian.
Aquello definitivamente era la espalda
un niño.
Tomándose el desafío a modo
personal, se propuso alcanzarlo a como dé lugar. Saltó las piedras con
precisión y haciendo uso de su buen oído, no le costó demasiado volver a correr
en la dirección correcta, pero entonces el sonido desapareció.
Como alguien que vivía
escondiéndose a causa de sus travesuras, lo primero que hizo que fue dirigir su
vista a los árboles, pero luego optó por cerrar los ojos.
Wei WuXian tenía una habilidad
innata para sentir energías, su sensibilidad frente a la energía pura, de
cultivo e incluso la de resentimiento lo hacía un cazador extremadamente bueno.
Con solo un poco de concentración identificó el lugar exacto donde estaba
escondido el niño, y también notó que no era un simple niño, por lo que su
fuerte curiosidad lo llevo hasta subirse a un árbol que estaba cerca del
escondite y entonces lo observó con cuidado desde un par de metros de
distancia.
Parecía tener entre siete y ocho
años, mantenía los ojos cerrados y apretados notablemente asustado, era pequeño
de estatura, a Wei WuXian le costó definir si era un niño o una niña por sus
rasgos delicados, el cabello le llegaba a los hombros y estaba cortado en una
línea recta perfecta al igual que su flequillo, pero si pensó en que su peinado
era extraño... su uniforme lo era aún más. El traje era tan limpiamente blanco
como los de la secta GusuLan pero su cinturón era de un verde pálido, y de él
colgaba una piedra tallada delicadamente que parecía formar una especie de
sello. Luego de mirarla con atención pudo concluir que se trataba de una
esmeralda. Los cultivadores solían utilizar diamantes como fuertes talismanes,
escudos o barras de protección, podían extraer sus poderes de diversas formas
pero no era usual ver aquel uso en piedras tan difícil de encontrar.
"Las esmeraldas tienen un
poder altamente curativo, pero también pueden usarse para contener grandes
cantidades de energías, no es una piedra que podría llevar un niño, ni siquiera
si formara parte de una secta dedicada a la medicina o al espiritismo... ¿Y la forma
que tiene? Nunca vi un sello parecido."
Wei WuXian concluyó que la razón
por la que encontró tan fácilmente al niño fue precisamente por las vibraciones
de la piedra que llevaba en su cinturón, pero todo se aclaró aún más cuando el
niño abrió los ojos.
El claro verde agua hacía que su
mirada fuera excepcionalmente cristalina, el brillo en sus ojos le indicaron de
inmediato que no era humano. Ahora entendía que probablemente la piedra fuera
una especie de escudo personal para atar su alma a aquel cuerpo, pero ¿quién
podía hacer algo tan inteligente y no ser alabado por ello? Estuvo seguro que
jamás escucho una noticia como esa, un muerto resucitado o un inmortal que se
mantenía en el cuerpo joven definitivamente sería una noticia alarmante. El
niño miró al suelo buscando con sus ojos a su perseguidor, y suspiró aliviado
cuando notó que al parecer había cesado su búsqueda, fue entonces que Wei
WuXian dio un salto rápido a su árbol y al salir de entre los arbustos le dio
un susto.
- ¡Búh!
- ¡Ah! – el niño se soltó y cayó
al suelo jadeando.
Riendo, Wei WuXian se bajó del
árbol y le dio una mordida a su ahora tibio pescado asado mientras miraba al
niño que aún no se ponía de pie.
- Me costó atraparte y casi se
enfría mi comida. – masticó un poco más antes de seguir hablando - ¿Qué eres?
Mejor dicho, ¿qué haces aquí? Puedo entender que si traspasaste la barrera de
protección de la secta GusuLan con facilidad es porque eres un espíritu puro,
como un animal – se arrodillo frente a él y en un impulso le apretó una mejilla
con la mano libre – ¡Que animal tan lindo!
El niño abrió los ojos más
sorprendido que asustado pero no dijo ni una sola palabra, pretendía ponerse de
pie para escapar nuevamente cuando Wei WuXian pisó sus ropas evitando que se
moviera.
- Dime, ¿por qué estás aquí? No te
dejaré ir si no me respondes. – entonces apuntó el pescado - ¿Ah?
- Hambre – soltó de repente, el
tono de su voz era delicado.
- Oh... tienes hambre, entonces tu
cuerpo si es humano... pero tú no lo eres, menudo enredo. Bien, vamos - le
tendió la mano, el niño arrugó el ceño en una pregunta silenciosa – A comer, si
tienes hambre atrapare un par de peces para ti.
Sus ojos se mostraron dudosos pero
luego de una mirada llena de angustia tomó su mano y se puso de pie,
inmediatamente Wei WuXian se apoyó en una rodilla y comenzó a sacudir sus
ropas, el traje perfectamente blanco ya no estaba tan limpio.
Él había visto gran cantidad de
espíritus en su vida, cuando vagaba por las calles durante su niñez era
atormentado día y noche por los petitorios de las almas dañadas. Fue solo años
después viviendo en la secta YunmengJiang que aprendió a suprimir las
vibraciones enérgicas de los seres que podían ser molestos, pero su
sensibilidad había hecho que en su madurez tomara cualquier enfrentamiento con
criaturas, buenas o malas, con tanta naturalidad como si se tratara de
enfrentar a simples humanos.
El niño lo analizó unos momentos,
y un destello de reconocimiento apareció en sus ojos. Luego de abrir y cerrar
la boca tomó su mano con confianza. Wei WuXian se sintió extraño.
- ¿Ah? ¿Nos conocemos? – comenzó a
jalarlo llevándolo de la mano hasta las cercanías del río – Tal vez sí pero no
te recuerdo... solía ver muchos espíritus antes pero tengo mala memoria para
recordarlos todos – se rió al admitirlo, el niño se dejó jalar en silencio –
Por cierto, la piedra que cuelga de tu cinturón es una esmeralda ¿verdad? – no
respondió – Es asombroso que puedas llevarla contigo, pero podrías decirme ¿por
qué? ¿Qué eres exactamente?
Wei WuXian se detuvo en frente del
rió y comenzó a arremangarse el pantalón que llevaba bajo la túnica, luego se
quitó las botas.
- Ey, dime algo... – le exigió, el
niño de pie frente a él puso su mano en su barriga y habló.
- Hambre.
- ¡Ya sé que tienes hambre! Está
bien, comeremos y luego me dirás. Espera aquí, no tardaré.
Cuando Wei WuXian se metió al agua
el niño lo esperó pacientemente, con hambre se presionó el estómago un par de
veces y se saboreó los labios pensando en pescado asado. Se asombró cuando lo
vio salir del agua con un pez en cada mano, los puso en una rama y luego al
fuego, repitiéndo el proceso hasta que cuatro pescados se asaron soltando buen
aroma.
- Sopla, no te vayas a quemar – le
tendió el primero y luego se comió otro él – En este lugar está prohibido
matar, así que será mejor que no nos atrapen, estoy seguro que a Lan Zhan no le
importará si eres un espíritu o el mismo Nuwa (1), si rompes una regla él te
castigará pero así es él.
El niño lo miró un poco asustado.
- Oh no te preocupes, no es una
mala persona, solo es como un anciano amargado que disfruta ver a los demás tan
aburridos como él. ¡Oh! Otra regla es no hablar de otros a sus espaldas, así
que técnicamente ya deberíamos recibir 10 varazos cada uno. – lo dijo con la
intención de asustar al niño y efectivamente así fue, pero este no dejo de
comer, de hecho desde que dio la primera mordida no había parado de masticar
casi con desesperación. – Tranquilo, el resto de los peces son para ti, mastica
con cuidado.
El niño lo miró con ojos
inocentes, Wei WuXian se recostó sobre las piedras y observó con cuidado su
uniforme.
- ¿Perteneces a alguna secta? – el
niño pareció pensar su respuesta pero finalmente asintió - ¿Cómo se llama? –
mientras masticaba pensó pero no pareció llegar a una respuesta. Wei WuXian
sabía que no le estaba mintiendo, si realmente era un espíritu puro simplemente
no podía mentir. - ¿Y tú? ¿Tienes un nombre? – volvió a asentir – Dímelo.
No dijo nada, solo continuó
masticando.
- ¿De verdad no dirás nada? ¿Luego
de que te alimenté? ¡Qué espíritu tan mal agradecido! Bueno entonces dime, la
piedra que llevas, ¿es para mantener tu espíritu en aquel cuerpo humano? – el
niño dejó de masticar y lo miró a los ojos con cierta intensidad que hizo le
dieran tres escalofríos seguidos.
- Soy humano – dijo finalmente.
Sorprendido, Wei WuXian permaneció consternado.
"¿Qué? ¿Puedo confundirme?
Mis sentidos jamás han fallado... lo siento como si fuera un espíritu... ¿Por
qué? "
No podía decidirse por cual
pregunta hacer cuando escuchó pasos acercándose y se volteó, el niño aprovechó
la distracción, y para cuando Wei WuXian volvió la vista para pedirle que se
escondiera notó que ya no estaba.
- Oh...
- Matar en la profundidad de las
nubes está prohibido.
Respiró profundo. No era necesario
voltearse para descifrar a quien correspondía aquella voz en tono
condescendiente.
- Verás, Lan Zhan, no me vas a
creer lo que pasó, encontré un niño muy raro – Lan WangJi se acercó a él sin
ninguna intención de escucharlo, tomó sus ropas por el cuello y comenzó a
arrastrarlo con fuerza - ¡Lan Zhan, Lan Zhan! ¡No estoy mintiendo!
- ¿Ah, sí? ¿Y dónde está?
- ¡Se escondió porque te acercaste
tú!
- Wei Ying, ¿por quién me tomas? –
Wei WuXian agitó sus brazos en protesta mientras la fuerza del arrastre era tal
que no le permitía mantener el equilibrio ni voltearse para caminar dignamente,
entonces vio al niño escondida detrás de un árbol, con la mano le decía
"adiós".
- ¡Lan Zhan ahí está! ¡Míralo!
¡Lan Zhan! – llorisqueó, pero Lan WangJi solo suspiró. Cuando se convenció de
que no voltearía a mirar ni le daría el beneficio de la duda, levantó la mano
para despedirse con un puchero en los labios mientras era arrastrado. Con aquel
niño se miraron un par de segundos hasta que finalmente ambos desaparecieron de
la vista del otro.
El niño volvió al lugar donde
quedaban un par de pescados y se sentó a terminar de comerlos, tomó entre sus
pequeños dedos la piedra que colgaba de su cinturón y suspiró. Se quedó allí
sentado varios minutos mientras pensaba un tanto nostálgico, hasta que una voz
conocida llegó a sus oídos en medio del silencio.
- Shaymin.-
- ¡Maestra BaoShan! – el niño
corrió hasta la mujer con largo cabello pegándose a sus piernas.
- ¿Por qué te alejaste tanto? –
aunque el tono de aquella mujer era grave e imponente, no dejaba de ser cálido.
- Hambre.- resumió
El niño tomó la mano de la mujer y
caminó a su lado con paso tranquilo.
- Maestra, conocí a un familiar –
la mujer lo miró inexpresiva pero haciéndole notar que tenía su atención – Lo
sentí cuando lo toqué, no estoy seguro de quién era, pero reía muy
escandalosamente. Asó pescaditos para mí. Al comienzo me dio un susto, me
atrapó fácilmente y luego hizo muchas preguntas, es tan inteligente como los
discípulos mayores, pero se veía como un adolescente. Su sonrisa me gustó.
- Wei Ying – respondió la mujer
con seguridad.
- ¿Ese es su nombre? – la mujer
asintió – Maestra, ¿puede concederle un deseo como agradecimiento? No lo pidió
directamente, yo lo escuché por casualidad... ¿Puede? – insistió.
BaoShan SanRen no hizo más
preguntas, asintió en silencio mientras continuaba escuchando al niño hablar
con admiración sobre su nuevo amigo Wei WuXian.
Nota:
1. Nuwa: Deidad que creó la
humanidad.