sábado, 9 de mayo de 2020

intrínseco - Capítulo 1: Prólogo


Pasado. En la profundidad de las Nubes –


- Jian Cheng, dime, ¿crees en la reencarnación? - preguntó Wei WuXian mientras se recostaba en el césped húmedo a los pies de la montaña. Los peces que había capturado con sus propias manos yacían asándose al fuego junto a él.
- ¿Por qué siempre haces ese tipo de preguntas? ¿No puedes simplemente callarte un momento? – su hermano se sentó a su lado mientras se quitaba los zapatos húmedos para dejarlos junto al fuego.
- ¿Aún estas enfadado porque te empujé? Fue tu culpa por darme la espalda, no deberías confiar en mí de esa manera.
- No estoy enojado porque me empujaste pero, ¿tenías que darme una patada en el trasero? Me la cobraré, lo prometo.
- Te creo, te creo... déjalo ir – gesticuló con la mano quitándole importancia al asunto, luego se sentó y tomó uno de los pescados – Ten, el primero es para ti, gran Jian Cheng.
- Cállate – tomó el pescado y le dio una mordida rápida casi con furia, pero de inmediato comenzó a saltar y lagrimear, se había quemado la lengua.
Wei WuXian explotó de la risa.
- No me necesitas para hacer de tu vida un infierno, ¿eh? – Jian Cheng no respondió, tenía la lengua fuera de su boca buscando consolarla con aire fresco – Oye, lo que te pregunté va en serio; en la clase de hoy el viejo dijo que Lan Zhan se podía comunicar con las almas a través de una técnica con el guqín. ¿Puedes creer que sepa hacer eso teniendo nuestra edad?
- Claro que sí lo creo, Lan Qiren se la pasa alabándolo, me impresionaría si realmente no tuviera habilidades extraordinarias con todas las flores que le lanza su tío. Además, los talentos de los hermanos jades no son sorpresa para nadie.
- Bueno, yo sí me sorprendí... los rumores suelen ser exagerados, no me esperaba que Lan Zhan realmente tuviera habilidades. Ahora dime, ¿crees en la reencarnación? Yo siempre lo creí una teoría más, pero hoy Lan Qiren hablaba de ello como si fuera un hecho, y considerando que las reglas de la secta Lan no toman por hecho nada sin pruebas, eso quiere decir que existen pruebas, ¿no? ¿Lan Zhan al hablar con las almas sabrá más al respecto? Debería preguntarle...
- Cómo si te fuera a responder. Entiéndelo, no te soporta, ¿no has notado como su cuerpo completo se tensa cuando estás cerca? Si la secta Gusulan no fuera tan estricta con la educación y los buenos modales, Lan WangJi ya te hubiera partido la cara en dos... la poca que te queda.
Wei WuXian no respondió. Disfrutaba tanto molestar al impecable Lan WangJi que prefirió hacer oídos sordos a las constantes advertencias de los demás porque estaba seguro de que el respetado jade no haría nada en su contra que le causara real daño, algo dentro de sí se lo aseguraba.
Se sentó, tomó un pescado asado y le dio una mordida.
- Sí – le dijo Jian Cheng rompiendo el silencio que se había formado.
- ¿Ah? ¿Sí qué?
- Sí, creo en la reencarnación.
- Oh... ¿Qué te gustaría ser en tu reencarnación?
- No lo sé, no he pensado en sí me gustaría ser como alguien en específico, tal vez reencarne en un futuro donde existan sucesos que ni siquiera me puedo imaginar ahora, entonces ¿para qué perder tiempo pensando sobre eso? No es como si pudiera elegir de todas formas.
- Yo... si muriera joven, quisiera que mi alma reencarnara pronto y ¡así poder seguir molestándo a Lan Zhan en otras vidas!
- Estúpido, él mismo te mataría de inmediato.
- No creas que te salvarías de mí si reencarno, tu trasero no se pateará solo. – Wei WuXian le dio un codazo a su hermano. Jian Cheng se lo devolvió con aún más fuerza pero el mayor logró esquivarlo haciendo que Jian Cheng se cayera de costado.
Nuevamente Wei WuXian explotó de la risa y se puso de pie para evitar ser golpeado en un arranque vengativo de su hermano, pero entonces escuchó un sonido de pequeñas ramas siendo aplastadas. Alguien estaba cerca de ellos, muy cerca, espiándolos.
Sin decir nada corrió en la dirección del sonido, y sus sensibles oídos detectaron que más ramas eran aplastadas rápidamente a modo de pisadas, el espía estaba huyendo.
Con el pescado aún caliente en su mano, Jian Cheng vio a Wei WuXian comenzar a correr en dirección a la montaña del receso de las nubes. Lo perdió de vista en solo un segundo.
- ¡Wei WuXian! ¡Wei WuXian!
Mientras corría velozmente esquivando los árboles, con dificultad notó una silueta pequeña que portaba un traje blanco, pero no podía estar seguro ya que la rapidez con la que corría lo hizo pensar que tal vez lo que estaba siguiendo no era humano.
No llevaba consigo ni su espada y tampoco talismanes, había salido a pescar con su hermano dentro del territorio protegido de la profundidad de las nubes, las posibilidades de que hubiera peligro en la zona eran casi inexistentes, entonces pensó que estaba siguiendo un discípulo de la secta GusuLan pero desconocía si existía alguien tan pequeño con una habilidad tan grande para escapar y que no fuera reconocido por ello. De pronto la silueta dio un salto por las orillas del rio pisando un par de rocas y traspasando al otro lado, ahora su figura era clara para Wei WuXian.
Aquello definitivamente era la espalda un niño.
Tomándose el desafío a modo personal, se propuso alcanzarlo a como dé lugar. Saltó las piedras con precisión y haciendo uso de su buen oído, no le costó demasiado volver a correr en la dirección correcta, pero entonces el sonido desapareció.
Como alguien que vivía escondiéndose a causa de sus travesuras, lo primero que hizo que fue dirigir su vista a los árboles, pero luego optó por cerrar los ojos.
Wei WuXian tenía una habilidad innata para sentir energías, su sensibilidad frente a la energía pura, de cultivo e incluso la de resentimiento lo hacía un cazador extremadamente bueno. Con solo un poco de concentración identificó el lugar exacto donde estaba escondido el niño, y también notó que no era un simple niño, por lo que su fuerte curiosidad lo llevo hasta subirse a un árbol que estaba cerca del escondite y entonces lo observó con cuidado desde un par de metros de distancia.
Parecía tener entre siete y ocho años, mantenía los ojos cerrados y apretados notablemente asustado, era pequeño de estatura, a Wei WuXian le costó definir si era un niño o una niña por sus rasgos delicados, el cabello le llegaba a los hombros y estaba cortado en una línea recta perfecta al igual que su flequillo, pero si pensó en que su peinado era extraño... su uniforme lo era aún más. El traje era tan limpiamente blanco como los de la secta GusuLan pero su cinturón era de un verde pálido, y de él colgaba una piedra tallada delicadamente que parecía formar una especie de sello. Luego de mirarla con atención pudo concluir que se trataba de una esmeralda. Los cultivadores solían utilizar diamantes como fuertes talismanes, escudos o barras de protección, podían extraer sus poderes de diversas formas pero no era usual ver aquel uso en piedras tan difícil de encontrar.
"Las esmeraldas tienen un poder altamente curativo, pero también pueden usarse para contener grandes cantidades de energías, no es una piedra que podría llevar un niño, ni siquiera si formara parte de una secta dedicada a la medicina o al espiritismo... ¿Y la forma que tiene? Nunca vi un sello parecido."
Wei WuXian concluyó que la razón por la que encontró tan fácilmente al niño fue precisamente por las vibraciones de la piedra que llevaba en su cinturón, pero todo se aclaró aún más cuando el niño abrió los ojos.
El claro verde agua hacía que su mirada fuera excepcionalmente cristalina, el brillo en sus ojos le indicaron de inmediato que no era humano. Ahora entendía que probablemente la piedra fuera una especie de escudo personal para atar su alma a aquel cuerpo, pero ¿quién podía hacer algo tan inteligente y no ser alabado por ello? Estuvo seguro que jamás escucho una noticia como esa, un muerto resucitado o un inmortal que se mantenía en el cuerpo joven definitivamente sería una noticia alarmante. El niño miró al suelo buscando con sus ojos a su perseguidor, y suspiró aliviado cuando notó que al parecer había cesado su búsqueda, fue entonces que Wei WuXian dio un salto rápido a su árbol y al salir de entre los arbustos le dio un susto.
- ¡Búh!
- ¡Ah! – el niño se soltó y cayó al suelo jadeando.
Riendo, Wei WuXian se bajó del árbol y le dio una mordida a su ahora tibio pescado asado mientras miraba al niño que aún no se ponía de pie.
- Me costó atraparte y casi se enfría mi comida. – masticó un poco más antes de seguir hablando - ¿Qué eres? Mejor dicho, ¿qué haces aquí? Puedo entender que si traspasaste la barrera de protección de la secta GusuLan con facilidad es porque eres un espíritu puro, como un animal – se arrodillo frente a él y en un impulso le apretó una mejilla con la mano libre – ¡Que animal tan lindo!
El niño abrió los ojos más sorprendido que asustado pero no dijo ni una sola palabra, pretendía ponerse de pie para escapar nuevamente cuando Wei WuXian pisó sus ropas evitando que se moviera.
- Dime, ¿por qué estás aquí? No te dejaré ir si no me respondes. – entonces apuntó el pescado - ¿Ah?
- Hambre – soltó de repente, el tono de su voz era delicado.
- Oh... tienes hambre, entonces tu cuerpo si es humano... pero tú no lo eres, menudo enredo. Bien, vamos - le tendió la mano, el niño arrugó el ceño en una pregunta silenciosa – A comer, si tienes hambre atrapare un par de peces para ti.
Sus ojos se mostraron dudosos pero luego de una mirada llena de angustia tomó su mano y se puso de pie, inmediatamente Wei WuXian se apoyó en una rodilla y comenzó a sacudir sus ropas, el traje perfectamente blanco ya no estaba tan limpio.
Él había visto gran cantidad de espíritus en su vida, cuando vagaba por las calles durante su niñez era atormentado día y noche por los petitorios de las almas dañadas. Fue solo años después viviendo en la secta YunmengJiang que aprendió a suprimir las vibraciones enérgicas de los seres que podían ser molestos, pero su sensibilidad había hecho que en su madurez tomara cualquier enfrentamiento con criaturas, buenas o malas, con tanta naturalidad como si se tratara de enfrentar a simples humanos.
El niño lo analizó unos momentos, y un destello de reconocimiento apareció en sus ojos. Luego de abrir y cerrar la boca tomó su mano con confianza. Wei WuXian se sintió extraño.
- ¿Ah? ¿Nos conocemos? – comenzó a jalarlo llevándolo de la mano hasta las cercanías del río – Tal vez sí pero no te recuerdo... solía ver muchos espíritus antes pero tengo mala memoria para recordarlos todos – se rió al admitirlo, el niño se dejó jalar en silencio – Por cierto, la piedra que cuelga de tu cinturón es una esmeralda ¿verdad? – no respondió – Es asombroso que puedas llevarla contigo, pero podrías decirme ¿por qué? ¿Qué eres exactamente?
Wei WuXian se detuvo en frente del rió y comenzó a arremangarse el pantalón que llevaba bajo la túnica, luego se quitó las botas.
- Ey, dime algo... – le exigió, el niño de pie frente a él puso su mano en su barriga y habló.
- Hambre.
- ¡Ya sé que tienes hambre! Está bien, comeremos y luego me dirás. Espera aquí, no tardaré.
Cuando Wei WuXian se metió al agua el niño lo esperó pacientemente, con hambre se presionó el estómago un par de veces y se saboreó los labios pensando en pescado asado. Se asombró cuando lo vio salir del agua con un pez en cada mano, los puso en una rama y luego al fuego, repitiéndo el proceso hasta que cuatro pescados se asaron soltando buen aroma.
- Sopla, no te vayas a quemar – le tendió el primero y luego se comió otro él – En este lugar está prohibido matar, así que será mejor que no nos atrapen, estoy seguro que a Lan Zhan no le importará si eres un espíritu o el mismo Nuwa (1), si rompes una regla él te castigará pero así es él.
El niño lo miró un poco asustado.
- Oh no te preocupes, no es una mala persona, solo es como un anciano amargado que disfruta ver a los demás tan aburridos como él. ¡Oh! Otra regla es no hablar de otros a sus espaldas, así que técnicamente ya deberíamos recibir 10 varazos cada uno. – lo dijo con la intención de asustar al niño y efectivamente así fue, pero este no dejo de comer, de hecho desde que dio la primera mordida no había parado de masticar casi con desesperación. – Tranquilo, el resto de los peces son para ti, mastica con cuidado.
El niño lo miró con ojos inocentes, Wei WuXian se recostó sobre las piedras y observó con cuidado su uniforme.
- ¿Perteneces a alguna secta? – el niño pareció pensar su respuesta pero finalmente asintió - ¿Cómo se llama? – mientras masticaba pensó pero no pareció llegar a una respuesta. Wei WuXian sabía que no le estaba mintiendo, si realmente era un espíritu puro simplemente no podía mentir. - ¿Y tú? ¿Tienes un nombre? – volvió a asentir – Dímelo.
No dijo nada, solo continuó masticando.
- ¿De verdad no dirás nada? ¿Luego de que te alimenté? ¡Qué espíritu tan mal agradecido! Bueno entonces dime, la piedra que llevas, ¿es para mantener tu espíritu en aquel cuerpo humano? – el niño dejó de masticar y lo miró a los ojos con cierta intensidad que hizo le dieran tres escalofríos seguidos.
- Soy humano – dijo finalmente. Sorprendido, Wei WuXian permaneció consternado.
"¿Qué? ¿Puedo confundirme? Mis sentidos jamás han fallado... lo siento como si fuera un espíritu... ¿Por qué? "
No podía decidirse por cual pregunta hacer cuando escuchó pasos acercándose y se volteó, el niño aprovechó la distracción, y para cuando Wei WuXian volvió la vista para pedirle que se escondiera notó que ya no estaba.
- Oh...
- Matar en la profundidad de las nubes está prohibido.
Respiró profundo. No era necesario voltearse para descifrar a quien correspondía aquella voz en tono condescendiente.
- Verás, Lan Zhan, no me vas a creer lo que pasó, encontré un niño muy raro – Lan WangJi se acercó a él sin ninguna intención de escucharlo, tomó sus ropas por el cuello y comenzó a arrastrarlo con fuerza - ¡Lan Zhan, Lan Zhan! ¡No estoy mintiendo!
- ¿Ah, sí? ¿Y dónde está?
- ¡Se escondió porque te acercaste tú!
- Wei Ying, ¿por quién me tomas? – Wei WuXian agitó sus brazos en protesta mientras la fuerza del arrastre era tal que no le permitía mantener el equilibrio ni voltearse para caminar dignamente, entonces vio al niño escondida detrás de un árbol, con la mano le decía "adiós".
- ¡Lan Zhan ahí está! ¡Míralo! ¡Lan Zhan! – llorisqueó, pero Lan WangJi solo suspiró. Cuando se convenció de que no voltearía a mirar ni le daría el beneficio de la duda, levantó la mano para despedirse con un puchero en los labios mientras era arrastrado. Con aquel niño se miraron un par de segundos hasta que finalmente ambos desaparecieron de la vista del otro.
El niño volvió al lugar donde quedaban un par de pescados y se sentó a terminar de comerlos, tomó entre sus pequeños dedos la piedra que colgaba de su cinturón y suspiró. Se quedó allí sentado varios minutos mientras pensaba un tanto nostálgico, hasta que una voz conocida llegó a sus oídos en medio del silencio.
- Shaymin.-
- ¡Maestra BaoShan! – el niño corrió hasta la mujer con largo cabello pegándose a sus piernas.
- ¿Por qué te alejaste tanto? – aunque el tono de aquella mujer era grave e imponente, no dejaba de ser cálido.
- Hambre.- resumió
El niño tomó la mano de la mujer y caminó a su lado con paso tranquilo.
- Maestra, conocí a un familiar – la mujer lo miró inexpresiva pero haciéndole notar que tenía su atención – Lo sentí cuando lo toqué, no estoy seguro de quién era, pero reía muy escandalosamente. Asó pescaditos para mí. Al comienzo me dio un susto, me atrapó fácilmente y luego hizo muchas preguntas, es tan inteligente como los discípulos mayores, pero se veía como un adolescente. Su sonrisa me gustó.
- Wei Ying – respondió la mujer con seguridad.
- ¿Ese es su nombre? – la mujer asintió – Maestra, ¿puede concederle un deseo como agradecimiento? No lo pidió directamente, yo lo escuché por casualidad... ¿Puede? – insistió.
BaoShan SanRen no hizo más preguntas, asintió en silencio mientras continuaba escuchando al niño hablar con admiración sobre su nuevo amigo Wei WuXian.



Nota:
1. Nuwa: Deidad que creó la humanidad.