- Sé que te quieres marchar – le
dijo la maestra BaoShan mientras le daba la espalda y observaba la noche desde
su balcón. Wei WuXian se quedó sin aliento.
- No... sí, pero, es decir... yo...
¡No quiero dejarlos!
- Está bien – le susurró ella aún
sin mirarlo – Siempre ha estado bien que quieras marcharte, ya no eres feliz
aquí.
- Si soy feliz – respondió con
tono seguro, tanto que se sorprendió así mismo, entonces la mujer volteó a
mirarlo. Su rostro usualmente serio tenía una mirada gentil.
- Ya ni siquiera juegas, ni
siquiera tus sonrisas son auténticas, las pesadillas se han acrecentado y es
normal que quieras buscar respuestas.
- No, maestra...
- Wei Ying, solo quiero que tengas
presente que puedes hacerlo, pero hay algo que debes saber antes de tomar esa
decisión.
- ¿Qué es? – nunca le habían
hablado demasiado de lo que ocurría fuera de la montaña, no sabía si sus sueños
eran reales del todo tampoco. La mujer rodeó el escritorio que los separaba y
se acercó como para dejar descansar una mano en el hombro del menor mientras
hablaba. Por instinto, sospecha o intuición, Wei WuXian sintió que las palabras
dichas por su maestra ya las esperaba.
- En tu vida pasada causaste mucho
daño, la gente que aún no se ha repuesto de ese daño aún vive fuera de esta
montaña, existe la posibilidad de que te busquen para ajustar sus cuentas en
cuanto alguien te reconozca.
"Entonces mis sueños son
reales, las matanzas, los cadáveres, la sangre, los gritos. ¡Es real!"
- ¿Qué tan peligroso? – tanteó.
- Podrías ser buscado por la
totalidad de las sectas que existen. No digo que podrían significar un peligro
para tu vida con tus habilidades, pero ser odiado por todos es un camino
difícil con el que no pudiste lidiar en tu vida pasada– la mujer colocó su mano
sobre el cabello. Al comienzo pensó que le daría una caricia, luego notó que
acariciaba el listón en su cabello – No te lo quites por nada del mundo. Si
algún día nos necesitas, mientras conserves esto, puedes volver aquí.
.
.
El recuerdo de aquella noche le
fue arrebatado por una gran cantidad de agua que llenó su boca, su nariz, su
vista y sus oídos. Shaymin había pisado su cabeza enterrando su rostro en el
agua caliente.
- ¡Ven aquí! – le gritó una vez se
recuperó, pero no lo persiguió por mucho tiempo, Lan WangJi había llegado a las
termas llevando consigo solo una túnica interior, entró en el agua en silencio
y se acomodó cerca de él. Wei WuXian se sentía muy extraño en su presencia, un
sentimentalismo impropio de él tomaba todos sus sentidos cuando observaba sus
ojos dorados.
"Si hubiéramos tenido el tipo
de relación de la que creo son estos sentimientos, él definitivamente hubiera
estado feliz de verme... pero no fue así. Tal vez solo éramos amigos, o ni siquiera
eso."
De pronto una imagen fugaz se
dibujó en su mente con suma claridad.
El rostro de un hermoso joven
adolescente que parecía adolorido de una manera muy sutil y casi imperceptible
si no fuera por el hecho de que un par de lágrimas caían por el rabillo de sus
ojos y goteaban en su mentón, una tras otra. El traje que llevaba estaba
destrozado, un poco abierto y desordenado, la parte de debajo de él cubierto
por manchas rojas, una pierna expuesta tenía un improvisado cabestrillo con
rústicas ramas amarradas entre sí por una cinta exactamente igual a la que
llevaba en su frente en ese instante.
Era él, el hombre de ojos dorados
en sus sueños, el del uniforme de GusuLan, el que había visto tocar el guqín en
sus sueños, sentarse apropiadamente mientras leía y escribía con una bonita
caligrafía, era él. No cabían dudas, era él y lo había visto llorar.
Impulsado por la angustia que le
provocaba imagen en su mente, caminó hasta él cortando la poca distancia que
los separaba. Lan WangJi lo miró en silencio quedándose inmóvil, hasta que Wei
WuXian, estando tan cerca como para sentir su respiración, apoyó su frente en
su pecho y se agachó un poco permitiendo que el agua le cubriera los hombros.
El segundo maestro Lan se tensó por la sorpresa, desde que había llegado a la
montaña su mente se había hecho un caos con demasiada información que asimilar,
no lograba ponerse al día consigo mismo cuando otra noticia o suceso volvía a
revolverle las emociones como nada lo había hecho por muchos años. Sintiéndose
ajeno así mismo mientras respiraba el tranquilo aire zen del lugar, había
hablado más en esos días de lo que lo había hecho en toda su vida, se sentía
expuesto, y ante un acercamiento tan improvisado por parte de Wei WuXian no
pudo contenerse. Lo envolvió con sus brazos con delicadeza y ternura, estaba un
poco asustado por la respuesta que podría tener, pero el impulso fue más
grande; llevaba tantos años queriendo abrazarlo que una vez teniéndolo cerca no
podía solo fingir indiferencia como lo hacía antes.
El adolescente que estaba siendo
gentilmente abrazado comenzó a temblar. El sonido de los latidos de su corazón
se hizo presente en sus oídos, todo lo que pensó y dudó que pudo haber sido su
relación con aquel hombre de blanco desapareció dejando claro una cosa: quería
tenerlo cerca, de esa manera, todos los días.
- ¿Estás bien? – susurró Lan
WangJi cerca de su oído cuando lo sintió temblar. Wei WuXian estaba respirando
con fuerza, evitando dejar subir hasta sus ojos el nudo que crecía en su
garganta. Estaba frustrado, quería recordar todo lo que hubiera vivido con el
hombre cuyo aroma le consolaba. No quiso contestar, por el contrario, lo abrazó
con más fuerza.
.
.
- ¿Realmente estás seguro de que
no tenían nada en el pasado? – le preguntó Mei Fen a Shaymin mientras los
observaban a la distancia escondido detrás de una gran roca.
- Seguro, ambos perdieron el
tiempo.
.
.
Durante largos minutos Lan WangJi
respiró el aroma del cabello de Wei WuXian y lo acarició con sus largos dedos.
Había deseado tantos años poder abrazarlo de aquella que le era difícil creer
que realmente estaba sucediendo, de pronto tuvo miedo de que todo lo que había
transcurrido fuera un sueño, un invento desesperado de su mente por tener a Wei
WuXian vivo y cerca de sí, entonces lo abrazó con más fuerza pegándolo a él. El
adolescente devolvió el apretón, sintiendo los brazos un poco adormecidos por
la fuerza ejercida pero no soltó su agarre, estaba respirando más fuerte que
nunca el aroma que tanto amaba y su corazón palpitaba con tal fuerza que solo
dejó las lágrimas salir.
Podía definir el caos emocional
que sentía, pero no podía explicarlo ni entender el por qué.
En un determinado momento necesitó
saber algo.
- Lan Zhan, ¿realmente has estado
bien? – Lan WangJi sintió un leve temblor en su labio inferior y no pudo
contestar, solo enterró el rostro en su cabello inclinándose un poco hacía él.
Wei WuXian quiso insistir para escuchar una respuesta, pero entonces las
palabras brotaron de su boca sin permiso – Te extrañé tanto – el tono adolorido
hizo que su voz se quebrara en la última palabra, sin entender, comenzó a
llorar con bastante fuerza.
Lan WangJi se asustó un poco por
su reacción, solo podía sostenerlo y acariciar sus cabellos como consuelo,
quiso responder pero se le dificultaba ser tan honesto y decir en voz alta
palabras que brotaran directamente desde su corazón. Por su lado, Wei WuXian
llevaba demasiados años conteniendo el efecto de sus pesadillas, no podía
llorar sin que Shaymin se enterara y preocupara a todos por lo que jamás lo hacía,
no así, pero esta vez sintió que podía hacerlo y todo estaría bien.
- Lo siento – se disculpó cuando
notó que había empapado una parte de la túnica interior de Lan WangJi, se alejó
con lentitud, tomó un poco de agua entre sus manos y la levantó hasta dejarla
caer sobre la túnica y así lavar sus lágrimas, como si estas ensuciaran la
elegante tela. Luego se secó los ojos con sus manos temblorosas y sin atreverse
a levantar la mirada volvió a susurrar – Lo siento...
El segundo maestro Lan perdió la
capacidad de contestar y se quedó quieto, respirando profundamente intentando
recobrar su postura.
Wei WuXian quiso tomar su mano
pero se detuvo dudando, su mente estaba llena de preguntas sobre los
sentimientos y la relación que ambos hubieran mantenido en su pasado. Pensó que
incluso si hubieran sido correspondidos, tal vez el paso del tiempo ya las
había borrado.
Quiso hacerle más fáciles las
cosas a Lan WangJi y para evitar incomodarlo con sus emociones, comenzó a
sonreír forzosamente para intentar mantener una conversación, pero nuevamente
no pensó antes de hablar:
- Dime, ¿eres casado? –
"Mierda, ¿en serio Wei Ying?
¿De verdad no pudiste pensar en otra cosa? Si responde que sí, me ahogaré aquí
mismo."
- No... - respondió con el ceño
notoriamente fruncido.
- Aah, yo sí tengo novia – quiso
probar, pero no vio reacción en la cara de Lan WangJi, parecía igual de serio
que siempre pero sus manos estaban congeladas. No estando seguro de sí eso era
una reacción. Continuó – Es bonita, tiene mi edad y... – las manos que estaban
congeladas se presionaron en puños que se escondieron bajo el agua. "¡Esa
si es una reacción!" - ¿Usted tiene novia?
No tuvo respuesta, aunque
continuaban en la misma poca distancia sintió que el hombre frente a él estaba
más lejos. Por unos segundos se perdió observándolo. Wei WuXian siempre
molestaba a las niñas de la montaña, tiraba sus trenzas o incluso les abría el
cinturón de las ropas en silencio y luego corría antes de recibir una paliza,
la poca pornografía que existía en el lugar ya había sido leída y memorizada
por él, pero aún así a pesar de su curiosidad con respecto a las mujeres y su
consiente gusto por coquetear con ellas, la única vez que había sentido un
sentimiento tan claro de atracción y anhelo por alguien, era por el hombre de sus
sueños. No podía definir el por qué, pero sin siquiera recordar su rostro ya le
gustaba de sobremanera. Y ahora que miraba las perfectas facciones de Lan
WangJi no podía dejar de pensar que entendía porque en su antigua vida le
gustaba tanto.
- ¿Qué? – le preguntó Lan WangJi
de repente aparentemente distante, parecía una persona distinta al hombre que
lo había abrazado tiernamente unos instantes atrás.
- He soñado muchas veces contigo –
le confesó – Al menos dos o tres veces por semana, por varios años– el segundo
maestro Lan pestañó sorprendido.
- ¿Qué has soñado? – ambos se
acomodaron apoyando sus codos en la roca mientras sumergían el resto del cuerpo
en el agua caliente.
- Que... me llamas ridículo–
observó la reacción de Lan WangJi, pero esta vez sus ojos no le dijeron nada –
Que luchábamos... hum, soñé que te miraba mientras dormías, aunque no podía
saber que eras tú porque no veía tu rostro en mi sueño, de hecho tu rostro
siempre estuvo borroso... – el más alto lo miró esperando escuchar más. Wei WuXian
apoyó su cabeza en sus brazos y continuo hablando mientras lo miraba fijamente
– Pero reconocí tus manos, siempre me parecieron bonitas y me fijé mucho en
ellas, las soñaba con detalle y ahora, solo ahora, las reconocí – quiso decir
más pero temía asustar o incomodarlo.
"Si soy demasiado obvio con
lo que siento y esto no le agrada realmente no sabré que hacer."
- Aprendí mucho de GusuLan
creyendo que yo pertenecía allí– continuó hablando en un terreno más seguro –
Pero mientras lo hacía noté que no era el caso, yo nunca llevé una cinta en mi
frente, tampoco un traje como el suyo. Tampoco creo haber sido alguien apegado
a las reglas.
- No lo eras – respondió Lan
WangJi en tono condescendiente. Era primera vez que decía algo con respecto al
Wei WuXian de su vida anterior, y aunque no era algo que le diera mayor
información, era una confirmación de que efectivamente se conocieron y mucho.
El adolescente le dio una gran sonrisa que deslumbró por unos instantes al
segundo maestro Lan.
- Hice muchas cosas malas,
¿verdad? – preguntó nuevamente sin pensarlo dos veces, pero el mayor no dijo
nada al respecto y bajó la mirada – No tienes que esconderlo, maestra dijo que
afuera no era un lugar seguro para mí y que tal vez estaría solo si elegía ese
camino...
- No– dijo tajante – No estarás
solo – ambos se miraron a los ojos por un largo minuto, y cuando Lan WangJi
pareció querer decir algo se oyó un fuerte ruido en una roca que estaba detrás
de ellos. La roca de pronto se partió en dos pero no había nadie allí, al menos
visiblemente, los dos hombres dentro de las termas habían estado tan
concentrados en su conversación que no se percataron de que había alguien más
en el lugar, pero una vez Wei WuXian se concentró no tuvo que esforzarse
demasiado para sentir la presencia del niño rondando por allí.
- Shaymin.
- Y no estaba solo – agregó el
mayor – Escuché otro par de pasos.
- Debió estar con Mei Fen... este
lugar no tiene privacidad... - suspiró fingiendo molestia, la que realmente no
sentía.