domingo, 10 de mayo de 2020

Intrínseco - Capítulo 9: Tacto, Parte 1


- Sé que te quieres marchar – le dijo la maestra BaoShan mientras le daba la espalda y observaba la noche desde su balcón. Wei WuXian se quedó sin aliento.
- No... sí, pero, es decir... yo... ¡No quiero dejarlos!
- Está bien – le susurró ella aún sin mirarlo – Siempre ha estado bien que quieras marcharte, ya no eres feliz aquí.
- Si soy feliz – respondió con tono seguro, tanto que se sorprendió así mismo, entonces la mujer volteó a mirarlo. Su rostro usualmente serio tenía una mirada gentil.
- Ya ni siquiera juegas, ni siquiera tus sonrisas son auténticas, las pesadillas se han acrecentado y es normal que quieras buscar respuestas.
- No, maestra...
- Wei Ying, solo quiero que tengas presente que puedes hacerlo, pero hay algo que debes saber antes de tomar esa decisión.
- ¿Qué es? – nunca le habían hablado demasiado de lo que ocurría fuera de la montaña, no sabía si sus sueños eran reales del todo tampoco. La mujer rodeó el escritorio que los separaba y se acercó como para dejar descansar una mano en el hombro del menor mientras hablaba. Por instinto, sospecha o intuición, Wei WuXian sintió que las palabras dichas por su maestra ya las esperaba.
- En tu vida pasada causaste mucho daño, la gente que aún no se ha repuesto de ese daño aún vive fuera de esta montaña, existe la posibilidad de que te busquen para ajustar sus cuentas en cuanto alguien te reconozca.
"Entonces mis sueños son reales, las matanzas, los cadáveres, la sangre, los gritos. ¡Es real!"
- ¿Qué tan peligroso? – tanteó.
- Podrías ser buscado por la totalidad de las sectas que existen. No digo que podrían significar un peligro para tu vida con tus habilidades, pero ser odiado por todos es un camino difícil con el que no pudiste lidiar en tu vida pasada– la mujer colocó su mano sobre el cabello. Al comienzo pensó que le daría una caricia, luego notó que acariciaba el listón en su cabello – No te lo quites por nada del mundo. Si algún día nos necesitas, mientras conserves esto, puedes volver aquí.

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El recuerdo de aquella noche le fue arrebatado por una gran cantidad de agua que llenó su boca, su nariz, su vista y sus oídos. Shaymin había pisado su cabeza enterrando su rostro en el agua caliente.
- ¡Ven aquí! – le gritó una vez se recuperó, pero no lo persiguió por mucho tiempo, Lan WangJi había llegado a las termas llevando consigo solo una túnica interior, entró en el agua en silencio y se acomodó cerca de él. Wei WuXian se sentía muy extraño en su presencia, un sentimentalismo impropio de él tomaba todos sus sentidos cuando observaba sus ojos dorados.
"Si hubiéramos tenido el tipo de relación de la que creo son estos sentimientos, él definitivamente hubiera estado feliz de verme... pero no fue así. Tal vez solo éramos amigos, o ni siquiera eso."
De pronto una imagen fugaz se dibujó en su mente con suma claridad.
El rostro de un hermoso joven adolescente que parecía adolorido de una manera muy sutil y casi imperceptible si no fuera por el hecho de que un par de lágrimas caían por el rabillo de sus ojos y goteaban en su mentón, una tras otra. El traje que llevaba estaba destrozado, un poco abierto y desordenado, la parte de debajo de él cubierto por manchas rojas, una pierna expuesta tenía un improvisado cabestrillo con rústicas ramas amarradas entre sí por una cinta exactamente igual a la que llevaba en su frente en ese instante.
Era él, el hombre de ojos dorados en sus sueños, el del uniforme de GusuLan, el que había visto tocar el guqín en sus sueños, sentarse apropiadamente mientras leía y escribía con una bonita caligrafía, era él. No cabían dudas, era él y lo había visto llorar.
Impulsado por la angustia que le provocaba imagen en su mente, caminó hasta él cortando la poca distancia que los separaba. Lan WangJi lo miró en silencio quedándose inmóvil, hasta que Wei WuXian, estando tan cerca como para sentir su respiración, apoyó su frente en su pecho y se agachó un poco permitiendo que el agua le cubriera los hombros. El segundo maestro Lan se tensó por la sorpresa, desde que había llegado a la montaña su mente se había hecho un caos con demasiada información que asimilar, no lograba ponerse al día consigo mismo cuando otra noticia o suceso volvía a revolverle las emociones como nada lo había hecho por muchos años. Sintiéndose ajeno así mismo mientras respiraba el tranquilo aire zen del lugar, había hablado más en esos días de lo que lo había hecho en toda su vida, se sentía expuesto, y ante un acercamiento tan improvisado por parte de Wei WuXian no pudo contenerse. Lo envolvió con sus brazos con delicadeza y ternura, estaba un poco asustado por la respuesta que podría tener, pero el impulso fue más grande; llevaba tantos años queriendo abrazarlo que una vez teniéndolo cerca no podía solo fingir indiferencia como lo hacía antes.
El adolescente que estaba siendo gentilmente abrazado comenzó a temblar. El sonido de los latidos de su corazón se hizo presente en sus oídos, todo lo que pensó y dudó que pudo haber sido su relación con aquel hombre de blanco desapareció dejando claro una cosa: quería tenerlo cerca, de esa manera, todos los días.
- ¿Estás bien? – susurró Lan WangJi cerca de su oído cuando lo sintió temblar. Wei WuXian estaba respirando con fuerza, evitando dejar subir hasta sus ojos el nudo que crecía en su garganta. Estaba frustrado, quería recordar todo lo que hubiera vivido con el hombre cuyo aroma le consolaba. No quiso contestar, por el contrario, lo abrazó con más fuerza.
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- ¿Realmente estás seguro de que no tenían nada en el pasado? – le preguntó Mei Fen a Shaymin mientras los observaban a la distancia escondido detrás de una gran roca.
- Seguro, ambos perdieron el tiempo.
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Durante largos minutos Lan WangJi respiró el aroma del cabello de Wei WuXian y lo acarició con sus largos dedos. Había deseado tantos años poder abrazarlo de aquella que le era difícil creer que realmente estaba sucediendo, de pronto tuvo miedo de que todo lo que había transcurrido fuera un sueño, un invento desesperado de su mente por tener a Wei WuXian vivo y cerca de sí, entonces lo abrazó con más fuerza pegándolo a él. El adolescente devolvió el apretón, sintiendo los brazos un poco adormecidos por la fuerza ejercida pero no soltó su agarre, estaba respirando más fuerte que nunca el aroma que tanto amaba y su corazón palpitaba con tal fuerza que solo dejó las lágrimas salir.
Podía definir el caos emocional que sentía, pero no podía explicarlo ni entender el por qué.
En un determinado momento necesitó saber algo.
- Lan Zhan, ¿realmente has estado bien? – Lan WangJi sintió un leve temblor en su labio inferior y no pudo contestar, solo enterró el rostro en su cabello inclinándose un poco hacía él. Wei WuXian quiso insistir para escuchar una respuesta, pero entonces las palabras brotaron de su boca sin permiso – Te extrañé tanto – el tono adolorido hizo que su voz se quebrara en la última palabra, sin entender, comenzó a llorar con bastante fuerza.
Lan WangJi se asustó un poco por su reacción, solo podía sostenerlo y acariciar sus cabellos como consuelo, quiso responder pero se le dificultaba ser tan honesto y decir en voz alta palabras que brotaran directamente desde su corazón. Por su lado, Wei WuXian llevaba demasiados años conteniendo el efecto de sus pesadillas, no podía llorar sin que Shaymin se enterara y preocupara a todos por lo que jamás lo hacía, no así, pero esta vez sintió que podía hacerlo y todo estaría bien.
- Lo siento – se disculpó cuando notó que había empapado una parte de la túnica interior de Lan WangJi, se alejó con lentitud, tomó un poco de agua entre sus manos y la levantó hasta dejarla caer sobre la túnica y así lavar sus lágrimas, como si estas ensuciaran la elegante tela. Luego se secó los ojos con sus manos temblorosas y sin atreverse a levantar la mirada volvió a susurrar – Lo siento...
El segundo maestro Lan perdió la capacidad de contestar y se quedó quieto, respirando profundamente intentando recobrar su postura.
Wei WuXian quiso tomar su mano pero se detuvo dudando, su mente estaba llena de preguntas sobre los sentimientos y la relación que ambos hubieran mantenido en su pasado. Pensó que incluso si hubieran sido correspondidos, tal vez el paso del tiempo ya las había borrado.
Quiso hacerle más fáciles las cosas a Lan WangJi y para evitar incomodarlo con sus emociones, comenzó a sonreír forzosamente para intentar mantener una conversación, pero nuevamente no pensó antes de hablar:
- Dime, ¿eres casado? –
"Mierda, ¿en serio Wei Ying? ¿De verdad no pudiste pensar en otra cosa? Si responde que sí, me ahogaré aquí mismo."
- No... - respondió con el ceño notoriamente fruncido.
- Aah, yo sí tengo novia – quiso probar, pero no vio reacción en la cara de Lan WangJi, parecía igual de serio que siempre pero sus manos estaban congeladas. No estando seguro de sí eso era una reacción. Continuó – Es bonita, tiene mi edad y... – las manos que estaban congeladas se presionaron en puños que se escondieron bajo el agua. "¡Esa si es una reacción!" - ¿Usted tiene novia?
No tuvo respuesta, aunque continuaban en la misma poca distancia sintió que el hombre frente a él estaba más lejos. Por unos segundos se perdió observándolo. Wei WuXian siempre molestaba a las niñas de la montaña, tiraba sus trenzas o incluso les abría el cinturón de las ropas en silencio y luego corría antes de recibir una paliza, la poca pornografía que existía en el lugar ya había sido leída y memorizada por él, pero aún así a pesar de su curiosidad con respecto a las mujeres y su consiente gusto por coquetear con ellas, la única vez que había sentido un sentimiento tan claro de atracción y anhelo por alguien, era por el hombre de sus sueños. No podía definir el por qué, pero sin siquiera recordar su rostro ya le gustaba de sobremanera. Y ahora que miraba las perfectas facciones de Lan WangJi no podía dejar de pensar que entendía porque en su antigua vida le gustaba tanto.
- ¿Qué? – le preguntó Lan WangJi de repente aparentemente distante, parecía una persona distinta al hombre que lo había abrazado tiernamente unos instantes atrás.
- He soñado muchas veces contigo – le confesó – Al menos dos o tres veces por semana, por varios años– el segundo maestro Lan pestañó sorprendido.
- ¿Qué has soñado? – ambos se acomodaron apoyando sus codos en la roca mientras sumergían el resto del cuerpo en el agua caliente.
- Que... me llamas ridículo– observó la reacción de Lan WangJi, pero esta vez sus ojos no le dijeron nada – Que luchábamos... hum, soñé que te miraba mientras dormías, aunque no podía saber que eras tú porque no veía tu rostro en mi sueño, de hecho tu rostro siempre estuvo borroso... – el más alto lo miró esperando escuchar más. Wei WuXian apoyó su cabeza en sus brazos y continuo hablando mientras lo miraba fijamente – Pero reconocí tus manos, siempre me parecieron bonitas y me fijé mucho en ellas, las soñaba con detalle y ahora, solo ahora, las reconocí – quiso decir más pero temía asustar o incomodarlo.
"Si soy demasiado obvio con lo que siento y esto no le agrada realmente no sabré que hacer."
- Aprendí mucho de GusuLan creyendo que yo pertenecía allí– continuó hablando en un terreno más seguro – Pero mientras lo hacía noté que no era el caso, yo nunca llevé una cinta en mi frente, tampoco un traje como el suyo. Tampoco creo haber sido alguien apegado a las reglas.
- No lo eras – respondió Lan WangJi en tono condescendiente. Era primera vez que decía algo con respecto al Wei WuXian de su vida anterior, y aunque no era algo que le diera mayor información, era una confirmación de que efectivamente se conocieron y mucho. El adolescente le dio una gran sonrisa que deslumbró por unos instantes al segundo maestro Lan.
- Hice muchas cosas malas, ¿verdad? – preguntó nuevamente sin pensarlo dos veces, pero el mayor no dijo nada al respecto y bajó la mirada – No tienes que esconderlo, maestra dijo que afuera no era un lugar seguro para mí y que tal vez estaría solo si elegía ese camino...
- No– dijo tajante – No estarás solo – ambos se miraron a los ojos por un largo minuto, y cuando Lan WangJi pareció querer decir algo se oyó un fuerte ruido en una roca que estaba detrás de ellos. La roca de pronto se partió en dos pero no había nadie allí, al menos visiblemente, los dos hombres dentro de las termas habían estado tan concentrados en su conversación que no se percataron de que había alguien más en el lugar, pero una vez Wei WuXian se concentró no tuvo que esforzarse demasiado para sentir la presencia del niño rondando por allí.
- Shaymin.
- Y no estaba solo – agregó el mayor – Escuché otro par de pasos.
- Debió estar con Mei Fen... este lugar no tiene privacidad... - suspiró fingiendo molestia, la que realmente no sentía.