Mo XuanYu llorisqueaba mientras estaba en la habitación de Lan Qiren.
Los discípulos mayores escoltaron al mayor Lan hasta su habitación buscando que se preparara para una reunión con las sectas menores. Mo XuanYu, víctima de sus nervios, corría de un lado a otro dentro de la habitación ¡Es que solo había una ventana pequeña! ¿Cómo se suponía que escaparía? Pensó seriamente en "prepararse" para la reunión, pero al abrir el armario de Lan Qiren se encontró con un sinfín de atuendos formales. ¿Es que tenían uno definido para cada evento, no? Eso se imaginó Mo XuanYu, considerando la obsesión de la secta con la etiqueta. De pronto, para la peor de sus suertes, escuchó la voz del maestro Qiren fuera de la habitación.
- ¿Qué hacen aquí? – le preguntó a los discípulos. Estos tardaron un poco en contestar probablemente a causa de la sorpresa, después de todo, ellos escoltaron al mayor Lan hasta dentro de su habitación y lo esperaban fuera de ella.
- Lo-lo íbamos a-a escoltar – balbuceó uno en tanto Mo XuanYu se arrodilló para rezar y pedir por misericordia al dios que pudiese escucharlo.
- ¿Qué acaso no tienen nada que hacer? ¿Desde cuándo necesito que me escolten en mi propia secta?
- Es que... - pareció contestar otro joven – Se veía un poco indispuesto, creímos que...
- ¿Indispuesto? ¿Acaso parezco enfermo? – un silencio se prolongó - Retírense.
En cuanto Mo XuanYu escuchó los pasos de los jóvenes alejarse, comenzó a sudar y se miró las manos, luego las levanto suplicándole a los cielos que lo iluminaran con una buena excusa. ¿Cómo carajos le explicaría a Lan Qiren qué hacía en su habitación pareciendo una copia de él? Cuando escuchó el ruido de la puerta abriéndose cerró sus ojos entregándose a su destino. Su vida había acabado.
El silencio se instaló en la habitación.
Silencio y más silencio.
... Entonces nada ocurrió.
Shaymin había aparecido de improviso junto a la puerta de Lan Qiren. Este no se alteró al verlo, pero debido a que el niño instaló un dedo en sus labios, el mayor Lan se mantuvo en silencio y lo siguió.
El niño guío hasta el pasillo a Lan Qiren, y de reojo observó a Mo XuanYu salir corriendo de la habitación sin nada de elegancia en tanto el mayor Lan mantenía su atención en Shaymin.
- Ahora sí podemos hablar – le dijo con su voz infantil y notoriamente divertida. El mayor Lan inclinó una ceja notando la poca distancia entre donde estaban y donde habían estado hace un momento atrás – Acá nadie nos escucha – le indicó.
- ¿Qué sucede?
- Hoy tienes una reunión con las sectas más pequeñas, ¿verdad? Me he enterado por ahí que vienen a pedir ayuda a GusuLan – Lan Qiren continuó mirándolo serio, Shaymin adivinó por su silencio que no tenía idea de los motivos de la reunión – Han aparecido amuletos poderosos y de dudosa procedencia en distintas provincias, ellos creen que fueron realizados por el Patriarca YiLing hace veinte años.
- ¿Es así? – el tono del maestro sonaba molesto, el rechazo calcado en cada silaba.
- Tal vez, el asunto es que nadie puede contenerlos – Lan Qiren frunció el ceño.
- ¿Qué hacemos entonces? – Shaymin levantó las manos vacías.
- ¿Nosotros? ¡Nada! Deja que él resuelva sus pendientes.
- ¿Él? ¿Hablas de enviar a Wei WuXian a una cacería nocturna? – el niño colocó los ojos en blanco. Sin estar dispuesto a discutir con el mayor Lan, solo se subió el tejado listo para marcharse.
- Él puede resolver lo que fácilmente matará unos cuantos, además será una buena experiencia de aprendizaje para los jóvenes. Envía al grupo completo. Por cierto, son cinco amuletos pero solo tres han sido liberados.
- ¿Dónde están? – preguntó mientras se sujetaba la frente con expresión adolorida. Shaymin levantó los hombros.
- Los tipos de allí te darán los detalles – iba a dar un paso hacia atrás pero se volteó - ¡Ah! Debes apresurarte en enviarlos, hay alguien un poco desesperado por encontrar los amuletos que faltan.
- ¡Tú! ¡Trajiste a ese anarquista problemático hasta mi secta y ahora me das órdenes de qué hacer con él! ¿Es que acaso no conoces la vergüenza?
- Ey, gritar en la Profundidad de las Nubes está prohibido – le susurró antes de marcharse a saltos. Lan Qiren solo pudo verlo marcharse mientras él respiraba profundamente con el rostro púrpura, evitando una desviación de qi.
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Lan WangJi le dio privacidad a Lan XiChen mientras tenía su última conversación con su madre. Esperó pacientemente, aunque sabía que este no lo necesitaba, podría hablar con ella utilizando su xiao pero él quiso estar allí para cuando saliera de la habitación. Cuando esto ocurrió, Lan WangJi observó dos cosas: primero que Lan XiChen estaba triste, y segundo, que también parecía aliviado.
- Hermano – se acercó a él frunciendo el ceño. El mayor le dio una sonrisa cansada.
- Nunca pensé que podría tener esta conversación, fue una sacudida sorpresiva – murmuró – Pero ya pasó.
- Mn.
- WangJi, ¿crees que pueda conocer a quien ha cuidado de su alma todo este tiempo? – sus ojos denotaban su interés, pero el menor dudó.
- Él está en la Profundidad de las Nubes en este momento.
- ¿Está aquí? ¿Dónde? – Lan WangJi negó con la cabeza - ¿Lo dejaste entrar y luego desapareció?
- Yo no lo dejé entrar – Lan XiChen pestañeó sorprendido por el descubrimiento. Sonrió pensativo.
- Parece ser que estas personas relacionadas con BaoShan SanRen son todo un misterio...
Ambos se voltearon al escuchar al impostor de Lan Qiren caminando por el pasillo, era extraño que su tío deambulara cerca de la habitación privada de Lan XiChen. Ambos hermanos inclinaron su rostro hacía la izquierda cuando notaron que el mayor Lan estaba caminando demasiado despreocupado, incluso dio un par de saltos por el lugar y cuando los divisó, sin que ambos pudieran explicarse si fue su sorpresa o solo desatención del entorno, se tropezó y cayó sin reaccionar a frenar su caída con las manos. Solo se golpeó la nariz con el suelo.
Los hermanos se congelaron viendo a su tío en el suelo como si no fuesen capaces de creer lo que acababa de ocurrir. Se miraron entre ellos antes de correr hacía él. Lan Qiren era mayor pero era fuerte, dominaba la espada mejor que cualquier otro discípulo solo era superado por los "Jades", que cometiera tal torpeza rozaba lo ridículo.
- ¡Tío! – llamó preocupado Lan XiChen mientras lo ponía de pie con solo una mano. Notó que el peso de tu tío era demasiado ligero - ¿Tío?
- Ay – se quejó mientras se limpiaba las rodillas. Lan XiChen volvió a mirar a Lan WangJi, parecía que ambos lo creían poseído.
- Tío... - volvió a intentar el hermano mayor mientras lo ayudaba a limpiar sus ropas ahora polvorientas - ¿Se siente bien? ¿Necesita que lo lleve a su habitación? Olvide la reunión...
- ¡Tonterías! – gritó de pronto haciendo a los hermanos levantar sus cejas por la impresión.
- Tío... usted no suele elevar su tono. ¿Se encuentra...?
- ¿Qué acaso no tienen nada más que hacer? ¿Desde cuándo necesito que me cuiden? - preguntó imitando el tono del verdadero Lan Qiren.
- Tío – intentó Lan WangJi – Solo estamos preocupados.
- Por casualidad... ¿No ha bebido alcohol? – intentó adivinar el mayor. Mo XuanYu estaba sorprendido por la pregunta. ¿Es que podría Lan Qiren romper una regla de tal manera? No lo creía, por lo que se indignó y abrió la boca de manera horrorizada y sumamente exagerada.
- ¿Yo? ¿Estás hablando de mí de esa forma? Us-ustedes...- balbuceó apuntándolos – Deberían ser castigados, sí, deberían ser severamente castigados – les dijo asintiendo.
- Tío ya no somos unos niños – le recordó divertido Lan XiChen – Es solo que no se está comportando como usted, nos preocupamos.
- ¿Esa es una buena manera de preocuparse? – nuevamente elevó el tono - ¿Hablando blasfemias de mí? Cielos... mis propios sobrinos, estoy herido – puso una mano en su pecho y se agachó un poco. Notó como Lan WangJi se acercaba más a él, parecía querer sujetarlo en caso de que este cayera.
- ¿Se lastimo?
- Ustedes me han lastimado con sus habladurías. Necesito estar solo, iré a mi habitación– ignorando la mirada de ambos, se volteó y comenzó a caminar aún sosteniéndose el pecho.
- Tío... - escucho llamarlo la voz de Lan WangJi, se volteó con una mirada severa.
- ¿Ahora qué?
- Su habitación no queda en esa dirección.
- ¿Es que acaso no puedo ir a dar un paseo antes? ¿Me van a criticar por eso también? – los hermanos se quedaron mudos mirando como su tío desaparecía de sus vistas a paso de trote.
Mo XuanYu llegó a la zona despoblada de la secta, miró a su alrededor teniendo cuidado de no ser visto por nadie y solo estando seguro de la total soledad del sendero comenzó a correr con toda la fuerza que tenía en sus piernas.
Una vez divisó una cabaña mediana con luces encendidas dentro se metió por la ventana como si su vida dependiera de ello. Arrojándose al suelo, puso una mano en su pecho mientras respiraba aceleradamente. Ya estaba en zona segura. Junto a él, estaba Wei WuXian, sentado en el suelo visualizando con atención la vela que estaba encendida. No parecía haber notado la llegada del impostor de Lan Qiren, sostenía sus piernas y parecía llevar bastante tiempo sentado de la misma manera.
- Hermano Xian – lo llamó desde el suelo donde estaba aún recostado - ¿Por qué me abandonaste? No sabes lo difícil que fue escapar, me encontré con ambos Jades y... - se sentó al notar que Wei WuXian no le prestaba atención - ¿Sucede algo? Te ves triste... - él quinceañero suspiró, claramente lo había escuchado - ¿No quieres hablar de ello? Bien, solo me sentaré junto a ti entonces, pero... ¿Puedes quitarme esta apariencia? Si HanGuang-Jun aparece, estaré en problemas – en completo silencio y sin siquiera mirarlo, Wei WuXian estiró su mano y dibujó un sello en su pecho. Lentamente el cuerpo de Lan Qiren volvió a ser Mo XuanYu, cuando este lo notó se buscó la barba – Vaya, realmente uno se puede llegar a acostumbrar al felpudo en la barbilla – el comentario hizo que el quinceañero soltara una pequeña carcajada, triste aún, pero era una carcajada real. Mo XuanYu se acomodó junto a él y solo se quedó en silencio. A ratos lo miraba, y cuando sentía que había sido demasiado desviaba su atención a la vela.
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Cuando Lan WangJi llegó hasta la habitación, Wei WuXian estaba sentado en el suelo con Mo XuanYu dormido junto a él. Todos los muebles a su alrededor estaban volteados menos la mesa de centro con la vela encendida.
- ¿Qué ocurrió?
- Solo estuve enseñándole a XuanYu a usar algunos talismanes – las palabras salieron a empujones de sus labios.
- No a los muebles, a ti – con solo aquella frase el desánimo de Wei WuXian se inquietó, como si pudiese ponerse de pie, tomar las penas y llevárselas a otro lugar.
- ¿Con solo mirarme sabes que algo ocurre? – le preguntó sin elevar su tono considerando que Mo XuanYu dormía junto a él, Lan WangJi comenzó a acomodar muebles con una sola de sus manos.
- No es como si estuvieses sonriendo... - Wei WuXian se puso de pie y caminó hasta él, parándose frente a frente lo miró con intensidad.
- Lan Zhan, ¿por qué te has mantenido a mi lado? ¿Por qué cuando la gente con la que crecí y compartí más me da la espalda, tú permaneces junto a mí? ¿Hice algo bueno por ti en mi otra vida o... hice algo malo? – Lan WangJi sostuvo su mirada, el fervor en ella hizo que el quinceañero terminara por desviar la suya. El mayor tomó su mano y la llevó hasta su corazón que latía fuerte y constante en una rapidez y efusividad que no era demostrada en su rostro.
Como si el acto mismo fuera la respuesta más acertada, Wei WuXian asintió con el ceño fruncido.
- ¿Por qué siento como si mereciera tu odio? – los ojos dorados del mayor se agrandaron levemente – Es como si... debiese esperar a que me apartaras. Mi sentido dice "te dirá que te pierdas en cualquier momento" y me prepara para eso, como si debiese esperarlo, como si fuera normal. Una costumbre.
- Piérdete – le susurró. El tono que usó lo hizo parecer una caricia, una palabra de afecto o una de aquellas que traen consigo una montaña de recuerdos.
Wei WuXian lo miró sin entender porque lo que temía escuchar de pronto sonaba tan dulce en la boca de Lan WangJi, y como si fuese poco estaba acompañado por una muy sutil sonrisa. Pestañeó varias veces pare recomponerse, entonces le dio una palmada en el brazo antes de llevarse las manos al rostro para sostenerse las mejillas.
- ¿Qué se supone que es esto? – balbuceó para sí mismo – No me lo había imaginado así. Es bonito, dímelo otra vez.
- Piérdete – volvió a decir y esta vez Wei WuXian se mordió el labio provocativamente, haciendo que el mayor desviara su mirada y la concentrara en otra cosa o mejor dicho, otra persona – Joven Mo, debería ir a cenar – el quinceañero se volteó para encontrarse con la mirada afligida del otro, parecía avergonzado cuando asintió y salió disparado de la habitación.
- XuanYu es... tímido – le dijo a Lan WangJi para explicar el escape sin elegancia de su amigo.
Mientras Mo XuanYu corría en medio de la oscuridad del bosque se sentía incómodo, sus mejillas estaban rojas y sus pulmones requerían un descanso. Detuvo el paso para dejarse caer apoyado en un árbol y se quedó allí en la oscuridad un rato considerable.
Mo XuanYu nunca había visto a otros hombres actuar de aquella manera afectuosa entre ellos, no había visto besos ni abrazos, pero la mirada en los ojos de Lan WangJi era suficiente para que él se convenciera de que el afecto entre él y Wei WuXian no era el de una amistad ni una hermandad. Se llevó las manos al cabello y se despeinó con desesperación. ¿Cuántas veces había querido ver esa mirada en otros hombres pero dedicadas a él? ¡Siempre creyó que eso no existía! Que él era raro por desear a hombres y precisamente por sentirse atraído a las cosas que solían hacer las mujeres, pero entonces se encontró con ese escenario en donde dos hombres tenían la libertad de quererse y quiso lo mismo. Y lo peor no era que no lo tenía, sino que no podría tenerlo de quien quería.
En la oscuridad alguien tomó su mano. Sobresaltado dio un pequeño grito.
- Soy yo.
- Ah, ZiYuan, me asustaste... ¿Qué pasa? – el joven con túnicas blancas lo miraba preocupado bajo la tenue luz de la luna – Estoy bien, ¿viniste a buscarme por alguna razón?
- Cenar–Mo XuanYu le sonrió.
- Vamos a cenar. ¿Debería decirte "Chang"? – preguntó mientras caminaban juntos
- No.
- Está bien, está bien – rió.
Al llegar al casino todos los estudiantes de la secta estaban sentados en un semi círculo, los líderes de secta Lan y Jiang estaban de pie atrás de manera distanciada. Mo XuanYu miró como su primo se separaba de él e iba con el otro grupo de jóvenes. Él se acercó a Lan XiChen.
- Zewu-Jun, ¿qué ocurre?
- Joven Mo, como estuvo enfermo no debió enterarse pero sus compañeros pagarán su castigo por romper las reglas justo en este instante.
- Oh... – Lan SiZhui, Lan JingYi, Lan ZiYuan, OuYang ZiZhen y Jin Ling entraron en el casino llevando solo sus túnicas interiores, manteniendo una formación pusieron sus manos en frente mientras movían sus caderas al tiempo en que comenzaban a cantar una muy extraña canción.
- Don diablo se ha escapado, tú no sabes la que ha armado, ten cuidado yo lo digo por sí... – el casino entró en un profundo silencio mientras todos miraban atónitos el movimiento de cadera de los jóvenes que cantaban con rostros que pedían una muerte rápida – Anda por rincones y se esconden en los cajones de la presa que decida conseguir – mientras sacudían sus hombros, Jiang Cheng sintió una fuerte necesidad de taparse los ojos, entonces fue en dirección a Lan XiChen – Seguir, si sigue así yo se lo voy a decir...
- ¿Les ordenaste que bailaran desnudos? – preguntó horrorizado.
- No, yo jamás les dije que se desnudaran líder de secta Jiang – se defendió Lan XiChen. Su rostro estaba un poco ruborizado al ver a los jóvenes mover las caderas de modo que sus túnicas interiores se levantaran, la piel intima se asomaba. Se sintió avergonzado y totalmente arrepentido de haberles pedido que se ridiculizaran de esa manera pero ¿por qué no llevaban ropa? – No lo entiendo... ¿Con qué propósito hacen esto?
- Creo que luego de esto – refunfuñó Jiang Cheng – Jin Ling habrá pagado todas las deudas y pecados de sus vidas pasadas.
- ¡Me agarra, muy suavemente! – continuaban cantando los jóvenes que se abrazaban por los hombros y movían los pies de forma coordinada. Jiang Cheng carcajeó fuerte.
- ¿Cómo lograron que Jin Ling aprendiera esos pasos? – tapó su boca para evitar dejar salir risas demasiado exageradas pero se sostuvo el estómago con un brazo. Lan XiChen lo miró sorprendido por el cambio de actitud y se centró en los jóvenes, notó que estos si bien aún estaban avergonzados y nerviosos también parecían divertidos con la situación, no ofendidos ni humillados. Eso lo hizo sonreír.
- Tienen madurez. - aprecio.
- Madurez mis pelotas, ¡mira ese coxis del chico de la izquierda! ¿Cómo puede sacudirse así? ¿Eso es humano? – se burló de Lan JingYi.
- No te rías de mi discípulo, no si el joven Jin Ling no puede coordinar sus pies con sus manos– su pobre defensa solo hizo reír aún más a Jiang Cheng, quien escapó en cuanto la canción finalizó sabiendo que sus carcajadas está vez sí podrían ser oídas con facilidad.
Los jóvenes respiraban agitados mientras miraban el suelo y eran aplaudidos por compañeros de clases, y otros de clases mayores y menores, algunos reían mientras que otros parecían sentir vergüenza ajena. Lan SiZhui se atrevió a levantar la mirada para observar a Lan XiChen asentir en su dirección, entonces les dijo a los demás que su castigo había terminado y todos corrieron lo más rápido que pudieron de ahí.
Lan XiChen suspiró y agradeció que la reunión de su tío y los otros líderes de secta aún estuviera en curso, de lo contrario no solo Lan Qiren se hubiera horrorizado, sino que el líder de secta OuYang hubiese preferido morir antes que ver a su hijo desnudo y bailando de esa manera una extraña canción frente a toda una secta de renombre.
Caminó por el pasillo de fuera solo para encontrarse a Jiang Cheng intentando borrar su sonrisa de su rostro, pero fallaba por volver a reír. La visual lo sobrecogió.
- Te ves tan distinto cuando sonríes, deberías hacerlo más a menudo- le dijo mientras lo miraba. De inmediato el líder de secta Jiang lo miró con disgusto.
- Eres demasiado bueno para dar consejos incluso si no te los piden– cuando dijo esto esperaba una disculpa con buenos modales por parte de Lan XiChen, sin embargo el mayor frunció el ceño y se volteó para marcharse - ¿Eh? ¿Puede un Lan ser maleducado? ¿El líder precisamente? – el mayor nuevamente suspiró, pero no volteó a mirarlo.
- Me temo que mis palabras nunca son bien recibidas por el líder de secta Jiang, por lo que tal vez debería considerar callarlas y hacerle un favor a su comodidad – Jiang Cheng asintió.
- Me gusta tu idea, sin embargo si te quedas callado puedes hacerme compañía sin incomodarme– Lan XiChen se volteó a mirarlo. La incredulidad dibujada en su rostro hizo que Jiang Cheng sintiera su competitividad felicitarlo.
- Entonces excúseme, porque pensando en mí comodidad es que prefiero no acompañarlo – dicho esto el líder de secta Lan comenzó a caminar lejos de él.
Jiang Cheng desencajó la mandíbula por la sorpresa, él no iba a perder contra Lan XiChen, no se quedarían corto de palabras violentas ¡porque ese es precisamente su terreno fuerte!
- ¡Ey! ¡No escapes, no hemos terminado de hablar! – lo alcanzó a paso de trote.
- ¿Hablar? Pero sí dijiste que me quedara callado– le lanzo sin mirarle aún caminando a paso rápido, haciendo que Jiang Cheng trotara detrás de sí.
- ¡Y aún espero que lo hagas! ¿Por qué sigues hablando?
- ¿Tal vez por qué me estás siguiendo? Si no quieres escucharme no me sigas.
- ¡Te sigo porque continúas hablando!
- Entonces no me hables sino quieres que te conteste – Lan XiChen comenzaba a perder cada vez más la calma en su voz. A Jiang Cheng no le pasaba inadvertido como a ratos perdía la compostura y las formalidades, le divertía.
- ¡Si me contestas tengo que escucharte! - el líder de secta Lan balbuceó algo en voz abaja. Jiang Cheng tomó su brazo para detener su paso - ¿Qué dijiste?
- ¿Qué?
- ¿Qué fue lo que dijiste hace un momento?
- No sé de qué estás hablando – respiró profundamente como si eso lo hiciese recuperar un mínimo de compostura – Jiang WanYin suéltame, no es necesario que te aferres a mí con tanta fuerza – el líder de secta sintió un golpe en su orgullo.
- ¡Tú! ¿Dijiste aferrarme? ¿Yo a ti? Pero si fuiste tú quien... - como si fuese incapaz de referirse al abrazo sin avergonzarse así mismo en el proceso, frunció el ceño dejando la frase inconclusa. Lan XiChen levantó una ceja en espera – Juegas sucio, no pensé eso del líder de secta Lan.
- ¿Qué?
- Tan bien portados que se ven– bufó – Y andan haciendo esas cosas sin previo aviso ni buenos motivos, ¿siquiera me preguntaste si yo quería recibir ese...?
- ¿Ese? ¿Ese qué?
- ¿Además fingirás no saberlo? – Lan XiChen hizo una mueca confusa. Como Jiang Cheng parecía decidido a no decir más, su paciencia comenzó a perderse nuevamente.
- Lider de secta Jiang, esta vez se lo pido por mi comodidad; suélteme y no hable sin sentidos conmigo por favor – Jiang Cheng se aferró con más fuerza al brazo del mayor pero aún así este logró jalar con tal fuerza que se zafó de su agarre. Nuevamente comenzó a caminar a toda velocidad en dirección a su habitación.
- Sin sentidos... - susurró para sí mismo – ¿Sin sentidos? ¡Sin sentidos! – olvidando las reglas corrió hasta alcanzar al mayor - ¡Sin sentidos mis pelotas! ¿Quién te crees que eres? ¿Crees que puedes decir la última palabra y callarme? ¿Fue por eso que lo hiciste? ¿Para tener algo con lo que avergonzarme? - esta vez el líder de secta Jiang había bloqueado el camino del líder Lan, cada vez que este intentaba cruzar por sus costados era bloqueado – ¡Lan XiChen es tan respetado en el mundo de la cultivación, pero es solo una imagen que tiene que mantener para consentir a su tío! En la realidad no es más que un frustrado que a escondidas mngg... – Jiang Cheng fue callado con un beso.
En medio de toda la discusión, Lan XiChen perdió el control y sin detenerse a pensar en sí lo que realmente quería era que el líder de secta Jiang se callara o besarlo, se inclinó por un instinto que usualmente no ganaba la batalla. Pero ahí estaba, sujetando el rostro del menor entre sus manos y besando con fuerza sus labios. El beso se rompió solo cuando Lan XiChen se alejó, Jiang Cheng había golpeado su pecho pero la fuerza en el brazo del mayor no vaciló en su agarre. Cuando se separaron se miraron a los ojos unos instantes.
- ¡Tú...! – le gritó sin siquiera saber cómo comenzar a hablar. Lan XiChen también estaba perplejo, se sentía sofocado.
- Yo... lo siento, no... pensé...
- Claramente – logró balbucear Jiang Cheng que aún congelado movió su mano para acariciarse los adoloridos labios.
- Lo siento... hoy ha sido un día de emociones. Yo...
- Emociones – repitió el menor.
- Sí...
- Emociones – dijo nuevamente. La mano que acariciaba su labio bajo hasta su corazón que parecía querer salirse del pecho. Jiang Cheng acusó a la adrenalina de la pelea por ello– Yo... creo que iré a...buscar a Jin Ling. Él debe estar... avergonzado – Lan XiChen asintió y así fue como el líder de secta Jiang se alejó a paso rápido con la mano aún sosteniendo su corazón. Pero de pronto se detuvo y volteó a cierta distancia– Que quede claro que yo tuve la última palabra.
El líder de secta Lan pestañeó sin saber qué responder, solo luego de que vio la espalda de Jiang Cheng alejarse soltó un gemido.
- ¿Qué hice? – murmuró para sí mismo.
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Aunque Wei WuXian no pensaba contarle a Lan WangJi sobre su encuentro con Jiang Cheng, no podía evitar sentirse triste, por lo que de buenas ganas se había abrazado a él a la hora de dormir. Sin embargo la noche se había vuelto cálida dentro de la habitación y al sentir una inquietud en los músculos se desesperó por escapar del calor proveniente del cuerpo de Lan WangJi. Salió de la habitación y a un trote silencioso buscó aire fresco.
La noche estaba estrellada de tal manera que parecía consolar la oscuridad. Wei WuXian se preguntó así mismo si en la montaña había visto alguna vez estrellas tan brillantes.
- No te ves enfermo – escuchó una voz infantil decir desde uno de los árboles.
- ¿Shaymin? ¿Qué haces aquí? – corrió hasta él con una sonrisa y el niño se rió por su emoción – Alguien me extrañaba... ¿verdad?
- Lan WangJi me pidió que viniera a verte porque estabas enfermo por la mañana – Wei WuXian hizo un puchero – Pero sí, te extrañaba, así que te he espiado en algunas ocasiones– levantó una ceja.
- Define "algunas ocasiones".
- Algunas noches, supongo.
- ¿Algunas? – Wei WuXian se subió al árbol y se sentó en la misma rama que él.
- Bueno, sé que aún no te han besado – el adolescente soltó un fuerte gemido.
- ¡No! ¡Y ni me lo recuerdes! No sabes lo frustrado que es dormir con él y no ser siquiera besado. ¿Es que él no sabe besar acaso? No es que yo sepa hacerlo, ¿pero no le dan ganas? – Shaymin se rió.
- Solo está siendo correcto – lo consoló el niño - Como siempre.
- Sí te refieres con "correcto" a frustrarme sexualmente, pues sí – Shaymin puso los ojos en blanco y le dio una palmada en la pierna.
- ¡Soy un niño! ¡No puedes solo decir eso en frente de mí! Además, ¿qué quieres? Él es mucho mayor, debe sentir que te está ultrajando.
- ¡Pues yo quiero que lo haga! – Shaymin hizo una mueca de horror.
- De verdad tú no conoces la vergüenza. Ya vete, entra a la cabaña.
- ¿Ah?
- ¡Que te vayas! No quiero escucharte hablar de cosas desvergonzadas, ya tuve bastante viendo un beso hace unos momentos– sacudió la cabeza como si le hubiese asaltado un recuerdo desagradable. Wei WuXian no le prestó demasiada atención, ahora su mente solo podía pensar en que quería ser besado – Chu, chu, vete.
- Me voy - le dijo al bajarse del árbol – Pero tú vuelve a venir. Me siento solo a ratos...
- Lo sé – le respondió el niño con ojos honestos – Pero nos volveremos a ver pronto.
- Mm. Buenas noches niño ninja.
- Descansa, suicida descarado– Wei WuXian levantó la mano como despedida antes de volver a entrar en la cabaña. Ahora tenía otro tipo de calor en el cuerpo, pero quería volver a la cama con Lan WangJi.
Al entrar en la habitación notó que el mayor no solo no se había despertado sino que estaba tan sumido en un sueño profundo que tampoco lo sintió recostarse y abrazarlo incluso cuando no se esforzó en ser cuidadoso o poco ruidoso. Entonces notó algo más. Los ojos de Lan WangJi estaban fuertemente cerrados y parecían moverse por debajo de sus parpados.
- ¿Una pesadilla? ¿Lan Zhan? – levantándose lo sacudió pero no despertó, y no fue hasta que el quinceañero le dio varios golpecitos en la mejilla que comenzó a abrir los ojos. Wei WuXian entendió que el calor que había sentido se debía a que él mismo Lan WangJi estaba sudando a causa de su pesadilla.
- ¿Wei Ying?
- Mm. Aquí – le dijo al verlo un tanto desorientado. Lan WangJi frunció el ceño y se movió hacia él, embistió con suavidad su cabeza contra el hueco en el cuello de Wei WuXian y lo empujó lentamente hasta que este quedo debajo del mayor – Uh, ¿Lan Zhan?
- Estás aquí– el tono de Lan WangJi parecía aliviado.
- Sí, estoy aquí, contigo – rió y enredó sus dedos en el cabello húmedo del mayor, consolándolo en una caricia.
- Mn. Aquí. Conmigo. – repitió.