martes, 28 de julio de 2020

Intrínseco - Capítulo 48: Sombras, Parte 1



Lan SiZhui tenía evidentemente mejor cultivo que OuYang ZiZhen, por lo que su vuelo fue lo suficientemente veloz como para sobrepasarlo mientras ambos seguían a Jin Ling por el cielo nocturno. Aun así, ninguno alcanzó al menor hasta el amanecer, si bien Yunmeng no estaba tan lejos los tres jóvenes sobrevolaron en círculos por toda la provincia de Hubei hasta que el cansancio los consumió dejando del todo a OuYang ZiZhen atrás, y haciendo que por fin después de tantas horas Lan SiZhui pudiera acercarse a Jin Ling lo suficiente como para jalar su túnica hasta hacerlo caer.

En medio de la caída el joven Lan recibió un empuje de parte del menor, quien parecía golpearlo sin demasiada fuerza pero con la clara idea de interponer espacio entre ellos, Lan SiZhui ignoró esto y lo jaló hacía él hasta abrazarlo con fuerza, mientras caían y las ramas de los árboles les astillaban y golpeaban, Jin Ling fue protegido por la completa silueta del mayor, quien también amortiguó la caída con su propio cuerpo.

Cuando un leve quejido salió de los labios apretados de Lan SiZhui, el menor notó que este había recibido el impacto con toda la fuerza que traía por la altura más su peso agregado. Al levantarse miró con preocupación al discípulo Lan y con una rápida mirada se percató de que no hubiese sangre o fracturas en sus extremidades.

- ¡SiZhui, ¿Cómo pudiste hacer eso?! – regañó, sin embargo no pudo continuar con su indignación cuando el mayor lo abrazó de improvisto y lo hizo girar en el suelo, posicionándose sobre él al momento en que las dos espadas caían y se clavaban con un sonido amortiguado en la tierra. Jin Ling notó que casi habían muerto por culpa de sus propias espadas y soltó un suspiro antes de notar el cuerpo del mayor sobre el suyo.

- ¿Estás bien? – preguntó el joven Lan mirando hacia abajo, inclusive entonces parecía no haberse percatado de la posición de sus cuerpos, aunque Jin Ling solo estaba concentrado en la manera en que sus piernas se habían acomodado tranquilamente para permitir que el mayor pusiera una entre las suyas. El rojo casi salvaje en sus mejillas fue lo que le dio un indicio a Lan SiZhui sobre lo que ocurría y pronto sus propias mejillas reflejaron las del menor.

- ¡Muévete! – gritó Jin Ling sin mirarlo, sin embargo Lan SiZhui no se movió. - ¿Qué esperas? – como una respuesta recibió un beso suave en la frente, inseguro miró al joven Lan quien le mantuvo la mirada antes de besarle con la misma suavidad y lentitud una mejilla, luego la otra. Jin Ling tragó saliva y aferró sus manos a su túnica para apretar sus puños. Por un momento considerablemente largo no pudo pensar en nada, ni en sus odios, ni en los planes que tenía un par de minutos atrás. Entonces cerró los ojos esperando que SiZhui lo besará en los labios, sin embargo el mayor solo besó suavemente su nariz y permaneció sobre él contemplando su rostro con los ojos cerrados. Al notar que el momento no llegaba, Jin Ling abrió los ojos. - ¿Q-qué?

- ¿Me odias?

- No – respondió sin pensar, de manera automática.

- ¿Aunque sea un Wen? – le recordó.

Jin Ling bajó la mirada para intentar concentrarse, tener a Lan SiZhui tan cerca definitivamente le afectaba la lógica, ¿Lo odiaba? Si era así no debía sentir su corazón latiendo desaforadamente por tenerlo tan cerca.

- No te odio – susurró. – pero te odiaré si no me besas – agregó en un tono que aludía amenaza, aunque en palabras que Lan SiZhui no pudo considerar de otra manera más que perfectas. Entonces lo besó, no como lo había besado antes con cuidado y concentración, esta vez lo besó con tanta insistencia y anhelo que ambos parecieron despertar cierta hambre que desconocían. En cuestión de segundos Jin Ling estaba abrazándolo con fuerza desde su posición, empujándose contra él y sosteniéndolo tan cerca como pudiera, Lan SiZhui también se frotó contra el menor y dejó caer su peso sobre él mientras los labios comenzaban a arderle, la fuerza desmedida de ambos solo sirvió para dejarle la comisura de la boca por completo enrojecida. Respiraron agitados cuando se separaron, respirando grandes bocanadas de aire en tanto la frente de Lan SiZhui se apoyaba en la cálida mejilla del menor.

Cuando el joven Lan suspiró profundamente, Jin Ling enredó sus dedos un poco temblorosos en sus cabellos e iba a decir algo en tanto divagaba pero una idea le cruzó los pensamientos y lo hizo aterrizar.

- ¿No estarás haciendo esto solo para salvar a Wei WuXian? – preguntó con tanta rapidez que las palabras se atropellaron las unas con las otras.

Lan SIZhui levantó la vista y frunció el entrecejo, sí estaba ofendido, al punto en que no sabía qué decir, entonces aprovechando la posición en la que estaban, chocó su frente con la de Jin Ling para darle un cabezazo.

- ¡Aaaah! – Jin Ling saltó de inmediato y de un empujón quitó al joven Lan de encima de sí - ¿Qué te pasa?

- ¿Por qué eres tan cabezota? - el menor abrió los ojos de la sorpresa, ¿Alguna vez había oído a Lan SiZhui hablar de esa manera? Estaba seguro de que no, de pronto pensó un poco en ello y comenzó a reír, su risa se extendió por lo largo del prado donde habían aterrizado, para sorpresa de ambos no solo estaba riendo sacudiendo los pies y las manos, sino que fue víctima de un gran ataque de risa.

Lan SiZhui se sintió perdido.

- ¡No puedo creer que el primer insulto que digas sea “cabezota”! ¿Cómo es posible que los Lan sean tan aburridos hasta para esto? – logró decir antes de volver a reír por un largo rato. – ¡¿Cómo fue que me enamoré de alguien así?! – con otra risa fuerte más finalizó la frase y entonces enmudeció. Miró a Lan SiZhui con ojos asustados y este lo miró de la misma manera.

Cómo si no hubiera sido consciente del peso de sus sentimientos hasta que los verbalizó, se sintió muy avergonzado y cuando estaba por comenzar a correr fue nuevamente detenido por el fuerte brazo del joven Lan, quien nuevamente lo empujó hasta su abrazo.

- También yo – susurró ahogando su tono con el hombro de Jin Ling en tanto lo sujetaba con fuerza – también yo.




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Mientras OuYang ZiZhen permanecía solo en un bote en las cercanías del Muelle del Loto, notó que dos figuras conocidas cruzaban el cielo y silbó hacia ellos.

Jin Ling y Lan SiZhui compartieron una mirada antes de ir hasta él.

- No vuelvas a silbarme, no soy un perro - le atacó Jin Ling en cuanto puso sus pies en el bote, entonces OuYang ZiZhen se arrojó sobre él y lo sostuvo con fuerza - ¿Qué haces? – antes de que pudiera hablar nuevamente le tapó la boca con la mano.

- ¡SiZhui rápido! ¡Dame algo con qué atarlo!

- ¡Mmmgnngnnnmg! – Jin Ling se sacudió mientras era sostenido y enmudecido hasta que logró acomodar sus labios lo suficiente como para darle una gran mordida al otro. - ¡Aaaaaaaaaaaah! – OuYang ZiZhen de inmediato quitó su mano y lo soltó.

- No será necesario – le dijo el joven Lan con cierto rostro apenado.

- ¡No le haré nada a Xian SanRen, estúpido! ¿Por qué crees que estaba con SiZhui en vez de con mi tío? – le gritó el más joven a OuYang ZiZhen quien se sostenía la mano y la soplaba.

- ¿Por qué no lo dijiste antes? – le respondió – ¡No era necesario morder mi manito!

- ¿Acaso me diste la oportunidad de hablar?

Lan SiZhui suspiró una vez más.

- Volvamos, tal vez ya se hayan ido de cacería sin nosotros. – sugirió el mayor.

- ¿Eso quiere decir que Jin Ling no atacará al hermano Xian? – preguntó el joven OuYang con sorpresa, el joven en cuestión bajó la mirada.

- No lo hará – aseguró el mayor. – Ha prometido esperar a escucharlo a él y a HanGuangJun.

- ¿Eh? ¿Y por qué ese cambio de opinión?

- Solo creí que podría darle el beneficio de la duda, ya que me salvó en la montaña. – ante la respuesta de Jin Ling, el joven OuYang lo miró con sospecha.

- ¿No te habrá convencido SiZhui con besos? – molestó, sin embargo al notar que los dos jóvenes no respondían y que por el contrario sus rostros parecían estar en medio de una metamorfosis para convertirse en tomates, OuYang ZiZhen soltó una carcajada y les rodeó los hombros con los brazos – Já, parece que están creciendo rápido. Vamos, tenemos que salvarle el trasero a JingYi o recibirá nuestro castigo por haber desaparecido en medio de la noche, tal vez tenga que bailar desnudo en medio de cadáveres feroces en los túmulos funerarios o algo así – divagó, mientras que la pareja se subía a sus espaldas y con total acuerdo lo dejaron atrás.




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Los túmulos funerarios eran como un laberinto o eso había comenzado a pensar mientras era incapaz de recordar el camino hacia la salida. Había seguido al niño de ojos grandes hasta este lugar y de pronto había desaparecido, sin indicarle qué quería o hacia donde iría, Wei WuXian ya estaba comenzando a pensar que el amuleto había escapado en un lugar donde no podría ser encontrado y es que justamente, la atmósfera resentida cubría cualquier presencia, incluso los amuletos que llevaba consigo temblaban cada tanto como si un imán los atrajera hasta el suelo.

Había visto algunas cuestiones extrañas dentro del lugar, la más escalofriante fueron las manos de cadáveres que aparecieron desde la tierra, como una flor brotando ante un llamado, pensó que jalaría sus pies y sería tragado por la tierra hacia algún tipo de núcleo montañoso, sin embargo estas manos solo parecieron crear un estrecho camino por el que dudosamente se vio obligado a avanzar. Y paso a paso su sentido de orientación se nubló del todo, no podía volver solo le quedaba avanzar.

Algunos cadáveres feroces caminaban por el lugar, sin embargo lo miraban con cierto reconocimiento y luego continuaban su camino, ni una sola vez fue atacado a pesar de que sí desenvainó su espada para defenderse. Se sentía perdido mientras recorría lo que parecía haber sido un lugar habitado décadas atrás.

Las ruinas de una casa quemada se mimetizaban con el lugar, los troncos tenían fuego hasta gran parte de su altura y el resentimiento parecía condensarse alrededor de ciertos puntos específicos. Wei WuXian pudo comprender que era donde habían ocurrido los últimos asesinatos, dejando cuerpos enterrados sin mucha profundidad cuyas almas permanecían encerradas frente a tanta energía yin.

“Definitivamente es un lugar horrible para vivir.” Se dijo así mismo en lo que observaba con sospecha una cueva un tanto alejada de las ruinas quemadas. Desde afuera el lugar era oscuro sin embargo los amuletos reaccionaron con tal fuerza que lo arrastraron adentro.

- Mierda, si esto es una trama… ¿Quedará mi alma atrapada aquí para siempre? – susurró mientras se sujetaba a las paredes. – No, no, Lan Zhan liberará mi alma – se dijo con una seguridad que no lo tranquilizaba en absoluto.

- ¿Qué haces? – preguntó una voz femenina conocida detrás de él.

- ¿Está jugando? – preguntó otra.

Cuando Wei WuXian se giró vio a solo un centímetro de sí, los rostros fantasmales de las hermanas Dai, se tragó miedo que le había subido hasta la garganta por la sorpresa, notó cómo el niño de ojos grandes se encaramaba a la espalda de Dai Na. Todas las presencias reunidas en los amuletos se habían presentado dentro de la cueva, aunque no fueran tangibles y definitivamente no estaban en posición de ataque o defensiva, estaban presentes de modo que Tie el hombre mortadela, se mantenía atrás junto al capullo que se encontraba girado en dirección a un estanque de sangre.

- ¿Cómo es que salieron? – preguntó confundido. Dai Yian le respondió.

- Este es nuestro hogar, el resentimiento nos fortalece – explicó sin problemas.

- Entonces no fue tan buena idea venir aquí… - miró con desconfianza el capullo.

- No te preocupes – respondió esta vez Dai Na – no te atacará, está demasiado ocupado sintiendo la sintonía de este lugar.

“No fue tan buena idea venir aquí si los amuletos se fortalecieron.”

- ¡Tú pequeño traidor! – al apuntar al niño que descansaba en la espalda de la mujer fantasma, inmediatamente su cuerpo fue jalado hacia más adentro de la cueva, los imanes en que se habían convertido los talismanes lo dejaron tirado en el suelo en medio de la cueva.

- ¿Aún no recuerdas, verdad? – preguntó una de las hermanas.

- ¿No sabes por qué estás aquí? – preguntó la otra.

- Estoy aquí – dijo mientras se ponía de pie y se limpiaba el polvo de las túnicas – porque ese mocoso me trajo.

- No – respondieron al unísono.

- Es el amuleto restante el que te ha traído hasta este lugar. – Dai Na le indicó con un dedo hasta el tejado de la cueva, Wei WuXian lo miró y aunque a simple visto no había notado nada extraño, sus sentidos agudos le indicaron que una matriz se escondía entre bajo la densa energía resentida que parecía nublar la zona más alta.

- ¿Por qué me atrajo? – preguntó confundido, pero ninguna de las hermanas le contestó. – Bien, he venido por los amuletos de todas formas. – desenfundó a Suibian para que esta se moviera en círculos hasta alejar la energía resentida. Si bien fue más fácil corroborar que estaba en lo correcto en cuanto a la matriz, aún no lograba visualizarla con la suficiente claridad como para entender de qué se trataba, sin embargo notó un símbolo en específico que le recordó a los patrones repetitivos que dibujaba desde niño mientras entonaba una canción. Pensó un poco más en ello pensando que podía significar algo. – Cada vez que dibujaba los símbolos de cada secta entonaba una canción sin darme cuenta… - le explicó a las hermanas Dai que lo miraban con curiosidad – están los símbolos dibujados a simple vista en la matriz así que… tal vez yo podría intentar… - no terminó su idea en lo que apuntó con energía yang la matriz. El choque de energías hizo de inmediato que la tumba temblara por completo – esto suena a una mala idea – susurró pero se negó a dar un paso atrás y comenzó a recitar la canción extraña que en su infancia siempre asomaba entre sus recuerdos.

- Tu puedes – apoyaron ambas hermanas.

- El sol que me alimenta me guía hasta tu camino, si doy cinco pasos a mi izquierda puedo apreciar las nubes y tocar las aguas de las montañas – mientras hablaba dio los pasos dichos y notó que había otra pequeña matriz justo a su lado, sin pensarlo la conectó con un hilo de energía espiritual hacia la matriz - ¿Por qué molestarme en cantar o seguir tarareando, cuando los árboles murmuran su canción al viento? Ocho pasos a mi derecha y puedo derrotar tu orgullo – esta vez caminó en dirección opuesta, notó otra matriz pequeña y volvió a conectarla con las demás – No hacen falta cuerdas ni instrumentos de viento mientras mi corazón sigue latiendo, un par de lotos para derretir corazones y embellecer el alma podrían ser suficientes mientras silbo y los acomodo junto a tu cara – silbó la tonalidad que recordaba y la matriz se iluminó – esta vez son doce pasos al oeste – llegando al final del camino notó otra matriz cuyo dibujo era notablemente una orquídea, su esperanza creció y continuó recitando la canción mientras conectaba los puntos – te escapas y las orquídeas son suficiente adorno para captar mi atención, mis pies están cansados de tanto vagar ¡Pero aun así te sigo veinte pasos atrás! – devolviendo su camino notó como la matriz y los hilos de energía espiritual cobraban la forma una estrella de varios con picos cruzados. Encontrando otra conexión en el lugar indicado lo volvió a conectar – quisiera deshacerme de mi sombrero de oficial, caminar hasta el inicio de nuestro viaje y olvidar y olvidar– dijo caminando y manteniendo el hilo espiritual sujeto a sus dedos – pero el sol me trae de vuelta lo que siempre debo recordar, ¡Mi sangre es el tesoro que nadie tendrá! – al cantar la última frase estaba seguro de que funcionaría, sin embargo nada ocurrió. - ¡¿Por qué?! – susurró sintiéndose perdido, aunque también tenía otra incógnita y miró a las hermanas Dai - ¿Por qué es esta canción? ¿Por qué sé esta canción? – preguntó aun sosteniendo los hilos.

- Es una canción que aludía a todas las sectas, se transmitía por generaciones y solo la sabía una rama de la familia Wen – contestó Dai Na mientras dejaba al niño de ojos grandes en el suelo – la gente que vivía aquí la cantaba todo el tiempo y como probablemente moriría aquí con ellos si es que eran atacados, creíste que sería una buena opción para sellar el amuleto más fuerte.

- Y te gustaba el final dramático – agregó la hermana mientras se encogía de hombros.

- ¿Yo? ¿Era amigo del Patriarca Yiling en mi antigua vida, verdad? – preguntó, pero las presencias fantasmales solo lo miraron en silencio, notando que no tendría esa respuesta continuó con otra - ¿Entonces por qué no funcionó?

- Falta un paso – indicó Dai Yian – tienes que activar la matriz debajo de tus pies.

- ¿Qué? – miró sus pies notando el evidente dibujo que a diferencia de todas las otras matrices, era el único que no estaba oculto. - ¿Y cómo? – antes de que alguien pudiese decirle algo con respecto a ello, le hizo sentido lo que dijo Dai Yian sobre el final de la canción “mi sangre es el tesoro que nadie tendrá”, le ordenó a suibian cortar su mano y derramó la sangre sobre la matriz, entonces la cueva completa se iluminó de un fuerte y cegador rojo pero como si todo se hubiera apagado de un segundo a otro, Wei WuXian solo se vio envuelto por oscuridad.

“¿Qué pasó?” se preguntó conteniendo el aliento, entonces una suave voz lo llamó a sus espaldas.

- ¡A-Xian! – la voz era tan característica a sus oídos que ni siquiera terminó de girarse antes de gritar con absoluto reconocimiento.

- ¡Shijie!




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Nota:

La canción que dice Wei WuXian, es mitad un poema antiguo chino de Sun Cho de nombre “Convocando al recluso” y mitad invento mío.

jueves, 23 de julio de 2020

Intrínseco - Capítulo 47: Hazaña, Parte 7



Jiang Cheng dio un par de vueltas rápidas para observar todo a su alrededor, tenía demasiado calor y no lograba encontrar ninguna figura conocida entre el humo del lugar. Uno de sus discípulos negó con su cabeza a la distancia mientras el fuego consumía la aldea que la secta YunmengJiang había atacado.

Aquí tampoco había rastros de Wei WuXian.

¿Dónde se había metido? Ya habían pasado siete semanas desde que bajó de la montaña con su nuevo núcleo y Wei WuXian no lo había estado esperando en el lugar de encuentro.

¿Dónde estaba? ¿Estaba bien? ¡Tenía que estar bien! "Es Wei WuXian después de todo" se repitió mientras pateaba cadáveres a su paso.

Ya aparecería, él solo rogaba que lo encontraran bien.




- Jiang Cheng... Jiang Cheng despierta. – lo sacudió un brazo fuerte. Cuando abrió los ojos, lo recibió la oscuridad de una habitación con una extraña esencia, aún podía ver las llamas de la aldea frente a sus ojos. Frunció el ceño cuando el dolor de cabeza casi le partía el cráneo, por un segundo creyó que había sido castigado por su madre por lo mucho que le dolía el resto del cuerpo, especialmente las caderas, la zona baja de la espalda y...

- Oh.

- ¿Jiang Cheng? – susurró Lan XiChen confundido. Estaba sentado en la cama en medio de la oscuridad, con sus túnicas características rodeándole elegantemente el cuerpo que horas atrás Jiang Cheng había tocado sin escrúpulos. Cuando el menor se sentó con dificultad en la cama e intentó alejar su pesadilla notó que no solo estaba empapado en sudor sino que lágrimas calientes le habían bañado las pestañas y gran parte de las mejillas. Las tocó con un dedo y luego se lo miró como si este lo hubiera insultado - ¿Estás bien?

- Aún está oscuro, ¿Por qué te levantaste? – mientras hablaba un suave aroma a canela le invadió el olfato – y te diste un baño.

- Solo es un poco más tarde de las cinco. – Lan XiChen encendió una vela y Jiang Cheng entrecerró los ojos sintiendo que le clavaban algo en la cabeza. Realmente se sentía fatal. – Lo siento, pero quiero verte. – se disculpó mientras le limpiaba las lágrimas con sus dedos. – ¿Quieres hablar sobre tu sueño? – El menor negó con la cabeza, cuando removió sus piernas sintió que estaba tan pegajoso que podría pegarse a la pared.

- Quiero darme un baño también.

- Es temprano, deberías descansar.

- No, no... hoy cada uno debe volver a su secta así que será mejor que aprovechemos el tiempo. – ante esas palabras algo pareció iluminar los ojos de Lan XiChen.

- Te prepararé un baño. – avisó antes de ponerse de pie y salir de la habitación.




No era mucho trabajo preparar un baño en Torre Koi, por la noche los sirvientes guardaban el agua hervida en grandes barriles donde se mantenía su temperatura, por supuesto que ya no quemaba luego de una noche fría pero al menos se mantenía caliente. Esto se implantó luego de que el mismo Lan XiChen comenzara a pasar semanas completas en la secta, los sirvientes no se levantaban hasta las siete por lo que dejaban algunas comodidades para las horas en que no habría servicio doméstico que atendiera al líder Lan.

Ya había llenado la bañera cuando se percató de que no habían toallas. Dejó a un testarudo Jiang Cheng solo en la habitación, el líder Jiang se había negado a levantarse desnudo de la cama si el líder Lan continuaba allí, por lo que salió a buscar las toallas mientras él otro cruzaba la habitación hasta meterse en el agua caliente. Para darle más tiempo caminó hasta la cocina para buscar el desayuno, una vez que pasó por fuera del salón de banquetes notó que la puerta aún estaba abierta.

Los banquetes de la secta LanlingJin eran conocidos por su derroche, pero no solían durar hasta el amanecer. Pensando en que habían olvidado cerrar sus puertas se acercó para cerrarlas él mismo, después de todo pasaba tanto tiempo en Torre Koi que se había familiarizado demasiado con el lugar. Una vez que subió un par de escalones se encontró con Jin GuangYao sentado en el puesto más alto, tenía los ojos cerrados y sujetaba su cabeza, a simple vista parecía dormir.

Lan XiChen dejó las toallas limpias en un asiento a la entrada y luego caminó hasta él, considerando la hora y las responsabilidades que lo aquejaban no le fue difícil saber que se había mantenido despierto durante toda la noche. Una vez que estuvo lo suficientemente cerca, se quitó la túnica exterior y la acomodó sobre los hombres de Jin GuangYao, sin embargo este despertó al sentir el peso de la túnica.

Tenía los ojos nublados, casi de la misma manera en que Jiang Cheng los había tenido al despertar. Hinchados, rojizos y llorosos.

- ¿Da-Ge?

- Si ibas a dormir aquí al menos deberías haber cerrado la puerta, está frío. – le dijo en un tono suave pero sin dudar era un reproche, Jin GuangYao bajó la mirada.

- No viniste al banquete. – Lan XiChen solo lo miró y se volteó dispuesto a marcharse antes de tener una conversación que prefería evitar. - ¿Estabas demasiado molesto para venir? – entonces suspiró.

- Sí estaba molesto pero no fue esa la razón por la que no vine.

- ¿Entonces? – otro suspiró y volteó a mirar a Jin GuangYao.

- Somos hermanos jurados, no tengo obligaciones contigo y espero que puedas tratarme con la misma cordialidad con la que tratas a los otros líderes de secta, te ayudaré en lo que pueda y espero lo mismo a cambio, seré tu asesor en lo que necesites y espero tu consejo con respecto a otras decisiones, pero en lo que respecta a la vida personal te pediría que no te involucres en ella desde ahora en adelante así como yo tampoco me involucraré en la tuya.

- Da-Ge... ¿Qué estás queriendo decir? ¿Desde cuándo no formo parte de tu vida personal?

- Oficialmente, desde ahora. – respondió con un tono amable pero seguro. – A-Yao, lamento dejar de corresponder tus afectos, realmente lo lamento, pero mi culpa no hará que me sienta forzado a continuar lo que teníamos.

- ¿Tendrás una relación con Jiang WanYin? ¿El sujeto que no puede decir una frase completa sin escupir al menos tres o cuatro palabras con odio en ella? – Lan XiChen asintió.

- Si él está dispuesto sí, si no lo está no, si quiere abandonarlo pronto, que así sea, el caso es que con o sin Jiang Cheng yo no volveré a corresponderte. – se miraron a los ojos unos segundos hasta que Jin GuanYao suspiró con pesar.

- Esto me gané por haber sido imprudente anoche... una respuesta contundente. Bien, que así sea, lo lamento Da-Ge, por lo de anoche... no estaba bien. – aunque habló con firmeza sus ojos continuaban cruzando la fina línea entre la seriedad y la angustia.

- Lo sé. – respondió Lan XiChen con sus manos a su espalda, escondiendo la fuerza con la que presionaba sus propias uñas en la carne. Prefería que Jin GuangYao no se enterara de lo mucho que le dolía la culpa.- Me retiró, debo preparar el desayuno.

El líder de secta Jin se quitó la túnica y se la devolvió, Lan XiChen la tomó con el ceño fruncido. Debía dejar de comportarse de esa forma con Jin GuangYao si quería poner distancia entre ellos. Entonces el líder de secta Jin hizo una reverencia respetuosa como despedida y Lan XiChen la respondió de la misma manera, una vez que se había volteado escuchó sus palabras.

- Da-Ge, el líder de secta Jiang cocinó una sopa característica de Yunmeng anoche pero al parecer la olvidó, está en la cocina por si deseas llevarle un poco.

Asintió en agradecimiento, tomó las toallas limpias y abandonó el salón de banquetes.




Suspiró una y otra vez durante el camino, preguntándose si había hecho lo correcto o estaba siendo demasiado duro. Aunque conocía lo que quería su corazón, realmente no estaba seguro de cómo lidiar con los errores del tiempo. Su tío estaría tan decepcionado de él...




Cuando entró en la habitación, Jiang Cheng permanecía con los ojos cerrados en la bañera, su cabello largo caía mojado por ambos lados de su rostro, el pecho desnudo tenía un par de marcas rojas que hicieron sonreír a Lan XiChen.

- ¿Ese fui yo? – preguntó divertido, Jiang Cheng abrió los ojos y siguió su mirada para encontrarse con las marcas, frunció el ceño y bufó sin responder. Volvió a cerrar los ojos, haciendo un esfuerzo para volver a su paz mental, hasta que sintió unas suaves manos tomando su cabello, peinarlo con los dedos y esparcir el jabón en el.

- Mm... se siente bien.

La habitación se sumió en el silencio mientras el mayor lavaba, enjuagaba el jabón y luego daba pequeños masajes en la piel húmeda. Jiang Cheng se sentía ronronear mientras respondía con gemidos de satisfacción a cada toque, definitivamente se sentía mucho mejor. Cómodo y cálido. 

- Soñé que buscaba a Wei WuXian – dijo de pronto, Lan XiChen congeló sus dedos unos segundos antes de continuar con su masaje en sus hombros – en la campaña de Sunshot él idiota estuvo desaparecido por tres meses, lo busqué entre cada muerto, entre cada prisionero...

- Lo recuerdo. – susurró comprensivamente Lan XiChen mientras le ordenaba el cabello húmedo a un costado para continuar su masaje por la zona del cuello.

- Ni siquiera podía dormir pensando en donde estaría, si estaba herido... o siquiera vivo.- Jiang Cheng suspiró – pocas cosas dolieron tanto como ver la decepción en los ojos de mi hermana cada vez que la visitaba y debía decirle que no lo había encontrado. Ese infeliz era como un hermano menor en vez de uno mayor.

- Pero un hermano al fin y al cabo. – ante estas palabras de Lan XiChen, Jiang Cheng bufó.

- No sé por qué hablo de esto contigo si sé que terminaré molesto.

- Hablas de esto conmigo porque sabes que te escucharé – consoló antes de darle un beso en la zona trasera del cuello – en el momento en que dejes de sentirte a la defensiva con respecto al tema, también te escucharé.

- ¿A la defensiva?

- Sí, reaccionas con molestia porque no estás en paz con tus sentimientos, es más fácil neutralizar todo con odio que escarbar en emociones más delicadas como la culpa.

- ¿Culpa? – esta vez la voz de Jiang Cheng se elevó considerablemente – olvídalo, cambiemos el tema. No entiendes nada.

- Jiang Cheng... - susurró en un tono de regaño - ¿Cómo esperas que crea que lo odias desesperadamente si estás hablando de él con preocupación? No es como si yo no los hubiera visto actuando como hermanos, sé lo importante que fue para ti. Y sé todo lo que ocurrió después, solo me gustaría que pudieras mirarlo desde afuera y... - Jiang Cheng estiró la mano mojada y le cubrió la boca, pero la retiró en cuanto notó que le estaba mojando con gotas la túnica.

- No estoy listo para esa conversación, ¿Está bien? – dijo el menor sin mirarlo. – perdonarlo no está a discusión, así que solo... dejemos el tema – esta vez el tono sonaba a súplica por lo que Lan XiChen asintió.

- Sal de la bañera, traje la sopa que dejaste en la cocina anoche, habrá que volverla a calentar...

- Ah, esa sopa... la había olvidado con todo lo que ocurrió... - dijo mientras el calor le subía a las mejillas, Lan XiChen le pinchó una mejilla con un dedo.

- ¿Y qué fue lo que ocurrió que te hizo olvidar lo que cocinabas? – Jiang Cheng se volteó y le mordió el dedo con fuerza, Lan XiChen lo sacudió en cuanto lo quitó. Le dolió, pero no se quejó.

- Solo ocurrió que un Lan erógeno me atacó.

- ¿Erógeno?

- Eso dije. – contestó Jiang Cheng en lo que se envolvía en las toallas, al notar una sonrisa seductora en el Lan le gritó - ¡No me mires así!




Durante toda la mañana ambos permanecieron en la habitación de Torre Koi, aunque los dos pensaron en invitar al otro a recorrer los bellos jardines de la secta, ambos se abstuvieron de decir algo considerando que podrían encontrarse con otros líderes o él mismo Jin GuangYao. La habitación se volvió como una isla apartada de todo lo demás hasta el mediodía.

- Te acompañaré hasta la salida.

- No soy una doncella Lan Huan – refunfuñó, aunque efectivamente se sentía feliz con aquella atención. Aun cuando fueran solo unos minutos más, quería su compañía.

Caminaron por los pasillos y se despidieron de la mayoría de los líderes que también marchaban hasta sus hogares, un par de ellos preguntaron por la situación de salud del menor y Jiang Cheng mintió aludiendo haber sufrido efectos secundarios del veneno la noche anterior, lo que supuestamente lo mantuvo en cama recibiendo asistencia del Lan XiChen.

Llegando a la salida Jiang Cheng se volteó para mirar fijamente a Lan XiChen y sonreírle, se sostuvieron la mirada unos segundos antes de realizar una reverencia respetuosa, fue entonces que un discípulo Lan se acercó hasta ellos con cierto paso rápido.

- Lan ZiYuan. – saludó el mayor Lan.

- ZeWu-Jun – saludó – Lamento mi intervención, pero necesito preguntar... - susurró mirando de reojo a Jiang Cheng.

- Adelante.

- ¿Ha visto ZeWu-Jun a Mo XuanYu? Lo he buscado por Torre Koi una y otra vez, no lo encuentro a él... ni tampoco a su burro, nadie parece saber sobre su paradero. – su tono escondía una angustia latente que fue percibida por ambos líderes.

- Mo XuanYu volvió hace algunos días a Torre Koi – le dijo Jiang Cheng – dijeron que estaba mentalmente inestable por haber salido lastimado en la cacería. – ante eso Lan ZiYuan frunció el ceño.

- ¿Lan ZiYuan? – preguntó Lan XiChen - ¿Qué sucede?

- Es solo que... Xuanyu no sufrió ningún ataque durante la cacería, él estaba bien cuando volvió aquí.

- ¿Ah? – Jiang Cheng miró a Lan XiChen – tal vez LianFangZun dijo aquello porque no quería que lo hostigara preguntando por Jin Ling... por cierto, ¿Cómo está mi sobrino?

- El... está bien, tuvo una cacería difícil pero sus heridas ya sanaron.

- ¿Qué ocurrió? – el tono del líder Jiang fue casi violento, sin embargo Lan ZiYuan mantenía su atención en otro lugar.

- ZeWu-Jun por favor, permítame buscar a Mo XuanYu.

- Él debe estar bien ZiYuan. – intentó tranquilizar, sin embargo el menor se mostró evidentemente ansioso.

- Por favor. 

- Está bien, puedes buscarlo pero sé precavido, esta no es nuestra secta.

- Sí ZeWu-Jun – de inmediato salió corriendo y se alejó de ambos, dejando a Jiang Cheng con un sentimiento inquietante dentro de sí.

- ¿Sabes cuál es la ubicación? – le pregunto a Lan XiChen quien lo miró a los ojos unos segundos antes de comprender que Jiang Cheng pensaba en ir de inmediato a visitar a su sobrino, tragó saliva, al menos no tendría mentirle en detalles.

- No lo sé, el reporte de WangJi llegará por la noche. - ante esa noticia Jiang Cheng chistó la lengua. Investigaría por las suyas de todas maneras.

- Está bien, nos veremos... pronto. – se despidió esta vez con más prisa, subiendo de inmediato a su espada. Lan XiChen lo miró con cierta culpa en los ojos.

- Que nuestros caminos nos encuentren pronto. Ten cuidado por favor. – ante las palabras sinceras el calor se tomó las mejillas del menor y solo asintió antes de marchar a toda velocidad, en parte porque quería ver a Jin Ling y en otra parte, porque necesitaba esconder sus reacciones vergonzosas de esos ojos observadores.




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Jiang Cheng sobrevolaba en su espada la ciudad de Lanling durante los últimos quince minutos, para su sorpresa un fuerte mareo lo hizo temblar sobre su propia espada y en medio de ello, descendió en medio de un mercado. Comenzó a sudar frío solo un par de segundos después.

¿Habían vuelto a envenenarlo?

Eso fue lo primero que pasó por su mente antes de recordar la sopa de semillas de loto que había desayunado. Tal vez sí lo habían envenenado y no estaba seguro sobre qué hacer cuando cayó al suelo producto del mareo, estaba a solo segundos de vomitar y varias personas lo miraron por lo que con esfuerzo se arrastró hasta el primer callejón que entró en su vista.

Al vomitar, solo fue consciente de que había sangre cayendo por su boca y su nariz. Se la limpio con dedos temblorosos e intentó mover su mano hasta su bolsillo para pedir ayuda a su secta, sin embargo alguien apareció desde atrás y le cubrió la boca con un pañuelo. Luchó con todas las fuerzas que le quedaban, pero no eran tantas y fueron cada vez menos hasta que la oscuridad se volvió en todo lo que podía ver.

Se había desmayado en manos del enemigo.




Moriré.

Fue lo último que pensó.

Intrínseco - Capítulo 46: Hazaña, Parte 6




- ¿Qué haremos? – preguntó OuYang ZiZhen.

- Tenemos que decírselo a HanGuangJun – contestó con seguridad Lan JingYi, entonces Jin Ling le golpeó la nuca. - ¡¿Por qué me golpeaste?!

- Por estúpido, además tú me golpeaste primero. – JingYi chistó la lengua e iba a comenzar a retirarse del muelle - ¿Dónde vas?

- A hablar con HanGuangJun.

- No seas imbécil, es evidente que él ya lo sabe y lo está protegiendo.

- HanGuangJun jamás protegería a un infame asesino, ¿Qué acaso no sabes lo mal que se llevaban? ¿Qué eran como el agua y el aceite?

- ¡¿Y entonces por qué crees que lo tenía oculto en GusuLan?!

- Esperen, esperen – intentó apaciguar el joven OuYang - ¡Dejen de pelear! ni siquiera estamos completamente seguros.

- Lo estamos ZiZhen – le dijo JingYi – yo recuerdo haber escuchado a HanGuangJun llamarlo "Wei Ying". – luego de decir aquello se formó un silencio por un par de minutos, cada uno parecía estar sumido en sus pensamientos, especialmente Lan SiZhui que había tomado un poco de distancia de ellos.

- Esto es muy extraño – susurró OuYang ZiZhen para sí mismo – es HanGuangJun de quien hablamos, no hay nadie más correcto que él...

- ¡Ya sé que sucede! – gritó Lan JingYi – HanGuangJun debe estar utilizándolo para poder capturar los amuletos. 

- ¿Qué? - preguntaron el par de jóvenes al mismo tiempo.

- Le tuvo que haber hecho creer que estaba de su lado, debe ser así porque no hay otra forma en que el mayor Qiren lo aceptara en clases. Todo debe ser parte de un plan. – cuando Lan JingYi finalizó su teoría, Jin Ling rodeó los ojos y les preguntó.

- ¿HanGuangJun manipularía a Wei WuXian hasta el punto de fingir ser manga cortada?




Ante esa pregunta todos bajaron la mirada, evidentemente no, conocían suficiente a Lan WangJi para saber que no se prestaría para un juego así.

- ¿Entonces qué haremos? – preguntó esta vez el joven Lan.

- Iré a buscar a mi tío. – Jin Ling les dijo en tono de mando – finjan que no saben nada y cúbranme, cuando vuelva resolveremos todo. – OuYang ZiZhen asintió mientras que el joven Lan no parecía tan complacido, sin embargo en el momento en que Jin Ling iba a desenvainar su espalda para marcharse, fue detenido por Lan SiZhui.

- Espera. – el tono de Lan SiZhui fue una evidente súplica.

- ¿Ahora qué?

- Yo... - bajó la mirada, su compañero Lan se acercó más a él.

- SiZhui, ¿Pasa algo?

- Yo...

- ¡Vamos SiZhui no es momento de trabarse! – presionó el joven OuYang. Lan SiZhui suspiró temblorosamente y levantó el rostro para sostenerle la mirada a Jin Ling.

- Creo que... si traes a tu tío, él podría atacarme a mí también. – ante eso Jin Ling frunció el ceño.

- ¿Por qué dices eso? – preguntó Lan JingYi, el otro Lan tragó saliva evidentemente nervioso y miró a sus amigos, sostuvo especialmente la mano de Jin Ling para que éste no desenfundara su espada.

- ¿Recuerdas el sueño que se repite? – preguntó a Lan JingYi quien asintió. – anoche descubrí que la persona a quien llamo en mi sueño es... Xian SanRen. – Lan JingYi abrió los ojos y la boca al mismo tiempo, OuYang ZiZhen lo notó y le cerró la mandíbula, luego continuó mirando a Lan SiZhui para que este continuara hablando. – lo escuché y estoy seguro de que es él, si ahora Jin Ling dice que desenfundó a Suibian... eso solo hace que tenga más sentido. Mis sueños son... en los túmulos funerarios, todos los recuerdos posteriores son con HanGuangJun porque él debió... él debió salvarme de morir.

- ¿Estás diciendo que no eres un Lan? – preguntó confundido OuYang ZiZhen.

- Siempre supe que mis padres murieron cuando yo era muy joven, pero nunca supe cómo, HanGuangJun me cuidó como un padre entonces yo... nunca lo pregunté. Ahora entiendo que él... debió rescatarme de allí.

- Y para que HanGuangJun se haya hecho cargo de ti... – prosiguió Lan JingYi siguiendo su hilo de pensamiento – quiere decir que su relación con Wei WuXian no era tan mala como todos lo decían.

- O pudo simplemente haber tenido piedad por un niño en medio de la guerra, ¿no? – preguntó OuYang ZiZhen, pero JingYi negó de inmediato con su cabeza.

- Si hubiera sido así solo hubiera pedido a alguien más que lo cuidara y no se hubiera hecho cargo él mismo.




Jin Ling miró a Lan SiZhui con una mezcla de confusión y consternación. Se liberó del agarre de su mano como si hubiera sido mordido por una serpiente, tan pronto como comprendió lo que estaba escuchando.

- Entonces eres un Wen.




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Shaymin caminaba llevando seis gatos pequeños en el costal de su túnica, la madre gata daba pasos cortos a su lado, siguiéndole el ritmo por la oscura calle.

Ella maulló.

- No te quejes tanto – le dijo a la madre gata – tú tienes la culpa por parir tan lejos de la ciudad. Ahora que estamos aquí tenemos que buscarte un lugar donde puedas mantener caliente a tus bebés.

Ella volvió a maullar.

- No puedo llevarte conmigo, pero descuida, verás que encontraremos un lugar perfecto – ella gruñó con desconfianza y Shaymin solo bufó – mal agradecida.




Se detuvieron luego de recorrer cuatro calles, casi llegando al bosque Shaymin golpeó dos veces en una puerta envejecida, la casa donde se detuvo parecía haber sido una pensión vieja sin embargo por su estado era evidente que ya no recibía clientes. Un hombre tan viejo como la casa misma abrió la puerta y debió bajar la mirada para encontrarse con un sonriente niño que sostenía gatos envueltos en la parte baja de su túnica.

- ¿Qué nos trajiste ahora? – preguntó en un evidente gruñido, sin embargo lo dejó entrar junto a la madre gata que lo seguía.

- A ti un poco de dinero pero estos gatitos no son para tí, ¿Dónde está Sisi?

- En su habitación, ¿Dónde más estaría una mujer con tantos cortes horrendos en la cara?

- No quieres saber dónde ha estado, créeme. – le dijo de manera dramática. El viejo bufó antes de sentarse en un cajón de paja y luego meter los pies en agua, un sonido de alivio brotó de su garganta mientras Shaymin subía las escaleras escandalosamente.

- ¡Siiiiisiiiii! – gritó en mitad del pasillo, abrió la penúltima puerta de una patada y dejó que la madre gata entrara a la habitación antes que él. Una mujer de cabello oscuro sostenido en una cola de caballo lo recibió con una sonrisa.

- No grites tanto que el anciano tiene una migraña. – le pidió mientras parecía guardar un par de joyas en una bolsita con rapidez, Shaymin no le prestó atención y se sentó en la cama para luego depositar todos los pequeños gatos en ella.

- El viejo tiene una migraña por vida.

- ¿Qué... son estos?

- Gatos.

- Pero, ¿Por qué los traes aquí? – Shaymin de inmediato formó un puchero con su boca.

- Para que Sisi cuide de mis gatitos mientras no estoy – susurró en tono dolido. La mujer frunció el ceño y miró a los gatos como si fueran leones que en cualquier momento la atacarían. – no te preocupes, solo debes darle comida a la madre, su mamá se encargará de los bebés, ¿Puedes hacer eso por mí?

- ¿Tengo otra opción? – Shaymin infló las mejillas.

- Prefiero que lo hagas porque quieres en vez de acudir a amenazas.

- Já, no es como si fuera a asustarme por las amenazas de un niño berrinchudo – le dijo mientras le apretaba las mejillas – no importa que tan fuerte cultivador seas, no me asustas. A lo que me refería es a que estoy en una evidente deuda y es obvio que cuidaré los gatos aunque... no me gusten.

- ¡Siiisi es la mejor! – gritó el niño mientras se bajaba de la cama, tomaba un cajón de un mueble con ropa y lo vaciaba, luego puso su propio abrigo felpudo en él y palpó a la cama mirando a la madre gata, esta de inmediato entró en el cajón y lo olió, por su parte Shaymin acomodó los gatitos alrededor y la familia se acomodó. - ¡Ya está!

- ¿Era necesario tirar toda mi ropa al suelo? – preguntó la mujer con cortes en la cara. Shaymin se rió y le sonrió.

- Te gustarán los gatos Sisi, antes de conocerte tampoco me gustaban las prostitutas, ahora creo que podríamos ser buenos amigos.




La mujer suspiró mientras se recordaba así misma que ese pequeño niño la había rescatado del encierro y la mantenía refugiada en un lugar seguro en donde no la encontraran. No vivía con comodidades, pero podía comer y dormir cuanto quisiera siempre y cuando ayudara al anciano de la casa a encender la fogata por las noches.

Shaymin se aseguró de darle instrucciones sobre el cuidado de los animales hasta prácticamente hastiarla del tema, fue con el anciano y le dio una bolsita pesada de dinero.

- ¿No es mucho? – le preguntó el anciano. Ambos se conocían desde varias décadas atrás, el viejo solía ser un cultivador errante que cruzó sus caminos con el pequeño cultivador inmortal, luego de perder a su pareja en una cacería se retiró para vivir una vida normal hasta envejecer.

- No creo que pueda venir las próximas semanas, así que haz durar el dinero. No permitas que Sisi tome sol en el jardín y por favor, no te arriesgues innecesariamente. – el viejo asintió y no hubo más intercambio de palabras para cuando Shaymin salió del lugar y se montó en los tejados para avanzar más rápidamente su paso entre ellos.

Yiling era una zona plana, por lo que se tardó poco en localizar a Wei WuXian, podía sentir otra presencia similar un poco apartada y no tuvo que pensarlo demasiado para desviar su camino hasta esa presencia. El hecho de que Lan JingYi estuviera alejado de Wei WuXian le preocupó, este último podía defenderse y posiblemente estaría acompañado de Lan WangJi, pero ¿Por qué los jóvenes estaban solos?

"¿Por qué están paseando?" se preguntó una vez que los visualizó, los jóvenes estaban reunidos en un semicírculo a las orillas del muelle.

- ¡No mires así a SiZhui! – gritó Lan JingYi en un evidente tono indignado - ¿Qué importa si es un Wen? ¡Es nuestro amigo y tú... ¿novio?! ¿Cómo te atreves a mirarlo de esa manera?

Oh oh.

- Esperen un poco, ¿No estamos sacando conclusiones apresuradamente? SiZhui lleva la cinta Lan después de todo, es reconocido como un miembro de la familia, ¡Dudo que los ancianos hubieran permitido que un Wen llevara su cinta! No los viejos cascarrabias Lan al menos.

Jin Ling miraba a SiZhui con una mezcla de asco y confusión, pareció negar con la cabeza antes de subirse a su espada.

- ¡Jin Ling! ¡¿Dónde vas?! ¡Jin Ling! – gritó Lan JingYi, OuYang ZiZhen maldijo mientras se subía a su espada.

- ¡Iré por él! – avisó antes de seguirlo.

Los dos Lan quedaron de pie a la orilla del muelle viendo las siluetas de los jóvenes alejarse, de pronto Lan SiZhui pareció consternado y desenvainó su espada.

- ¡JingYi yo debo ir con él! No puedo dejar que lastime a Xian Ge-ge.

- ¿Qué? – el Lan menor estaba confundido pero su compañero no se detuvo a explicarle sus palabras, solo le ordenó.

- ¡Ve con HanGuangJun y dile que Jin Ling fue a buscar al líder de secta Jiang!

- Pero... - entonces Lan SiZhui subió a su espada y desapareció en la oscuridad.

Shaymin lo miró y suspiró, pensó en tener una pequeña charla con él, sin embargo detecto cierta inquietud en la piedra que colgaba en sus ropas. Alguien estaba usando energía resentida a una distancia considerable y si era lo suficientemente fuerte como para molestar su aura zen, podía deducir que esta debía ser una gran cantidad. De inmediato dirigió su mirada hasta los túmulos funerarios, cuya montaña oscura era visible desde su escondite en el árbol, su charla con Lan JingYi tendría que esperar.




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Cuando Wei WuXian despertó en la habitación de la posada, Lan WangJi se estaba dando un baño.

Intentó moverse sigilosamente pero su silueta desde el otro lado del biombo fue vista de todas maneras, Lan WangJi captó sus intenciones y de inmediato comenzó a secarse para luego vestirse, cuando el quinceañero le dio la vuelta al biombo el segundo maestro Lan ya llevaba la túnica elegante puesta.

- Aish, ¡Lan Zhan! Pudimos haber tomado un baño juntos, ¿Por qué eres tan aburrido?

- ¿Descansaste? – preguntó aunque era lógico que fuera el caso ya que Wei WuXian había dormido toda la tarde.

- Lo suficiente como para tener ganas de terminar algunos asuntos pendientes – susurró coquetamente, el mayor lo miró con curiosidad.

- Lan Zhan, ¿En serio no entiendes a qué me refiero? – Lan WangJi entendió solo luego de haberlo mirado por varios segundos.

- Cenaremos y luego iremos de cacería. – Wei WuXian caminó hasta él y Lan WangJi retrocedió un poco, luego caminó dos pasos más y el mayor volvió a retroceder, pero el quinceañero le alcanzó la túnica y lo jaló hacia sí.

- No tienes idea de qué es lo que quiero comer – susurró cerca de su oreja.

- Wei Ying – advirtió Lan WangJi, quien parecía demasiado severo y enojado, lo que solo hizo remover algo en lo más profundo del quinceañero.

- Uh, me encanta verte enojado Lan Zhan. – dirigió una mano directa hacia el cinturón del mayor y lo jaló, este de inmediato intentó volver a amarrarlo pero Wei Ying le sostuvo las manos y antes de que se dieran cuenta ambos comenzaron a forcejear. – ¡Lan Zhan no seas tímido! – rió.

- Basta, esto no es un juego Wei Ying, ve a comer tu cena, está sobre la mesa – el tono enojado mezclado con nervios solo hizo deleitar al menor, que solo rió más al notar las orejas sonrojadas de Lan WangJi.

- Vamos Lan Zhan, si no quieres hacer nada está bien pero al menos déjame entretenerme un poco a mí! ¡No seas tan egoísta con tu cuerpo!

- ¡Wei Ying! – esta vez el mayor le dio un empujón con fuerza, la suficiente como para lanzar al quinceañero al suelo un par de metros atrás.

Wei WuXian frunció el ceño, ¿Había traspasado la línea? ¡Pero si Lan WangJi le había dicho antes que él también quería... que él también lo deseaba!

- ¿Por qué? – preguntó entre descolocado y dolido. Lan WangJi suspiró y apretó los puños.

- Aún no. – fue lo que se limitó a contestar.

- Pero, ¿Por qué, no?

- Solo... aún no – repitió. Iba a caminar para ayudarlo a ponerse de pie pero Wei WuXian lo hizo antes. El quinceañero se sintió tan ofendido, que quiso golpearlo, sabiendo que luego se arrepentiría se limitó a alejarse.

- Mantente lejos, no quiero que me toques. - Lan WangJi se congeló cuando lo escuchó. El aire se tensó lentamente en la habitación y cuando el mayor estaba dispuesto a disculparse se escucharon un par de golpes en la puerta.

- ¿Han-HanGuan-Jun? – llamó la voz nerviosa de Lan JingYi al otro lado de la puerta, fue Wei WuXian quien abrió la puerta y ni siquiera lo miró.

Cuando JingYi lo miró abrir la puerta, dio un salto evidentemente nervioso y se alejó un par de paso atrás, desde allí lo miró de pies a cabeza.

- ¿Qué pasa? – preguntó Lan WangJi.

- Eh... HanGuang-Jun, por favor, ¿Podríamos hablar a solas? - Wei WuXian bufó en evidentemente mal estado de ánimo.

- Entra, yo iré a buscar la cena. – avisó volteando el rostro pero sin mirar al mayor.

- Mn.

Una vez abajo, Wei WuXian avisó al posadero que subiera su cena y salió a tomar un poco de aire antes de subir, esperaba poder darle unos minutos solos a los Lan, pero entonces apareció el niño amuleto cuyos ojos grandes tenían una evidente petición.

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- Jin Ling lo dedujo por la espada, Suibian. Y SiZhui, lo ha reconocido o eso es lo que cree... además yo... - se presionó los dedos a la altura del estómago, sabiendo que estaba siendo criticado fuertemente por la mirada de Lan WangJi – recordé haberlo escuchado llamarlo "Wei Ying"... - el mayor no le respondió, continuó mirándolo a la espera de más información, por lo que Lan JingYi continuó hablando – entonces Jin Ling tomó su espada y fue a buscar su tío, SiZhui y ZiZhen lo siguieron para detenerlo y yo... vine a hablar con usted.

Una vez que terminó de hablar, Lan WangJi paso por su lado, sin darle respuesta alguna, necesitaba encontrar a Wei WuXian, tomarlo y sacarlo de Yiling, esconderlo en algún lugar o tal vez llevarlo de vuelta a la mismísima montaña de BaoShan SanRen. Luego se encargaría de las acusaciones, aquella no era la prioridad, sin embargo una vez que tocó el comedor de la posada no vio al quinceañero en ningún lado.

- Disculpe – llamó al posadero – el... cultivador que venía conmigo, ¿Lo ha visto? – el posadero pestañeó un par de veces como saliendo de un sueño antes de contestar.

- Si, había ido a esperar la cena allá afuera, pero cuando salí a buscarlo para decirle que estaba lista no lo encontré, ¿Se lo llevará usted?

- Luego. – respondió Lan WangJi antes de salir hasta la puerta y mirar en todas las direcciones. Efectivamente, Wei WuXian no estaba por ningún lado.




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domingo, 19 de julio de 2020

Intrínseco - Capítulo 45: Hazaña, Parte 5

Jiang Cheng cerró los ojos para calmar su ira, su inseguridad y sus celos. Pensaba contar hasta cien, sin embargo abrió los ojos en el segundo treinta y ocho, solo para encontrarse a Lan XiChen ya vestido, mirándolo con un ceño fruncido y ojos complicados, sus manos jugaban con sus dedos nerviosos.



¿Qué pensaba Lan XiChen? ¿Qué armaría una escena de celos porque vio sus labios pegados a la boca de otro? Jiang Cheng podía apostar a que era el caso, pero no. Él estaba por sobre eso. Él escuchó la súplica de Jin GuangYao, miró al hombre perder su dignidad mientras lloriqueaba tomando una cinta que nunca le perteneció, lo vio robar un beso y por sobre todo vio a Lan XiChen petrificado por su actitud, claro que hubiese querido que reaccionara, lo empujara y lo pateara hasta matarlo o no… eso es lo que él hubiese querido hacer, aunque no hubiera protestado si es que Lan XiChen lo hubiese hecho, pero no había necesidad de recordarse de que era imposible que un Lan actuara de esa forma.

Caminó hasta él mientras el silencio parecía extenderse como el humo cálido de una vela, pequeño y rápido, caliente y asfixiante. Cuando Lan XiChen tuvo al otro en frente se dio cuenta de que debía hablar pero, ¿Qué podía decir? Había sido besado y Jiang Cheng tenía motivos para desechar sus afectos frente a tal ofensa, no obstante no fue eso lo que ocurrió.

Jiang Cheng tomó sus mejillas entre sus manos y lo beso con la misma euforia en que alguien toma una bocanada de aire luego de retener la respiración por dos minutos. Lan XiChen respondió, porque no tuvo alternativa, no hubo acto consciente, simplemente fue su memoria muscular reaccionar a la sinapsis que significaba un roce de los labios de Jiang Cheng. Había sido así desde el comienzo, solo un toque íntimo bastaba para golpear sus corazones hasta dejarlos atolondrados.

El vaivén de lenguas hizo que Lan XiChen necesitara escapar por un poco de aire, sus pulmones habían comenzado a doler y giró suavemente su rostro para soltar los labios ajenos, en cuanto lo hizo la mano de Jiang Cheng encontró su boca y limpió con su manga la saliva que la rodeaba.

- ¿Debería pedirte que escupieras también? – soltó Jiang Cheng en un tono ronco cerca de su oído.

- ¿Mm?

- Que te limpies su saliva, o… ¿Es que acaso ya la borre con la mía? Aunque de solo pensar que se pudo mezclar… - tuvo un escalofrío antes de terminar de hablar, Lan XiChen negó con la cabeza antes de volver a besarlo y arrastrarlo con él hasta la cama.

- No seas bobo.

- Tú no vuelvas… a permitir que te bese otra vez – amenazó Jiang Cheng mientras se sentaba en la cama de rodillas y rodeaba el cuello de Lan XiChen. – sé que sabes que no soy muy paciente, pero dudo que sepas que tan posesivo puedo llegar a ser. – dándole peso a sus palabras besó nuevamente a Lan XiChen, buscando directamente su lengua y acariciándola en cuanto dio con ella. La chupó mientras lo jalaba con él hacia la cama, y no abrió los ojos para saber qué expresión tendría Lan XiChen cuando lo volteó en la cama para posicionarse sobre sus caderas a horcajadas. Inmediatamente las manos del mayor se posicionaron sobre sus muslos, entonces se miraron en silencio por un largo minuto.

- Jiang Cheng…

- ¿Mm?

- Aún no me queda claro que tan posesivo eres. Deberías continuar. – su tono era indudablemente juguetón.

- ¿Ah? – carcajeó Jiang Cheng - ¿Eres algún tipo de pervertido escondido bajo una túnica elegante? – Lan XiChen rió y levantó sus manos para entrelazar sus dedos con los de Jiang Cheng mientras éste continuaba sobre él. – Así que esto sucede cuando los Lan se quitan la cinta, ¿eh? – el mayor asintió rápidamente, lo que los hizo volver a reír.




Lan XiChen sintió sus mejillas enrojecer mientras Jiang Cheng lo miraba, no recordaba haberse sentido tan excitado en toda su vida, la visual de tener al líder Jiang sobre él era más de lo que podía soportar pero al mismo tiempo se mantuvo en sus límites, tal vez por la culpa de lo que acababa de ocurrir o también podría ser por miedo a acelerar las cosas, el caso es que simplemente se quedó allí observando para evitar presiones. En tanto miró a Jiang Cheng, con toda la intensidad que podía transmitir un corazón cómodo y cálido, que se ajustaba por fin a un lugar al que pertenecía. Fue ese descubrimiento que hizo a Lan XiChen abrir un poco los ojos.

- ¿Qué? – susurró con cierto dulzor el menor que movía las manos entrelazadas mientras una sonrisa boba se le dibujaba en la cara. Lan XiChen se sonrojó, esta vez por el peso de sus sentimientos aclarándole el panorama, ya no era una atracción o una simple mezcla de sentimientos, ya no era alguien perdido en una comodidad que nunca había sentido antes, esta vez Lan XiChen podía decir con seguridad que su corazón pertenecía absolutamente a Jiang Cheng. 

Estaba indudablemente enamorado.

- Yo… - pero decírselo no sonaba como una buena idea, tal vez podría asustarlo o sería considerado demasiado apresurado, mejor… podía hacer lo que su tío le enseñó, menos palabras y más acciones. Entonces negó con su cabeza y suspiró para aliviarse así mismo del sofoco interno – solo estoy feliz de que estés aquí.

Jiang Cheng ladeó su cabeza un poco confundido y un tanto avergonzado, entonces se agachó hasta recostar su dorso sobre el de Lan XiChen, escondiendo el rostro bajo su cuello.

- No me mires así. – suplicó avergonzado.

- ¿Por qué? – preguntó juguetón.

- Porque me dan ganas de besarte demasiado.

- ¿Demasiado? – preguntó sorprendido.

- Sí. Demasiado.

- Hum, demasiado suena bien. – Jiang Cheng volvió a reír y se levantó un poco, acomodó una mano a cada lado del rostro de Lan XiChen y lo besó. Las manos de Lan XiChen subieron a su espalda para abrazarlo mientras se besaban, sus lenguas parecían ansiosas de reconocerse nuevamente y fue solo cuestión de tiempo para que los sonidos húmedos se esparcieran por la habitación mientras ellos se frotaban entre sí, apretándose más y más, buscando tocar especialmente sus entrepiernas con la ajena y cuando Jiang Cheng sintió el bulto del otro por debajo del propio escondido entre las túnicas, comenzó a rozar de manera descarada, moviendo las caderas con evidente seducción mientras los gemidos comenzaban a ronronear en su garganta.

- Mg. – se distancio un poco de la boca de Lan XiChen para mirar como las manos de este tomaban sus caderas y lo movían más contra sí, guiando sus movimientos de atrás hacia adelante. La visual solo reconfortó el calor que le subía desde la entrepierna y volvió a sus labios como si ya hubiera tenido demasiado de ello, pero fue peor cuando los besos se hicieron exasperantes y el roce pedía más, ambos estaban duros bajo las túnicas.

Jiang Cheng tomó la decisión a media consciencia y guío las manos temblorosas hasta el cinturón de Lan XiChen en tanto se besaban, este sujeto sus mejillas con sus manos mientras el sonido de la tela adornaba los tonos húmedos que hacían eco en la habitación, entonces Jiang Cheng tocó con los dedos aún temblorosos los músculos del abdomen y volvió a alejarse para respirar y observar un poco la tez blanca de la piel que se asomaba. Las túnicas se habían holgado pero aún permanecían sujetas bajo la cintura.

Deslizó sus dedos temblorosos por las marcas en los músculos del abdomen. Lan XiChen lo miró con los labios brillosos e hinchados. Entonces Jiang Cheng termino de quitar las túnicas holgadas y abrió las tres capas por completo. Observó la desnudez de Lan XiChen mientras tragaba saliva.







Era injusto.

Lan XiChen era indudablemente el más bello de todos los líderes en el mundo de la cultivación, un deleite a la mirada y sin embargo parecía que su perfección solo aumentaba cuando se le quitaban las túnicas, inclusive su tamaño era mucho más grande de lo que Jiang Cheng había imaginado. Se asustó mientras se preguntaba si eso cabría en él.

Lan XiChen notó su mirada asustada.

- No pasa nada si quieres detenerte – la voz le tembló, fue solo entonces que notó que él mismo estaba temblando por completo – de todas formas vendrán a buscarme si tardo en ir al… banquete… - susurró sin ganas. 

Jiang Cheng le frunció el ceño y luego suspiro. Pareció pensar en algo unos instantes antes comenzar a dibujar formas invisibles en el abdomen de Lan XiChen. En un tono triste susurró.

- No quiero que vayas, pero no te lo impediré. Tampoco quiero que nos detengamos pero si… tú no quieres seguir, entonces… - a tan solo unos centímetros de su mano, la erección de Lan XiChen palpitaba. Este tragó saliva un tanto indignado y es que ¿Cómo podía creer que él no lo deseaba con fuerza? ¿Acaso no podía ver la dureza en su entrepierna?

- Quiero seguir, sabes que quiero seguir. – Jiang Cheng volvió a dirigirle una mirada insegura y entonces Lan XiChen notó lo transparente que se estaba mostrando.

- Entonces deja de nombrar cualquier cosa que tenga que ver con Jin GuangYao, solo estamos tú y yo aquí. – En el momento en que hablaba Jiang Cheng dio suaves golpes en su abdomen, Lan XiChen comprendió que estaba comenzando a sembrar dudas en el menor y con culpa tomó su mano y se la llevó a los labios, besando sus nudillos.

- Lo siento. No más.

- ¿De verdad no lo amas a él? 

Esta vez Lan XiChen pudo contestar con total seguridad.

- De verdad, no a él.

- ¿Seguro?

- Completamente.

- Entonces… 

Jiang Cheng bajo la mano que sostenía el mayor para dar un rápido recorrido con los dedos por su cuello y su pecho, volviendo al abdomen y a la parte baja de este, sus dedos bailaron con delicadeza moviéndose sobre los suaves vellos que se asomaban previos a su erección. Movió su cuerpo más abajo para aprisionar sus piernas mientras tomaba sin dudas la dura entrepierna que parecía rogar por atención. La frotó y fue consciente del leve temblor en Lan XiChen. Divertido la sostuvo con una mano mientras que con la palma de la otra le frotaba la punta. Vio al hombre debajo de él abrir los labios para soltar un jadeo y se dio cuenta de que el acto no era tan terrible como parecía, solo necesitaba tocarlo como a él mismo le gustaba tocarse y tal vez podría realmente hacer algo bueno para Lan XiChen. 

Dejó caer un par de gotas de saliva sobre la erección y continuó masturbando con ambas manos, Lan XiChen hacía pequeños sonidos contenidos con la garganta en tanto tragaba saliva una y otra vez, Jiang Cheng encontró divertida la manera en que su estómago se contraía cuando él presionaba con mayor fuerza la erección que comenzaba a asomar las venas con dureza. Hubiera podido continuar toda la noche con su diversión si no hubiera sido porque Lan XiChen estiró las manos para quitarle el cinturón y sus túnicas se abrieron solas luego de ello, dejando ver que su erección también pedía una notable atención, sin embargo Lan XiChen no la tocó con su mano, tomó a Jiang Cheng por la cintura y los volteó. 

- Ey – rió mientras era recostado en la cama con la túnica puesto pero completamente abierta - ¿No ves que estaba siendo posesivo? – Lan XiChen le besó un pezón y Jiang Cheng se congeló, luego el mismo pezón fue mordido con sutileza – Oh… eso se siente… bien – enredó sus dedos entre los cabellos finos del mayor cuando este dedicó atención a su otro pezón. – mg. – el camino de besos y humedad bajó cada vez más, llevando a Jiang Cheng a la pérdida total de consciencia o eso se dijo así mismo por no haber presentido las intenciones de Lan XiChen, quien se metió la erección del menor a su muy caliente boca sin siquiera un previo aviso - ¡Ah! – golpeó la cama a cada lado de sus costados, entre sorprendido y perdido, la humedad que rodeó su entrepierna y la fuerza con que chupaba Lan XiChen solo podía considerarse perfecta mientras lo hacía temblar en tan poco tiempo, el mayor no se detuvo a pesar de su reacción sorpresiva, comenzó a embestir con la boca, usando sus manos para tomar ambos glúteos y levantar toda su parte inferior como si el peso de Jiang Cheng no fuera nada, todo para poder llevárselo a la boca con mayor comodidad.

El menor se sintió volar por bastante tiempo mientras el sonido poco elegante se extendía por la habitación con la misma rapidez en que su erección se hacía más grande y dura dentro de la boca que la chupaba.

- ¡Aah! – Jiang Cheng notó que sus gemidos comenzaban a ser demasiado bulliciosos cuando Lan XiChen comenzaba a embestir pero no podía controlarlo, intentó cubrirse la boca pero eso solo lo hizo sonar ahogados con un volumen no tan distinto. – Ouh Lan Huan… detente, todos escucharán… mg, detente…. – al escucharlo Lan XiChen se detuvo, sin embargo Jiang Cheng hubiera podido morir tranquilamente sin haber escuchado nunca el sonido que hizo su boca cuando soltó su erección. A pesar de esto, y la crudeza de la visual del mayor con todos los costados de su boca húmedos, se movió con total elegancia cuando desde la distancia dibujó un sello y lo arrojó directamente hacia la puerta.

- Nadie entra, nadie escucha. – avisó sobre el sello instalado. Jiang Cheng negó con la cabeza mientras aún veía como la parte inferior de su cuerpo estaba levantada y expuesta a su total merced, incluso entre todos sus nervios y su vergüenza, encontró algo erótico al sentirse tan expuesto frente a Lan XiChen.

- Tú tío moriría si supiera para qué estas usando los sellos secretos de la familia Lan. – Lan XiChen solo pudo asentir mientras se humedecía los dedos con una sonrisa, luego los dirigió a la zona baja de Jiang Cheng, cuando éste sintió la humedad entre sus nalgas de inmediato se inquietó.

- ¿Qué…? – pero no tuvo demasiada oportunidad para hablar, Lan XiChen volvió a llevarse su erección a la boca y trabajar diligentemente en la atención a su entrepierna. – Aaaah… mgg.

JIang Cheng levantó los brazos buscando con cierta desesperación algo por apretar, sin embargo solo pudo desordenar las sábanas a su alrededor, la boca del mayor soltó nuevamente su erección y esta vez lamió el camino debajo de ella, Jiang Cheng frunció el ceño un tanto confundido y nada lo pudo haber preparado para el momento en que la lengua de Lan XiChen se metió entre la abertura de sus glúteos.

- ¡Lan Huan! ¡Nooo! ¿Qué haces? ¡Deten…te, ah….! – una extraña sensación le recorrió la espalda y lo inmovilizó de placer, vagamente se preguntó si así se debía sentir. Sabía poco con respecto a la consumación del sexo entre mangas cortadas y efectivamente algo sabía con respecto a que esa era la zona de unión, sin embargo ¡Nadie le dijo que se sentía tan bien! Le temblaron las piernas cuando la lengua de Lan XiChen se movió con rapidez y entonces se alejó, bajando por fin el cuerpo de Jiang Cheng, dejándolo descansar en la cama y dándole la oportunidad de respirar por primera vez en varios minutos, en tanto el calor parecía querer quemarle las mejillas.

- ¿Aún quieres que me detenga? – preguntó juguetón. Jiang Cheng se sentía en su máximo punto de tensión, necesitaba más de ese toque, necesitaba a Lan XiChen.

- No, más por favor.

Lan XiChen abrió los ojos con una mezcla de sorpresa lujuriosa y Jiang Cheng estuvo seguro de que podía hacer esto, lo miró en su total desnudez y abrió las piernas en una invitación, se mordió el labio mientras miraba a Lan XiChen sujetarse la gran erección para acomodarla entre sus glúteos. Empujó suavemente y el menor arrugó el ceño hasta que debió cubrirse la cara.

Gimió de dolor.

Dolía y ardía, estaba seguro de que podía sentir la palpitación de la erección de Lan XiChen dentro de su cuerpo lo que le dio cierto consuelo.

- ¿Estás bien? ¿Salgo o empujo más? – preguntó evidentemente preocupado mientras el menor se cubría el rostro.

- ¿Aún falta más? – dijo con el tono angustiado, Lan XiChen de inmediato comenzó a retroceder.

- No… quédate dentro… solo debo… acostumbrarme – susurró muy bajo.

El mayor se quedó quieto mientras acariciaba sus muslos, una de sus manos comenzó a juguetear con la erección del otro con total intención de distraerlo, para su suerte funcionó una vez que la masturbó con movimientos constantes, comenzó a entrar más lentamente y una vez que Jiang Cheng se destapó el rostro ya estaba totalmente dentro.

- ¿Estás bien? – preguntó al notar las lágrimas en la comisura de sus ojos.

- Mm. Ya no quema.

- ¿Quemar? – su tono era inquieto, Jiang Cheng asintió sin ganas de querer agregar más palabras a su testimonio, entonces Lan XiChen se agacho para besarlo, abrazar a Jiang Cheng y voltearse mientras permanecían unidos. Cuando el menor se vio así mismo sobre el otro, estaba confundido. – muévete según tus limites, no te presiones, será igual de placentero para mí con solo verte. – susurró con ambas mejillas ruborizadas y una voz ronca.

Jiang Cheng le sonrió tímidamente. Entendió todo lo que podía hacer en aquella posición y su corazón se enterneció sabiendo que debía ser duro para el mayor permanecer dentro de él sin moverse.

Bien, Jiang Cheng quería que Lan XiChen temblara y lo hiciera temblar por lo que no dejo pasar más tiempo antes de comenzar a moverse cuidadosamente de arriba hacia abajo, deteniéndose en cuanto le doliera, lo que en realidad no era moverse demasiado debido al tamaño del mayor. No se detuvo y se masturbó así mismo mientras sentía unos largos dedos acariciar sus muslos. Transcurrieron minutos y entonces comenzó a sentir un leve placer brotándole desde el final de la espalda.

- Aah… - el suave susurró de Lan XiChen lo hizo abrir los ojos y ambos se miraron fijamente, entonces Jiang Cheng se dejó caer saboreando la mezcla de dolor y placer al tener a Lan XiChen adentro por completo. Comenzó a dibujar movimientos circulares con su cadera, sin perderse un solo detalle de las expresiones del otro – ah…

- ¿Así te gusta? – no pudo evitar preguntar.

- Así me gustas.

Jiang Cheng hizo un fuerte esfuerzo vergonzoso por ignorar su respuesta y continuó moviéndose de la misma manera, antes de que se diera cuenta ya estaba gimiendo sujetándose del pecho de Lan XiChen, intercalando sus movimientos desde arriba hacia abajo, y en movimientos circulares a su alrededor, cuando comenzaba a sentirse empoderado de la situación, Lan XiChen sujeto sus caderas y comenzó a embestir a su ritmo, demostrándole que sus músculos no eran mero adorno. Jiang Cheng se sintió saltar sobre él, y fue consciente de cómo sonaba la piel chocando entre sí, solo aumentó el libido en su mente mientras comenzaba a sudar debido a la tensión de sus músculos. 

Ambos gemían mientras se miraban e intentaban acercar y alejar y nuevamente acercar y alejar las partes del cuerpo que los unían, Lan XiChen tomó las manos del otro y las entrelazo con las suyas, luego besó una de ellas en tanto lo miraba con tal intensidad que Jiang Cheng solo podía moverse más y más para intentar responder a su mirada con los movimientos de su cuerpo.

Jiang Cheng se dejó caer hacia adelante para besarlo como si hubiera sido hipnotizado por la mirada del otro, y se derritió bajo las manos que lo sujetaban y lo guiaban por las caderas, para que continuara moviéndose, comenzó a temblar en medio de un beso.

Lan XiChen tomó su erección y comenzó a embestirla con una de sus manos mientras le besaba las mejillas.

- Aaah… Lan Huan voy a…

- Hazlo – le susurró con voz sumergida en ternura y placer – cuando quieras.

- Mg. – Jiang Cheng retrocedió para volver a sentarse sobre él, queriendo terminar sintiéndolo profundamente, lo miró mientras se sabía follado por completo desde atrás y masturbado constantemente por el frente, las piernas le temblaron y se tapó la boca cuando entre embestidas fuertes su erección soltaba el líquido blanco que cayó directamente en el abdomen de Lan XiChen, una vez que la última gota fue exprimida de su erección por la mano del mayor este tomó a Jiang Cheng por las caderas para sujetarlo mientras temblaba y continuó embistiendo, él mismo estaba tan cerca de terminar.

- A-Cheng… - llamó sin pensar, haciendo que el menor levantara su cabeza de inmediato y le diera una mirada nublada pero sorprendida – voy a… aah, ¿Puedo…?

- ¿Si puedes terminar? Mg. – preguntó mientras aún se movía entorno a Lan XiChen.

- En ti – indicó el mayor con los músculos notablemente tensos mientras lo sujetaba, entonces Jiang Cheng entendió y abrió un poco la boca para volver a gemir, asintió sin pensarlo demasiado, dos embestidas después un Lan XiChen con ojos cerrados y mejillas ruborizadas, se mordía el labio mientras temblaba y dejaba ir su orgasmo dentro de Jiang Cheng.

Permanecieron tumbados en la misma posición luego de terminar, ambos escuchaban la respiración acelerada del otro y Jiang Cheng apoyó su cabeza en el dorso de Lan XiChen, sintiendo como el pecho subía y bajaba con rapidez. Se sorprendió de lo bien que se sentía a pesar de estar sudado, pegajoso, húmedo en lugares que no solía estarlo, con cierta esencia desconocida sobre sí y rodeando toda la habitación. La crudeza del sexo no era tan mala como se la imaginó alguna vez, y ese pensamiento lo mantuvo hasta que se movió y sintió un pinchazo en las caderas.

- Ouch… estaba siendo demasiado positivo – murmuró mientras intentaba recostarse junto a Lan XiChen, quien estaba un poco adormilado cuando asintió y lo abrazó con una sonrisa. - ¿Lan Huan?

- ¿Mm? 

- ¿Estás dormido? - preguntó una vez que se acomodaron el uno junto al otro.

- Mm.

- ¿Estás soñando?

- Mm.

- ¿Qué estás soñando? – preguntó Jiang Cheng con una risa evidente adornando su tono. Lan XiChen le besó la mejilla y volvió a abrazarlo.

- Sueños pervertidos. – murmuró, Jiang Cheng fingió estar horrorizado.

- ¿Quién diría que ZeWu-Jun podría tener esos sueños? Es más, ¿Quién diría que la lengua de ZeWu-Jun podría…? – Lan XiChen levantó el rostro para mirarlo, ambos se miraron a los ojos unos segundos antes de reír y chocar levemente sus cabezas. - ¿Habrá venido alguien a buscarte? – preguntó Jiang Cheng, entonces el mayor se acercó a él y le dio un beso en la punta de la nariz.

- Solo estamos tú y yo aquí.




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