domingo, 27 de septiembre de 2020

Cuidando tus Sueños - Capítulo 7: Un soplo de vida



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Wei WuXian se sentía tan cansado dentro del sueño como en la realidad.

- Vas a dormir aquí – le dijo Lan WangJi mientras lo miraba con las túnicas desordenadas hacia la cama, Wei WuXian no pudo evitar mirar la cicatriz en su pecho mientras el déjà vu le devoraba hasta el último pensamiento...

"¿La primera noche en el jingshi?" pensó en tanto le pesaban los brazos.

¿Cómo era posible que su cansancio se trasladara incluso al sueño de Lan WangJi? Había tenido un día agotador, se forzó así mismo a practicar con Suibian hasta que el sudor le empapó las ropas y con toda la frustración que le traía la poca habilidad del cuerpo de Mo XuanYu para el cultivo, se negó a soltar a Suibian hasta que pudiera manejarla como si fuera parte de él. En fin, la noche abrazó al cielo y no lo había conseguido, lo que sí consiguió fue caer dormido en cuanto colocó su cabeza en la almohada, pero los talismanes escondidos bajo la cama y el quemador de incienso aún tenía cenizas de la noche anterior por lo que, él despertó en un sueño que no era suyo como todas las otras noches pero esta vez sintiéndose tan exhausto que la frustración le afectó el genio.

No. No era eso, no solo estaba frustrado… se sentía, ¿Deprimido mientras miraba a Lan WangJi? Quien ahora se arreglaba las túnicas para cubrir la quemadura en su pecho.

“¿Será que estoy demasiado cansado como para lidiar con las energías negativas en los sueños de Lan Zhan?” se preguntó mientras miraba la espalda de Lan WangJi dirigirse a la otra cama detrás del biombo. Contrario a lo que aconteció en el pasado, Wei WuXian se recostó en la cama sin queja alguna, dispuesto a volver a dormir.

“¿Se puede dormir dentro de un sueño verdad? Por favor dioses díganme que sí.” Acomodado bajo las sabanas de la cama principal se arropó en forma de capullo y cerró los ojos. Bien. Los párpados le pesaban, definitivamente podría dormir.

La oscuridad comenzó a avanzar en su subconsciente y cuando estuvo seguro de que se había dejado llevar lo suficiente por ello, volvió a abrir los ojos de golpe dentro del Jingshi.

“Mierda. Mi consciencia es la que es traída aquí cada vez que duermo, incluso si me duermo dentro del mismo sueño despertaré aquí con la sensación de haber sido escupido en el subconsciente de Lan Zhan”. Molesto por no poder descansar se levantó y arrastró los pies hasta el otro lado de la habitación. Quería abrazar a Lan WangJi y recibir mimos mientras podía libremente acariciarle el torso, como siempre.

Una vez en frente del hombre “dormido” recordó lo que había hecho en la realidad de aquel recuerdo, lanzarse sobre él y forcejear para luego ser entumecido hasta caer como un saco de papas sobre Lan WangJi. Bien, estaba tan cansado que no necesitaba ser entumecido, pero tampoco tenía ánimos de jugar.

Contrario a lo que sucedió, permaneció de pie unos segundos contemplándolo. El segundo maestro Lan dormía hacia un costado, llevaba su túnica interior perfectamente acomodada incluso bajo las sábanas, el cabello liso caía delicadamente sobre sus hombros y le recorría un poco del cuello. Wei WuXian tuvo la extraña sensación de algo atándose en su pecho mientras lo contemplaba… definitivamente estaba demasiado débil para lidiar con las pesadillas tristes de Lan Zhan, ¡Lo estaba consumiendo la energía del sueño! ¡Porque no era normal que tuviese tantas ganas de llorar sin razón!

Tragándose el nudo que amenazaba con subir desde su pecho hasta su garganta, se metió lentamente bajo las sábanas y sabiendo que Lan WangJi estaba despierto estiró su mano para acariciar el contorno de su nariz con un dedo, dejándolo caer en forma de una caricia que cruzó por sobre sus labios a modo de cosquillas, aunque Lan WangJi no movió los labios sí frunció el ceño y es que Wei WuXian sabía perfectamente que un roce tan delicado debía causarle cosquillas. Finalmente acunó su mejilla con su mano y permaneció en aquella postura unos momentos, en un suspiro demasiado profundo el calor de las lágrimas se extendió mientras una le recorría la mejilla y la otra goteaba desde su nariz hasta la almohada.

Lan WangJi abrió los ojos lentamente, en su mirada había la suficiente ternura como para calentar el corazón de Wei WuXian que lloraba silenciosamente y mientras lo miraba fijamente recordó un pequeño acontecer del día que había ignorado con todas sus fuerzas pero ahora parecía hacerle frente para propinarle más lágrimas o tal vez… tal vez fuera el inicio mismo de toda su tristeza y esta había esperado al momento en que su subconsciente se había relajado lo suficiente como para escapar.

Con toda la intención de molestar un poco a Lan SiZhui, entró a su cuarto para esconderse y darle un susto, pero siendo la primera vez que entraba en su habitación no pudo contenerse de darle un pequeño vistazo a lo que había en ella, muchos libros y carpetas estaban cuidadosamente guardados en el único mueble que había dedicado a guardar artefactos poco útiles, entre ellos un cuaderno con dibujos infantiles que debió haber sido de Lan SiZhui cuando aprendía a escribir o esa idea se hizo Wei WuXian debido a la mala letra en ellos y los dibujos deformes. Dio con varios “retratos” donde aparecía un Lan WangJi con cabeza redonda y cuerpo de palito, cayó en el detalle de que en todos ellos tenía una boca triste. Es muy posible que fuera la manera en que el pequeño A-Yuan percibiera al inexpresivo HanGuangJun pero también es cierto que Lan WangJi efectivamente estaba viviendo un duelo bastante largo y él sabía que Lan SiZhui podía leer con más éxito que fracaso el rostro de Lan WangJi… un sentimiento de angustia se posicionó en su corazón desde entonces, luego de revisar casi veinte dibujos similares más salió de la habitación sin propósitos de continuar jugando y con toda la intención de distraerse, tomó a Suibian y comenzó a entrenar hasta tal cansancio que realmente había olvidado el asunto… o eso creyó, al parecer el asunto se escondió en alguna parte de su mente, donde aún dolía. Junto a todas sus otras culpas… dolía.

Mientras miraba los ojos profundos de suave color dorado, se le escapó un sollozo y sin ser capaz de contenerse por más tiempo se abrazó con fuerza al cuerpo de Lan WangJi, rodeándole el torso con una de sus manos con toda la fuerza de la que fue capaz.

Presionó el puño sosteniendo la túnica del otro, intentando contener el derroche de lamentos que amenazaban con escapar, se sentía tan tenso mientras intentaba sostener con el pecho el nudo que se hacía cada vez más pesado…

Lan WangJi aún permanecía un tanto tenso y notablemente confundido, pero devolvió el abrazo, acunando con cuidado la cabeza de Wei WuXian, enredando sus largos dedos en los mechones enredados y propinando un pequeño masaje a modo de consuelo.

- Lo si-siento Lan Zhan… - logró balbucear, siendo totalmente consciente de que estaba humedeciéndole la túnica, pero qué más daba, era un sueño después de todo. La real debía estar limpia, ¿cierto? – Lo siento po-por haberte hecho esperar tanto…

Ante sus palabras el cuerpo que lo sostenía pareció congelarse un poco, luego intentó alejarse probablemente para mirarlo y constatar la veracidad de las palabras, pero simplemente Wei WuXian no estaba dispuesto a dejarlo a ir, así que lo sostuvo con más fuerza.

- ¡Te amo Lan Zhan! – soltó en un tono alto mientras aún el hipo le entrecortaba las palabras.

- Wei… Ying… - suspiró notablemente impresionado.




Y entonces el escenario cambió.




Wei WuXian abrió las pestañas húmedas mientras sollozaba. No estaba recostado en la cama posicionada en la zona lateral detrás del biombo, ahora estaba en la cama principal, sentado sobre las piernas de Lan WangJi mientras era acunado y abrazado con cierta presión, el segundo maestro Lan se movía de atrás hacia adelante en un vaivén que buscaba relajarlo en tanto sus manos daban palmaditas a modo de consuelo.

Cuando Wei WuXian notó que estaba despierto, se separó un poco de su pareja y se limpió la nariz con el dorso de la túnica, entonces miró el desastre que dejó en túnica de su pareja.

"Vaya realmente le ensucié la túnica" pensó mientras intentaba limpiarla con la manga de la suya. De inmediato, Lan WangJi le detuvo la mano, entonces Wei WuXian hizo un puchero.

- Lo siento… - Lan WangJi lo miró con el ceño fruncido en preocupación, y con la yema de los dedos le limpió ambas mejillas, aunque era inútil, las lágrimas calientes seguían cayendo.

- No… todo está bien, no llores – pidió mientras le tomaba la mano y se la llevaba a los labios, depositando un suave beso en su dorso para luego girarla y besar los dedos, Wei WuXian se golpeó el pecho con la mano desocupada, como si culpara a su corazón por su actitud, intentó respirar profundamente para calmarse y aunque el resultado era lento comenzaba a recuperar la respiración y a disminuir los sollozos.

- Creo que… yo… - desvió la mirada hacia el incienso apagado – necesito decirlo o no se irá.

- Mn. Escucharé. – susurró antes de entrelazar los dedos de sus manos. Wei WuXian bajó la mirada, dedicando especial atención a las manos que ahora descansaban sobre su regazo.

- Lo siento por haberte hecho esperar, por haberte agobiado tantos años pensando en mí… hubiese deseado que el recordarme no hubiese dolido, que nunca te hubieras sentido rechazado por mi culpa o… solo. - su voz se quebró al final, por lo que aclaró su garganta antes de continuar - Lo siento Lan Zhan… todas tus pesadillas son por mi culpa y yo… yo… - Lan WangJi lo abrazó, cortando sus palabras con la fuerza de su abrazo. El bien sabía lo triste que podía ser anhelar una segunda oportunidad por tantos años, aferrándose a aquella ilusión sin ningún tipo de esperanza lógica, pero afortunadamente aquel ya era un tema del pasado.

- Pero Wei Ying ha vuelto – le recordó en un susurró cerca de su oído – Y está aquí. Conmigo. - sabiendo que esas palabras no serían suficientes, agregó – Yo realmente no cambiaría nada de lo que sucedió mientras no estabas, no si todo ese pasado me ha llevado a ser tan feliz desde que has vuelto.




Tres latidos pasaron antes de que Wei WuXian reaccionara.




- ... ¡Lan Zhan…! - llamó mientras se revolvía de manera ansiosa entre sus brazos pero sin intención de escapar de allí.

- Está bien – susurró de pronto Lan WangJi, volviendo a depositar su mano sobre el desordenado cabello del otro, acunando su cabeza y manteniéndola contra su pecho – ahora todo está bien y es lo único que importa. Wei Ying puede descansar sin preocuparse.




Wei WuXian ya calmado del todo pero aún con las pestañas húmedas, se alejó lo suficiente como para mirar a su pareja a los ojos, el corazón le latía desbocadamente como si fuera un ave que comenzaba a aletear libremente por primera vez luego de haber cargado un peso asfixiante por horas.

Llevó sus labios hasta la mejilla de Lan WangJi y depositó un suave y casto beso.

- Te amo tanto Lan Zhan. – dijo con voz firme mientras le sostenía la mirada, Lan WangJi le regaló una pequeña sonrisa en tanto decía:

- Te amo tanto Wei Ying.

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jueves, 24 de septiembre de 2020

Intrínseco - Capítulo 51: Revelación, Parte 2



La pequeña luz que atravesaba la oscuridad hubiese sido una imagen mágica y tranquilizadora si no fuera porque los troncos que iluminaba a su paso estaban quemados y el olor putrefacto invadía cada partícula en el aire de los Túmulos Funerarios. Solo se vislumbraban las siluetas de los cultivadores mientras seguían de cerca el alma que los guiaba en ese horrible lugar, al menos la presencia de Wen Ning les daba cierta seguridad en cuanto a un posible ataque de cadáveres feroces… o al menos, a casi todos.

- ¿Y si nos lleva a una trampa? Es el alma de un Wen después de todo y ¡Nos cuida la espalda otro Wen! – Al escuchar a Jin Ling, Lan JingYi no pudo de contenerse para darle un golpe en las costillas, sin embargo entre tanta oscuridad se confundió y terminó golpeando al mismísimo Wen Ning. 

Esperó a escuchar la queja de Jin Ling sin embargo esta nunca llegó por lo que volvió a golpear y esta vez lo suficientemente fuerte como para que el golpe causara sonido. 

- ¿Qué fue eso? – preguntó alerta el mismo Jin Ling. Esta vez JingYi creyó que preguntaba por el golpe propinado en la oscuridad y no por el sonido del mismo.

- ¿Alguien te está toqueteando? – preguntó en un tono bajo, inclinándose cerca de él y aguantándose la risa. Se acercó aún más y está vez susurró cerca de su oído. - ¿Tan rápido avanzaron con SiZhui? – esta vez no pudo evitar una carcajada al final de su pregunta, no mientras imaginaba a Jin Ling hervir de la rabia por sus palabras.

- Allá atrás – llamó Lan SiZhui – dejen de reír, este no es un momento para divertirse. - Frente a estas palabras Lan JingYi puso mala cara pero no respondió, sin embargo la persona a su lado sí se disculpó.

- Lo-lo siento. – susurró con vergüenza Wen Ning, fue entonces que Lan JingYi sintió que se le enfriaba la sangre y se le paralizaba el corazón, ¿Todo este tiempo quién había estado a su lado era el general fantasma? ¿Le había susurrado al oído al general fantasma? ¡¿Había golpeado al general fantasma?!

Antes de siquiera atreverse a disculparse comenzó a caminar más rápido, intentando alcanzar a los demás por si es que el general fantasma se enfurecía de repente y lo asesinaba con justa razón, sin embargo aceleró tanto su pasó en la oscuridad que no notó a Jin Ling hasta que se estrelló con él y este a su vez con Lan SiZhui, quien empujó repentinamente a Lan WangJi. Cuando este último sintió el empuje en medio de su total concentración en su tarea, se detuvo para mirar hacia atrás, su mirada periférica era lo suficientemente hábil como para verlos a ellos estando tan cerca.

Los jóvenes no podían verlo pero notaron su presencia detenerse luego del impacto, Lan JingYi no estuvo seguro de qué había sucedido pero sí pudo notar la mirada fría y enfadada del mayor sobre él.

- ¿Qué pasa? – preguntó OuYang ZiZhen, quien caminaba un poco más alejado por lo que se había perdido de todo el asunto. - ¿Escucharon al hermano Xian?

En la oscuridad un suspiro frustrado salió evidentemente de Lan WangJi.

- Ustedes esperen aquí – dijo en un tono autoritario - Wen Qionglin quédate con ellos. – pidió en otro más cordial. Wen Ning asintió con cierta incomodidad.

Lan WangJi continuó siguiendo el alma que lo guiaba en la oscuridad mientras que los jóvenes permanecieron unidos sintiendo frío.

- Eh… - susurró confundido OuYang ZiZhen – tengo la impresión de que HanGuangJun quería arrancarle la cabeza a alguien. – todos asintieron, por lo que preguntó inocentemente - ¿Y de quien fue culpa?

- De Jin Ling por supuesto – contestó de inmediato Lan JingYi.

- ¡Fuiste tú quien chocó conmigo! – se defendió este.

- ¿Y quién dijo que podías ponerte por delante de mí? Tú tienes la culpa por caminar en frente.

- Tú te quedaste atrás, por tu culpa SiZhui empujó a HanGuangJun, ¡Ahora él se fue solo persiguiendo un alma de la secta Wen! ¿Es que quién hace algo así? Es definitivamente una trampa.

- ¡Tú también la estabas siguiendo! – gritó Lan JingYi.

- Basta. – está vez OuYang ZiZhen interrumpió – evitemos hablar mal de los Wen, SiZhui no debe sentirse feliz con tus palabras Jin Ling.

- ¿Por qué? - contestó el menor - ¡Estoy enamorado de él pero eso no quiere decir que sea estúpido y olvide todo lo que hicieron los Wen! SiZhui es diferente, se crío en la secta Lan, no se rodeó de gente avariciosa, ¡No usa túnicas rojas! Además… - se detuvo solo cuando Wen Ning encendió una pequeña antorcha de fuego y pudo ver el rostro de todos a su alrededor, dos de ellos sonriendo pícaramente por la elección de sus palabras, uno con el rostro enrojecido de manera tímida y un cadáver feroz que fingía haber visto algo interesante en el cielo oscuro. – Son unos idiotas.




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Mientras Lan WangJi seguía el alma, sacó su guqín y le pidió a esta que lo guiará con mayor rapidez, no quería actuar de manera desagradecida e impaciente, pero el solo pensar que Wei Ying podía estar en peligro le mantenía cierta presión sobre los pulmones.

El alma respondió “Llegamos” en las cuerdas del guqín, sin embargo en el lugar no había nada ni nadie, tampoco parecía haber rastros de presencias cercanas.

“Wei Ying, ¿Dónde está?” preguntó.

“El vino aquí” respondió Wen Qing, por lo que Lan WangJi comprendió que ella no sabía dónde estaba en este momento, frustrado se concentró para escuchar ruidos cercanos, pero no había nada en su campo de audición. Sus pies golpearon algo, una espada había sido abandonada en el lugar, ni siquiera tuvo que levantarla para darse cuenta de que se trataba de Suibian que emanaba vibraciones espirituales como si buscara con sus propios esfuerzos el núcleo de su dueño, sin embargo no lo encontraba.

Era extraño, no solo que Wei Ying hubiese dejado a Suibian abandonada, sino que el hecho de que no pudiese invocarla estando en cualquier lugar, precisamente porque la misma espada podía haberse guiado hasta él, tenía la fuerza para hacerlo tratándose de una espada que se había sellado así misma… las opciones posibles eran que el portador de la espada hubiese muerto, lo que Lan WangJi desestimó por autodefensa emocional y la otra opción era que su núcleo hubiese sido destruido pero la simple idea era difícil de conceder, ¿Cómo podría haber sucedido?

De pronto las cuerdas se movieron respondiendo a sus preguntas silenciosas.

“Se lo han llevado. Estaban esperando por él.”

Lan WangJi contuvo la respiración.

“¿Quiénes?”

“Secta Jin y…” Lan WangJi sintió un golpe en el estómago, de todas las sectas era la peor de sus opciones, incluso peor que YunmengJiang – “Un hombre con la maldición de los cien agujeros”

"¿Un hombre con la maldición de los cien agujeros?" repitió en su mente.

No sabía de quién se trataba, pero cuando comprendió que este sujeto debía ser culpable silencioso de la maldición del fallecido Jin ZiXun sintió su sangre arder. Aún más, porque estaba vinculado con la secta Jin.

“Gracias” tocó como una despedida para Wen Qing, sin embargo esta dio una respuesta con cierta carga sentimental.

“Gracias HanGuangJun.” – era una despedida simple pero con tonos profundos. Lan WangJi comprendió, “gracias por cuidar de A-Yuan” por lo que hizo una reverencia de cuatro segundos antes de finalmente salir de allí.

Pasó junto a los jóvenes y estos lo siguieron a trote acelerado, no sabía muy bien a donde dirigirse, pero la primera opción tendría que ser Torre Koi.




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Jiang Cheng se sentía débil, con sus poderes sellados no era más que un simple mortal hambriento y encadenado en una celda. Desde que había despertado en el lugar se había propuesto insultar de setenta y cuatro maneras distintas a su secuestrador, sin embargo ahora que lograba oír a alguien acercarse solo había espacio en su mente para ser consciente del gran hambre que tenía. La inedia era realmente agotadora sin poder espiritual.

Suspiró mientras intentaba recobrar los sentidos, no obstante solo lograba mantener una sensación de ensoñación producto de la fatiga, si tan solo su secuestrador pudiese darle un poco de agua… bah, en qué estaba pensando. Estaba secuestrado después de todo, no siendo atendido en una cómoda posada. Aun así un pensamiento extraño de Lan XiChen acercándole un cuenco con agua inundó su imaginación… oh Lan XiChen siempre parecía notar sus necesidades y estar dispuesto para satisfacerlo y Jiang Cheng tenía demasiadas necesidades, sobre todo si se trataba de Lan XiChen, sus emociones eran tan intensas que a veces le resultaban confusas, los límites de sus afectos parecían un tanto nublados… después de todo él siempre quería más de Lan XiChen… sacudió su cabeza mientras se negaba a sí mismo la opción de actuar como una damisela enamorada, mucho menos en este tipo de situación.

Las emociones que le resultaban más sencillas a Jiang Cheng eran las tajantemente claras, directas y violentas, como su odio hacia Wei WuXian, tan limpio, razonable y fundamentado que le parecía prácticamente natural. En algunas ocasiones su propio odio le causaba tanto estrés que debía instalar un costal de paja en su habitación y golpearlo con zidian incansablemente mientras imaginaba que era Wei WuXian, todo por supuesto, con fines terapéuticos.

Aún si intentaba distraerse volvía a pensar en Lan XiChen, estaba preocupado… no podía asegurar que Jin GuangYao no lo dañara, aunque sabía bien que Lan XiChen era fuerte, también sabía que era confiado sobre todo si se trataba de este hermano jurado suyo…

De pronto la puerta se abrió, mostrando al líder de secta Moling Su, quien se acercó caminando lentamente con total seguridad y prepotencia.

- ¿Y tú quién eres? – preguntó Jiang Cheng, con total intención de cabrearlo. El otro hombre levantó los grilletes y jaló las cadenas fingiendo gran concentración en aquella tarea.

- ¿Realmente no me reconoces? – le pregunto con cierta lentitud mientras le presionaba aún más las muñecas con los grilletes, pero Jiang Cheng no hizo signo de dolor alguno, lo que pareció finalmente poner de mal humor a Su She.

- Por supuesto que te reconoce – susurró una voz conocida detrás de él, pronto apareció dentro del campo de visión el sonriente y tranquilo rostro de Jin GuangYao.- solo está ofendiendo adrede, ¿verdad líder de secta Jiang? – Jiang Cheng lo miró sin sorpresa alguna y entonces estalló en carcajadas.

La risa retumbó con fuerza entre las estrechas paredes y aunque Su She llevó la mano a su espada, Jin GuangYao mantuvo el rostro intacto.

- Ay Men Yao – suspiró con el tono adolorido luego de la risa, sin siquiera detenerse en cortesías – yo sabía que no eras confiable como líder de secta, pero nunca me esperé que secuestraras a alguien solo porque no puedes asumir que tus afectos no son correspondidos – volvió a reír – eso es bastante penoso, incluso para alguien que ha caído tantas veces por las escaleras.

- ¡¿Cómo te atreves..?! - comenzaba Su She, pero fue cortado por Jin GuangYao.

- Asume equívocamente líder de secta Jiang – respondió con serenidad Jin GuangYao. – puedo comprender el porqué de tus conclusiones, sin embargo son erróneas, simplemente te necesito ausente.

- ¿De qué? – ladró a la defensiva.

- En su momento lo sabrás, por cierto… ¿Qué dijiste hace un momento? ¿Qué mis afectos no eran correspondidos? Bueno, lamentablemente seré quien tenga que informar que sí han sido correspondidos y contigo ausente… es probable que continúe de esa manera.

Jiang Cheng bufó, estaba seguro de que incluso en su ausencia Lan XiChen no volvería a mirar a Jin GuangYao… ¿cierto?

- No voy a discutir sobre a quién quiere más Lan Huan, no soy tan patético como tú, mejor vuelve a prostíbulo de donde saliste hijo de prostituta. No escapaste de allí para hacerle bien a nadie. – ante sus palabras Jin GuangYao tensionó levemente la mandíbula. 

- Su She, trae el regalo que tenemos. – ordenó al líder de secta– que mal agradecido resultaste ser y yo que te traje a quien llevas tanto tiempo buscando… 

- ¿Qué? – pero no tuvo que volver a preguntar porque Su She metió dentro de la celda a un joven muy similar a Wei WuXian, solo que este se veía como un adolescente y bastante demacrado, su ropa estaba cubierta de vómito y sangre, bajo sus ojos cerrados dos bolsas grandes de color púrpura lo hacían lucir terroríficamente pálido. Vestía de negro y gruñó cuando fue arrojado con brusquedad al suelo para también ser esposado con gruesos grilletes.

Su She intentó bloquear su poder espiritual pero no tardó en encontrar algo extraño por lo que volvió a repetir el acto.

- No te molestes, no tiene núcleo. Ahora suelta los grilletes del líder de secta Jiang y dejémoslos tener una tranquila conversación. Volveré más tarde, con otra visita. – anunció Jin GuangYao, aunque Jiang Cheng no lo estaba escuchando, permanecía congelado observando minuciosamente al adolescente que estaba inconsciente en frente de él, tanto así que no reaccionó al momento en que Su She soltó sus grilletes y es que en verdad, no hubiese podido defenderse incluso si lo hubiera querido, su poder había sido sellado y con ello la gran parte de su fuerza.




La puerta del calabozo retumbó con fuerza cuando se cerró y Jiang Cheng permaneció allí, quieto, observando con un nudo en el estómago que solo parecía enredarse cada vez más mientras pensaba y pensaba que estaba en frente de Wei WuXian de quince años.

Buscó desaforadamente invocar el odio que había en él, pero no lo encontró. Enfrente estaba el Wei WuXian quien le ganaba en cada competencia, quien lo arrastraba a perseguir ghouls de agua, quien recibía los golpes por él, quien se culpaba cada vez que Jiang Cheng se metía en un embrollo muy grande, todo para que su padre no propinara regaños hacia su persona. En frente de él estaba el rostro visible de lo que había extrañado por tanto tiempo, no el hombre que asesinó supuestamente a su hermana y a su cuñado, no el hombre por el que asesinaron a sus padres ni quien se había puesto del lado de Lan WangJi en aquella cueva de bestia, tampoco era el que protegió a los Wen e incluso abandonó a su familia, no era quien había roto sus promesas. Era el rostro del Wei WuXian que las hizo.

Jiang Cheng se acercó lentamente y se arrodilló junto al joven que parecía delirar en fiebre, olía tan bestial como los túmulos funerarios mismos y fácilmente pudo reconocer que estaba en un muy mal estado, inconscientemente colocó una mano en su frente y sintió el calor… bien, al menos estaba vivo.

- No puedes morir en manos de nadie más, idiota. – le dijo antes de darle una sonora bofetada que buscaba despertarlo.

Con mucha dificultad Wei WuXian abrió los ojos a duras penas y frunció el ceño cuando reconoció al hombre en frente de él.

- No es momento para dormir, levántate. – ordenó, sin embargo Wei WuXian volvió a cerrar lo poco que había abierto sus ojos. - ¡Que te levantes! ¿No me oíste? – aunque el adolescente parecía haber caído nuevamente en la inconsciencia Jiang Cheng le dio una inofensiva patada en una total indicación de que se pusiera de pie, aun así Wei WuXian no abrió los ojos. Entonces Jiang Cheng se agachó y los sacudió - ¡Levántate! ¿Eres Wei WuXian, no? ¡Eres Wei WuXian! El Wei WuXian que yo conozco no se queda en el suelo, ¡Párate!

En su último grito lo sacudió con tanta fuerza que el flácido adolescente golpeó el costado de su cráneo con el muro de piedra donde se apoyaba, el “crack” hizo que el cuerpo de Jiang Cheng se paralizara.

– Ey, cuando dije que no podías morir en manos de nadie más no quise decir que quería asesinarte de inmediato – dijo rápidamente con culpa mientras revisaba la magnitud del golpe, afortunadamente solo había sido un fuerte cabezazo. Pero Wei WuXian continuaba pareciendo un peso muerto… Jiang Cheng se colocó la mano en el pecho con frustración, sentía ganas de vomitar por el tumulto de emociones, tanto resentimiento y tanto anhelo mezclados no eran una buena combinación, ¿Tal vez se sentiría mejor si los vomitaba? Pero no tenía nada en el estómago para al menos hacerse creer que ese era el contenido de sus náuseas.

En toda su vida jamás vio al joven ni al adulto Wei WuXian en semejante estado, sus ojos estaban tan hinchados que hicieron que la misma rabia de Jiang Cheng se redujera a cenizas y no es que él fuese compasivo pero… es que simplemente no podía culpar al rostro, para él había dos Wei WuXian uno antes y uno después del cultivo demoníaco, siempre pensó que se encontraría con el segundo, pero no… a quien encontró fue a quien siempre extrañó. 

Finalmente se agotó de su propio esfuerzo emocional, se recostó en el suelo, acomodó toda la paja que encontró alrededor y luego acercó a sí a Wei WuXian, recargando la cabeza de este en su hombro con total intención de sujetar su peso el tiempo necesario.

- Bien, dormiremos, tal vez mañana te sientas mejor… y si es así, entonces… te golpearé un poco – susurró con cansancio.




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Wei WuXian abrió los ojos luego de un par de horas, se sentía extremadamente débil y podía asegurar de que poseía una segunda capa de piel que consistía en suciedad y otras especies, ¿Cuánto había dormido? ¿Dónde estaba? No había demasiada luz en el lugar, pero cuando notó una presencia junto a él dio un gran salto.

A tres metros de él, Jiang Cheng abrazaba sus propias piernas mientras lo miraba directamente a los ojos con cierto aire deprimido. Wei WuXian tragó saliva con fuerza, ni siquiera había procesado como sentirse con respecto a Lan WangJi y ahora tenía que encarar al hermano a quien le había fallado.

- Sí recuerdas – dijo de pronto Jiang Cheng, luego bufó – por un momento pensé que eras una reencarnación o alguna de esas mierdas. Si no te hubieses acordado de nada entonces no me sentiría bien cobrando venganza.

Wei WuXian frunció el ceño y miró alrededor.

- Puedes matarme en este mismo instante si quieres, no me defenderé.

- Cómo si necesitase que te defendieras. – rió con amargura. Ahora los separaban quince años de experiencia, definitivamente podría darle su merecido. – ¿Qué carajos hiciste para volverte joven? – Wei WuXian no pudo evitar sorprenderse por el tono relativamente amigable con el que estaba hablándole. 

- Volví a nacer.

- Ah. – “algo poco” quiso agregar Jiang Cheng, pero no quería sonar tan amistoso. Por su lado Wei WuXian se acomodó en la misma postura que el otro, abrazando sus piernas tanto como los grilletes lo dejaban. 

- Estuve en la secta de BaoShan SanRen hasta hace un par de meses, crecí allí – le dijo con total naturalidad, como si nunca hubiesen sido separados por malos entendidos, heridas y quince años.

- ¿Y nunca te dignaste a hacerme saber que habías vuelto? – preguntó Jiang Cheng ofendido, sabía que estaba sonando estúpido estimando la situación, pero simplemente no podía entender cómo es que Wei WuXian no consideró la opción de visitar lo que quedaba de su familia. Tal vez él lo hubiese intentado asesinar en el acto, pero ese es otro tema.

- No recordaba todo lo que sucedió, fue tan solo… unas horas atrás que lo hice. No sabía que me odiabas, hasta que… - susurró hasta que su voz se apagó con dudas.

- ¿Hasta qué?

- Te vi… en La Profundidad de las Nubes.

- ¿Qué hacías allá? – preguntó sorprendido y contrariado, el líder de secta Jiang se acercó un poco de manera inconsciente a Wei WuXian - ¿Cuándo?

- Hum… ¿Recuerdas a ZeWuJun dándote un abrazo? ¿Y tú… prometiendo el desayuno al día siguiente? – el saber que Wei WuXian conocía ese hecho lo hizo morderse la lengua con fuerza, ya estaba comenzando a avergonzarse por lo que recurrió a la violencia en su tono.

- ¡¿Cómo sabes eso?!

- Bueno… - Antes de que el adolescente pudiese decir algo más la puerta se abrió de un solo golpe.

Su She entró y los miró con desprecio a ambos.

- Arriba – ordenó con voz de mando. Cuando olfateó un poco sus facciones se arrugaron en evidente asco y le dedicó a Wei WuXian una mirada de repulsión. Este lo observó con detalle y no pudo evitar preguntar.

- ¿Y tú quién eres?




De pronto Jiang Cheng no pudo contenerse y ya fuera por la tensión emocional vivida en las últimas horas, la situación o el simple déjà vu de la pregunta, comenzó a reír cabreando visiblemente a Su She.

- Veo que están cómodos – susurró Jin GuangYao mientras entraba llevando a alguien de la mano, los dedos entrelazados y la cercanía entre ellos hizo que Jiang Cheng dejara de respirar. – Da-Ge, te traje para que vieras a las visitas. – pero Lan XiChen, quien se mantenía extrañamente hipnotizado observando a Jin GuangYao, ni siquiera volteó para mirar a Jiang Cheng, solo parecía tener ojos para su hermano jurado.



- ¿Lan… Huan? – Jiang Cheng permanecía reteniendo el aire mientras lo observaba, sintió que su pecho se presionaba con brusquedad cuando el mismo Lan XiChen inclinó el rostro para depositar un suave beso en la mejilla de Jin GuangYao.

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domingo, 20 de septiembre de 2020

Intrínseco - Capítulo 50: Revelación, Parte 1



- ¡A-Xian! – llamó nuevamente Jiang YanLi en medio del campo de sangre formado en Ciudad Sin Noche.

- ¡Shijie! – gritó el quinceañero con pánico evidente en la voz, al mismo tiempo en que el Wei WuXian que estaba sobre el gran tejado enfrentándose con Lan WangJi detenía sus movimientos para voltearse y buscar a Jiang YanLi entre los combatientes del campo de batalla, los cadáveres levantándose y los miembros desmembrados en el suelo.

"¿Qué es esto?" se preguntó el quinceañero mientras se miraba así mismo sobre un tejado con una mirada feroz, tenebrosa e histérica. Frente a él yacía un Lan WangJi más joven, con un ceño fruncido severamente en evidente preocupación. Todo lo demás era caos, alrededor la gente combatía contra cadáveres que aumentaban progresivamente en número solo en cuestión de pocos minutos.

Para el quinceañero Wei WuXian todo comenzaba a tener sentido.




La figura de una mujer se dibujó en un escenario anexo a la batalla.




- Te oí llamarlo por su nombre de nacimiento hace un rato. Eres bastante atrevido, ¿no? – aunque el rostro era severo y el tono era indudablemente el de un regaño, Wei WuXian se percató del cariño en la mirada de esa chica.

"Esa es... Wen Qing."

Otra parte de sus sueños repetitivos comenzó a cobrar sentido, la mujer que parecía dura y que alguna vez le invitaba a una cena de agradecimiento había vivido con él, habían llegado a ser muy buenos amigos de hecho.

Pero ella ya no estaba, ni tampoco el niño de mejillas gordas que llevaba consigo.

Todos los Wen habían muerto, él no había podido proteger a nadie.

En el otro escenario una espada atravesó la piel de Jiang YanLi y ella no alcanzó a dedicarle sus últimas palabras entre alientos dolorosos. Todo por protegerlo con su vida. A él, al hijo de un sirviente.

En el momento en que la vida se fue de los ojos de Jiang YanLi, el Wei WuXian del pasado y también el del presente cayeron de rodillas y propinaron un grito de dolor desde las entrañas.

Este era él, el respetado cultivador que siendo tan joven había generado expectativa con su talento y sus atributos, el joven desobediente que pasó meses completos castigado en La Profundidad de las Nubes solo por decir cuanta cosa pasara por su cabeza, el hijo de un sirviente y adoptado por una familia que perdió, el hermano que cedió su núcleo espiritual marcando así lo que solo sería una futura vida de perdida tras perdida. Ese era él, el cultivador demoníaco que generó pánico en todas las sectas, él que nunca mató injustificadamente pero aun así se le atribuían los horrores más inéditos del mundo de la cultivación.

¿Y ahora quién era?

¿El discípulo de BaoShan SanRen?

¿O el desertor de YunmengJiang?

El saberse ambos lo hizo gritar nuevamente mientras permanecía de rodillas, Jiang YanLi había muerto por su culpa. Los Wen había muerto por su descuido, por su imposibilidad de protegerlos, su familia completa había sido atacada luego de su provocación a Wen Chao, ¡Todo era por su culpa! Todos a quienes había querido habían muerto por su culpa.

En medio de todo el pánico que le causó la revelación, su estómago se revolvió y el vómito le brotó sin previo aviso, una, dos, tres veces, se sujetó el estómago sin ser consciente de lo que sucedía a su alrededor. Un gemido llamó su atención y el quinceañero volvió a levantar el semblante solo para encontrarse con otra catastrófica escena frente a él.

Un hombre de cabello largo y blancas túnicas estaba cargando a un herido Wei WuXian. Con cuidado lo depositó dentro de una cueva y palpó sus heridas para tantear la de mayor gravedad, sin embargo y aunque sus intenciones eran evidentes, Wei WuXian le golpeó las manos y lo empujó con poca energía.

- ¡Piérdete!

- Wei Ying... - susurró dolido el otro hombre. Era evidente que su estado no era mucho mejor que el de Wei WuXian, aun así se mantenía empeñado en curar sus heridas y traspasarle energía espiritual a pesar de que apenas y tenía para sí mismo. 

- ¡Piérdeeete! – volvió a gritar, propinándole esta vez un empujón más fuerte, lo suficiente como para alejar al hombre débil.




"¿Qué es esto?" se preguntó el quinceañero que contemplaba la escena.

"No recuerdo esto..." al ver la mirada perdida de su yo pasado, no le fue difícil concluir que la energía resentida había bloqueado gran parte de su consciente.

- ¡Piérdete! – volvió a gritar su yo pasado y el quinceañero Wei WuXian solo pudo volver a vomitar.




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Aún pasados varios minutos mantenía la respiración agitada luego de las convulsiones en su estómago, volvió a levantar el rostro para encontrarse a un herido Lan WangJi recibir latigazos en tanto Lan Qiren le repetía una y otra vez la misma regla, azote tras azote parecía retumbar y hacer eco en la oscuridad que le rodeaba. En el escenario en contraparte podía ver los túmulos funerarios incendiados y los cuerpos de los Wen arrojados en el piso, incluyendo el de Wen Qing.

- Lan Zhan... ¿Qué hiciste Lan Zhan? – preguntó sin entender. – siempre me odiaste... ¿verdad? – susurró para sí mismo, recordando un par de miradas frías y de evidente crítica ante sus actitudes. Wei WuXian no comprendía del todo lo que estaba observando, pero sí había algo que se plantaba en él con pesada claridad.

Su yo presente realmente se había enamorado de Lan Zhan. ¡Del aburrido Lan WangJi! Y eso no era lo peor, sino que este mismo hombre tan conocido por su fuerte moral, había fingido devolverle sus sentimientos, había compartido cama con él, había respondido sus mimos aunque siempre con cierto límite, siempre marcando una distancia y ahora Wei WuXian podía comprender parte del por qué.

Sentía la cabeza desordenada pero podía con ello, con lo que no podía era con un corazón demasiado pesado. La pregunta le salió más alta de lo que hubiese querido y más ahogada de lo que había sonado su voz jamás.

- ¿Por qué estoy vivo? ¿Por qué seguí viviendo? ¿Se supone que es un castigo? ¿No es demasiado cruel? – en medio de su lamento y gimoteos, la oscuridad desapareció y dio paso al interior de la cueva.

Si había creído que salir de la ensoñación sería menos doloroso se equivocó, porque podía oír las voces al exterior de la cueva, la realidad de su vida actual lo esperaba con los brazos abiertos para cuando saliera.

¿Qué le diría a Lan Zhan? ¿Qué explicación le daría Lan WangJi? Probablemente creyera que alguien como él no merecía ninguna. Tal vez incluso él mismo lo creyera también. No recordaba haberse sentido tan humillado en sus dos vidas.

Reconocía los recuerdos como propios y aun con todo el peso amargo que traían, no pesaban más que el dolor de un corazón lastimado por un tipo de afecto distinto.

Apretó los puños y caminó fuera de la cueva, ignorando completamente como los fantasmas y los amuletos parecían querer decir algo pero no se atrevían a acercarse demasiado.

A la salida de la cueva, más temprano que tarde se encontró a Lan WangJi mirando directamente en sus ojos con una profunda preocupación. Y entonces notó que sus sentidos se nublaron en furia, ya fuera un estado de defensa personal, la reacción a la humillación o a tanto dolor, se sintió tan furioso que el pecho le quemaba hasta arder.





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En cuanto Lan WangJi colocó un pie en la cueva, el instinto le congeló el cuerpo frente a dos ojos de color rojo. Wei WuXian lo miraba tan amenazadoramente que le hizo sentir una presa, su ropa estaba sucia y maloliente con lo que concluyó debía ser vómito.

- Supongo que el honor de los Lan se ha manchado bastante en estos quince años. – le dijo con voz filosa, Lan WangJi se encontró así mismo incapaz de dar un paso adelante y no es que el miedo lo hubiera paralizado a tal punto, sino que el dolor en aquellos ojos rojos le rogó cierta distancia. No pudo evitar sentir que había lastimado a Wei Ying, no estaba seguro del por qué, pero de todas maneras prefirió tomar una actitud precavida.

- Wei Ying – lo llamó con cariño, prácticamente una caricia en su voz y Wei WuXian pareció inclinarse un poco aunque el rojo en sus ojos se mantenía intenso, entonces comenzó a hablar con tanta rapidez que las palabras parecían pisarse entre ellas.

- Debí parecer un imbécil durante quince años y aún más desde que salí de la montaña. – el tono de su voz era claramente frío y poco controlado – nunca pensé que HanGuangJun podía actuar tan bien, ¿Para qué fingir HanGuangJun? ¿Para mantenerme encerrado y evitar que cause caos? ¿Tal vez era ir demasiado lejos solo asesinarme? ¿O es que habían planeado humillarme de otras maneras durante un par de años más? ¿No es suficiente? – la voz se le rompió en la última de las preguntas y sin habérselo propuesto miró directamente en los ojos dorados de Lan WangJi, solo para sentir como se le contraía el pecho en el acto. - ¿Cómo pudiste fingir que me querías durante tanto tiempo?

- ¿Fingir? – repitió aparentemente confundido Lan WangJi.

- ¿En qué se ha convertido la secta Lan? – apretó los dientes mientras intentaba contener las lágrimas. Sangre corrió entre sus dedos debido a lo apretado del agarre en sus puños, si no hubiese sido porque los jóvenes llegaron corriendo para entrar en la cueva y sin embargo se detuvieron congelados al verlo, no hubiese notado el mal estado en que estaba.

- Wei Ying cálmate... estás equivocado.- pidió con cautela Lan WangJi, quien lentamente se acercó a él. Ya lo había visto en ese estado descontrolado antes, con los ojos tan furiosos, frustrados y dolorosos como en este momento, y si aquella vez no lo abandonó tampoco lo haría ahora.

- Aléjate -amenazó dando un par de pasos atrás.

- Te lastimaras... - susurró sin pensar y es que claramente, ningún cultivador podría acumular tal cantidad de energía resentida sin lastimar su núcleo espiritual, el mismo Lan WangJi no entendía como aún podía soportar su núcleo. 

Ante el susurró de Lan WangJi, Wei WuXian solo pudo reír con amargura, ¿Podía estar más lastimado? el dolor latente era tal que hasta pensó en que la muerte le sería un regalo e incluso la tortura física podría ser bien recibida, pero jugar con sus sentimientos de aquella manera... hacerle creer que era correspondido... tal vez hubiese sido más fácil si la efusividad de sus sentimientos no fuera tan intensa como para querer hacerlo arrojarse a esos brazos en medio de toda aquella situación, tal vez... hubiese querido engañarse un poco más, solo que la realidad le había azotado demasiado fuerte y mentirse ya no era una opción.

"Lan Zhan mintió, todo el tiempo, Lan Zhan mintió." Se repitió.

Cuando Lan WangJi se percató de que Wei WuXian parecía hacerse pequeño en su lugar, se acercó lo suficiente como para intentar tomar sus manos, sin embargo y para su sorpresa Wei WuXian lo tomó por la solapa de las ropas y lo sacudió con violencia.

- ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué me dejaste actuar como una doncella enamorada todo este tiempo?! ¡¿Por qué no me lo dijiste?! ¡¿Por qué tú... fingiste quererme?! ¿Por qué? – su voz bajó de volumen cada vez más hasta volverse un susurró. Lan WangJi no hizo nada por soltar su agarre, por el contrario, se mantuvo firme en aquella cercanía mientras procesaba las palabras que acababa de escuchar.

¿Fingir? ¿Cómo podría creer que él había fingido?

- Wei Ying... yo, no es... - Aunque planeaba consolarlo y explicarle todo lo que necesitase no contó con que Wei WuXian lo alejara antes de permitirle ordenar sus pensamientos, para luego salir corriendo de allí.

En todos los planes que había disipado sobre sus reacciones, en ninguno de ellos estaba la posibilidad de que Wei WuXian escapara de aquella manera.

No se detuvo para mirar a ninguno de los jóvenes, como tampoco a Wen Ning, Wei WuXian corrió por los túmulos funerarios y se escondió en la oscuridad abrasadora que había en el lugar, en menos de un minuto había desaparecido de la vista de Lan WangJi, dejándolo congelado con un corazón aún más frío a la entrada de la cueva.

- ¿Fingir? - susurró el segundo maestro Lan, casi asqueado.

Durante los segundos que sintió los pies congelados al piso, repasó en su mente las palabras dichas por el quinceañero. No era necesario que nadie le dejara en claro que recuperó todos sus recuerdos, lo que le fue difícil de creer no fue solo que hubiese tomado sus actos como fingidos sino que... a lucir por sus palabras, y a pesar de haber recuperado sus recuerdos... parecía, o eso quería creer... parecía como si Wei WuXian, su Wei Ying, también lo quería.

Lan WangJi sacudió la cabeza, no era el momento para priorizar egoístamente sus sentimientos ni para indignarse por las conclusiones del quinceañero, debía buscarlo y decirle directamente que incluso si él no correspondía sus sentimientos habiendo recuperado todos sus recuerdos de su vida pasada, pues... incluso si así fuera, permanecería junto a él.

Lamentablemente cuando se dio vuelta con la completa intención de buscarlo, notó que la totalidad de los túmulos funerarios fuera de la cueva misma, estaba completamente oscura, no solo él y los jóvenes serían un blanco fácil de los cadáveres feroces sino que él mismo Wei WuXian podría serlo.

- ¡Wei Ying! – llamó con la voz más alta que le hubiesen escuchado los jóvenes a un par de metros de distancia. Sin embargo, nadie respondió, ni siquiera podían escuchar o sentir más presencias que las propias, encontrar a Wei WuXian allí sería tal vez, imposible.




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Wei WuXian se sentía asqueroso siendo consciente de lo sucias que estaban sus túnicas, prácticamente se estaba mezclando con el aroma putrefacto de los túmulos funerarios y por mucho que odiase ese nublado lugar no pudo evitar sentir que era donde merecía estar.

Conociendo el lugar como la palma de su mano caminó hasta un arroyo seco en medio de la oscuridad, el lugar donde solía llevar a A-Yuan a saltar sobre los troncos viejos, secos y cortados. El lugar donde pasó horas sintiéndose miserable y frustrado en años pasados, esta vez lo veía en las mismas circunstancias pero en una vida distinta... o tal vez no tan distinta, después de todo, seguía enredado con las mismas personas, cometiendo los mismos errores, cargando las mismas culpas y peor aún... enamorado hasta las entrañas. 

Llevando esta vez un corazón roto dejó caer el total de su peso sobre el tronco ahora quemado, allí se abrazó así mismo siendo totalmente consciente de que estaba absolutamente solo en todos los sentidos que importan.

Nuevamente solo contra el mundo.

Es que, ¿Qué tantos pecados cometió en sus vidas anteriores como para tener que pagarlos en dos vidas juntas? ¿Siquiera tenía sentido? ¿Cuándo tenían suficiente los dioses?

Se miró las manos preguntándose, ¿Quién era ahora? ¿Dónde debía ir?

Se recordó así mismo furioso y viendo de reojo como los jóvenes habían escapado de su furia y pupilas rojizas, tal vez recobrando la idea de lo que fueron pesadillas infantiles causadas por la horrible leyenda del "Patriarca Yiling". Eso era después de todo, un personaje en un cuento de terror, uno infinitamente solo y miserable. Entonces notó lo extraño en la cuestión.

¿Cómo había podido utilizar tanta energía resentida en su momento de furia sin que su núcleo espiritual colapsara? Si podía incluso sentirse en sus cabales dentro de un lugar con tanto resentimiento como los túmulos funerarios, eso solo quería decir que...

Rápidamente se quitó las ropas putrefactas y las lanzó al suelo, no podía verse debido a la oscuridad pero sí podía sentir la piel cicatrizada de una cirugía que nunca vivió, no en esta vida al menos.

Intentó canalizar su poder espiritual para invocar su espada arrojada en algún lugar de la cueva pero esta a duras penas se acercó, llegó con dificultad en una clara demostración de su lealtad incluso en circunstancias débiles, pero eso solo fue una prueba de lo que ya estaba claro en su mente. 

Cerró los ojos con pesar.

- Se ha ido.

Otra vez, se había quedado sin núcleo espiritual. 

Y ni siquiera le importó el por qué, solo era otra cuestión más en una lista de pesares. 




En medio de la nueva revelación se sintió sumamente cansado mientras permanecía sentado en aquel tronco, de pronto un hipo se le escapó con fuerza.

- Oh no – dijo con una carcajada falsa – otra vez, parece que me he vuelto débil en esta vida, ¿eh? – se dijo así mismo mientras limpiaba un par de lágrimas que habían brotado junto al hipo. Dejó su espada a un lado del tronco, y se sostuvo el rostro con ambas manos, sofocando el dolor de las nuevas pérdidas.

Se hubiera podido quedar allí escondido, pero sabía que tarde o temprano podía ser encontrado por Lan WangJi y era precisamente lo que menos quería. El conocía el lugar, no necesitaba de luz ni guía para salir de los túmulos funerarios, ni siquiera le importaba el por qué el lugar estaba tan terriblemente oscuro y posiblemente poseído por algo, tampoco le importaron los amuletos, quería salir de allí, ir muy lejos donde no pudieran encontrarlo, hacer un agujero y enterrarse vivo.

No fue consciente de que dijo todo ello en voz alta hasta que una voz le contestó a sus espaldas.

- Yo tengo otros planes para ti. – antes de que Wei WuXian pudiese darse vuelta, estaba siendo sostenido fuertemente con un pañuelo cubriéndole la boca. Comenzó a perder la inconsciencia casi de inmediato, después de todo ya no tenía poderes espirituales y no era nada más que un humano normal. Intentó invocar a su espada pero aunque esta sí tocó su mano careció de la fuerza para desenfundarla por lo que la dejó caer solo unos segundos antes de que él mismo cayera desmayado.

En algún lugar de su mente... sabía que había escuchado esa voz antes.

"¿Jin... GuangYao?" pensó demasiado perdido como para encontrar su propia boca y verbalizar sus palabras.




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Lan ZiYuan no era un discípulo Lan destacado fuera de la Profundidad de las Nubes a pesar de tener un cultivo considerable, esto para él era justamente una de las mayores ventajas para moverse sigilosamente entre las sectas y prestar atención a detalles con total éxito en pasar desapercibido. Gracias a ello, sabía unas cuantas cosas sobre Torre Koi y no le fue difícil encontrar la habitación usualmente utilizada por su primo Mo XuanYu. Alertando sus sentidos cuando encontró esta vacía, se dirigió a la del mismísimo Jin GuangYao sabiendo que este era su único cercano en toda la secta. Aunque solo luego de media hora vigilando la puerta tuvo la oportunidad de adentrarse al interior, se encontró nuevamente decepcionado por no descubrir absolutamente ni una pista del paradero de su primo, de manera que se escondió dentro de la misma habitación a la espera de cualquier noticia que captaran sus oídos.

La paciencia era una de las mayores virtudes de un discípulo Lan, y tuvo sus recompensas cuando escuchó la conversación de los discípulos de guardia que caminaban fuera de la habitación.

- ¿Dónde está el líder de la secta Moling Su? Me había pedido que le consiguiera té de jazmín.

- LianFangZun lo envío a dejar un paquete fuera de la ciudad, probablemente tengas que esperar hasta mañana para entregarle eso.

- ¿Hasta mañana? ¿Qué tan lejos fue?

- No lo sé, pero llevaba consigo una carroza y un burro porfiado que debía empujar cada tanto... considerando la actitud del burro dudo que pueda moverse muy rápido.

Lan ZiYuan quien se mantenía dentro de la habitación escondido, sintió algo molestar en su interior. Por supuesto que en aquella carroza debía ir Mo XuanYu... pero, ¿Estaba bien? ¿Era demasiado exagerado de su parte preocuparse tanto? Simplemente era extraño que no lo hubiese encontrado, que nadie hubiese visto a Mo XuanYu por ningún lado y más aún que él mismo no hubiera empujado a su burro hacia donde fuera que se dirigiera.

Sí, algo andaba mal.

Buscaría a Mo XuanYu como si este fuera una aguja en un pajar de ser necesario.

Con aquel pensamiento esperó al momento preciso para salir de la habitación, se subió a su espada y comenzó su viaje.




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Lan WangJi desenfundó a BiChen para iluminar el camino mientras intentaba seguir la dirección en la que fue invocada Suibian, pero la oscuridad no le facilitaba observar con precisión el lugar en que la espada se había perdido. En un suspiro totalmente frustrado sintió que alguien jalaba suavemente su túnica.

- HanGuangJun... - susurró Lan SiZhui que lo miraba con gesto sumamente preocupado.

- Espera con los demás. – ordenó, sin embargo Lan SiZhui no se movió ni le soltó las ropas, deteniéndole nuevamente el paso cuando Lan WangJi no tenía tiempo que perder, esta vez el mayor volteó completamente para mirarlo de frente.

- SiZhui – ordenó nuevamente con resolución y aunque este tembló bajo la mirada molesta en los ojos dorados, se mantuvo de pie sin soltarle la manga.

- Te-tengo una idea. – logró decir mientras sentía los ojos nublados, si su idea no resultaba realmente tendría mucho por lo que sentirse culpable después. – preguntemos... dónde está él. – Lan WangJi lo miró sin comprender del todo, hasta que vio el fino dedo de Lan SiZhui apuntando al alma brillante de Wen Qing que aún permanecía cerca. – Parece que quiere cooperar.




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Intrínseco - Capítulo 49: Sombras, Parte 2



El crujido de la hierba seca destruyéndose bajo sus pies era lo único que se oía en la entrada de los túmulos funerarios, Lan WangJi solo se detuvo para ordenarle a Lan JingYi que permaneciera afuera y este obediente y frustrado se había detenido, porque bien sabía que los túmulos funerarios era un lugar de temer para un cultivo que aún no era lo suficientemente maduro, al menos no como para dejar de significar una carga para el mayor. En tanto Lan WangJi se adentraba en la montaña, notó como el camino se oscurecía hasta hacer difícil distinguir el día en toda esa oscuridad, ralentizó su andar y sus sentidos se activaron a medida que sus ojos expertos se convertían en una ayuda inútil.

A medida que avanzó hacia la oscuridad en absoluta ceguera debido a la nula visión del paisaje, concluyó que estaba caminando en círculos, su memoria le recordó ciertas texturas y piedras ya pisadas en un pasado casi inmediato. El sonido de un cuervo se oía a poca distancia y al siguiente minuto podía apostar que lo oía aún más cerca, curiosamente siempre parecía a estar a un paso de él cuando pisaba algunos troncos desordenados y húmedos del suelo, pero ¿Por qué debería estar caminando en círculos? 

Lo único de lo que podía sospechar era la extraña posibilidad de un truco pensado para alejar visitantes, pero ¿Por qué? Él había estado antes en los túmulos funerarios y jamás lo había experimentado, sumando a que su base de cultivo no era fácil de engañar con trucos espirituales... al no ser que justamente este no fuera uno de ellos.

¿Un amuleto podía hacer algo así o había un tercero en cuestión?

Antes de que Lan WangJi pudiese darle más vuelta al asunto, un gruñido sonó muy cerca de él y en cuanto desenvainó a bichen pudo visualizar al cadáver feroz que se lanzaba con rapidez hacia su figura, por pura cuestión de memoria muscular lo cortó antes de que lograra tocar sus ropas.

Antes de finalizar un suspiro de alivio, otro cadáver apareció y antes de que terminara con él notó que estaba rodeado.

Había caído en una trampa.

No solo no llegaría a Wei WuXian, sino que tal vez no saldría vivo de allí.




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Lan JingYi estaba de pie en la entrada de la montaña, si observaba a su derecha podía ver el día comenzando a brillar sobre el pueblo de Yiling, pero si volteaba su izquierda solo observaba oscuridad en los túmulos funerarios. Era definitivamente un lugar peligroso y aterrador ¿Y él debería haber seguido a HanGuangJun, no es cierto? Estaba convencido de que eso era lo correcto y al mismo tiempo también sabía que estorbaría de haber sido el caso.

- ¡Aaaah! ¡¿Por qué soy tan débil!? – golpeó un árbol seco que tenía cerca y suspiró con agresividad, cuando levantó el pie para volver a patearlo un níspero oscuro cayó y golpeó su cabeza, el golpe provocó un sonido hueco que hizo eco en los alrededores. - ¡Aaaaah! – Volvió a gritar el joven Lan mientras se enredaba los dedos entre sus cabellos - ¿Y si HanGuangJun no vuelve? – ante esa posibilidad un fuerte nudo le apretó la garganta – No, HanGuangJun es fuerte, él más fuerte. Cálmate JingYi cálmate – se dijo así mismo – solo debes esperar a SiZhui, él sabrá que hacer ¡Porque tú solo parece que no sirves para nada! – se lamentó en un fuerte quejido antes de caer en el suelo y abrazar sus propias piernas mientras se apoyaba en el árbol – quiero morir... soy tan inútil, ¿Qué se supone que debo hacer?

Se sintió tan triste que solo pudo dejarse consumir por la frustración mientras se apretaba contra aquel árbol como si este pudiese absorberlo y borrarlo del mundo. Con la mirada baja enfocó los ojos en el oscuro níspero que había golpeado su cabeza y que ahora descansaba cerca de sus pies.

- ¿Por qué es negro? – susurró de manera casi inaudible, sin embargo dos pequeños pies aparecieron en su enfoque, luego una mano tomó el níspero y escuchó el crujir de la mordida. Levantó la mirada para encontrarse a Shaymin masticando mientras le sonreía. – Es una fruta de los túmulos funerarios – le dijo sorprendido - ¿Por qué estás comiendo eso? ¿te quieres morir acaso? – dándose cuenta de lo absurda de su pregunta se abofeteó así mismo y volvió a bajar la mirada – olvidé que no puedes morir.

Shaymin frunció el ceño mientras masticaba.

- ¿Quieres un poco? – preguntó inocentemente, Lan JingYi observó como el níspero era oscuro por dentro también.

- Paso. Yo sí puedo morir envenenado.

- Precisamente por eso te la ofrecí, ¿No dijiste que querías morir? – dijo con soltura mientras se sentaba frente a él. Incluso cuando Lan JingYi mantenía la mirada baja el pequeño cuerpo de Shaymin entraba en su campo de visión al sentarse en el suelo.

- ¿Siempre espías a los demás? – el niño asintió de inmediato - ¿No sabes lo molesto que eres? ¿Desde hace cuánto que te ríes de mí a mis espaldas? – a pesar de que el tono de Lan JingYi era inusualmente agresivo Shaymin mantuvo el buen humor.

- No quieres escuchar eso, ¿De verdad no vas a querer? Ya casi se acaba – cantó – además no es venenosa, solo tiene este color porque los nutrientes de este lugar son distintos. – como si estuviese más que harto de la situación Lan JingYi hizo rodar sus ojos.

- De todas maneras, ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué no ayudas a HanGuangJun? Xian San... quiero decir, Wei WuXian podría estar en peligro ¿Es tu amigo, no?




Esta vez fue Shaymin quien suspiró con frustración. 




- No puedo entrar en ese lugar y confío en que Lan WangJi podrá ayudarlo de ser necesario.

- ¿Cómo puedes asegurar eso? ¿Acaso no sabes las cosas horribles que se dicen de este lugar? ¡HanGuangJun podría salir lastimado!

- Lo sé – el tono de Shaymin fue serio por primera vez – pero a pesar de ser un inmortal mi núcleo se ve afectado cada vez que tengo contacto con cantidades grandes de energía resentida, si entro yo...

- Pf, ¿De qué sirve ser inmortal si no puedes combatir la energía resentida? - Lan JingYi se puso de pie sintiéndose molesto, tan molesto que se sentía extraño, la frustración y la tristeza que nadaban dentro de él lo descolocaban, de pronto tuvo ganas de llorar y patear, las emociones negativas fueron tan grandes que no pudo evitar sentirse muy ajeno así mismo. Además notó la crudeza de sus palabras y miró con culpa a Shaymin, después de todo ¿Por qué tenía que cargar sus enfados en alguien más? ¿Qué culpa tenía el pequeño inmortal de que él se sintiera completamente inútil?– Yo... no quise decir...

Shaymin observaba su pecho con suma concentración y luego sonrió con evidente comprensión, aunque aún había cierta tristeza en la sonrisa que se dibujó en sus labios usualmente burlones.

- No dijiste una mentira de todas formas – arrojó lo que quedaba del níspero lejos y se puso de pie - es parte de haberme vuelto inmortal siendo chiquito. Ven, pon tus manos aquí – tomó la esmeralda que colgaba de su cinturón y la sostuvo frente a él – la energía de este lugar te está afectado.

- ¿Eh? - Lan JingYi miró confundido pero hizo lo que se le indicó. No había notado que había sudor frío en su espalda y en el costado de su cuello hasta que tomó la piedra y cierta energía le recorrió con calidez las venas, quitándole la tensión en ciertos músculos y relajándolos a su paso.

- Cuando la energía yin entra en tu sistema produce negatividad y cierta pesadez sofocante. Tu núcleo es fuerte para tu edad, pero aún no lo suficiente como para defenderse por sí mismo de una gran cantidad de energía yin.

- Pero dijiste que la energía yin te afectaba, ¿Cómo es que no estás afectado tú? – lo miró confundido, una brisa los sacudió y removió el cabello liso y recto de Shaymin, dándole una apariencia desordenada pero Lan JingYi tuvo la sensación de sus ojos no eran realmente infantiles.

- Me afecta, tengo ganas de vomitar – respondió riendo – pero puedo soportarlo. – Lan JingYi frunció el ceño y respiró profundo, tomando la piedra con ambas manos, notando como su energía parecía disiparse y lentamente volvía a sentirse como él mismo – ¿Cómo esto alivia?

- Es una esmeralda, de por sí purifica, aunque no es la funcionalidad que tiene en mí realmente. – Shaymin puso sus manos sobre las de Lan JingYi, aumentando con su propia energía el flujo que limpiaba la energía yin del joven.

- Una esmeralda... recuerdo haber estudiado que los diamantes puros pueden acumular grandes cantidades de energía pero, ¿Por qué la llevas siempre? Note que siempre cuelga de tu uniforme, ¿es como la ficha de jade Lan?

- Algo así, pero es un escudo personal – confesó, por un momento las manos del niño se concentraron en las que descansaban sobre Lan JingYi, frunció el ceño.

- ¿Qué paso? ¿Te sientes mal tú ahora?

- No, estoy bien – Shaymin alejó sus manos y se rascó la cabeza aún con el ceño fruncido.




"Creo que la energía resentida también me está afectando, ¿Por qué me siento tan incómodo?" se preguntó el niño.




- Cuando SiZhui llegue aquí se sentirá decepcionado porque no he ayudado a HanGuangJun en lo absoluto – lloriqueó el joven Lan con un puchero en los labios –Jin Ling y ZiZhen se reirán de mí.

Shaymin bufó.

- Eres un Lan – le recordó – Lo que menos debería importarte es qué piensan de ti.

- ¡Por supuesto que me importa lo que piensen de mí, la reputación es...! - antes de que pudiese terminar Shaymin lo cortó en un tono sumamente serio.

- Escúchame. Busca satisfacción en la vida que vives contigo mismo y deja de enfocarte en como vives en la mente de los demás, todo lo que saben y esperan otros sobre ti es imaginario, si te concentras en embellecer como te observan o en conservar esa imagen solo traerás un vacío ridículo sobre ti mismo, la única necesidad espiritual y lógica que tienes es cumplir frente a tus propios criterios. Sabías que al entrar en los túmulos serías una carga para Lan WangJi así que decidiste obedecer y facilitarle las cosas, ¿Sientes que puedes hacer más? Bien, piensa en otra manera de ayudar pero arrepentirte y pensar en arriesgar tu vida solo porque desilusionarás a otros... ¡No puedes hacer algo tan estúpido! 

"Incluso siendo JingYi." Pensó para sí mismo.

El Lan permaneció congelado observando a Shaymin, solo luego de un momento susurró una respuesta, aunque con evidente reproche en ella.

- Pero si solo te quedas observando como los tuyos se arriesgan... es inmoral.

- Sería inmoral si pudieses hacer algo por ayudarlos JingYi, pero esto está muy por sobre tus habilidades o las de tus compañeros... de todas formas, no olvides lo que te dije. Los Lan tienden a formarse entre tantas reglas que suelen perderse así mismos entre ellas. - Lan JingYi asintió, sintiendo de pronto que estaba siendo regañado por un mayor.

- Hum... ¿Por qué siento que estás diciéndome esto para evitar arrepentimientos? – Shaymin le sonrió con calidez pero no le contestó.

- ¿Te sientes mejor?

- Ah, sí. – Lan JingYi soltó la piedra y se concentró en cómo su cuerpo parecía renovado de energía. - mucho mejor.

- Tus amigos están cerca, no entren solos, dejen que sea Wen Ning quien los guíe.

- ¿Wen Ning? – preguntó confundido, entonces un grito de OuYang ZiZhen se sintió a la distancia.

- ¡JingYi hemos llegado al rescate! – grito al descender de su espada, notando que Jin Ling y Lan SiZhui estaban descendiendo sumamente cerca el uno del otro, entendió que eran buenas señales.- Bueno ya que, no hay malos entendidos supongo que podemos salvar el trasero de Xian SanRen ahora.

- JingYi – llamó Lan SiZhui – el dueño de la posada nos indicó que habían corrido de esta dirección, pero... ¿Y HanGuangJun?

- Está dentro, me pidió que esperara afuera.

- ¿Y lo dejaste entrar solo? – preguntó Jin Ling antes de bufar – que leal eres.

- Si entraba con él solo sería una molestia. – se defendió con total seguridad en sus palabras – ¿Verdad niño inmortal? – se volteó para mirar a Shaymin pero el niño no estaba a su lado ni se veía por los alrededores - ¿se fue?

- ¿Quién se fue? – preguntó Lan SiZhui.

- ¡Dejen de perder el tiempo! Tenemos que entrar, no seremos útiles estando aquí. - gritó OuYang ZiZhen mientras desenvainaba su espada. 

- ¿Y qué haremos cuando estemos adentro? – preguntó Jin Ling - ¿Apoyaremos a Wei WuXian?

- ¡Pues le pediremos una explicación! – le respondió con obviedad OuYang ZiZhen. – ya lo conocemos, es molesto e insoportable pero es nuestro amigo. No parecía haber actuado sobre su personalidad frente a nosotros e incluso desconoció al general fantasma, algo extraño hay en todo esto y será mejor que sea él quien nos lo explique.

- Estoy de acuerdo – se sumó Lan SiZhui. Lan JingYi asintió para sumarse y Jin Ling solo suspiró.

- Pero... - susurró Jin Ling dudoso - ¿Cómo entraremos? Podría ser peligroso, este lugar tiene muy mala fama.

- Sobre esto... - comenzó Lan JingYi, volteandose y buscando con la mirada hasta que dio con una silueta de hombros caídos que se acercaba tímidamente – Ha llegado nuestro guía.




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Un cadáver feroz mordió su rodilla izquierda y otro su tobillo derecho, aunque intentaba moverse con cuanta agilidad le había dado la práctica, no podía moverse con libertad en medio de la oscuridad y el desconocimiento de lo que lo rodeaba.

¿Dónde estaba Wei WuXian? ¿Estaba bien? Esas preguntas no dejaban de repetirse en su mente y de adormecerle los dolores físicos, ¿Cuánto tiempo llevaba luchando con los cadáveres? Presentía que al menos cerca de una hora, ¿Wei WuXian habría aguantado una hora de lucha contra ellos? La desesperación comenzó a aumentar mientras sus movimientos se aceleraban con violencia, tenía que llegar a él, como fuera.

En medio de toda la agitación una pequeña luz se movilizó frente a sus ojos, a simple vista pudo notar que era un alma, no un alma cualquiera, sino que una con la voluntad lo suficientemente fuerte como para dejarse ver y exigir una petición. A Lan WangJi solían acercársele las almas mientras tocaba el guqín, a veces atendía sus caprichos y escuchaba sus arrepentimientos, pera era la primera vez que una se acercaba a él sin que estuviera tocando su instrumento y eso solo podía significar algo, él conocía aquella alma.

Observó lo poco que podía del lugar que pisaba mientras bichen se movía en su defensa e iluminaba precariamente a su alrededor, estaba cerca de lo que habían sido los cultivos plantados por los mismos Wen y solo un nombre se presentó en su mente. 

- ¿Wen Qing? – como una revelación el alma se iluminó aún más y comenzó a distanciarse lentamente, indicando en una sutil señal el camino de salida.




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Los jóvenes formaron un tren sujetándose las ropas, uno detrás de otro, había sido Lan SiZhui el único lo suficientemente valiente como para sujetar las ropas del general fantasma mientras eran guiados hacia el interior de los túmulos funerarios. Wen Ning ni siquiera había tenido que moverse demasiado para patear en la oscuridad a los cadáveres que se acercaban, por supuesto que para él era más fácil, podía detectar sus energías sin necesitar de la vista, el olfato o la audición.

Durante el camino Jin Ling escondió el rostro bajo la zona posterior del cuello de Lan SiZhui, lo que hizo que este olvidara como caminar a momentos.

Lan JingYi aceptó ir al último porque estaba seguro de que en comparación a Jin Ling y OuYang ZiZhen, tenía mejores habilidades defensivas en caso de ser atacados. Afortunadamente nada ocurrió cuando la luz nuevamente llegó a ellos.




- ¡HanGuangJun! – gritó con miedo Lan SiZhui cuando visualizó a un herido Lan WangJi acercándose con la túnica manchada en sangre.

- ¡¿Qué sucedió?! – gritó de inmediato Lan JingYi, lanzándose cerca de él y buscando rápidamente medicinas a tientas entre sus ropas.

- Lo atacaron los cadáveres por demasiado tiempo... - susurró Wen Ning, sin embargo solo obtuvo una respuesta corta por parte de Lan WangJi.

- Gracias por escoltarlos. – con un gesto respetuoso hacia el cadáver feroz los jóvenes se quedaron helados, ¿Moriría Lan Qiren si veía al respetado Lan WangJi agradecer a un cadáver feroz?

- HanGuangJun... sus heridas... - lloriqueó nuevamente Lan JingYi con medicina entre las manos, sin embargo el mayor no las aceptó, había algo más importante en sus prioridades y entonces un fuerte grito se lo recordó.

A tan solo unos metros de ellos estaba la gran cueva, desde donde provino un grito tan lamentable que le recordó a Lan WangJi un escenario angustiante y sangriento de Ciudad Sin Noche tantos años atrás.

- Wei Ying... 

No le fue difícil para Lan WangJi plantearse las opciones, o bien Wei WuXian estaba siendo torturado físicamente o... había llegado el día en que sus recuerdos se desbloquearan del todo.

Como fuera, sus piernas reaccionaron de inmediato pero nada lo preparo para lo que vio dentro de esa cueva.




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