Wei WuXian lo atrapó por la espalda y entonces Jiang Cheng perdió.
Siempre perdía los juegos, los combates y cualquier competencia contra Wei WuXian. Lo odiaba porque entonces habría ceños fruncidos, suspiros decepcionados y habladurías, sin embargo Wei WuXian no perdía por darle en el gusto ni por facilitarle las cosas, era algo que le gustaba de su dinámica de perdedor, prefería perder a obtener una ganancia vacía, entonces había dignidad en ser el segundo, claro que eso no sería suficiente para hacer feliz a nadie pero al menos disminuía su sentir miserable.
Miró a Wei WuXian reír mientras le mostraba las papas que había intentado hornear para su excursión, sin embargo las había quemado. El sacó de su propio bolsillo los bocadillos que su hermana le había dado en secreto, precisamente porque sabía que Wei WuXian intentaría cocinar y por supuesto, eso nunca salía bien.
Comieron juntos mirando el sol del atardecer reflejarse en las aguas del muelle.
Eran días felices y despreocupados, donde la mejor parte de su vida aún estaba presente, donde él aún no le había arrebatado demasiado.
No sabía si agradecer los sueños que le traían paz o detestarlos porque le recordaban lo que perdió, el caso es que cuando abría los ojos siempre estaba solo.
O eso fue así antes de esta sesión de conferencias.
Lan XiChen estaba en la habitación cuando él despertó, a cierta distancia leía con suma atención sus lecturas matutinas mientras un desayuno descansaba en la mesa. Jiang Cheng se incorporó de inmediato, como si deseara dejar los recuerdos buenos y al mismo tiempo amargos en la cama. Se vistió con rapidez, cubriendo en lo posible toda la piel expuesta. Al notar aquello el mayor aguantó una risita.
- Ya no estoy herido, ¿Qué dirán los líderes de secta si te ven salir de mi habitación? – preguntó para evitar el incómodo silencio.
- Que he sido atento en traer el desayuno para ti. No es tan extraño, lo hago con A-Yao también. – ante esa mención Jiang Cheng sintió un peso en el estómago y la sonrisa que se había dibujado en sus labios mientras iba hasta la mesa, se desvaneció. - ¿Pasa algo?
- No – intentó disimular en un tono neutro – gracias por el desayuno, pero creo que el líder de secta Lan debería ir a su habitación en este momento.
- Oh... entiendo si quieres un poco de privacidad – fue lo primero que pensó ante la mención formal.
- La quiero.
- Entonces... - Lan XiChen caminó hasta la puerta – nos veremos en la reunión.
- Ajá.
- Hasta... más tarde. – el mayor no recibió respuesta, entonces salió de la habitación y suspiró. – eso fue... frío.
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- ¿Estás seguro de que debemos ir en esta dirección? – preguntó OuYang ZiZhen a Wei WuXian quien recolectaba flores durante el camino.
- No tengo la más mínima idea – contestó con ligereza – ¡Lan Zhan, haré una corona de flores para ti! Las tertulias rojas quedarán muy bonitas con la tez de tu piel.
- Deja de ser hormonal y dinos qué camino tomar ahora – gruñó Lan JingYi. Wei WuXian suspiró y apuntó con su mentón a la pequeña figura de un niño que caminaba delante de ellos.
- Es él quien nos guía al siguiente amuleto, no tengo idea de a dónde nos lleva, por si no lo han notado no habla.
Lan JingYi y OuYang ZiZhen se miraron con desconfianza, este último fue el primero en protestar.
- ¿Estás seguro de que no nos llevará a algún cementerio donde pueda invocar más niños como él y comernos vivos?
- Estoy de acuerdo en que parece el tipo de fantasma que haría tal cosa – declaró el joven Lan. El niño de ojos grandes que caminaba delante de ellos de pronto se volteó a mirarlos lentamente, la mirada más sombría que le había visto Wei WuXian entonces. Todos tuvieron un escalofrío.
- ¡No es cierto! – le dijo Wei WuXian al niño – solo es la manera en que los chicos dicen que quieren jugar contigo. – ante estas palabras el niño cambió evidentemente el ceño y OuYang ZiZhen comenzó a sudar frío cuando el niño se acercó a él y estiró sus brazos.
- ¿Q-qué quiere hermano Xian?
- Creo que quiere que lo cargues.
- ¿Yo? ¿Por qué yo? – el niño de ojos grandes insistió sacudiendo levemente los brazos levantados.
- No lo sé, le gustaste más que JingYi supongo.
- ¿Por qué eres feo JingYi? – llorisqueó OuYang ZiZhen mientras permanecía congelado - ¿ves lo que haces?
Atravesaron medio bosque mientras el niño era llevado en brazos por un tenso OuYang ZiZhen, el niño apuntaba en una dirección y todos le seguían. En tanto, El silencioso Lan ZiYuan abandonó la cacería para volver a Gusu e informar lo ocurrido, Lan SiZhui y Jin Ling parecieron tener la intención de sumarse a su marcha, sin embargo ninguno se atrevió a decir algo al respecto, permanecieron en silencio alejados el uno del otro y de todos los demás.
Al llegar a un pozo se detuvieron.
- ¿Es aquí? – preguntó Wei WuXian al niño que se sacudía hasta salir de la comodidad de los brazos del joven. Asintió y miró dentro del pozo, volvió a apuntar dentro.
- ¿Quiere que... entremos?
- Shaymin dijo que él nos guiaría hasta el siguiente amuleto, también dijo que él mismo como inmortal no podría entrar a este lugar y no estoy seguro del por qué pero será mejor que nos preparemos para el peligro. ¡Ey, SiZhui, Jin Ling, ya que están desconcentrados manténganse atrás, ¿Está bien?! – ambos chicos desviaron la mirada de él y no le respondieron. Wei WuXian encontró extraña esta actitud pero era usual en él hacer enojar a alguien hasta el punto en que esa persona quisiera ignorarlo, pero estaba seguro de que al menos a Lan SiZhui no lo había molestado hasta ese punto. Pensando en que no era asunto suyo se movió hasta Lan WangJi y acomodó la corona de flores rojas en su cabeza. Formuló la palabra "Hermoso" con su boca a pesar de que no dijo ni una sola palabra y entonces, entró en el pozo junto al niño. Los demás lo siguieron.
Esperaban encontrar agua, una cueva o al menos un lugar atestado de cadáveres feroces, sin embargo una vez que se lanzaron al pozo comenzaron a caer y caer, y de pronto estaban cayendo por demasiado tiempo y a gran velocidad sin tocar nunca el fondo del pozo. Entraron en pánico y OuYang ZiZhen pareció competir con Lan JingYi sobre quien gritaba más fuerte. El niño de ojos grandes pareció divertido por ello y se volteó en el aire oscuro varias veces para sonreír abiertamente, lo que solo causó más terror en los jóvenes asustados.
Fue solo después de una docena de minutos que la oscuridad al fondo pareció disiparse y una luz iluminada se apreciaba desde más allá del final, sin embargo una vez que toparon el agua no se encontraron con un final, sino que con un comienzo. Estaban dentro de otro pozo, uno que estaba casi seco por completo.
- ¡¿Qué mierda?! – gritó OuYang ZiZhen, Lan WangJi frunció el ceño cuando miró al exterior y fue el primero en salir del pozo con tan solo un leve salto. Su rostro solo pareció dibujar más angustia cuando procesó el paisaje frente a él. Wei WuXian y los demás salieron con más dificultad debido a las paredes interiores llenas de musgo resbaladizo.
- ¿Están todos bien? – preguntó por primera vez Lan SiZhui mientras se sacudía el feo color verde de las ropas blancas.
- ¿Qué lugar es este? – preguntó el otro Lan.
Estaban frente a una montaña con un considerable olor putrefacto, la energía resentida se filtraba tan densa en la brisa que casi era visible al ojo humano. No había nada vivo allí más que el grupo de jóvenes, y eso los hizo sentir que estaban llegando al final de su camino, sofocados percibieron cual sería la respuesta antes de que alguien la dijera.
- Los túmulos funerarios. – le respondió Jin Ling mientras apretaba los puños. – Estamos en Yiling, el pozo nos trajo hasta aquí.
- ¡Espera un momento! – lo detuvo Lan JingYi, todos voltearon a mirarlo - ¿Me estás diciendo que ese pozo nos trajo desde la provincia de SiChuan hasta Yiling? ¿Es decir que desde un comienzo pudimos haber llegado hasta esa lejana montaña congelada si nos hubiésemos lanzado por este pozo? ¿Qué tipo de transporte es este? ¿Uno que construyó el Patriarca Yiling? Déjenme hacerle un altar a ese...ouh - Lan JingYi recibió un codazo en el estómago por parte del joven OuYang.
- Cállate que harás estallar a la joven amante. – Lan WangJi suspiró de manera notable y el joven Lan comprendió el acuerdo tácito bajo su resignación, ante sus palabras descuidadas sería evidentemente castigado al volver a GusuLan.
El sonido incómodo se rompió cuando las tripas de Wei WuXian decidieron ser protagonistas. De inmediato Lan WangJi le dio la espalda a los túmulos funerarios.
- Comeremos antes de monitorear el área.
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Jiang Cheng detestaba las reuniones en donde el líder de secta Yao se desempañaba como vocero, principalmente porque gastaba palabras innecesarias en halagos por al menos la mitad de la reunión. Por supuesto que sus halagos eran solamente dedicados a los líderes de sectas prominentes, para suerte de Jiang Cheng su ceño fruncido solía ser suficiente para alejar su saliva de su persona... o no, no está vez al menos, en que su boca casi sonreía. Había olvidado el mal de la mañana cuando Lan XiChen abandonó su puesto habitual para sentarse a su lado, dejando a LianFangZun a la cabeza de la reunión sin apoyo alguno y no es que lo necesitase, pero la simple visual de su persona de baja estatura sin el respaldo de Lan XiChen era considerablemente distinta a lo habitual.
- Lider de secta Jiang por favor pruebe esto – pidió el líder Yao. – Es una fruta que solo crece en una pequeña provincia al este de Zhejiang, como sé que gusta de la preparación del té he traído para usted una variedad que se aplica junto al té verde. – Jiang Cheng hizo todo un esfuerzo por no fruncir el ceño, por el contrario asintió en agradecimiento con una expresión suave. Como si el líder Yao nunca se hubiera esperado esa respuesta, de inmediato comenzó a hablar con familiaridad – al parecer, al genio del líder Jiang le favorece compartir con la amabilidad del líder Lan. – ante esto Lan XiChen apretó los labios y Jiang Cheng pudo adivinar que quería reírse de él. Esta vez su ceño si se frunció.
- ¿Qué es lo que está insinuando? – no esperaba molestarse realmente, solo darle un susto para evitar más habladurías, sin embargo otra frase llegó a sus oídos.
- Al parecer lo han domado. – Inmediatamente se volteó para buscar el origen de esas palabras, sin embargo todos los presentes enmudecieron ante su mirada furiosa. Todos habían escuchado las palabras ligeras dichas en voz alta y fue Jin GuangYao quien calmó los ánimos antes de que explotaran.
- El líder de secta Lan suele contagiar con sus modales y amabilidad, no se sienta avergonzado si ha llegado a sentir tranquilidad gracias a su compañía, nos ha ocurrido a todos los presentes. – consoló a Jiang Cheng quien continuaba evidentemente molesto.
- Es cierto... - se atrevió a agregar el líder Yao mientras salía de su vista y volvía a su asiento. Cuando Jiang Cheng volteó para mirar a Lan XiChen, notó que este le sonreía a Jin GuangYao, una especie de agradecimiento tal vez, pero se sintió molesto. Quiso gritarle que fuera a sentarse con él ya que parecía preferirlo, pero por supuesto que no podría hacerlo así que no le quedó de otra que reprimir su furia y permanecer en silencio en su asiento.
Para cuando las reuniones terminaron ya era tarde, le dolía la cabeza y aún faltaba el completamente inútil banquete. El solo quería estar un rato con Lan XiChen, una última noche antes de volver a YunmengJiang. Con ello en mente, le pidió a una sirvienta de la secta Jin que le permitiera entrar en la cocina y él mismo prepararía un poco de sopa de raíz de loto para Lan XiChen, no era mejor sopa que la de su hermana, pero definitivamente era mejor que el desabrido pasto que solía tragar la secta Lan a diario.
La sopa de raíz de loto cabía perfecta como un platillo ligero para calentar el cuerpo antes de dormir y esperaba que fuera el caso, ya que probablemente Lan XiChen no faltaría al banquete ni rechazaría una invitación de su hermano jurado por lo que era probable que ya hubiese comido para cuando llegase a su habitación.
Porque él esperaba verlo en su habitación.
Dejó las costillas en la sopa y se fue hasta su habitación para buscar algunas raíces de loto en sus bolsas de qiankun, recordaba haber guardado algunas precisamente por si extrañaba un poco el sabor de sus tierras. Una vez que llegó al pasillo de las habitaciones, sus oídos sensibles detectaron murmullos con voces conocidas. Alguien estaba discutiendo, y cuanto más se acercaba a su habitación más se convencía de que las voces venían precisamente de allí. Se quedó de pie detrás de la puerta.
La voz de Jin GuangYao sonaba tan herida que él mismo sintió lástima, la que se esfumó cuando la voz de Lan XiChen pareció indecisa al responder.
- Dámela... – pidió Lan XiChen.
- No la tomé porque lo hubiera planeado solo estaba allí y...
- Solo dámela A-Yao – esta vez su tono sonaba un poco más firme, pero aún suave, dolido y complicado.
- No sabes cuánto quise que me la dieras... - susurró - ahora que la tengo no quiero devolverla, ¿Es como entregar tu corazón, no es así? – Lan XiChen no respondió - ¿Qué estoy hablando? Ni siquiera eso tuve, nunca me diste la cinta.
- A-Yao por favor deja de hacerte más daño del necesario, deja la cinta.
- No te dejaré. – susurró de pronto Jin GuangYao con total dedicación en su tono – no puedo hacerlo. No sé cómo tu... como tú puedes renunciar a mí pero yo...
- A-Yao yo no he renunciado a ti – dijo Lan XiChen y el líder Jiang sintió un fuerte golpe en la boca del estómago – el enfoque de nuestra relación se había distorsionado y ha vuelto a ser lo que era antes, pero yo continuaré siendo... - un sonido ahogado se había escuchado cuando el líder de secta Lan fue cortado en mitad de su frase, Jiang Cheng pudo intuir que sucedía, pero aun así necesito abrir las puertas y confirmarlo.
Se congelo cuando vio los labios de Jin GuangYao posados sobre los de Lan XiChen, quien no parecía resistirse mientras solo vestía una túnica interior, sus brazos estaban levantados en una posición tensa pero no parecía alejar al otro, él estaba tan sorprendido que se percató incluso un momento después que el mismo Jiang Cheng había entrado en la habitación y este lo miraba intensamente, con tanta intensidad que Lan XiChen sintió que debía despedirse de sus piernas.
- Líder de secta Jiang – saludó Jin GuangYao, quien parecía haber recuperado la compostura – lamento haber utilizado su habitación para una conversación tan personal con el líder Lan, pero ya que Da-Ge insistió en quedarse aquí e incluso ha tomado un baño aquí, me vi en la obligación de...
- Esta es su secta después de todo, no es como si yo pudiera decirle a donde ir – respondió Jiang Cheng en total control de sí mismo o eso parecía en el exterior al menos, porque para Lan XiChen sus ojos continuaban pareciendo asesinos. Se sintió nervioso y no precisamente por sus piernas o su vida.
¿Qué problemas traería para la secta YunmengJiang una enemistad con el líder de LanlingJin?
- De todas maneras ha sido muy irrespetuoso que entrara en su habitación... - se disculpó Jin GuangYao con una pequeña reverencia, Jiang Cheng le contestó en un tono neutro.
- Lo que ha sido irrespetuoso es que toque lo que no es suyo.
- ¿Disculpe? – pregunto Jin GuangYao, Lan XiChen abrió considerablemente los ojos, ¿Realmente Jiang Cheng se atrevería a discutir con Jin GuangYao por su persona? Eso no podía ser bueno, sin importar de donde lo mirara.
- La cinta – indicó el líder Jiang, apuntándola con un pequeño movimiento de su mentón - ¿No le está pidiendo el líder de secta Lan que le devuelva la muy importante cinta del Clan Lan? ¿La que solo debe ser entregada voluntariamente a quienes ellos decidan? Me sorprende que ZeWu-Jun aún se la pida amablemente, si hubiera hecho algo como esto con HanGuangJun... - negó con la cabeza como si estuviese espantado de solo pensarlo, que por supuesto no era el caso. Jin GuangYao miró la cinta en su mano y la dejó sobre una mesa cercana, luego se volteó a mirar al mayor en la habitación.
- Da-Ge por favor no llegues tarde al banquete. – no esperó una respuesta y salió de la habitación sin voltear, antes de que siquiera diera dos pasos fuera del lugar Jiang Cheng ya había cerrado las puertas con fuerza y notables intenciones de ser bullicioso en ello.
Miró a Lan XiChen a los ojos, quien estaba en una túnica interior, con un cabello mojado que indicaba había tomado un baño momentos atrás, la cinta de su frente estaba sobre su cama y sus elegantes ropas colgaban del biombo a la distancia, estaba semi desnudo frente a él, y... estaban solos.
Sin su cinta no habían regulaciones, y Jiang Cheng no pudo reprimir el impulso de recordarle sus palabras, porque quería que Lan XiChen fuera completamente suyo.
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Lan WangJi pidió habitaciones individuales para dar espacio a los jóvenes, con toda la intención de dar privacidad a los dos retraídos que estaban demasiado silenciosos. Luego de la comida habían planeado marchar a los túmulos funerarios, pero debido a que Wei WuXian se durmió, el mayor Lan les permitió a los otros jóvenes tener un descanso y advirtió que se prepararan para la cacería nocturna, ninguno sabía lo que les esperaba en el mismísimo hogar del Patriarca Yiling pero aún faltaba para las ocho de la noche y era el momento perfecto para salir o escapar sin llamar la atención.
Jin Ling saltó desde la ventana hasta la calle solitaria y oscura de Yiling, caminó en medio de la tranquilidad y no pensaba voltear, no cuando no sabía cómo despedirse ni pretendía dar explicaciones. Cuando llegó al muelle, pensaba en tomar un bote e ir solo hasta Yunmeng, tal vez las tranquilas aguas le podrían ayudar a consolidar sus decisiones, estaba en ello cuando una silueta de ropas blancas lo miró desde la orilla del muelle.
- ¿Por qué huyes? – preguntó Lan SiZhui. Sus ojos se veían tristes al mismo tiempo en que un cariñoso afecto nadaba en su mirada. Jin Ling no quería despedirse, no quería hablar, solo quería marcharse a casa, sin embargo una idea se le plantó con firmeza en ese momento, ¿Y si algo le sucedía a sus amigos? Tal vez una advertencia podría hacer la diferencia.
- No me gustan las despedidas. – susurró con tono complicado mientras continuaba buscando un bote con la mirada, dio con uno desocupado y amarrado a la orilla del muelle pero Lan SiZhui le cortó el paso con su cuerpo.
- Entonces no te despidas.
Jin Ling lo miró a los ojos unos momentos.
- Tengo que... - bajó el volumen de su voz cuando vio a Lan SiZhui acercarse a él de modo que rompió la distancia y sintió que respiraban la misma brisa, sus torsos se rozaron y Jin Ling sintió los latidos de su corazón bombeando en sus oídos ante la proximidad tan repentina. Pensó en protestar ante su actitud, pero cuando miró a Lan SiZhui su mente se volvió un tanto ligera, podía mirarlo y perderse en sus expresiones suaves, sobre todo en la manera en que sus pestañas creaban sombras en sus mejillas, ¿Estaba somnoliento? se veía un poco cansado, Jin Ling se acercó un poco más sin ser consciente de ello. Los minutos avanzaron y ellos continuaban allí quietos. - ¡¿Es que acaso no me vas a besar?! – casi gritó. Lan SiZhui sonrió en total tranquilidad y dirigió los labios a los suyos con una lentitud que les permitió saborear la proximidad.
Jin Ling cerró los ojos y apretó las manos.
Los labios de Lan SiZhui fueron amables rozando los suyos, que estaban apretados en una fina línea y no es que Jin Ling no hubiese querido besarlo mejor, pero se sintió inseguro sobre el sabor que tendrían sus propios labios. Para su deleite fue el joven Lan quien besó suavemente el contorno de sus labios, concentrándose en el labio superior y luego en el inferior, dando un par de toques suaves antes de separarse del todo. Le mantuvo la mirada con cierta ternura.
- Quédate... - pidió en una súplica. Lan SiZhui había tenido días difíciles, con total inseguridad sobre sus recuerdos y sus sospechas, estaba tan hartado de su propia confusión que quiso poder librarse de su negatividad compartiendo con su compañía favorita, pero ahora que veía a Jin Ling marcharse se sintió deprimido.
- Será mejor para ustedes que yo no siga aquí – susurró sin mirarlo, aún con las mejillas enrojecidas y los puños apretados – ten cuidado.
- ¿Será mejor para quién? ¿Lo dices por qué Xian SanRen te salvó en la montaña?
- No lo nombres – dijo con evidente tono despectivo y odio en los ojos, lo que sorprendió a Lan SiZhui, solo había visto a Jin Ling reaccionar de tal manera ante la pronunciación del Patriarca Yiling.
- ¿Sucedió algo entre ustedes? ¿Te hizo algo? – la idea de Xian SanRen hiriendo a Jin Ling no encajaba en su mente, pero tal vez sus bromas fueron demasiado lejos esta vez, eso si tenía más sentido sobre Xian SanRen.
- SiZhui... solo ten cuidado con él. Ese tipo no es lo que parece. – Lan SiZhui frunció el ceño evidentemente confundido, Jin Ling rodeó los ojos - ¡Créeme!
- Si no me dices que sucede es difícil hacerme una idea de a qué te refieres.
- Me refiero a que ese tipo es... es... - cerró los ojos, ¿Si Lan SiZhui se enteraba lo pondría en riesgo? No. Él era precavido, probablemente el más precavido de todo el grupo. – Es Wei WuXian. Es el hombre por el que murieron mis padres, por el que perdí a mis abuelos, es... el Patriarca Yiling.
- ¡¿Qué estás diciendo?! – gritó de pronto una voz a sus espaldas, tanto Jin Ling como Lan SiZhui se voltearon sorprendidos por la intromisión, OuYang ZiZhen y Lan JingYi bajaron de un gran árbol asentado a comienzos del muelle, este último caminaba directamente a Jin Ling con notable enfado. Al acercarse a ellos, tomó las solapas de las ropas del joven Jin y lo sacudió - ¡Xian SanRen salvó tu trasero! ¿Cómo puedes decir algo así de él?
- Es cierto Jin Ling, incluso si tienes un problema con él no deberías hacer semejante acusación, ¿Qué sucedería si tú tío escucha algo así? - sumó OuYang ZiZhen, en lo que Lan SiZhui tomó la mano de Lan JingYi y la alejó de las ropas del menor, dándole espacio a este para defenderse.
- Yo no estaba hablando con ustedes, ¿Qué hacían allí de todas maneras?
- Bueno – elevó la voz un molesto Lan JingYi – ustedes han estado raros y nosotros queríamos asegurarnos de que resolvieran sus problemas.
- Jin Ling – llamó Lan SiZhui - ¿Por qué dices que Xian SanRen es Wei WuXian? – el menor suspiró. Si ya todos lo habían escuchado, ¿Qué más daba seguir ocultándolo? No tenía razones para defenderlo, no le debía nada y él mismo no quería quedar como un mentiroso.
- La espada que usó en la montaña... es Suibian.
- ¿Dices que se la robó? – preguntó el joven OuYang, quien de pronto recibió un fuerte golpe en la nuca por parte de Lan JingYi, quien le respondió.
- Suibian se selló así misma luego de la muerte de Wei WuXian, debería estar guardada en algún lugar de la Torre Koi, pero durante más de una década nadie ha podido desenfundarla, la espada no permite que nadie la use más que su dueño. Está diciendo que si él pudo usarla es porque debe ser Wei WuXian, pero eso no tiene sentido porque él no ha tenido manera de obtener la espada... ¿o sí?
- Oh... - OuYang ZiZhen estaba asombrado. Por su parte Lan SiZhui estaba pálido y descompuesto, miraba las tablas del muelle como si estas le hubieran dado la mayor de las revelaciones.
- ¡No seas idiota! ¿No has notado el alto cultivo que tiene? Por supuesto que podría invocar su espada desde el fin del mundo si quisiera y estoy seguro de que es esa, mi tío me la mostró un par de veces ¡Sé muy bien como es la espada del asesino de mis padres! – esta vez Lan JingYi golpeó en la cabeza a Jin Ling.
- ¡Tú eres el idiota! Si fuera Wei WuXian, ¿Crees que HanGuangJun lo protegería de la manera en que lo hace? El maestro Qiren le ha permitido asistir a sus clases y él conoció al Patriarca Yiling ¡Jamás lo hubiera confundido! Es imposible que sea él, no con lo cercano que ha demostrado ser con nuestros mayores.
- JingYi tiene razón. – declaró el joven Ouyang.
- ¡Si hasta se tienen sobrenombres! Escuché a HanGuangJun llamar a Xian SanRen de una manera cercana y romántica, sería absurdo que... - como una epifanía, recordó el nombre con el que Lan WangJi llamó a Xian SanRen aquel día, él lo había llamado "Wei Ying".
Wei Ying.
El nombre de nacimiento de Wei WuXian.
Wei Ying.
Como nunca escuchó a nadie llamar de esa manera al Patriarca Yiling no lo asoció con Wei WuXian... hasta ahora.
De pronto Lan JingYi se dio una bofetada así mismo. Tanto OuYang ZiZhen como Jin Ling lo miraron con los ojos bien abiertos y eso pareció despertar de su ensoñación a Lan SiZhui.
- El incendio de mis pesadillas – susurró este último – el fuego... el grito...
- ¿Qué? – preguntó Jin Ling mientras lo miraba, entonces vio los ojos llorosos del joven Lan, quien aún así le mantuvo la mirada.
– Tienes razón Jin Ling, Xian SanRen es... él es... - frente al leve tartamudeo de Lan SiZhui, fue Lan JingYi quien termino la frase por él.
- Wei WuXian.
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