viernes, 10 de julio de 2020

Intrínseco - Capítulo 40: Máscaras, Parte 7



- ¿Desde hace cuánto salieron? – preguntó Lan WangJi mientras los jóvenes discípulos lo seguían a pasos rápidos.

- Cuatro o cinco horas... - murmuró Lan SiZhui en un tono de disculpa, ante eso Lan WangJi frunció el ceño. Llegando a la salida dio un salto hasta alcanzar la superficie del pozo en tanto los menores lo seguían, una vez que sus pies tocaron la nieve de la montaña notó el crudo panorama del exterior. Él nunca vio una tormenta tan violenta, ni siquiera a lo alto de las montañas de Gusu, los jóvenes a su espalda se encogieron por el frío mientras los gruesos copos de nieve les golpeaban la espalda. Se volteó ante una presencia conocida.

Allí, a solo diez pasos de la salida, había un niño abrigado jugando a armar un hombre de nieve, con una nariz de madera tallada, ramas minuciosas como brazos y una bufanda creada en un trenzado cuidadoso a base de hojas, Shaymin contemplaba con orgullo su obra de arte mientras le creaba nuevos acompañantes al hombre de nieve. Se veía tranquilo, totalmente ajeno a la tormenta mientras se cubría con un grueso abrigo verde, aunque Lan WangJi estuvo seguro de que su núcleo lo mantendría en una temperatura estable incluso sin la necesidad del abrigo.

- ¿Y Wei Ying? – preguntó en un susurro que solo el niño escucharía, estaba seguro de que él sabría su paradero, sin embargo Shaymin lo miró con ojos inocentes y sorprendidos. Negó con la cabeza mientras miraba de reojo a los jóvenes detrás de Lan WangJi.

- ¿Este es...? - susurró Lan JingYi mirando el intenso color en los ojos del niño.

- ¿Uno de los inmortales? – finalizó OuYang ZiZhen, sin embargo el Lan mayor no les contestó.

- ¿Desde hace cuánto que no lo ven? – Shaymin ignoró las miradas inquisitivas de los menores.

- Xian SanRen y Jin Ling desaparecieron hace cuatro horas – contestó Lan SiZhui, ante eso el niño se giró y cerró los ojos. Lan WangJi lo miró esperanzado, en tanto Shaymin se concentró para sentir la presencia de Wei WuXian pero había demasiada energía resentida distrayéndole los sentidos. Negó con la cabeza.

- No puedo sentirlo, eso quiere decir que está cerca del amuleto. – miró a Lan WangJi, quien apretó los puños – que los jóvenes esperen aquí por si regresan, tu y yo vamos al Oeste. – Dicho esto, los dos se alejaron montando sus espadas en medio de las grandes ráfagas de viento, Lan JingYi se quedó contemplándolos unos momentos a pesar de que sus compañeros se intentaban tranquilizar entre sí.

- ¿JingYi? – OuYang ZiZhen puso una mano en su hombro - ¿Pasa algo?

- Es solo que... esos son los patrones del abrigo que encontré en La Profundidad de las Nubes.

- ¿De qué hablas?

- Un día que me dormí mientras cuidaba de la entrada... desperté con un abrigo en mis hombros... los patrones eran exactamente los mismos, también era muy pequeño...

- Ahora que lo pienso – Hablo Lan SiZhui - ¿No estuviste diciendo que el árbol de la entrada parecía jugarte bromas? ¿Qué tenía un espíritu o algo así? – ante eso OuYang ZiZhen se rió.

- Parece que has sido la víctima de un niño inmortal todo este tiempo. – el joven OuYang le dio un codazo, ante eso Lan JingYi bajó la mirada sintiéndose avergonzado. – Debió haberse reído a costa tuya un buen tiempo, ¿No dijiste que habías pateado el árbol? ¿Que le habías gritado y hasta rezado? – esta vez la cara de Lan JingYi se tiño de rojo y sus manos se jalaron un par de cabellos.

- ¡Qué vergüenzaaaa! 





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Wei WuXian caminaba forzosamente, cargando a Jin Ling en su espalda. Le sangraba el pecho y no estaba seguro del por qué, sentía sabor metálico en la boca y un fuerte olor a quemado le entraba por la nariz, no entendía por qué se sentía tan agotado en un momento como ese, pero aun así, estaban varados en medio de una tormenta y necesitaba un refugio o él y Jin Ling morirían allí.

Había estado cargando a su amigo durante las últimas tres horas y el cielo nocturno ya había desaparecido para dar un poco más de luz a su camino, aunque estaba seguro de que la tormenta continuaba con la misma violencia, no sabía de cuantas veces había tenido que sacudirse la nieve que impactaba en él y amenazaba con cubrirlo hasta enterrarlo vivo. A ratos quiso dejarse morir allí, seguro de que colapsaría en cualquier momento, ¿No se suponía que las tormentas bajaban su intensidad a ciertas horas tempranas? Porque él estaba seguro de que esta se hacía peor y peor. Temía no encontrar el camino de regreso o algún refugio por más que caminara o que si sus amigos lo buscaban, solo lo encontraran muerto o incluso peor, que alguno de ellos se perdiera y se congelara en su búsqueda. Deseo que Lan WangJi lo estuviera odiando por lo que hizo, suplicó que así fuera y al menos así no saliera en su búsqueda, ni arriesgaría su vida en ese cruel clima que le astillaba los huesos. 

Maldijo el momento en que dejó que Jin Ling persiguiera una silueta en medio de la tormenta, la que lo llevó a caer por un precipicio, donde Wei WuXian se lanzó con él, lo envolvió con su cuerpo y recibió el impacto de la caída amortiguado por la fuerza de Suibian, que lo jaló hacia arriba en el último instante. Aun así Jin Ling perdió la conciencia y el tobillo del quinceañero estaba lesionado, no es que esa fuera suficiente lesión para mantenerlo adolorido y fatigado, pero así se sentía. Cuando su pie herido cedió, cayó al suelo y Jin Ling junto con él. No se levantó, no tenía la fuerza necesaria en los brazos y la nieve comenzó a cubrirle la espalda y a enterrar las dos figuras solitarias en la montaña, entonces se aferró a Jin Ling deseando que despertara y huyera de ahí, porque él no podría y supo que moriría cuando cedió al sueño.

Tal vez debió haberle hecho caso a Mei Fen y a la maestra BaoShan, tal vez debió haberse quedado en la montaña. Lejos de las sospechas de odio hacia su persona, lejos de amuletos peligrosos que arriesgaban su vida y la de sus seres queridos a cada segundo, lejos del odio de Jiang Cheng, lejos de Lan WangJi y toda la decepción que él podía causarle.



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Un goteo entró en su subconsciente, devolviéndole el recuerdo de una fría cueva, sin embargo no fue lo único que trajo con él. Una matanza de toda una secta sucedía frente a sus ojos mientras él era alejado en un bote, el fuego parecía reírse de su impotencia y frustración, luego se vio así mismo sin poder espiritual arrojado a un horrendo lugar sin una pizca de calor y un fuerte olor putrefacto adornando el clima nubloso. Sintió odio en ese lugar, tanto que al momento de abrir los ojos se sintió extraño, herido, fatigado y muy molesto.

Sintiendo que no podía levantar su cuerpo miró a su alrededor, estaba dentro de una cueva rodeada de estalagmitas congeladas que goteaban cada tanto. A su lado Jin Ling continuaba con los ojos cerrados y luego de mucho esfuerzo, logró incorporarse para encontrarse con un cadáver feroz a la distancia. Se preguntó que hacía cuando lo vio remojar y exprimir un paño en lo que parecía una termal grande de agua evaporada, luego lo llevaba consigo hasta donde estaba él y lo ponía en sus pies desnudos, fue solo entonces que Wei WuXian notó que sus pies estaban totalmente morados y no los sentía.

- Mierda. – Wen Ning no lo miró mientras parecía concentrado en su tarea de descongelar los músculos. El quinceañero miró a Jin Ling.

- Hazlo con él primero... por favor... - le pidió en un tono cansando, mirándolo directamente a los ojos, nuevamente el cadáver feroz continuó su tarea sin mirarlo.

- Sus pies no están en mal estado y sus manos ya han sido descongela-ladas. – tartamudeó al final, ante esa noticia Wei WuXian volvió a dejarse caer. Estaba totalmente agotado, no recordaba haberse sentido tan mal en algún otro momento de su vida.

- Gracias señor cadáver feroz, hum... ¿Ha visto mi espada? – Wen Ning miró detrás de una roca, de donde podía verse una parte de ella. - ¿Por qué está ahí?

- No debe dejar que otros vean a Suibian.

- Ah... pero no te preocupes por eso, Jin Ling es mi amigo, no me hará daño – dijo en un tono ligero, de pronto escuchó algo similar a un gruñido a su lado.

- ¿Quién es tú amigo? – inquirió Jin Ling en un tono ronco, aún no parecía poder moverse ni levantarse, a penas y conseguía abrir los ojos pero aun así tuvo la necesidad de hablar. Wei WuXian bufó.

- Así que estás vivo.

- No estoy del todo seguro... - con la poca fuerza que le quedaba, Jin Ling miró a Wen Ning con furia en los ojos, este se encogió bajo su mirada.

- Vamos no seas así, estamos vivos porque él nos salvó, también tienes los dedos aún pegados a las manos gracias a él. – Jin Ling frunció el ceño ante eso.

- Debió dejarme morir, no quiero su ayuda. – Wei WuXian iba a protestar sin embargo un fuerte dolor en el pecho lo hizo sacudirse, Wen Ning lo miró sin entender que pasaba y cuando iba a acercarse a revisarlo, el quinceañero solo se encogió en su lugar y lo alejó con la mano.

- Estoy bien, solo siento que el frío me astilló un pulmón.

- Descanse joven maestro... Xian.

- Si lo hago – susurró antes de toser – me temo que Jin Ling podría intentar matarte, no es como si pueda hacer mucho en su estado, pero estoy seguro de que tú no te defenderías si él quisiera hacerte daño. – esta vez fue Jin Ling el que bufó. Wen Ning le dio palmaditas a Wei WuXian en el muslo.

- Solo descanse – volvió a pedir, esta vez él no protestó y volvió a cerrar los ojos.



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Cuando despertó nuevamente, tenía una túnica amarilla envolviéndole los hombros, era cálida, pesada y desprendía un suave aroma a peonía. Miró a su alrededor encontrándose con la mirada de Wen Ning que estaba sumamente cerca de él, moviendo sus manos para crear fricción y luego poniéndolas sobre sus rodillas con la evidente intención de calentarlo como pudiera esta vez con su cuerpo. El corazón de Wei WuXian se estremeció, no es como si un cadáver feroz generara calor por lo que verlo intentándolo tan arduamente lo hizo sonreír.

"¿Qué no la gente dijo que este cadáver frente a él era... temible?"

- Gracias... - susurró ronco antes de ponerse de pie y estirarse – me alegra verlo completo señor cadáver feroz, pensé que si se quedaba solo con Jin Ling él lo cortaría en pedacitos. – dijo esta vez más compuesto.

- Ganas no faltaron – sonó a lo lejos la voz del joven Jin que tenía sus pies remojados en el agua caliente. Wei WuXian analizó la gran terma en la que remojaba sus pies, definitivamente desprendía calor por el vapor que emanaba y porque Wen Ning la había usado para calentarlos con anterioridad, que Jin Ling la estuviera usando ahora explicaba porque el cadáver feroz se había visto obligado a usar otros métodos para darle calor al quinceañero, probablemente queriendo alejarse lo más posible del joven Jin.

- ¿Qué haces? ¿Te estás relajando o qué? – soltó mientras se ponía de pie, frunciendo el ceño sentir una punzada.

- Su tobillo está lastimado no se ponga de pie tan rápidamente – le recordó Wen Ning.

- Bueno, bueno, soy yo el que tiene una excusa para relajarse entonces – Wei WuXian comenzó a quitarse la ropa rápidamente con la clara intención de lanzarse al agua completamente desnudo pero Wen Ning lo atrapó antes de que pudiera dar un paso más.

- No debería hacer eso joven maestro... Xian. Puedo sentir energías resentidas en las profundidades, estoy seguro de que esta agua está contaminada y además conectada a... algo. – contestó inseguro.

- ¿Qué? – Jin Ling retiró inmediatamente sus pies de allí.

- Hum, si es el caso supongo que no podremos nadar – lloriqueó – bueno, parece que solo podremos esperar a que la densidad de la tormenta baje un poco. Por cierto Jin Ling, gracias por abrigarme con tu túnica – sonrió mientras se la lanzaba de vuelta – es muy lindo saber que el joven amo Jin tiene un corazón cálido.

- Cállate, solo me dio lástima que temblaras tanto. – buscando librarse de la atención que le estaba dando el quinceañero miró las aguas – ¿Conectada, eh? – murmuró en lo que desenvainó su espada y la envió hacia al agua, en un ataque veloz la espada comenzó a remover las aguas probablemente intentando dispersar la energía resentida de las profundidades, sin embargo comenzó a tardar y en una falta considerable de paciencia Jin Ling indicó más agresividad en su ataque y la cueva comenzó a temblar.

- Oh-oh – fue lo único que alcanzó a decir Wei WuXian antes de que Wen Ning lo jalara a él y a Jin Ling hasta la profundidad de la cueva mientras una gruesa capa del tejado se desprendía, cubriendo con ello toda la salida. Los tres corrieron hasta la parte más alejada por si es que continuaba desprendiéndose parte del tejado sin embargo nada más sucedió. – esto es malo.

- No es tan terrible. Solo observa – soltó Jin Ling enviando a su espada a la nieve esta vez, sin embargo esta solo se enterró y fue incapaz de continuar su camino.

- Engreído – bufó Wei WuXian mientras sacaba su espada y se la lanzaba de vuelta – por si no lo sabes, para que una espada espiritual pueda cortar algunas gruesas capas de elementos espesos como el barro o la nieve necesitas de un cultivo mucho más alto.

- Pero puedo cortar las rocas... - murmuró confundido.

- Es porque son materiales sólidos, lo único que pueden hacer es desprenderse, en cambio sí le das energía espiritual al agua o lo que sea que tenga agua, esto puede transformarse. Necesitas estudiar más. – como Jin Ling se sintió ofendido solo se volteó y lo ignoró. Ambos comenzaron a buscar alguna salida del lugar pero todo parecía inútil, no había escape y la poza de agua humeante definitivamente aumentaba su temperatura con la profundidad por la que ninguno intentaría acercarse a ella. - Parece que solo podemos esperar.

- ¿Esperar qué o a quién?

- A Lan Zhan, oye... incluso con lo molesto que eres estoy seguro de que Lan SiZhui está desesperado buscándote... solo espero que no se arriesguen buscándonos.

- De todas maneras creo que mi tío llegará antes que HanGuangJun. – diciendo esto se sentó cómodamente en el suelo con los brazos cruzados, Wei WuXian fue inmediatamente a sentarse junto a él y le dio un codazo.

- He notado que siempre hablas de tú tío, ¿Es una especie de superhéroe o algo así? - Jin Ling lo miró antes de bufar y luego su mirada se dirigió a Wen Ning.

- Tú no saldrás vivo cuando mi tío te encuentre. – amenazó, y esta vez el cadáver feroz bajó su cabeza dando varios pasos atrás, Wei WuXian encontró esto muy extraño, ¿Wen Ning le tenía miedo al tío de Jin Ling?

- No dejaré que tu tío toque al señor cadáver feroz, él me salvó la vida dos veces, incluso a ti te la salvo una, deberías ser agradecido y devolverle el favor... y ayudarlo a escapar de tú tío – dijo mientras le golpeaba amistosamente la pierna.

- ¡Yo no le debo nada, es él y el Patriarca Yiling quienes tienen una deuda impagable conmigo! – ante la mención del "Patriarca Yiling" Wei WuXian suspiró dramáticamente.

- Aquí vamos de nuevo, juro que estoy cansado de escuchar que mencionan a ese tipo, ya hasta me fastidia y ni siquiera lo conocí. ¿Podemos hablar de otra cosa? – fue el estómago de Jin Ling el que pareció darles una idea de qué hablar y el joven de inmediato se ruborizó y desvió la mirada. 

Wei WuXian y Wen Ning se miraron entre ellos y en un acuerdo tácito cerraron sus labios para evitar reírse del otro. Cuando Jin Ling los vio divertidos a costa suya, desenvainó su espada e inmediatamente ambos se volvieron serios y voltearon a mirar a otro lugar, entonces el joven Jin se volteó chasqueando la lengua deseando estar encerrado con cualquier otro que no fuera el molesto Xian SanRen y el cadáver feroz que había odiado durante toda su vida.



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Tal vez es demasiado temprano para que Lan XiChen este cayendo sobre un pozo de autocrítica sobre sí mismo, pero no puede evitarlo cuando mira a Jiang Cheng y se pregunta ¿Cómo es que nunca lo miró correctamente antes? ¿Cuán ciego había sido? Él recuerda la campaña de Sunshot, el chico que no dormía las mañanas frías en medio de bosques húmedos donde acampaban para planear sus estrategias contra los Wen. Recuerda haber mirado con ojos juzgadores al ese entonces líder de secta de tan solo diecisiete años que explotaba y se frustraba con cada novedad negativa sobre los avances de la guerra. Recuerda haberle dicho a Nie MingJue que no lo enviara al frente porque no importaba cuanto odio tuviera por los Wen, no dejaba de ser un chico inexperto de diecisiete años que acababa de perder a su secta y a sus padres. Recuerda haberlo mirado con esa lástima en los ojos, la misma que sentía por llevar a su hermano pequeño hacia los caminos de la guerra cuando su juventud no debía mancharse de tanta sangre y pérdidas. Entonces ganaron la guerra y el olvidó al joven de diecisiete años que en las noches frías en medio del bosque salía de la tienda para luego volver con los ojos hinchados, fingiendo nunca haber salido en primer lugar.

¿Cuán solo había estado entonces Jiang Cheng? Aparentando una fortaleza que no sentía y probablemente un miedo a fallar, a perder el legado de su secta, lo único que hacía prevalecer la huella de sus padres. Las cosas no se pusieron mucho más fáciles cuando la pequeña parte de familia que le quedaba se perdió en medio de enredos políticos, pocas palabras y cultivo demoníaco. ¿No había escuchado él mismo a tantos hablar sobre como el líder de secta Jiang había perdido la cabeza y de paso el corazón luego de ello? ¿Cómo había torturado hasta asesinar inocentes por sospechas de que estos fueran Wei WuXian? De alguna manera la presencia de Jiang Cheng había estado desde siempre en su vida solo que era simplemente eso, una presencia más entre varias y una que nunca se molestó en mirar realmente, ¿Por qué? Pudo haber estado a su lado desde mucho antes pero nunca le importó darse el tiempo de mirar correctamente, y el hombre que duerme plácidamente entre sus brazos estuvo tan solo durante tantos años que ahora ver su rostro sin el usual ceño fruncido parece casi un milagro.

Lan XiChen se siente culpable de una manera extraña. No de la manera en que alguien se arrepiente por el tiempo perdido, sino que de la manera en que alguien cae en la cuenta de que miró demasiado tiempo el punto equivocado y no puede entender la razón.

Cuando conoció a Jin GuangYao su gratitud lo atesoró como un amigo, verlo batallar por superar expectativas fue la causa de su admiración hacia él, y luego formaron lo que él felizmente llamaba una familia de tres hermanos. Tantas charlas y noches completas de conversaciones que no llevaban a nada pero decían tanto sobre sí mismos, tantas risas y tantos regaños que cabían en la pequeña habitación de Jin GuangYao, donde Lan XiChen y Nie MingJue entraban solo para asegurarse de que este hubiera comido en medio de sus mil intentos por enorgullecer a su padre. Esa pequeña familia se convirtió, durante un tiempo considerable, en el centro de toda su atención. Hasta que Nie MingJue sufrió una desviación de qí y nunca más lo volvió a ver, entonces ese espacio familiar perdió gran parte de su color.

Lan XiChen se aferró al poco color que quedaba, sin juzgar, sin detenerse a pensarlo dos veces, no porque él estuviese necesitado de ello o hubiera querido a hacerlo desde el pasado, lo hizo porque vio a su hermano jurado llorar y aferrarse a él y Lan XiChen necesito consolarlo como pudiese y antes de que se diera cuenta sus afectos estaban atados forzosamente a una figura de un color conocido para él y le resultó cómodo.

Entonces un beso con Jiang Cheng le desató los hilos limpiamente.

Y ahora se preguntaba, ¿Por qué se permitió caer en la calidez del consuelo? ¿Por qué olvidó todos sus valores? ¿Todas las reglas de su secta? Su tío tenía razón, al hacerlo solo traía desgracia sobre él y las personas con las que se involucrara... Ahora él estaba feliz porque de alguna manera y por alguna extraña razón Jiang Cheng había reaccionado a la cercanía con tanta inquietud como él, pero ¿Qué pasaba con su color conocido? ¿Al que había recurrido tantos años cuando se sentía perdido? ¿Solo lo usó cuando lo necesitaba y ahora que tiene otro más brillante decide hacerlo a un lado? ¿Ese tipo de persona es? Porque detesta la idea.

Jiang Cheng se mueve, producto del calor que le pega los cabellos a la frente, se voltea en la cama y le da la espalda a Lan XiChen, balbucea algo inentendible antes de saborearse los labios y gemir sutilmente. Una vez ha formado una bolita con su cuerpo vuelve a caer dormido profundamente.

Lan XiChen se voltea de costado para contemplar su espalda y le descubre el cuerpo de la gruesa colcha para que no despierte producto del calor. Luego él mismo sale de la cama y decide que el día ha comenzado a las seis de la mañana, una hora en que en Torre Koi los sirvientes ya comenzarían a preparar el desayuno.

Cuando Jiang Cheng abrió los ojos se encontró estirando el brazo sobre un espacio vacío en la cama, tocó para intentar saber hace cuanto él se había marchado y gruñó cuando detectó el frío en las sabanas. Se volteó mientras maldecía por haber despertado tarde, le hubiera gustado ver dormir a Lan XiChen y tal vez haberle preparado el...

- Ah. – el hombre estaba sentado en la mesa de la habitación mirándolo luego de haberlo escuchado, había estado realizando sus lecturas matutinas mientras tenía en frente una bandeja de desayuno con la evidencia de sus platillos vacíos mientras que restaban otros tantos que debían ser para el menor. Jiang Cheng lo miró directamente a los ojos mientras Lan XiChen le sostenía la mirada.

- ¿Qué hora es?

- Deben ser cerca de las siete, el desayuno aún está tibio, ¿Quieres comer o te darás un baño antes?

- ¡No me daré un baño contigo en la habitación! – le dijo mientras comenzaba a levantarse, tomando las túnicas que descansaban a los pies de la cama.

- Puedo irme si te acomoda.

- Qué no. – caminó hasta la mesa y se sentó, dándole una probada a la carne de pato antes de volver a hablar – Lo haré después, cuando no estés acosándome. – Lan XiChen sonrió.

- No sé si dejaré de hacer eso – respondió mientras tomaba los palillos y arrebataba el trozo de carne que Jiang Cheng iba llevarse a la boca – mmm – aduló – la cocción quedó perfecta.

- ¿Tú cocinaste? – Lan XiChen asintió, el menor no estuvo seguro de cómo responder y frente a su notable silencio comenzó a comer con más rapidez en un intento de agradecer.

- Al parecer no hay pistas de quien te atacó... - dijo de pronto e el mayor – pero un grupo de informantes de mi confianza creen que es alguien que aún está en Torre Koi.

- ¿Dices que puede ser un invitado? – Lan XiChen negó a su pregunta.

- Podría ser alguien de la misma secta Jin e incluso un sirviente, el caso es que no hubo nadie que traspasara la barrera sin ser reconocido por los guardias y el movimiento en esa noche fue casi nulo, por lo que me atrevo a pensar que el atacante aún está presente. Mientras eso suceda, cocinaré para ti.

- ¿Eh?

- Si alguien que manipula veneno está intentando lastimarte... entonces... yo seré el que cocine para ti mientras estés aquí. – Jiang Cheng se volteó de la nada, con rapidez y mostrando la totalidad de su espalda, aun sostenía el plato en las manos mientras miraba la pared con rectitud. Ante esa actitud repentina Lan XiChen se mostró confundido.

- ... ¿Jiang Cheng?

- ¿Qué? – casi gritó, y el líder Lan se sintió perdido.

- ¿Qué estás haciendo?

- ¡Estoy comiendo! – luego de hablar, el mayor vio que hacía movimientos para demostrar que efectivamente estaba llevándose comida a la boca.

- Pero... ¿Por qué me das la espalda? – Lan XiChen se inclinó para mirar su rostro y entonces notó el salvaje rojo que se extendía por las mejillas hasta el cuello del menor. Se acercó silenciosamente y se sentó detrás de él, rodeó su cintura con sus brazos, abrazando cariñosamente su espalda y dejando descansar la frente en su hombro. La calidez de la piel de Jiang Cheng se extendió hasta la zona trasera de su cuello, mostrando el rojo incluso allí. Lan XiChen le dio un suave beso bajo la oreja y el menor se removió levantando los hombros.

- ¿Qué... se supone que haces? – ante su tono incómodo y la notoria timidez, el mayor decidió darle un poco de espacio y levantó el semblante mientras mantenía una de sus manos sujetando su cintura en tanto la otra le soltó el cabello.

- ¿Ahora? – le susurró cerca de la oreja.

- Mm. – asintió mientras los dedos de Lan XiChen se enredaban en su cabello causándole placenteros escalofríos.

- Acariciar.

- Mm – ronroneó. Jiang Cheng ni siquiera sabía que podía ronronear del gusto, pero no se molestó demasiado por eso cuando los dedos de Lan XiChen continuaron siendo tan gentiles alrededor de su nuca y subían y bajaban hasta sus orejas, luego su boca se acercó a una de ellas para susurrar.

- Te ves hermoso con el cabello suelto. – esas palabras que aparentemente parecían inofensivas, eran cualquier cosa menos eso, ya que las mejillas de Jiang Cheng ardieron nuevamente y él involuntariamente gimió esta vez para esconder el rostro entre sus manos. Lan XiChen rió bajito. – oops, lo siento – susurró sin arrepentimientos en su voz, sus brazos volvieron a abrazar la cintura del menor, y esta vez acomodó su mentón en su hombro, pensando en los beneficios de los abrazos por la espada, ya que podía mirar a detalle el bonito perfil del otro.

Hubo un momento de quietud y silencio, que solo se rompió por una voz ronca.

- ¿Estás seguro de esto?

- ¿De qué? – preguntó Lan XiChen en un tono distraído mientras jugueteaba con los dedos de Jiang Cheng antes de entrelazar sus manos y soltarlas, luego volver a entrelazarlas y soltarlas y repetirlo un par de veces más, solo para ver como los dedos del otro tomaban su mano una y otra vez sin rechazo alguno. Sí, definitivamente los abrazos por la espalda tenían sus beneficios.

- De esto... de que soy yo quien te gusto. – Jiang Cheng aprovechó el momento en que el miedo de sus ojos no podía ser visto e hizo una pregunta que realmente había intentado verbalizar desde la noche anterior pero no había sido capaz. Espero una respuesta con los músculos tensos.

- ¿Aún te parece que no estoy seguro? – la voz en susurro fue acompañada por un beso suave la zona del cuello bajo la oreja, luego los labios de Lan XiChen rozaron su mejilla y levantando su mano guío el mentón de Jiang Cheng hasta el costado, para que pudiera mirarlo y besarlo a su antojo. Por inercia el menor dejó caer su peso en el dorso de Lan XiChen mientras miraba sus labios. – Estoy completamente seguro de que tengo sentimientos intensos por ti. – susurró antes de acariciar su nariz con la del otro y luego volver a alejarse, en tanto Jiang Cheng continuaba mirando su boca con un muy mal escondido anhelo en los ojos.

- ¿Qué tipo de sentimientos?

- Afectuosos. – se limitó a decir de manera juguetona. Jiang Cheng bufó pero había una sutil sonrisa en la comisura de su labio inferior.

- Eso le puedes decir a un hermano o a un hijo, ¿Qué te pasa? – rió.

- Solo estoy intentando callar lo que haga que escondas tu rostro en un momento en que mirarlo es placentero.

- Tú me gustas, Lan Huan. – dijo de pronto el líder Jiang y Lan XiChen no terminaba de recuperarse de la sorpresa cuando Jiang Cheng cortó del todo la distancia que separaba sus labios.

Lan XiChen abrazó a Jiang Cheng cuando este se volteó para besarlo cómodamente mientras tomaba las riendas del beso, su corazón se enterneció al sentir la lengua volverse tímida y dudar de cómo proseguir, fue entonces que tomó su rostro para profundizar él en su boca. El menor gimió al sentir la lengua entrar en la cabida de su boca y sus manos tomaron las solapas de la túnica ajena para jalarlas hacia sí en un acto desesperado por acercarlo más, en su efusividad se sentó sobre su regazo y olvidó completamente cualquier cosa que no fuera el hecho de que estaba besando y siendo besado por Lan XiChen.

Las manos que sujetaron su cintura lo apretaron con fuerza contenida y él volvió a gemir al notar lo que eso le gustaba, definitivamente no estaba pensando cuando se movió involuntariamente sobre el regazo de Lan XiChen, frotándose y frotando al otro a través de las túnicas. Tampoco estaba pensando cuando sujeto el rostro del mayor y lo alejó de su boca, enredo sus manos en su cabello y se atrevió a mirarlo mientras le preguntaba.

- ¿Yo te gusto?

Lan XiChen no se sintió capaz de hablar, asintió un par de veces en un movimiento rápido y descuidado antes de volver a dirigir su boca a la de Jiang Cheng y esta vez dejarse llevar lo suficiente como para levantar sus túnicas y acariciar la desnudes de sus piernas bajo la ropa, cuando Jiang Cheng gimió despacio entre sus bocas, lo levantó entre sus brazos y lo llevó hasta la cama sin dejar de besarlo, una vez en ella se permitió tocarlo y dejarle ver todo el deleite que sentía por él. Fue cuidadoso mientras sus dedos subían por sus muslos hasta tocar una dureza en la entrepierna, la tomó en su mano y acarició la punta con sus dedos, las piernas de Jiang Cheng se sacudieron y se apretaron a su alrededor. Cuando lo notó se alejó un poco y Lan XiChen dejó de moverse, pensando que era una señal de protesta sin embargo el menor le susurró otra cosa.

- Lo siento, ¿Te lastimé? – El mayor hubiera rodeado los ojos con toda la falta de cortesía que eso significaba, pero notó la sinceridad en el tono de Jiang Cheng.

- No, por supuesto que no. – agregó con suavidad, volvió a acariciar la erección que sostenía y Jiang Cheng volvió a tensar las piernas pero esta vez no las presionó. Lan XiChen estaba tentado a preguntar cuestiones vergonzosas notando como el menor realmente parecía sorprendido por las sensaciones, ¿Es que acaso nunca había sido tocado de esa manera siquiera? Divertido dedicó cada una de sus manos a un trabajo diferente de estimulación en la zona baja, en tanto sus labios volvieron a dedicarse a la boca del menor, en muy poco tiempo Jiang Cheng fue solo gemidos, músculos tensos y rubor.

- Mmg.

Jiang Cheng se abrazó con fuerza a Lan XiChen mientras sentía sus manos masturbarlo, inclinó involuntariamente sus caderas hacia arriba buscando más del tacto placentero, en tanto sus labios comenzaban a arder, entonces separó sus labios y escondió su rostro bajo el cuello del mayor mientras este sin siquiera mirarlo lo tocó con experiencia, sin dudas sobre si tocaba el lugar correcto y parecía sumamente divertido y atento a sus respuestas involuntarias y gemidos, Jiang Cheng lo abrazó mientras continuaba sacudiéndose bajo de él.

– Aaah...

Cuando los sonidos húmedos comenzaron a llenar la habitación Jiang Cheng ya estaba demasiado perdido en las sensaciones para avergonzarse, su rostro salió de su escondite, permitiéndole al mayor besar sus mejillas calientes mientras la boca de Jiang Cheng permanecía abierta gimiendo y pidiéndole que no se detuviera, en medio de una de aquellas suplicas debió callarse porque su labio tembló, luego fue besado mientras que en un lío de piernas temblorosas, gemidos ahogados y sudor en todos lados, dejaba escapar su orgasmo en la mano de Lan XiChen, quien abandonó su boca para dejarlo respirar cuando lo necesitaba. Una sonrisa victoriosa se dibujó en su rostro cuando lo miró desde arriba y volvió a acariciar sus muslos, solo que esta vez una de sus manos estaba pegajosa.

- Está bien... - susurró Jiang Cheng aún agitado.

- ¿Qué cosa esta bien?

- Te concedo lo de darme un baño... ahora sí que lo necesito.

- ¿Te bañarás conmigo? – el tono encantando de Lan XiChen solo hizo que Jiang Cheng volviera a avergonzarse.

- ¡Claro que no! Yo me baño, tú te volteas, ¡Si me miras solo una vez te golpearé! – Ante sus palabras a la defensiva Lan XiChen comenzó a reír, fue él quien escondió su rostro en el hombro del menor mientras se sacudía de la risa, Jiang Cheng no pudo evitar sumarse a su diversión.



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Jin Ling podía ser molesto como un viejo amargado, hiriente como una mujer resentida y tan orgulloso como el líder de secta que efectivamente sería algún día, sin embargo había tanta soledad en sus ojos que desde el primer momento Wei WuXian simpatizó con él aunque estaba seguro de que no era recíproco y no le importaba, tarde o temprano solían quererlo y aceptarlo... aunque fuera por cansancio, al menos siempre fue así en la montaña. Teniendo eso en cuenta, Wei WuXian se le pegó a Jin Ling y le habló sobre lo que se le ocurriera, colocando un brazo sobre sus hombros cada tanto o simplemente dándole palmadas histéricas mientras se reía de sus propias historias, aunque Jin Ling estaba fatigado y molesto, en algún punto realmente comenzó a apaciguarse, olvidando la presencia del cadáver feroz que estaba escondido en un extremo de la cueva, haciendo hasta lo imposible para que su presencia fuera olvidada en el reducido espacio. 

- Si vas a hablar tanto al menos hazlo sobre algo útil, ¿Qué crees que sea este amuleto? – preguntó verdaderamente interesado.

- Mm... perseguiste una forma humana antes de caer por ese precipicio, ¿no? Tengo mis sospechas. Sin embargo, su forma no es lo más importante sino lo que ha podido hacer en una provincia tan grande como esta, ¿recuerdas lo que te dije sobre el agua y el nivel de cultivo que se necesita para manejarla? – Jin Ling asintió a su pregunta – que pueda crear tormentas con esta densidad es lo que me preocupa, no sabemos de qué manera puede defenderse pero definitivamente no podemos tomarlo a la ligera. – Jin Ling miró sus pies con el ceño fruncido – pero despreocúpate, estamos atrapados después de todo, no es como si pudiésemos ir a combatirlo en este momento – consoló pobremente.

- ¿Y si SiZhui viene a buscarme? ¿O los demás deben enfrentarse al amuleto estando solos? – para Jin Ling no pasaba desapercibido que Wei WuXian era el más fuerte del grupo de jóvenes, incluso si el cultivo de Lan WangJi era considerablemente poderoso seguía siendo solo una persona. Ante esto el quinceañero asintió igualmente preocupado.

- No podemos hacer mucho, pero estoy seguro de que Lan Zhan ya se dio cuenta del poder de este amuleto, él es más inteligente que yo después de todo. – ante su frase el joven Jin levantó una ceja.

- Deja de babosear sobre HanGuangJun. – Wei WuXian solo se rió ignorando la sensación molesta que se formaba en su pecho al recordar lo que había sucedido horas atrás – por cierto... sobre haberme reído... hum...

- ¿Ah?

- Esa vez que no creí que ustedes tuvieran... algo. Y me reí... yo...

- Aaaah, no te preocupes por eso. Creo que en ese momento tampoco teníamos una relación, aunque tal vez ahora tampoco... - murmuró más para sí mismo.

- ¿Por qué?

- Me temo que lo... decepcioné hace un par de horas, tal vez ni siquiera debe querer verme. – confesó en un tono notoriamente deprimido aunque aún forzaba sus labios en una sonrisa, ante eso Jin Ling bufó.

- No conoces mucho a HanGuangJun, ¿verdad? – Wei WuXian lo fulminó con la mirada, ¡por supuesto que lo conocía! Hasta el más mínimo detalle de sus actitudes se había grabado en su memoria. – Él no se comporta de manera cariñosa con nadie, ni siquiera con SiZhui a pesar de que fue él quien lo crió. Desde que lo he visto siempre me pareció alguien frío y parece que estuviera juzgando a todos con su mirada desde su nube a cinco metros sobre el cielo, pero hasta ahora nunca lo vi acercarse a nadie hasta que llegaste tú. Te mira diferente, incluso es incómodo, dan ganas de vomitar. Sea lo que sea que hiciste estoy seguro de que te perdonará. – ante sus palabras Wei WuXian se quedó inmóvil un par de segundos y luego se lanzó sobre Jin Ling en un efusivo abrazo - ¡¿Qué mierda haces?!

- ¡Graaacias por tus palabras! ¿Sabes? Nunca creí que me alegraría de estar precisamente contigo encerrado en una cueva, tu entre todos los demás, ya sabes tú carácter de mierda y todo eso – dijo mientras sacudía la mano para restarle importancia a sus palabras - ¡Pero ahora estoy feliz de que seas tú! Si alguien como tú dice algo así es porque debe ser cierto.

- ¿Alguien como yo?

- Sí, alguien que no dice cosas dulces. – Jin Ling abrió la boca para defenderse pero luego volvió a cerrarla, fue solo después de un rato que volvió a hablar.

- Desde que llegaste... las cosas han cambiado.

- ¿Uh? – Wei WuXian lo miró inclinando el rostro hacia su costado derecho, sorprendido por el tono sincero que esta vez usaba el joven Jin.

- Yo... nunca había tenido amigos hasta que tu apareciste, tampoco había podido acercarme a SiZhui, ni siquiera había tenido cacerías nocturnas grupales. Todas esas cosas... es primera vez que las hago. – como si la confesión le avergonzara se abrazó las piernas – Siempre se han reído y me han criticado por ser un maleducado, recordándome que mis padres murieron. Mi padre fue asesinado por Wen Ning y mi madre murió defendiendo al Patriarca Yiling. – ante esto Jin Ling no volteó a mirar al cadáver feroz que parecía querer unirse a la roca detrás de la que se escondía. Wei WuXian si lo miró con una clara consternación en la mirada. - Estando solo y siendo criticado lo único que tenía era mi odio por ellos dos... por eso prefiero morir antes que aceptar su ayuda. - susurró al final mirando a Wen Ning de reojo.

- ¿Nunca lo hablaste con nadie? – Jin Ling negó con la cabeza ante su pregunta.

- La única persona cercana es mi tío, y no puedes hablarle del Patriarca Yiling cuando por culpa suya perdió a toda su familia, él se ha pasado la vida asesinando gente que usa el cultivo demoníaco solo porque le recuerdan a él.

- Oh...

- Pensé que yo iba a ser como mi tío, un líder de secta solo, sin amigos, ni esposa, ni hijos, pero desde que llegaste las cosas han cambiado... incluso si SiZhui no devuelve mis sentimientos, creo que podremos ser amigos.

- Eich – soltó Wei WuXian mientras le daba una palmada en el hombro – Lan SiZhui tienes sentimientos por ti, eso está muy claro. Espera, ¿Líder de secta? ¿De qué secta es tu tío?

- ¿No lo sabes? Es el líder de la secta YunmengJiang.

- Eres... ¡¿El sobrino de Jiang Cheng?! – Wei WuXian necesitó de unos segundos para que su alma volviera a su cuerpo.

"Jin Ling es el hijo de mi Shijie..."

- ¡Habla de él con más respeto! ¿Qué te sucede? ¡Eres tan inapropiado!

- ¿Jiang YanLi murió defendiendo al Patriarca Yiling? ¿Por qué? – Jin Ling lo miró a los ojos unos momentos, la primera conjetura que se dibujó en su cabeza fue que Wei WuXian debió haber estudiado los nombres de las familias de sectas poderosas, sin embargo también notó algo más en sus ojos, ¿Era rabia? ¿tristeza?

Ninguno pudo darle más pie a su sentir cuando el agua en frente de ellos se sacudió, distrayendo su mente y recordándoles que bajo ellas había un poderoso artefacto controlando todas las aguas de la provincia.

- ¿Qué probabilidades hay de que el agua salga del estanque y nos ataque o algo así? – preguntó Jin Ling.

- No estoy seguro... - Como la mitad de la cueva había sido sepultada bajo la nieve, el espacio que quedaba era demasiado reducido, si algo aparecía desde el agua sabían que era difícil defenderse sin espacio, tampoco podrían escapar por lo que ambos cortaron su conversación y se quedaron quietos y callados, esperando así no llamar la atención de lo que fuera que hubiera bajo el agua.

Así se mantuvieron por cuatro largas horas, Wei WuXian sentía que explotaría, jamás estuvo tanto tiempo quieto y callado, mientras que Jin Ling se presionaba el estómago odiando el hambre que sentía y odiando todo a todos lo que lo rodeaban, dentro de su estado de frustración se le hacía difícil pensar con claridad, específicamente mantenerse quieto por lo que en un momento sucumbió al estrés y se levantó rápidamente, corriendo hasta la salida cubierta de nieve y para sorpresa de todos, comenzó a golpearla.

- Estoy cansado ¡Quiero salir de aquí! – ante eso, Wei WuXian suspiró y le habló forzando una sonrisa.

- Cálmate, no gastes energías innecesariamente. – sin embargo Jin Ling no lo escucho y continuó golpeando y golpeando la nieve, de pronto la cueva completa comenzó a retumbar y los sentidos de Wei WuXian se pusieron alerta, si no detenía a Jin Ling la cueva podía colapsar - ¡Ya basta Jin Ling! - se puso de pie e intentó alejarlo del lugar, sin embargo el otro le dio un fuerte empujón.

- ¡Estoy harto de toda esta mierda! ¡De ti y tu estúpida sonrisa! ¡¿Qué no ves que moriremos aquí?! ¡Deja de sonreír! ¡Nos moriremos de frío y hambre! – de improviso y para sorpresa de todos, golpeó el rostro de Wei WuXian con su puño arrojándolo unos cuantos metros atrás. El sonido del golpe hizo eco en la cueva - Si no detienes tu estúpida sonrisa juro que yo... - no pudo terminar de hablar antes de que Wei WuXian le devolviera el golpe e impactara el cuerpo de Jin Ling con la nieve de la pared, provocando nuevamente un temblor.

- ¡También estoy harto de tus mierdas Jin Ling pero gritar y golpearme no ayudará en nada! ¡Ya hiciste que la nieve bloqueara la salida, ¿Ahora quieres matarnos?!

- ¡Moriremos de todas formas! ¡No me importa lo que pienses solo quiero que dejes de comportarte como si todo fuera un maldito chiste para ti! ¡Durante todas estas horas no has dejado de sonreír! – entonces Jin Ling se arrojó sobre Wei WuXian y ambos comenzaron a golpearse entre sí, el sonido de los puños de ambos remecieron todo el lugar.

- Joven maestro Wei... - llamó Wen Ning en un susurro nervioso desde la orilla, viendo a cierta distancia como los jóvenes se golpeaban con toda la fuerza que les quedaba, entonces el quinceañero dio un golpe tan fuerte en el estómago de Jin Ling que este escupió sangre – Joven maestro Jin...

- ¡Tú no te atrevas a dirigirme la palabra! – le gritó Jin Ling luego de escupir lo que quedaba de sangre en su boca y continuar golpeando a Wei WuXian. Wen Ning por su lado se acercó sigilosamente a las espadas de ambos y las alejó por si es que los ánimos empeoraban. 



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Wen Ning suspiró a la distancia mientras los observaba, si bien parecía preocupado porque ambos estaban heridos, su suspiro era debido al cansancio de verlos gritar, golpearse y defenderse y volver a gritar para enfadarse más y golpearse nuevamente, se preguntó si uno de los dos sabía por qué peleaban, ya que francamente el mismo había olvidado la razón luego de tantas palabras y golpes, ¿Llevaban peleando veinte minutos, ya? Él no estaba seguro del tiempo pero definitivamente había pasado un rato desde que comenzaron.

La pelea bajaba de nivel a medida que cada uno se cansaba, los golpes que en un momento fueron pura fuerza y orgullo ahora parecían más un par golpecitos amigables y cuando ambos sintieron los pulmones sofocados debido al cansancio, simplemente se tumbaron al mismo tiempo mientras respiraban agitadamente, cubiertos de sudor en medio del frío. Wen Ning volvió a suspirar pero ahora parecía aliviado, dejó la espada de Jin Ling a la vista, mientras que mantuvo la otra oculta tras de sí.

- ¿Ya fue suficiente? - preguntó Wei WuXian con la respiración entrecortada. Jin Ling asintió creyendo que no podría decir una palabra por el cansancio. – Bien, porque me temo que necesito darle atención a otra cosa. – Jin Ling lo miró de inmediato. 

- "Esa cosa", ¿Está aquí? – Wei WuXian asintió.

- Sentí su presencia cuando comenzamos a pelear, probablemente se acercó por curiosidad. – susurró mientras se levantaba y caminaba directamente a la orilla del agua que emanaba vapor, Wen Ning lo siguió con la mirada y corrió, posicionándose en su espalda para defenderlo de ser necesario, Wei WuXian notó esto y le sonrió con el labio roto, un hematoma en el ojo y un arañazo cerca del labio. Lucía fatal pero aun así el cadáver feroz asintió con cierta calidez en su dirección antes de lanzarle su espada y por primera vez, Jin Ling miró la espada, estaba a punto de decir algo cuando fue desenvainada por Wei WuXian congelándole las palabras en su boca mientras lo miraba confundido.

Suibian siguió la presencia indicada por Wei WuXian y rompió las estalagmitas que colgaban de la superficie más alta de la cueva, en ella se sujetaba una pequeña figura que cayó sin gracia en la nieve y se puso de pie con un ceño fruncido, a simple vista cualquiera podría haber concluido que ese adorable niño de ojos grandes era inofensivo y no quien había causado tanto caos en toda la provincia de SiChuan.

Wei WuXian miró directamente en esos ojos grandes enfadados y asustadizos.

- ¿Por qué has hecho todo este caos? – preguntó amigablemente mientras se arrodillaba para quedar a la altura del niño, este infló las mejillas como respuesta - ¿Fue todo un berrinche, verdad? – por su lado Jin Ling estaba demasiado confundido, tanto que su voz se escuchó tres tonos más alta que la usual cuando habló.

- ¿Ese niño es... un amuleto? 



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En el Templo de Reclusión Taoísta de Santem.-

El inmortal Santem era un hombre bastante pacífico y tranquilo, y aunque su carácter fuerte y antipático estaba descrito en cada una de sus palabras, no solía alterarse fácilmente. Se encontraba ordenando alimentos para la próxima comida de sus inquietantes visitas cuando el pequeño Shaymin entró en la habitación, los ojos de este le indicaron que no estaba feliz y Santem si bien no le dedicó una segunda mirada, se preguntó así mismo si alguna vez lo había visto tan furioso.

- ¿Por qué está aquí? – exigió Shaymin en un tono serio. Santem comprendió de inmediato su pregunta pero no volteó a mirarlo cuando le contestó en tanto se agachaba para tomar algunos rábanos y zanahorias de los cajones.

- Viene de vez en cuando, ¿Debería cocinar tofu para el desayuno o una sopa de verduras bastará?

- ¿Por qué? – el pequeño inmortal parecía indignado y su postura era un claro indicador de su rabia contenida pero Santem se negó a mirarlo.

- No lo sé, no se lo he preguntado – respondió con total sinceridad. – supongo que porque no hay nadie más en las cercanías, y se esconde en los pozos, debió llegar aquí por curiosidad.

- Dijiste que era escurridizo, ¿Intentaste sellarlo realmente? – Shaymin estaba molesto de una manera en que su rostro parecía verse muy diferente al de un niño travieso.

- Lo intenté, te dije que lo intenté. – contestó tomando un platillo para acomodar las verduras.

- ¡Pero dejaste de intentarlo porque te encariñaste con él! – el enfado de Shaymin se salió de control al punto en que el platillo que Santem sostenía explotó al ser el enfoque de su energía, aquello hizo que el adulto se girara a ponerle atención con un semblante sorprendido.

- ¿Qué te pasa?

- Tú le diste consciencia. – acusó – era un simple amuleto, un filtro de agua en un pozo pequeño. Tenía técnica pero carecía de espíritu, no podía moverse con libertad ¡No podía formar una identidad! ¿Por qué le diste tal grado de consciencia? ¿En qué estabas pensando? Cultivaste en él, se encariño contigo y este lugar, y ahora debo llevármelo a la fuerza para matarlo. ¡Es injusto! - Santem suspiró y se apoyó descuidadamente en el mueble de madera, no parecía afectado en lo más mínimo por las palabras de Shaymin.

- "Inmoral e injusto" son conceptos por los que no me mezclo con el mundo tan político de afuera – refunfuñó. Ante la mirada furiosa de Shaymin intentó explicarse – me encontré esa criatura en el pozo causando problemas e intenté sellarlo cuando congeló gran parte del río, pero no funcionó, era un amuleto poderoso. Con los años en que intenté eliminarlo él pareció crear una consciencia y se divertía escabulléndose de mí, hasta que un día intenté simplemente tener una conversación. – Shaymin bufó – Él esperaba a alguien y estaba seguro de que esa persona volvería por él, así que lo dejé y comenzó a acompañarme cada vez que salía de aquí.

- Y te encariñaste. – resumió Shaymin, Santem desvió la mirada en un gesto culpable.

- No cultivé en él a propósito, solo... quité la energía espiritual de este lugar para que pudiese venir cuando quisiera.

- ¿Quieres decirme que formó una identidad solo? – la pregunta era una clara ironía por parte de Shaymin. Un amuleto poderoso de energía resentida solo podía tener una consciencia básica para responder frente a estímulos, únicamente podría desarrollar una más grande si pasaba el tiempo suficiente manteniendo contacto con otros humanos, no necesitaba de más resentimiento ni poder espiritual alguno, sino que de aprobación constante.

- ¿Por qué te enfadas tanto? Él estuvo esperando a la llegada de este chico, no impediré que se lo lleve y estoy seguro de que se marchara con él voluntariamente.

- Ese no es el problema – le indicó Shaymin con mala cara – Wei Ying se lo llevaría incluso si tú no quisieras, pero no para usarlo como lo hacía antes sino que para destruirlo, pero... un amuleto resentido con una consciencia tan desarrollada puede fácilmente volverse en su contra.

Ante aquella noticia, Santem frunció el ceño y su máscara de tranquilidad desapareció.

- ¿Por qué lo lastimaría? Es un amuleto inofensivo.

- En solitario lo es, pero es solo una pieza de algo que debe eliminarse por completo – resumió sin querer dar más detalle.

- No puedes llevártelo si lo vas a destruir. – soltó rápidamente Santem en una postura protectora - Él... a estado esperando quince años... incluso ahora que puede apreciar otras cosas, él sigue esperando... no puedes ser tan cruel.

- ¿Cruel? ¡Permitiste que tuviera vida un amuleto que desde el primer momento jamás debió sentir! La única orden que tenía era obedecer y esperar, no había más en él y si lo hay y ahora debo destruirlo, ¿Es culpa mía o tuya? – Shaymin bajó la mirada sabiendo como sonaban sus palabras. – Darle consciencia a un amuleto resentido es inmoral. Ni siquiera un maestro de cultivo demoníaco haría tal cosa. – ante eso Santem suspiró, considerablemente afectado.

- En mi defensa, no me percaté de su consciencia hasta que fue demasiado tarde. Dame tiempo para solucionarlo, tal vez pueda... liberar su consciencia... encerrarla en otro lugar... - ante eso Shaymin levantó una ceja.

- ¿Quieres intentar crear algo similar al cadáver feroz que viste, pero a costa de una figura sin cuerpo físico? – el pequeño bufó – Ridículo, no solo porque técnicamente es imposible sino que necesitamos destruir su esencia y con eso la base de su consciencia. Así que solo despídete de tu intento de mascota, porque es lo único que puedes hacer. – ante sus palabras duras Santem sacó una espada cuidadosamente oculta dentro de sus ropas y apuntó directamente a la nariz de Shaymin. Ambos se mantuvieron la mirada un par de segundos.

- No te lo vas a llevar si piensas asesinarlo, tendrán que darse el tiempo de pensar en alguna solución para... - sus palabras fueron cortadas por la espada que desenvainó Shaymin, que golpeó la de Santem lo suficientemente fuerte como para que esta terminara clavada en la madera de la pared y luego apuntó directamente su corazón. Shaymin dio dos pasos adelante, haciendo retroceder al adulto.

Santem estaba fuera de práctica y no importaba si tenía el cultivo suficiente para ser un inmortal, no superaba a Shaymin en fuerza, velocidad, técnica, experiencia, edad y por sobre todo el alto nivel de cultivo condensando en un pequeño cuerpo.

- No me obligues a olvidar nuestra amistad. – Shaymin lo fulminó con la mirada y encajó su energía sobre la de Santem, haciendo que este se sintiera ahogado y atrapado mientras era apuntado por su espada.

Ellos jamás habían tenido un duelo ni Santem había visto luchar a Shaymin, sin embargo tenía el conocimiento de que el niño había cultivado por demasiados años más que él y en campos más activos, sabía que había sido imprudente de su parte molestar a uno de los discípulos de BaoShan SanRen, pero también entendía que Shaymin era probablemente la única persona que percibía su nivel de afecto por ese niño de ojos grandes.

- Te lo voy a repetir, me encargaré de retenerlo sin lastimarlo para que te puedas despedir. No hay más opciones. – dicho esto guardó bajó su espada.

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