Cuando JingYi vio a Lan WangJi ir hasta el pozo de entrada con Wei WuXian entre sus brazos y luego miró a Lan SiZhui hacer lo mismo con Jin Ling, se preguntó si estaba mal sentirse un poco solo. OuYang ZiZhen ni siquiera lo pensó y ya los había seguido, pero él se quedó allí de pie en medio de la nieve.
- No te quedes aquí, hace frío. – dijo una voz infantil a su espalda, sin embargo cuando se volteó no encontró a nadie, miró en todas las direcciones y solo podía ver más y más nieve, pero entonces un peso cayó en sus hombros. Un pesado abrigo blanco había sido colocado sobre él. Nuevamente se volteó pero no había señal alguna del niño inmortal con ojos penetrantes, solo quedaba su abrigo.
Esa noche, Lan JingYi tuvo un sueño peculiar en donde era tan solo un pequeño niño de cuatro años, se había infiltrado dentro de la primavera fría luego de seguir a los cultivadores mayores, pero sus pies pequeños no pudieron sujetarse con la suficiente firmeza y cayó en la parte más honda del estanque frío, su sueño era tan real que podía sentir las agujas del frío infiltrarse por sus músculos hasta llegar a los huesos. Entonces un pequeño niño de ojos verdes lo sacó del agua y lo cubrió con su abrigo blanco y pesado, dio un poco de energía espiritual hasta que su cuerpo dejo de doler, el niño sonreía cálidamente y JingYi quería preguntarle si podían ser amigos pero se sentía tan fatigado que no pudo decir una sola palabra, se perdió en la inconsciencia mientras unos ojos acogedores prometían llevarlo de vuelta a casa con mamá.
- ¿Qué fue lo que soñaste que te caíste de la cama cuando HanGuangJun entró? – preguntó OuYang ZiZhen.
- ¿Ah? No fue nada – murmuró sintiendo sus mejillas ruborizarse mientras se vestía.
- Oh, fue… ¿Ese tipo de sueño? – susurró el joven OuYang. Lan JingYi lo miró confundido.
- ¿A qué te refieres? - ante su pregunta el otro joven solo rió fuerte.
- A nada, a veces olvido lo inocentes y puros que son los Lan, o mejor dicho lo aburridos que son, ¿verdad, Jin Ling? – el joven Jin permanecía sentado en su cama con la vista baja, totalmente absorto en sus pensamientos. Un poco más lejos, en la cama siguiente, estaba Lan SiZhui con la misma postura y concentración en otro lugar que no era la habitación compartida por los jóvenes. - ¿Se pelearon? – preguntó OuYang ZiZhen a Lan JingYi, este último levantó los hombros. No tenía idea de lo que ocurría.
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Cuando Wei WuXian abrió los ojos, sintió la cabeza nublada, ¿A caso le martillaron el cerebro? podía apostar a que sí.
Sentía que habían pasado años y años en sus sueños, una sensación de frustración se plantaba en su mente, como si algo importante se le escapara a pesar de que recordaba con bastante claridad un tumulto de hechos liberados por su subconsciente. Comenzaba a inquietarse con esa sensación mientras intentaba moverse pero los músculos le pesaban, en gran parte porque le dolía el pecho y tenía entumecidos los brazos, en otra porque Lan WangJi estaba dormido enterrando su rostro entre sus brazos, precisamente sobre el abdomen de Wei WuXian.
Mientras miraba a su alrededor y reconocía la habitación del templo oculto en el pozo, los acontecimientos llegaron poco a poco a él y la culpa le quemó las entrañas tanto como la misma marca de dudosa procedencia.
Lan WangJi debía odiarlo, sin embargo era evidente que había cuidado de él hasta el punto de colapsar del cansancio, afortunadamente sobre su regazo, de modo que Wei WuXian podía sentir el peso de su cuerpo respirando acompasadamente sobre el suyo, de una manera que quería grabar en su corazón por si es que no se repetía nunca más.
Se sentía distinto a lo habitual, un par de recuerdos densos eran casi tangibles en su memoria, como si los hubiese vivido él mismo, podía ir por ellos y vivir remembranzas una por una con total naturalidad. De pronto era como una persona del pasado en un contexto inauténtico, se sentía distinto también, no desencajado del todo, pero había sensaciones extrañas y desconocidas… extrañaba demasiados lugares que no conoció, sabores que no probó, caricias de una hermana que no tuvo, risas con un hermano que no lo apreciaba y la figura de dos personas de vestimenta púrpura era tan fuerte en su memoria que sentía podría hacer un retrato con el más mínimo detalle de sus rostros. Había un poco de dolor, palabras hirientes, hambre y perros hambrientos. Muelles repletos de euforia, sonrisas gentiles, barcos y varazos en la espalda, un Lan Qiren enojado y un chico con un abanico. Muchas voces nadaban vivas en su cabeza. También había algo más, un ceño fruncido, una actitud distante y cercana, miradas frías y atentas, un adolescente en ropas blancas con presencia y gran cultivo lo trataba como si fuera una molestia pero al mismo tiempo le prestaba atención a su manera. Una cueva, una bestia deformada, una lágrima furtiva que se escapaba y una tristeza que se escondía detrás del recuerdo de una mordida, una melodía y fuego.
No podía recordar nada más a partir del fuego.
¿Así se sentía su yo pasado de quince años? No, en sus recuerdos tenía incluso más edad.
¿Qué había sucedido después? ¿Qué había hecho que Lan WangJi dejara de mirarlo con reproche y le diera las miradas cálidas que él había recibido todo este tiempo? Aún faltaba tanto por saber y se preguntó si quería saberlo. El peso de los nuevos recuerdos y los detalles en ellos le hacía crujir la cabeza y se mezclaba de manera extraña con su sentir.
Los minutos transcurrieron y de reojo vio a alguien cerca, cuando giró la cabeza notó a un niño de ojos grandes jugando con lo que parecían ser dos muñecos de paja, los tomaba y los hacía caminar por las orillas de una bañera, luego parecía que se abrazaban o estampaban sus cabezas, ¿Tal vez intentaba hacer que se besaran? La idea le causó gracia, el niño continuó jugando ensimismado como si no hubiera nada de extraño en que tuviera la fuerza suficiente como para escapar del sello de la bolsa de qiankun.
Fijó su atención en la zona del rostro del segundo maestro Lan que alcanzaba a ver desde su posición, las pestañas del lado izquierdo de su perfil eran largas y hacían sombras en sus mejillas. Lan WangJi seguía teniendo el mismo aire que en sus recuerdos, frío y distante a primera vista, inexpresivo y con un vocabulario formal y elegante que se resumía en pocas palabras pero estas eran siempre honestas.
Permanecía siendo él y Wei WuXian se preguntó, ¿Cómo es que no se enamoró de él a primera vista en su vida pasada? ¿Cómo había decidido dirigir toda la fuerza de sus burlas hacia él, sin dudar un segundo si estaba cruzando la línea de la consideración? Definitivamente en su vida pasado no era mal intencionado pero carecía de la educación estricta que le había dado BaoShan SanRen. Bueno, se podía consolar con un nuevo eslogan de vida: Ahora era un dos en uno.
Con un poco de esfuerzo el quinceañero liberó su mano y acarició sutilmente los finos cabellos del mayor que caían como cascada en la cama. Sabía que lo despertaría, y aunque aún sentía vergüenza y culpa, estaba casi desesperado por ser el foco de atención en la mirada de esos orbes dorados.
Como se había esperado él se levantó lentamente mientras respiraba con fuerza por la nariz, se veía somnoliento, cansado y al mismo tiempo perezoso, si Wei WuXian hubiera podido cambiar años de su vida por detener el tiempo en la imagen de Lan WangJi ruborizado y perezoso, él lo hubiera hecho sin dudar.
- Hola – susurró con voz ronca. Se escuchaba peor de lo que se sentía, pero no podía importarle menos. Lan WangJi aún pestañeaba lentamente como si los ojos le pesaran, levantó su mano para colocarla en la frente de Wei WuXian y sus ojos se suavizaron un poco luego de unos segundos.
- Hola, ¿Cómo te sientes? - el menor frunció el ceño como respuesta, Lan WangJi le dedicó una mirada atenta y preocupada que parecía haber despertado del todo, por lo que Wei WuXian aclaró.
- Solo tengo el cuerpo entumecido.
- ¿Entonces qué sucede? – preguntó suavemente, una de sus manos descansaba en el abdomen del quinceañero que estaba cubierto por una colcha gruesa, sin embargo podía ver y sentir los golpecitos de consuelo que Lan WangJi daba con sus dedos de forma rítmica.
Wei WuXian se mordió el labio mientras miraba directamente la intensidad de los ojos ajenos.
- ¿Estás enfadado? – el apenas susurro llegó a oídos de Lan WangJi, quien negó con la cabeza pero luego frunció el ceño y bajo la mirada.
- Yo… debo disculparme por… - Wei WuXian de inmediato levantó la mano y le tapó la boca. Por alguna razón se sentía incómodo al escuchar a Lan WangJi referirse a ese tipo de situaciones.
- ¡No, no, Lan Zhan! Yo fui, fue mi culpa, tú no querías y yo debí haber respetado –
- Sí quería – lo cortó Lan WangJi sin levantar la mirada.
- ¿Eh? – el quinceañero lo miró como si fuera la primera vez, asombrado de lo mucho que le gustaba lo que sus ojos tenían en frente, de pronto sus mejillas enrojecieron casi con furia y para evitar una caída en picada hacia la vergüenza, comenzó a reír a carcajadas nerviosamente. El ceño fruncido en Lan WangJi solo se acrecentó. – Ay Lan Zhan – suspiró limpiándose un par de lágrimas. – lo siento, creí que te escuché mal, mi imaginación quiere tanto escuchar algo que se lo inventó – volvió a reír. Lan WangJi por su parte volvió a dirigir su mano a su frente. – no tengo fiebre solo soy yo siendo estúpido.
- Mn. – asintió mirándolo con extrañeza - ¿De verdad te sientes bien?
- ¿No puedo estar feliz de creer escuchar que el hombre al que deseo también me deseaba y que no fue inmoralmente violado por mí?
La manzana de adán del mayor subió y bajo.
- No digas palabras tan descuidadas.
- ¿Lo hago?
- Mn. No es como si no hubiera podido detenerte si…
- Lan Zhan espera – él intentó sentarse en la cama pero solo consiguió volver a caer, nuevamente lo intento y medio sentado preguntó: - ¿Estás diciendo que en serio, en serio querías que yo lo hiciera? ¿No estás diciendo esto para hacerme sentir mejor o menos culpable?
- Quería – repitió Lan WangJi con total seguridad. Wei WuXian permaneció en silencio en lo que una tonta sonrisa comenzaba a dibujarse en su rostro lentamente. El segundo maestro Lan se puso de pie como si ya hubiera tenido demasiado del tema, entonces tomó la bolsa de qiankun que estaba sobre la mesa. - ¿Sellaste el amuleto?
- No, él se selló así mismo - rió por el intento desesperado de Lan WangJi para cambiar el tema - es poderoso incluso si hubiera querido me temo que no hubiera podido sellarlo. Incluso ahora se ha paseado por esta habitación.
- ¿Ahora?
- Sí, mientras dormías estaba por allí jugando, cuando despertaste desapareció. Es un poco antisocial.
- ¿Y esto? – preguntó apuntando a su pecho. Wei WuXian se miró la quemadura vendada y frunció el ceño, si debía ser honesto, él no había querido pensar en ello.
- No lo sé. Estaba por salir de la cueva cuando sentí mucho dolor y de pronto esto apareció. No fue causado por nada externo, eso sí es seguro. – Lan WangJi asintió y el menor notó que de pronto se veía triste, como no continuó preguntando estuvo seguro de que ya tenía una teoría sobre eso. – Lan Zhan, ven aquí. – abrió los brazos e hizo un lugar en la cama.
- Estás herido.
- ¿Importa? Necesito el calor de Lan Zhan. – haciendo un puchero y abriendo los ojos para intentar parecer un animal triste, vio como Lan WangJi se quitaba las botas y se metía en la cama. Acomodó su rostro muy cerca de la mejilla del menor, luego el brazo cubriéndole el abdomen y sus piernas enredándose sutilmente con las suyas. Otro momento que Wei WuXian congelaría sería definitivamente ese. – Así – se sacudió de dicha entre su abrazo – esto es perfecto.
- Mn. - Lan WangJi rozó sus labios con su mejilla producto de las sacudidas pequeñas del menor y en un rápido movimiento Wei WuXian se giró para robarle un casto beso, a pesar de que no era la primera vez que ocurría el mayor se congeló como las veces anteriores. – descarado – susurró sin enfado, pero con un pequeño matiz de preocupación.
- Lo sé, lo sé, pero es que estás tan cerca y tu aroma es dulce… dan ganas de… - no continuó y volvió a reír nerviosamente – Lan Zhan, he recordado absolutamente todo de cómo formamos nuestra amistad. – los ojos del mayor se abrieron ligeramente – y puedo decir que fuiste muy malo conmigo, así que merezco ser indemnizado por los daños a mi corazón. – de pronto su boca fue cubierta por la palma de una mano – ¡mggmggmg!
- Tonterías. – susurró Lan WangJi cerca de su oído, causándole un escalofrío, entonces el menor se sacudió en un leve temblor y luego lamió la mano que cubría sus labios, el mayor la quitó de inmediato y lo miró con ofensa en la mirada.
- ¿Uh? ¿Por qué me miras así? ¿Te recordó a cuando hice eso en otro lugar? - movió sus cejas de arriba a abajo con rapidez de manera sugerente - ¿Quieres intentarlo otra vez?
- ¡Wei Ying!
Sí, se sentía diferente, estaba completamente seguro de que si tomaba a Suibian podría mezclar los movimientos aprendidos de su vida pasada con los actuales, podría utilizar ambos conocimientos del mundo e inventar tantas y tantas cosas, pero de momento solo quería quedarse en la cama un poco más y tomar del calor que le ofrecía el estoico hombre al que llamó “aburrido” tantas veces. Poco le importó lo que pudiera pensar su yo del pasado sobre Lan WangJi, el caso es que él en su propia vida y con su propio corazón, estaba ciegamente enamorado del segundo maestro Lan.
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Lan WangJi notaba que había algo distinto con Wei WuXian.
El brillo en los ojos era juguetón, pero había menos ingenuidad de la que recordaba. Todo tuvo sentido cuando comenzó a relatar el pasado que recordaba, los lugares en los que había estado en su vida pasada, lugares de los que él mismo no sabía nada, una historia de infancia que siempre quiso averiguar, detalles de sus sabores preferidos, su amor por los matices. Se sentía como si estaba descubriendo los detalles de Wei WuXian al mismo tiempo en que lo hacía él mismo Wei WuXian.
Él sabía que el quinceañero estaba hablando para borrar la preocupación en su mirada, lo notaba por la manera en que se concentraba mientras lo miraba a los ojos.
En algún momento Wei WuXian quiso acurrucarse alrededor de su cuerpo y él se lo permitió, ya no tenía resistencias para él, no cuando parecía disfrutar de trato que él quería ofrecerle desde hace mucho. La mano del menor se había metido entre sus túnicas y lo había tocado por sobre la ropa interior, cuando pensó en detenerlo notó que Wei WuXian se había metido por completo entre sus túnicas y había atado el cinturón en su espalda. Ahora Lan WangJi y Wei WuXian estaban vestidos en la misma túnica exterior y el quinceañero reía de su nuevo juego. El segundo maestro Lan solo podía dejarlo disfrutar y escucharlo reír mientras su corazón se calentaba.
- ¿Sabes, Lan Zhan? – el mayor negó con la cabeza de inmediato y Wei WuXian se rió – por supuesto que no lo sabes si aún no lo he dicho. Lo que quería decir es que me siento aliviado. No estaba seguro de qué esperar cuando mis recuerdos llegaran a mí, pero ahora me he encontrado con que el "yo" de mi vida pasada no era una mala persona, era bastante digno y virtuoso, también talentoso y guapo sin duda alguna.- agregó mientras asentía. – Una persona digna de admirar.
- Lo sé.
- ¿Uh?
Lan WangJi lo miró a los ojos.
- Wei Ying no tiene un corazón egoísta. – el menor no pareció reaccionar de inmediato y le mantuvo la mirada mientras pestañeaba una, dos, tres veces. Entonces su rostro se pintó de rojo y lo escondió en el pecho de Lan WangJi.
- Uh – se quejó esta vez – eso fue lindo. – su voz aún sonaba amortiguada desde su escondite, entonces para sorpresa del segundo maestro Lan, Wei WuXian besó la piel desnuda de su pecho con un muy sonoro y pausado beso. – tómalo como una venganza. – dijo levantando el semblante y dedicando una mirada atenta a las orejas ya rojas del mayor.
- Ridículo – susurró cariñosamente. El otro rió.
- Lan Zhan.
- ¿Mm?
- ¿Puedo preguntar algo?
- Mn.
- ¿Cómo me confesaste tus sentimientos? – ante esa pregunta Lan WangJi se tensó, el recuerdo de su confesión y el rechazo que recibió lo abofeteó sin consideración alguna, haciendo desaparecer el dulce momento como si este fuera mero polvo sacudido por los golpes de la realidad. Él se confesó y Wei WuXian lo rechazó, esa era la verdad, todo lo que tenía entre sus brazos en ese momento era la ilusión de un chico confundido. - ¿Lan Zhan?
Alguien tocó a la puerta y luego pudieron escuchar el llamado de OuYang ZiZhen, ya que al parecer el desayuno estaba servido.
Como Lan WangJi se había movido de inmediato sin responder la pregunta Wei WuXian sintió una sensación amarga, como si algo se le estuviese escapando, se dijo así mismo que las respuestas llegarían en su momento por lo que no insistió sin embargo, tampoco se movió y permaneció abrazando a Lan WangJi por debajo de la túnica exterior.
- Wei Ying.
- ¿Sí?
- No podemos bajar así.
- ¿Por qué no? Estamos vestidos, ahora somos tres en uno.
- ¿Tres?
- Sí. Mi yo del pasado, mi yo presente y tú, mi futuro. – ante la pequeña sorpresa evidente en los ojos de Lan WangJi el menor comenzó a reír con fuerza - ¡Lan Zhan no sabía que te gustaban ese tipo de palabras! ¿Debería dedicarte poesía? Oye mírame, no te enfades, ¿Por qué tan avergonzado, eh?
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Cuando Wei WuXian apareció en la mesa para desayunar, todos se sorprendieron, el único que no volteó a mirarlo fue el inmortal Santem.
- ¿Ya estás bien hermano Xian? – preguntó OuYang ZiZhen.
- Sí ¡Listo para la siguiente aventura!
- Pff – bufó Lan JingYi – apenas saliste ileso de esta, no seas tan engreído.
- Eso fue porque tuve que cargar al gran Jin Ling – molestó, sin embargo Jin Ling solo permaneció con el ceño fruncido y la cabeza gacha, junto a él Lan SiZhui permanecía igual. - ¿Qué les pasó a esos dos? ¿Se pelearon? – preguntó mientras se sentaba frente a su desayuno, OuYang ZiZhen le dio un codazo.
- Será mejor que no los molestes, han estado así toda la mañana, parece que están perdidos en sus propios pensamientos. – le dijo, Wei WuXian giró los ojos.
- Aish este par de tontos, solo háblenlo y ya, que la juventud se les escapa, después no tendrán fuerzas para hacer eso que ustedes ya saben.
Ante sus palabras desvergonzadas Santem se aclaró la garganta.
- ¿Y el amuleto? – preguntó con total intención de cambiar de tema. Wei WuXian se llevó la cuchara de sopa a la boca antes de contestar.
- Se selló así mismo, acabo de leer una carta sospechosa de parte de Shaymin – comenzó. Palpó su pecho en donde había guardado la hoja entre sus túnicas antes de continuar – en ella dice que debo permitirte despedirte del amuleto. Eso me hace pensar que tú tuviste que ver con el hecho de que haya creado consciencia, ¿Me equivoco? – Santem volvió a dirigir su atención a su desayuno, ignorando al menor. – es extraño encontrar a un cultivador que se atreva a hacer semejante cosa con un amuleto yin poderoso, si no hubiese sido porque su naturaleza es inofensiva pudiste haber resultado herido en el mejor de los casos. – Santem bebió bulliciosamente de su sopa, nuevamente demostrando su esfuerzo por ignorar a Wei WuXian este último solo negó con la cabeza – en fin, no es como si pudiese controlar el amuleto, si él quiere despedirse lo hará aunque yo pretenda evitarlo.
La conversación no continuó y cada uno se dedicó a terminar su desayuno.
Por la tarde y luego de que descansaran un poco más, los jóvenes se prepararon para partir.
A las afueras del pozo había un grupo de jóvenes cultivadores de diversas sectas, un cadáver feroz escondido a la distancia y un inmortal que sostenía un niño entre sus brazos, no hubo intercambio de palabras entre ellos, solo un par de miradas y una leve caricia en el cabello bastó para que Santem soltara a regañadientes al niño y solo permaneciera observando como este corría a los brazos de Wei WuXian para entrar en su bolsa de qiankun sin que siquiera se lo pidieran.
Ellos se fueron y Santem permaneció allí, de pie en medio del frío panorama que prometía descender hasta volver a convertirse en un campo cálido de flores. Aunque esto poco le importaba al inmortal que miró el pozo como si le doliera atravesarlo, esta vez para estar completamente solo por quizás cuánto tiempo más.
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