Wei WuXian ya no sabe nada, ni dónde está, ni quién es. Incluso cree que olvidó cómo respirar, de lo contrario su nariz no sonaría como si pasar aire por ella fuera un trabajo tan difícil.
Estaba lleno, tanto que se le adormecieron las extremidades y su mente pareció solo percibir el enfoque de la parte baja y trasera de su cuerpo, la que estaba siendo ultrajada por primera vez.
Se sentía incómodo, aplastante, sofocante y extrañamente entrañable.
Rodeó la espalda de Lan WangJi con tanta fuerza como fue capaz, pero solo consiguió levantarse así mismo hasta el hombre que estaba sobre él, no lo movió ni por un centímetro.
- Uh – fue el sonido que se repetía en forma de balbuceó y ni siquiera sabía que lo estaba haciendo. La primera cosa que entró en su conciencia fue una pregunta de Lan WangJi aparentemente repetitiva.
- ¿Estás bien?
- Si, si... - consiguió balbucear mientras la neblina comenzaba a dispersarse de su cabeza – solo... no te muevas, ¿sí? Solo... dame un poco de tiempo, deja que... vuelva a ser yo.
- ¿Duele? – la preocupación se filtró en el tono neutro de Lan WangJi, Wei WuXian se distanció para observar su rostro, tenía las cejas un tanto contraídas y las mejillas dibujando un camino leve de rubor que acababa en un profundo rojo en sus orejas.
- Por supuesto que duele, es mi primera vez... pero... ah, ahora me siento tan lleno... - la voz ronca en su tono sólo se hizo cada vez más sugestiva a medida que avanzaba su discurso, movió un poco las caderas tanteando sensaciones, Lan WangJi sobre él se congeló.
- No hagas eso. – advirtió con el ceño profundamente fruncido.
- ¿Por qué no? Solo estoy probando un poco de lo que mi HanGuangJun me está ofreciendo tan abiertamente. O no, espera, el abierto soy yo.
Como si no pudiera soportar más de sus palabras, Lan WangJi le dio una profunda embestida.
- ¡Ah! – el grito hizo eco en las paredes de la habitación. - ¡Lan Zhan! Oh ya veo, ¿Esta nueva forma de castigo te excita, verdad? – como respuesta Lan WangJi volvió a hacerlo, pero esta vez no se detuvo, enterró su rostro en el hueco del cuello de Wei WuXian y comenzó a embestir con fuerza, sacudiendo la cama debajo de ellos, Wei WuXian contrajo tanto los dedos de los pies que creyó que se le caerían, volvió a gritar lo que solo consiguió que Lan WangJi le cubriera la boca. Aun así se las arregló para balbucear.
- ¡Sé que estamos en la profundidad de las nubes, sé que no debo gritar, pero si Lan Zhan me va a castigar tan fervientemente no puedo evitarlo! Oh, Lan Zhan, se siente bien, realmente bien, ¿Tú lo sientes así de bien? ¿Estar dentro de mí... se siente mgmgmg? – Lan WangJi quitó su mano para esta vez cubrir los labios de Wei WuXian con su propia boca, algunos murmullos se hicieron escuchar desde afuera pero nada pareció afectarlos en lo más mínimo. Lan WangJi solo se alejó de los labios de Wei WuXian cuando este comenzó a sacudirse por falta de aire, lo miró desde arriba mientras lo embestía con ímpetu y constante ritmo. El labio de Wei WuXian temblaba, su espalda se arqueaba, a ratos bajaba la mirada para observar cómo estaba siendo tomado por el hombre sobre él, entonces su rostro se pintaba de rojo y un par de gemidos descontrolados volvían a hacer eco en el lugar. Antes de que se percataran Wei WuXian había percibido un punto de placer y comenzó a sacudirse fervientemente para buscar más de él, Lan WangJi lo sujetó colocando una mano en su estómago, localizo el punto exacto gracias a los gemidos cada vez más agudos de Wei WuXian y entonces su trabajo laborioso comenzó. Ambos se perdieron en el momento en los sonidos húmedos y aplastantes que sacudían la habitación.
-¡No lo hagas, están en medio de un conjuro!– gritó Shaymin mientras sostenía con fuerza las manos de JingYi que estaban sobre la puerta del jingshi. A pesar de que su voz era una octava de alta más que su tono normal, en lo que evidentemente era un intento de hacer notar su presencia, los gemidos que brotaban hasta afuera continuaban de forma persistente, e incluso cada vez más alto.
- Pero están en peligro, ¿No escuchaste el grito? ¿Y estos...? ¡Alguien está sufriendo!– respondió con urgencia Lan JingYi, Shaymin arrugó la cara.
- Créeme, lo escuché y lo escucho pero será perjudicial si abres la puerta en este momento.
- ¡¿Por qué?! – insistió impaciente el joven Lan.
- Lo que sea que esté sucediendo allá dentro debe quedar encerrado dentro de esas paredes JingYi, vamos, aléjate de la puerta – Shaymin tomó sus manos y comenzó a alejarlo con fuerza, prácticamente arrastrándolo, entonces otro grito de Wei WuXian rompió el silencio nocturno, esta vez acompañado de un gemido especialmente largo. Las mejillas de Shaymin se ruborizaron mientras se petrificaba, en cambio Lan JingYi tomó esto como un grito de ayuda y se sacudió con urgencia. - ¡No te muevas, debemos alejarnos!
- ¡Por supuesto que no, debemos ayudar!
- ¡Lan JingYi! – gritó Shaymin enojado, pero sus mejillas estaban tan rojas y su voz sonaba tan frustrada que no tenía ni el más mínimo tono de mando. - ¿Crees que tienes más conocimientos que HanGuangJun y el Patriarca Yiling en conjuros?
- Por supuesto que no pero...
- Entonces salgamos de aquí, estamos estorbando. – volvió a arrastrar a Lan JingYi un poco más lejos, sin embargo este se rehusaba a avanzar por sí mismo. De pronto la sospecha se plantó en su mirada y Shaymin sintió un escalofrío temiendo que el joven Lan ya hubiese comprendido lo que sucedía dentro del jingshi.
- Y si...
- ¿Y si?
- ¿Y si no eres el verdadero Shaymin y solo estás intentando alejarme del caos? Eso explicaría porque no pudiste atravesar la puerta.
- ¿Eh? Bueno si eso fuera cierto, el verdadero Shaymin estaría muy celoso de que Lan JingYi hubiera besado con tanto fervor a otra persona. – con la mención de aquello el joven Lan también se ruborizó.
- Está bien, está bien...pero, ¿Cómo puedes asegurarme de que todo estará bien si no intervenimos? Tal vez deberíamos avisar a ZeWu-Jun. – Shaymin suspiró frustrado.
- Bueno... porque... hay una cosa que indica que están acabando con lo que sea que están luchando en medio de este conjuro. – dijo con suma seriedad.
- ¿Qué?
- Aplausos.
- ¿Aplausos?
- Sí, aplausos.
- Pero no hemos escuchado aplausos. – justo en cuanto terminó de hablar el sonido similar a aplausos comenzó a hacerse escuchar por los alrededores. Shaymin se ruborizó aún más antes de volver a empujar a JingYi más lejos.
- ¿Ahora me crees?
- Oh, hum... sí, creo que sí.
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Lan WangJi había pegado el rostro al de Wei WuXian, su boca rozaba la oreja del otro y cada tanto la lamía en medio del caos en la habitación, pero lo que definitivamente más disfrutaba Wei WuXian con ello era que los leves temblores en la respiración de Lan WangJi eran perceptibles con aquella cercanía. De la misma manera, él gimió sin contención cerca del oído de Lan WangJi, enterró sus manos en su cabello húmedo y se sacudió abiertamente, se sentía tan caliente y pegajoso mientras el otro se movía sobre él que se preguntó si en algún momento se derretiría. Sus piernas se acalambraron e incluso su espalda se estremecía mientras golpeaba una y otra vez la cama en tanto era embestido, la cama crujía y las respiraciones erráticas se hacían notoriamente más pesadas.
La mano de Lan WangJi sujetó la mejilla de Wei WuXian y la acaricio en medio de aquel enredo de piel, luego su dedo se movió hasta entrar en la boca de Wei WuXian, este mordió y chupo con fuerza. El dedo húmedo bajó por su cuello dejando un rastro de saliva, y se asentó en un pezón, cuando Lan WangJi sintió el roce de la erección de sus pezones no pudo evitar inclinarse hacia abajo para saborearlos él mismo. Wei WuXian para entonces estaba mareado, sentía gran urgencia por tocarse así mismo pero también se sentía aliviado por los golpes que daba su propio glande con su ombligo. Como si Lan WangJi lo hubiese escuchado, bajó una mano a acariciar directamente la humedad y dureza de su erección, sin aviso comenzó a bombearlo con crudeza y consiguió marcar un ritmo impecable con sus embestidas, Wei WuXian nuevamente gimió tan alto que estuvo seguro que si alguien recorría los al rededores lo escucharía. Poco le importó.
- Lan... Zhan, yo... ah... - cuando abrió los ojos para advertirle a Lan WangJi que estaba por dejarse ir, notó que este lo miraba con tanta hambre en sus orbes dorados que parecía que pudiese tenerlo bajo y alrededor de su erección por días completos. Wei WuXian tragó saliva mientras era sacudido de arriba hacia abajo. Sus piernas temblaron, los dedos de sus pies se contrajeron y los de sus manos tantearon buscando dónde apretar, encontrando solo las sabanas como una opción razonable, enredó sus manos en ellas y las jaló hacia arriba mientras su propia espalda se arqueaba y se sacudía en medio de su orgasmo, fue consciente de que su propio semen rozó su cuello en el momento en que Lan WangJi se inclinó para lamerlo.
Él aún estaba dentro de sí, tan duro e impecable como al comienzo.
Volvió a tragar saliva, notando que si continuaba con otras rondas amorosas así se volvería estúpido por el uso, de pronto se dio cuenta de que era exactamente lo que quería y en una necesidad intrínseca comenzó a verbalizarlo.
- Lan Zhan, oh mi honorable HanGuangJun, toma a este Wei Ying tuyo como desees y embístelo hasta que mates todas sus neuronas en la sacudida, úsame como gustes, ¿No te había dicho eso, ya? ¿Por qué te estás conteniendo? ¡Ah! ¡No tan fuerte Lan Zhan! ¡Uuuh! ¡Me vas a desarmar!
Las embestidas de Lan WangJi se volvieron brutales mientras intentaba callar a Wei WuXian y aunque había planeado bajar su ritmo inmediatamente después de lograrlo no pudo contenerse cuando el placer le recorrió la espalda ante la visual de Wei WuXian babeando y balbuceando tan descontrolado, aquel ritmo desmedido le había pintado las mejillas de tal rubor que Lan WangJi simplemente no pudo detenerse, le mordió el cuello mientras adivinaba que sus balbuceos se habían convertido en suplicas y continuó sin perder el ritmo hasta que el mismo estaba temblando entre el abrazo apretado de Wei WuXian, en sus últimas embestidas se enterró tan profundamente que las piernas del otro se alzaron hasta la altura de su cuello. Embistió un poco más mientras el chapuseo de su propio semen volvía aún más acuosos los sonidos en la habitación, finalmente se sintió pesado y completamente extasiado, dejándose caer junto a Wei WuXian, este de inmediato en medio de su total inconsciencia lo buscó y lo abrazó atrayéndolo así mismo.
Wei WuXian buscó a tientas en el pecho de Lan WangJi y a duras penas logró inclinarse en medio de su cansancio para besar su cicatriz. Lan WangJi hizo exactamente lo mismo, pero se acomodó allí, sobre su pecho, dejando que los dedos de Wei WuXian se enredaran en lo más profundo de su cabello sudado y lo acariciara con dulzura.
- Ah... en serio debimos haber hecho esto hace mucho tiempo. – balbuceó de manera casi inentendible, como respuesta obtuvo un sonido ahogado y un temblor, adivinó que la sacudida de los hombros de Lan WangJi era una risa silenciosa. - ¿Le divierte mi estado etílico HanGuangJun?
- Mn. Me divierte Wei Ying – susurró en un tono ronco pero dulce.
- Oh, ¿HanGuangJun llamaría a lo que acababa de suceder como divertido? ¿HanGuangJun solo ha estado usando como un juguete a este Patriarca Yiling? Este Patriarca Yiling amó ser su juguete y el juego en sí, pero creo que recuperarse le tomará varios días. Deberíamos disponer de esta actividad... - la mano de Lan WangJi se levantó para cubrir los labios de Wei WuXian. - ¿Mng?
- Todos los días son todos los días.
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Jiang Cheng acariciaba el cabello recién despeinado de Lan XiChen. Ambos habían decidido sentarse a observar las estrellas desde la Profundidad de las Nubes. Lan XiChen había estado silencioso, tanto que cuando Jiang Cheng lo empujó en un abrazo hasta su pecho y comenzó a desenredar sus cabellos con sus dedos, Lan XiChen no dijo nada, solo se acomodó en aquel lugar cálido.
Jiang Cheng lo sabía, Lan XiChen estaba triste, tal vez demasiado como para explicarlo con palabras, pero aun así mantenía la compostura frente a todos los demás y después de dos días de arduas conversaciones con otros líderes de secta, había conseguido que Wei WuXian permaneciera en la profundidad de las nubes con total aviso a todas las otras sectas. En este momento la secta Jiang y Lan se harían cargo del mundo de la cultivación, por lo que el líder de secta Jiang debería pasar algunas semanas en la Profundidad de las nubes o algo así logró inventar Jiang Cheng para conseguir un lugar seguro junto al Primer jade.
- No estás solo – susurró despacio cerca del oído de Lan XiChen.
Este suspiró y comenzó a rascar su nariz con el cuello de Jiang Cheng, este rió por las cosquillas.
- ¿Qué haces? – entonces notó que la nariz que lo acariciaba estaba húmeda. – Oh. – apretó con fuerza a Lan XiChen entre sus brazos, tomándolo por sorpresa por el aplaste.
- Au – se quejó divertido.
- Haré puré de Lan.
- No tienes que inventar esa excusa para comerme, ChengCheng.
- Pero... - balbuceó ofendido - ¡¿Por qué sigues llamándome así?! Oye, espera, ¿Qué fue lo que dijiste antes? – jadeó al volver a repetir las palabras en su mente antes de preguntar - ¿Cómo es que mi respetado líder Lan se ha convertido en este pervertido? – Entre sus brazos Lan XiChen rió un poco, no era una risa alegre pero se alejaba de la amargura que había arrastrado desde los últimos dos días.
Ambos suspiraron en silencio.
- No soy Jin GuangYao, no tengo las palabras de consuelo que necesitas escuchar... - se disculpó Jiang Cheng en un arrebato de culpas pero de inmediato se arrepintió al sentir como se tensaba Lan XiChen ante el nombre de su hermano jurado. En un intento de solucionar la situación, continuó hablando – Bueno, ¡mejor no oír nada a estar escuchando la sopa de mentiras que decía ese tipo cada vez que abría la boca! – al escuchar sus propias palabras, él mismo se volvió una piedra de estrés, ¿Le estaba recordando a Lan XiChen cuanto había sido manipulado por su hermano jurado? Sintió una gran necesidad por estrellar su cabeza contra el muro de reglas Lan sesenta y siete veces antes de disculparse, sin embargo el hombre entre sus brazos había vuelto a reír.
- ChengCheng, realmente eres muy malo con las palabras – dijo entre risas, Jiang Cheng bufó ofendido antes de encorvar su cuerpo para buscar entre sus brazos el rostro de Lan XiChen, al encontrarlo besó su mejilla con suavidad, el sonido del tacto de sus labios con la mejilla húmeda le produjo tal ternura a Jiang Cheng que no pudo evitar repetir otro beso en el rostro de Lan XiChen haciendo que este fuera extremadamente sonoro y duradero, el simple actuar arrebatado de Jiang Cheng ya había vuelto a hacer reír a Lan XiChen y en un intento de escapar del beso, ambos se arrastraron hasta que la espalda del Lan tocó el suelo y Jiang Cheng se mezcló entre sus piernas.
- Lan Huan... si tu tío nos viera, me partiría las nalgas a azotes.
- Creo que tío ya lo sabe... - meditó mientras acomodaba sus manos en la cintura de Jiang Cheng.
- ¿Y no te importa? Quiero decir, espero que defiendas mis nalgas, a ti te gustan después de todo. – Lan XiChen soltó otra risa.
- ChengCheng agradezco tu intento por subirme el ánimo pero te advierto que dejes de hablar tanto sobre tus... - bajó las manos rápidamente hasta detenerse en lo más bajo de la espalda del menor y solo entonces comenzó a descender lentamente, apretando la carne que amasaban sus dedos. Jiang Cheng jadeó un poco mientras presionaba los labios para evitar los sonidos, su dignidad descendía más rápido que las manos de Lan XiChen en su cuerpo cada vez que este lo tocaba.
Por un momento en que Jiang Cheng podía observar desde arriba la mirada juguetona pero aún triste de Lan XiChen, algo nació dentro de él que se extendió con gran rapidez, una inmensa necesidad de proteger a esta persona le estaba humedeciendo los ojos, entonces se recostó cargándose su peso sobre él, escondiendo esta vez él su rostro en su cuello.
- No es justo. – susurró con convicción – eres el cultivador más honesto, no es justo lo que ha sucedido, no es tu culpa, es de él, se aprovechó de todos, te utilizó, y no eres débil por ello, todos lo seriamos de ser así porque nos utilizó a todos en distintos niveles. Deja de mirar como si alguien te hubiese arrancado el corazón para masticarlo y luego escupirlo de vuelta hasta tú pecho porque... porque entonces yo... yo, quiero buscar su miserable alma hasta reencarnarla y asesinarla una y otra vez, pero eso tampoco te haría feliz y yo... ¿Qué puedo hacer yo para hacerte feliz, Lan Huan? – hubo un momento de silencio luego de su pregunta, Lan XiChen permaneció quieto, sosteniendo sus manos en la parte más baja de su espalda, pareció distraído mirando las estrellas antes de hablar.
- Sé mi compañero de cultivo.
El aire se estancó en los pulmones de Jiang Cheng cuando este alzó velozmente la cabeza para mirarlo con incredulidad.
- ¿Qué?
- Sé mi compañero de cultivo – repitió Lan XiChen, esta vez mirándolo a los ojos, su tono no era una pregunta sino una propuesta respetuosa, un acuerdo familiar que prometía más de lo que las palabras podían expresar. – Sé mío.
- Ya soy tuyo Lan Huan – respondió de inmediato Jiang Cheng con el rostro un tanto ruborizado – pero... ¿Compañeros de cultivo? Eso es como pedirme ser la madre de tus hijos aunque sepas que no podré procrear, ¿Y la descendencia? Lan Huan...
- Bueno... - meditó con un brillo de alegría en los ojos - yo creo que mi tío tendrá que buscarse una esposa.
Jiang Cheng no pudo evitar bufar.
- ¿Entonces yo debería obligar a Jin Ling a embarazarse? Eso es incluso más fácil que conseguirle una esposa a tu tío.
Esta vez ambos rieron.
- Creo fervientemente que nuestra unión traería buenos resultados a nuestras sectas. – Jiang Cheng se sentó y Lan XiChen hizo lo mismo, ambos parecieron darle más seriedad al asunto con aquella postura.
- No habrían descendientes directos.
- Tal vez ha llegado la hora de jerarquizar los méritos y no la descendencia. – la voz de Lan XiChen era amable, su tono permanecía en el de una propuesta como si aquello lograra esconder su emoción por la misma, sin embargo no lo hacía, Jiang Cheng podía ver el leve temblor en sus manos y la postura inusual en que sus hombros se mantenían tensos.
- El maldito de Su She hubiese sido feliz escuchando eso. – gruñó.
- Probablemente al comienzo, pero al encontrarse con problemas para resaltar siempre inventaría una excusa para culpar a los demás de sus carencias. – Jiang Cheng miró a Lan XiChen con el rostro sereno unos instantes. - ¿Qué pasa?
- Si mi madre estuviera viva, probablemente se embriagaría en la ceremonia y convencería a tu tío de beber, entonces todo sería un desastre. – rió con el pensamiento. – dos voces firmes en una misma familia – Jiang Cheng aparentó un escalofrío con actuado horror.
- ¿Ceremonia? Chengcheng... ¿Eso... es un sí? – El líder de secta Jiang se acercó, tomó el rostro del mayor entre sus manos y entonces la respuesta a Lan XiChen se resumió en un largo beso.
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En el templo Taoísta de Santem.-
Santem ha retomado la rutina eterna, limpiar el tembló cuidadosamente, purificar los al rededores y encargarse de las flores. Se siente solitario, pero ya ha estado así antes, solo debe volver a acostumbrarse, sabe que le tomará tal vez algunos cientos de años pero poco importaba ya que los tenía.
Afuera del templo el día estaba extraño, demasiado cálido, demasiado anaranjado, demasiado nostálgico. Santem odia estos días en los que el paisaje parece haber escapado de una pintura, los odia porque le hace apreciar la vida que por las noches detesta. A veces por su mente pasaba la idea de volver con BaoShan Sanren para evitar confrontar la amarga soledad, pero sabía que aquello resultaría en una visita pasajera, la negatividad característica de su personalidad se hastiaba de la brisa zen.
Suspiró, pensar en los amargos sentimientos nunca era una opción gratificante. Cortó algunas flores y se aseguró de darle forma al jardín, para cuando terminó tomó la canasta y se dirigió a las afuera del pozo, una vez allí quitó uno a uno los pétalos de las flores desechadas y los observó mientras el viento ligero se los llevaba. Deseó que su vida se la llevara el viento junto con los pétalos. En medio de la quietud del paisaje y de su duodécimo suspiro un pequeño crujido llegó a sus oídos y de inmediato Santem desenvainó su espada.
¿Había estado tan distraído que no había notado al espía detrás del árbol? Se enfadó consigo mismo mientras se encaminaba en dirección al escondite. No solía recibir visitas, muchos menos que estas pasaran desapercibidas por él, por lo que solo su mal humor empeoró una vez que llegó detrás del árbol y no vio absolutamente nada. Frunció el ceño mientras observaba el espacio vacío, entonces un pequeño cuerpo se posó sobre sus hombros, cubriéndole los ojos con sus pequeñas manos, Santem se congeló.
La oleada de energía resentida proveniente del pequeño cuerpo lo rodeó y un escalofrío le congeló la espalda por segundos. Pudo reaccionar volteando su espada y decapitando el pequeño ser, pero su intuición se lo impidió. Con cautela llevó sus dedos hacia el rostro buscando rozar las pequeñas manos que tapaban sus ojos, eran tan pequeñas y frías que la familiaridad le dolió.
- Tú... - susurró en reconocimiento. El amuleto en su forma humana, alejó sus pequeñas manos de sus ojos solo para darle una gran sonrisa a centímetros de su rostro - ¿Cómo es que llegaste aquí? ¿Cómo es que...? – el pequeño niño pelinegro sacó de sus ropas sucias una pequeña hoja con una letra conocida: "Cuídalo." Era todo lo que decía el papel con la letra de Shaymin. Santem observó al niño unos segundos más antes de rodearlo con sus brazos y presionarlo con fuerza, alrededor de él la energía resentida se convirtió en una suave nevada. – te extrañé.