sábado, 3 de octubre de 2020

Intrínseco - Capítulo 52: Revelación, Parte 3



Jiang Cheng sintió la bilis en la base de la garganta, y si no fuera por su gran orgullo y negación a terminar en las mismas condiciones que Wei WuXian (cuyas túnicas estaban sucias y olorosas) tal vez, realmente hubiese sufrido arcadas o incluso vómitos debido al shock.

Mientras observaba a Lan XiChen sonreír embobado en dirección a Jin GuangYao, se inundó de decepción, una pequeña voz dentro de su cabeza le susurró "te lo dije", y solo pudo suspirar ante la revelación, después de todo él nunca había sido el elegido ni el favorito de nadie. La prueba más grande era Wei WuXian ahora a su lado, quien lo había opacado hasta en lo más mínimo y al haber vuelto de la misma muerte ni siquiera había ido con él.

Tal vez no era lo suficientemente importante para nadie después de todo...

En un comienzo apretó los puños y los labios con una amarga mezcla de sabores en la boca, pero tan luego como comenzó a dolerle el corazón también se encendió su rabia, la ira que siempre lo defendía frente al rechazo estaba siendo visible en su mirada, pero no era dirigida a Lan XiChen, sino que a Jin GuangYao. 

Pero... ¿Por qué? Había algo que tal vez nadie más en aquella habitación había notado pero es que la cinta en la frente de Lan XiChen estaba invertida, y Jiang Cheng sabía muy bien qué tanto cuidaban su aspecto los Lan y específicamente la cinta de la frente, era completamente imposible que un Lan XiChen en todos sus sentidos hubiese usado algo así.




- ¡Tú! ¡Pedazo de mierda! – lo apuntó, siendo consciente de que está vez sus muñecas no estaban atadas - ¿La única manera en que lograste que Lan Huan te pusiera atención fue drogándolo? ¿No tienes una pizca de dignidad, eh? De hecho – escupió con furia – está a tu nivel, bastante esperable del hijo de una prostituta. – El ojo izquierdo de Jin GuangYao tembló un poco, pero su sonrisa se mantuvo estable.

- ¿De qué hablas? ¿Crees que Da-Ge te preferiría por sobre mí? Solo le di un té que hace relucir sus verdaderas intenciones, él está haciendo justamente lo que quiere sin restricciones y como verás no te ha mirado ni un solo segundo. – Sabiendo que Jiang Cheng no se creería ni una de sus palabras agregó - ¿Por qué crees que está enamorado de ti? – preguntó en tono burlesco - ¿Desde cuándo crees eso? ¿Desde que te abrazó espontáneamente en la Profundidad de las Nubes?

Jiang Cheng apretó los dientes, ¿Por qué él también sabía eso? ¿Acaso Lan XiChen había hablado mientras estaba drogado? Se sintió un tanto desnudo, pues justamente sus sentimientos habían entrado en conflicto por ese abrazo, entre otras cosas.

- Lamento ser yo quien tenga que decirte esto, pero por lo que me contó Mo XuanYu... quien te dio ese abrazo fue nada más y nada menos que quien está a tu lado en este momento. – Jiang Cheng lo miró confundido y luego miró a Wei WuXian, quien sonreía con cierta vergüenza en la boca.

- ¿De qué mierda está hablando? – le preguntó Jiang Cheng, pero fue Jin GuangYao quien contestó.

- Mo XuanYu confesó que el maestro Wei maneja técnicas muy diversas y entre esas estaba modificar el cuerpo con energía espiritual y poder realizar una copia perfecta de otro, no manejo mayores detalles, tal vez el maestro Wei pueda detallarnos tal proeza.

- Tú... - balbuceó Jiang Cheng observando al joven a su lado - ¿Puedes hacer algo así? – Wei WuXian asintió con lentitud – entonces... ¿Nunca fue Lan Huan? ¿Todo esto comenzó por ese abrazo y siempre fuiste tú? ¡¿Cómo es que siempre todo tiene que ver contigo?!

Jiang Cheng golpeó a Wei WuXian, dándole un puñetazo en la mejilla izquierda que aunque carecía de energía espiritual, resonó en la celda, Wei WuXian estaba herido y tampoco poseía su núcleo por lo que cayó de inmediato al suelo. Aún no se lograba reponer para cuando sintió a Jiang Cheng lanzarse sobre él.

- ¿Qué? ¿No tienes más? ¡Me dejaste sin padres! – le dio otro puñetazo en el rostro - ¡Sin hermana! – otro golpe – ¡Le quitaste los padres a Jin Ling! – y golpeó nuevamente – ¡Me traicionaste por salvar a los perros Wen! – lo tomó de las solapas de la túnica sucia y lo levantó, Wei WuXian era un peso muerto. - ¡¿Y Ahora te entrometes entre Lan XiChen y yo?! ¿Qué más quieres de mí? ¡¿Cuándo te cansarás de quitármelo todo?!

Jiang Cheng lanzó a Wei WuXian lejos, el cuerpo malherido y casi inconsciente cayó sobre Su She, quien por acto reflejo lo sujetó aunque de inmediato se arrepintió e intentó arrojarlo al piso, sin embargo el quinceañero se había sujetado con fuerza a él.

- ¡Suéltame sucio perro! ¡Hueles fatal!

Mientras Su She se sacudía para quitarse a Wei WuXian se encima, Jin GuangYao encontró extraño el hecho de que no hubiese sangre producto de la pelea, él había esperado otra cosa... ahora estaba comenzando a arrepentirse de haberlos encerrado sin núcleo, tal vez hubiese podido presenciar algo más satisfactorio si ambos hubiesen tenido su fuerza consigo. Aunque no dejó de ser extraño, Jiang Cheng era fuerte, sus golpes sin poder espiritual fácilmente podrían derrotar a alguien pero no había siquiera hinchado la cara del menor... ¿Eso solo podía significar...? Observó a Jiang Cheng mantenerse quieto y al pendiente de Wei WuXian, entonces lo entendió.

- ¡Su She! ¡Él quiere quitarte los amuletos! – y aunque Jin GuangYao supo descifrar el plan de los hermanos, no se esperó que al decir esto él mismo Su She sacaría los amuletos de su bolsillo para alejarlos de Wei WuXian, lo que haría que el mismo joven se los quitara de inmediato de las manos.

Así que aquel era el plan, desde el comienzo Wei WuXian había notado la energía de los amuletos provenir desde Su She por lo que en ningún momento los hermanos pensaron en atacarlo físicamente a él, la idea era acercarse lo suficiente. Jin GuangYao no había querido mantener los amuletos consigo ya que, requerían de un mayor poder espiritual para mantenerlos bajo control y él precisamente no lo tenía.

Wei WuXian tomó el amuleto y un gran capullo apareció en el lugar, de inmediato el extraño objeto propinó disparos por doquier. Tanto Su She como Jiang Cheng se esforzaron en esquivarlos mientras que Lan XiChen parecía hacerlo con agilidad y hasta diversión, Jin GuangYao se mantuvo detrás del amuleto y comenzó a alejarse de la escena lentamente. Wei WuXian dedicó una mirada a Jiang Cheng y este asintió, el amuleto se concentró en Su She mientras que el líder Jiang fue detrás de Jin GuangYao.

- Ven aquí, enano. – llamó antes de perseguirlo, Jin GuangYao se apresuró en salir, prácticamente trotando y desapareciendo por la puerta y tal vez Jiang Cheng hubiese podido llegar más lejos pero fue detenido por dos fuertes brazos que le rodearon la cintura.- ¿Qué carajos?

Lan XiChen se había pegado a él, Jiang Cheng sabía que difícilmente podría escapar de esos brazos con su cultivo habitual, ni hablar de lo totalmente inútiles que eran sus músculos sin poder espiritual.

- ¡¿Qué haces Lan Huan?! – grito para escucharse frente a lo que era una batalla escandalosa entre el capullo manejado por Wei WuXian en contra de Su She.- ¡Suéltame! 

- No. – dijo en un tono inusualmente infantil.

- ¡¿No?! ¡Ese bastardo se está escapando! ¡Que me sueltes!

- No. – repitió.

- ¡¿Por qué no?!

- Porque Cheng Cheng está enfadado conmigo. No soltaré a Cheng Cheng hasta que deje de estar enfadado conmigo.

- ¿Cheng... Cheng? – susurró un tanto sorprendido.

- Mn. Cheng Cheng enfadado.

Jiang Cheng abrió la boca para decir algo pero nada salió de sí, luego tragó saliva incómodamente, ¿Estaba mal sentir ternura en un momento como ese, verdad?

- ¿Por qué estás actuando como un niño? Estás demasiado drogado Lan Huan – susurró con fingida frustración, sin embargo se volteó cómo pudo dentro de los brazos para mirarlo mientras le daba palmaditas en el dorso de la mano – Todo estará bien, el efecto pasará pronto. – consoló.

- ¿Cheng Cheng no está enfadado? – preguntó en un susurró el líder Lan.

- No, Cheng Cheng no está enfadado. – Lan XiChen bajó los brazos lentamente y para cuando Jiang Cheng se volteó notó como el líder de secta Lan tenía la mirada baja, entre tímida, arrepentida y avergonzada. No pudo evitar levantar su mano para acariciar su mejilla con los dedos – todo está bien – le dijo - yo no estoy enfadado.

- ¡Si no les molesta! – gritó Wei WuXian desde cierta distancia - ¡Debemos irnos!

Jiang Cheng observó cómo Su She estaba acorralado y herido por culpa del amuleto, se había defendido de tal manera que el mismo líder de secta Jiang debía asumir sentirse sorprendido. Sin perder más tiempo y con total intención de dejarlo abandonado, los tres salieron corriendo de lo que era el calabozo en Torre Koi.




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Las paredes de rocas en el calabozo subterráneo estaban hechas para evitar que los reos escaparan por lo que en cuanto se plantaron en el pasillo, ambos hermanos se miraron entre sí con total confusión sobre qué camino tomar, la cantidad de pasillos que les rodeaban dejaba en claro que el lugar era un laberinto. 

- Wei WuXian, dime por favor que tu genialidad nos puede sacar de aquí. – rogó Jiang Cheng, en tanto el joven tragó saliva. ¡Ni siquiera los mismos discípulos de la secta Jin sabían cómo salir de allí! Cuando Wei WuXian ya estaba decidiendo a la suerte por el camino que debían tomar, Lan XiChen apuntó al centro.

- ¿Vamos a tomar un té? Por allí está la salida. – dijo con voz amable pero aún perdida. Ambos hermanos lo miraron.

- ¿Estás seguro de que esa es la salida? – Preguntó Jiang Cheng, un tanto sorprendido de que en ese estado hubiese memorizado el camino por el que llegó, pero eso solo decía lo brillante que podía ser un Lan y como él mismo no dudaba de ello, lo tomó de la mano y lo arrastró por el camino que había indicado.

Lan XiChen indicó el camino, apuntando con una sonrisa en la cara cada vez que llegaban al final de cada pasillo. Una vez vieron la luz al final ambos hermanos se apresuraron aún más, el aire frío del amanecer les rozó la piel pero, ninguno se vio venir lo que los esperaba una vez que salieron a la superficie.

Jin GuangYao estaba de pie en frente, con treinta cultivadores expertos a su lado.

Las flechas volaron, no apuntando a Lan XiChen y tampoco a Wei WuXian, sino que a Jiang Cheng. Las treinta flechas disparadas sorpresivamente los congeló un segundo antes de que aterrizaran demasiado cerca para reaccionar. 

Jiang Cheng lanzó lejos de manera sobreprotectoramente a Lan XiChen y espero su doloroso final, pero este no llegó. Una silueta intervino, poniéndose de pie delante de él, sosteniendo las flechas con sus manos sin voltear atrás.

La sonrisa que ya había marcado el rostro de Jin GuangYao esperando el final de Jiang Cheng se había congelado de la misma manera que el corazón de este último. Wen Ning estaba de pie frente a él, sosteniendo las flechas con sus manos, mirando implacablemente en dirección a los arqueros y entonces se lanzó hacia ellos, utilizando las mismas flechas para atravesar sus extremidades, invalidándolos pero evitando quitarles la vida.

- ¿Cheng Cheng está bien? – preguntó Lan XiChen verdaderamente preocupado, un atractivo puchero se dibujaba en sus labios mientras sus manos parecían palpar el dorso del otro. Luego suspiro y asintió, rodeándolo con los brazos en un fuerte abrazo nuevamente. – Mn. Cheng Cheng está bien – asintió para sí en un susurro bajo.

En ese momento en que los gritos de los cultivadores que se defendían de Wen Ning se convertían en un mero murmullo de fondo, el grito de un niño entusiasmado resaltó.

- ¡Wei Ying! ¡Wei Ying! – Shaymin se dirigía a gran velocidad en su espada y se detuvo frente a Wei WuXian, lo miró con detalle y frunció el ceño – ¿Ya... recordaste todo? - la voz del niño está vez se tornó preocupada.

Wei WuXian asintió con gesto serio.

- ¿Maestro Wei ya recuerda todo? – preguntó Lan XiChen soltando a Jiang Cheng, pero este lo detuvo antes de que pudiese preguntar algo más.

- Tú sabías... ¿Qué Wei WuXian estaba vivo? ¿Tú lo sabías todo? ¿¡T-O-D-O!? – por su parte Lan XiChen se volteó a mirarlo como si se enorgulleciera completamente de su respuesta, asintiendo y sonriendo.

- Mn. Yo ayude al hermano de ChengCheng, así Cheng Cheng estaría feliz cuando volvieran a verse. También WangJi está feliz.- ante la mención de Lan WangJi, Shaymin le preguntó a Wei WuXian.

- ¿Dónde está Lan WangJi? – pero el joven solo bajó el ceño.

- Lidiaremos con todo eso luego – les recordó Jiang Cheng quien se encontraba sujetando su cabeza como si un fuerte dolor lo estuviera torturando. – Tenemos que salir de aquí antes de que la rata intente asesinarnos nuevamente.

Shaymin lo miró sin mucho aprecio.

- Antes de que Wen Ning tenga que volver a salvarte dirás.

- ¿Quién eres tú? – le preguntó Jiang Cheng con antipatía.

- Él es Shaymin, la mano derecha de la maestra BaoShan SanRen – presentó Wei WuXian- Ah, y también es un inmortal. – agregó como detalle. Jiang Cheng levantó ambas cejas.

- ¿Inmortal?

- También soy el que te salvó cuando te envenenaron, así que espero al menos un mínimo de gratitud. – soltó sin rodeos, pero fue Lan XiChen el primero en reaccionar.

- ¿Salvó a Cheng Cheng? Muchas gracias por salvarlo – el mayor Lan hizo una reverencia hacia el niño, en tanto al hombre a su lado comenzaba a ruborizarse. 

- ¡Lan Huan deja de decirme así!

Fue en el momento en que Lan XiChen miró a Jiang Cheng con una sonrisa que notó como una flecha iba directamente hasta su pecho, entonces lo abrazó para voltearlo y protegerlo, recibiendo la flecha directamente en su corazón. 







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