miércoles, 2 de diciembre de 2020

Intrínseco - Capítulo 57: Resilio, Parte 1



Jiang Cheng se sacudía violentamente, pero las cadenas lo mantenían como un total inútil a la hora defender a Jin Ling y todo parecía apuntar a que su sobrino moriría frente a sus ojos. Jin GuangYao disfrutaba de la frustración en su mirada, tomando aquello definitivamente como una venganza personal.

Nie MingJue acertó otro golpe, esta vez en la pierna del Jin Ling. Los otros miembros del clan Jin que apoyaban a Jin GuangYao, reían entre susurros al ver la poca habilidad con la que el joven se defendía. Jiang Cheng sintió que explotaría de rabia ante la nula ayuda de su secta, después de todo Jin Ling sería el próximo líder, incluso si apoyaban ciegamente a Jin GuangYao aquello se consideraba alta traición. Todos merecían ser ejecutados, y Jiang Cheng quería ser quien cortara sus cuellos, pero no podía hacer nada más que sacudirse inútilmente. Jin GuangYao quiso exprimirle más estrés.

- Jin Ling morirá frente a ti como toda tu familia – ronroneó con voz amable, no coincidiendo el peso de sus palabras con su tono. – Tus padres, tu hermana, Wei WuXian y ahora A-Ling, ¿Cómo te sientes líder de secta Jiang? ¿Qué tan miserable e inútil eres en este momento?

- Cállate. – fue lo único que pudo escupir el líder Jiang mientras observaba a Jin Ling sudar en medio de su escape, el cadáver de Nie MingJue parecía ensañado en atacar al joven, moviéndose cada vez más ágilmente, solo era cuestión de tiempo para que Jin Ling resultara gravemente herido en el mejor de los casos y descuartizado en otro. Jiang Cheng tuvo que cerrar los ojos. 

- ¿No puedes mirar más? – preguntó.

- ¡Ya basta! – le gritó Lan XiChen, pero Jin GuangYao siquiera lo miró.

- Tendrás que soportar más, aún queda mucho por saber. – Jiang Cheng abrió los ojos y frunció el ceño, dedicándole una mirada amenazadora al líder de secta Jin.

- ¿De qué estás hablando?

- No lo escuches Chengcheng – consoló Lan XiChen – solo está intentando alterarte.

- Da-Ge – ronroneó Jin GuangYao, ahora de manera amorosa – es todo lo contrario, ya que de todas formas todos morirán aquí, ¿No preferiría el líder de secta Jiang saber la verdad?

- ¿Qué verdad? – escupió Jiang Cheng desviando su atención a momentos para observar a Jin Ling, probablemente en su vida el joven realizó movimientos tan ágiles, aunque era la primera vez que su vida era amenazada de tal manera.

- Yo lo hice. – le dijo con una sonrisa, en un tono de deleite que carecía de culpa. – Yo me encargué de que Jin ZiXuan muriera aquel día, yo me encargué de que la señorita Jiang muriera frente a Wei WuXian. – agregó en tanto los hoyuelos de su sonrisa le daban cierto aspecto ingenuo, Jiang Cheng se había congelado mirando en dirección a Jin GuangYao – Tu hermana nunca murió por Wei WuXian, nunca fue por él mi estimado líder de secta, todos estos años de tu vida han sido malgastados en un odio injustificado. Si tan solo lo hubieras apoyado... si solo no hubieras sido tan resentido y envidioso, hubieras defendido a tu primer discípulo, como lo hubiera hecho tu padre. Pero no, el sacrificio de toda tu familia no fue suficiente para ti, lo culpaste y tú mismo lideraste el asecho que lo mató. Fuiste tú, todo fue tu culpa. 

Jiang Cheng continuaba con el ceño fruncido profundamente, a duras penas balbuceó.

- Estás mintiendo... - Jin GuangYao bufó.

- ¿Nunca te has preguntado cómo llegó tu hermana a la mitad del campo de batalla en Sin Noche?

- No es cierto... - volvió a balbucear.

Jin Ling, quien se había escondido tras una roca en forma de cama dentro de la cueva, volteó al lugar donde estaban sus tíos y no pudo evitar preguntar con notable confusión y dolor.

- Tío... tú... ¿Tú mataste a mis padres?

- ¡Jin Ling cuidado! – gritó Lan SiZhui en el preciso instante en que Nie MingJue lanzó su sable hacia el joven, no había manera en que Jin Ling hubiera esquivado el ataque con el estado mental caótico que tenía en aquel momento, fue por ello que Lan ZiYuan se arrojó sobre Nie MingJue y lo atacó fervientemente, alejándolo de Jin Ling tanto como podía. 

Jin GuangYao espero que su sobrino se volviese hacia él para mirarlo antes de responder, aunque no le importaba demasiado si este lo escuchaba atentamente o no, su intención era que sus palabras penetraran dolorosamente en Jiang Cheng.

- A tu padre era necesario, tu madre... solo fue algo que tenía que suceder, me sorprendió la facilidad con la que te abandonó con tu abuela para correr en dirección al campo de batalla cuando le dije que Wei WuXian los iba a matar a todos y solo ella lo podía detener, no fue difícil convencerla. – esta vez el joven comenzó a temblar, una mezcla de tristeza y rabia se mezclaba en sus ojos a modo de confusión, fue solo por eso que él no lo notó. A la espalda de Jin GuangYao, un cuerpo delgado acababa de abrir los ojos de par en par.




Los ojos de Mo XuanYu estaban fijos en Jin GuanYao, los párpados dilatados se negaban a ceder a juntarse por un segundo siquiera. Con aquella tenebrosa mirada y la piel más pálida que nunca se puso de rodillas hasta que finalmente se tambaleó para ponerse de pie.

Delante de él, todos se congelaron ante la visual.

Mo XuanYu parecía más muerto que vivo, algo siniestro estaba indudablemente en él, llenando su alrededor de un aura resentida. Jin GuanYao siguió la visual de todos y se volteó, dando con el cuerpo de pie, allí, mirándolo fijamente con lo que solo podía ser una expresión lunática, sedienta de muerte y venganza.

La manzana de adán en el cuello de Jin GuanYao subió y bajo. Él había estado esperando un tiempo para que los amuletos se recompusieran lo suficiente como para que pudiera escapar con ellos, y desde afuera de los túmulos bloquear el lugar hasta que pudiese pensar en una alternativa para asesinarlos a todos lo más rápido posible. Ahora sintió la fuerte urgencia de acelerar su plan.

Dando una mirada a un par de sus discípulos y tomando nota de mantener distancia de Nie MingJue se alejó a un extremo de la cueva, para que una pared de cultivadores Jin lo protegiera, sin embargo estos no avanzaron por delante de él cuando vieron el estado de Mo XuanYu.

- ¿Qué les pasa? ¿Le van a tener miedo al pobre cultivo de Mo XuanYu? – preguntó con una voz tan tranquila que todos en la cueva sintieron una secreta admiración por su autocontrol, cualquiera estaría en un evidente estado de pánico.

Los ojos de Mo XuanYu seguían mirándolo fijamente y dio un paso al frente, instintivamente Jin GuangYao dio uno atrás al mismo tiempo que la pared de discípulos que lo protegía.

Jin Ling quien estaba más cerca, se percató que ese no parecía ser Mo XuanYu, su expresión no podía pertenecer al temeroso niño que temblaba solo cuando él se acercaba demasiado.

- ¿Wei Ying? – la voz de Lan WangJi rompió el silencio, él cuerpo de Mo XuanYu no volteó a mirarlo, dio otro paso más en dirección a Jin GuangYao quien volvió a retroceder, los cultivadores Jin se dispersaron del miedo. Solo entonces se decidió a activar los amuletos, ordenando que estos se lanzaran en un ataque hacia el pálido hombre que se acercaba a él, sin embargo, estos no obedecieron, permanecieron en el mismo lugar donde habían estado, ello confirmaba las palabras de Lan WangJi. Si los amuletos no le obedecían, solo podía significar que percibían la sangre viva de Wei WuXian. 

Sonrió. Aquello sería mucho mejor.

Había estado preparado para el momento en que Wei WuXian utilizara el cuerpo de Su She o de otro, sabía cómo dominarlo y tomar control total de su cuerpo, luego obligarlo a realizar voluntariamente lo que quisiese solo dependería de las circunstancias. Xue Yang le había asegurado que era una manera mucho más avanzada que utilizando los clavos creados por él.

Jin GuangYao dibujó con rapidez un sello en un papel, había trabajado en la mejor calidad para potenciar el invento de Xue Yang, preparándose para un Patriarca Yiling poderoso, cuyo poder había sido envidiado por todos, pero ahora que solo tenía el cuerpo débil de Mo XuanYu frente a él se regocijó en seguridad. No podía fallar.

Mientras dibujaba los trazos, Lan XiChen tuvo un pequeño deja vú, un pequeño recuerdo del momento en que Jin GuangYao le preguntó por la existencia de alguna técnica para suprimir grandes cantidades de energía Yin en un solo sello. Una técnica ancestral de alto nivel usualmente utilizada solo por los grandes y honorables cultivadores de la secta Lan, debido a que facilitaba el manejo de la energía Yin desde un control externo, solo podían confiarle aquella técnica a cultivadores con ética irreprochable, pero unas cuentas décadas atrás, había sido prohibida por el consejo de ancianos. Precisamente por ello Lan XiChen le confío su existencia, pero no le enseñó nada más sobre ella, sin embargo sus dedos parecían estar dibujando aquella técnica que él mismo debió aprender con dedicación y compromiso, más nunca utilizar.

- Él entró en la biblioteca... - murmuró para sí mismo - ¡Cuidado! ¡Es un sello de dominación! – quiso advertirle, pero el cuerpo de Mo XuanYu no parecía pretender reaccionar ante nada, nadie estaba del todo seguro de si se trataba de Wei WuXian o de otra cosa, pero para cuando Jin GuangYao lanzó el sello y la energía resentida no lo golpeó, sino que lo rodeó, moldeandose alrededor de sí... ya no hubo más dudas.

Absolutamente nadie podría tener un dominio tan grande de la energía Yin más que el mismo Patriarca Yiling.

- Wei Ying...- susurró Lan WangJi, esta vez su tono fue de confirmación y todos estaban petrificados.

Wei WuXian dio otro paso y otro, Jin GuangYao corrió hacia otro lugar, más cerca de la salida pero al límite de la distancia que podía permanecer de Nie MingJue sin ser detectado por él. Repitió su sello, esta vez con más dedicación, dándose el tiempo de repasar las líneas como si pudiese asegurar con ello su poder, sin embargo al volver a lanzarlo hacia Wei WuXian este se instaló a su alrededor y se acomodó a él, recibiéndolo con cierta armonía.

Mientras más se acercaba al líder de secta Jin, este menos podía evitar notar la mirada escalofriante en sus ojos, la palidez era propia de un cadáver y su rostro inexpresivo no ayudaba a distinguir si efectivamente estaba vivo o no. Wei WuXian levantó una mano y el sello que lo rodeaba se hizo minusculamente pequeño, rodeando su mano.

- ¿Qué...? – Jin Ling estaba impacto por todo lo que veía. Había escuchado hablar sobre ese tipo de sellos como uno de los más difíciles de conjugar y manipular, que quien fuera atacado pudiese recibirlo y anularlo cómodamente no tenía sentido.

- El sello lo reconoce como su dueño. – explicó Lan Qiren. – La energía Yin de él es tan alta, que el sello se reconoce así mismo como parte de ella.

Wei WuXian apretó el sello en su mano y la energía que emanaba de él se extendió por la cueva. En solo cuestión de segundos un par de fuertes gruñidos hicieron eco por toda la cueva. Todos los muertos que habían sido asesinados dentro del enjambre de energía yin se levantaron. El mismo fallecido Su She cayó bajo las órdenes del Patriarca Yiling y cadáver tras cadáver, comenzaron a salir del estanque de sangre.

- ¡¿Qué es eso?! – preguntó Lan JingYi viendo los extraños seres que salían rápidamente del estanque de sangre. Los cadáveres era sumamente diferentes a todos los que había visto, estos emanaban por sí mismo oleadas de energía resentida.

Jin GuanYao pareció querer escapar y comenzó a alejarse lentamente, sin embargo su huida se vio interrumpida por tener que esquivar a Baxia. Nie MingJue lo había encontrado.







- Mierda. – dijo en cuanto se vio arrinconado. Wei WuXian estaba a su derecha caminando hacia él y Nie MingJue a la izquierda, este último propinó un ataque con su sable y el hombro de Jin GuangYao fue lastimado, en cuestión de un instante este se quitó la bata ensangrentada y la arrojó sobre Wei WuXian, quien permanecía caminando lentamente con la mirada ausente.

Nie MingJue sintió la sangre cambiar de dirección y se movió confundido, Jin GuangYao aprovechó ese instante para salir de la cueva. Sin que pudiese notarlo el cadáver apuntó con su sable a Wei WuXian.

- ¡No! – gritó Lan SiZhui desde arriba, pero Wei WuXian no dejaba de caminar hacia adelante, ignorando completamente al cadáver frente a él que lo amenazaba.

El cadáver de Nie MingJue levantó el sable con ambas manos cuando Wei WuXian estaba lo suficientemente cerca como para partirlo en dos. 

- ¡Wei Ying! – esta vez llamó Lan WangJi haciendo tintinear las cadenas que lo mantenían sujeto. En el momento en que el sable bajó directamente hacia Wei WuXian, el cadáver de Wen Ning entró en la cueva, lanzándose directamente sobre Nie MingJue y arrojándolo al otro extremo. La mirada de Wen Ning era enloquecida y descontrolada, como cualquier otro cadáver feroz en plena batalla. Los jóvenes en la cueva se sintieron temblar.

- Él aprovechará este momento para escapar... - murmuró con los dientes apretados Lan XiChen, desviando un tanto la atención de la pelea que comenzaba a darse entre los cadáveres feroces, no solo Wen Ning, sino que todo el resto de los cadáveres sacados del estanque atacaron a Nie MingJue, en tanto Wei WuXian se había asomado a la salida de la cueva, parecía que mantenía su cuerpo de pie sin fuerza alguna, solo sujeto por la briza del viento, moviéndose de lado a lado cada tanto. 

Sus ojos vacíos observaron lo que ocurría, fuera de la cueva los cultivadores Jin se defendían de los cadáveres sacados del enjambre, en tanto él concentró su mirada sobre la pequeña silueta de Jin GuangYao que se abría paso para salir de la montaña.

Una vez cerca de la salida se giró para observar el punto más alto donde se encontraba la cueva, allí sus miradas conectaron y Jin GuangYao sonrió. Una vez que saliera, se escondería y escaparía para siempre.

Ambos lo sabían.

Wei WuXian le sostuvo la mirada hasta que Jin GuangYao le dio la espalda para escapar definitivamente, entonces sus ojos vacíos observaron sus extremidades ensangrentadas y pasó su dedo por la sangre que brotaba de sus muñecas, con ello dibujó un sello a su alrededor y lo activó.

En el momento en que sus ojos se volvieron de un rojo vivo, el aura completa de la cueva se hizo pesada, el sello se clavó en el piso y se iluminó de rojo, Wei WuXian cerró los ojos y movió sus labios para murmurar algo y apuntarse así mismo mientras dibujaba un par de trazos en el aire. Para cuando abrió los ojos, sus ojos se habían ennegrecido completamente, desde las pupilas y el iris hasta la esclerótica y el párpado. Sus ojos parecían dos manchas negras en su cara mientras brillaban en lo que definitivamente no parecía humano. 

Los presentes dentro de la cueva gritaron del horror. Sin saber si realmente era Wei WuXian u otro ser invocado por este, no parecía algo que tuviera el más mínimo de consideración por sus vidas.

Wei WuXian levantó el brazo derecho hasta la altura de sus hombros y la montaña comenzó a temblar fuertemente.

- ¡Terremoto! – gritó Lan JingYi en tanto su cuerpo y el de los otros cultivadores comenzaban a balancearse de un lado a otro mientras estaban sujetos de las cadenas, algunas de ellas como las del líder OuYang y el líder Yao se enredaron entre sí haciendo que ambos hombres se golpearon una y otra vez mientras chocaban sus cuerpos involuntariamente.

Wei WuXian levantó el otro brazo de la misma manera y el terremoto se intensificó, ya nadie podía mantenerse de pie dentro de la montaña, los gritos y los llantos no se hicieron esperar mientras él mantenía su figura en la misma posición, entonces juntó sus manos en un fuerte aplauso y la montaña comenzó a abrir un gran y negro agujero en medio de ella. Fue solo allí que algunos comprendieron que estaba sucediendo frente a sus ojos. 

- ¡Conectó con el espíritu de la montaña! - gritó un totalmente impresionado Lan Qiren mientras su cuerpo se balanceaba de un lado a otro, realizar semejante hazaña solo había sido posible para los cultivadores de antaño o para aquellos cuyo poder espiritual había sido considerablemente superior al del resto, como el de la mismísima BaoShan SanRen, cuyo espíritu se había entrelazado a la montaña donde ocultaba su secta. Esta vez podía presenciar no solo como el cuerpo de un cultivador demoníaco se conectaba al de una montaña, sino que al de una montaña totalmente rebelde, fuerte y poderosa como lo eran los túmulos funerarios.

Wei WuXian aplaudió nuevamente y el agujero se acrecentó, atrayendo todo lo que le rodeaba y tragando con ello a la mayoría de los cultivadores de la secta Jin que estaban presentes, más los caballos que habían traído estos, las carrozas y los árboles quemados de la montaña. Jin GuangYao había sido arrastrado por la fuerza de succión del centro de la montaña, de modo que solo se mantenía fuera de este por estar sujeto a un gran árbol. Wei WuXian inclinó su cabeza un poco y los árboles comenzaron a soltar sus raíces para también ser absorbidos por la montaña.

Los gritos de Jin GuangYao comenzaron a hacerse escuchar entre todos los de la secta Jin.

- ¡Por favor Patriarca Yiling! ¡Solo me iré, déjeme ir, no volverá a saber de mí nunca más!

- Cómo se aferra a la vida esa rata... - murmuró Jiang Cheng con odio.

- ¿Dónde van si caen por ese agujero? – preguntó Jin Ling mientras voluntariamente subía junto a Lan ZiYuan hasta la altura de donde colgaban los cultivadores, intentando mantenerse fuera de la pelea entre cadáveres y buscando una posición entre las rocas superiores desde donde pudiesen observar lo que ocurría fuera.

- ¡Patriarca Yiling o quien seas! – llamó otro cultivador Jin que también se sujetaba a rocas. Estaba muy cerca del gran agujero que estaba absorbiendo todo. - ¡Detente por favor! ¡Ten misericordia!

- No los quiero a ustedes – dijo Wei WuXian, en un doble tono que no simulaba en nada a su voz ni mucho menos a la de Mo XuanYu. Más parecía una suma de voces femeninas y masculinas. Dentro de la cueva, incluso Jiang Cheng debió tragar saliva para esconder su miedo. Fuera lo que estuviese haciendo Wei WuXian, era visiblemente horroroso y brutal. – solo lo quiero a él. – apuntó a Jin GuangYao.

- ¡Entonces llévate a LianFangZun, pero déjanos vivir a nosotros! – gritó otro cultivador que se sostenía desde otro lado. – ¡Por favor! – lloriqueo en una súplica al final. Fue entonces que otro cultivador se acercó hasta donde estaba sujetándose Jin GuangYao de las raíces de los árboles y en medio del caos sacó su espada y cortó uno de sus brazos.

Jin GuangYao dio un grito desgarrador.

Nie MingJue quien aún mantenía una pelea con los cadáveres reaccionó ante la gran cantidad de sangre de Jin GuangYao y sin dudarlo se arrojó en su dirección en un salto que no era humano.

Lo atrapó en medio de su caída al agujero.

Nie MingJue cortó las piernas de Jin GuangYao antes de que ambos fueran absorbidos por el gran agujero, el grito del líder de secta Jin persistió hasta que su túnica dorada desapareció en la oscuridad del agujero. Wei WuXian juntó lentamente sus manos y el centro de la montaña que se había abierto comenzó a cerrarse lentamente hasta solo convertirse en lo que alguna vez había sido un pozo. 

Todos soltaron el aliento que estaban conteniendo, y el sello bajo los pies de Wei WuXian desapareció. Cuando volvió a abrir sus ojos, estos solo parecían ser los ojos de Mo XuanYu, solo que sin la usual timidez que lo caracterizaba.

La montaña completa cayó en un total silencio. Un número bajo de cultivadores Jin había logrado sobrevivir pero continuaban siendo mayoría en comparación a los líderes dentro de la cueva, sin embargos estos estaban petrificados, vacilando entre el horror y la incredulidad de lo que acababan de presenciar. 

Wei WuXian se giró hacia la cueva, sin siquiera observar a los cuerpos que colgaban, dirigió su mirada a los cadáveres del estanque que ordenadamente habían realizado una formación de reverencias frente a él. Un agradecimiento y una despedida.

Wei WuXian los imitó e hizo una reverencia en su dirección, entonces estos se hicieron polvo. 

Wen Ning pareció soltar el aire contenido y miró a Wei WuXian luego al polvo de los cadáveres y nuevamente a Wei WuXian, como si no supiera a quien aproximarse primero.

Al notar la inocencia en su movimiento el tan temido Patriarca Yiling cambió la mirada y dibujó una sonrisa en su boca.

- Hola amigo. – saludó en una voz que no reconocía como propia. Wen Ning pareció como si quisiera sonreír.

- Bienvenido... – susurro en un tono contenido, realizando una reverencia similar a la de sus parientes ahora convertidos en polvo.

Wei WuXian lo dejó intentar recoger el polvo de su familia y siguió su camino al interior de la cueva donde colgaban los cuerpos, la mayoría de los líderes de sectas inferiores se balancearon lo más lejos posible de él, utilizando sus pies para impulsar las cadenas a retroceder aunque en ningún momento el recién reencarnado Patriarca Yiling les dirigió una mirada. 

Se posó bajo Jiang Cheng, Lan XiChen, Lan WangJi y Lan Qiren, quien aún colgaba de cabeza.

- ¿Qué es esto? – preguntó observando los pies de los cultivadores colgando y la cabeza de Lan Qiren, ¿Vamos a encender fuego y cocinar gente? Estofado de cultivación, con los cortes más finos y apetitosos del mundo del cultivo – publicitó – definitivamente un plato elegante.

- ¡Cállate idiota y bájanos pronto! – gritó Jiang Cheng.

- Te crees muy gracioso... - farfulló Lan Qiren. Wei WuXian soltó una carcajada.

- No sabe lo cómico que se ve gran maestro Lan. – musitó entre risas, luego observó las cadenas. Estas parecían estar sujetas a simple energía yin por lo que no debería ser difícil para él anular el control de JIn GuangYao y hacerlas desaparecer.

Lo hizo en un chasquido de dedos.

Inmediatamente los cultivadores cayeron al suelo, Wei WuXian atinó a amortiguar la caída de Lan WangJi. Como el cuerpo de Mo XuanYu no era lo suficientemente fuerte para sujetar aquel peso desde esa distancia, al menos podría usarlo para amortiguar el golpe, sabía que las heridas del segundo maestro Lan no le permitirían caer con gracia y así fue, Lan WangJi cayó sobre él con el ceño fruncido por el dolor, aun así se sostuvo en sus brazos lo antes posible para no sujetar su peso en Wei WuXian.

- Wei Ying... - llamó mirándolo desde arriba, Wei WuXian en la cara de Mo XuanYu, contrajo los gestos en dolor pero aun así sonrió al verse bajo el cuerpo de Lan WangJi y específicamente tan cerca de su rostro. No pudo evitar molestarlo un poco.

- Avanzas rápido Lan Zhan y no te importa la audiencia en absoluto. – aunque su intención era avergonzarlo, Lan WangJi parecía afectado observando su nuevo rostro. 

Detrás de ellos Lan Qiren intentaba levantarse, a pesar de haber podido caer de cabeza, su golpe había sido amortiguado por el cuerpo de Su She, fue cuando cayó sobre este que notó un sin número de agujeros en su cuerpo.

- ¡¿Qué...?! – inmediatamente el resto de los cultivadores se acercaron.

- Fue él... - susurró Jiang Cheng, quien sujetaba su peso en Lan XiChen, había lastimado su pie levemente con la caída y el líder de secta Lan lo sujetaba como si fuera una lesión seria. Jiang Cheng decidió que si sería así, al menos fingiría que sentía dolor para no perder tanta cara.

- Ese infame de Su She – gritó de pronto el líder de OuYang mientras miraba con asco la gran cantidad de agujeros podridos en la piel de Su She- ¡Debió haberse puesto así mismo una maldición tan oscura como esta solo para inculpar al Patriarca Yiling!

Wei WuXian desvió su atención de Lan WangJi en cuanto escuchó aquello y de inmediato se puso de pie, dándole la mano a este para que también lo hiciera, el segundo maestro Lan pareció dudoso, pero finalmente lo hizo.

- Papá – llamó OuYang ZiZhen - ¿Ves que Xian SanRen realmente no es lo que crees?

- ¡ZiZhen silencio! – calló de inmediato el líder OuYang – cuando llegues a casa te lavaré la boca con jabón.

- Pero, ¿Por qué? – preguntó con un puchero.

- ¿Te han lavado alguna vez la boca con jabón? – preguntó Lan JingYi mientras se limpiaba el uniforme del polvo pegado a su túnica gracias a la caída. OuYang ZiZhen arrugó la cara en una respuesta tácita, Lan JingYi se rió hasta que enmudeció de un segundo a otro.

- ¿Qué?

- Míralos – apuntó con un dedo en dirección a Jin Ling, quien sostenía en brazos Lan SiZhui, OuYang ZiZhen susurró después.

- Será mejor que los dejemos solos...




Jin Ling mantenía acunando en sus brazos a Lan SiZhui, incluso mientras este parecía incómodo y decidido a bajar, el menor no lo soltaba.

- Gracias por sujetarme para no caer, pero ya puedes soltarme... - el tono de Lan SiZhui estaba cargado en vergüenza. Jin Ling miró al frente con el rostro profundamente sonrojado, fingiendo no prestarle atención.

– Estás herido, yo debo ser quien te sostenga.

- Pero...

- No, ya te sujeté, solo quédate ahí. – declaró con la voz temblorosa.




- ¡A-Ling! – gritó Jiang Cheng desde cierta distancia - Deja de hacerte el valiente y ven aquí para mirar tus heridas.

- ¡Tío! ¡Mis heridas no son graves! ¡Puedes mirarlas después!

- ¡Tú puedes coquetear después, tus heridas primero! – mientras gritaban de un lado a otro, todos los líderes de secta parecían mirar el rostro de uno y luego el del otro. El líder de secta Yao no pudo evitar susurrarle en el oído al líder de secta OuYang.

- Todos son manga cortadas, ¿Cómo puede ser eso posible? – el otro le respondió mientras asentía.

- Ocurre en las mejores familias. – Lan Qiren, quien los había estado escuchando miró con incredulidad a sus dos sobrinos, y luego a Lan SiZhui, solo pudo suspirar.




Cuando todos estuvieron de pie, miraron con ojos complicados a Wei WuXian en el cuerpo de Mo XuanYu, pero considerando que este estaba rodeado de tantos rostros respetables nadie se atrevió a hablarle directamente.

- ¡Aaaaaaaaaaah! – alguien entró gritando de manera desaforada a la cueva, tropezó y cayó rodando hasta muy cerca de los pies de Lan XiChen, cuando notó quien era el dueño de aquellas botas solo se apresuró más hacia él abrazándolo con fuerza. – ¡Er-Ge! ¡Ayúdame! ¡Me vienen persiguiendo!

- ¿HuaiSang? ¿Qué haces aquí?

- ¡Vine porque me avisaron que algo ocurría en este feo lugar pero cuando entré los cultivadores de la secta Jin intentaron atacarme! ¡Er-Ge! ¡Ayúdame! – solo unos segundos después entraron en la cueva los cultivadores de túnicas doradas. Los sobrevivientes de la masacre no eran tantos pero estos mantenían sus poderes espirituales, mientras que los líderes de secta en la cueva no.

Lan XiChen dio un paso delante de Nie HuaiSang.

- ¿Qué pretenden ahora? Han perdido a su líder, no tiene sentido que continúen con esto. – no todos los sobrevivientes habían entrado en la cueva, pero una parte importante de ellos sí, sostenían sus espadas en una amenaza obvia de ataque. No era difícil adivinar que todos ellos serían condenados a la ejecución tras no solo amenazar al mundo del cultivo sino que atacar, promover y no defender al heredero de su secta cuyo linaje era el más cercano a sus antiguos líderes, Jin Ling. Si de todas maneras serían asesinados, al menos pretendían herir un poco a la gente que rechazaba su líder ahora fallecido.

- ¡Por LianFangZun! – gritó el discípulo Jin que encabezaba el tumulto de cultivadores. Los líderes amenazados desenfundaron sus espadas, sintiéndolas tan pesadas que fruncieron el ceño. Algunos nunca le habían tomado el peso sin poderes espirituales antes, Wei WuXian dio un paso al frente, probablemente el único que no dependía de la energía espiritual para defender a sus amigos, sin embargo Lan WangJi tomó su mano y lo jaló levemente hacia atrás de sí.

- ¿Lan Zhan?

Lan WangJi mantuvo la espada frente a sí y siendo quien estaba más adelante se preparó para inmovilizar el primer ataque sin embargo este nunca llegó. Los cultivadores Jin fueron gravemente atacados por una figura femenina y otra pequeña, que se movían con agilidad dentro de la cueva, menos de un minuto les tomó acabar con todos.

No habían muertos, pero habían heridos de gravedad.

- ¡¿Quién eres?! – gritó el líder de secta Yao. OuYang ZiZhen suspiró embobado mientras observaba los ojos claros de la mujer de baja estatura que hacía girar con gracia la empuñadura de su espada entre sus dedos.

- No lo sé, pero es hermosa... - el padre de OuYang ZiZhen se volteó a mirarlo y le dio dos pequeños golpes en la nuca con su puño. El toc-toc sonó hueco, pero su hijo no volteó a mirarlo, hipnotizado en la figura de la mujer.

- ¡Shaymin! – gritó Lan JingYi trotando hacia él de inmediato con una sonrisa, Shaymin lo observó detalladamente de pies a cabeza en busca de alguna herida, cuando solo notó el agotamiento le devolvió una sonrisa aliviada.

La mujer de cabellos desordenados y túnica blanca ni siquiera miró a los líderes que susurraban curiosos de quien se trataba. Solo habló en dirección a Lan Qiren.

- ¿Llegué a tiempo para volver a salvarte el trasero, eh?

- Mei Fen... - susurró con el ceño fruncido en una mezcla de frustración y sorpresa, luego apretó los labios, su rostro se enrojeció de modo que era difícil adivinar si estaba enojado o simplemente avergonzado.

Los dos inmortales que habían hecho su entrada de manera solemne limpiaron sus espadas ensangrentadas de una sola sacudida antes de guardarla en su funda.

Shaymin miró a Wei WuXian en el cuerpo de Mo XuanYu e infló las mejillas aguantando la risa.

- Bonito físico – molesto. – incluso en ese cuerpo es tan fácil reconocerte - Wei WuXian le sacó la lengua antes de notar algo. La roca siempre brillante que colgaba de la cintura del inmortal, no estaba. 

- ¿Dónde está tu esmeralda? – Shaymin solo levantó los hombros como respuesta, Mei Fen le respondió.

- La usó para restaurar un alma muy dañada que estaba a las afueras de esta montaña, ameritaba tanto poder que la piedra se destruyó. Ahora que ha utilizado poder espiritual probablemente su cuerpo comience a crecer – finalizó con una risa divertida – realmente me reiré por años si se convierte en un viejo.

Por su lado Shaymin parecía realmente incómodo con la idea.

- Entenderán que no tenemos mucho tiempo para estar aquí entonces, ¡Así que salgamos! Solo estar aquí utiliza la mitad de mi energía. – Wei WuXian lo alcanzó mientras todos comenzaban a salir, Wen Ning ya había acabado de juntar las cenizas de su familia y las sujetaba en un hueco de su túnica, agradeció a Lan XiChen cuando este le tendió una bolsa de qiankun.

- Déjame adivinar – dijo Wei WuXian que intentaba seguirle el paso rápido a Shaymin – el alma por la que sacrificaste tu esmeralda, ¿Fue la de Mo XuanYu, verdad? ¿Estabas fuera esperando por ella o alguien más te la dio? Estoy seguro que debió haber salido disparada de aquí en cuanto se hizo el sacrificio. – pinchó la mejilla de Shaymin, pero este solo lo ignoró - ¡Vamos, dime! – el niño, quien parecía haber aumentado su altura al menos en diez centímetros, solo suspiró.

- La vida tiene demasiadas preguntas y pocas respuestas.




.

.




A medida que bajaban la montaña, Wen Ning se adelantó para constatar que no hubiera peligros cerca, pero no mucho después se escuchó un grito ahogado de su voz. Gran parte de ellos se apresuraron a verificar lo sucedido, solo entonces dieron con un pequeño agujero que había permanecido como prueba de que Wei WuXian invocó al espíritu de la montaña para que tragara a la secta Jin, Wen Ning estaba colgando de él, su ropa se había enganchado en una roca, siendo esta lo que sujetaba su cuerpo, si la tela cedía caería de inmediato.

Para sorpresa de todos fue Jiang Cheng quien se lanzó rápidamente hacia el agujero, tomó la ropa de Wen Ning y lo jaló hasta sacarlo. Incluso Wei WuXian enmudeció luego de verlo, ¿Es que ahora eran amigos? 

- Gra... gracias – tartamudeó el cadáver feroz. Jiang Cheng solo asintió avergonzándose de tanta atención a su alrededor, ¿Es que realmente nadie podía esperar nada bueno de su parte?

- ¡Shaymin! – gritó Mei Fen de repente, dirigiendo ahora toda la atención al inmortal que cubría su cara con sus manos.

La altura de Shaymin había superado la de Mei Fen, su cuerpo parecía el de un joven cuya edad bordeaba los dieciocho, su cabello aún se mantenía a la altura de sus hombros. Su sonrisa esta vez estaba adornada por un par de huecos a cada lado de las mejillas, sus dedos largos eran muy distintos a sus antiguas manos pequeñas y cuando habló, la voz ronca desencadenó la risa bulliciosa de Mei Fen y Wei WuXian. 

- Solo salgamos pronto de aquí, o seré un anciano en menos de diez minutos. – murmuró mientras se cubría el rostro con una mano, uno de los jóvenes se acercó a él y lo envolvió con su propia túnica. La túnica de la secta Lan. – Ah, gracias JingYi. 

- No es nada, si sigues creciendo definitivamente necesitarás ropa de adulto. – susurró con un tono que se balanceaba entre la diversión y la preocupación.




A medida que avanzaban hacia la salida, Lan WangJi mantuvo su paso detrás de Wei WuXian incluso cuando este no le estaba prestando atención, a ratos parecía que el segundo maestro Lan quisiera decirle algo pero luego solo suspiraba y continuaba siguiéndolo.

Finalmente salieron de la montaña, encontrándose fuera de ella a una mujer que permanecía con los ojos cerrados descansando la espalda contra un árbol.

- ¡Maestra! – gritaron tanto Mei Fen como Shaymin, cuando ella abrió los ojos le dirigió solo una mirada a este último y asintió en su dirección, estiró la mano y le mostró una esmeralda nueva.

A estas alturas Shaymin parecía un joven que bordeaba los veinticinco años.

- ¿Maestra ha venido hasta acá solo para traer una esmeralda para mí? – preguntó Shaymin mientras tomaba la piedra, le aplicaba un sello y la amarraba fuertemente a su muñeca a modo de pulsera.

- No. – ante la respuesta sincera de BaoShan SanRen, Wei WuXian rió. Este último se acercó e hizo una reverencia de agradecimiento frente a ella. No tuvo palabras, simplemente le mantuvo la mirada, esperando que ella pudiese comprender el peso de sus emociones. BaoShan SanRen asintió hacia él. Entonces también sacó otra caja y se la tendió, en ella había un listón rojo ya conocido para él.

- ¿Esto es...? – cuando lo tomó para engancharlo a su cabello, notó que eran dos. - ¿Dos?

- Para tu compañero de cultivo. – señaló Mei Fen.




Wei WuXian contempló los dos lazos y sonrió.

Sabía el significado, el listón no solo aseguraría un lugar para el descanso de su alma, esta vez le ofrecía llevar un alma como compañía para asegurar que en su próxima reencarnación sus caminos volvieran a unirse.

- La razón por la que he venido. – le habló a Wei WuXian en un tono bajo, por lo que toda la muchedumbre que los rodeaba se acercó más para escuchar lo que la mujer de figura impactante decía. La mayoría de ellos no podían creerse que se trataba de BaoShan SanRen, mucho menos si esta parecía simpatizar con Wei WuXian. - ¿Recuerdas el talismán de "La mente sobre la materia"? úsalo. - pidió, tendiéndole el talismán.

- ¿Qué lo use? – confundido se apuntó así mismo luego de tomar el talismán- ¿Para qué? ¿En quién quiere que me transforme?

- En ti.

- ¿En mí? ¡Oh, en mi cuerpo! Entiendo, entiendo – sin preguntar más, cerró los ojos y activo el talismán, luego se lo colocó sobre el pecho. Inmediatamente y al frente de todos su cuerpo retomó su figura anterior, BaoShan SanRen de inmediato acomodó su mano derecha en la boca del estómago de Wei WuXian, enviándole una cantidad de energía yang tan grande que le provocó una combinación de náuseas y pérdida de consciencia, Lan WangJi llegó a él de inmediato para sostenerlo y mirar con notable curiosidad a BaoShan SanRen. Respiró con fuerza para contenerse y evitar exigirle una explicación a la mujer, ¿Le estaba haciendo daño? La idea no le hacía sentido pero Wei WuXian, esta vez con su verdadero rostro, estaba completamente pálido. Cuando alejó la mano de él, este se removió hasta que se posicionó de pie y se palpó el cuerpo. - ¡¿Qué...?! 

- ¿Qué sucede? – preguntó Lan WangJi a su lado.

- ¿Qué hizo? ¿Qué hizo? – se escuchaba a los jóvenes preguntar más atrás.

- Recluí tu alma en ese cuerpo con un núcleo espiritual, no es un núcleo poderoso como el que tenías anteriormente, pero es lo que puedo generar con mi propia energía espiritual en un cuerpo ajeno. Espero sea suficiente, para una vida como la mereces. – al finalizar sus palabras, BaoShan SanRen le dio una suave y muy sutil sonrisa. Wei WuXian abrió la boca, la miró y luego miró a Lan WangJi. Con los ojos brillosos de emoción, le habló en un tono alterado. 

- ¡Lan Zhan! ¡Tengo un núcleo! ¡Tengo un núcleo! ¡Y tengo mi cuerpo! – entonces se arrojó hacia él, abrazándolo mientras daba pequeños brincos. Los jóvenes detrás, específicamente Lan JingYi y OuYang ZiZhen, comenzaron a celebrar dando saltos también. - ¡Lan Zhan! – se separó para mirarlo a los ojos. - ¿Tu propuesta aún está en pie?

- ¿Propuesta? – preguntó con una mirada suave.

- Sí, quiero volver contigo a Gusu.

Lan WangJi abrió mucho los ojos antes de asentir rápidamente, tal vez de la manera más descuidada que lo había hecho en su vida. Wei WuXian le dio una gran sonrisa cuando de pronto se sintió mareado, entrecerró los ojos para intentar enfocar el rostro del hombre en frente, pero no lo logró, cayó desmayado en los brazos de Lan WangJi.




- Ya se murió otra vez. – escuchó bromear a Shaymin antes de perder del todo la conciencia.







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