miércoles, 3 de junio de 2020

Intrínseco - Capítulo 38: Máscaras, Parte 5



Wei WuXian arrastró los pies hasta la otra habitación, tenía la intención de convencer a los jóvenes de contar historias de terror alrededor de una fogata pero una vez que entró solo halló silencio y oscuridad. Suspirando ruidosamente y haciendo un puchero decepcionado al ver que todos los jóvenes estaban dormidos… notó que uno no lo estaba.

- ¿XuanYu? – el mayor de la secta Jin tenía la cabeza y más de la mitad de su cuerpo bajo la cama, sosteniendo una lamparita y amortiguando la luz bajo de esta, cuando escuchó la voz de Wei WuXian dio un brinco y el quinceañero pudo saber con exactitud que se había golpeado en la cabeza.

- ¡Ay por qué eres tan despistado! – exasperó mientras tomaba sus pies y lo jalaba hasta sacarlo de su escondite.

- ¡Ah! Ay, ¿Qué haces?

- Quiero ver qué haces tú, ¿Ves algún libro pornográfico? Muéstrame, no le diré a nadie – prometió levantando la mano, en cambio Mo XuanYu frunció el ceño.

- No… solo…

- ¿Eh? – sacó el libro debajo de la cama - ¿Otra vez estabas practicando talismanes? Aburrido... por cierto, XuanYu eres muy dedicado, no entiendo como no has creado un núcleo aún.

- Habla más bajo, los Lan tienen el sueño liviano – murmuró apenado.

- Meh – rabeó y se fue a recostar a la cama desocupada, lanzándose sin ninguna intención de ser silencioso en la que debía ser la cama de Mo XuanYu, varias hojas que habían estado sobre la cama volaron por la habitación y Mo XuanYu se lanzó a recoger sus bocetos de talismanes antes de que cayeran en las manos de Wei WuXian. – hoy dormiré contigo – anunció.

- ¿Ah? – el joven que había estado distraído de pronto pareció muy nervioso y sus mejillas se pintaron de rubor.

- ¿Qué? ¿Te molesta? Me enfadé con Lan Zhan y no tengo una cama ahora, aunque si te molesta puedo dormir en el piso supongo.

- No, no, duerme en la cama por favor – balbuceó – yo… puedo dormir en el suelo. – Wei WuXian se giró en la cama y lo miró curioso sujetando su rostro en una mano.

- ¿Por qué no quieres dormir en la misma cama conmigo? ¿Tan poca confianza me tienes? – chistó la lengua - Yo nunca he sido cruel contigo, me siento ofendido.

- No es eso… es que la cama es pequeña.

- Tú también eres pequeño, no habrá problemas si nos acomodamos juntos.

- Eh… – bajó la mirada y se pellizcó los dedos en su regazo – está bien… – susurró tímidamente.

- Ey, ¿Cuántos años tienes? A veces no puedo creer que eres mayor que yo, ven… - hizo un lado en la cama y palpó la zona desocupada. Mo XuanYu se recostó con una mirada afligida mientras Wei WuXian se acomodaba quitándose los zapatos, le cedió la almohada al mayor y él mismo solo se apoyó en su brazo, con la luz ya apagada la oscuridad pareció hacer más silenciosa la habitación. – Xuanyu – susurró. - ¿Estás dormido?

- Nn-no, aún no.

- ¿Puedo preguntar algo? – sin esperar respuesta preguntó de todas formas – ¿Por qué nunca has podido tener lecciones adecuadas? Me parece raro que no hayas formado un núcleo, sobre todo si eres un posible heredero al puesto de líder de secta.

- ¿¡Ah!? N-no lo soy. Es decir… supongo que lo fui en algún momento, pero nunca tuve buenos resultados con el cultivo así que padre se rindió conmigo, dijo que me enviaría de vuelta a Villa Mo pero murió antes de poder concretar eso… - su voz en susurro se fue haciendo cada vez más baja hasta desaparecer.

- Oh, ya veo… pero si tanto quería que tuvieras buenos resultados debió haberte enseñado adecuadamente, dijiste que habías llegado mayor a la secta, ¿no?

- Creo que realmente no estaba en sus planes llevarme a la secta… – ambos se acomodaron de costado para hablar más cómodamente – el heredero iba a ser mi hermano, el hijo del matrimonio, pero él murió…

- ¿El padre de Jin Ling?

- Mm - asintió - él y su esposa murieron por culpa del Patriarca Yiling y entonces… mi padre no le tenía confianza a mi hermano, que era el más preparado para el trono así que optó por llevarme a mí hasta la secta sin embargo nunca di buenos resultados, una y otra vez lo… decepcioné.

- Hum, pero ¿Por qué? ¿Por qué si estudias tanto nunca has podido…?

- Distracciones – susurró luego de un momento de silencio.

- ¿Te intimidaban? - Mo XuanYu se sacudió en lo que pareció un asentimiento en la oscuridad – oh ya veo, por eso nunca aprendiste a meditar, ni siquiera te dejaban intentarlo.

- Algunas cosas se me dieron bien al comienzo, pero… ya has visto mis reflejos, ¿Cómo alguien como yo podría usar una espada, esquivarla o siquiera dar a un punto fijo con una flecha? A penas logro caminar sin caer en una superficie plana – su voz parecía la de un niño malhumorado y Wei WuXian no pudo evitar reír un poco ante eso.

- Estoy seguro de que de la manera correcta puedes aprender lo que tú quieras, lo único que se necesita es dar con el método adecuado y ser perseverante, al menos ya tienes una de esas dos cosas.

- Gracias… - susurró cálidamente. En medio de un minuto de silencio entre ellos un par de crujidos y un tintineo se oyeron desde la parte superior del barco. - ¿Qué es eso?

- No lo sé... ¡Pero vamos a averiguarlo! – con rapidez Wei WuXian saltó de la cama como un torbellino de energía, sin embargo cuando iba a vestirse escuchó a Jin Ling balbucear algo inentendible entre sueños, se acercó curioso a su cama y lo vio dormir con el ceño fruncido.

“Pesadillas” pensó mientras se quitaba rápidamente la piedra zen tejida a su túnica y la dejaba con cuidado bajo la almohada de Jin Ling, fue solo cuestión de medio minuto para que el ceño del joven Jin se apaciguara.

El tintineo se repitió trayéndolo de vuelta a la realidad, con movimientos rápidos se vistió con lo primero que encontró, un abrigo dorado que debía pertenecer a la secta Jin colgaba de una silla y terminó sobre sus hombros. Sin ningún escrúpulo salió de esa manera de la habitación.

- ¿Este es tuyo? – preguntó a Mo XuanYu mientras se dirigían al exterior.

- Yo tengo el mío puesto, ese es de Jin Ling.

- Ah bueno – levantó los hombros restándole importancia – somos cercanos de todas maneras. 

Antes de que pudieran tocar la puerta para salir Mo XuanYu se sacó su abrigo y lo intercambió por el que Wei WuXian tenía puesto.

- Me voy en un par de horas, así que sería mejor que… Jin Ling se enfade conmigo. – el adolescente rió un poco antes de ponerse serio y decir con solemnidad:

- Compañero Mo, nunca olvidaré tu sacrificio. – ya acostumbrado a sus juegos, Mo XuanYu puso los ojos en blanco y abrió la puerta para que salieran, allí afuera se encontraron a Wen Ning caminando de un costado a otro nerviosamente, sus pisadas y el arrastre de las cadenas era el bullicio que podían oír desde dentro por lo que Wei WuXian lo detuvo tomando su brazo.

En el momento en que Wen Ning giró sorprendido por su agarre, Wei WuXian tuvo la sensación de que había visto esa mirada pero sin poder concretar el pensamiento solo lo ignoró.

- Señor cadáver feroz, ¿Qué está haciendo? – Wen Ning lo miró formando una perfecta “o” con su boca antes de contestar tímidamente.

- Caminar.

- Eso puedo verlo – respondió con una carcajada – pero no es buena idea hacerlo si arrastra esas cadenas, espere. – buscó entre sus ropas su bolsa de qiankun y sacando a Suibian de un solo movimiento desprendió las cadenas. Orgulloso le sonrió.

- ¡No! ¿Qué hiciste? – gritó de pronto Mo XuanYu - ¿Y si es agresivo y eso lo retenía?

- ¿Cómo va a poder retenerlo un par de cadenas? solo debieron servir para sujetar sus brazos, ¿Verdad señor cadáver feroz? – Wen Ning asintió dudoso. – Ahora, dígame por qué caminaba si se supone que se mantendría quieto.

- Pe-pensar.

- ¿Necesita caminar para pensar?

- Mn. – asintió.

- ¿Y en qué pensaba?

- Xian, no actúes familiar con él, no sabes qué puede hacerte… - Mo XuanYu había tomado una distancia considerable debido a su miedo por el cadáver feroz, Wei WuXian le hizo un gesto despreocupado con la mano.

- Aprovecha de quedarte en la puerta y avisarme si viene alguien, señor cadáver feroz, ¿Podría responderme algunas preguntas?




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Cuando entraron de vuelta a las habitaciones, Mo XuanYu se cayó dos veces en la oscuridad y se golpeó con algún mueble al menos una decena de veces más. Wei WuXian ya ni siquiera reía de su torpeza. Al llegar al final del pasillo el quinceañero se dio cuenta de una leve molestia en el pecho diferente a la de horas antes.

“Oh, lo extraño.”

Llegado el momento se quedó de pie en la puerta y le hizo una señal a Mo XuanYu para que mantuviera silencio, luego le susurró en el oído.

- Por la mañana seguro que te irás antes de que yo despierte así que… - lo envolvió en un abrazo fugaz que tensó cada musculo en el cuerpo de Mo XuanYu, sin embargo este no duró más que un par de segundos y Wei WuXian luego le dio pequeñas palmaditas en la cabeza – visítame pronto, ¿sí? - el joven Mo asintió varias veces rápidamente, luego Wei WuXian le dio el abrigo y se giró para dirigirse hasta la otra habitación.

Sigilosamente caminó a hurtadillas hasta la cortina que separaba la habitación de Lan WangJi y la abrió con cuidado para dar un vistazo dentro, esperaba verlo dormido sin embargo, lo vio sentado en la cama con la cinta de la frente en las manos, tenía un gesto pensativo mientras observaba por la ventana. Wei WuXian se quedó allí de pie un largo rato contemplándolo e intentando descifrar sus ojos. A momentos podría apostar que parecía preocupado y en otros, increíblemente solo.

Entró en la habitación y Lan WangJi giró mirando directamente a sus ojos, notablemente sorprendido y curioso.

- ¿Qué haces? ¿No estás cansado? No dormiste nada anoche. – dijo mientras se quitaba las túnicas, las lanzaba al suelo y volvía a meterse a la cama con total naturalidad.

- ¿Cómo te fue hablando con Wen Ning? – preguntó mientras lo miraba de pie, parecía debatirse entre sí entrar o no en la cama con él.

- ¿Por eso no podías dormir? – preguntó desde la cama, entonces movió las sabanas para desocupar el lugar de junto a él y palpó la cama. - ¿No te vas a acostar?

- ¿Ya… no estás enfadado? – preguntó aun sin moverse. El menor bufó.

- No estaba enfadado, estaba C-E-L-O-S-O – recalcó con pausas en cada letra – no es lo mismo y sí, aún estoy celoso y lo estaré mañana y tal vez también en un año, pero ya qué no puedo cambiar el pasado solo puedo hacer las cosas mejor que él en el futuro. Verás que aprenderé a besarte mejor, te volveré loco Lan Zhan ¡Lo juro! – la manzana de adán del cuello del mayor subió y bajo nerviosamente. – ven – abrió los brazos en una invitación, Lan WangJi se quitó la túnica exterior y la dobló ágilmente, luego entró en la cama – aquí – apuntó su brazo – descansa tu cabeza aquí, que a tu novio le gusta acariciar tu cabello.

- Mn. – el mayor apretó los labios mientras se acomodaba obedientemente como solicitaba Wei WuXian, apoyando su cabeza en uno de sus brazos.

- ¿Dónde están tus brazos? No los siento alrededor de mi cintura. – dicho esto, Lan WangJi le rodeo la cintura con uno de sus brazos.

- Más fuerte. – exigió. Al apretarlo más el segundo maestro acercó su rostro a su pecho de modo que estaba sumamente pegado al cuerpo del menor. – eso es, ahora pon una de tus piernas entre las mías y la otra sobre ellas. Enrédate en mí. – Wei WuXian se esforzó por no reír cuando entre las caricias que le daba al cabello del mayor tocó una muy ardiente y ruborizada oreja.

Pasados los minutos, el movimiento del barco y la quietud silenciosa que brindaba la noche amortiguo los corazones inquietos de ambos.

- Lan Zhan... – susurró.

- ¿Mm?

- Me gusta estar así. Por favor hagámoslo siempre.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué me gusta?

- Mn.

- Mm… - movió la mano que acariciaba el cabello de Lan WangJi hasta su cuello y movió un dedo en una sutil caricia, dibujando formas invisibles en su piel – porque puedo sostenerte, tus cargas son mías, eso quiero decir que no te sentirás solo… Y yo tampoco. – agregó con un suspiro.

- Mm – murmuro negando con un movimiento leve de su cabeza – no estás solo. – Wei WuXian rió suavemente.

- ¿En qué pensabas mientras mirabas por la ventana? – el quinceañero espero pacientemente a que Lan WangJi contestara, cuando ya había supuesto que se había dormido y el mismo comenzaba a dormitar, el mayor respondió.

- En tus recuerdos.

- Oh… ¿Estábamos en malos términos y te preocupa que lo recuerde? – Lan WangJi movió la cabeza en señal de negación - ¿Entonces qué es? – preguntó suavemente mientras volvía a acariciar levemente los largos cabellos.

- Wei Ying… - llamó en un tono amortiguado de repente.

- ¿Qué?

- Hueles bien.

- ¿Eso es un cumplido? ¿Me estás coqueteando, Lan Zhan? – subió el tono al hablar, sin embargo escuchó a Lan WangJi hacer un sonido singular. - ¿Bufaste?

- Baja la voz – pidió.

- ¿Eso fue un bufido o no?

- Shh, duérmete.

- Si lo fue entonces. – agregó riendo.




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Lan XiChen llevó el cuerpo inmóvil de Jiang Cheng hasta las habitaciones privadas de la torre Koi, estaba preocupado y no solo porque cargaba un herido sino que no se había encontrado ni una sola alma en todo el camino, temía que hubiese ocurrido algún ataque sorpresa al otro lado de la torre.

Recostó a Jiang Cheng en la cama mientras presionaba los alrededores de su herida con la mano derecha, a pesar de que la flecha continuaba profundamente insertada en el costado izquierdo del abdomen del menor, la sangre se derramaba en gran cantidad por los bordes, dibujando una gran mancha de rojo oscuro por todo el torso de la elegante túnica.

- Despierta, Jiang Cheng despierta – su usualmente tono cordial estaba tenso pero aun así no se elevaba. Nuevamente lo sacudió – necesito que despiertes por favor… - dudando un poco se atrevió a dar golpes en la mejilla del menor, cuando este solo frunció el ceño repitió el acto hasta que finalmente termino por propinarle un golpe sonoro en la mejilla. Jiang Cheng pareció desorientado al abrir los ojos.

- Tú… ¿Me golpeaste? – si Lan XiChen hubiese sido menos respetuoso probablemente hubiese puesto los ojos en blanco al escucharlo.

- Necesito que presiones tu herida mientras voy por un doctor – mientras hablaba con tono paciente su mano guío la del menor hasta la herida, en un acto veloz que contrarrestaba su postura tranquila.

- Me golpeaste – repitió con voz débil.

- ¡Jiang Cheng despierta!

- ¿Cómo le das una bofetada a un herido? – gimió cuando se levantó un poco, inmediatamente fue jalado hacia atrás por un brazo fuerte.

- No te levantes, quédate quieto o aumentaras el sangrado. – Jiang Cheng chasqueó la lengua al oírlo.

- No me trates como una damisela, solo es una flecha. - el sudor comenzaba a aparecer en su frente y cuello pero él insistía en levantarse.

- No he dicho que seas débil – respondió Lan XiChen mientras presionaba su mano sobre las de Jiang Cheng para asegurarse que ejerciera la fuerza necesaria.

- Ese es el problema con los Lan, nunca dicen lo que piensan.

- ¡Jiang WanYin! ¿Te parece este un momento para discutir? – el líder de secta Lan pensaba seriamente en comenzar a gritar para pedir ayuda a cualquiera que pudiese oírlo a las afueras.

- Ah, ¿Ahora hemos vuelto a las formalidades? ¿Cómo te sigue el paso Jin GuangYao? – Lan XiChen le dedicó una mirada molesta – Uh, que miedo, de todas maneras creo que puedo adivinar, él no te saca de quicio. – intentó levantarse pero nuevamente fue empujado hacia atrás.

- Solo túmbate en la cama en silencio, no me hagas perder la paciencia.

- ¿Qué pasará cuando la pierdas, eh? – amonestó - ¿Golpearás a un herido? Bueno… ya me abofeteaste señor seguidor de lemas justicieros. - Lan XiChen lo miró confundido un instante.

- ¿Por qué estás actuando como si estuvieses borracho? – no es que Jiang Cheng no se comportara de manera confrontacional todo el tiempo, pero su comportamiento rozaba lo irracional considerando que estaba gravemente herido. – Oh… - se inclinó hacia el cuerpo recostado en la cama y olió con fuerza la sangre que se acumulaba en la ropa, un sabor amargo se mezcló en su garganta al inhalar – veneno… Jiang Cheng quédate aquí unos momentos, iré por ayuda, solo será un minuto. – Al ponerse de pie, una agarró firmemente la túnica de su brazo.

- ¿Dónde vas?

- Por un doctor, tu herida tiene que ser atendida a la brevedad o… - Jiang Cheng no lo miró, pero su ceño estaba profundamente fruncido.

- Solo será un momento – susurró en un tono de súplica aun así la mano del menor se aferró con desesperación a su túnica - ¿Qué pasa? Tienes que soltarme o no podré ir.

Por supuesto que el líder de secta Jiang no se atrevería a decir que temía que alguien más apareciera para rematarlo en cuanto él se fuera, tal vez hasta prefería morir que perder su orgullo aún en ese estado, por lo que solo soltó a Lan XiChen y permaneció sin mirarlo. Dos segundos más tarde el hombre de ropas blancas salió de la habitación y colocó un sello alrededor de esta para evitar que cualquiera con un cultivo menor al suyo pudiese ingresar en los próximos minutos, eso descartaba considerablemente a los intrusos. Finalmente, salió en busca de ayuda apresurando su paso tanto como podía sin correr.




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Lan XiChen recorrió habitación tras habitación, no encontraba a nadie a los al rededores, ni siquiera Jin GuangYao se encontraba en la habitación principal, entonces se le ocurrió que tal vez estaría en la suya.

Los pasos rápidos del líder de secta Lan sobre la madera hacían eco en medio del silencio, su respiración agitada era notable una vez que abrió la puerta de su habitación y entonces por fin, encontró a Jin GuangYao allí, concentrado mientras leía notas para guqín y practicaba una nueva tonalidad.

- Er-Ge – llamó aún sin mirarlo – ¿Está canción te gusta? O… ¿Prefieres una más armoniosa? – preguntó mientras tocaba la introducción, Lan XiChen ignoró por completo sus palabras mientras se acercaba a él.

- A-Yao, ¿Cómo es que no hay nadie en toda la zona? – preguntó de manera entrecortada debido a su respiración, al notarlo Jin GuangYao lo miró de inmediato.

- Hubo problemas de mantenimiento con algunos pozos y para evitar incomodidades pedí que trasladaran las visitas a la zona sur de la torre.

- ¿A todos?

- La servidumbre debe atender a las visitas así que sí… - al ponerse de pie notó la sangre en las manos de Lan XiChen, de inmediato las tomó entre las suyas. - ¿Estás lastimado? ¿Qué pasó?

- Yo no, el líder de secta Jiang fue atacado con una flecha envenenada, necesito un doctor con urgencia – habló apresuradamente, Jin GuangYao abrió los ojos de la sorpresa.

- ¿Atacado por quién?

- ¡No lo sé! – finalmente gritó de la impaciencia – A-Yao, necesito un doctor con urgencia, ¿Dónde están? ¡El líder de secta Jiang no tiene mucho tiempo!

- Está bien, calma, ¿En qué habitación está?

- En la primera habitación privada de la zona norte.

- Lo enviaré allí en unos instantes – caminó con su aparente calma hasta la puerta de la habitación mientras veía a Lan XiChen reunir sus túnicas y otras de sus cosas personales cuando notó una marca en su mejilla. - ¿Er-Ge? ¿Qué tienes en la mejilla? – olvidando todo lo demás se acercó al más alto para observarlo con cuidado, este pareció no comprender sus palabras mientras se tocaba la zona roja de la mejilla pero de pronto sus ojos se iluminaron al comprender.

- No es nada.

- Es una marca de… ¿Te mordieron? – Por supuesto que Jin GuangYao sabía que nadie mordería a Lan XiChen, al no ser que este mismo le permitiera a alguien estar tan cerca. - ¿Qué estaban haciendo cuando el líder de secta Jiang fue atacado? – preguntó con un tono serio pero que aparentaba una calma que Lan XiChen no tenía.

- ¡A-Yao! ¡No hay tiempo para eso ahora! ¿Irás tú por el doctor o debo ir yo? – el menor cerró los ojos con pesar y respiró profundamente pero no se movió. - ¡A-Yao!

- ¿Me estás pidiendo que corra a ayudar a la persona que me está quitando tus afectos? – al escuchar Lan XiChen tomó su mano en una súplica silenciosa, Jin GuangYao tenía los ojos llorosos mientras lo miraba indignado - ¡Está bien! Iré por el doctor, después de todo soy ese tipo de idiota. – jaló su brazo para deshacerse del toque del mayor y salió de la habitación a pasos apresurados en dirección a la zona Sur de la Torre, en tanto Lan XiChen corría hacia la zona contraria.




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Jin GuangYao se detuvo a mitad del pasillo y suspiró para calmar sus emociones.

- ¿Su She, estás ahí? - de entre las sombras una silueta apareció, llevaba su cabeza notoriamente agachada en señal de remordimiento. - ¿Qué sucedió?

- Lo lamento, actué imprudentemente. – Jin GuangYao esperó a que continuara, sin embargo Su She solo se hizo más pequeño bajo su mirada.

- Debes tener cuidado – acomodó su mano en el hombro de Su She, buscando sonar menos severo, aun así su tono era molesto solo que no era justamente con él con quien estaba enfadado – No es lo mismo que Xue Yang asesine a Jiang WanYin a que lo hagas tú, si alguien se enterara de tu ataque al líder de una secta tan importante ¿Qué pasaría con tu secta? ¿Cómo yo podría protegerte? – negó con la cabeza – no vuelvas a ser descuidado.

- Lo siento… - al notar la preocupación en Jin GuangYao, Su She se relajó visiblemente.

- Ahora dime que ocurrió, puedes decírmelo... de todas formas me hago una idea.

- Es solo que... cuando vi a ZeWu-Jun besar a ese otro… no me pude contener y lancé la flecha, ¿Cómo puede ZeWu-Jun hacerle eso a LianFang-Zun? No es justo. Usted siempre le ha sido leal a sus afectos.

- Ya veo… - contestó haciendo un esfuerzo por ignorar las palabras que revelaran más que el hecho mismo - ¿Dónde llegó la flecha?

- Atravesó su abdomen – respondió avergonzado – dudé en el último minuto, ¿Debí haberlo asesinado de inmediato? Porque de todas formas mis flechas tienen veneno, difícilmente podría sobrevivir luego de una noche agónica. – ante esta revelación un leve tic se hizo presente en el ojo de Jin GuangYao, pero solo suspiró, de pronto pareció cansado.

- Su She, será mejor que te vayas, diré que debiste marcharte e ir hasta tu secta por asuntos urgentes, ¿No has visto a nadie más en las últimas dos horas o sí?

- No, a nadie pero… ¿Por qué? Preferiría quedarme a la reunión de mañana.

- Su She, lo has dicho, tus flechas tienen veneno y estoy seguro de que alguien más puede recordar eso, será una cuartada decir que te acompañé hasta la salida antes de las nueve de la noche. – al escuchar esas palabras el líder de secta Moling Su se ruborizó.

- ¡Lamento mi estupidez! – Jin GuangYao solo negó con la cabeza para frenar sus disculpas.

- Solo vete rápido. Yo… iré a buscar un doctor.

- ¿Ayudará a ese bastardo?

- Tú lo has dicho, difícilmente sobreviva a una noche agónica, con o sin ayuda médica.




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Shaymin balanceaba sus cortas piernas de un lado a otro sobre un árbol a las afueras de las habitaciones privadas en la Torre Koi.

Suspiró divagando un poco, curar la salud de un líder de secta era considerado un acto político por BaoShan SanRen, algo en lo que no podía entrometerse fuera de la montaña y Shaymin era un niño revoltoso pero nunca había roto una regla tan importante para su secta en todos sus años de vida. Escuchó a Jiang Cheng toser sangre y ahogarse con ella dentro de la habitación, aun así aún maldecía con sus últimas fuerzas, el niño pudo saber con exactitud el momento en que cayó nuevamente inconsciente.

- Morirá en cuatros minutos producto del veneno.

Él sabía que Lan XiChen no podría encontrar a nadie, había visto como el tal Su She se encargó de desocupar toda el área norte de la torrea Koi alegando un problema de mantenimiento con los pozos del área, la persona más cercana era Jin GuangYao en la habitación cerca del salón de reuniones, pero aun así era lejos y Shaymin dudaba que pudiese traerlo o que este planeara actuar con rapidez para ayudar a Jiang Cheng.

- Aún si él no tuvo nada que ver con esto, estoy seguro de que no haría nada por ayudar. – el líder de secta Jiang se removió en un espasmo involuntario en medio de la inconsciencia. Shaymin suspiró con fuerza. - ¡Aaaash, ya qué! No es como si no me fueran a encerrar décadas cuando la maestra se entere que deje ir a Wen Ning, ¿Qué son unos años más para un inmortal? – se preguntó así mismo mientras caminaba lentamente hacia la habitación, aun así gimió sabiendo que el castigo lo atormentaría. Tocó la barrera dejada por Lan XiChen y esta desapareció rápidamente bajo su tacto, luego entró en la habitación. Jiang Cheng estaba pálido en la cama, Shaymin se acercó a él y sin una pizca de consideración le arrebató la flecha del abdomen. El cuerpo inconsciente se removió y gimió a causa del dolor. – tómalo como un escarmiento – le dijo – te has portado muy mal. Tampoco me gustas, ¿sabes? – habló mientras colocaba ambas manos sobre su cuerpo y extraía el veneno en medio de un flujo de energía espiritual – pero acepto que eres mejor opción que la aceituna, de todos modos… ¿Qué pasa con los gustos de Lan Huan? – el cuerpo de Jiang Cheng volvió a retorcerse – solo es incómodo, aguanta un poco.

- Wei… WuXian… - balbuceó de pronto, Shaymin tragó saliva.

- Ni me recuerdes eso, o me dan ganas de dejarte morir – susurró en un tono triste.

- Wei… - repitió, sin embargo no alcanzó a finalizar el nombre cuando volvió a gemir, Shaymin se detuvo, dejando un poco de veneno dentro de su cuerpo, no una cantidad letal ni difícil de diluir, solo la suficiente para causar fiebre una noche. Buscó entre sus ropas y sacó una pomada que untó sobre la herida abierta, el sangrado se detuvo de inmediato. Lentamente Jiang Cheng abrió los ojos que estaban húmedos, la visual se le hizo difícil de reconocer pero si oyó la voz del niño.

- Esto es todo lo que haré por ti, ya me lo pagarás – sentenció. Se dio la vuelta y se alejó de Jiang Cheng que lo miraba en un estado de aturdimiento.




Saliendo por la puerta principal no se molestó en restaurar la protección dejada por Lan XiChen, ya había tardado lo suficiente como para que esta se debilitara hasta desvanecerse de todas maneras. Se subió a un árbol y divisó desde allí un burro.

- Oh. - Los ojos del niño brillaron al ver al animal e inmediatamente recorrió la distancia que había hasta él, emocionado dio un salto para subirse sobre su espalda, sin embargo el ruido que hizo el burro fue cualquier cosa menos amable - Burrito llévame a dar un paseo, ¿sí? – el burro no se movió ni un solo centímetro, continuó comiendo de la hierba fresca que había alrededor como si quisiera ignorar el hecho de que tenía a alguien sobre su lomo – oh vamos, solo será una pequeña vuelta, la maestra no me deja tener animales ¡Juguemos, juguemos!

- Ese burro tiene muy mal carácter – le dijo alguien a sus espaldas con una mezcla de diversión y desaprobación en el tono. Shaymin ni siquiera volteó a mirarlo.

- ¿Sabes cómo hacer para que me dé un paseo?

- Creo que podrías intentar con comida – contestó el adulto a su espalda, sacó de sus ropas una manzana y la movió lo suficiente para que su aroma llegara a la nariz del burro, este de inmediato se giró haciendo que Shaymin por poco cayera de su lomo.

- Oh, ¿Cómo lo conoces tan bien? – preguntó con total familiaridad al adulto que le soltaba la manzana dentro de la boca del animal.

- Es de Mo XuanYu, creo que tú ya debes conocerlo.

- Aaah, ya veo, entonces su mascota tiene más carácter que él – ante este comentario el adulto se rió.

- Por cierto ¿Qué haces aquí?

- Solo estoy de paso. – respondió peinando con los dedos el cabello del burro, de pronto las alarmas se activaron y las campanas comenzaron a oírse por toda la Torre Koi.

- Están buscando al intruso – dijo el adulto.

- No a mí.

- Sé que no – respondió de inmediato – pero será mejor que te vayas, no creo que quieras verte involucrado en un mal entendido. – ante esto el niño bufó, sin embargo no discutió más y saltó sobre el árbol más cercano.

- HuaiSang – llamó al adulto desde el árbol, este lo miró a la espera – será mejor que vayas a la zona sur de la torre, no creo que quieras verte involucrado en un mal entendido. – repitió las palabras con una sonrisa burlona, luego simplemente se marchó saltando de árbol en árbol con gracia y diversión.




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Al acercarse a la habitación Lan XiChen notó que la barrera de la protección había desaparecido, no podía asegurar que hubiera sido removida pero el considerar que esta hubiera desaparecido por temporalidad lo hizo preocuparse aquellos últimos pasos que lo distanciaban de la habitación, ¿Había llegado muy tarde? ¿Él estaba bien?

- Jiang Cheng… - susurró en el minuto en que perdía la compostura para correr y acortar la distancia, entró en la habitación y el silencio en ella le causó escalofríos – Él no puede estar… - negó con la cabeza mientras se acercaba al cuerpo inmóvil en la cama, el líder de secta Jiang yacía con ambas manos tomadas sobre el abdomen, sus ojos cerrados y su rostro excesivamente pálido lo alertaron aún más, hasta que notó un movimiento sutil que daba su pecho al subir y bajar – Ah - se quejó colocando una mano sobre su corazón – él aún respira.

Se acercó y removió sus manos para observar la herida pero producto de las manchas secas de sangre y la ropa húmeda que aún se pegaba a su silueta no lograba ver nada. 

Cuidadosamente desamarró el cinturón de la túnica hasta que pudo desplazarlas lo suficiente para observar la herida… o lo que quedaba de ella.

- ¿Cómo…? – la flecha había traspasado el abdomen del líder de secta Jiang, era imposible que se hubiera cerrado o incluso que hubiera formado un coagulo tan rápidamente debido a su profundidad, sin embargo ahí no había una herida profunda de flecha, sino que una marca de piel en plena cicatrización con la primera capa de piel ya expuesta. Sintiéndose confundido colocó la mano sobre la cabeza del menor. – fiebre… - concluyó sintiendo la calidez, sin embargo no había más indicativos de gravedad, cualquiera hubiera dicho que Jiang Cheng llevaba en cama al menos dos semanas recuperándose y no diez minutos.







Jin GuangYao entró en la habitación en compañía de un curandero reconocido de la secta Jin, agradecido se inclinó hacia él antes de explicarle la situación.

- La flecha realmente lo traspasó sin embargo su herida parece cerrada, ¿Es posible sanar tan rápidamente? – el sanador revisó cuidadosamente el abdomen y la espalda del líder Jiang con el ceño fruncido, confundido entre los datos que escuchaba y lo que veía. 

– Si realmente la flecha tenía veneno ZeWu-Jun, me temo que el líder de secta Jiang tendría más que una simple fiebre. - él mismo curandero parecía perdido viendo la evidencia de la flecha aún completa al lado de la cama, las manchas secas de sangre en la ropa y otras aún húmedas alrededor del abdomen. – No es que no le crea – quiso enfatizar – pero una recuperación tan rápida no tiene sentido.

Lan XiChen asintió, porque ni él mismo comprendía que había ocurrido.

- ¿Investigarás que sucedió? – preguntó a Jin GuangYao, quien se había mantenido apartado muy cerca de la puerta en todo momento.

- Si eso quieres – respondió en tono neutro.

- A-Yao, ¿Qué dirían los otros líderes de secta si supieran que Jiang WanYin resultó herido a causa de una flecha en la Torre Koi? ¿Y que además ni siquiera se conoce su procedencia? – mirándolo directamente a los ojos, el menor respondió.

- Dirían que ZeWu-Jun está muy cansado.

- ¿Qué?

- No hay evidencia de que realmente hubiera sido lastimado, solo una fiebre, podría simplemente haberle caído mal algo en la cena. – miró al doctor quien asintió en silencio y salió de la habitación luego de dar una reverencia rápida a ambos líderes. Los labios de Lan XiChen se abrieron y se cerraron un par de veces.

- ¿Crees que estoy inventando todo esto? ¿Con qué fin haría algo así?

- No lo sé, tal vez quieres quedarte cuidándolo. – soltó con evidente amargura.

- ¡A-Yao me estás insultando! – Jin GuangYao cerró los ojos y respiró profundamente mientras colocaba ambas manos en su cintura, cuando volvió a abrir los ojos parecía notoriamente más calmado, caminó hasta Lan XiChen y puso sus manos rodeando cada uno de sus antebrazos.

- Te creo, es solo que no tiene sentido pero te creo que fue lastimado… hay sangre goteando por la habitación, vi tu rostro pálido rogando por ayuda después de todo… pero, ya que no hay pruebas y no todos confiarían en las palabras de un Lan por el simple hecho de que son suyas, mantengamos esto en silencio y yo me haré cargo de la investigación que tanto quieres que haga.

- Eso no sería correcto… pero supongo que sí sería prudente. – Las manos de Jin GuangYao se soltaron cuando notó que el otro estaba más relajado y él mismo se alejó, parecía querer alejarse de la situación lo antes posible.

- ¿Dormirás en tu habitación? Puedo dejar a algún sirviente de confianza cuidando a…

- Me quedaré. – respondió solemnemente sin dar paso a discusión al respecto. Jin GuangYao tragó saliva y apretó los labios mirando en dirección al hombre afiebrado.

- Nosotros nos debemos una conversación.

- Tendremos que posponerla, no lo dejaré solo.

- Imaginé que sería así. – como si no tuviera nada más que decir se volteó y caminó hasta la puerta, sin embargo se detuvo antes de abrirla y sin mirar al hombre detrás de él habló en el tono más amable que Lan XiChen le había escuchado en la noche – Er-Ge, yo siempre estaré contigo, aunque todos los demás se marchen, seré yo quien siempre estará para ti.

- A-Yao. – ya fuera por la molestia que sentía a causa de la situación, la misma preocupación o incluso la presencia de Jiang Cheng en la habitación, su mente se mantuvo clara para responder a aquellas palabras - Si tú me necesitas yo también estaré para ti, pero porque eso es lo que hacen los hermanos jurados. 

Al escuchar esas palabras la espalda que era visible para Lan XiChen se tensó.

- ¿Cómo puedes decir algo así de forma tan… impulsiva? – se volteó a mirarlo con ojos llorosos y el corazón del líder Lan recibió un golpe, ¿Había visto alguna vez a Jin GuangYao llorar de manera evidente? Siempre había sido él quien le había brindado consuelo con respecto a Nie MingJue pero nunca se había mostrado de esa manera para Lan XiChen al menos. – ¿Qué ha significado para ti todo lo que hemos vivido juntos si me apartas sin siquiera pensarlo dos veces? Er-Ge, ¿Qué tan mal agradecido puedes ser con mis afectos? – el labio inferior tembló mientras el menor se limpiaba las lágrimas que habían comenzado a caer. - ¿Es por eso que nunca me dejaste tocar tu cinta a pesar de que me correspondías? ¿Nunca estuviste seguro de sí yo merecía tu corazón, verdad?

- ¿De qué hablas? Siempre que quise hacerlo insistías en que la guardara para mi esposa, nunca me dejaste dártela – se defendió.

- ¡Porque dudabas cuando la desatabas! Parecías esperar una respuesta en mí actitud como si no bastara tu decisión, yo… Er-Ge – esta vez Jin GuangYao no pudo contenerse más y sujetó su rostro con ambas manos mientras sus hombros temblaban sin control – Incluso si tú me dijeras que quieres intentar algo con el líder de secta Jiang, yo podría permanecer a tu lado de todas formas, ese es el peso de mis sentimientos por ti – balbuceó entre lágrimas y sollozos. El corazón de Lan XiChen realmente dolió por la visual y sintió el escozor de las lágrimas en sus ojos.

- Eso… - susurró – no sería justo.

- ¿Y esto sí es lo es?

- No… tampoco lo es, lo siento mucho – respondió sinceramente, pero sin dar un paso atrás en su decisión. Jin GuangYao se volteó aún cubriéndose el rostro con las manos, abrió la puerta y salió de allí alejándose a pasos acelerados, dentro de la habitación la respiración de Lan XiChen tembló.




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Cuando Jiang Cheng abrió los ojos se sentía desorientado, sediento y con el cuerpo agarrotado, le tomó varios intentos fallidos poder moverse un poco pero en cuanto comenzó a inclinarse para sentarse en la cama, se detuvo de inmediato.

- ¿Lan XiChen? – el líder de secta yacía dormido sobre las mantas a la altura de su regazo, tenía el rostro acomodado entre sus brazos sobre la cama, sus ojos cerrados y su boca entreabierta le dieron una visual que enterneció el corazón de Jiang Cheng durante varios segundos. Suspirando volvió a recostarse.

“De alguna manera se siente mal despertarlo…” pensó mientras cuidadosamente tocaba su abdomen con su mano, sin embargo cuando palpó aún más fuerte no pudo encontrar la sangrante herida.

“¿Qué medicina milagrosa hizo esto? Ni siquiera siento la herida, estoy seguro de que la flecha traspasó mi cuerpo…” metió la mano bajo su túnica para tocar directamente la piel, sin embargo no encontró rastros de algún vendaje, confundido se inclinó fallidamente.

“Arg, ¿Por qué me siento tan cansado?” rindiéndose un segundo sobre el enigma de su herida miró a su alrededor y fue consciente de donde estaba por primera vez desde que se despertó.

Había sido cambiado de habitación, este no era el lugar en donde se quedó esperando por ayuda, sino que era una de las habitaciones más lujosas de la Torre Koi, había una chimenea en una esquina y un biombo en la otra, un suave aroma llegó a su nariz y pudo saborear la esencia de un caldo de carne, la boca se le hizo agua y su estómago grujió tan fuerte que Lan XiChen se removió hasta despertar.

- ¿Jiang Cheng? – preguntó el mayor mientras rascaba uno de sus ojos con un puño cerrado.

“¿Qué carajos? ¿Cuántos años tienes? ¿Cómo puede enternecerme? Debo estar drogado.”




- Aquí – aunque habló para intentar quitar la preocupación del rostro del mayor, su tono de voz sonaba terrible, él mismo frunció el ceño. Desviando la mirada notó un juego de toallas y un recipiente con agua junto a la cama, el agua incluso del recipiente se veía apetitosa.

- ¿Eso? – preguntó Lan XiChen siguiendo su mirada – tuviste fiebre muy alta así que… use eso para apaciguarla, ¿Cómo te sientes? – se sentó en la cama y ayudó al menor a hacer lo mismo.

- Sediento… - susurró carraspeando, sin embargo no había forma en que su voz sonara mejor, su garganta estaba tan seca como un desierto. Lan XiChen se apresuró en ir hasta la tetera y llevar para él un cuenco con agua, la manera en que Jiang Cheng lo tomó y lo bebió con rapidez lo hizo avergonzarse de sí mismo, pero al menos no debió pedir más para dejar en claro que aún tenía sed.

- Es normal que tengas sed, tuviste fiebre alta, sudaste hasta el punto en que debí cambiarte de cama, así que no te avergüences por la sed – consoló, sin embargo tuvo el efecto contrario. Jiang Cheng comenzó a hundirse más en la cama.

- ¿Sudé tanto? – preguntó sin mirarlo, Lan XiChen sonrió y le acarició el cabello con gentileza.

- Estabas enfermo, ¿Por qué actúas como si debiese avergonzarte un síntoma de la fiebre?

- Bueno… - respondió mientras alejaba su mano de su cabeza con un suave golpecito – no es que sea precisamente una imagen muy atractiva.

- Así que… - dijo el mayor mientras le quitaba el cuenco vacío - ¿Te preocupa que no te considere atractivo? – Jiang Cheng lo miró desafiante.

- Piensa en tus piernas, eh – amenazó, pero antes de que agregara algo más se miró la túnica blanca que llevaba puesta. Definitivamente no era la suya… ¿A caso…? - ¿Esto es tuyo? – preguntó tomando la tela de la túnica, el mayor asintió, entonces Jiang Cheng miro por debajo de la colcha y respiró profundamente al tiempo en que cerraba los ojos – me desnudaste.

- Oh… es que toda tu ropa estaba empapada de sangre, no pensé que ese fuese un problema para ti. Somos hombres después de todo.

- ¡Por supuesto que no sería un problema para mí si fueses cualquier otro hombre pero eres tú! – se cruzó de brazos solo para mitigar sus ganas de golpear a alguien, mantuvo el ceño fruncido mientras miraba un punto fijo en la cama.

Lan XiChen caminó hasta la chimenea para darle la espalda y ocultar su sonrisa, estando seguro de que solo lo haría enojar más.

- ¿Quieres un poco de sopa? Ya debe estar lista.

- Oh, sí. Eso estaría bien, muy bien… - en lo que esperaba miró a los al rededores en busca de sus ropas pero no las encontró, ¿Es que ni siquiera podría usar pantalones para recuperar un poco de su dignidad? – Esto… cuando me… quitaste la ropa… ¿Me miraste? - Lan XiChen caminaba directamente hacia él con la sopa en una bandeja, apretó los labios con fuerza - ¡No es gracioso!

- ¿Qué si te miré? Hum, sí, lo hice. – Jiang Cheng chasqueó la lengua.

- Aish, ni siquiera se avergüenza este pervertido... – murmuró - ¿Cuánto? – exigió - ¿Cuánto miraste?

- Hum… miré un poco de aquí y un poco de allá – el mayor estaba divirtiéndose a costillas de él sin ninguna intención de ocultarlo, de pronto levantó la cuchara con sopa cerca de su boca – prueba.

- Puedo comer solo.

- Lo sé – a pesar de esta respuesta Lan XiChen mantuvo la cuchara en frente de él, Jiang Cheng puso los ojos en blanco antes de darle una probada, restándole aún más puntos a su dignidad en el hecho. - ¿Cómo está?

- Sabrosa – apreció – si te importa preferiría comer solo de todas formas… - riendo Lan XiChen le tendió la bandeja y cuando comenzó a comer colocó una mano sobre su frente.

- Ya estás mucho mejor… Jiang Cheng, ¿Recuerdas algo de lo que sucedió? ¿Alguien vino a cuando yo fui por ayuda?

- Hum… - se concentró en ello un momento, una imagen de una figura pequeña en un uniforme blanco llegó a su mente, también estaba una voz chillona ¿Un niño tal vez? Pero lo descartó, debió haber alucinado producto del veneno. – No, creo que no… por cierto, ¿Qué tipo de medicina usaste para curar mi herida? ¿Es algo secreto de la secta Lan? – Lan XiChen suspiró y negó. Esperó pacientemente a que el líder de secta Jiang terminara de comer para explicarse.




- No te di ninguna medicina más que para apaciguar la fiebre, cuando llegué yo y luego la ayuda ya estabas curado… incluso el doctor no me creyó del todo.

- ¿Qué? No estoy seguro de si estoy entendiendo bien…

- Yo no te curé la herida de la flecha, cuando llegó el doctor la herida ya no estaba.

- ¿Qué carajos dices? ¿Qué por milagro desapareció? – Lan XiChen no estaba acostumbrado a ese tipo de trato por lo que al oír el insulto frunció el ceño. – lo siento, no te estoy ofendiendo a ti sino que a la situación es que… ¿Qué carajos? No puede haber sucedido algo así.

- Lo mismo pienso yo… incluso creí que pudimos haber caído en una ilusión sin embargo… tienes la cicatriz de la flecha.

- ¿La tengo? – inmediatamente se quitó la túnica y buscó la marca entre sus cicatrices pasadas - ¿Cuál dices que es? – preguntó ensimismado en su búsqueda, Lan XiChen en silencio le indicó con su dedo la redonda marca que parecía curada recientemente, si no hubiese sido por la evidente falta de capas de piel no hubiera detectado jamás que era una herida curada, de pronto cayó en algo más que entró en su visión y se cubrió rápidamente con las colchas - ¡No me mires pervertido! – le gritó a Lan XiChen que desde el comienzo no lo había mirado más que cuando este le preguntó por la cicatriz, tenía sus labios apretados y un brillo de diversión en la mirada. – Aish. Me viste quitándome la ropa y no me dijiste nada. – entonces Lan XiChen no lo soportó más y soltó una carcajada sonora al tiempo en que se cubría la boca con el dorso de la mano.

- No sabía que podías ser de esta manera – le dijo con una reluciente sonrisa.

- ¿El qué?

- Tú, eres adorable cuando quieres.

- ¿Adorable? – repitió ofendido – ¡Tú! – Lan XiChen se acercó rápidamente y le beso los labios, fue solo un beso casto pero calló al menor.

- Sí, adorable. – Jiang Cheng abrió la boca pero no salió nada de ella, después desvió la mirada a otro lado.




- Tú… - preguntó en un tono neutro después de un rato - ¿Vas a dormir? Aún es de madrugada.

- Dormí un poco mientras tú lo hacías.

- ¡Pero no es suficiente! Estas reuniones son muy exigentes en cuanto a atención como para que participes sin estar descansado. – Jiang Cheng miró a los al rededores pero no encontró ni una cama más que la suya. – Oh… yo estaré bien, puedes ir a otra habitación.




Lan XiChen lo miró complicado, ¿Cómo podía decirle que lo escucho divagar en medio de su fiebre? ¿Qué había llamado a toda su familia ahora ausente? ¡Incluso a Wei WuXian! Llamó a tantos nombres ahora vacíos de vida, que Lan XiChen se prometió así mismo que no lo dejaría solo sin importar qué. No ahí. 

- El sujeto que te atacó aún está allí afuera, no… podría dejarte solo sabiendo eso. – Jiang Cheng suspiró y se recostó volteándose y dándole la espalda, el mayor no entendió su actitud hasta que de pronto el menor se volteó y lo miró severamente.

- ¿Qué esperas? ¿No te acostarás?

- Oh… - comprendiéndolo se puso de pie con una sonrisa, alejó la bandeja y se quitó las túnicas exteriores, luego apagó la luz de la lámpara.




Jiang Cheng contuvo la respiración mientras sentía al otro hombre recostándose junto a él, se movió para darle el mayor espacio posible sin embargo fue abrazado fuertemente por la espalda.

- ¿Qué haces? – preguntó en un tono evidentemente avergonzado.

- Me acomodo – respondió el otro, su aliento rozó gentilmente la oreja de Jiang Cheng causándole un escalofrió.

- Confianzudo – bufó mientras intentaba alejar el rostro de su respiración, temía que aún en la oscuridad el mayor pudiese sentir el calor de su rubor. – ah, por cierto…

- ¿Sí?

- Ya que me has comenzado a llamar Jiang Cheng… ¿Puedo llamarte Lan Huan? – hubo un silencio luego de su pregunta y él de inmediato se arrepintió – ignora lo que acabo de decir…

- Puedes hacerlo – susurró mientras lo presionaba en un fuerte abrazo – claro que puedes.

- Ouch, calma, me estás apretando demasiado fuerte. – dando palmaditas a los brazos que lo rodeaban, Lan XiChen lo soltó acompañando su acto con una ligera risita silenciosa – nunca te había escuchado reír tanto.

- No recuerdo haber reído tanto en mucho tiempo… aah, me gustas – suspiró aquellas palabras con tanta ligereza y facilidad que no fue consciente de cómo el corazón de Jiang Cheng se frenaba para luego bombear con desesperación en su pecho. Tragando saliva y apretando los ojos con fuerza el menor se preguntó si debía temer un infarto o si realmente así se sentía enamorarse de una persona… esperaba que fuera lo primero, enamorarse se escuchaba como un plan fatal.




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Durante un desayuno colectivo en el comedor de la Torre Koi, Jin GuangYao anunció el ataque confuso que sufrió el líder de secta Jiang, también que la falta de Lan XiChen se debía a que estaba recibiendo sus cuidados temporalmente. Algunos comentaron un poco al respecto, pero debido a la falta de detalles y las respuestas precavidas del líder de secta Jin, nadie comprendió demasiado sobre lo ocurrido y Jin GuangYao aprovechó el anuncio de la llegada de su medio hermano para abandonar el comedor.




Mo XuanYu alimentaba su burro cuando Jin GuangYao se acercó a él.

- ¿Llegaste sano y salvo? – preguntó aparentemente preocupado.

- Sano y salvo – respondió sonriente XuanYu.

- ¿Por qué te ves tan alegre?

- Oh, es solo que manzanita se ha portado bien, parece que me extraño. – mintió.

- ¿Manzanita?

- Es el nombre del burro.

- Que… creativo. Por cierto XuanYu, me comentaron que aprendiste a defenderte con talismanes.

- Ee-eso no es así, solo he comenzado a estudiarlos, yo…

- ¿Estudiaste solo o alguien te ayudo? – Mo XuanYu bajó la mirada.

- Me ayudaron.

- ¿Quiénes?

- Hice amigos en la secta Lan.

- ¡XuanYu esa es muy buena noticia! Ven, acompáñame a desayunar a mi habitación y cuéntame los detalles – tomando al joven por sus hombros comenzó a guiarlo por el pasillo.

- ¿No-no viene de desayunar?

- No puedo comer con tanto líder de secta hablándome, será mejor un momento de hermanos. – XuanYu asintió mientras le sonreía tímidamente.

Una vez llegados a la habitación, ambos comenzaron a beber té y comer panecillos, en presencia del joven, Jin GuangYao se relajaba visiblemente de modo que ninguno de los dos se sentaba apropiadamente.

- Ahora cuéntame, ¿Quiénes son? – insistió mientras colocaba otro panecillo dulce en su platillo.

- Son amigos de ZiYuan… y Jin Ling.

- ¿Te refieres a los dos jóvenes Lan discípulos de HanGuangJun?

- Ellos y algunos más.

- Vamos XuanYu, dime quienes más, sobre todo quien es el que te hace sonreír. – ante este descubrimiento tan perspicaz Mo XuanYu abrió muchos los ojos y negó rápidamente con la cabeza - ¿Qué? ¿Creíste que no me daría cuenta? ¿XuanYu yendo a una cacería nocturna? Por supuesto que debe haber alguien que te arrastró hasta allí y estoy seguro de que es la misma persona que te enseñó sobre talismanes. – el menor bajó la mirada sintiéndose descubierto.

- Esto… él es un discípulo invitado a la secta Lan.

- ¿A qué secta pertenece? – ante esta búsqueda de información el joven se escondió más en su puesto y el líder de secta Jin suspiró divertido - ¡Está bien! No te presionaré para que me digas quien es, pero sí dime otra cosa, ¿Qué tan bueno resultaste ser con los talismanes? 

- Hum, creo que resultará bien si práctico – respondió aún a la defensiva y escondido dentro de su espacio, Jin GuangYao se estiró y apartó platillos para poner papel, una pluma y tinta en frente de él.

- ¿Aprendiste sobre elementos?

- Sí…

- Muéstrame uno de agua. Los de agua son los más difíciles de usar. – Mo XuanYu tomó el pincel, lo entintó y comenzó a dibujar los primeros trazos que llegaron a su mente luego lo enfocó en el líquido del té en la tetera, lo hizo salir, voltear en el aire y luego volver a entrar.

- Oh, eso es de un nivel avanzado… ¿Puedes hacer más cosas como esa?

- Con cosas pequeñas, sí – asintió seguro. Jin GuangYao se rascó la barbilla y se puso de pie.

- Ven conmigo.

Mo XuanYu lo siguió hasta un espejo en la habitación, él había entrado a aquella habitación alguna vez, hace varios años cuando entró en la secta pero eso fue solo porque Jin GuangYao perdió una apuesta con él y debió confiarle un secreto, llevándolo allí como resultado. Esta era la primera vez que lo llevaba para algo en especial.

Al traspasar el espejo entraron a la habitación fría y él se presionó las manos nerviosamente mientras miraba todos los artefactos alrededor de la sala, aunque ya los había visto antes no dejaban de causarle terror. No podía explicarse como su pacífico medio hermano podía coleccionar ese tipo de armamento.

- Mira XuanYu – lo llamó desde un estante en donde había libros – fíjate en este cuaderno y dime si podrías copiar algunos de esos trazos, no necesito que los sepas controlar simplemente el dibujo de los trazos bastaría para ayudarme en algunas cosas. – el joven se acercó para mirar de cerca el libro, los trazos le eran familiares por lo que se concentró bastante en ellos para intentar adivinar a qué correspondían, Jin GuangYao interpretó su ceño fruncido – oh, está bien si es demasiado, como dijiste aún estás practicando pero ya se te ha dado muy bien así que solo podría ser cuestión de tiempo para que pudieras ayudarme. – Mo XuanYu lo miró para decirle que podía hacerlo pero de inmediato fue interrumpido por una voz desde el otro lado del espejo.

- ¿LianFang-Zun?

- Ya voy – dijo en un tono alto hacia el otro lado del espejo, luego se volteo hacia Mo XuanYu – es solo Su She, por cierto este cuaderno fue escrito por el Patriarca Yiling así que no te sientas derrotado si no puedes copiar alguno de sus trazos, él era muy bueno con este tipo de cosas.

- ¿Pa-patriarca Yiling?

- Así es, revisa el cuaderno y dime si hay alguno que te sea posible copiar con tu nivel actual – Mo XuanYu bajo la mirada al libro y lo hojeó, no tuvo que ver más de dos o tres cuando notó que los trazos para los elementos eran exactamente los mismos que él tenía en el cuaderno dado por Xian SanRen. Giró otra página y efectivamente se encontró con otra matriz utilizada por el quinceañero para retener energía espiritual, se la había enseñado para que pudiera meditar correctamente.

- ¿Có-cómo era él?

- ¿El Patriarca Yiling? Era muy astuto a pesar de ser joven, acá tengo su espada espera, te la mostraré.

Jin GuangYao se acercó a otro estante, pero de pronto frunció el ceño notablemente confundido. 

- Qué raro, estoy seguro de que la dejé aquí. – Mo XuanYu continuó cambiando las hojas, dando con una en especial que parecía ser una maldición, luego otra y otra, los trazos en las bases eran exactamente iguales a los que aprendió, incluso la letra desalineada era idéntica a la del quinceañero, su corazón latía desaforadamente mientras sus nervios le atropellaban los pensamientos.




“No estaba encerrado en GusuLan, estaba siendo escondido… protegido."




"Patriarca Yiling… Wei WuXian… WuXian… ¿Xian? No. No es posible…” 




- LianFang-Zun – volvió a llamar Su She esta vez con una voz impaciente. – tengo malas noticias. – Jin GuangYao dejó de buscar la espada y le hizo un gesto a Mo XuanYu para que este esperara mientras él salía. Una vez que se quedó solo comenzó a hojear violentamente más del cuaderno y se palmó el corazón para calmarse.

- ¡¿Qué?! ¿Cómo?- preguntó alterado Jin GuangYao.

- Nadie lo vio, parece que despertó, rompió las cadenas y se marchó. – el joven escuchó las voces desde la habitación al otro lado del espejo.

“¿Romper las cadenas? ¿Wen Ning? No, estoy sospechando solo porque la letra es similar, puedo equivocarme” intentó tranquilizarse, respirando profundamente se dirigió hacia el estante en que Jin GuangYao había buscado la espada, sí él encontraba la espada significaba que Xian SanRen no debía ser esa persona.

- Suibian también ha desaparecido. – dijo Jin GuangYao y Mo XuanYu no estaba seguro de sí había escuchado bien, "Suibian es su espada..." había comenzado a pensar para cuando sus ojos vieron detrás de la cortina y todos los pensamientos que gritaban en su mente fueron callados una vez que visualizó una cabeza.